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"PLACER EN LA ESCUELA NANIMORI" por Sasunaru1827NKHR

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Notas del capitulo:

Recuerden KHR no me pertenece si no a su creadora

Este fic fue inspirado por un doujinshi de la misma pareja :D

Perdone si tiene faltas de ortografia(?) jaja xD y asi :D

A leer... :D

Era una noche calmada en la Casa Sawada, ya pasaba de las 12 y todos se encontraban dormidos, excepto, un pequeño castaño quien se había levantado todo agitado por el sueño que había tenido.


Tsunayoshi: Esto no puede estar pasándome de nuevo- dijo mientras veía como algo estaba demasiado inquieto en sus pantalones, su bóxer estaba levemente mojado y su evidente erección pedía a gritos ser atendida- ¿Porque tiene que pasarme esto a mí?- se lamentaba el pequeño castaño- Maldita pubertad


Sin más se levantó de su cama para ir al baño sin hacer demasiado ruido al salir, lo menos que quería hacer era despertar a Reborn y se diera cuenta en la situación que se encontraba, seguro el pequeño bebe se burlaría para siempre de él diciéndole que era un pervertido y sabe que cosas más, Lo que no sabía nuestro querido castaño es que Reborn había estado despierto desde hace unos minutos atrás dado que Tsunayoshi hablaba entre sueños y desde hace unas cuantas semanas había empezado a tener situaciones como en la que se encontraba en ese momento.


Reborn: Vaya, Vaya, Vaya- sonrió una vez que vio desaparecer al castaño por la puerta de su habitación, seguro de que iría al baño a atender su problemita- Dame-Tsuna al fin está creciendo- dijo burlón- Aunque quien se hubiera imaginado que la persona que le causa esa reacción es a la que más le temía- la sonrisa sádica y llena de malos planes para el castaño se instaló inmediatamente en su rostro- Esto será divertido- sentencio mientras volvía a dormir.


En el baño a Tsunayoshi le pasó una corriente eléctrica por la espalda y no, no era por el agua fría con la que se estaba bañando para bajar su erección.


Tsunayoshi: ¿Porque de pronto tengo un mal presentimiento?- dijo para adentrarse más en la tina con agua fría.


A la mañana siguiente, Tsunayoshi se levantó anormalmente temprano. Su madre ya se encontraba preparando el desayuno y le miro algo impresionada al verlo bajar.


Nana: Buenos días Tsu-kun- dijo amablemente su madre con una sonrisa cálida que siempre le era dedicada.


Tsunayoshi: Buenos días mama- dijo igualmente para sentarse en la mesa, donde se encontraba Reborn, I-pin, Fuuta y Biancchi.


Reborn: Hoy no tuve que levantarte Dame-Tsuna- dijo sonriendo extrañamente, el castaño desconfió inmediatamente de esa sonrisa.


Tsunayoshi: No tenía mucho sueño- contesto inseguro por la sonrisa de Reborn.


Reborn: Acaso tuviste alguna pesadilla- dijo risueño.


El castaño se sonrojo al recordar el sueño que tuvo y como no hacerlo, después de todo soñar que lo hacías con la persona que te gusta es simplemente vergonzoso.


Tsunayoshi: No sé si llamarlo pesadilla- dijo en un susurro, Reborn sonrió aún más.


Nana: El desayuno está listo- dijo para comenzar a dejar los platos a cada quien.


Todos comenzaron a comer, Tsunayoshi miro detenidamente a todos dándose cuenta que faltaba lambo, tal vez por eso aquella mañana se encontraba tranquila.


Tsunayoshi: ¿Y lambo?- dijo mirando a su madre, pero antes de que esta contestara fue Reborn quien le dio la respuesta.


Reborn: Le pedí que me hiciera un encargo esa vaca estúpida- dijo para luego sonreír maliciosamente.


Tsunayoshi: "Hieee!!! Porque no me da buena espina esto"- dijo terminando de comer.


Después de que fue a lavarse los dientes y alistar todo sus útiles bajo demasiado feliz hacia la entrada de su casa, al fin llegaría temprano a Nami-chuu y no tendría que ver a Hibari-san, tenía miedo de encontrárselo y recordar el sueño que tuvo con él, porque si... No era Kyoko la del sueño, sino el más temible prefecto de Nanimori, Sawada Tsunayoshi se encontraba perdidamente enamorado de su guardián.


