Los papás de Kyungsoo siempre le habían dado todo lo que su hijo quería y pedía, la falta de dinero no era un problema para ellos, Kyungsoo había estado asistiendo a la misma escuela la mayor parte de su vida y aunque no quisiera sus papás le hacían ir ya que dicha escuela era la mejor que se encontraba en todo Seúl.
Las razones por las que Kyunsoo ya no le gustaba ir a su escuela era una muy simple, era el hazme reír de sus compañero aparte de eso los de años superiores siempre lo maltrataban dejándole notables morados en la cara y gran parte de su cuerpo. Kyungsoo siempre tuvo ganas de parar todo lo que hacían, de gritarles y si era necesario también darles unos cuantos golpes pero algo no lo dejaba y por más que quisiera siempre terminaba siendo golpeado…
-Quiero cambiarme de escuela –comento un día a sus papás.
-Estas en la mejor escuela que puede existir ¿Por qué quieres cambiarte? –Pregunto su mamá mientras tomaba un poco de té.
-Quiero… ser un chico normal.
-Pero si ya lo eres, hijo. ¿Qué más normal quieres ser? –le contesto su papá.
Kyungsoo no sabía que responder, se había inventado la escusa de “ser un chico normal” mientras habla con sus papá ya que por ningún motivo podía comentarles lo que realmente pasaba en su actual escuela.
-No… quiero ser realmente normal, quiero asistir a una escuela normal donde pueda compartir con todo tipo de chicos –dijo mientras sus palabras se iban formando en su cabeza –Yo se que ustedes quieren que estudie en la mejor escuela y universidad, pero solo esta vez, por favor… déjenme asistir a una escuela normal.
Sus papás no estaban muy convencidos, pensaban que en una escuela “normal”, como decía su hijo, podría pasarle cualquier cosa y temían por su único hijo, pero lo que ellos no sabían es que en la escuela donde se encontraba siempre le pasaba algo y quizás estando en otra las cosas cambiar completamente en la vida de Kyungsoo.
-Hare lo que quieran –volvió a hablar –pero por favor déjenme pasarme a otra escuela.
-No lo sé, Kyungsoo ¿y si te pasa algo? –Dijo su mamá con un poco de preocupación en su voz -¿y si te lastiman?
-No me pasara nada, se los prometo… pero por favor, solo por esta vez, déjenme ir a la escuela que quiero, les prometo que mis calificaciones no bajaran y… y hare todo lo que me pidan –Dijo arrodillándose ante sus padres.
-Do KyungSoo no es necesario que hagas eso, si te dejamos ir aceptaras nuestras condiciones ¿aceptas? –Dijo su papá con un tono de voz fuerte.
Asintiendo con la cabeza acepto lo que su papá le había dicho y mirando este a su madre continuo hablando.
-Puedes escoger a la escuela a la cual te quieres cambiar, pero seguirás con tu chofer, el te llevara y te recogerá todos los días dejándote en todo el frente y esperando hasta que entres –dijo su papá frunciendo el ceño –también al mas mínimo descuido en tus calificaciones volverás a la escuela en la que estas sin reclamos ni nada por el estilo.
Al final su papá al igual que su mamá le habían dicho un sin fin de cosas que debía hacer, pero era algo que podía aceptar a excepción del chofer, eso lo tendría que hablar con el mismo y no con sus papás. Descansando en su cuarto saco los folletos que había recolectado de cada escuela que podía, había dos que en verdad le interesaban, la razón no lo sabía pero desde que las había visto había quedado encantado.
Esa misma noche había decidido salir sin que sus papas se enteraran, quería tomar una buena decisión respecto a la escuela a la que asistiría por suerte ya había pedido los papeles para su traslado así que lo único que le haría falta después de tomar la decisión era inscribirse en su nueva escuela y comenzar de nuevo.
