MINUTOS ANTES…
-un poco de música servirá.- dijo MinHo, mientras encendía el reproductor de música y conectaba su iphone al equipo. Buscó en el setlist una canción y ésta comenzó a escucharse a través de los parlantes. -¿te gusta?- le preguntó a JiYong a la vez que dejaba a su cuerpo realizar pequeños movimientos al son de la música.
-creo que debo ser el que pregunte… ¿No deseas algo más de mi casa?- preguntó con una sonrisa irónica.
-pues ya que me lo dices, me gustaría una taza de café con dos sándwiches. – respondió usando el mismo tono, algo que fastidió mucho al menor y lo reflejó en la expresión de su rostro. – la ira es mala consejera, JiYong.
-pues si cierta persona no hubiese venido a las nueve de la mañana en un día sábado estaría rebosante de alegría.
-estaba aburrido en mi casa. Mis padres fueron a visitar a unos tíos así que pensé en venir y pasar el tiempo contigo. – explicó. Jaló la silla del escritorio a un costado de la cama para sentarse.
-¿Y no tienes otro lugar donde ir?
-fuiste la primera persona que se me ocurrió.
-¡oh! No sabes cuan agradecido estoy- exclamó con aparente emoción.
-debí imaginar que no eras un madrugador como yo.
-que tarde funcionó tu cerebro.
-¿Podrías dejar de estar de tan mal humor y conversar con mas armonía?- preguntó cansado de la ironía del más joven.
-¿adivina quién me pone así? – contestó con molestia y cruzó sus brazos. MinHo resopló en medio de una sonrisa.
-¿quieres saber cómo me pones tú? - MinHo pasó de la silla al colchón, mirando lascivamente al menor, quien abrió los ojos con asombro.- ¿te quedaste sin habla? Lástima.
Con una socarrona sonrisa lo tomó del cuello para besarlo sin su permiso, como se le estaba haciendo costumbre. A diferencia de las ocasiones pasadas JiYong reaccionó rápidamente y lo cogió de los hombros, empujándolo. Ni uno ni otro cedían en la lucha iniciada. El delegado forzó su lengua entre los labios del castaño, quien a pesar de no querer ceder terminó permitiéndolo ya que sentía la falta de oxigeno. Al verse derrotado, con sus manos lo agarró del cabello y lo jaloneó, pero MinHo no se alejó y profundizó el beso llegando a tocar con su musculo la campanilla de JiYong, causando que gimiera por la incomodad de sentir arcadas. Es en ese momento cuando ambos escucharon la voz de alguien muy conocido.
-¡Seung hyun! -dijeron los dos al separarse.
-vaya escenita que me vengo a encontrar.- dijo mirándolos con una sonrisa de suficiencia.
-¿Qué haces aquí? –preguntó MinHo, poniéndose de pie, enfrentado con su mirada al pelinegro.
-yo venía a visitar a un “amigo” – miró a JiYong, éste desvió su mirada con el rostro sonrojado. – pero me di con esta sorpresa. – volvió sus ojos al más alto.
-JiYong no es tu amigo.
-veo que el tuyo tampoco. – dijo con otra intención, que fue entendida.
-lárgate quieres. –ladró.
-¿JiYong quieres que me vaya o que diga…? – dejó inconclusa la pregunta, pero por la mirada que le echó al nombrado comprendió que se refería a la dichosa carta.
-no, no… está bien quédate. – contestó rápidamente. El delegado frunció el entrecejo ante la respuesta.
-bien, entonces me quedo. – sonrió satisfecho, y se acomodó al lado izquierdo de JiYong. – ya que estamos en confianza, MinHo déjame decirte que me sorprendes. Nunca creí que patearas para ese lado. – comentó con cizaña.
-¡A ti que te importa! – gritó furioso.
-¡oye! No te molestes, yo solo decía. – levantó las manos fingiendo inocencia.
-me hartaste. Si quieres quedarte hazlo, yo me voy.