No sabía con exactitud cuándo comenzó a sentir algo por él, pero, desde un tiempo para acá se dio cuenta que lo buscaba con la mirada, cada día que llegaba tarde y que era regañado por él, su corazón comenzaba a latir fuertemente y sus mejillas ardían. Fue sacado de sus pensamientos cuando fue golpeado por Reborn, quien al verse ignorado cuando le estaba hablando a Tsunayoshi, se enfadó y lo pateo.


Reborn: Dame-Tsuna te estoy hablando- dijo enojado.


Tsunayoshi: Itteeee~ Reborn!!- dijo quejándose- ¿Qué es lo que quieres?- sobándose la parte afectada.


Reborn: Toma, bebe esto- dijo entregándole un pequeño frasco con algo azul dentro de él.


Tsunayoshi: ¿Qué es?- dijo viendo extrañado el frasco, algo le decía que si lo bebía tendría graves problemas.


Reborn: Solo bébelo o Muere- amenazo el tutor-espartano convirtiendo a León en una pistola.


Tsunayoshi: Hieeee!!! Hai- dijo estrepitosamente mientras habría el frasco y lo tomaba rápidamente, extrañamente no sabía nada mal.


Reborn: Ahora vete a la escuela o llegaras tarde- dijo sonriendo.


Tsunayoshi: Me voy- grito saliendo de la casa, extrañado por el comportamiento de Reborn- "Pero que rayos le pasa a Reborn"- pensó el castaño.


Sin más Tsunayoshi se dirigió hacia Nanimori, sin saber que ese día seria recordado por el resto de su vida. Rápidamente llego a Nanimori, algunos de sus compañeros le miraban impresionados, pues ver a él Dame-Tsuna temprano era casi imposible, aunque últimamente había cambiado mucho. Tsunayoshi vio que Hibari y Kusakabe se encontraban como cada día en la entrada de la escuela Namichuu, viendo que todos cumplieran con el uniforme.


Tsunayoshi: Buenos días Kusakabe-san, Hibari-san- saludo el pequeño castaño sin mirar a ambos hombres intimidantes para toda la escuela, aunque él desde un tiempo atrás había perdido, de cierta manera, verlos de esa forma.


Kusakabe: Buenos días Sawada- dijo mirando al castaño algo impresionado, de pronto su mirada disimuladamente se puso en el sujeto que se encontraba a su lado.


Desde un tiempo ya Kusakabe se había dado cuenta la manera en como Kyo-san, como él le llamaba a Hibari, miraba al castaño, sonrió al ver como este se le quedaba viendo sin aun contestar al amable buenos días de Tsunayoshi.


Hibari: Herbívoro- dijo para que Tsunayoshi parara de entrar a la escuela.


Tsunayoshi: ¿pasa algo Hibari-san?- la mirada del castaño seguía baja, estaba seguro que si veía a Hibari-san se le vendrían las imágenes de aquel sueño que tuvo anoche.


Hibari: Veme cuando te estoy hablando Sawada Tsunayoshi- dijo algo enojado pues ansiaba ver aquellos ojos caramelo brillar como siempre lo hacían.


Tsunayoshi: Hiee!!! Lo siento, llegare tarde a clases- dijo como excusa para luego dar media vuelta e iniciar una carrera, pero... Hibari fue más rápido y leyendo el posible movimiento de Tsunayoshi le agarro de la mano incapacitándolo de su huida.


Hibari: He dicho...- pero sus palabras murieron inmediatamente, el brazo de Tsunayoshi estaba caliente.


Decidido levanto el mentón del castaño viendo sus mejillas rojas, los ojos caramelos le miraron impresionados y más cuando se fue acercando lentamente al rostro de él. Todos los que pasaban por ahí detuvieron su andar al ver como Hibari se acercaba poco a poco al rostro del castaño, todos comenzaron a murmurar lo que veían molestando al prefecto que con una mirada afilada callo a todos, retomo lo que hacía y para sorpresa de muchos pego su frente con la del castaño quien había cerrado sus ojos al ver tan cerca la cara de Hibari.


