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¿Brazaletes imantados? por yuljiyongie

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Notas del capitulo:

Lamento haber tardado pero aquí lo traigo. Ya Salí de vacaciones, así que espero poder actualizar con mas continuidad por este par de semanas. He sacrificado el fin de semana y feriado para avanzar mi trabajo, ojala haya valido la pena. Bueno pasen a leer…

“Toc, Toc”

-adelante

La puerta de la habitación se abrió, dejando ver a un pelinegro alto con porte y uniforme escolar.

-hola JiYong. – saludó alegre.

-MinHo hyung, que sorpresa. - le devolvió la sonrisa. -¿Qué haces por aquí?

-hoy en el salón dijeron que ibas a ausentarte por un tiempo, y por eso vine a ver como estabas. – dijo sentándose al borde de la cama, dejando la mochila encima de ésta.

-muchas gracias por venir, hyung. – volvió a sonreír.

-los chicos te mandan saludos. – le informó al recordar.

-yo también los extraño. Siento que ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos. – suspiró.

-les diré que vengan a verte. – miró el estado del menor, quien asintió tras lo dicho. – además, vine para ayudarte a estudiar.

-¿a qué te refieres? – el castaño lo miró confundido.

-como sabrás soy el delegado del salón. – ji asintió. – y el más inteligente de todos. – sonrió tras alabarse.

-ah… cla…aro jejeje. – sonrió por cortesía.

-en fin. – Se puso de pie y abrió su mochila.-ya le avisé a tu mamá que te ayudaré a estudiar, ella está de acuerdo, y tu padre seguramente también lo estará.

-¿hablaste con mi mamá?- su entrecejo se frunció ligeramente.

-sí. – respondió sin darle importancia, y cambió el tema. – ya que tu mano está lastimada, me di la tarea de sacarte copias de las clases de las últimas dos semanas.- le mostró los papeles que acababa de sacar. – sé que entenderás rápido lo que hemos avanzado. –lo extendió a la mano sana del otro.

-ohh… han avanzado mucho. – vio desganado la cantidad de hojas que tenía que repasar.

-pero no debes estresarte. – MinHo le arrebató las copias. – yo vendré todos los días después de clases para estudiar juntos. Y también los fines de semana, creo que no te podrás mover por un tiempo. – sonrió ampliamente, parecía agradarle conocer la situación real del castaño.

-no es necesario que te sacrifiques tanto. – respondió rápidamente.

-no es un sacrificio para mí, es más, aprovecharemos ese tiempo para… conocernos mejor. – miró intensamente los ojos de Ji, provocando cierta incomodidad en él, por eso sonrió cerrando los ojos.





-señora kwon de verdad me arrepiento, si pudiera cambiar la decisión que tomé lo haría. – volvió a rogar.


Seung hyun le había explicado todo lo que había sucedido para que JiYong terminara como estaba. Le narró el engaño que vivió por esa supuesta chica linda y pueblerina, “derramó” un par de lágrimas tras narrar su corta historia de amor, y prosiguió contando. Obviamente no dejo decir lo mal que JiYong se portaba cuando estaba con él. Cada palabra dicha, fiel a la realidad sin más mentiras, provocaban que la mujer de mayor edad se mostrase mas furiosa. Por esa razón ahora se encontraba postrado en el suelo de la sala, frente al sillón que ocupaba la señora kwon, pidiendo disculpas por sus actos.

-Seung hyun, ya levántate. – ordenó ella. En su voz se notaba la molestia que sentía, pero estaba tratando de portarse de manera racional por ser una adulta y el otro un adolescente. El pelinegro se puso de pie velozmente, con la mirada gacha. Ella inhaló y después exhaló. - sé que mi hijo a veces puede ser un poco engreído - Seung rodó los ojos por tal mentira. – PERO, por ser así no quiere decir que debas tratarlo como lo hiciste. ¿Sabes que hubiese ocurrido si la distancia que los separaba hubiese sido mayor? - el joven no respondió. – no quiero ni pensarlo, pero seguramente mi hijo hubiese terminado con todas las extremidades rotas. – tomó un respiro para apaciguar su ira. – gracias a Dios eso no sucedió.

-per… - quiso replicar, pero fue inmediatamente callado.

-no me interrumpas. – ella también se levantó. – voy a pasar esto por agua tibia, espero que te sirva como lección y aprendas a no portarte como un niño y hacer travesuras sin medir las consecuencias. Estás a nada de ser un adulto Seung hyun, piensa antes de actuar.

-sí. – murmuró.

-el señor Yang me dijo que tú tienes las maletas de JiYong, quiero que las traigas cuando tengas tiempo.

-lo haré. – asintió. –ahora… que ya estamos “mejor”, ¿puedo ver a JiYong?

-no creo que sea el momento adecuado. - negó con la cabeza.

-¿Por qué? – arrugó la frente. –No me diga que no puede recibir visitas porque a MinHo si lo dejó subir.

