// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ----------
02.- ESPIANDO…
-Te quiero hijo mío, cuídate por favor- La mujer fraternalmente le beso la frente.
-Yo también mamá, ya verás que pronto saldrás de aquí – Draco le beso la mejilla, amaba a su madre, la única persona en su vida que le había demostrado afecto, Lucius siempre lo maltrato. Por culpa de él estaban ahora como estaban, él los había arrojado al señor oscuro para vanagloriarse él y su sangre pura. Draco no iba a dejar que su madre sufriera, ya habiéndose casado con Lucius tenía bastante. Podían acabar con él, pero con su madre… jamás.
+++++++++++++++++++++++++++++
-¡Joven Malfoy! Despierte por favor – Milk la elfo domestico del ministro movía suavemente al rubio tratando de despertarlo, este estaba tirado encima de un colchón en mal estado, esa era la habitación que tenía, un lugar oscuro, ya que ni siquiera tenía ventanas, en las mazmorras de la mansión, también en otras habitaciones estaban los otros esclavos, Draco era el único que ocupaba esa habitación que era una de las en peor estado, el ministro tenía un total de 50 ex mortifagos destinados en distintas ocupaciones, algunos estaban para limpiar o servir, y solo algunos estaban para la entretención de los miembros del Winsengamont en las diferentes fiestas particulares que hacia Alfred Smith, pero obviamente Draco era la atracción principal – ¡Joven Malfoy! – Draco comenzó lentamente a abrir los ojos, le dolía todo el cuerpo, se sentía casi desfallecer - Joven Malfoy, el amo dice que debe ayudar en el aseo de la casa – La elfina lo miraba melancólicamente, casi con cargo de conciencia al despertarlo y pedirle algo.
-Si… ya voy… - Trato de reincorporarse de a poco, la paliza recibida anteriormente había sido brutal, 4 distinguidos miembros del Winsengamont lo habían pateado en el suelo hasta la inconciencia, a ellos les gustaba usar la fuerza bruta en vez de la magia para torturarlo, según ellos era más divertido.
-¿Cuánto llevo dormido?
-2 días.
-¡¿2 días?! – El rubio se sorprendió, tiene que haber estado bastante mal para dormir tanto y sobre todo que lo dejaran. Lamento también no haber podido ir a visitar a su madre. En esos días tenía que juntarse con Potter para darle algún informe de su investigación, contaba con eso, Potter ya no era el mismo, tenía que aportar en algo, o si no la ayuda a su madre se terminaría.
-El amo desea que se limpie el estudio… y quiere que lo haga usted… sólo.
-Bien… solo dame unos momentos…- Y así se levantó lentamente, las piernas le temblaban, la verdad, es que casi toda su humanidad temblaba, la debilidad que sentía era enorme – ¿Puedo… tomar alguna poción para el dolor? – La elfina negó con la cabeza – ¿Y… agua?- El rubio sentía que se desmayaría nuevamente pero resistió, también sintió que sus ojos estaban más hinchados que antes. Pero cuando Milk le hizo aparecer un jarrón con agua se movió tan rápido como su cuerpo se lo permitió, solo para alcanzarlo, tenía mucha sed, su garganta estaba seca de tanto gritar de dolor, con la misma agua se trató de lavar el rostro y las manos, tocándose pudo sentir que su ojo ya antes maltratado había empeorado y el otro estaba también hinchado, será por eso que veía tan borroso. Su limpieza duro solo unos minutos, luego se incorporó y se fue lentamente a hacer su trabajo. Sintiendo como la elfina le lanzaba el hechizo “glamour” a su cuerpo. A su amo no le gustaba que anduviera por la casa como un monstruo desfigurado, y no era porque le tenía estima, sino porque si aparecía alguien del ministerio y lo veía en la realidad que vivía, Alfred tendría que dar explicaciones por maltrato o por faltar a los derechos humanos mágicos. Porque en sus famosas fiestas donde Draco era el saco de papas principal, no entraba cualquiera, solo los elegidos por él.