Hibari: Estas ardiendo Herbívoro- dijo separándose de Tsunayoshi aunque aun mirándolo fijamente.


Mentiría si dijera que estar tan cerca del Herbívoro que había despertado cosas profundas en él no le causo alegría, quería probar esos labios rosados, morderlos y acariciarlos con los suyos.


Hibari: Kusakabe hazte cargo de todo lo demás, llevare a Sawada Tsunayoshi a la enfermería- dijo mirando a su mano derecha por un momento para luego sujetar a Tsunayoshi como una princesa en sus brazos.


Tsunayoshi: Hi-Hibari-saaan!!- medio grito el castaño al verse de ese modo- Puedo caminar, la verdad es que no me siento mal- dijo aunque de un momento a otro se empezaba a sentir mareado y su cuerpo extrañamente estaba demasiado caliente.


Hibari: Cállate- dijo para camina rápidamente hacia la enfermería de la escuela siendo visto por todos.


Kusakabe: Todos a sus clases, no tienen nada que ver aquí- Dijo mirando a todos fijamente, influyendo autoridad.


Por los pasillos de Nanimori ya era comentado la noticia, Sawada Tsunayoshi, mayor conocido como Dame-Tsuna Había sido tratado de una forma cariñosa por Hibari Kyoya, el más temible prefecto que jamás tendrá Nanimori.


Gokudera y Yamamoto quienes habían llegado tarde se habían enterado de esto de sus compañeros, impresionado por la exageración que claramente estaban poniendo en el relato decidieron ir a ver a Tsunayoshi aunque fueron interceptados por Kusakabe.


Kusakabe: Me temo que Kyo-san no les dejara ver a Sawada-san- dijo mirándolos- Así que evitemos que se enoje- dijo con un leve suspiro.


No quería ver cómo eran descuartizados los mejores amigos de Sawada-san al ser interrumpido Kyo-san posiblemente en su Confesión de Sentimientos, pues estaba más que seguro que ese día Hibari no dejaría mas de lado sus sentimientos sin decir que tenía por ese castaño.


Yamamoto: Ya veo, al fin se lo dirá- dijo en un susurro que fue perfectamente escuchado por los otros dos, Gokudera no entendió por qué decía aquello y directamente le dijo que quería una explicación, por otro lado, Kusakabe le miraba impresionado, en algunas ocasiones aquel chico sonriente podría ser demasiado intuitivo.


En la enfermería de Nanimori.


Hibari había recostado a Tsunayoshi en una de las camillas, la enfermería se encontraba vacía la enfermera ese día se había ausentado por hacer un curso de su profesión por lo que había pedido el día.


Hibari: Enseguida regreso Herbívoro, traeré agua y algunos paños mojados debemos quitarte esa fiebre


Tsunayoshi: Me encuentro perfectamente bien, Hibari-san- decía con cierta dificultad, su garganta estaba seca y su cuerpo se sentía realmente caliente y sensible.


Hibari: He dicho que enseguida regreso, más vale que estés aquí cuando regrese- dijo mirándolo fijamente, el castaño solo asintió mientras agachaba la cabeza y se quedaba acostado en la camilla.


Hibari salió rápidamente de la enfermería, Tsunayoshi al verlo salir y escuchar que se alejaba dejo salir un suspiro, algo andaba mal se sentía muy ansioso su cuerpo estaba ardiendo pero no como si tuviera fiebre, pues una fiebre no ocasionaba que ciertas partes de su cuerpo comenzaran a sentirse más sensibles y con deseos de ser tocadas.


Tsunayoshi: Esto no puede estar pasándome, esto no puede estar pasándome, no, no, no, esto no puede estar pasándome- decía una y otra vez el pobre castaño mientras su respiración se hacía cada vez más irregular- ¿Cómo es que me encuentro así? ¿Por qué demonios mi cuerpo está reaccionando así?


Y como un rayo de luz, recordó el frasco que en la mañana Reborn le había dado, Nunca le dijo que era y el rápidamente se lo tomo, no quería ser golpeado por Reborn.


Tsunayoshi: No, esto no puede ser- dijo impresionado- Reborn me drogo con un afrodisiaco Hiee- grito espantado.


Pero vaya bromita le había hecho esa vez, de seguro sabia de sus sueños. Demonios. Maldición. Maldita sea. Decía una y otra vez en su mente el castaño.


