Home by Hikari Kirishima
Another summer day
Has come and gone away
In Paris and Rome
But I wanna go home
Caminaba por aquel parque de Nueva York como en automático. No hacía demasiado que había llegado y ya deseaba irse de allí. El calorcito de fin del verano era ideal para pasear y muchas parejas pasaban a su lado, ignorantes de la nostalgia que le causaban. ¿Cómo se encontraría él? ¿Bien? ¿Mal? Ha pasado un mes desde que dejo su país natal para estudiar y avanzar en su carrera médica. Lo alcanzaría, su amado Hiro-san estaría orgulloso de él y sus progresos. Aún si debía luchar contra su deseo por regresar a casa.
Maybe surrounded by
A million people I
Still feel all alone
I just wanna go home
Oh I miss you, you know
La gente pasaba a su lado en aquel parque. Allí, una alegre muchacha tomaba la mano de su novio y sonreía; más allá, un joven cortaba una flor y la entregaba a su amada. Incluso podría jurar que aquellos dos chicos se tomaban la mano con disimulo sentados juntos en una banca, ignorando a quienes se atrevieran a censurarlos... eso lo atormentaba. Verlos le recordaba a su Hiro-san y a él mismo, este lugar se le antojaba idéntico a aquel en donde vio por primera vez a su querido profesor.
Soledad, estaba solo entre toda la multitud.
And I’ve been keeping all the letters that I wrote to you
Each one a line or two
“I’m fine baby, how are you?”
Well I would send them but I know that it’s just not enough
My words were cold and flat
And you deserve more than that
"Hola, Hiro-san.
Yo estoy bien. ¿Y tú? Aquí comienza a hacer frio, pero me cuido mucho [...]
"Quiero verte... te extraño Hiro-san [...]
"Te amo...
Kusama, Nowaki."
Releyó la carta por quinta vez, quitando y agregando nuevas cosas.
En ellas volcaba todo el amor que tenía contenido desde que se fue de Japón, y aún así, le parecía insuficiente para su Hiroki.
Quería enviarla, recibir una respuesta, saber algo de aquel a quien no había visto en tres largos meces. Pero sabía que no debía.
Se detuvo frente al buzón, mirándolo como si de un demonio se tratase, el demonio que lo mantenía alejado de su amado y que buscaba que se rindiera. Lo vió fijo un momento y luego se volteo, yéndose a paso firme. Firmeza que se rompía en la mano temblorosa que sostenía la carta que, como muchas otras, terminaría guardada en un cajoncito. Eran sus deseos de Hiro-san, volcados en un simple papel.
Another aeroplane
Another sunny place
I’m lucky I know
But I wanna go home
Mmmm, I’ve got to go home
Se despidió de los compañeros ya graduados que regresaban hoy a su patria. Deseaba ir con ellos, subir a ese avión y regresar al lado de Hiro-san pero no podía.
Miró sus altas calificaciones, tenía suerte de estar allí, sus esfuerzos daban resultado, pronto podría ir a casa.
And I feel just like I’m living someone else’s life
It’s like I just stepped outside
When everything was going right
-Nowaki, hazte cargo de estos pendientes, por favor. El doctor Jones está muy ocupado como para acabarlos.
-Si, profesor.- Sonrió al hombre frente a él. Ayudar un poco en aquel hospital le era buena práctica, pero no podía dejar de sentirse extraño, como si no perteneciera. Y de hecho, no lo hacía. Su lugar estaba con su Hiro-san.
Tomó el encargo y lo llevó a la recepción, donde la joven y ocupada, pero no por eso menos ligona, recepcionista lo despidió con un simple:
-Good job, Doc.- y un leve guiño.
Le sonrió algo incomodo, deseando decirle que su corazón ya tenía dueño, pero debía ser firme, ya faltaba poco para verlo.
And I know just why you could not
Come along with me
But this was not your dream
But you always believed in me
Revisaba un poco sus cosas, guardando las innecesarias, cuando encontró una pequeña tarjeta que lo obligó a abrir los ojos en sorpresa:
"Felicitaciones, te has esforzado mucho. Sigue así”. Esas palabras sonaban escuetas, pero él sabía que tenían un significado mucho mayor oculto, en especial por las iniciares que la firmaban "H.K."; era una de esas que le enviaba cada vez que pasaba un examen importante, esas que le recordaban cuanta estima el profesor le tenía y cuanto confiaba en sus progresos... o algo así creía él.
Sonriendo se guardó la tarjeta con sumo cuidado y amor en el bolsillo. No tendría a su Hiro-san con él, pero tendría su mensaje de apoyo.
Another winter day has come
And gone away
And even Paris and Rome
And I wanna go home
Let me go home
El frio invierno lo rodeaba, otra vez frente a ese buzón. Comenzaba a nevar a su alrededor, eran esa últimas nieves.
¡Quería decirle cuan poco faltaba para regresar, que lo haría esa misma primavera, que lo esperara! ¡Ya tenía lista incluso la postal que le enviaría! Pero sería paciente.
-Pronto iré a casa, Hiro-san. Quiero verte.- dijo y se volteo, llevándose consigo otra carta.
Let me go home
I’ve had my run
Baby, I’m done
I gotta go home
Let me go home
It will all be allright
I’ll be home tonight
I’m coming back home
-Felicitaciones, Kusama. Has completado el curso en tiempo record.- Las palabras de su médico-profesor resonaron en su mente como un eco. Los gritos y felicitaciones de sus compañeros le eran indiferentes. Solo una cosa estaba fija en su mente:
-"¡Hiro-san! ¡Regreso a casa Hiro-san!"- No quedaba nada más en sus pendientes, ni siquiera estuvo atento a las celebraciones. El momento en que pudo ir a su habitación fue la gloria.
No tardó nada en encontrar esa postal que tan cariñosamente guardaba y corrió, directo al buzón que antes era un demonio para verlo como el más maravilloso de los objetos inanimados de la tierra.-¡Voy a casa, Hiro-san! ¡Por favor, espérame!- Y por primera vez en un año, dejó caer una carta dentro del buzón de correos.
Estaba feliz, aun con la incertidumbre y el miedo sobre cómo se encontraría su amado profesor. Estaba feliz de volver a casa.