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Con un Juego encontre San valentin por KyouyaNs

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Notas del fanfic:

lOS PERSONAJES NO SON MIOS...

LOS AMO... Y ME ENCANTA COMO TIENE ESE TOQUE YAOI!!

Notas del capitulo:

Pues que puedo decirles el segundo one shot con el que me lanzo este dia del amor~

Es la primera ves que hago a esta pareja pero siento no que no me quedo mal... ustedes me diran en sus comentarios..

Les advierto que aqui ciel esta en version demonio.

SIN NADA MAS QUE DECIR A LEER...

En busca de San Valentín.

 

Un hermoso niño de piel porcelana, cabello azul se encontraba en su cama, acurrucado bajo una suave sabana que daba a expresar una fina figura debajo de esta, un sonido proveniente de la puerta hizo eco en toda la habitación, haciendo que el pequeño niño se hiciera más chiquito en aquel cálido lugar tanto como podía.

Un hombre de piel blanca, cabello negro, ojos carmín con un traje de mayordomo abrió la puerta entrando al lugar trayendo consigo una charola donde una tetera desprendía un olor maravilloso que embargo todo el lugar, este dejo ese liquido en una pequeña mesa para dirigirse hacia la ventana donde abrió las cortinas sonriendo burlonamente.

-         Joven amo, es hora de levantarse.

El pequeño cuerpo se acurruco mas den la mullida cama, tratando de que los rayos de sol no interrumpieran su sueño, el cual fue imposible ya que su mayordomo se acerco a él sigilosamente para quitarle aquellas telas que cubrían su ser.

-         Ya es de día y hoy tiene una agenda muy llena, Joven Amo.

Sonrió al darse cuenta que era mirado por unas hermosas joyas azulinas, visiblemente enojadas, mientras una mueca de disgusto se hacía presente en aquella fina cara.

-         Le traje su Té favorito –sirviendo- El día de hoy tiene que salir –mientras le entrega la taza- También tiene que…

-         Sebastián, podrías callarte –dijo levemente enojado-

-         Claro –sonrió-

El chico se sentó en la orilla de la cama mientras se ponía un parche en el ojo derecho, cuando lo termino de acomodar tomo la taza que le era entregada al instante se la lanzo a la cara a su mayordomo.

-         Ya no es necesario que me molestes por tonterías –sentencio fríamente, dejando sorprendido al más grande.- Ahora lárgate hoy no quiero levantarme. –camino hacia la ventana, cerrando las cortinas para dejar todo totalmente oscuro.

El azabache solo salió sin decir una sola palabras mientras suspiraba, hace tanto tiempo que su amo ya no hacía nada, solo se la pasaba encerrado en ese estrecho lugar lo cual lo preocupaba pero desde que lo habían hecho demonio lo cual ya había pasado bastante este se había encerrado por razones que no sabía.

Camino hacia la sala de la casa donde ahora habitaban estos dos, el mayor se sentó pensando en aquel lindo niño con el que había hecho un contrato para tomar su alma lamentable el día que se tomaron con esa maldita araña que le arrebato su alimento para siempre, tomo su cabeza en señal de fastidio mientras se acomodaba mejor.

Han pasado dos siglos desde que ellos subieron de nuevo al mundo humano, ya que en el inframundo el tiempo no era importante, habían viajado a todas partes del mundo ahora se encontraban en un país llamado Japón, una nación donde la tecnología avanzaba increíblemente suspiro al principio pensó que la eternidad junto a su amo seria divertida y no se aburriría pero con el tiempo el menor comenzó a cambiar.

Ya no hablaba y solo se mantenía en la oscuridad, ni siquiera comía almas humanas, el si aunque no le decía al pequeño ya que no quería molestarlo, miro el reloj y decidió salir a caminar por las calles de ese tranquilo barrio, no sin antes avisar que saldría, cuando ya estaba afuera observo a muchas personas comprar emocionadas en diferentes puestos, se acerco curioso ya que quería saber qué era eso tan interesante como para poner a las chicas de esa manera, fue cuando se dio cuenta que todas compraban ingredientes o chocolates de diferentes marcas.