Tsunayoshi: ¿Que hare? si Hibari-san me ve así yo...-Dijo apenado- No puedo dejar que me vea así, tengo que eliminar esta cosa- dijo viendo su entrepierna que estaba levemente dura ya debajo de los pantalones por la fricción que hacia estos.


Con toda prisa una idea le paso por la cabeza, fue rápidamente hacia la puerta de la enfermería y le puso seguro para luego regresar de nueva cuenta a la camilla donde Hibari-san lo había dejado, Corrió las cortinas por si acaso y comenzó a bajar sus pantalones junto sus bóxer dejando ver su miembro erecto.


Tsunayoshi: No puedo creer que hare esto aquí- dijo sonrojado a más no poder el castaño.


Tsunayoshi comenzó a masturbarse, poso una de sus pequeñas manos sobre su miembro y comenzó a moverla lentamente por él, de arriba a abajo en un vaivén lento y tortuoso, aquello se sentía más que otras veces, supuso que era por el afrodisiaco que le había dado Reborn. Con uno de sus dedos toco la punta de su miembro que se había puesto aún más duro y comenzaba a salir el pre-semen de él. Su vaivén se hacía cada vez más rápido, dejo de escuchar los sonidos de su alrededor y comenzó a pensar en el sueño que tuvo ese día, comenzando a imaginar que aquella mano que lo acariciaba era la de su amado Hibari, con la otra mano comenzó a acariciar su torso para subir lentamente a sus pequeños botones rosas, los cuales pellizco y no pudo reprimir un gemido mientras notaba como se ponían duros. Su mano comenzó a moverse violentamente en su miembro, subía, bajaba, acariciaba el glande con uno de sus dedos y dejando fluir sus gemidos estaba casi por terminar, Sí Tsunayoshi hubiera prestado atención a los sonidos de su alrededor, hubiera escuchado como la puerta de la enfermería era abierta dejando entrar a un muy enojado Hibari por haber cerrado con seguro la enfermería, este al escuchar los gemidos se detuvo abruptamente y se impresiono cuando escucho...


Tsunayoshi: Hibari-san yo... me... ahh~ ahhhh~... vengo... ahh~- aquella voz era del castaño y estaba diciendo su nombre entre gemidos- Kyoyaaaa~- gimió fuertemente el castaño terminando en su mano y dejándose caer en la camilla de la enfermería, sudando y empapado levemente de su semilla.


El prefecto de Nanimori cerro nuevamente la enfermería con seguro y se acercó a la camilla donde sabia estaba el menor, después de todo era la única cama donde estaba corrida la cortina, además de que de ahí salían los gemidos con su nombre.


Hibari: Pero mira que tienes valor Sawada Tsunayoshi- El pequeño castaño se levantó de sopetón al escuchar la voz del prefecto.


Tsunayoshi: "Es definitivo... El universo me odia" Hieeeeeeeeeeeeeee!!!!!- Pensó y Grito el pequeño castaño al ver a su guardián de nube viéndolo- L-L-Lo Pue-do-do-do Explicar- decía tartamudeando.


Hibari: así que esto era tu fiebre- dijo mirando lascivamente el cuerpo del menor él cual se estremeció al ver cómo era vilmente visto por el de ojos azul metálico.


Tsunayoshi: N-No es m-m-mi cu-culpa- dijo agarrando la sabana de la camilla y tapándose su cuerpo con ella, pues su cuerpo comenzaba a reaccionar al ver la intensa mirada de Hibari puesta sobre él.


Hibari: ¿No?- pregunto acercándose al castaño lentamente, Tsunayoshi cerró los ojos mientras asombrosamente su sonrojo aumentaba en su rostro.


Tsunayoshi: Reborn Me drogo!! No es mi culpa, Hibari-saaan!!!- grito casi histérico, Hibari estaba casi seguro que todos los de las escuela habían oído el grito del castaño, sonrió de medio lado.


Hibari: Así que él bebe hizo eso... Debo agradecerle


Tsunayoshi: ¿Eh?


