// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ----------
04.- EL COMIENZO DEL FIN…
Cuando Harry se marchó, solo ahí Draco se permitió tomarse una poción y descansar. Gracias a ellas el dolor menguaba bastante bien y su cara estaba bastante más deshinchada. Pero las pociones no quitaban el dolor más terrible que sentía, que venía específicamente del corazón, que cada día se quebrajaba y agonizaba ¿Qué futuro había para él? Ninguno, y cuando esto terminara, porque sabía que Potter ayudaría solo a su madre, a Draco, si se resolvía lo del ministro solo le esperaba Azkaban y si tenía algo de suerte, cosa que dudaba, moriría como lo que era y en el lugar que se merecía, rodeado de frio y soledad.
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Así pasaron 3 meses más, donde Draco visitaba a su madre y aprovechaba de darle la información a Potter que recaudaba. Harry le había contado que habían encontrado la maldición que tenía a su madre en la postrada y se llamaba “Agonicus” esa maldición consumía la magia de la persona de a poco, absorbiendo en parte la fuerza vital, era tan poderosa como antigua, pero el moreno lo consoló diciéndole que iban por buen camino, que Granger junto con Neville eran unos de los mejores brujos y medimagos que conocía y cada día avanzaban más en la cura. Draco cuando escucho eso sonrió sinceramente, eso significaba para él un gran alivio y una espina menos en su corazón, su madre se salvaría, eso quería decir que su sacrificio estaba valiendo la pena. Pero el rubio estaba tan metido en sus problemas que no notaba nunca la mirada fija que Harry le daba y mucho menos las veces que se le quedaba mirando cuando él se iba, tampoco era que Harry demostrara mucho con palabras sus sentimientos, muchas veces lanzaba palabras despectivas hacia el rubio, en forma de defensa para ocultar su verdadera realidad, que estaba enamorado de pies a cabeza del rubio, pero Draco nunca se las devolvía, solo guardaba silencio, al fin y al cabo ambos eran orgullosos y ambos tenían miedo de enfrentar lo que realmente sentían.
-Si sigues así lo vas a perder – Dijo un día Ron a Harry, una de esas tardes que se reunían con el rubio, este ya iba camino a la habitación de su madre por lo que ambos amigos estaban solos.
-No seas ridículo Ron, nunca lo he tenido-
-Sí, puede ser, pero también cuando esto se acabe lo puedes arreglar.
-Nunca me dejarían tenerlo.
-Nunca digas nunca Harry – Ron lo miro seriamente su querido amigo muchas veces era un cabeza dura – ¡Eres el maldito héroe del mundo mágico! Uno nunca sabe lo que podrías conseguir – Le soltó picaronamente – Además, nunca has pedido nada.
-Si lo pidiera para mí ¿No me haría igual que Smith?-
-No, porque tú le darías una vida bastante mejor que la que le da ese tipo, además, tú lo amas.
-Eso no es verdad-
-Yaaaa… si, seguro, por eso te le quedas mirando como un bobo y suspiras cada vez que se va… y puedo seguir enumerándote casi todas las poses estúpidas que haces cuando lo vez… o… –
-Ya entendí Ron, gracias, no necesitas recalcarme mi miseria.
-Una miseria que solo tú has hecho, con la frialdad que lo tratas difícilmente Malfoy se dará cuenta de lo que sientes.
-¿Y qué quieres que haga Ron? ¿Qué le confiese mi amor por él y le pida que huyamos juntos?
-No, solo que lo trates con más amabilidad, demuéstrale en parte, que él es importante para ti, dale esperanzas. No hay que ser muy inteligentes para no darse cuenta que Malfoy está destruido por dentro, es como un zombi, su finalidad en su vida es salvar a su madre ¿Y después qué? ¿He? Nadie le ha dado un futuro, pues dáselo tú.
-Es más fácil decirlo que hacerlo.
-No, es más fácil ser un cobarde – Dijo Ron seriamente y Harry entrecerró los ojos, mirándolo enojado – Y tú no eres uno. Así qué lucha de una vez por él y cambia tu postura.
Ambos quedaron en silencio, Ron maldiciendo a su amigo por tonto y Harry meditando las palabras de Ron, que por desgracia eran la pura y santa verdad.
