Capítulo 2.- Extraño.
-¡No estoy loco!- grito Luffy
-Esto es solo porque nos preocupamos por ti.
-No deben de hacerlo, yo solo he estado muy bien, sin ayuda.
Al anciano una vena la apareció en su frente.
Ace, algo confundió ante tan extraña situación familiar se le acerco a Kureha quien seguía leyendo unos documentos, como si ninguna pelea se fuera a efectuar en su oficina -¿Me podría explicar lo que sucede?
Kureha dejo los documentos sobre su escritorio y lo miro de forma muy seria.
-Luffy es uno de los sobrevivientes al evento de hace dos años y fue la última persona que vio viva a los asesinos. Por todo un mes estuvo en estado de schock… bueno es comprensible- Ace la miro confundido –Tiempo después empezó a sufrir pesadillas y alucinaciones. Nami se había encargado de ayudarlo, pero se retiró ya que según ella, Luffy era imposible de tratar, era muy testarudo. Pasado el primer año, las cosas habían mejorado para él, pero… -Kureha miro a los dos que seguían intentando matarse –Garp me llamo y dijo que Luffy había estado actuando extraño.
-¿Extraño?
-Garp menciono que Luffy había vuelto a sufrir lagunas mentales.
-Comprendo lo que le preocupa.
-Vamos, es una familia preocupada.
-¿Qué quiere que haga?
-Es simple, ayuda al muchacho con su problema, tiene lagunas mentales y haz que recuerde, no importa lo doloroso que sea.
Ace lo pensó y volteo a ver al joven quien seguía enojado e ignoraba cada palabra que su abuelo le decía. Se le acercó al chico.
-¿Puedo hablar contigo, en privado?- le pregunto.
-Sí, creo que si- respondió Luffy, quien salió
-Pasare por ti más tarde- le grito Garp.
-Ni te molestes alguien más vendrá por mí- le respondió Luffy desde afuera.
Ace fue tras él, pero la mano de Garp lo detuvo antes de salir.
-Muchacho, espero y puedas ayudarlo.
Ace observo su rostro, se veía muy preocupado.
-No se preocupe, ayudare a su nieto en todo lo que pueda.
Ace salió para seguir a Luffy.
-Garp- llamo Kureha –Ace es uno de los mejores chicos en este hospital, él sin duda ayudara a Luffy. Después de todo, el tiempo lo cura todo.
-Tal vez Luffy no lo demuestre, pero la muerte de Trafalgar lo cambio demasiado.
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Mientras tanto Zoro buscaba el área infantil, de verdad no podía entender como los pasillos del hospital se convertían en laberintos, porque por más que caminara y caminara no daba con el área infantil.
-¡Zoro!- le grito un chico con una larga nariz.
-Hola Usopp- saludo –Sabes dónde está el área infantil.
Usopp rio ante la pregunta -¡De verdad que nunca cambias Zoro! ¡Jajajaja! ¡Y eso que es tu especialidad!- Usopp seguía riéndose haciendo que a Zoro una vena saliera de su frente. –Bueno, ya lo siento, venga, yo te guio.
Ambos amigos se dirigieron a una habitación donde se veían detalles infantiles, muebles con uno que otro juguete y a varios niños corriendo por la habitación.
-Mocha está en aquella cama cerca de la ventana.
-¿Cómo sabes que la buscaba?
-Kureha me había enviado un mensaje.
Otra vena apareció en su frente. Maldita bruja, pensó Zoro.
Se dispuso a acercarse a l pequeña niña, pero Usopp lo detuvo.
-Zoro, escúchame, a Mocha le habían disparado en la rodilla y en su hombro.
-Sí y que antes de eso vio como asesinaron a sus padres- a Zoro la sangre le empezó a hervir de recordar como una niña de solo seis años veía a sus padres caer frente a ella induciéndola al coma.
-Es probable que su memoria haya quedado afectada, tal vez recuerde algo sobre ti, pero… dudo mucho que recuerde que sus padres están muertos.
-Comprendo, no te preocupes de ahora en adelante estaré con ella- el peliverde se alejó de su amigo para ir a ver a la niña.
Mocha estaba sentada sobre su cama, viendo el cielo azul que podía verse por la ventana.
Zoro se acercó con cuidado.
-Hola Mocha- se sentó cerca de ella, Mocha lo miro primero con miedo -¿Aun me recuerdas? Soy tu tío- la niña se acercó a él con curiosidad y observo un poco más su rostro. Unos pequeños brazos rodearon fuertemente a Zoro -Yo voy a estar aquí Mocha, ya no te preocupes- correspondió al abrazo de su sobrina –Mocha será mejor que te ayude a guardar tus cosas, te llevare a casa. Supongo que aun recuerdas a Sanji.