Hibari: Ahora mismo te daré tu castigo por hacer indecencias en la enfermería Sawada Tsunayoshi


El castaño estaba a punto de taparse con las sabanas en un bajo intento de escapar de los golpes que seguro le daría Hibari por hacer lo que momento antes había hecho, pero para sorpresa del castaño no fue un tonfazo lo que recibió su quijada o labios, sino un beso robado del prefecto.


Tsunayoshi: "Hi-Hibari-san me esta... ¡¡¡BESANDO!!!"- pensó impresionado el pobre castaño sintiendo los labios del mayor moverse con gran maestría sobre los suyos y el vagamente tratando de responderle.


La verdad estaba más que aturdido por aquella acción del prefecto, pero sería demasiado tonto de su parte no corresponder algo que él sabía que deseaba con tanto anhelo y que además podría investigar luego el porqué.


Ambos se separaron a falta de aire y en un rápido movimiento del prefecto, este quedo encima del castaño sin poner todo el peso sobre este.


Tsunayoshi: ¿Hibari-san?- pregunto nervioso.


Hibari: Cállate- y sin más comenzó a besarlo de nuevo.


Sus lenguas jugaban gustosas entre sus bocas siendo acariciadas por la contraria y sintiendo el sabor de los labios del otro, la respiración cada vez se les hacía más dificultosa por el beso y sin duda estaban sintiendo ese cosquilleo que poco a poco bajaba hasta cierta zona de su anatomía, aunque uno lo tenía más despierta que él otro. Hibari no se pudo quedar quieto y comenzó a bajar una de sus manos a la entrepierna del menor quien gimió al sentir la mano de Hibari apretar levemente su miembro, después de todo se había quitado sus bóxer y pantalón y ni tuvo tiempo de acomodarse las prendas cuando ya tenía encima al mayor, la mano de Hibari comenzó un vaivén lento sobre este, Hibari se separó de sus labios y susurro sensualmente en su oído.


Hibari: Así es como te lo estabas imaginando- dijo algo burlón- Así te estaba masturbando en tus fantasías, Tsunayoshi


El castaño se sonrojo de sobremanera y a la vez sintió como sus cabellos se erizaban ante el aliento caliente del mayor en su oído, las palabras del de cabellera azabache provocaban que se excitara más. Oh por dios, claro que no se lo imagino así, aquello que estaba haciendo Hibari era simplemente mejor de lo que su loca imaginación podía darle el gusto de saborear.


El pelinegro comenzó a besar el cuello del castaño que solo suspiraba complacido por los mimos de este, el prefecto pensó que tal vez por la inexperiencia que el castaño tenía sobre asunto sexuales, no le tocaba, pero también tenía que ver por la vergüenza de este. A todo esto, desde cuando Sawada Tsunayoshi tenía sentimientos por él, porque... No es nada normal que un chico tenga al parecer sueños húmedos contigo ¿no?... ¿Cuantas veces había hecho eso Tsunayoshi pensando en él? ¿Desde cuándo…? mejor dicho, el prefecto sonrió complacido, ya tendría tiempo de pensar en esas cosas por el momento le haría todo lo que deseara a ese castaño.


Los besos húmedos en el cuerpo de Tsunayoshi se hicieron más sonoros, la mano que acariciaba aun el miembro del castaño comenzaron a aumentar el vaivén y el cuerpo debajo de él solo podía retorcerse de placer y soltar gemidos cada vez más audibles, la verdad no le importaba si llegaban a escucharlos, después de todos nadie se atrevería a molestarlo a él, pero el castaño es otra cosa, además que tal si lo tomaban como que Tsunayoshi se le entregaba a cualquiera, el solo pensar eso hizo que un notorio enojo surgiera en él y que por eso una mordida que se supone seria leve en el pecho del menor se volvió en algo realmente agresivo.


Tsunayoshi: Itte~- se quejó el castaño- Hibari-san no me muerda- dijo en un leve sollozo.


El prefecto como disculpa lamio la zona afectada y comenzó a esparcir leves besos alrededor de esta, Tsunayoshi sonrió dulcemente mientras le agarro la cara y le guio a la suya, reclamando un beso tierno y empalagoso, a veces ese herbívoro le impresionaba.


Hibari: ¿Y eso?


Tsunayoshi: No todo es rudeza, Hibari-san- dijo simplemente con la sonrisa aun en sus labios.


