Especial de San Valentín.
Hoy es 14 de febrero, el cielo está muy claro y despejado signo de que será un día tranquilo para que muchas parejas salgan a celebrar, si es un día donde muchos se demuestran su amor o se declaran a la persona que les gusta esperando ser correspondido, lo que es aun mejor es que es Domingo, no tienen que estar sufriendo con algo de “Ocupaciones”.
Mi nombre es Sawada Tsunayoshi y estoy esperando afuera de la entrada de un parque de diversiones a alguien aun no se a quien ya que del como llegue a esta situación es un tanto… rara.
Flash Back.
Me encontraba comiendo un pedazo de pay en mi cuarto mientras hacía mis deberes pensando en lo que haría mañana, lo único que tenía en mente era flojear todo el día en eso entra mi sádico tutor con su peculiar sonrisa burlona.
- Dame- Tsuna mañana saldrás –sentencio.
- ¿Saldré? –pregunto dudoso mientras dejaba caer el cubierto.
- Qué pasa con tu reacción? -su voz sonaba irritada.
- Como que…. –suspire- A donde supuestamente iré mañana?
- Si no recuerdo mal, es porque yo lo digo y te lo ordeno. –con su mirada oculta.
- NO crees que es un poco demasiado esa respuesta? –alerta.
- Bueno si no quieres no… -dándose vuelta para irse, yo me emocione- Hasta crees que diría eso –se rio- Iras y es la última decisión.
- Lo sabía… -resignado- A donde iré…
- Eres todo un Dame –respingo- acaso olvidas que mañana es 14 de febrero? –sonrisa sádica- Creo que te falta más entrenamiento.
- Ah…. – “se me olvido” pensé.
- Lo imaginaba –avergonzado- Así eres tú, como sabia que lo olvidarías pensé en prepararte algo… divertido
- …. –un escalofrió me recorrió todo el cuerpo, cuando Reborn dice que será divertido se que saldré muy lastimado de esta si no es que muerto.- NO….
- Tranquilo al final del día me agradecerás…
- Ese no es el problema aquí!! –grite, parándome rápidamente nervioso.- No quiero ir.
- No te lo estoy preguntando –afilo su mirada.- Mañana te levantaras más temprano e iras a esta dirección –le entrego un papel- Mas te vale no faltar porque no solo yo te castigare….
Y así salió del cuarto dejando a un castaño muy asustado y temblando por lo que le esperaría mañana.
Fin Flash back.
Y así fue como acabe aquí, me levante según lo planeado y me cambie poniéndome un pantalón oscuro pegado, una playera negra, con una chamarra blanca y tenis del mismo color, suspire cansado llevo aquí más de 1 una hora y no sé ni a quien estoy esperando mi “lindo” tutor ni siquiera me dijo a que venía.
“Mejor me voy” pensé rápidamente volteando a varias partes, sabía que él no estaría aquí, o más bien esperaba eso ya que sabía que si me iba de jaba a quien quiera que espero me mataría o peor aun me entrenaría en un sádico y mortal entrenamiento donde no saldría vivo después de sudar sangre, me estremecí.
Pero aun así resignado y cansado de esperar mire el sobre que me había dado – “Me pregunto que será”- lo abrí con cuidado y note que eran dos entradas para el parque – “Lógico”- pensé, pero el porqué los tengo yo… Cerré los ojos pensando en que planeaba el menor, ladee un poco mi cabeza, en eso escucho como unas chicas hablaban de un chico guapo.
No preste atención ya que no era mi interés estaba más concentrado en saber porque tenía entradas para el dichoso parque, no fue que lo hice hasta que note que alguien me miraba penetrantemente haciendo que me estremeciera y la piel se me pusiera chinita… Solo había alguien que me hacía sentir así, abrí mis ojos poco a poco encontrándome con él.
Si hay estaba Hibari Kyoya con su mirada penetrante, trague seco al notar que me miraba pero lo que más me causo sorpresa es ver como varias chicas lo miraban y susurraban entre ellas, fruncí el seño, me sentí aturdido por eso y voltee a ver al azabache encontrándome entre sorprendido y sonrojado.
Hay estaba con ropa normal y no con el uniforme, traía una playera negra, con una playera blanca arriba de esta, un chaleco, un pantalón negro y zapatos, se veía condenamente sexi y cool, no pude evitar sonrojarme de sobremanera de solo verlo, me hice hacia atrás agarrándome la cabeza quería ocultarme, no quería que me viera así y mucho menos cuando pienso cosas malas.
