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¿Brazaletes imantados? por yuljiyongie

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaa

 

hice un esfuerzo y aqui vengo a actualizarles el fic, jeje acabo de temrinarlo asi que sorry si encuentran fallas pero ya no puedo revisarlo debo ir a dormir para mañana trabajar y trae platita a al casita XD

 

Espero les guste, y graicas por su aliento contante...

En las sala de la casa, los jóvenes enamorados compartían besos y caricias, sonrisas y miradas  cómplices. Aprovechaban que estaban solos para demostrarse su afecto. Ji Yong se acurrucó en el pecho de Seung sin dejar de abrazarlo, prácticamente lo tenía atrapado. 

 

-Ji, no pienso ir  a ningún lugar – dijo el pelinegro aclarando la situación.

 

-Lo sé, pero por si acaso.

 

-Buenos, ahora que estamos así, quiero pedirte algo.

 

-¿Qué cosa?

 

-Aléjate  de MinHo.

 

-¿Por qué?

 

-¿Cómo que por qué? – Frunció el entrecejo – es mi némesis. No puedo permitir que  algo mío esté cerca de él.  

 

-¿Cómo que algo tuyo? – lo golpeó en el pecho.

 

-Claro pues, si estamos juntos por hecho   eres mío.

 

Ji Yong se embargó de emoción  al escucharlo, sonrió ampliamente y se lanzó a abrazarlo.  Llenó de besos el rostro de su novio causándole cosquillas.

 

-Eso es lo más hermoso que me has dicho en las dos horas que llevamos de enamorados – dio un último beso en  los labios ajenos – entonces si yo soy  solo tuyo, quiere decir que tú eres solo mío – sus ojos avellanas brillaron al decirlo.

 

-¿Qué? – lo miró como bicho raro.

 

-¡Claro! Soy todo tuyo y tú todo mío, nos pertenecemos ¡mutuamente! – presionó sus labios en un beso ruidoso.

 

-mmm… espera, espera. Para ahí tu coche – alejó a Ji rompiendo el beso – aclaremos. Tú eres todo mío y yo… - el otro asintió encandilado – soy todo mío.   No sé de donde sacaste que soy tuyo ¡Ja! Uno no te puede dar la mano porque te vas hasta el codo. Que mal. – lo reprendió.

 

La expresión en el rostro del menor se des configuró y lo miró molesto.

 

-¿Por qué debo pertenecerte y tú no?

 

-yo soy mi único dueño, lindo, nadie más. Excepto mi mamá.

 

-No me interesa, ahora tú me perteneces y punto – se cruzó de brazos y se estiró sobre el sofá, apoyando sus pies sobre las piernas del otro – hazme masajes, ahora que recuerdo dijiste que me cuidarías ¡apúrate!

 

-que renegón – bufó, aun así comenzó a sobar los tobillos – ya no hay respeto a los mayores.

 

-¡Choi Seung Hyun! – reclamó debido a la distracción del pelinegro.

 

-¿A quién crees que le gritas, enano? – de un momento a otro se colocó encima del castaño, capturando sus manos.

 

-quítate, no me hagas enojar más.

 

-eres tú quien se enoja por tonterías. – comentó.  Ji exhaló y volteó  su rostro de lado para no mirarlo. Seung  observó con gracia el berrinche del más joven, era muy divertido hacerlo enojar y no complacerlo, pero tampoco quería enojarlo enserio. Dio un beso en la mejilla frente a él y susurró en su oído. -  Serás el único con el  privilegio de tenerme, sólo tú y yo.

 

-¿Es verdad o broma? – preguntó  con duda.

 

-¿Qué crees? – sonrió y Ji correspondió.  Cerraron los ojos y dieron inicio a un nuevo beso.

 

 

DIAS DESPUES…

 

-MinHo, Ji Yong – llamó el profesor de geografía – por favor lleven todos los trabajos a la sala de profesores, se los entregaré cuando termine de revisarlos.

 

El delegado se acercó al escritorio, pero el menor quien no había despegado su vista del teléfono, donde  se mensajeaba con su novio, miró con sorpresa al educador. Notó que varios compañeros lo estaban observando por lo que se puso de pie y se acercó lentamente. Una fuerte mirada se clavó en su espalda, y supo de quien provenía, sin embargo no se atrevió a mirar y salió después de su compañero. Cuando ingresaron a la sala, ambos quedaron en un incómodo silencio, y Ji estaba por irse, cuando le hablaron.

