-¿ya acabaste de moquearme? –preguntó Seung hyun
-ahm… perdón –JiYong dejó de abrazar al mayor y se limpió el rostro con su polo.
-así que… sí te importo. –sonrió de lado
-que no se te suban los humos. Prefiero que estés aquí a estar solo.
-¡ja! Esa no te la creo.
-piensa lo que quieras, tú eres el único responsable de lo que pasó y agradece que no le dije a la señora Su la verdad. – dijo para después darle la espalda y beber su vaso con leche.
-mentiroso – se puso de pie y se recostó en la cama.
El resto del día la pasaron en la casa de la señora Su, que les enseñó a preparar queso a base de leche y sal, que tenía en su hogar. Esos quesos eran para vender en los mercados del pueblo.
A la mañana siguiente salieron hacia los sembríos. Había diversidad de plantas y varios campesinos limpiando la maleza. Ahí fueron proveídos de una pala y una azada.
-deben escavar un poco y cuando tengan a la vista la maleza lo sacan de raíz, y luego lo meten en esos sacos. JiYong hará el lado izquierdo y tú el derecho, así no chocarán. Seung si te empieza a doler el abdomen toma un descanso.
-sí, señora Su – asintió el pelinegro.
-yo vendré a traerles la comida más tarde, nos vemos hasta entonces. – Los chicos asintieron – ah… no olviden ponerse sus sombreros, eso los cubrirá del sol.
-que aburrido –murmuró JiYong mientras se colocaba el dichoso sombrero.
-nos llevará todo el día hacer esto, pero mañana será un gran día. – sonrió al imaginarlo.
-¿Por qué?
-por nada. – respondió rápido. – voltéate y haz tu trabajo. No olvides grabar, yo tomaré algunas fotos.
-está bien, no necesito que me lo recuerdes – tomó la pala que le fue dada y comenzó a remover la tierra.
Pasaron el día entero limpiando el lugar, compartiendo algunas palabras con las personas que los acompañaban, personas muy amables.
-chicos, les agradecemos su ayuda, hemos avanzado mucho. La energía de jóvenes como ustedes hace falta por aquí. – comentó uno de los campesinos. Ya habían guardado los instrumentos que utilizaban, y se estaban despidiendo. –ya va a oscurecer, así que vayan a su casa a descansar.
-muchas gracias ajhussi – ambos se inclinaron y dejando los sombreros se retiraron.
-guarden estos quesos en el auto – mandó la señora Su. Los tres se estaban alistando para ir al pueblo. Claro que antes debían guardar los paquetes de quesos que habían preparado anteayer. – este es el ultimo, suban al auto. – ella fue al asiento piloto y prendió el carro una vez que los jóvenes estuvieron dentro.
Viajaron durante cuarenta minutos por la carretera. Se notaba que no había muchos medios de transporte por lo que no existía el tráfico. El auto se estacionó frente al mercado. Empezaron a repartir la mercadería en distintos puestos y el dinero que les daban, lo devolvían a la señora Su.
-¡ya no hay más, omma! – exclamó JiYong. La maletera se encontraba vacía. La cerró y rodeó el auto siendo seguido por el mayor, hasta llegar a la mujer.
-es correcto. Ya todos mis proveedores tienen sus pedidos. – comentó ella mientras checaba su pequeña libreta con el nombre de sus clientes y las cantidades de queso entregado. – gracias por su ayuda. – les sonrió.
-de nada. – correspondió el gesto. – ehm… ¿ya nos vamos?
-¿no tiene que ir al internet?
-sí, tenemos que ir para mandar los videos que grabamos y las fotos. –Seung contestó rápidamente.
-¿no puedes ir solo? – frunció el entrecejo. Ya sabía porque tanta emoción de ir al internet.
-si pudiera lo haría
-¿algún problema? –preguntó ella.
-no – contestó Seung.
-bueno, entonces vayan yendo. Les dejo el dinero, y ya saben si no me encuentran aquí, vayan a la tienda 303, ahí estaré. Nos vemos. – se despidió yendo a dicha tienda.
-¡¿Seung eres rapero?! – preguntó asombrada pero sonriendo de la emoción.
-aun no debuto oficialmente, pero sí. Soy rapero y seré el mejor, ya lo verás. – sonrió con suficiencia.
-todo ese mundo debe ser muy emocionante ¿no?
-pues tienes que entrenar mucho ya que son pocos los que podemos estar dentro de una agencia tan grande como YG.
-ah, sí, me habías contado algo de eso la vez pasada. –acomodó su cabello para atrás y prosiguió. – ¿y tu amiguito también es rapero? – susurró para que el menor no la escuchara.
-¿JiYong? - vocalizó con sus labios. Estaba de espaldas al menor, éste escuchaba música por los auriculares.
-no sé su nombre.