El prefecto sonrió levemente dejando a un impresionado Tsunayoshi, pero esa expresión solo duro un poco porque luego sintió la cavidad del mayor sobre su miembro... Hibari-san estaba prácticamente devorando su miembro.


Tsunayoshi: Ahhh~- gimió realmente un poco fuerte sintiendo la humedad de la cavidad del prefecto, aquello era simplemente el paraíso para él- Hiba... Hibari... No voy... ahhh~... ha resistir mu-ah-cho- decía entre gemidos el castaño.


Hibari: Debemos bajarte la calentura- dijo mientras volvía a engullir el miembro del castaño.


Hibari comenzó a hacer el vaivén cada vez más rápido y cuando lamio la punta del miembro del castaño este no pudo más y se corrió en la boca del prefecto de Nanimori.


Tsunayoshi: ahhh~ ah~- decía mientras trataba de regular su voz- lo... si-siento Hibari-san


Hibari trago gustosamente la semilla de aquel pequeño, le miro intensamente a los ojos.


Hibari: No cabe duda... eres realmente delicioso Tsunayoshi- el castaño sonrojado a mas no poder vio con asombro al prefecto.


Bajo la atenta mirada del castaño Hibari comenzó a desvestirse, la primera prenda salió volando por los aires mientras con algo de impaciencia bajo sus pantalones junto con el bóxer.


Hibari: Supongo que tengo que quitar todo rastro de aquella droga de tu cuerpo- dijo sensualmente y viendo fijamente al castaño quien se había puesto más rojo, si es que se podía, al ver su anatomía- así que Relájate


Y de nueva cuenta comenzaron los besos, Hibari besaba apasionadamente a Tsunayoshi en un momento levanto al castaño y mientras él se recargaba en el respaldo de la camilla, las piernas del castaño fueron puestas a cada lado de sus caderas, sosteniendo su peso, aun sin sentarse en sus piernas. Entre besos y caricias dirigió una de sus manos hasta el trasero de Tsunayoshi y aprovechando la distracción de este metió uno de sus dedos en la entrada del menor, quien respingo ante el extraño e incómoda intervención.


Hibari: Ya lo dije una vez Tsunayoshi, Relájate- dijo viendo los ojos caramelos de aquel chico que le había robado el corazón.


Tsunayoshi fue relajándose, y sosteniéndose de los hombros del pelinegro sintió como este comenzaba a expandir su entrada para el siguiente paso, estaba seguro que no podría huir de esto, pero tampoco es como si quisiera huir realmente deseaba aquello necesitaba a Hibari-san dentro de él. El pelinegro metió un segundo dedo abriendo y cerrando como tijeras sus dedos, Tsunayoshi solo rasguñaba la espalda del pelinegro, apoyándose también en el pecho de este, suspirando de dolor y placer que le ocasionaba aquello, Cuando el tercer dedo entro en su pequeña entrada no pudo aguantar un leve grito de dolor, su entrada ardía pero sabía que ese leve dolor no sería nada comparado con lo que vendría después.


Cuando finalmente el pelinegro termino de prepararlo, le sonrió dulcemente, algo que según el prefecto solo su castaño tendría derecho de ver.


Hibari: Relájate y respira Tsunayoshi... Créeme lo último que quiero es hacerte daño


Tsunayoshi: Si, Hibari- dijo el castaño viéndolo con gran cariño y ambos se besaron con dulzura dejando por un momento la lujuria y el placer de lado, queriendo solamente trasmitir que en verdad amaban a la persona que en ese momento estaba a su lado y que querían proteger. Hibari jalo levemente las piernas de Tsunayoshi provocando que este pasara sus manos por sus hombros para sostenerse y acariciar también sus cabellos mientras aún era besado de manera tierna, cuando vio que su miembro estaba justo en la entrada de Tsunayoshi, comenzó a meterlo, el quejido fue ahogado por sus labios pero sabía que a su castaño le dolería mas si entraba lento por lo que apresurándose Hibari entro de una sola estocada al cuerpo del menor quien ahora si grito de dolor y jalo los cabellos del pelinegro quien gruño un poco tanto por el placer que le causaban las apretadas paredes internas de Tsunayoshi como por el jalón de sus cabellos.


