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LLUVIA, LAGRIMAS Y AMOR [Kaisoo] -oneshot- por EXOticouples

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Al parecer era el fin, no se preocuparía mas, si las palabras de aquella persona fuesen ciertas el chico estaría con un pie en la realidad y el otro por el abismo, su cabeza parecía no razonar mas, caminaba intranquilo sabía que ya no había vuelta atrás la muerte lo seguía de un lado a otro y era cuestión de tiempo para que esta se lo llevase.

-un mes- sus pensamientos ya no eran los más cuerdos, pensaba; que pierdo al intentarlo… y que importa si fallo no pasara nada moriré de todas maneras…

Sentía la humedad sobre sus mejillas, estaba llorando es cierto, después de todo tenía miedo no podía hacerse el valiente e ir por la vida sin importar más nada temía que el día llegara, temía que un día no despertara, temía tantas cosas que a tan temprana edad nunca hubiese imaginado siquiera en pensarlas.

Sintió como sus piernas vacilaron y lo hicieron caer, su rodilla sangraba, las lagrimas salían sin parar estaba hecho un desastre veía su rodilla como si fuese lo peor y más doloroso del mundo, cuando solo era un pretexto para sacar todo el dolor que llevaba consigo en el corazón… -aahg!!!- un grito ahogado y grueso salió de lo más profundo de su garganta, el chico sufría… sufría muchísimo más de lo que cualquiera hubiese llegado a imaginar.

La lluvia comenzaba a caer, poco a poco lo cubría por completo como si de un cachorro sin hogar se tratase, era deprimente verse a sí mismo en esa situación pero no es como si lo pudiese evitar, sentía dolor en su pecho y en la rodilla, la sangre corría por su pierna hasta llegar a sus calcetines, en ese momento era lo que menos le importaba, era algo estúpido fijarse en eso pero lo hacía.

-¿estás bien?-

Verlo ahí parado, sentí como la bilis corría por mi garganta, su vida era perfecta el no tenia de que preocuparse ¿por qué querría ayudarme?, ¿por cortesía? Valla hipocresía la suya, ya nadie puede ayudarme eh perdido la batalla solo me resta resignarme, y esperar por lo peor…

-sí, no te preocupes- dije seco, intente ponerme de pie pero la mala suerte no me dejaría, un ardor corrió mi rodilla y no pude estirar por completo la pierna, era un simple raspón pero sí que dolía.

-ven, déjame ayudarte- el chico se acerco, colocando el paraguas sobre mi, tomo mi brazo y lo paso por sus hombros ayudándome a caminar un poco, note como el paraguas me cubría solo a mí, uno de sus hombros comenzaba a mojarse.

El lugar estaba desierto, ¿Qué hacia el ahí? Era domingo por la mañana, nadie va al instituto en domingo… yo tengo mes y medio con la costumbre de ir a regar las plantas, hace dos semanas que las lluvias lo hacen por su cuenta pero por una extraña razón sigo viniendo.

-D.O kyungsoo, ¿qué hacías en domingo aquí en la escuela?- dijo mientras tomaba cosas del botiquín de la enfermera para curar mi rodilla.

-lo mismo me pregunto yo, Kim JongIn- dije resaltando su nombre.

Levanto la vista, de mi rodilla para verme a los ojos, el silencio me aturdía él tenia la vida perfectamente escrita, sentía rencor de solo pensarlo no pasa nada si lo hago perder los estribos por un mes… digo el vivirá por mucho tiempo. Lo olvidara…

(…)

Camine con la bandeja del almuerzo hacia una de las mesas de la cafetería.

-!!!Lunes de pizza!!!- la gran bola de imbéciles atravesó el lugar, JongIn ignoraba por completo mi existencia como era su costumbre.

El día de ayer prometí que volvería a ese chico un completo loco por este mes, quería podrirlo que viera la realidad fuera de su mundo, que tocara tierra por primera vez en su estúpida vida…

La rubia, con aires de prostituta barata camino hacia él y lo beso desenfrenada mente en medio de aquel lugar lleno de estudiantes, no era como si alguien le diera importancia siempre lo hacía, por algo era su novia ¿no?

-alguien debería ir al almacén por los materiales- comento el profesor de deportes haciendo que todos reprocharan, nadie quería ir mas sin embargo alguien tendría que hacerlo.

-yo lo hare- se ofreció JongIn y salió del lugar para ir al almacén.
-lo ayudare- dije saliendo detrás de él.

Caminaba pensando en que podría hacer para comenzar con el plan, el chico aun no se percataba de mi presencia, lo cual me daba ventaja en sorprenderlo en cualquier momento, llegamos al dichoso almacén; estaba abarrotado de materiales para deportes, el moreno se adentro en él y comenzó a buscar entre tantas cosas…

-kai…- mi voz apenas se escucho, pero estaba seguro de que él me había oído.