Y así estuvo casi toda la mañana limpiando el lugar, moviéndose lentamente, aguantando el dolor solo como él sabía hacerlo. Por lo menos el estudio no se ocupaba mucho, solo para reuniones, así que tampoco estaba muy desordenado. Eso era un gran alivio.
-Me dijeron que habías despertado – Dijo de pronto John Middleton, este sabiendo que el rubio estaba dentro solo, había entrado al estudio silenciosamente, Draco se sobresaltó, si bien ese hombre nunca le había pegado, no le gustaba, demasiado amable para su gusto con él o mejor dicho demasiado confianzudo, siempre tratando de tocarlo.
-Todavía no termino de limpiar ¿Desea ocupar el estudio? – Draco no lo miro y siguió limpiando, el rubio lo trataba casi igual como si fuera el ministro, sabía que era su hombre de confianza.
-No, la verdad es que quería verte – Esta vez si el rubio lo miro extrañado – Vamos precioso, no me pongas esa cara de extrañeza, sabes muy bien cómo me gusta verla.
-Permiso, me retiro… será mejor que después termine – Draco sabía muy bien cuando debía arrancar de una situación peligrosa, y siempre cuando estaba con ese hombre corría peligro, no había que ser muy tonto para no darse cuenta de las intenciones de Middleton.
-Yo creo que no necesitas irte todavía – John lo tomo del brazo justo cuando había pasado por su lado y lo volteo hacia él con un movimiento brusco, Draco gimió, su cuerpo estaba muy débil y resentido – Es una lástima que este lindo rostro sea desfigurado por los golpes – John parecía hipnotizado por el rubio, Draco estaba atrapado entre los brazos del moreno, estaba débil por los golpes, por lo que apenas y tenía fuerzas para moverse y el mayor lo aprisionaba bien. Middleton trato de besarlo pero el rubio ladeo la cara – jajajaja siempre tan fiero e indomable conmigo – Dijo fascinado, lo sujeto firmemente con un brazo y con la otra mano le levanto la barbilla, apretó con sus dedos el mentón, tuvo que hacer una buena presión para poder sujetarlo, ya que el oji gris se resistía a pesar de lo débil que estaba, y eso lo volvía loco.
-Suélteme – Dijo Draco con los dientes apretados de rabia, odiando su debilidad, pero tenía claro que si trataba de hacer algo con ese hombre, saldría muy mal parado.
-Y si no quiero, dime… ¿Qué es lo que podrías hacer Draco? Tienes claro que si me haces algo, Smith te materia o mataría a tu madre ¿Lo sabes verdad? – El temblor que sintió en el cuerpo del rubio le dijo que si, era emocionante tener a Draco casi a su merced – Pero no temas precioso, no quiero que Smith te siga lastimando más, si no fuera por el “Glamour” que llevas jamás podría ver tu lindo rostro – Ahora si Middleton lo beso, con fiereza y deseo, por más que el rubio se resistió no pudo con él, era un beso rudo, al terminar le dejo los labios magullados – No te preocupes precioso, pronto todo esto terminara, cuando termine de hacer el trabajito que me encargo Smith con Potter, te pediré a ti a cambio del gran favor, obviamente te ira mucho mejor que aquí, si te portas bien jamás te golpearía y solo pediría de ti… – La mano que lo tenía del mentón bajo hacia su trasero y lo apretó fuerte.
-¡No! – Dijo el rubio, ahora si asustado, tratando nuevamente se separarse de ese hombre.
-No puedes hacer nada precioso – Ahora su mano se metió dentro del pantalón del rubio, Draco se retorcía y trataba de empujarlo, a Middleton ese simple gesto lo excitaba de sobremanera – Ahora como estas no puedes hacer nada y después mucho menos porque cuando seas mío – Apretó la entrepierna del rubio – Esto será solo el aperitivo precioso.
Unos golpes en la puerta impidieron que el mayor continuara con su acoso.
-¿Joven Malfoy ya termino con el aseo? – La elfina pregunto desde el otro lado, no queriendo entrar, había visto entrar al Señor Middleton al despacho. Por la sorpresa del golpe, John aflojo su apretón a Draco y este aprovecho para soltarse de él asustado.
