Al llegar a su casa se fijo que su mamá, por suerte, no había llegado aun y lo más seguro era que su turno en el hospital se hubiera alargado un poco más.
Quitándose los zapatos y yendo directo a su cuarto, se acostó en su reconfortable cama y pensó en lo que había pasado. Había, sin pensado bien, defendido a ese chico, obviamente una parte de él le decía que era por lo injusto que eran al estar dos contra uno pero había otra parte que simplemente estaba en silencio recordando todo, desde esos grandes ojos que lo miraron con miedo y agradecimiento hasta la respiración del chico en el dorso de su mano. Era estúpido pensar en eso y Jongin lo sabia así que sacando todo pensamiento de su cabeza se fue directo al baño para tomar una ducha.
Después de bañarse trato de hacer lo posible porque su labio se viera un tanto mejor y no tan mal como lo tenía al principio.
-Eres un estúpido Jongin –se dijo así mismo –Hubieras aceptado que Chanyeol te trajera.
¿Pero que hubiera sido del chico ojos grandes si él no hubiera aparecido? De seguro y alguien más lo hubiera ayudado, o quizás simplemente se hubiera ganado una paliza de esos dos. Pensó.
Recostado nuevamente en su cama trato de conciliar sueño pero lo único que ganaba era estar cada vez mas despierto y no es que tuviera que madrugar ya que ese viernes no tenía clase lo que significaba que tenía 3 días para descansar y lograr que su herida en el labio estuviera presentable para el lunes.
Luego después de unas cuantas vueltas en su cama y el escuchar a su mamá llegar a casa logro caer en un profundo sueño sin pesadillas o cualquier cosa que se le pareciera.
La alarma comenzó a sonar, despertando casi con la quinta alarma Jongin se sintió con la energía suficiente para realizar una maratón completa y repetirla a pesar de no haber comido nada el día anterior… El día anterior… Recordó y olvido, se había levantado con un excelente humor y no lo quería dañar recordando todo lo de la noche anterior.
Poniéndose algo deportivo bajo hasta la cocina donde encontró un apetecible desayuno que su mamá le había dejado junto con una nota.
Momentos difíciles en el hospital Jongin.
Come bien lo que te prepare.
Mamá.
Eso solo significaba que su mamá estaría todo el día en el hospital e incluso supuso que también estaría el fin de semana trabajando. Terminando su desayuno fue al baño y se cepillo los dientas para luego ir a su cuarto por su celular y audífonos, tenía que quemar toda la energía que tenia o simplemente se iba a terminar estresando y la única forma de hacerla era bailando.
Si algo que todo mundo sabía respecto a Jongin aparte de su gran orgullo y sus tantos problemas era que amaba completamente el baile y era excelente en eso, pasaron las horas y Jongin seguía bailando y bailando hasta que su estomago rugió por hambre. Almorzando un poco de ramen se acostó y volvió a dormir.
Esta vez cuando durmió soñó lo de la noche anterior, pero en especial soñó con ese chico de ojos grandes, con sus ojos llorando después de recibir el golpe, con su mano sobre su boca callándolo y con el tratando de decirle su nombre, agradeciéndole y Jongin simplemente yéndose.
Su fin de semana no fue nada emocionante, su mamá se la había pasado la mayor parte del tiempo en el hospital y sus amigos estaban al parecer en cualquier otra cosa interesante ya que se habían olvidado por completo de él, así que simplemente se dedico a bailar y mejorar la herida de su labio olvidándose por completo de todo.
Ese lunes por la mañana Baekhyun y Tao habían pasado por su casa para ir juntos hasta la escuela, se sorprendieron al ver el excelente estado de ánimo que tenía su amigo y la brillante sonrisa que tenia.
-Jongin ¿Por qué esa sonrisa? –pregunto Tao.
-Eso es muy obvio Tao, de seguro y alguna chica cayo rendida a sus pies este fin de semana –comento Baekhyun haciéndolos reír.
Jongin no comento nada, puesto que ni el mismo sabía porque se encontraba tan alegre y sonriente.
Al llegar a la escuela los otros los esperaban para dirigirse a clase ya que el timbre estaba por sonar, y aunque de vez en cuando fueran unos rebeldes y Jongin un busca problemas cuando querían tenían muy presente que sus estudios eran los mas importantes. Y a decir verdad, ellos se encontraban entre los 10 primeros de su clase y entre los 20 de toda la escuela.
Mientras que esperaban a que llegara el profesor todos bromeaban respecto al buen animo que en esos momentos tenia Jongin.
-Oye Kai, en serio, dinos porque tan sonriente –comento Chen -¿Es alguna chica cierto?
-¿Cuál chica? si todos saben que Jongin no ha tenido una cita desde hace ¿Cuánto? Ah si verdad ¡Nunca! –Comento Lay haciendo reír a todos.
-Ya, ustedes cálmense, ya no pueden ver a una pobre alma feliz sin saber la razón porque se las monta –Dijo en tono serio pero riendo en seguida.
En ese momento el maestro llego junto con alguien a quien hizo esperar en la puerta mientras esperaba a que todos en el salón estuvieran sentados en sus puestos. Baekhyun y Jongin que compartían escritorio seguían molestando y riendo entre si hasta que el maestro los callo lanzándoles una bola de papel que estaba en el piso.
-Ya que todos están organizados, vine a informales que tendrán un nuevo compañero, al cual espero y lo reciban bien –dijo enfatizando mas en lo ultimo –y como sabrán ya llevamos un tiempo de clase así que espero y ayuden a que el nuevo estudiante se adapte rápidamente ¿entendieron?
-Si señor –contestaron todos.
Con una señal de cabeza el profesor hizo pasar al nuevo estudiante, quien entro tímidamente pero con una alegre sonrisa y ojos bastante grandes y Jongin al verlos los reconoció inmediatamente.
-Les presento a Do Kyungsoo –Comento el maestro –Kyungsoo ellos serán tus nuevos compañeros de clase.
El chico de ojos grandes, el chico por el cual se había ganado que le pegaran, el chico al cual le había puesto su mano sobre su boca para que se callara.
Kyungsoo, el nombre que le había tratado de decir y el no había querido escuchar, ese chico seria su nuevo compañero de clase.