Extrañado miro el letrero que decía… “Dale a tu amor un chocolate y hazlo feliz!”… fue cuando entendió pronto llegaría el día que los seres vivos llamaban “San Valentín”  sonrió de lado, tal vez algo diferente haría que su niño regresara y volviera a salir o de perdida que volviera a hablarle como antes.

Con esa idea compro los ingredientes para hacer el chocolate que tanto le gustaba a su Amo, cuando llego noto que no había cambios, dejo la compra en la mesa y se dirigió hacia la habitación del menor cuando entro noto que el pequeño estaba frente a una gran televisión jugando un video juego de peleas, lo miro por un rato hasta que decidió hablar.

-         Joven amo, necesita darse un baño y salir un rato

-         ….. –el niño siguió jugando sin prestar atención.

-         Vengo a proponerle un juego… -causando que el contrario pausara el juego.

-         …. –sin voltearse el mayor entendió.

-         Sabe que día es mañana? –pregunto curioso, pero al ver que el otro negaba con la cabeza causo que frunciera el ceño, que este mocoso no sabe ni en que día vive?- Sabe acaso que día o año es….

-         Para que… -dijo secamente-  No importa si lo sea o no, eso no cambiara el hecho de que nada cambiara

El mayor noto un pequeño toque de dolor y tristeza tras esas palabras, entonces entendió tal vez un poco del porque su amo esta de este modo, lo miro atentamente esperando que el otro siguiera, pero al ver que esto no llegaría continuo.

-         Bueno Amo… Mañana se celebra un día importante para muchos Humanos –mientras entraba prendiendo las luces, ya que afuera también había oscurecido.-

-         Sebastián… -dijo el otro enojado- Deja los rodeos y ve al grano.

-         Haha –rio al ver la reacción del niño, se veía curioso- Esta bien, me disculpo…. Lo que pasa es que mañana será el Día del amor y la amistad –sonrió.

-         Y eso que tiene que ver… -el menor se acerco a su cama, sentándose en ella miro al peli-negro con aburrimiento.

-         Como te iba diciendo quiero hacer un juego….

-         Un juego? –el menor ladeo su cabeza.

-         Si…

-         De que trata –curioso lo miro.

-         Usted tiene que buscar a San Valentín  -dijo con una sonrisa burlona.

-         Eres Idiota… -mientras se tocaba la frente de manera cansada- Eso no existe.

-         Claro que existe –dijo seguro- Ahora que eres demonio será más fácil para ti verlo…

-         …. –lo miro por un buen rato tratando de ver si mentía.- Que ganare si lo encuentro… -Sebastián sonrió divertido al ver que el pequeño había caído.

-         Lo que quieras –mientras se acercaba al otro.

-         Y si pierdo… -afilo su mirada.

-         Si eso pasa usted tendría que dejar este lugar y salir mas –complacido al ver la cara de asombro y asco, que ponía el más bajo, mientras cerraba los ojos pensando en la apuesta.

-         Está bien –después de varios minutos, haciendo que el otro sonriera de forma sincera, pero Ciel no lo noto ya que tenía los ojos cerrados.

-         Entonces es un trato –acerco su mano para cerrar el trato haciendo que el otro la estrechara pactando ese pequeño “Juego”

Después de que le explicara lo que tenía que hacer el día de mañana, así como las reglas y las penalizaciones se separaron quedando cada quien en su habitación mientras el mayor pensaba en como tener de nuevo a su pequeño Ciel.

El siguiente día llego sin contratiempo, como siempre el más alto se paro temprano para ponerse un pantalón de mezclilla y una playera de manga larga negra con un collar en su cuello, salió para ir a ver al niño del otro cuarto, cuando entro se sorprendió al ver que ese pequeño ya estaba arreglado y listo para salir en busca de su “Victoria”.

Ciel traía un pantalón negro pegado, una playera blanca con un bluzo, zapatos negros, el otro no pudo evitar sonreír al pensar cuando su “Amo” no podía ni siquiera atarse los zapatos… cuando el niño noto su presencia le sonrió de manera prepotente.