-seré sincera, mi Ji no quiere verte ni en pintura, así que por ahora no creo que deba verte. No quiero que se altere. – ni siquiera quería saber cómo se pondría su hijo si veía al pelinegro, no sabía de dónde diablos es que había sacado ese carácter de los mil demonios.

-está bien. – contestó desanimado.

-mejor regresa a tu casa, tu madre debe estar esperándote.- el asintió.

-nos vemos después señora kwon. – se despidió caminando hacia la puerta, mientras se desplazaba vio las escaleras que daban al segundo piso. Tenía unas inmensas ganas de subir y ver al menor, pero no quería que la señora tuviera un peor concepto del que ya tenía. –adiós. – salió de la casa.

-adiós. – lo despidió y cerró la puerta.





SÁBADO

Seung ordenó la ropa que había en las maletas y una vez culminado las cerró. Bajó con el equipaje en las manos y salió de su casa. Tomó un taxi y le dio la dirección. En toda la semana no había podido devolver las valijas de su compañero, por eso este día se despertó muy temprano y empezó a ordenar el contenido de ellas. Mentiría si decía que no sentía ciertos nervios por visitar al castaño, debía ser la costumbre, pero había extrañado despertarse con el chico abrazado a él o hacerlo enojar por las mañanas con sus ocurrencias. Pero eso se arreglaría hoy. Le pediría disculpas y todo volvería a ser como antes.

-joven llegamos. – avisó el conductor.

Pagó por el viaje y sacó las maletas del auto. Cuando llegó a la puerta tocó el timbre. Después de un momento la puerta se abrió, dejando a la vista al señor kwon. Éste lo miraba con cierta amargura.

-buenos días señor kwon. –saludó con amabilidad.

-buenos días Seung hyun. – respondió. - ¿Qué te trae por aquí? –observó las maletas que se le hicieron familiares.

-vine a traer las maletas de JiYong. – dijo sonriendo.

-oh… entonces pasa. – se hizo a un lado y el muchacho pudo ingresar.

-¿Cómo ha estado su día? – preguntó para amenizar su llegada.

-estoy iniciando el día. Son las nueve recién. – respondió acercándose.

-claro, claro. – sonrió. – ehh… ¿no tiene trabajo hoy?

-no, trabajo de lunes a viernes…creí que lo sabías. – levantó una ceja.

-jajaja es cierto, se me pasó. – se rascó la nuca, incómodo.

-gracias por traer el equipaje de mi hijo, las llevaré a su habitación. – tomó una maleta, pero la otra fue movida antes de tocarla. -¿Qué sucede?

-ahh… yo puedo subir ésta para que no se canse. – se ofreció gentilmente.

-no es necesario. – con ello, pudo obtener la otra maleta.

-señor kwon. – lo llamó e intercambiaron miradas. – sé que no está a gusto con mi presencia, pero es que yo vine porque quería disculparme con JiYong. No me niegue la oportunidad de hacerlo, por favor. – habló lastimero.

-tienes razón al decir que estoy molesto…- respiró unos segundos – pero también creo que debes disculparte con él. El pelinegro sonrió. – sígueme, te llevaré con JiYong.


Ambos subieron las escaleras de la casa y llegaron a la habitación del castaño. El señor tocó la puerta y un “adelante” les dio el permiso de entrar.

-¡papá! – exclamó JiYong, muy emocionado de ver a su padre.

-hola yongie – sonrió por la emoción de su hijo al nombrarlo.

-¿Qué estás cargando? – trató de levantarse un poco. - ¿son mis maletas? – cuestionó.

-sí. –las dejó en el piso. –alguien las trajo.

-¿alguien? – preguntó sin ganas de ser respondido, algo le decía que sus pensamientos eran verdad.

-sí. Seung entra.

Con sólo oír ese nombre, el rostro de JiYong se deformó. Su mandíbula endureció al ver a ese pelinegro entrar a su habitación con una sonrisa, una estúpida sonrisa en la cara. Claro, el muy desgraciado podía sonreír mientras él debía permanecer postrado. Todo a causa de la falta de cerebro del mayor. Su mano sana se hizo un puño y sus dientes mordieron su labio inferior. Estaba a nada de explotar, sólo necesitaba escuchar su voz, un pequeño sonido. Uno, que gracias a todos los cielos llegó.

-hola JiYong.

-¡LARGATEEEEEEEEEEEE! –gritó a pulmón abierto.

CONTINÚA…

Notas finales:

Creo que en un par de días traeré la actu, desearían que actualizara pronto???? Si es así háganmelo saber dejando sus bonitos reviews que me emocionan leer, bueno, avisarles que ganamos a las sones en la tercera ronda de las votaciones, ahora debemos ganar la seminifinal no recuerdo contra quien pero podemos hacerlo, tengo confianza, ahora si byebyeeeeeeeee.


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