Mientras caminaba, concentrado en sus pensamientos, sintió que alguien le seguía y lo llamaba en voz baja no presto atención y siguió su camino, sabía que si volteaba a mirar o no encontraría a nadie o se arrepentiría de girar, en esas sintió como una mano lo agarraba del cabello y lo jalaba hasta llevarlo a un no tan agradable callejón, tirándolo contra la pared las dos personas que se encontraban frente a él se le acercaron.
-Miren a quien tenemos aquí –comento el más alto –no es nada más y nada menos que el pequeñín del Kyungsoo.
-Escuchamos que te cambiaras de escuela ¿piensas abandonarnos? ¿A tus mejores amigos? –comento el otro.
Kyungsoo bufo ante el comentario mientras que los dos reían y volvieron a preguntarle, al ver que no respondía ante ninguna de sus preguntas comenzaron a pegarle, de momento sintió el sabor de la sangre en su boca y pasando la legua sobre sus labios sintió el corte que le habían hecho.
-¿No contestaras a nuestras preguntas? –le preguntaron mientras le daban un golpe más en el abdomen, sentía como los ojos le escocían por las lagrimas que querían salir.
-¿Qué vas a hacer ahora? ¿No tienes a nadie que te defienda? –Comento el más alto.
-Oh! Mira el pequeñito está a punto de llorar ¿quieres llamar a tu mami? ¿Si? ¿Quieres?
Kyungsoo no respondió, le dolía todo el abdomen y pensaba que si abría la boca solo le saldrían los sollozos que estaba conteniendo, en esas el más alto, el que le había infringido la mayoría de golpes lo cogió del cuello elevándolo un poco y dándole un puño en todo el estomago.
-Debes responder a todo lo que tus mayores pregunten, Kyung –le susurro al oído.
Las lágrimas ya salían por sus ojos.
Quería simplemente que paran.
Quería que alguien se fijara y le ayudara.
-Oigan, ¿Por qué no se meten con alguien que sea al menos de su misma estatura? –Dijo una voz en la entrada del callejón.
Cerrando los ojos Kyungsoo siento el golpe del cemento en sus piernas cuando lo soltaron. Había empezado a llorar con uno que otro sollozo pero se fue calmando tratando de escuchar lo que los otros le decían, de momento vio como habían comenzado a pelear eh incorporándose de a poco mira lo que ocurría en ese momento, alguien que no conocía se estaba peleando con los otros chicos que estabas pero ¿Por qué? Todo era muy confuso pronto vio como el chico que tenia la piel morena le gritaba algo que no lograba entender, la cabeza le daba vueltas y todo el cuerpo le dolía, vio como este chico recibía unos golpes en la cara y el abdomen y luego lo agarraba del brazo y salían corriendo, ese pequeño acto lo había sacado del pequeño shock en el que se encontraba.
Poco a poco el cuerpo le comenzaba a doler cada vez más y la cabeza le daba vueltas, jalando del brazo del chico rogaba porque este se detuviera y pudiera descansar, hasta que este paro y lo miro para luego mirar a todos lados.
-Es… estoy… no puedo –trato de decir mientras tomaba todo el aire que podía y respiraba con dificultad –me due… duele.
-Un poco mas –dijo mientras salían a correr nuevamente.
Kyungsoo sabía que el dolor que tenia había sido mas por el esfuerzo de salir corriendo que por lo mismo golpes aunque tenía que aceptar que uno que otro dolor si era causado por estos, las calles se volvían cada vez mas vacías mientras corrían, y todo a su alrededor se convertía en casas y uno que otro edificio, en un momento dado sintió como el joven lo empujaba y lo metía entre el espacio que había entre dos edificios.
-¿Que…? ¿Por qué me… metiste aquí?-pregunto algo asustado.
-Cállate –le susurro el chico mientras asomaba su cabeza y miraba.
-Si me encuentran será el fin-pensó en voz alta.
-Si sigues hablando así harás que nos encuentren.
-Nunca debí ir -¿Ir a donde? Pensó para sí mismo – ¿Por qué les hice…?
-Que te calles –Susurro el joven apoyando una de sus manos sobre la boca de Kyungsoo.
