// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ----------
09.- MAMÁ DRACO o MAMÁ DACO…
-¿Y a James quien lo cuidara cuando tu estés en el trabajo?
-Tu –Dijo Harry tranquilamente – Si es que no te molesta claro, no quiero que sea una obligación para ti.
-No, para nada – Dijo emocionado – ¡Me encantaría! Es un niño adorable – Y el rubio se acercó al sillón donde dormía el niño, lo acaricio suavemente la cabeza y le sonrió gustoso, lo hacía muy feliz la idea – Seremos como una familia – Dijo dulcemente el rubio.
Y a Harry le agrado mucho la idea, si, por fin serian una familia y ver al rubio tan lindo acariciando a su hijo le pareció adorable, pero algo lo incomodaba un poco, las últimas palabras de Ginny le perseguían en la mente.
//¿Te lo dije, no? Vas a ser tú el que va a tener problemas//
Y Harry suspiro, no estaba en sus planes compartir a cierto rubio platinado tan lindo y blanco como una porcelana.
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-Jajajajajajajajajaja – Las carcajadas de Ron se escuchaban por toda la oficina, incluso le salían algunas lágrimas de sus ojos.
-Yo no le veo nada de gracioso Ron – Dijo Harry molesto por la actitud burlona de su amigo, el pelirrojo siempre le resaltaba lo infantil que era en algunas cosas.
-¿Como que no Harry? ¿Estás celoso de tu propio hijo? Jajajajaja eso si es chistoso… ¡No puedes ser tan pendejo!
-¡No soy pendejo! ¡Es solo que ese enano se pasa! – James había sacado todas las habilidades de su padre para absorber al rubio, no se apartaba en casi ningún momento de él, ambos morenos estaban en una lucha constante por la atención de Draco.
-De tal palo tal astilla ¿No? Ese chiquillo es tu hijo… ósea es un impulsivo y obsesivo en lo que quiere.
-Hooo que gran consuelo me das.
-Pero vamos Harry, es un niño.
-¡Pero Draco le da todo el favor! ¡Cuando logro en parte ganar su atención este enano salta lagrimitas de cocodrilo y lo atrae sin más! ¡Es frustrante!
-¿Realmente te estas escuchando? ¡Pareces Tú el niño! – Dijo Ron nuevamente divertido.
-¡Si, ya lo sé! Pero no puedo evitarlo… – Harry suspiro, amaba a su hijo y amaba al rubio, se había acostumbrado que las sonrisas de Draco fueran solo para él, que su atención fuera solo para él, que su vida fuera solo para él y le costaba compartirlo y James no ayudaba mucho, parecía una lapa, se pegaba a Draco constantemente.
-Yo creo que el que tiene la culpa es Draco – Dijo Ron pensativo – A lo mejor le da mucha atención a ambos, sería mejor que los dejara un tiempo solos.
-¡No! ¡Eso jamás!
-Ves – Volvió a reír el pelirrojo – No puedes pedirle a James que cambie si tú eres igual, ambos tendrán que aprender a compartirlo, aparte Harry, tu sabes que James jamás podrá competir en la forma en que “Tú tienes a Draco” y sabes perfectamente a lo que refiero – La cara enrojecida del moreno le provoco más risas. Su amigo era un pendejo de primera, tan infantil y manipulador como su hijo.
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Habían pasado ya 6 meses desde que James había llegado a la casa, el niño era una ricura, en ningún momento molestaba y aprendía rápidamente, a Draco le encantaba enseñarle, James había llegado a inyectarle energías al rubio, antes cuando Harry estaba en el trabajo Draco se sentía muy solo y muchas veces se deprimía, recordándole tiempos pasados, pero ahora con el niño se le pasaban los días rápidamente, juntos habían desarrollado un grado de complicidad muy grande. Ginny venia casi todos los fin de semana a verlo, Draco nunca tuvo problemas con ella, al contrario, el blanco de sus bromas irónicas era Harry.
-Te compadezco Malfoy – Le había dicho Ginny una tarde a Draco mientras cenaban, sin ningún tipo de maldad, solo por diversión, le encantaba incomodar a Harry.
