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Aclaro que ninguno de los personajes me pertenece a mí sino a su correspondiente autora.
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Capítulo 1: Dime que no es cierto (Parte 1)
- ¡¿Dónde está cupido?!
- Arg, no tienes por qué ser tan ruidoso...
- ¡Toma tus malditas flechas y vete ya!
- Si, si. - "¡Yo también quiero alguien a quien amar!" - Oh, por cierto, este año he cambiado el método para ahorrar munición.
- ¿Cómo?
- La persona flechada se enamorará de la primera que vea. También es hora de que se esfuerzenun poco...
- No es como si me importara.
Así Cupido dejó su desordenado aposento y se fue gruñiendo a trabajar, tenía años y kilos de más. Año tras año era el encargado de unir amantes a petición de uno de
ellos, sin embargo, nunca nadie le había preguntado acerca de sus sentimientos. "Todos esos humanos egocéntricos, ¿No pueden ganar el corazón de la persona que aman por sus propios medios?", tomó la larga lista y fue a buscar a las parejas, que por ser 14 de febrero de seguro estarían juntas.
"¿Por qué nunca escuchan lo que digo?" , Takahashi Misaki había sido llevado en contra de su voluntad al llamado "Parque del amor"
- Sensei, sin duda mañana tendrá inspiración de sobra, solo por eso le permito andar de ocioso hoy.- Dijo Aikawa, al comienzo de la oración mirando a Misaki y finalizando con unos ojos furiosos sobre Usagi.
- Si, pero alguien está haciendo mal tercio aquí...
- Jaja, ¡Vayamos por un poco de helado! - Sugirió Misaki por dos razones, Uno, para evitar que Aikawa y Usagi pelearan en público, y dos, para que no lo dejaran solo a la merced del deborahombres.
"Ahí está, Takahashi Misaki a pedido de Usami Akihiko. No debe ser nada de otro mundo.", apoyó una flecha en el arco y la lanzó asegurándose de atinarle.
- ¡Acaso no sabes como comer un helado!
- No me gustan los dulces. - Usagi tenía un tenedor en la mano y pinchaba el helado como si estuviese comiendo spaguetti. Aún con Misaki advirtiéndole continuó y el helado cayó al suelo, seguidamente el menor se agachó a recojerlo.
- ¡!
- ¿Mm? ¿Sucede algo Sensei?
- Maldito Usagi, lo único que hace es darme más trabajo, ¡AH! aún no me olvido de esa vez que... - Misaki andaba ensimismado recordando todos los malos ratos que el descuidado escritor le había hecho pasar mientras limpiaba.
- ¿Qué rayos me acaba de? - Usagi alzó su mirada y esta se topó con la de Aikawa. - Eres... muy hermosa. - Tomó la mano de la dama - Te amo - Besó la mano que sujetaba.
- Si, y díganme, ¿Quién creen que tuvo que cuidar de esas anguilas? ¡¡¿Eh?!! - Misaki reaccionó al ver la escena. - Jejeje, ya dejen de jugar... ¿Aikawa-san?
- La verdad que no sé que le picó a este. - Aikawa respondió nerviosa pero satisfecha a la vez aunque no quisiera admitirlo, siempre había sentido cierta atracción por el hombre que ahora se acercaba cada vez más a ella.
"¡No es asunto mío!", Cupido se fue volando a sus siguientes "víctimas".
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