Tsunayoshi: Nghh~ No... Pensé q-que dolería ta-tanto- dijo apretando sus dedos en la espalda del pelinegro y mordiendo su labio inferior tratando de calmar las inmensas ganas de gritar y llorar en ese momento, vaya que había dolido.


Hibari: Sé que sonare repetitivo pero... Relájate, solo así se calmara el dolor o será menos intenso, no aprietes tu entrada me estas volviendo loco con eso y no creo tener la suficiente cordura para aguantar las inmensas ganas de darte duro contra el muro en este momento Tsunayoshi- dijo mientras sentía como su miembro era cada vez más aprisionado en aquellas paredes tan exquisitamente estrechas para él.


Tsunayoshi: Nghh N-No te muevas aun, por favor- dijo mientras trataba de acomodarse, pero al leve movimiento era un dolor punzante.


Hibari comenzó a besar su cuello tratando de distraerlo de la intromisión de su miembro en su entrada, lamia, succionaba, acariciaba cada parte del cuerpo del castaño tratando de expresar sus sentimientos en esas caricias suaves y llenas de cariño, sabía que Tsunayoshi lo entendería y no solamente por su intuición, sino porque sabía que ese castaño era uno de los únicos que sabían comprenderlo. Cuando sintió un leve movimiento de parte del castaño y aquel deseo incrustado en aquellos ojos cafés, fue el momento exacto donde el podía comenzar con las penetraciones, al principio iniciaron leves, lentas, disfrutando el movimiento tortuoso y cálido de su miembro sobre las entrañas de la persona que amaba, cuando sintió que era fácil para e entrar y salir, fue cuando comenzó a aumentar el paso de las penetraciones.


Tsunayoshi: Ahh~ ah~


Hibari: Eres hermosamente deseable, Tsunayoshi


Tsunayoshi: Kyo... ahhh~... ya- decía entre gemidos.


Hibari: Me excita escuchar mi nombre nghh~- gemía ronco- entre tus gemidos Tsunayoshi, dilo... Di mi nombre


Tsunayoshi: Kyoya... ahh~... Kyoyaaah~, Kyoyaah~- decía una y otra vez el castaño, comenzando a mover sus caderas al igual que las penetraciones de Hibari, para sentirlo cada vez más adentro de él.


Hibari cambio de nuevo de posición acostó a Tsunayoshi en la camilla y el encima de él pasando las piernas del castaño sobre sus hombros, comenzó a moverse de manera frenesí tocando un parte donde el castaño gimió fuertemente y su cuerpo se había retorcido del placer experimentado.


Hibari: Así que... ese es el punto- dijo mientras cada penetración era en ese lugar.


Tsunayoshi: ahhh~ ahhh~ N-No... N-No ma-Mas... Kyoyaaa~... Me corre-correré- dijo dificultosamente.


Pero Hibari siguió con las penetraciones certeras a esa parte sintiendo como las paredes internas de Tsunayoshi cada vez más se cerraban aprisionando su erección de una manera demasiado placentera para él, pronto se correría y por lo que divisaba también Tsunayoshi lo haría.


Tsunayoshi: Kyoyaaaaaa~- Gimió fuertemente manchando el abdomen del pelinegro y de él al venirse en el infinito orgasmo.


Hibari: Tsunayoshi ngh~- y al igual que el castaño se vino dentro de él.


Las respiraciones irregulares, las leves sacudidas en su cuerpo del reciente orgasmo, el calor dentro de aquella habitación junto con el claro olor de sexo en el aire sin duda los delataba que habían hecho momentos antes, pero en ese momento no les importaba a ambos, lo único que importaba en ese momento para ellos era disfrutar de la compañía de ambos, después de ese encuentro realmente poco imaginado. Sin haberlo planeado habían ambos cumplido una de sus más profundas fantasías y que sabían que más de un joven de esa escuela también tendrían.


Hibari: ¿Ya estas mejor o todavía necesitas ayuda?- susurro eróticamente en el odio del menor aun sin salir del interior de este.


Tsunayoshi: No lo sé- dijo coquetamente- Tal vez... Aún está en funcionamiento el afrodisiaco que me dio Reborn


Hibari: En ese caso... Con gusto te ayudare de nueva cuenta, Tsunayoshi- dijo besando los labios del castaño- Aunque esta vez tengo una condición


Tsunayoshi: ¿Cuál?- dijo confundido viendo directamente los ojos del pelinegro, llenos de curiosidad y amor.