-         Me voy, quiero terminar esto rápido –paso junto a él.

-         Esta muy seguro de ganar –divertido por la situación y la ingenuidad.

-         Claro no por nada soy Ciel Phantomhive –sin más salió de la casa.

Pasaron horas en las cuales el azabache se dedico a hacer los dulces especiales para su niño, divertido ya que cuando el otro llegara ya tendría todo listo, pero lo que más le causaba gracia fue que el otro se creyera la historia de un tipo que ni siquiera existe… Sabía que la cara del otro cuando se enterara no le gustaría pero nada le impedía no divertirse con la situación que se le presento.

Mientras que el antiguo Mayordomo se dedicaba a realizar su tarea, el pequeño demonio caminaba o más bien saltaba por las casas de esa ciudad buscando rápidamente al hombre o lo que sea para terminar y ganar, haci el demonio mayor no le molestaría por un tiempo, pero mientras más estrechaba su mirada buscando menos lo encontraba, cansado bajo hacia una zona donde había mucha gente reunida.

Camino tranquilamente viendo todo eso, hacía tiempo que él no salía y eso le causaba emoción y tal vez un poco de admiración pero eso no lo diría… el tiempo paso más rápido de lo que creyó ya que cuando miro al cielo este ya tenía un tono rojizo dando a notar un hermoso Ocaso, suspiro mientras se sentaba en una banca de un parque, entonces algo llamo su atención un relato de una mujer mayor…

Esta hablaba sobre relatos del pasado, cuentos de amor entre personas que eran felices y siempre terminaban juntas, estos hizo bufar al niño que pensaba “Esas cosas del amor no existen” fastidiado e irritado siguió su camino mientras pensaba en todo el tiempo que había “Vivido”… Aun recordaba esos días en los que comía y hablaba con personas como el “Vivas” pero después de que lo habían hecho este monstruo… Todo había cambiado.

Cuando estuvo en el infierno junto a su Demonio pensó que al menos estaría con el ya que sin darse cuenta este se enamoro del otro, aun sabiendo todo lo que llevaría esa relación no le importo, vivía “Feliz” en ese lugar ya que no estaba solo tenía una buena compañía y más si era ese azabache con mirada carmín que tanto le gustaba… Aun después de todo esos ojos y atención eran solo para el… pero que equivocado estaba…

Si aun recuerda el día en que todo cambio… Ciel siempre pensó que Sebastián solo lo miraría a el pero un día por su curiosidad de saber donde iba cada cierto tiempo su pequeña burbuja de ilusión cayo, cuando vio que el otro salía a devorar almas humanas… Aquella cosa que el ya nunca le podría dar, después de eso y de haber sufrido por unos días decidió lo que sería mejor “Encerrarse”  a el mismo, alejarse a todo no podía escapar, no podía morir, ni siquiera podía ser feliz ahora… Con el tiempo se dejo caer en la oscuridad y en el abismo de la soledad que causaba la eternidad…

Salió de sus pensamientos al notar unas voces muy cerca miro hacia adelante y noto que eran unas chicas un tanto sonrojadas que lo miraban como si quisieran desnudarlo, le dio un tanto de miedo y sorpresa pero decidió saber que querían.

-         Qué? –pregunto cortante.

-         Hola –dijo una rubia.- Disculpa tienes novia? –sonrió.

-         …..  –esta es pedófila o que… suspiro- No

-         Entonces aceptas esto… -le dio una caja roja.- No pienses mal, son chocolates –parecía que quería llorar, en eso su compañera peli-café la agarra por los hombros-

-         Disculpa a mi amiga pero su novio la corto hoy –un tanto molesta-

-         ….. –Ciel estaba arto y quería irse pero verla de esa manera no le gusto así que las invito a sentarse con él, lo cual ellas accedieron, platicándole su historia-

-         Entonces dijo que yo ya no le gustaba y que ya tenía a otras… -llorando, el peli-azul se sintió identificado pero de diferente forma con ella, tomo su mano y miro hacia adelante.