-espera. – lo interceptó en el camino a la puerta. –no pensarás que mi silencio no valdrá nada ¿o sí?
El menor de los tres observó como el delegado del salón se paralizó al oír las palabras de Seung, vaya que sí sabía cómo manejar a los demás. MinHo soltó la risa floja y se peinó el cabello, pero su mano con las venas resaltadas mostró que se estaba conteniendo.
-¿Qué quieres? – preguntó. Seung sonrió ampliamente.
-verás, estoy un poco atrasado con el trabajo de historia. Ya sabes, la monografía sobre la dinastía Yoseon, tal vez necesito un poco de ayuda. – dijo como quien no quiere la cosa.
-lo tendrás para el lunes. – respondió y avanzó para irse chocando su hombro contra el otro, apropósito.
-¿acaso no te vas a despedir de JiYong como es debido?
MinHo ignoró lo que dijo y se fue.
-que delicado. – murmuró y se rió de su propio comentario.
-¿Ya acabaste de burlarte? – habló JiYong. Seung dejó de reírse y se enfocó en él.
-¿Estás molesto por cómo traté a tu novio? – cuestionó burlonamente.
-MinHo no… - iba a decirle “MinHo no es mi novio”, pero recordó que lo había aceptado ante él. – me fastidia tu presencia.
-lamento haberlos interrumpido. – dijo “arrepentido”. Ji bufó.
-¿Para qué viniste?
-porque quería estar contigo.
El corazón de JiYong latió apresurado y su rostro se sonrojó. Seung rompió en carcajadas al verlo.
-no te lo creíste, ¿verdad? jajajaja
-¡eres un estúpido! – le lanzó una de sus almohadas.
-no soy un estúpido.- contestó al esquivar el tiro. – tengo a dos personas en mi poder, yo me llamaría genio. – dijo orgulloso de sus hazañas.
-yo no estoy en tu poder.
-claro que lo estás.
-pues yo no pienso hacer ninguna tarea tuya.
-¿Y quien dijo que las harías? – Cuestionó sentándose a su costado en la cama.- MinHo las hará y tú… - con la mano levantó su mentón. – me divertirás. – besó ligeramente los labios rojos de JiYong. – trabajo en equipo.
-aprovechador. – gruñó, pero segundos después volvieron a besarse.
LUNES
-MinHo ¿Cómo has estado? – Seung hyun lo saludó al verlo ingresar al área de secundaria. – me preguntaba si me habías hecho el favor que te pedí.
-sí. – detuvo su andar. Se paró detrás de un muro y rebuscó en su mochila un folder y lo entregó.- es todo. – se colgó la mochila y caminó, pero la mano en su brazo lo paró. - ¿Qué?
-muchas gracias por la ayuda. –agitó el folder en su mano. – quería avisarte que tenemos que hacer el informe de biología, ¿recuerdas?
MinHo oprimió los ojos por largo tiempo y se zafó del agarre.
-lo haré. – no dijo nada más y se fue.
-esto me está agradando muchísimo. – sonrió. – ¡A entregar el trabajo!
Al terminar la escuela Seung fue a su casa para cambiarse y almorzar, luego fue YG a continuar con su entrenamiento. Al llegar se encontró con sus compañeros que ya habían empezado con la clase de baile. La menos preferida de sus clases.
-Seung llegas tarde. – informó el profesor al verlo ingresar a la sala de prácticas.
-discúlpeme tuve que quedarme un tiempo más en mi casa porque mi mamá necesitaba ayudaba con algunos encargos.- se excusó con una mentira, en realidad había tomado una siesta y se le hizo tarde.
-está bien, únete.
El profesor volvió a explicar nuevamente la coreografía que debían aprenderse para fastidio de los demás alumnos que habían llegado temprano. Sin disimulo, los trainers miraron a Seung como acusándolo, pero éste sólo les sonrió disculpándose. Después de cuarenta minutos de entrenar y ser regañados por culpa de la mala memoria de Seung a la hora de bailar, la clase acabó.