Sorprendido abrió aun mas sus ojos, la sensación de tener la mano de un desconocido sobre su boca le asustaba y lo ponía nervioso, pero por extraño que sonara se sentía seguro junto a ese joven.
Pasaron unos minutos y el grupo de muchachos llego a donde ellos estaban, ya no eran dos los que los seguían sino cinco Kyungsoo instintivamente dejo de respirar al igual que el joven que estaba frente a él mientras escuchaban como el líder y mayor de ellos les gritaba cosas hasta que se fueron.
Volvieron a respirar cuando el grupo se alejo de donde se encontraban.
-Bien, creo que ya no están cerca- dijo apartado su mano de la boca de Kyungsoo.
-Yo… esto… gracias –Dijo tartamudeando y sin pensar muy bien lo que decía –Yo… soy Kyungs…
-No hay nada que agradecer y puedes ahorrarte tu presentación, no me apetece saber tu nombre-Dijo cortante el chico mientras le daba la espalda y se iba dejándolo solo.
Después de un tiempo de haber visto al chico moreno irse el seguía escondido entre los dos edificios, sabía que no podía irse solo, no solo por temor a encontrarse con alguien si no porque no tenía idea de donde se encontraba, sacando su celular de su bolsillo le dejo un mensaje a su chofer que a su vez era como uno especie de hermano mayor para él.
“Necesito que me vengas a recoger, por favor. No sé donde estoy ¿puedes utilizar el GPS para localizarme? Por favor por favor ven por mi”
Recibió un rápido “Ok” departe de su Hyung como le solía llamarlo, si Kyungsoo trataba de pensar en algo no podía su cabeza estaba completamente en blanco y solo esperaba llegar a su casa y recostarse en su cama todo el tiempo que pudiera. A lo lejos vio que se acercaba un carro un Maserati Quattroporte negro y supo que era el suyo, parándose de las escaleras donde estaba se fue acercando a la orilla del andén y espero que el carro de detuviera, abrió la puerta y se dejo caer dentro.
-¿Qué le paso en la cara, joven amo? –Pregunto.
-Hyung ya te dije que no me llames “joven amo” puedes llamarme Kyungsoo –contesto recostándose en el asiento –Y paso lo mismo de siempre.
-¿Hablaste con tus padres?
-Si y desde el lunes estaré en una nueva escuela –contesto y en su voz se pudo notar una chispa de alegría.
El resto del camino fue en completo silencio mientras KyungSoo caía en un profundo sueño con el susurro de la calefacción arrullándolo.
Cuando despertó se encontraba ya en su cuarto y era de día, sobre su mesita de noche se encontraba el desayuno con una nota de su hyung.
Kyungsoo come bien, lo necesitas.
Estaré esperando en la sala para llevarte a la escuela y te inscribas
Tus papás ya me comentaron todo.
Tomando el desayuno y luego dándose una ducha que lo refresco y relajo bajo a la sala donde su hyung lo estaba esperando juntos salieron para irse.
-Toma, ponte eso en el labio –Le dijo entregándole un tarrito de crema –te ayudara a que sane más rápido.
Haciendo caso Kyungsoo se aplico un poco de crema, al principio le ardió pero luego solo sintió un ligero picazón.
El viernes del joven Kyungsoo se baso en estar adelantándose con el director de la escuela lo que más pudo respecto a las clases, maestros y estudiantes. Como cualquier duda que le surgiera a cualquier personas el director le pregunto sobre su repentino cambio ya que según sabia su familia era adinerada y él se encontraba en una de las mejores escuelas que cualquier estudiante con sueños, metas y aspiraciones desearía entrar, y como este no podía responderle con la verdad le dio una dulce sonrisa y le comento lo mismo que le había dicho a sus papas.
“-Quiero ser un chico normal, compartir con cualquier tipo de personas de mi edad.”