-         Solo tienes que olvidarlo y seguir –dijo decidido- Si él no te supo valorar entonces abra otro que si lo haga, no te deprimas por tonterías –la volteo a ver para sonreírle.

-         Te dije que era lo mejor Ami-chan, ese baka no te merece –le sonrió también a la rubia, para luego mirar al menor- Y tu pequeño que haces a esta hora solo…

-         No soy un niño –dijo inflando sus mejillas.- Yo estoy buscando a alguien…

-         A quien… -pregunto la rubia.

-         A… -pensó si decirles o no pero si seguía haci no ganaría- San Valentín –dijo por fin un tanto dudoso, entonces las otros se rieron por sus palabras.

-         Eso… -mientras reía la peli-café agarrándose el estomago- Te… engañaron

-         Perdón… -aun riendo la rubia- pero creo te tomaron el pelo

-         Porque –dijo enojado.

-         Bueno es que “San Valentín” no es una persona es una frase, significa que es una celebración para la pareja de enamorados, es el día donde expresan su amor y cariño mutuamente –esto hizo sonrojar a Ciel-

-         Entonces…. Sebastián… -eso causo que las chicas lo miraran de forma extraña como con corazones en los ojos-

-         Es un chico, tu novio?? –preguntaron o más bien gritaron las dos emocionadas.

-         No es mi novio… no sé ni que somos –dijo triste.

-         Porque? –al unisonó las chicas.

-         Pues…. –así les conto las cosas en versión “Normal”, cuando termino las otras se miraron y lo miraron.

-         No crees que él estaba preocupado por ti y por eso hizo esto… -dijo una.

-         Yo creo que deberías hablar con el… si llevan tanto tiempo juntos y si no se pueden separar… arreglar las cosas es la mejor manera…

Después de eso y una plática un tanto peligrosa para Ciel las chicas se despidieron dejándole los bombones los cuales el se comió sin importarle mucho y pensando las cosas que le habían dicho sin darse cuenta que estos tenían un sabor extraño… Cuando por fin decidió ir a casa, se tambaleaba un poco y el piso se movía, no le importo mucho tratando de seguir al lugar donde el mayor lo esperaría….

Mientras tanto en su hogar un azabache estaba dando vueltas de un lado a otro esperando que el otro volviera… miraba el reloj pensando que el niño se había perdido conociéndolo, suspiro fastidiado al pensar que tendría que ir a buscarlo cuando su mirada se volvió felina decidido a salir rápidamente se oyó que se abría la puerta y entraba Ciel tambaleándose con un moño en la cabeza.

-         Joven amo –camino hacia él para tomarlo en brazos antes de que se cayera.- ¿Que le paso?

-         Se…bastian… -paso sus brazos por el cuello del mayor.- Te extrañe –mientras olía su cuello, aquella fragancia masculina que le gustaba.

-         …. –el peli-negro no sabía que pensar su niño se le pegaba sensualmente en su cuerpo mientras su nariz rozaba su cuello de manera estremecedora-

Sin perder más tiempo lo coloco en la mesa del comedor acostándolo suavemente, se separo un poco mirando que este estaba con las mejillas sonrojadas, su respiración entre cortada, tomo su barbilla y sin pedir permiso lo beso, explorando aquella estrecha cavidad que siempre había querido saborear notando un sabor amargo y dulce.

-         Ciel…. Tomaste alcohol? –se alejo relamiéndose los labios sin dejar de mirar al menor, el cual solo entreabrió los ojos y suspiro delicadamente estremeciendo al otro.

Sus pupilas se tornaron rojas, llenas de deseo y lujuria al ver en ese estado al pequeño, se alejo para tomar el postre que había hecho para este cuando regresara pero dudaba que se lo comiera normalmente así que él lo ayudaría.

Lo coloco con la mitad de su cuerpo en el aire, mientras que el pastel lo ponía encima de la cabeza de Ciel, que aun no ubicaba por su ex mayordomo lo había besado, el mayor no tardo en desvestir al menor, sin que lo notara fue gracias a su rapidez demoniaca, cuando el oji-azul sintió un frio que hizo que su cuerpo temblara levanto un poco la vista notando su cuerpo como vino al mundo.