-kyungsoo- dijo sorprendido.

-puedo ayudarte- no sabía que debía hacer tenía que hacer una de mis movidas pero no tenía idea de por donde comenzar.

-claro, seria de mucha ayuda sabes- dijo regalándome una de sus sonrisas, brillantes y hermosas sonrisas que lo describían solo a él.

Vi sus ojos brillar en amabilidad por primera vez en la vida, pero sabía que saliendo de ahí solo sería un desconocido mas para el… así que dispuesto a moverle el piso me acerque un poco, sabía que después de lo que haría no sería capaz de olvidarme, lo tome del cuello de la camisa, di un tirón a esta y estampe mis labios con los suyos…

No fue un beso por qué no duro más de diez segundos, pero sabía que con eso tenía para no sacarme de su mente.

-lo siento- dicho esto me di media vuelta y me fui del lugar dejando atrás a un confundido y atónito Kim JongIn.

Los días pasaban, de vez en cuando notaba como él me veía podía notar como la duda resplandecía en sus ojos, sabía que desde aquel día su mente había sido un martirio por mi culpa…

-hey kyungsoo- dijo el chico parado junto a su asiento, me detuve justo antes de salir del aula con la mochila en un solo hombro y voltee a verlo, era alto y bien formado algo guapo bueno demasiado guapo, y un completo descarado también.

-que pasa- dije desganado, no es que no quisiera hablar con él solo que era parte de mi plan el ilusionarlo y luego dejarlo.

-sabes sobre el otro día…-

-no tienes que mencionarlo- dije cortante, para luego irme y dejarlo aun mas confundido que antes.

En el almuerzo me tomo por sorpresa notar que JongIn se aparto de sus amigos por primera vez en su vida, no estaba con la rubia y esta se encontraba ya sobre las piernas de otro chico mas, se había ido a una de las mesas del rincón solo y sin que nadie lo notase, pero yo lo veía yo sabía que estaba ahí, y por alguna razón tenía que acercarme quería hacerlo…

Coloque mi bandeja de almuerzo en la mesa y me senté frente a él…

-que quieres- dijo fríamente el moreno.

-¿Qué paso con tu noviecita?- pregunte burlesco.

-cállate idiota- se levanto molesto para irse.- todo es culpa tuya- dijo antes de retirarse por completo, no sabía a qué se refería pero me había molestado que rayos le sucedía, un momento quería hablar y al siguiente no quería saber nada de mi…

(…)

Era domingo por la mañana, las flores del lugar parecían haber sido amenazadas por la lluvia, no hacía falta que las regara estaban más que vivas… camine cerca del lugar no tenía más que hacer…

-uno, dos, tres, uno, dos, tres – decía mientras caminaba sobre los cuadros del piso como niño chiquito.

-Kyungsoo!!- oí que alguien gritaba por detrás de mí.

Voltee y kai estaba parado en la entrada de la escuela, comenzó a caminar hacia mí, y no supe reaccionar así que Salí corriendo lejos de él, corría lo más rápido que mi condición me lo permitía, subí las escaleras hasta llegar a la azotea.

-esperaa!!- decía el chico cansado corriendo detrás de mí

-porque?... saliste corriendo!- decía con la voz entre cortada apoyando sus manos en sus rodillas para descansar un poco…

Solte una carcajada lo cual hizo que este me volteara a ver encolerizado, me hice el serio también pero no podía evitarlo el pensar en que lo había hecho correr detrás de mi me causaba tanta gracia.

-y bien, ¿Qué haces aquí?- dije aun sonriendo.

-tengo algo que decirte- el chico me veía a los ojos, no sabía porque pero estaba seguro de que era algo serio.

-no quiero escucharlo- dije inmaduramente y me voltee, comencé a caminar al bordo de la azotea y me asome por el barandal de tubos que había en este.

-¿Por qué me besaste?- dijo a un parado en el mismo sitio.

-se me antojo- conteste descarado.

-¿cómo?- dijo incrédulo. – No puedes ir besando a la gente cuando se te antoje- su tono de voz era ronco, parecía enojado.

-si puedo… lo hice ¿o no?- una sonrisa burlesca apareció en mi rostro mientras lo volteaba a ver.

El moreno me veía encolerizado como si lo hubiera desafiado a algo, se acerco a mí y se inclino hacia mis labios, no pude hacer nada cuando ya me estaba besando, trate de separarme pero me fue inútil, el era más fuerte que yo… besaba y mordisqueaba mis labios de una manera sorprendente estaba a punto de corresponderle el beso cuando se alejo de mi y se dio la vuelta decidido a irse.

-¿por qué hiciste eso?- grite enojado.

- porque se me antojo- dicho esto se fue dejándome atónito, y casi pude ver como sonreía burlesco.