-¿Porque? – Draco la miro extrañado, se llevaban bien los dos, no eran grandes amigos pero se respetaban. El hecho de que Ginny dejara que cuidara a su hijo para Draco era suficiente signo de confianza.
-No sé cómo lo haces pero tienes a estos dos de las babas por ti – Señalo a su hijo y su ex.
-Ginny – Dijo Harry gruñendo, ya sabía a donde iba a parar el comentario.
-Vamos Harry no te molestes – Le hablo divertida – Si gustas hurón puedo contarte algunos secretitos de Harry para que puedas usarlo en su contra o por si alguna vez quieres engañarlo y chantajearlo más adelante.
Ante el comentario Harry se había atragantado y Draco trato de ayudarlo ofreciéndole agua y dándole golpecitos en la espalda. Ginny sonrío, había logrado su objetivo. Cuando se trataba de Draco el moreno era tan predecible, y Ginny se aprovechaba bien de eso. También estaba tranquila porque su hijo estaba bien cuidado. Se notaba que James quería a Draco y viceversa.
James era un mini Harry en todo, su pelito negro alborotado y sus ojos esmeralda, le sonreían siempre con suspicacia y ternura, siempre atento y cariñoso con Draco. De los Weasley había heredado las pecas y la agilidad para moverse de los gemelos, muchas veces Draco lo había tenido que salvar de las ocurrencias del niño, parecía un tornado cuando se movía, tenía una energía sorprendente, que ha Draco lo dejaba agotado.
También estaba el hecho de lidiar con el otro integrante posesivo de su ahora familia, Harry. Potter cuando llegaba también era otro torbellino, siempre tirándosele encima y arrancándole besos. Que ha Draco le encantaba recibir, pero a veces Harry se pasaba de la raya y comenzaba a manosearlo en presencia de James, como olvidándosele que estuviera, por lo que el rubio tenía que ponerse serio y pararlo, no porque no quisiera recibirlo en sus brazos, sino por el ejemplo que le estarían dando al niño, él fue criado bajo una estricta disciplina familiar, Lucius jamás había besado a su madre en su presencia, de hecho nunca los vio agarrados de la mano y tener a Harry ahí encima de él a vista del menor lo ponía de los nervios, aparte de avergonzarlo, Draco siempre fue tímido y reservado en esos aspectos. Y para colmo de todo, cuando lo hacía, James corría a hacia el “tratando de salvarlo” de los supuestos ataques de su padre. Y ahí empezaba su calvario.
-¡No! ¡Déjalo papá! ¡Deja a mamá Daco! – Había dicho un día el niño asustado, pensando que su papá quería atacar a su nueva mamá, con lagrimitas en sus ojos, se acercó a ellos y forcejeo de los pantalones de su padre, y ambos adultos se le quedaron mirando, el rubio sorprendido por como lo había llamado y el moreno gruñendo por la irrupción.
-James – Había dicho el rubio suavemente soltándose del ojiverde y agachándose delante del niño – Tranquilo, papá no me ha hecho nada.
-¡No! ¡Mamá Daco mío! ¡Déjalo! – Gritaba angustiado el pequeño.
-¿Mamá Draco? ¡Harry me dijo mamá! – El rubio estaba en las nubes, el niño lo quería y pensaba que podría ser su madre, era adorable y Harry suspiro, primero porque la sonrisa del rubio era hermosa, segundo porque era bueno que James se llevara bien con Draco y tercero porque no sabía que tan bueno sería para el que se llevaran “tan bien” esos dos – Dilo de nuevo James… Dime como me llamo.
-¡Mamá Daco! – Y el niño le beso la cara adorablemente. Ambos se veían felices, Harry se cruzó de brazos derrotado, como amaba a esos dos y como tendría que lidiar con su paciencia y su libido, ahora que ya no podía hacer tantas demostraciones “amorosas” delante del niño.
-Qué lindo no… Mamá Draco – Dijo irónicamente y el rubio lo fulmino con la mirada – Bueno ¿Supongo que mamá Draco sabrá las consecuencias de estas demostraciones de afecto para con otro hombre delante mío no?