 

-¿Cómo estás?

 

Una pregunta tan simple, pero a la vez compleja. Podría ser sincero y echarle en cara lo feliz que era luego de  formalizar con Seung Hyun, pero no era capaz de lastimar el corazón del delegado, quien se preocupaba por él. Con una diminuta sonrisa contestó de manera general.

 

-bien, ¿y tú?

 

-Superándote

 

Quedó pasmado ante esa respuesta, pero las carcajadas  del  mayor lo relajaron un poco, y sonrió sin mucho ánimo.

 

-Debiste ver tu cara, te pusiste muy, muy pálido – se acercó, aun sonriente, y sacudió la cabellera castaña.

 

-MinHo – susurró avergonzado, con las mejillas rosadas.    

 

-¿Interrumpo? – una voz reconocible para ambos, se hizo presente en el lugar. El delegado miró con fastidio la nueva presencia. Ji Yong se alejó de inmediato y volvió a palidecer. Los pasos resonantes en el ambiente se escucharon cada vez más cerca hasta que se detuvieron. – sigan, actúen como si no estuviera aquí. – sonrió de lado, pero el tono que usó demostraba su disgusto.  

 

-no vengas a fastidiar Seung Hyun, lo último que queremos es discutir. Vamos Ji – lo miró despectivamente, y  tomó la mano del otro para salir.  No obstante, Seung cogió la otra muñeca, deteniéndolos.  – suéltalo.

 

-Por qué no le preguntas con quien desea irse. –refutó  confiado.

 

Ji Yong se sintió acorralado entre los pelinegros. Él tenía la última palabra y no era nada gratificante. Por un lado, era obvio que debía escoger a Seung Hyun, pero por el otro, MinHo cree que lo odia, tendría que contarle la verdad, y eso no lo haría.   Deseaba que alguien entrará y los echase del lugar, así evitaría dar respuestas, pero como siempre, era un sin suerte.

 

-Es obvio que no quiere irse contigo – dijo el delegado, luego del silencio del castaño. Retomó su andar con Ji acuestas, pero finalmente éste se soltó.

 

-lo siento – murmuró cabizbajo. – no puedo ir contigo.

 

-¿Decías? – se rió Seung Hyun.

 

-cállate imbécil – gruñó MinHo, dando agiles pasos hasta tomarlo de la camisa.

 

-¿Vas a golpearme? – bufó con sorna.

 

-No peleen – intervino el más bajo, empujando al mayor de los tres. – Por favor vete hyung, no hagas problemas.

 

-¿Te está amenazando?  ¿Por eso actúas así?

 

-No necesito de una amenaza para que me obedezca.

 

-Mejor no hables Seung – respondió molesto.

 

-Pero dile, anda, dile la verdad.

 

-¿De qué habla? – preguntó.

 

-Na…da – negó rápidamente, con las mejillas levemente enrojecidas. – Solo ignóralo, está loco jejeje – empezó a reírse de manera muy fingida.  

 

Esa actitud enojó a Seung,  comenzaba a sospechar que Ji no había sido sincero con él. Quizá  no había olvidado al mayor y aún tenía sentimientos por él, por ello no se atrevía a contarle de su relación. Empezó  a sentirse estúpido, ¿si todo fue una farsa? ¿Si desde un inicio fue un plan? Un fuego comenzó a arder en su pecho, crecía rápidamente.

 

-basta – dijo entre dientes, callando la risa del castaño, quien volvió su rostro para verlo.

 

-¿Se…ung? – preguntó nervioso y asustado. La expresión  de su novio no era la más amigable.

 

-Veo que no eres capaz de contárselo – con una sonrisa de lado, lo miró decepcionado. – Pero no te preocupes, haz como si nada hubiese pasado. Haré lo mismo. – dejándolo  boquiabierto salió del lugar.

 

-¿ah? ¿Qué le pasa? – se preguntó MinHo. - ¿Ji Yong estás bien? – cuestionó al ver su mirada perdida en donde anteriormente se encontraba el otro. Al ver que no reaccionó,  sacudió su  brazo -¡Ji!