-¡Sí! Salgo enseguida – Ni siquiera volteo a mirar al hombre que quedo mirándolo irse rápido, tampoco noto la sonrisa que se formaba en Middleton al verlo.
-Pronto, muy pronto precioso, no podrás escaparte de mí.
++++++++++++++++++++
-¡Malfoy! Creí que ya no vendrías – Dijo Potter molesto, había esperado 2 dias por el en el hospital para poder recibir alguna información valiosa.
-Lo siento Potter no pude venir antes – Dijo el rubio mirando al suelo.
-Vaya, se dignó a venir el mortifago reivindicado – Esa voz Draco la conocía muy bien, la comadreja Weasley se acercaba a ellos con dos cafés, al llegar le entrego uno a Harry, Draco solo pudo deleitarse con el olor, que no daría por probar algo caliente en sus labios – Y bien Malfoy ¿Que terrible fechoría te hicieron hoy? – El tono de burla de Ron era evidente, no se creía eso de que Malfoy estuviera siendo maltratado por el ministro y si en caso fuera así, se lo tenía bien merecido el rubio. Harry les había contado todo a sus amigos y como Ron era auror, lo llevo con él para la investigación, ambos alerta de cualquier engaño del rubio.
-¿Se lo contaste todo Potter?
-Obvio Malfoy, es mi mejor amigo, él y Hermione saben todo de mí. En todo caso eso no te importa. Y dime ¿Que has averiguado? – Harry no dejaba su tono frio y distante, cuanto había cambiado, pero por lo menos lo estaba ayudando.
-No mucho, solo sé que Smith mando a hacer algo a John Middleton, al parecer contra ti, pero no sé qué es.
-¿Middleton? ¿Es el asesor mágico del ministro, verdad? – Dijo Ron pensativo -En todo caso ¿Qué podrían hacer contra Harry? El mundo mágico lo adora, nada de lo que digan podrá empañar su imagen intachable.
-Sí, es verdad – Dijo ahora Potter – Nunca he ocultado nada a nadie y mi pasado no es oscuro – Lo último lo dejo mirando a Malfoy – Pues, no me sirve mucho lo que averiguaste.
-Pero… - Dijo Draco desesperado, si no traía información Potter no ayudaría a su madre – También hace fiestas clandestinas donde solo algunos entran, te puedo dar nombres de altos mandos del ministerio que acuden y nos torturan, se puede usar eso como abuso a los derechos humanos de los magos.
-Ya, y te podemos usar a ti de testigo para la acusación formal ¿Verdad? – Hablo Ron divertido – Déjame decirte Malfoy, que casi todo el mundo mágico estaría feliz por lo que supuestamente te hacen… si es que te lo hacen – Ron ponía sarcasmo y mala leche en todo lo que decía, dándole a entender a Draco que no le creía nada, y Malfoy sabía que si no convencía a Weasley, Harry no lo ayudaría.
-¡No! Yo no les serviría mucho, pero hay mortifagos en manos del ministro que son muy jóvenes, casi unos niños, a ellos también los golpean, podrían salvarlos a ellos, serian un buen argumento, son solo niños… – Harry miraba fijamente al rubio, le creía, le había visto los golpes, pero confiar en Malfoy era tan difícil, casi inaudito, también se daba cuenta que Malfoy en ningún momento había pedido que lo salvaran a él, antes había hablado solo de ayudar a su madre, ahora de los jóvenes encarcelados ¿Y por qué no a él?
-Lo de los niños es un buen punto – Dijo Harry al fin para cerrar la conversación y vio también una mirada ilusionada del rubio – Quiero que averigües mas de eso.
-Si – Dijo Draco aliviado, conseguir información necesaria significaba ayudar a su madre.
-Malfoy ¿Por qué no viniste en estos días? – Potter lo miraba fijamente, sabia la respuesta, solo necesitaba confirmarla, la duda siempre iba a estar cuando se trataba de hacer algo con un Malfoy, una serpiente de cabo y rabo.
-No pude… solo… no pude.
-Quizás te dolió la espalda de tanto barrer Malfoy – Otra vez Ron con su tonito – Como tus distinguidas manos no conocen esa actividad, puede que te allá dado depresión.
