// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ----------
07.- ENCANTANDOTE…
-¿Por qué Potter?
-Por qué me gustas Draco – Y lo soltó Harry sin más, siempre fue sincero y expuesto en sus sentimientos, sabía que una forma de poder acercarse y sanar al rubio era hablar con la verdad, y que mejor que decirle lo que sentía, era bueno abrir el corazón y ambos se necesitaban, ambos debían empezar a vivir de nuevo.
Ambos, porque desde ahora en adelante estarían juntos. Ninguno de los dos estaría solo.
Después de esa tan fugaz confesión Harry salió de la habitación para darle tiempo al rubio de pensar, pudo ver que le afecto bastante lo que le dijo ya que su expresión fue realmente notoria, igual que su sonrojo, era increíble ver que Malfoy era tan inocente en cosas sentimentales, se notaba que no tenía mucha experiencia y al parecer su niñez tampoco fue muy tranquila. Averiguaría bien todo, y tendría paciencia, no lo asustaría, si quería sanar sus heridas internas debía ser cálido y paciente. Aunque eso no quitaba el deseo que sentía por él y las ganas que tenia de tirársele encima y hacerle el amor. Suspiro, que difícil iba a ser todo esto, pero lo lograría, lo sabía, iba por buen camino.
Draco no supo que hacer y decir, ¡Jamás!... pero jamás de los jamases se imaginó una confesión así, vamos ¡Harry Potter era el salvador del mundo mágico! ¡Un héroe! ¡Intachable e inalcanzable! ¿Cómo era posible que le dijera eso? Y a él más encima, un mortifago juzgado y condenado a cadena perpetua, con una historia familiar ennegrecida por el clasismo y lleno de oscuridad en su alma, lleno de heridas y dolor. Potter no se merecía alguien como él. Pero aparte de sus abrumados pensamientos también sintió otra cosa, calor, esperanza y ternura, dentro de todo lo malo que él pensaba que había hecho, alguien a parte de su madre lo quería, lo veía por lo que era en su interior y no por lo que había hecho su familia o el mismo, Potter siempre había sido especial al fin de cuentas ¡Un maldito héroe! Y Draco en el fondo se lo agradecía, lloro un buen rato, y agradeció mentalmente que el moreno lo dejara solo, podía liberar un poco esa angustia y maraña de sentimientos que lo embargaba.
La noche llego lentamente, Draco después de tanto llorar se quedó dormido, estaba agotado, física y mentalmente. Dormir en una cama limpia y ser atendido por el mismo héroe era casi un sueño, llevaba años durmiendo en el frio y sucio suelo, primero era una celda en Azkavan y luego las mazmorras del ministro. Y ahora estaba todo a su alrededor tan limpio y ordenado, la cama tan blandita, era un sueño y tenía miedo de despertar. Sintió que lo movían despacio, abrió lentamente los ojos, quedando hipnotizado por unas esmeraldas tan verdes y puras, se sonrojo en el acto al verlo tan cerca de él.
-Draco, es hora de tu medicina – Dijo Harry bajito, ayudándolo a incorporarse, notando de paso el nerviosismo y sonrojo del rubio – Desde mañana Milk (la elfina que lo ayudo en la casa del ministro) empezara a atenderte y acompañarte.
-Gracias – Dijo suavemente el rubio, tenerlo tan cerca y sobre todo que lo llamara por su nombre lo ponía nervioso, Nunca había sentido cariño por otra persona que no fuera su madre, pero Potter tenía esa cualidad oculta, sabia llegar rápidamente a los corazones de las personas – ¿Tú… no estarás en el día? – Dijo tímidamente.
-¿Yo? – Harry le sonrió pícaro – ¿Si quieres puedo pedir permiso en el trabajo y te cuido personalmente?
-¡No! No… es necesario.