Se sonrojo de sobremanera mientras trataba de cubrirse siento impedido por el demonio, que tomo sus manos para ponerlas encima de su cabeza el sometido solo podía mirarlo con sorpresa…

-         Sebastián… que te –lo cayo para besarlo apasionadamente asiendo perder la cordura al niño, que solo sentía aquel pedazo de carne en su cavidad virgen moviéndose de un lado a otro sin dejar un pedazo por descubrir.

Cuando corto el exquisito beso quedo un hilo de saliva entre ellos, el demonio beso sus mejillas, sus ojos, bajando a su cuello donde chupo y mordió sin pena alguna haciendo que el joven suspirara y gimiera levemente por cada caricia, cuando sintió que ya no se resistiría soltó sus manos para con la misma agarrar un pedazo del pastel.

Solo unos centímetros bastaron para que el menor viera como su demonio colocaba ese dulce en su lengua dejándola al aire, dándole a entender que tenía que lamer y así lo hizo se acerco lamiendo, succiono con fuerza para penetrar ahora su lengua en ese lugar, mientras esto pasaba el otro aprovecho para tomar más del pastel, llevándola al miembro de Ciel.

Donde lo acaricio suavemente, haciendo gemir entre el beso al niño, lo comenzó a masturbar con fuerza de arriba abajo sin soltarlo aun y sin que la molesta respiración los alejara, con su otra mano comenzó a presionar sus botones rosas, el otro ya sin soportarlo se separo violentamente haciéndose para atrás con las exquisitas sensaciones que el mayor le proporcionaba.

-         Sebastián –sin poder contenerse más se vino en la mano contraria  gimiendo el nombre de él, en el acto mezclando su esencia con el batido del pastel.

El mayor comenzó a comer de ese dulce néctar que su Amo le había dado, lamia con devoción ese sabor que lo volvía loco, mientras que el menor trataba de controlar su respiración sin lograrlo comenzó a desear tener algo mas en ese momento sus pupilas se tornaron camino, tomando el mismo un trozo del dulce y preparar su entrada para que el mayor lo penetrara.

Primero metió un dedo,  girándolo en su interior así siguió ante la mirada lujuriosa y excitada del mayor, que comenzaba a sentir un dolor en su entrepierna justo cuando iba a meter el tercer dedo su mayordomo quito su mano y lo embistió con fuerza llenándolo por completo, grito de dolor y placer al sentirlo… sus manos apretaron los hombros contrarios rasguñándolo en el proceso, pero eso lo excitaba mas y con más violencia lo penetro.

Cansado de la posición  salió del menos y lo volteo en cuatro, causando sorpresa que no tardo en desaparecer ya que de nuevo lo embistió metiendo su miembro más al fondo tocando el punto sensible de Ciel, que lo hizo llegar al éxtasis del placer, gritaba y gemía… eso era música para los oídos del azabache que tornaba su pupila roja mordió con fuerza el hombro del pequeño cuando sentía como lo apretaba llegando ambos al tan deseado clímax.

Se recostaron en la mesa que ya no soporto su peso ni las acciones que se habían dado, rompiéndose en varios pedazos pero poco les importo por lo cansado y saciados que se sentía, el mayor sonrió con orgullo pensando que por fin había conseguido a su Amo por completo, con esto ya no necesitaba más, pero la voz del menor lo saco de sus pensamientos.

-         Gane… -dijo entre cortado

-         Ciel? –confundido al ver la sonrisa burlona del menor.

-         Sebastián yo te traje a San Valentín así que Gane –dijo orgullos causando una leve risa en el azabache.

-         Tiene razón joven amo, el primero de muchos….

Esta vez se besaron con ternura sabiendo que las cosas cambiarían, todo por un simple juego que les había traído lo que ellos tanto querían pero no decían.

 

Fin….

 

Notas finales:

Dejenme un comentario o el Yaoi morira!!

okey no les gusto?

Me meresco un humilde comentario para seguir inspirandome?

Gracias por leer y saludos Minna


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