Salí detrás de él que rayos le pasaba no iba a dejar que el saliera ganando…

Lo alcance en las escaleras y lo tome del hombro, este volteo y acto seguido lo bese como si no hubiese mañana sus labios se acoplaban perfectamente a los míos, su lengua atravesaba y recorría mi boca, me descolocaba completamente…

-¿Qué me estás haciendo?- dijo casi en un murmuro viéndome a los ojos, su aliento golpeaba mis labios mientras yo esperaba ansioso que volviera a besarme.

(…)

El chico comenzaba a perder la cordura, era lo que quería ¿no? Pero por que comenzaba a necesitarlo… por que no podía sacarlo de mi mente…

Había pasado una semana que no hablaba con él, no esperaba verlo en la escuela hoy… el clima seguía mal el cielo estaba negro llevaba un paraguas conmigo estaba seguro de que llovería entre al lugar, y me coloque en una de las mesas de la biblioteca… amaba ese lugar me perdía entre tantos libros pude escuchar como relampagueaba afuera, pero no me daba miedo en cambio me encantaba ver los relámpagos me emocionaba…

Cuando vi una silueta estaba completamente empapado, su cabello mojado caía sobre su frente y las gotas resbalaban por su nariz hasta su barbilla, por un momento me quede boquiabierto.

-tengo que decirte algo- parecía perdido, verlo así me hacía sentir la peor persona del mundo.

-¿Qué?- trate de sonar bien, pero al contrario mi voz sonó cruel y fría.

-tu… tu me gustas- dijo viéndome, después de tantas peleas, besos, y demás por fin había logrado sacarlo de sí, pero algo dentro de mí se estrujaba que rayos había hecho como había podido hacerle eso…

-olvídalo- dije seco.- no me busques kai- el chico me veía extrañado, mientras comenzaba a caminar fuera de la biblioteca.

-aguarda un momento- dijo el chico detrás de mi.- tú fuiste el que me beso en primer lugar-

-si lo hice- dije cruelmente.

-porque lo hiciste si después me tratarías así- sus ojos comenzaban a cristalizarse y su voz se convertía cada vez mas entrecortada…

-porque soy malo…. Y debes alejarte de mí- dije y me fui de aquel lugar…

Habían pasado ya tres semanas, mi salud se deterioraba y JongIn se había olvidado de mí como había supuesto que lo haría, los doctores decían que tenía menos de una semana… estaba resignado me había divertido lo suficiente los últimos días que me había olvidado de que el tiempo transcurría y poco a poco se me acababa…

Luhan mi único amigo iba a verme de vez en cuando pero decía tener asuntos pendientes y salía y lloraba en el patio del hospital creyendo que yo jamás lo veía…


Narra kai.

Jugaba basquetbol luego de la escuela, ya no solía frecuentar a los mismos amigos desde aquel día en que lo vi bajo la lluvia pensaba en que estaría con el pase lo que pase, todo el tiempo pero al parecer él jugaba conmigo al parecer le importaba lo mismo que una mosca, me besaba sin sentir, tomaba mi mano sin pensar…. Y el día en que dijo que lo olvidara me di cuenta que jamás me querría como yo a el, que era un simple juego…

-ahhg- arroje el balo contra el tablero sobre el aro, no podía dejar de pensarlo habían pasado varios días desde que lo vi por última vez, ya no asistía a la escuela que rayos había pasado con el ¿había desaparecido de la faz de la tierra o algo parecido?

-JongIn- escuche una voz delicada detrás de mí, pensé que era el voltee ilusionado para darme cuenta de que un castaño estaba en la entrada del gimnasio.-yo.. Quiero decirte algo- dijo tímidamente, la verdad no quería hablar con nadie. – Es sobre kyungsoo-

(…)

Como era posible que estaba pasando, corrí hasta el estacionamiento tome la bicicleta de luhan y pedalee lo más rápido que pude hasta llegar al hospital…

-kyungsoo… - dije respirando sonoramente a la recepcionista.
-habitación numero 306 en el tercer piso.

Dicho esto Salí corriendo tenía que verlo con mis propios ojos tenía que ser mentira no podía haber estado enfermo. El no.
Corrí la puerta de la habitación y ahí estaba tumbado en una cama, no podía creer que era cierto.. Las lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas volteo a verme y me dirigió una cálida sonrisa, de esas que solo el sabia.

-sabia que vendrías- cuando oí su voz no pude evitarlo llore como un bebe pase noche y día pegado a su cama….

Cuando el día llego no pude evitarlo, porque dios se lo estaba llevando porque?? Jamás olvidaría a D.O kyungsoo… mi primer amor, durante los pocos días que pude estar junto a él, le demostré que lo amaba que él era todo para mí y lo seguiría siendo... para siempre.

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