Al final había convencido al director y este le había dado su nuevo horario de clases, se despidieron con un “lo veo el lunes, señor director” y un “aquí lo espero, joven Kyungsoo”. La emoción lo invadía y esa noche en vez de soñar con su nueva escuela soñó con el chico de piel morena que lo había salvado, soñó como este lo agarraba del brazo y salían corriendo, como este lo miraba, como este le ponía su mano sobre la boca para callarlo y Kyungsoo solo podía sentir la piel de su mano sobre sus labios y un pequeño hormigueo que en la piel que lo acompaño por el resto del fin de semana…
Para el lunes algo dentro de él no estaba del todo cuadrado, seguían sintiendo el hormigueo por la piel y una sensación de nerviosismo en la boca del estomago se había instalado ahora en él, hoy conocería a sus nuevos compañeros de clase, hoy tendría un nuevo comienzo en su vida. Había hablado con su hyung y habían acordado que este no lo dejaría en todo el frente de la escuela si no unas dos cuadras antes.
-¿Emocionado? –Le pregunto su hyung mientras estacionaba el carro unas cuadras antes de la escuela.
-Bastante, pero tengo más nervios de los que pude imaginar tener.
-No te preocupes, te irá bien hoy, más bien ve rápido no querrás llegar tarde tu primer día de clase.
Y así sin más Kyungsoo bajo del carro y camino a su nueva escuela, cuando entro se dirigió al despacho del director y este lo llevo con el maestro de su primera clase el cual lo presentaría y le indicaría su salón, mientras caminaban el maestro le había explicado que el director había hablado con él y le había comentado sobre su repentino cambio y también de que no le gustaría que sus compañeros supieran que el venia de una familia con dinero y poder ya que no quería que lo trataran diferente, Kyungsoo le estuvo agradecido cuando este le dijo que guardaría su “secreto” junto con el director, que si él quería tener una vida normal, la iba a tener.
-Bueno, llegamos –Dijo mientras entrada al salón –espérame aquí cuando te lo indique entras.
Con un sentimiento de cabezo espero afuera mirando como el maestro hablaba entraba al salón y esperaba a que todos hicieron silencia acercándose un poco a la puerta vio a sus nuevos compañeros de clase, todos eran hombres puesto que la escuela en si era solo y exclusivamente para hombre.
–… y como sabrán ya llevamos un tiempo de clase así que espero y ayuden a que el nuevo estudiante de adapte rápidamente ¿entendieron?
Miro al maestro mientras este decía las últimas palabras y con un movimiento de cabeza le indico que entrara, al principio las piernas le temblaron pero con una larga respiración decidió entrar con una gran sonrisa y pensando lo más positivo que pudo.
-Les presento a Do Kyungsoo –Comento el maestro –Kyungsoo ellos serán tus nuevos compañeros de clase.
Saludándolos con una inclinación sintió que alguien lo observa directamente, el hormigueo volvió a aparecer mirando por todo el salón se encontró con la mirada de la persona que lo estaba observando tan detenidamente, la sonrisa que Kyungsoo tenía desapareció de sus labios el joven que lo miraba ya lo conocía, lo había visto antes, era el mismo joven que le había ayudado el jueves por la noche.
-Kyungsoo por favor siéntate junto al joven Minseok –Dijo señalando al joven que tenia la mano levantada.
Mientras caminaba sentía la mirada del chico sobre él, y sentía como el hormigueo crecía cada vez más en su piel, cuando se sentó junto a Minseok le dedico una sonrisa dulce de las que el solía dar.
-Hola chico nuevo –dijo con una gran sonrisa mientras sacaba su cuaderno.
Kyungsoo seguía sintiendo la mirada sobre él, sentía que en cualquier momento iba a terminar apareciendo un hueco en medio de su cabeza por culpa de la tan profunda mirada volteando a mirar lo mas disimuladamente que pudo vio al chico moreno viéndolo y se arrepintió en sus ojos no se veía que la estuviera pasando bien.
En sus ojos podía ver ¿odio? ¿Fastidio?
¿Por qué él lo miraba así? Y ¿Por qué le dolía que lo mirara así?
Dándole una inclinación de cabeza se giro mirando al tablero y espero a que siguiera la clase.