-Bien… Milk te cuidara bien y lo que necesites pídeselo y ella te lo dará, Hermione dijo que tenías que hacer mucho reposo, comer bien y tomarte todas las pociones, así que serás un buen niño y le harás caso, porque te aseguro que si la desobedeces la tendremos aquí gritándonos como una mandrágora bebe todo el día - El rubio sonrió ante la comparación – Eso está mejor, es lindo verte sonreír – Y otra vez Draco se sonrojo ¿Potter tenía que ser siempre tan directo? ¿Y ponerlo tan nervioso? – Bien, es hora de dormir – Para espanto del rubio comenzó a desvestirse delante de él.
-¿Peeee…rooo que haces?
-¿He? A verdad – Dijo como si nada el moreno - No te había dicho que estas en mi habitación, como te trajimos rápido no te pude colocar en tu cuarto ¿No te molesta verdad? Dormiré al otro lado de la cama – Levanto las manos inocentemente – No te tocare… lo juro.
Draco lo miro espantado, no le creía nada eso de “No te tocare” y el más encima que no podía moverse y arrancar de esa situación tan embarazosa. Mientras pensaba Harry rápidamente se coló en la cama, vestido solo con unos bóxer, efectivamente no lo estaba tocando, la cama era grande, pero tenerlo ahí, tan cerca, tan vivo y tan condenadamente atractivo.
-//¿Atractivo? ¡Dios! ¿Qué estaba pensando?//
Era una situación bastante complicada. No hablaron más y ambos trataron de dormir, como en la madrugada Harry despertó bruscamente, el rubio se removía entre sueños sollozando, al parecer en una pesadilla, se acercó lentamente y lo abrazo, que difícil era tenerlo tan cerca y no poder consolarlo como era debido, quería que el rubio se sintiera seguro con él, que no tuviera miedo y si lo tenía, que acudiera a él para ayudarlo, quería ser parte de su vida, no, más bien quería “Ser, su vida”, nunca antes había sentido algo tan grande, ni siquiera cuando estuvo con Ginny, tampoco se sabía tan posesivo y romántico. Solo el rubio había despertado ese tipo de sentimientos en él, solo él.
-Draco… tranquilo… yo estoy contigo… ya no estarás más solo– El moreno lo abrazo fuertemente trasmitiéndole calor. El rubio entre lo que podía moverse se apretó a él ¿Cuánto tiempo llevaba desde que las pesadillas lo invadían? Pero nunca antes había habido alguien para que lo acompañara y lo calmara, de seguro era la debilidad que sentía porque no podía aguantarse las lágrimas y los sollozos era más fuertes, agradeció que estaba oscuro, le daba vergüenza que Harry lo viera así, tan vulnerable y expuesto, tan débil ¿Cuántas veces se tuvo que aguantar las lágrimas delante de su madre? Siempre demostrándose fuerte, cuando en realidad era tan frágil como la porcelana. ¿Y porque las palabras de Potter lo aliviaban tanto? ¿Qué tenía él de especial?
Y estuvieron un buen rato, el rubio llorando y el moreno consolándolo hasta que Draco se durmió, esa noche durmieron abrazados, solo entregándose calor. Ya después, se cambió de cuarto a regañadientes de Harry por supuesto.
Y así pasaron los días, Draco fue sanando lentamente, aunque producto de haberlo movido y agitado en plena recuperación de su pierna, el rubio quedo con una pequeña cogerá, aunque casi ni se notaba. Draco se las dio de mayordomo y cambio casi toda la decoración de la casa, del aspecto antiguo que tenía le dio colores más vivos y frescos. Harry volvía temprano del trabajo, siempre con un regalo para el rubio. Draco los recibía en silencio, todavía le daba vergüenza que lo regalonearan de esa manera. No se dio ni cuenta cuando lo empezó a llamar por su nombre al moreno, pero si Harry lo noto, se daba cuenta de cada cambio que el rubio tenia hacia él, y sabia también que de a poco lo estaba alcanzando, debía seguir por ese camino, Malfoy no conocía lo que era ser tratado por los demás con cariño, solo su madre se lo daba.