Hibari: Serás mi novio a partir de hoy- dijo seriamente para de nuevo besar los labios del castaño- Y más vale que digas que si de lo contrario, Kamikorosu


La risa del castaño y el leve abrazo que este le dio fue la señal del pelinegro de que el castaño estaba más que encantado con la condición.


Tsunayoshi: Por supuesto que acepto la condición, Hibari-san


Hibari: Kyoya, desde ahora dime Kyoya, Tsunayoshi


Tsunayoshi: Kyoya- dijo dulcemente.


Y de nueva cuenta los labios de ambos se buscaron en un tierno beso de enamorados, que paso a ser salvaje y eso llevo de nueva cuenta a la anterior acción que estaban haciendo momentos antes de que ambos al fin se hicieran novios.


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Les levanto de aquel sueño agradable que estaban teniendo ambos aun abrazados en aquella camilla de la enfermería escolar, aquel timbre marcando la salida de todo el alumnado de la escuela. Hibari se levantó acariciando los castaños cabellos de su ahora novio y pasándole la ropa comenzaron a vestirse.


Hibari: Sera mejor que te lleve a casa


Tsunayoshi: ¿Eh? No te molestes, sé que tienes que dar rondas para vigilar Nanimori y puedo llegar perfectamente a casa solo- dijo mientras comenzaba a pararse, pero en eso un fuerte dolor en su espalda baja le hizo caer de bruces al suelo, aumentando el dolor- Ittee!!


Hibari: Decías- dijo risueño, viendo como su novio ahora se quejaba del dolor.


Tsunayoshi: Pudiste ser más amable Kyoya- se quejó el castaño al ver a su pareja divertido a su costa- Era mi primera vez


Hibari: No parecías quejarte, además tú fuiste quien dijo que aún no estaba satisfecho... por mi hubieran sido más de 3 veces, Tsunayoshi- dijo yendo a su lado para luego agacharse y robarle un leve beso a su castaño quien solo se sonrojo al no sentirse acostumbrado a esas muestras de cariño- Ahora sí... ¿Me dejaras llevarte a tu casa?


Tsunayoshi: Esta bien- suspiro.


Hibari: Sirve que le agradezco al bebe por darte el afrodisiaco


Tsunayoshi: ¡¡¡Kyoya!!!- grito el castaño avergonzado.


Y así Hibari cargo a Tsunayoshi para llevarlo a su casa en donde platicarían de su reciente noviazgo con la madre del castaño y de paso agradecerle a Reborn por darle aquel afrodisiaco a su castaño, dado que de no ser por eso, tal vez nunca se hubiera confesado.


Fin

Notas finales:

Si, si... Lo se~. El final esta del asco *se pone a llorar en un rincón* pero la idea se me fue de mi cabecita y pff no supe como terminarlo. El lemon tampoco estuvo tan bueno, a quien engaño estuvo del asco así que les pido perdón, pero bueno quise subir algo de esta parejita hermosa que tanto amo en San Valentín y no quise escribir algo relacionado con la fecha porque... Porque no se me dio la gana jaja xD La verdad, Pero bueeeeno... He de decirles que creo que ya subiré la continuación de mi enfermero personal, aún no está terminada pero creo que así me presionare para escribir algo y no dejarles con la intriga de que pasara luego después de miles de años :D ¿Quieren que haga eso?.


Como sea les deseo un Feliz San Valentín adelantado :D Les quiero un montón Gracias a aquellas personitas que les gusta como escribo y en especial a Tsuna Kenny ( <3 ), Dania, Tsuna Sawada ( <3 ), Esmeralda >w< y más gentecita que me tiene agregada en Face :D Gracias las quiero un montón y los quiero un montón también ajjajaa xD .


Este fanfic fue inspirado de un Doujinshi de la misma pareja :D >w<


RETO PONER LA FRASE DE "DURO CONTRA EL MURO", HECHO. (En tu carota Eli :p )


Atte: Naruyoshi quien está emocionadaa de hacer cupcakes para sus amigos ya que está bien ForeverAlone amorosamente jajaa xD Bye bye <3


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