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Harry estaba en su oficina de auror cuando sintió un hormigueo en su pierna, saco la moneda de su bolsillo y leyó lo que decía.
“Potter me descubrieron”
Harry se levantó de un salto de su escritorio y mando llamar a Ron. Cuando el pelirrojo llego, ambos vieron con horror lo que se estaba escribiendo en ella.
“Cuando encuentren mi cuerpo sácame los últimos recuerdos”
“Tratare de mantener mis pensamientos en orden”
“Salva a mi madre y dile que la amo”
Y el mundo de Harry se cayó, Ron tuvo que golpearlo para que reaccionara. Y cuando lo hizo saco a relucir el Harry que mato a Voldemort, su magia se desparramo por todo el lugar. En menos de 05 minutos, 06 patrullas de aurores se dirigían hacia la casa del ministro.
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Draco venia llegando de visitar a su madre cuando una mano lo atajo de golpe y lo apretó fuertemente.
-Así que pasándole información Potter ¿He? – Middleton lo miraba seriamente y hacia bastante presión en su brazo, Draco se asustó, lo habían descubierto ¿Cómo se había enterado? Pues, en su intento de acosar al rubio, lo había seguido hasta el hospital– ¡Respóndeme!
Draco boqueo rápidamente, ninguna palabra salió de su boca, Middleton lo miraba enfurecido, si antes ese hombre daba miedo, pues ahora daba pavor. En un dos por tres era arrojado hacia el despacho. Se golpeó violentamente en el suelo.
-¡Sabía que era una mala idea que visitaras ese hospital! ¡Le dije Alfred que era un error! – Middleton caminaba de un lado para otro como loco, mientras Draco todavía seguía en el suelo, le temía a ese hombre y verlo así lo paralizaba -¡Tú tienes que haberle avisado a Potter de la emboscada que le teníamos preparada! ¡Fuiste tú! – Volvió a tomarlo denuebo y lo zamarreo, luego lo agarró del cuello apretándolo fuerte. Draco comenzó a defenderse, pero no tenía fuerzas, los golpes anteriores lo tenían débil, si bien las pociones le ayudaban con el dolor, pero la falta de alimento le pasaba la cuenta.
-¡John que rayos está pasando! – Entro el ministro al despacho por los gritos, Middleton lo había mandado llamar con un “patronus”.
-¡Te dije que no debías dejarlo ir al hospital! ¡Este estúpido le ha estado pasando información a Potter! – Hablaba mientras ahorcaba a Draco.
-¡¿Qué?! – Sin querer el ministro se puso pálido, quizás cuanta información ahora poseía Potter sobre él, estaba acabado ¿Quizás que le había dicho ese maldito mortifago?
Middleton volvió a arrojar a Draco al suelo, este comenzó a toser con fuerzas, las manos de John quedaron marcadas en su cuello.
-¡Tu maldito bastardo! – Grito Smith y apunto a Draco con su varita – Crucio – Y el rubio comenzó a retorcerse de dolor – ¡Has terminado de arruinarme la vida! ¡Imbécil! ¡Maldito! ¡Infeliz! – El ministro estaba enfurecido, solo una explosión detuvo las maldiciones que estaban por venir. La elfina conversaba con Draco se apiado de él y mando un hechizo de distracción sin que los demás se dieran cuenta para que pudiera arrancar.
Ambos hombres salieron disparados y se golpearon en la pared, Draco aprovecho el momento para arrancar de ahí, todavía medio aturdido corrió lo más rápido que pudo, busco una habitación alejada y le mando el mensaje a Potter, tenía que avisarle para que estuviera pendiente de su madre por si el ministro se vengaba a través de ella, al rubio ni siquiera se le pasaba por la mente que Potter lo salvaría, ese era su fin, Smith lo mataría y tenía claro que sería de la forma más dolorosa posible, trato de calmase, sabía que los aurores una vez que el muriera sacarían sus recuerdos, por lo menos quería tener su mente en orden, ser de alguna ayuda y en parte remediar un poco sus culpas, que por lo menos alguna vez pronunciar su nombre no sea de desagrado, y ojala que alguien recuerde en algo que alguna vez ayudo al bando de la luz.