- Herbívoro, para que me querías hoy… -enojado mirando a un lado.
- Yo… -fue cuando entendí todo, ese maldito Reborn lo había hecho.- No…
- Habla de una vez –sin mirarme, con su voz irritada.
- …. –no sabía que decir temblaba y lo único que pude hacer fue enseñarle las entradas, el la miro y luego a mí, suspiro.
- Así que es por eso… -me quito los boletos y paso a mi lado- Como es posible que tanta gente se apiñe en este lugar –enojado con el seño fruncido.
- Hibari-san –me quede estático se le veía exaltado, sin previo aviso mi cuerpo se movió tomando la manga de este, haciendo que volteara.
- Que… -rasgo su mirada.
- Yo… -tartamudee.- Yo… porque… estas… aquí…
- Hmp… -se soltó y siguió caminando, quería llorar pero no de miedo si no de enojo mi tutor era cruel.
Desde hace tiempo, me di cuenta de mis emociones por la nube, sabía que estaba mal y he intentado tapar estos sentimientos sin éxito alguno, por lo visto pero mientras él no se enterara eso estaría mejor, di un paso hacia atrás tenía que irme no quería esto… no haci, pero su voz me detuvo.
- Herbívoro, camina si no quieres que te muerda hasta la muerte –caminaba hacia la entrada.
No pude mas mi cuerpo otra vez se movió solo y sin decir nada me puse detrás de él y lo seguí, al entrar caminábamos despacio, no quería decir algo malo y hacer que se fuera, mucho menos molestarlo con algo tonto conociendo su carácter, sabía que no era muy paciente, suspire.
No notaba como el azabache miraba hacia él, con un poco de duda y felicidad en su mirada metálica, se veía tranquilo al estar con el pequeño niño aunque se veía que este parecía estar un poco asustado, queriendo cambiar eso recordó los palabras que le dijo el bebe…
“Tsuna es como un animal, debes ir con cuidado y tratarlo con cariño –se burlo- sé que es imposible para ti pero inténtalo, solo un poco y lo tendrás completamente para ti”
Con eso en mente camino hacia un lugar un poco despejado donde pudo divisar unas bancas, lo primero que tenía que hacer era hablar con el Herbívoro para tranquilizarlo y hacer pasar un día junto a él sin que estuviera temblando como gelatina.
En esos momentos no se dio cuenta que el castaño estaba tan sumergido en sus pensamientos que fue dejado atrás haciendo que se perdiera, miraba a todas partes asustado y sin poderlo evitar corrió para encontrar al azabache haciendo que se perdiera mas después de un rato dando vueltas sin resultado alguno.
Cansado se arrodillo en el suelo sintiendo como su vista se nublaba, antes de comenzar a llorar escucho como unos hombres le hablaban y lo rodeaban, no quería ver a nadie, tenía miedo pero de haber perdido la oportunidad que tenia, que mas daba si lo rechazaba era mejor decirlo que quedarse con ese molesto sentimiento por siempre.
Uno de los tipos lo alzo fuertemente haciendo que hiciera una mueca de dolor lo miro con deseo, relamiéndose los labios, causo asco el menor, fue tan rápido como vio eso que ya todos estaban en el suelo alzando su vista un poco miro al morocho con el ceño fruncido y enojado, con sus tonfas en la mano.
Sus lagrimas ya no pudieron ser contenidas y se desbordaron, tembló y tastabillo un poco para después correr hacia el azabache y abrazarlo, ocultando su cara en el pecho contrario, esto sorprendió al más alto pero rápidamente oculto sus armas y correspondió el abrazo, se había preocupado al no verlo detrás de el que lo busco desesperadamente cuando lo diviso esos malditos tenían agarrando algo que era suyo.
Sentencio morderlos hasta la muerte por tocas sus pertenencias, cargo al menor para llevarlo a una zona solitaria y se calmara, no tardaron en llegar pero el más joven no se veía con ganas de soltarlo.
- Hibari…san –sollozaba- Perdón… -el mayor no entendía- Desearía no sentir esto y… no causarle… molestia.
- A que te refieres… -lo alejo un poco y su corazón se estrujo su pequeño estaba llorando con una tristeza muy grande en su mirada miel.
- Yo…. –sus labios temblaban.- Yo… tenía miedo… -bajo la mirada ocultándola con su pelo.