-Draco ¿Qué se siente tener padres? – Le había preguntado Harry inocentemente, muchas veces él también se sentía solo y le venían sus crisis – Yo… me hubiera gustado tenerlos conmigo.
-Solo puedo decirte lo que se siente el cariño de una madre – Dijo Draco calmadamente, ambos estaban en el living disfrutando de una película, estaban sentados en un sillón grande donde Harry poco a poco se iba acercando al rubio – Mi padre nunca fue cariñoso conmigo, digamos que… nunca fui la persona que él quería, padre era muy estricto, nunca supe lo que era una caricia de parte de él.
-¿Te golpeaba? – Dijo el moreno preocupado.
-Sí, cada vez que tú salías airoso de algo y yo no era capaz de impedirlo sabía que al volver a casa me esperaba una sesión de castigo en el estudio, mi madre muchas veces trato de impedirlo pero mi padre me encerraba con llave y solo habría cuando estaba inconsciente o se cansaba. Te odiaba en el colegio- Dijo firmemente mirándolo y el moreno sintió temor - Siempre te salían las cosas bien y eso solo significaba miseria y golpes para mí. Pero ya después que se desato la guerra me di cuenta que no era ni culpa tuya ni mía, ambos estábamos absorbidos en vidas que no deseábamos, tú con tu misión de matar al lord y yo con la realidad que involucraba ser de una familia sangre pura y llena de prejuicios. En parte mi padre me daba pena, había sido criado de esa manera y ya no se podía hacer nada para cambiarlo. Cuando murió una parte de mí se alivió – Draco dejo caer lentamente las lágrimas, al final Harry era la única persona que lo conocía así, y a la única que le demostraba realmente sus miedos – Y me sentí mal por eso, pensé que no era un buen hijo, un ingrato… y la otra parte sufrió por su perdida y también porque si el lord perdía significaba para nosotros el fin, cuando nos apresaron de lo único que me preocupe fue en salvar a mi madre, daba lo mismo lo que me pasara a mí, en la cárcel conocí en carne propia el odio que nos tenían los guardias y otros mortifagos, había veces que ni siquiera podía dormir, me mantenía en vela vigilando que no nos atacaran, mi madre que estaba conmigo en la celda trataba de consolarme y darme fuerzas, pero yo sabía que no había un buen final en eso, cuando Smith nos tomó como esclavos pensé que nuestra realidad cambiaria un poco pero no fue así, mi madre fue embrujada y yo impotente no podía hacer nada, solo ser un saco de golpes humano, cuando te vi en el hospital no lo pensé, solo me arriesgue y te lo dije, tú eras mi última esperanza, por eso no me importo ser un espía y mucho menos morir en el proceso, sabía que tú no la abandonarías y eso me tranquilizo, había momentos que no tenía fuerzas ni voluntad para seguir, y sentía miedo de no poder ser útil para ti y para mi madre ¿No entiendo que me vez Harry? Al fin de cuentas soy un cobarde y lleno de miedos ¿Qué vez de maravilloso en mí que yo no veo? – La pregunta salió más como una súplica y Harry se enamoró más, definitivamente se estaba volviendo un cursi melodramático porque cada día que pasaba lo quería más y más. Se acercó a él rápidamente y le tomo con ambas manos la cara quedando frente a frente.
-Es difícil resumir en palabras lo que veo de maravilloso en ti – Estaban tan cerca que el aliento de Potter chocaba en la cara de Draco – Puedo decirte que eres el ser más hermoso que he visto y me quedaría corto, puedo decirte que admiro tu fortaleza y tu valor, porque si, Draco, eres fuerte e íntegro, leal a tus seres queridos, pero yo veo más allá de todo eso, lo que siento por ti es tan grande que no sé cómo explicártelo con palabras, definitivamente no puedo, nada de lo que diga grafica lo que realmente nace en mi por ti, yo… - Y Harry en un movimiento rápido lo beso, en un beso profundo, en él quería reflejar todo, quería decir lo que las palabras no podían y el rubio se dejó llevar, porque el beso no era violento como cuando una vez Middleton lo acoso violentamente, este beso era distinto, lleno de ternura y a la vez de pasión. Lo necesitaba, necesitaba ese calor, y lo necesitaba a él.
