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¿Brazaletes imantados? por yuljiyongie

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Notas del capitulo:

 

Bueno aquí vengo un nuevo cap… lean

 

 

Después de discutir por varios minutos fueron a la casa de Seung hyun. No había nadie en ella. Su madre estaba trabajando y su hermana seguro estaba con su novio.  Entró y detrás el menor. Subieron las escaleras y entraron a su habitación.

 

-¿Rosa? –preguntó con una  sonrisa socarrona al ver el color de las paredes.

 

-cállate – respondió el dueño.  Fue a su armario y sacó una maleta negra.  La dejó sobre la cama y la abrió. Del baño guardó algunos productos para su higiene.  Seleccionó  la ropa que necesitaría para el viaje y la trasladó a la maleta. Levantó las manos palpando la parte superior del mueble.

 

-¡no te alces!  -exclamó Ji. Su mano derecha estaba estirada igual que la de Seung.  Lastimosamente por su talla tuvo que colocarse de puntillas. Esa energía que empezaba a detestar lo jalaba contra su voluntad. –Me duele – frunció el ceño.

 

-no es mi culpa, enano – soltó continuando con su búsqueda hasta que encontró su pequeño reproductor.

 

-si ya acabaste vamos a mi casa, se nos va a hacer tarde.

 

-¿Tanto te emociona viajar conmigo? – sonrió de lado. Ji bufó.

 

 

Después de tomar un taxi llegaron a la casa del menor. Entraron y al igual que en la otra casa sus padres no estaban. Al dirigirse a la habitación, JiYong sonrió con autosuficiencia,  el recinto tenía su esencia. Adornado con posters de distintos grupos de onda underground, y una  vasta discoteca. Todo en perfecto orden.

 

-¿sorprendido? – se dirigió a Seung

 

-he visto mejores lugares – le restó importancia molestando con su comentario a Ji

 

Decidió ignorarlo. Realizó las mismas acciones que el mayor guardando todo lo que necesitaría. Al terminar de empacar bajaron y se encontraron con el padre de JiYong ingresando a la vivienda.

 

-¡papá!

 

-yongie…. Hola Seung hyun

 

-buenas tardes señor Kwon – saludó educadamente

 

-¿Ya terminaste de preparar tus cosas? – preguntó a su hijo

 

-sí  

 

-bueno vamos. Nos están esperando. – dio media vuelta y salió con los menores hacia su auto.

 

 

 

-¿Por qué tardarán? – se preguntaba Yang. Él y las madres de los muchachos estaban en la estación de autobuses esperándolos, faltaban solo diez minutos para la seis. Se suponía que si les decía que debían llegar antes de la seis, debía ser por lo menor media hora antes, no un par de minutos.

 

-creo que allá vienen – señaló la señora Choi apuntando hacia la entrada.

 

-sí, son ellos – afirmó la señora kwon reconociendo  a su hijo y a su esposo.

 

-¡Por fin llegan! –alagó el presidente con su común tono sarcástico al tenerlos en frente. – bueno, aquí tienen sus boletos y también sus implementos. – Les entregó una mochila pequeña – dentro está la grabadora y la cámara de fotos. Recuerden… deben enviarme  los videos de sus labores cada tres días, si no… - les dio una mirada amenazadora -…  los sacaré a ambos de la empresa.

 

-¡lo haremos! – exclamaron espantados por tan terrible advertencia.

 

-bueno despídanse de sus padres.

 

Los padres con lágrimas en los ojos despidieron a sus retoños dándoles algunos consejos sobre su alimentación,  su higiene bucal, su cambio de ropa interior diariamente, etcétera.  El autobús recibió sus boletos y tomaron sus lugares en el vehículo.  Seung hyun iba al lado de la ventana, la abrió para que su madre lo viera. JiYong se asomó y también movió su mano izquierda despidiéndose. Con todos los pasajeros a bordo el conductor encendió el motor.

 

-¡chicos! – oyeron la voz de Yang. – olvidé decirles que  la pulsera de Seung es la principal. JiYong  tu pulsera te llevará por donde lo haga Seung.

 

-¡¿Por qué?!  - preguntó muy fastidiado

 

-¡es tu hyung debes hacerle caso!  - dijo serio.  Tras oírse un bufido del menor el vehículo partió.  

 

 

EN LA ESTACION

 

Los adultos miraron el último rastro visible del bus que se llevaba a esos jóvenes en búsqueda de nuevas aventuras. Al perderlos bajaron la mirada.  De soslayo se miraron y poco a poco sus labios se curvaron en una monumental sonrisa.

 

-¡Se fueron! –exclamó Yang

 

-¡Somos libres! – exclamaron los kwon

 

-¡Finalmente podré realizar la cena con el novio de mi hija! – exclamó la señora Choi

 

 

EN ALGUN LUGAR DE LA CARRETERA

 

-¿Qué buscas? – preguntó Seung

 

Ji revisaba el contenido de su mochila personal con desesperación. Con toda la amargura y fastidio por los sucesos acontecidos olvidó completamente su problema al viajar en tramos largos. Sentía su cuerpo transpirando, su estomago se revolvía, y los distintos olores  de comidas llegaban a su sensible olfato magnánimamente.  Cuando viajaba con sus padres nunca, NUNCA, estaba despierto durante la travesía.  Siempre tomaba  pastillas para dormirse.  Y ahora no había nadie que lo ayudara, sin papá, sin mamá. ¿Quién lo ayudaría a relajarse?