-Ron, mira… y cállate - Harry ya un poquito harto de la actitud del pelirrojo le arrojo un “finite incantatem” nuevamente a Draco.
Y así, nuevamente aparecía el rostro del rubio maltratado y casi desfigurado, pero ahora se notaban en las ropas más manchas de sangre, Ron guardo silencio y lo miro casi impactado, el espectáculo que daba el rubio era chocante.
-Ahora estas mucho peor que el otro día ¿Por eso no pudiste venir? – Harry miraba al rubio sin ninguna expresión definida, a la vista de todos parecía que no le importaba en absoluto la situación de Malfoy.
-Sí… desperté hoy en la mañana… estuve 2 días inconsciente.
-Pero hay pociones que te quitan la hinchazón rápidamente – Dijo Ron por primera vez preocupado.
-No me dan pociones… no tienen permitido dármelas…
-¿Quieres decir que no te dan nada? ¿Ni siquiera para el dolor? – Ron volvió a hablar.
-No, cuando desperté solo pude lavármelas con agua, es lo único que le permiten a la elfina Milk darme.
La mirada de los chicos cohibió un poco al rubio, pudo ver lastima en la cara de Ron, en la de Potter nada, no sabía porque… pero se desilusiono.
-Debo ir a ver a mi madre, te mantendré informado Potter – El moreno asintió y le volvió a lanzar el “glamour”. El rubio una vez listo se alejó lentamente de ellos y camino rumbo a la habitación de Narcissa.
-Esto se ve bastante complicado amigo – Dijo Ron seriamente.
-Ya lo sé, quedaste igual de impactado que yo.
-La verdad, es que es… algo difícil de asimilar, Malfoy debe estar muy desesperado, ni siquiera me devolvió alguna de las palabrotas que le lance, parece como si estuviera ya resignado, no sé, es complicado de decir.
-Sé a lo que te refieres, yo también lo siento así.
++++++++++++++++++++++++++++++
Draco venia devuelta de ver a su madre, siempre que la visitaba quedaba más tranquilo, caminaba lentamente, llevaba años luchando contra el dolor, sobre todo físico, de niño su padre lo golpeaba, supuestamente para educarlo, después Voldemort lo torturaba por algún error que cometía y ahora el ministro, los golpes habían pasado a formar parte de su joven vida. Estaba tan cansado, le dolía todo pero lo trataba de asimilar bastante bien, tenía hambre, lo último que había comido habían sido unas migajas de pan que le dieron como comida hace 2 días, su estómago gruño suavemente, también ya lo tenía adaptado a la abstinencia. Tenía una meta, no se dejaría vencer hasta ver a Narcissa bien, solo cuando eso ocurriera, dejaría de luchar.
-¡Malfoy! – Potter apareció de la nada en una esquina, Draco lo miro sorprendido, más bien extrañado – Supongo que ya te vas – El rubio solo asintió con la cabeza – Toma – Le arrojo una bolsa pequeña a las manos de Draco – La bolsa está encantada, en su interior hay pociones para el dolor y desinflamatorias, también hay algunas raciones de comida, no es mucho, cuando nos veamos nuevamente te traeré más – Vio nuevamente la cara del rubio más sorprendido que antes – Otra cosa, Hermione mañana le hará exámenes a tu madre y empezaremos a buscar la maldición que le hicieron – Ahora vio que al rubio se le llenaban los ojos de lágrimas - ¿Qué te pasa?
-Gracias Potter… muchas gracias.
Ambos se miraron unos momentos, el moreno quedando hipnotizados por Malfoy que dejaba caer sus lágrimas una tras otra sin cesar, agradeciéndole constantemente por la ayuda. Un bello rostro no debía ser manchado por nada, y Harry no entendía por que el rubio le llamaba tanto la atención. Para Draco, la ayuda de Potter significaba esperanza, una que hace tanto tiempo le había hecho el quite, que rehuía de él. Faltaba tan poco para que el dolor se fuera de una vez por todas de su vida, tan poco para poder definitivamente… descansar.
********** Continuara *********