 

-¡Oh  por Dios! ¡Seung Hyun! – salió disparado de la sala, chocando con su compañero, quien vio asombrado como corría.  El corazón de Ji Yong comenzó a acelerarse. Las palabras de Seung no podían ser ciertas, ¿acaso habían terminado su neófita relación? Corrió hasta la esquina del edificio, y volteó a la derecha, en dirección a los baños. La silueta de su pelinegro apareció a algunos metros. No lo iba a dejar irse de aquella forma, su lucha no iba a ser en vano.- ¡Seung! ¡Seung espera! – logró alcanzarlo y se aferró a su mano con fuerza.

 

-Déjame en paz – se soltó bruscamente, haciéndolo retroceder unos pasos. –vete con él, lárgate.

 

-Seung lo siento, yo… yo – las palabras correctas no salían de su garganta. Los nervios estaban jugándole en contra.

 

-¿Tú qué? ¿Qué me vas a decir? - Ji bajó la mirada con pena,  ante la imponente mirada. – Esperé que  fueras sincero, pero no pudiste, ¿Por qué? ¡¿Por qué?! – gritó.

 

-¡No lo sé!, lo siento.

 

-un lo siento no soluciona nada, pero sabes qué, voy a hacer que ese idiota comprenda este mensaje.- Ji no supo a que se refería, pero tampoco tuvo tiempo de pensar cuando Seung apresó su cintura y lo pegó a la pared más próxima para besarlo de manera salvaje.    

 

Abrió los ojos desmesuradamente, al sentir la invasión en su boca. Sintió unas horribles arcadas, cuando la lengua ajena llegó a lo profundo de su garganta. Eso no tenía nada de romántico, era lo más horrible que podía sentir. Con sus manos lo golpeó para alejarlo, pero el agarre en su cuerpo se hacía más fuerte y doloroso. Unos grititos ahogados nacieron en su intento de zafarse, hasta que al final sintió como todo el peso ajeno desaparecía.   

 

-¡¿Quién te crees para hacerle eso a Ji Yong?! – increpó MinHo, con el puño en el aire.

 

-¡soy el jodido novio, imbécil! – le devolvió el golpe, lanzándolo al suelo.

 

-¿Qué? – preguntó contrariado. Sus ojos buscaron los del joven, pero éstos  se mantenían al vilo del  de mirada profunda.  

 

-Pero ya no – sonrió con cinismo – te lo devuelvo. ¡Sean felices y coman sus putas perdices! – dijo con los brazos abiertos, su risa maniaca se escuchó en todo el patio. Era una suerte que nadie saliera aun de los salones. Con una última sonrisa, se terminó de alejar.

 

-¿novio? – reaccionó  el delegado, poniéndose en pie. Olvidando el dolor en su cara, se acercó al triste castaño. -¿Seung es tu novio?

 

-Ex – nov…

 

¡Plaf!

 

Una sonora bofetada resonó en el patio. Ji Yong con el rostro volteado, no pudo terminar de hablar. Es como si de un momento a otro todo hubiera quedado en profundo silencio y nada más que sus respiraciones ocupasen el ambiente. Instintivamente llevó una mano a su mejilla enrojecida por el golpe. Incrédulo, levantó la mirada a su agresor.   

 

-Todo este tiempo me estuviste viendo la cara de estúpido. Creí que lo odiabas, te creí. ¡Te creí!  Ahora resulta  que mueres por él. Ya me imagino como han de haberse reído de mí, pero como pude ser tan ciego ¡Dios! – se jaló los cabellos, dio vueltas sobre su eje y volvió  a mirarlo con furia. – Eres… eres de lo peor Ji Yong, la peor persona que pude conocer.   Un mentiroso, embustero, R-U-I-N. – gruñó y  se marchó.

 

El joven castaño se deslizó por la pared hasta terminar de en el suelo.  Se quedó mirando el piso, con la mente en blanco. Mejor dicho, con todo enredado. No había nada claro.   Decepciono a su novio, decepciono a su amigo. No Seung, no MinHo. Lo arruinó.

 

-soy el más imbécil de los tres, ¿Qué se supone que haga ahora? – exhaló.

 

CONTINÚA… 

Notas finales:

Ay Dios!!!

 

Estos chicos cada vez, van de mal en peor, pero asi es el amor, creo yo :P

No se mucho del amor, pero parece que sip.

Espero leerlos en los comentarios, y voy a esforzarme para actualizar el siguiente fic o ya veré :D 

 

byebye

 

 

FECHA DE ACTUALIZACION: 24/11/15


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