La pequeña asintió mientras dibujaba en el aire unos espirales.
Zoro rio ante la acción de Mocha y la levanto con cuidado mientras una enfermera se acercaba a ayudarlo.
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Ace guiaba a Luffy fuera del hospital.
-Oye- llamo Luffy –Sé que mi abuelo te dijo que estoy mal de la cabeza, pero no es así. Estoy de acuerdo que puedo ser torpe y que no recuerde… no es gran cosa.
Ace lo observo, no había ninguna facción de que estuviera mintiendo o tramando algo para escapar de esta situación. Presionar a Luffy no era buena opción, en primera porque ese no era su método para ayudar; en segunda porque quería evitar un ambiente incomodo, y por último, porque a simple vista Luffy parecía ser el chico de que si lo atacaban, el igual atacaría.
Suspiro.
-Bien, te creo. No estás loco, solo eres otro chico incomprendido ¿es eso?
-¿Eh? ¡No por supuesto que no! Tengo amigos y me llevo muy bien con mi familia, aunque no lo demuestre- Luffy se cruzó de brazos. Ace rio levemente.
-Voy a ser tu psicólogo, solo estoy tratando de ayudarte.
-Aja, lo mismo dijo Nami, pero termino diciendo que era imposible en mi caso, yo ya se lo había dicho cientos de veces- Luffy suspiro- de solo recordar cómo era cuando se enojaba me produce escalofríos.
Ace igual recordó el carácter de su compañera, rio con algo de miedo.
-Bueno yo soy diferente, seré tu psicólogo pero también quiero ser tu amigo, así que espero y nos llevemos bien- Ace vio la mirada recia a ceder de Luffy –Tal vez la primera impresión no fue la correcta, así que me presentare de nuevo, soy Portgas D. Ace, pero de ahora en adelante solo llámame Ace- le extendió la mano.
Luffy tomo su mano.
-Soy Monkey D. Luffy, pero solo dime Luffy shishishi- soltó su mano –Bueno, si vas a ser mi psicoco.
-Psicólogo- corrigió Ace.
-Ah, sí eso, no intentaras forzarme a recordar o hipnotizarme ¿o sí?
Ace rio ante la imaginación de Luffy.
-Creo que has visto demasiadas películas. No nada de eso, es muy anticuado.
-Uf que alivio, no quiero que me hipnoticen y después actuar como una gallina.
Ambos empezaron a reír.
-¿Este chico en serio está mal?
-Me caes muy bien. Espero y cuando nos volvamos a ver sea igual de divertido, ya me tengo que ir.
-¿Tu abuelo te sigue esperando?
-Le dije que ni se molestara en esperarme- volvió a su pose terca –Además él siempre tiene demasiados trabajos como policía.
-Entonces te llevo tu casa- se ofreció Ace.
-No es necesario, gracias pero no. Un amigo vendrá a buscarme, así que lo esperare.
-En todo caso te acompañare en lo que esperas a tu amigo.
-¿De verdad?
-Por supuesto, ahora somos amigos- le sonrió a lo cual Luffy correspondió.
Ace decidió seguir a Luffy hasta la calle, el Hospital era uno de los edificios más grandes de todo Alabasta.
-¿Oye Luffy, por curiosidad como es tu amigo?- pero no recibió respuesta -¿Luffy?- Volvió a preguntar y volteo a ver al chico, Luffy estaba observando las fotos que estaban en el monumento. Se acercó a Luffy, tal vez así podía saber quién era la persona que había perdido Luffy -¿Luffy?- volvió a llamarlo esperando obtener alguna respuesta.
-¿Tienes mucho trabajando aquí?
-Bueno, llegue aquí hace un año y conseguí el trabajo hace ocho meses.
Luffy se sentó frente a las fotos, observándolas y sonriendo.
-De seguro te hubieses llevado bien con él.
-¿Él?
-Eso creo- Decía mas para él que para Ace –Law no era alguien muy sociable shishishi- Luffy señalo una fotografía, Ace vio a un hombre, moreno, pelo negro, sus ojos tenían una orejas muy marcadas y tres perforaciones en su oreja –Trabajaba aquí, era un cirujano- Luffy sonrió –El mejor.
Luffy se levantó y se alejó un poco, Ace lo siguió.
-¿Era tu familiar?- pregunto curioso, Luffy le estaba dando oportunidad para acceder a sus recuerdos.
-Era mi novio. Yo… yo…-Luffy de pronto apareció algo alarmado.
-¿Qué te ocurre?
-Nada, es solo que, cuando intento recordar que ocurrió aquel día, mi mente se pone en blanco y me da miedo.