-jajaja… ya quisiera serlo. Lo está intentando, pero no tiene futuro. – decía y negaba con la cabeza.
-oh… que pena.
-pero no hablemos de él, cuéntame de ti. ¿Qué has hecho estos días?
-pues… trabajando – contestó con obviedad
-es cierto – se rió de sí mismo y dio un mordisco al pastelillo que ella le había obsequiado. – sabe muy bien. ¿Quién los prepara? – la miró, pero la vio acercarse a su rostro, por lo que se sorprendió.
-tienes… - deslizó su pulgar por las comisuras del labio de Seung. Él se estremeció y ella sonrió. – había un poco de polvo blanco. - comentó con un rubor adueñándose de sus mejillas.
-ah… - asintió atontado. Ella escondió su mirada.
-con respecto a tu pregunta… - habló
-¿Qué pregunta? – aun seguía ido.
-de quien los prepara – comentó riendo.
-ah verdad, ¿Quién los hace?
-yo
-¿tú? – abrió los ojos sorprendido.
-¿no crees que sepa cocinar?
-no es eso. Es que… eres… una chica muy… bonita y que encima sepas cocinar, es increíble. – mordió su labio.
-gracias por los halagos. – rieron. Pasaron unos minutos más conversando hasta que aparecieron unos niños pidiendo cabina. – iré a atender y vuelvo.
-ok – la vio levantarse e irse. Suspiró. No había conocido a nadie como ella, tenía un aura especial, encantador, único. Volteó a ver qué hacia su compañero y lo encontró viendo videos de una banda llamada Wu Tang Clan, los había escuchado, no era mucho su estilo, pero sabia por comentarios ajenos que era una de las bandas preferidas del menor.
-ya volví. – avisó la joven logrando que Seung se fijara en ella.
-sigamos conversando.
-sí. – tomó asiento nuevamente frente al pelinegro. –tengo una pregunta.
-¿Cuál?
-¿Por qué si dices no llevarte bien con JiYong, siempre vienes con él?
-pues, ¿ves esto?… - señaló la pulsera. Ella asintió. – no es un simple adorno.
-¿entonces?
-él tiene una igual. Esto sirve para mantener juntos a dos personas o más. No sé exactamente su funcionamiento, pero la cuestión es que no podemos estar alejados uno del otro, pero la mía es la que manda, así que él que tiene que seguirme, quiera o no. – sonrió con malicia.
-que increíble. En la ciudad debe haber muchas de etas cosas ¿no?
-no sé de donde la casó mi CEO, pero fue una trampa. Yo jamás hubiera aceptado estar en esta situación, pero ya falta poco.
-es verdad, ya falta poco para que te vayas – comentó entristecida.
-a mí también me gustaría quedarme. – Ella lo miró esperanzada – pero allá está todo lo que tengo.
-tienes razón, debes ir donde está la gente que te ama.
-sí. – asintió. – Choo Hee ¿te gustaría salir este fin de semana? – preguntó cohibido.
-¿salir?
-sí. Antes de que me vaya quisiera pasar un tiempo contigo. – ya se sentía sonrojado.
-bu…eno - llevó una mano a su cuello por los nervios. – Está bien – contestó en voz baja. – pediré permiso para faltar el sábado.
-el miércoles cuando vengamos, me confirmas si puedes.
-ok – sonrió.
-entonces así quedamos.
-sí. Regresaré a mi cubículo. Mi jefe ya va a llegar y si no me ve dudo que me de autorización de faltar. Adiós Seung hyun – se paró.
-adiós – él también lo hizo. Quedaron muy cerca y ambos se miraron nerviosos. Seung tomó valentía y fue acercándose, cerró los ojos. Sintió el cálido aliento de ella muy cerca, pero la voz chillona de su compañero los separó.
-¡AJA! HACIENDO SUS COCHINADAS EN MIS NARICES. ¡QUE ASCO! – gritó el menor captando la atención de los demás personas del lugar. Él estaba volteando para avisarles que el video había terminado de subirse cuando los vio a punto de besuquearse. -¿no tienen nada que decir? – frunció el ceño juzgándolos con la mirada.
-yo… yo debo irme, adiós. – ella desapareció en un dos por tres.
-jajaja que divertido – empezó a reírse de la cara sonrojada de ella.
-¿ya acabaste? – Seung preguntó molesto.
-no. Aun quiero reírme JA… JA…JA. – Rió con sorna- ¿no sabía que eras de esos que ligaban con cualquiera? – su comentario aumentó la molestia en el pelinegro y se felicitó por lograrlo. – ya terminé de subir el video, por lo menos yo si estaba haciendo algo productivo, no como otros.
-no voy a contestarte, pero ya sabes JiYong, no me busques porque me vas a encontrar y enserio, enserio que te vas a arrepentir. – respondió con desdén y salió de la pieza siendo seguido por el menor que sólo bufó arrogante.
CONTINÚA…