Su huida no duro mucho, fue acorralado por el ministro en una habitación tratando de salir por la ventana, un difindo lo devolvió a dentro y le destrozo la espalda, Draco gimió lentamente, lo habían pillado, de seguro estaba viviendo los últimos momentos de su vida.
-¡Maldito desgraciado te encontré! Crucio – El hechizo era lanzado con el mayor odio posible - ¿Qué tanto le dijiste a Potter? – Draco se retorcía en el suelo, sintiendo varios huesos rompérsele - ¡Dime!
-¡Todo! – Solo cuando Smith detuvo el crucio Draco pudo hablar – ¡Le dije todo!... ¡Él sabe todo tu asquerosa vida!... ¡Cada peso que robas al ministerio y tu forma de tratar a los esclavos!... ¡Todo!... ¡Estas acabado!- Trato de sonreír pero una nueva ola de crucios lo impacto de frente, después de eso varios hechizos más, cada uno más doloroso.
-¡Y piensas que con eso van a detenerme! ¡Es tu palabra contra la mía! ¡Jamás me tocaran! ¡Jamás! – Smith estaba ido, transformo su varita en algo punzante y se la enterró en el brazo a Draco, rasgando la piel, el rubio grito de dolor.
-No solo está mi testimonio… – Dijo Draco desafiante a pesar del dolor - Potter lo vio con sus propios ojos, a mí no me creerán… pero a él si –
-Bien… – Smith preso del odio y la desesperación infringió todo su poder y le lanzo un hechizo desgarrador a Draco que le rompió la pierna, entre la rodilla y el talón, le produjo un fractura expuesta, se podía ver el hueso y la sangre manchaba todo el lugar –Lo único bueno de todo esto es que tu morirás maldito mocoso y yo estaré lejos para cuando los aurores… - No termino la frase ya que explosiones se escucharon por toda la casa, los aurores, capitaneados por Potter había llegado al lugar, enfrentándose con la poca resistencia que tenía la casa, Smith era un personaje público por lo que no tenía hechizos anti aparecimientos así que fue fácil entrar al lugar. El ministro al escuchar todo el ruido miro por última vez al rubio sangrante en el suelo – Ojala que tu muerte sea lenta maldito bastardo – Y se fue, pero no alcanzo a llegar muy lejos ya que Potter lo descubrió antes.
-Alto ahí Smith, está usted arrestado.
-¿Y por cuales cargos podría ser señor auror? – Alfred trato de mantenerse sereno frente a Harry - Le recuerdo que soy el ministro y usted está irrumpiendo mi morada.
-Bajo los cargos de tortura y tráfico de esclavos, abuso de poder ministerial, fraude al mundo mágico y violación a los derechos humanos de los presos.
-¡Eso es absurdo! No voy a permitir que…
-No juegue conmigo Smith y haga esto por las buenas, si usted es inocente se verá en un tribunal – El ministro miro para todos lados, estaba rodeado y al parecer Middleton ya había arrancado por que no se veía por ningún lugar. Levanto sus manos en señal de rendición.
-Se arrepentirá de esto señor Potter, cuando todo esto sea aclarado pediré que lo saquen de su cargo – Smith se mostraba sereno, muy lejos de lo que realmente sentía, pero él pensaba que debía demostrar que todo esto era injusto y con una actitud violenta daría sospechas.
-Como guste Smith, llévenselo – 2 aurores escoltaron al ministro y Harry le hizo señas a Ron para que lo acompañara a la habitación que lo había visto salir.
Al entrar al lugar quedaron horrorizados Harry se tiro a l lado del rubio que yacía en el suelo agonizante.
-¡Draco! ¡Demonios Draco despierta!
-¿Po…Potter?
-Draco, por dios, no te mueras ¡Ron manda a llamar a Hermione enseguida! – Y el pelirrojo mando un patronus a su esposa.
-Potter… mi… madre…
-Está bien Draco… la sacamos a tiempo de San Mungo – Harry no se había dado ni cuenta cuando había empezado a llorar.
-Gra…cias… Potter… gracias – Y el rubio cerro los ojos, si estaba muriendo, por lo menos estaba en los brazos de alguien cálido y por primera vez no se sintió solo.
********** Continuara *********