Los jóvenes recogieron sus cosas y se movieron al salón de canto. Ahí el profesor los esperaba con los micrófonos y la pista que practicarían ese día.
-chicos quiero felicitarlos por haber cumplido con la tarea que les dejé. Estuve revisando sus composiciones y realmente han mejorado muchísimo. Creo que si continúan así podré pedirle a Yang que use la composición de uno de ustedes. – dijo el profesor.
Los alumnos exclamaron emocionados al escuchar esa nueva noticia, si algún artista de la YG cantaba sus canciones sus nombres se empezarían a hacer conocidos. Una gran oportunidad que aprovecharían.
-pero… - volvió a hablar y detuvo la algarabía. – me preocupa alguien. – paseó sus ojos por todos los presentes hasta enfocarlos en alguien. - ¿Qué está sucediendo contigo Seung hyun?
-¿yo? –se señaló así mismo, sin comprender.
-sí. – asintió. – los profesores hemos estado conversando e intercambiando opiniones y de todos tú eres uno de los mejores, pero te has estado descuidando demasiado.
-pe…pero si yo hago todo.
-¿De verdad lo crees? – levantó una ceja.
-sí- afirmó enérgico.
-entonces ¿Por qué llegas tarde a clases? ¿Por qué no te empeñas más en la clase de baile? ¿Por qué no cumpliste con la composición que pedí?
-bueno, sé que tal vez me he descuidado un poco pero hago mi mayor esfu… - se interrumpió a sí mismo al reflexionar las palabras dichas por el mayor. – disculpe… ¿creo que me pareció oír que no cumplí con la composición? – preguntó.
-sí, eso dije, y me decepcionó mucho que no lo hicieras. No quiere que te sobrevalores Seung hyun, pon los pies sobre la tierra como tus demás compañeros.
-pero yo si cumplí. – elevó un poco el tono de su voz.
-¿entonces por qué no estaba con las demás hojas?
-¡no lo sé! Pero le aseguró que si lo presenté.
-¿Ustedes lo vieron muchachos? – les preguntó a los demás, y estos movieron sus cabezas, negando.
-es que fui el último. – explicó.
-ya basta de excusas. – dijo con fastidio. – la tarea pasada ya pasó, si mientes o no solo tú lo sabes, pero ten en cuenta que esto no me hace daño a mí si no a ti mismo. No me sigas decepcionando.
-¡profesor! – refutó.
-se cierra ese tema. Ahora cada uno vaya a su posición que empezaremos la clase. – ordenó. Los alumnos se ubicaron, pero Seung permanecía en el mismo lugar con ansias de replicar, pero una mirada de advertencia dada por el mayor lo obligó a dimitir.
Continuaron ensayando por dos largas horas en las que todos pusieron su mayor esfuerzo, menos Seung que se sentía molesto por la situación anterior. Al terminar la clase el profesor lo llamó a su studio.
-profesor. – intentó hablar, pero el profesor le pidió con una mano frente a él que guardará silencio.
-si te llamé fue sólo para decirte que no admitiré una sola mentira más como la que dijiste en el salón de prácticas. Tus compañeros se esfuerzan muchísimo para sobresalir y ya no voy a perdonarte tus tardanzas. Ellos también se sienten fastidiados con el trato que te damos a ti, así que por eso Yang nos ha pedido que te evaluemos como a los demás.
-pero…
-pero nada, no tenemos nada más que hablar así que puedes irte a tu casa. – señaló la puerta y con pesar Seung se tuvo que retirar.
-algo muy extraño ha pasado, estoy seguro que dejé esa composición junto a las demás, no pudo haber desaparecido así por así. Lo descubriré. - dijo Seung echado en la comodidad de su cama. Ahora más que nunca estaría atento a todos lo que lo rodearan, alguien quería perjudicarlo y él no dejaría que se salieran con la suya.
CONTINÚA…