Se besaron un buen rato, dejándose llevar por el momento, luego se abrazaron, Harry no quiso avanzar más allá, no podía arriesgarse, ya después vendría lo más ansiado.
-¿Te convencí? – Dijo inocentemente el moreno, recibiendo un asentimiento de parte del rubio, todavía avergonzado por lo que había pasado – Iremos lentamente Draco ¿Ok? No te obligare a nada, solo quiero que me quieras por como soy, que te enamores de mí como yo lo estoy de ti – Le beso la frente tiernamente.
-Yo… no se mucho de esto.
-Pues aprenderemos juntos ya lo veras.
Y comenzó la vida de ambos, juntos, Harry en lo que podía le arrebataba un beso al rubio, Draco se dejaba dócilmente pero era muy difícil que el tomara la iniciativa, lo que a Harry no le importaba mucho porque también a él le encantaba robárselos.
Draco aprendió a compartir con los amigos de Harry, eran bastante simpáticos, también las únicas veces que salía de la casa lo hacía con Harry para ver a su madre que estaba internada en un hospital mágico fuera de Londres, un lugar hermoso y tranquilo, donde la atendían muy bien, se devolvían siempre tomados de la mano. Harry ya no trabajaba horas extras, de hecho muchas veces llegaba temprano solo para estar con él, le encantaba que el rubio lo recibiera en el living y le sonriera, obvio que este último también aprovechaba de abrazarlo fuertemente y besarlo.
Cuando llevaban medio año juntos Harry se decidió llegar más allá, una noche lo había tomado entre sus brazos y lo había depositado en la cama como si fuera lo más delicado que el mundo tuviera. Y Draco conoció lo que era realmente ser devorado y amado a la vez, pero no sintió miedo, de hecho lo ansiaba, Harry le enseño lo que era revolverse de placer y deseo, le enseño que el corazón podía explotar de éxtasis y lloro, pero no de tristeza, si no de felicidad. Desde esa noche, en esa casa solo se ocuparía un puro cuarto, ya que ninguno de los dos dormiría solo.
Un día, ambos estaban el despacho de Harry, más bien Draco estaba sentado en las rodillas de Harry besándose cuando sintieron la chimenea, el rubio se levantó rápidamente, todavía le avergonzaba que lo vieran tan cariñoso con el moreno.
-¿Harry? – De ella apareció Ginny Weasley con un niño de 2 años en sus brazos.
-Ginny ¿Qué haces aquí? – Dijo sorprendido Harry, su relación con la pelirroja había terminado bien, como amigos, pero de eso hace casi 3 años, la mujer se había alejado del país buscando un nuevo futuro y no la había visto más.
-Harry ¿Tú y Malfoy? Eso es raro – La chica lo mira extrañada y divertida, pensando que no sería tan difícil lo que tendría que decir ahora.
-¿Dime Ginny que deseas? – Dijo cortante Harry encontrando inoportuna la pregunta de la mujer, Draco trato de alejarse pero él lo tomo de la mano.
-Es cierto, vengo a otra cosa. Harry quiero que me perdones pero ya no puedo ocultar a mi hijo de ti y de mi familia.
-¡¿Qué?! – Ambos hombres se pusieron pálidos.
-Él es James, Harry, tu hijo.
El niño que tenía los ojos y el pelo igual a Harry se chupaba un debo, asustado, mirando a ambos hombres. Harry pálido y sorprendido por lo que Ginny le dijo. Draco angustiado ¿Y si Ginny le pedía a Harry volver con ella por el niño? ¿Qué pasaría con él? Y de nuevo volvió a sentirse vulnerable, justo ahora que sentía que su mundo estaba brillando, justo ahora que sentía que ya no podría dejar al moreno. Justo ahora…
********** Continuara *********