- Hmp…. –no entendía la situación.
- ….. –El silencio se hizo presente y con todo el temor del mundo pero también toda la valentía que pudiera sentir, alzo su mirada decidida encontrándose con la metálica.- Kyo…ya… Yo… Te amo. –susurro.
- …. –El mayor no sabía que decir no se esperaba esto, el herbívoro se le había declaro aunque con el descaro de hablarle por su nombre, pero no le molesto más bien le gusto su nombre en esa dulce voz le encantaba lo hipnotizaba.
- Per…don… -dijo temblando quería irse y superar esto pero se sorprendió al sentir como el mayor alzaba su rostro y lo besaba.
Era un beso cariñoso mostrando todo el amor que el más alto sentía por él, lamio su labios esperando que le diera permiso el cual fue concedido tímidamente mostrando una sonrisa de victoria introdujo su lengua en la virgen cavidad, quería explorar toda esa zona marcarla como suya, darle a entender a todos quien tocara esto lo mataría sin dudar.
El beso se hacía más exigente mas demandante pero el molesto aire les hizo separarse, sin esperar atrajo ese pequeño cuerpo, que ahora era suyo lo abrazo fuertemente pero sin lastimarlo colocando una mano en la cintura y otra en la cabeza del menor, este sorprendido solo se dejo hacer.
- Si me engañas te morderé hasta la muerte –sentencio celoso.- Ahora eres mío Tsunayoshi.
- … -el menor tembló- No…. –no quería la lastima del mayor.- Mientes… -asustado se hizo hacia atrás- Tu no… -Fue callado cuando sintió como el mayor tomo su mano con delicadeza
- Tsunayoshi… -lo miro- Es la única vez que lo diré… -sus ojos mostraban cariño- Te amo… por eso acepte venir hoy a un lugar con multitudes.
- Yo…. –sonrojado.
- Ayer el bebe dijo que tu tenias algo que decirme y no quise desaprovechar la oportunidad –se acerco para acariciarle su mejilla con ternura- Tenerte para mí por un día completo, me causaba emoción.
Sonrió sinceramente por primera vez causando que el menor llorara con más ganas y se abalanzara al mayor, haciendo caer el no dejaba de decirle cuanto lo quería mientras el otro solo acariciaba la cabeza contraria.
Después de eso y cuando se calmo el castaño decidieron pasearse por el parque, entrando a varios juegos la gente los miraba entre extrañados y divertidos ya que Hibari no soltaba su mano y cuando el menor se sonrojaba mas lo besaba enfrente de todo, los dos se veían felices, fue cuando llego la tarde y decidieron subirse a la rueda de la fortuna.
Las luces del lugar hacia que la vista estuviera hermosa el castaño miraba todo con fascinación mientras el azabache lo miraba divertido, no tardo en atraerlo a que se sentara en sus piernas, causando un leve sonrojo en el menor, el azabache acariciaba con su nariz el cabello contrario oliendo esa fragancia dulce que desprendía..
- Gracias –dijo el menor con dulzura, causando la atención del otro.
- Porque… -seguía en lo suyo, pero sus manos ya estaban acariciando al contrario.
- Por estar conmigo este día –sorprendió- Es la primera vez que paso un día haci –miro a la nada triste- Realmente no sé si es un sueño pero… -suspiro, para voltear a mirarlo.- Realmente…estoy realmente feliz por estar contigo hoy –sonrió mas brillante que el sol.
- Ya veo –acaricio su mejilla con su dedo.
- Hoy he hecho recuerdos especiales contigo, Kyoya –tomo la mano contraria y la pego a su cara cerrando sus ojos, para apreciar el calor que esta emanaba.
- Recuerdos especiales? –lo miro con cariño para luego besar su frente.
- Si… -sonrió.- Kyoya está conmigo el día de hoy y también… - con su mano en su bolsa, saco un pequeño chocolate.- Quiero que aceptes esto…No es mucho –apenado- Pero quiero que aceptes mis sentimientos –sonrojado.
- Woa… -lo tomo.- Si es así, el próximo año también y el año posterior, los que siguen puedes esperar la misma cosa, estaremos juntos para celebrar apropiadamente esta y todas las celebraciones que vengan.
Sellaron su pacto eterno con un casto beso para luego recargar sus frentes entre ellos y sonreír, con un – “Te amo” – Suave por parte de ambos, se inicio lo que sería el mejor San Valentín y el inicio de una hermosa relación…
Fin…