-¿Qué? – Draco se había levantado con James en sus brazos – ¿A qué te refieres? – Dijo extrañado por el comentario.
-Pues eso Mamá Draco, también hay otro niño al que tienes que atender – Se acercó felinamente al rubio y con una de sus manos le apretó un cachete de su trasero, tambaleándolo, Draco enrojeció rápidamente y trato de hacerse el desentendido, porque sabía a qué otro niño se refería.
-¡Harry casi nos caemos! – Le había gritado después.
Y esa noche, y como la mayoría de las que vendrían Harry se las cobro con creces, de hecho le hacia el amor con tanta pasión y fervocidad que dejaba al rubio agotado y a veces adolorido. Pero Draco no se quejaba, al contrario, le gustaba esas muestras infantiles de cariño, el rubio amaba a ese hombre, con todos sus detalles, amaba al Harry amable y justo, atesoraba al Harry buen padre y cariñoso y por sobre todo, deseaba al Harry que era con él, fuerte, posesivo, amoroso y apasionado. Cada día que pasaba le agradecía a Dios por permitirle estar con él, a pesar de todo lo que había tenido que sufrir antes, Draco era un agradecido de la vida. Tenía todo lo que más quería a su lado, el ya no vivía del pasado, ahora su presente y su futuro eran su ideal y permanecer junto al moreno su meta. Podía faltarle cualquier cosa, menos Harry y ahora James, con ellos tenía todo.
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-¿Todavía nada? – Dijo el moreno molesto y angustiado a su amigo.
-No, pareciera que se lo hubiera tragado la tierra.
-¿Cómo es posible que un hombre no sea visto por ninguna parte? ¡Es imposible!
-Hemos buscado por casi todos los continentes, no sé qué más decir, solo que seguiremos buscando Harry.
-Si ya lo sé, solo… - Harry suspiro y le confeso a su amigo su mayor temor – Que me siento demasiado feliz Ron y me da miedo. No quiero perder a alguien importante de nuevo en mi vida. Draco y James son mi todo ahora, si algo les pasara… yo no sé lo que sería capaz de hacer.
-Tranquilo Harry – Ron le puso su mano en el hombro para reconfortarlo – Te entiendo y créeme que estamos haciendo lo imposible.
-Gracias Ron… gracias por todo – Y le sonrió con generosidad, sabía que sus aurores eran los mejores en búsqueda de personas y que Ron estaba poniendo todo de su parte, pero tenía un mal presentimiento, como si el enemigo estuviera cerca de ellos y no se hubieran dado cuenta.
Esa tarde llego a su casa angustiado, la encontró vacía, trato de calmarse y no pensar nada malo, al rato después llego Draco por la chimenea con James en sus brazos, el moreno se lanzó a ellos y los abrazo.
-¿Dónde estaban? Estaba preocupado – Dijo el moreno una vez que los soltó.
-Fuimos a ver a mi madre ¿Verdad James? – El rubio había dejado al niño en el suelo.
-¡Si, abuela Cissa¡ - Dijo el niño entusiasmado mientras corría de un lado para el otro, luego se perdió en la cocina buscando a Milk.
-Ella te manda saludos ¡Ya está caminando Harry! ¡Estoy muy contento! – Sus ojos platinados se iluminaron.
-Eso es bueno Draco, ella es una mujer fuerte y el lugar en donde esta es el mejor, la cuidan bien.
-Sí, es verdad. Y todo es gracias a ti Harry – Draco como pocas veces tomo la iniciativa y lo beso, Harry aprovecho de abrazarlo fuerte, la conversación con Ron lo había dejado intranquilo.
-Sabes que te amo Draco, con todo mi corazón – Dijo una vez disuelto el beso pero sin dejar de abrazarle, mirándolo fijamente.
-Lo se Harry y yo también te amo, con toda mi alma – Y así siguieron besándose, pero poco les duro porque apareció James a reclamar compañía. Pero Draco sabía que después vendría una larga noche de castigo, donde estarían solos los dos, amándose por completo.
********** Continuara *********