 

Miró a Seung, definitivamente él no era una opción.   Se agarró de los codos del asiento y cerró los ojos. Inhaló y exhaló con calma. Su mente necesitaba ponerse en blanco e ignorar cualquier bullicio. Conforme pasaban los minutos se sintió más relajado. Sonrió inconsciente.

 

-¡ahh! – gritaron los pasajeros

 

Un bache en la carretera lo trajo de vuelta. Le dolió un poco la espalda por el duro golpe.  Los síntomas volvieron y una arcada apareció. Lo tenía en la boca. Se puso de pie, pero no logró avanzar debido a que Seung se mantenía sentado. “la pulsera de Seung es la principal. JiYong  tu pulsera te llevará por donde lo haga Seung.” Maldijo su mala suerte. El pelinegro lo observó confundido. Quería gritarle a ese estúpido que se levantara para llegar al baño y deshacerse de lo que estaba reteniendo en la boca, no podía hablar o se saldría todo.  No obstante, Seung pareció comprender  que pena que fue muy tarde.

 

-¡¡¡¡AAGGHH!!!! – El grito hizo temblar todo el bus.

 

 

 

-¡¿no podías aguantar?! – expresó molesto  mientras  se cambiaba de ropa dentro del baño con JiYong adentro de espaldas. Lo había vomitado encima y apestaba a podrido.

 

-ya te pedí disculpas.  – dijo por lo bajo.

 

-¿y se supone que ahora debo estar feliz? –la ropa sucia la guardó en una bolsa y la echó a la basura. Giró al más bajo para verle la cara – más vale que te aguantes el resto del camino porque no voy a ser tu cochino deposito.

 

-ya lo boté, no pasará nada. – respondió con confianza.

 

-eso espero – salieron y volvieron a sus lugares, sin dar importancia a las miradas de las personas que viajaban con ellos.

 

 

El resto del viaje transcurrió más tranquilo aunque no se hablaron, tampoco es como si tuvieran un tema de conversación.  Después de doce largas horas llegaron a su destino. No conocían que lugar era exactamente, pero una mujer tenía un pequeño cartel con sus nombres.  Cansados y somnolientos fueron hasta ella con sus equipajes.

 

-buenos días. – saludó JiYong

 

-¿Ustedes son los muchachos que vivirán aquí dos semanas? – preguntó ella

 

-sí – respondió Seung

 

-bueno, yo soy la señora Hyun Su, pero por este tiempo pueden llamarme omma – les sonrió cálidamente, y ellos asintieron.  Los llevó hasta un viejo carrito que parecía destartalarse  tan solo con mirarlo. – Entren – con poca confianza abrieron la puerta, se metieron y sus pertenencias las botaron a la parte trasera. Viajaron por veinte minutos y luego a pie subieron por un cerro poblado.  Los pobladores los veían como extraterrestres por sus looks, y los niños se escondían de ellos. – no se preocupen. Es la primera vez que chicos de la ciudad vienen aquí. Este un pueblo pequeño y  por lo que se habrán dado cuenta muy rural, pero definitivamente todos nos cuidamos y los cuidaremos.   Aquí nos levantamos muy temprano y nos dormimos temprano también, pero como recién han llegado pueden dormir un poco más.  – Continuó hablando explicándoles un poco como se desarrollaba la vida en el lugar – llegamos.

 

Frente a ellos había una casa al estilo campestre  de tamaño pequeño de un solo piso.  Entraron  y notaron la simpleza de esta. Algunos muebles, fotografías, lo común.

 

-El señor Yang me pidió que les diera su espacio – al escuchar aquel nombre los chicos le prestaron atención. – ustedes vivirán solos, pero yo les proveeré de sus alimentos. Por ahora primero vayan a dormir, deben estar agotados por el viaje. Cuando despierten solo caminen tres casas más adelante. Ahí vivo yo y les preparé el almuerzo.

 

-gracias señora Su – Ji se reverenció

 

-recuerda decirme omma

 

-ah… claro… omma – sus mejillas se tiñeron levemente.

 

-al fondo está la habitación, descansen – la mujer salió de la casa dejándoles un juego de las llaves sobre la mesa.

 

-uff… estoy hecho trizas

 

-yo igual – murmuró Seung. Ambos caminaron hasta el lugar señalado con anterioridad y se hallaron con una ingrata sorpresa. -¿Por qué no lo advertí? – se preguntó

 

-hay que dormir después vemos como solucionarlo  - el mayor asintió y juntos se desplomaron en la pequeña cama de una plaza. La única.

 

CONTINÚA…  

Notas finales:

Noticiero:

 

1.- Por la tarde me pondré a escribir EDNEE (así lo llamo) y trataré de actualizar el fic cuando lo tenga listo.

2.-Tambien escribiré el último cap de Consecuencias. Nos despedimos es definitivo. :’(

3.-Luego de terminar los dos primeros continuaré con este pequeño fic :P

 

 

Gracias por su atención, la reportera Yuljiyongie se despide. Adiós lectores…

 

CAMBIO Y FUERA!!!


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