Ace se acercó a él y le puso el sombrero de paja que traía alrededor de su cuello.
-Voy a ayudarte Luffy, ese es mi trabajo, vamos a ordenar esa loca mente tuya- le decía mientras le sonreía.
-¡Oye!- hizo un leve puchero, pero un sonido llamo la atención de los dos pelinegros, Luffy esbozo una gran sonrisa -¡Ah, llegaron por mí!
Luffy corrió hacia la motocicleta que se acercaba, Ace lo siguió, quería saber que amigos tenia Luffy, tal vez así se daba una idea de cómo se relacionaba Luffy con los demás y de cómo le había ido en los dos años.
La persona que bajo de la motocicleta se quitó el casco dejando al descubierto un peinado pelirrojo estilo punk, unos googles cuadrados en el peinado y su cara parecía estar enfurecido.
-Hola Kid- saludo Luffy.
-Como sea, démonos prisa o Killer me matara si no llego contigo a comer.
-Espero que sea algo sabroso- el menor se relamió los labios al pensar n la comida que su amigo preparaba.
-Si ahora vámonos, él no debe de tardar en llegar y yo me muero de hambre.
Ace parecía una estatua, en cuanto el punk había llegado Luffy lo había hecho a un lado, pero su sorpresa no terminaba ahí ¡¿Ese tipo era amigo de Luffy?! Bueno comprendía algo de la preocupación del abuelo del chico.
Ace tosió un poco, solo para que lo notaran.
-Lo siento Ace, olvide que estabas aquí. Kid, quiero presentarte a Ace, de hoy en adelante será mi psicólogo- Ace noto la cara de disgusto que puso Kid y como Luffy había mencionado la palabra “Psicólogo”.
-Tch- fue lo único que dijo el pelirrojo y le aventó un casco a Luffy. El pelinegro al ponerse el casco ignoro la mirada que le dirigió Kid a Ace.
¿Qué hizo mal? La pregunta rondo por la mente de Ace ante la mirada de Kid.
-Listo, vámonos ya Kid- se subió en la motocicleta. Nos vemos Ace- Kid estaba a punto de arrancar la moto cuando la voz de Ace los detuvo.
-Luffy te estaré esperando mañana a las 10, no se te olvide.
-Oh- aun y con el casco, Ace noto un tono de desagrado –Ace, no… no me gustan los hospitales.
Esto sería un problema.
-Bueno en ese caso- rápidamente Ace saco un papelito y una pluma y escribió en ella –Es mi dirección y numero de celular, así que ven a mi departamento ¿de acuerdo?
-Si- Luffy tomo el papelito y lo guardo con cuidado -¡Nos vemos mañana Ace!
La motocicleta arranco dejando atrás al pelinegro.
-Así que tu abuelo te convenció de venir- hablo Kid.
-No es así, me obligo. Yo solo había venido a dejar un ramo eso es todo.
-Este chico Ace ¿es como la mujer que te estaba ayudando?
-Bueno, Ace es más amable y paciente que Nami shishishi.
-Espero y no este incomodándote con tantas preguntas.
-Oh, en realidad no hemos hablado nada al respecto sobre eso, según él iremos armando mi mente shishishi.
Kid rio a lo último que había dicho su amigo, Luffy siempre buscaba verle el lado positivo a todo.
-Luffy- llamo el pelirrojo, el menor dejo de reír y presto atención a lo que Kid le diría –Cuando logres recuperar tu memoria sobre lo ocurrido ese día, por favor, no vuelvas a perderte a ti mismo.
Luffy miro confundido a Kid, pero comprendía lo que quería decir.
-Descuida, estaré bien, los tengo a todos ustedes- Kid era su amigo desde hace tiempo, junto con Killer, pareja de Kid y Bonney, la prima del pelirrojo. –Muero de hambre.
-Que bien que llegare contigo, así Bonney y Killer nos mataran a ambos por llegar tarde a la comida.
Ambos empezaron a reír.
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Ace caminaba por los pasillos del hospital, ahora debía de reordenar todo su rutina, aparte de ser psicólogo también había decidido ser doctor infantil, los niños le caían muy bien y viceversa.
-Ace ¿Qué tal te fue?- se le acerco Viví.
-¿Con Luffy?- Viví asintió –Es un buen chico, es algo infantil, creo que por eso me llevare muy bien con él.
-Creí que sería alguien difícil, ya sabes, por el incidente.
-Si yo también lo creí.
-¿Y Zoro, su sobrina está bien?
-Respecto a eso, Mocha está bien y ya puede irse con Zoro a su casa, hubieras visto a Zoro, lucia tan feliz de volver a ver a la pequeña. Bueno a todo esto, te estaba buscando porque Doctorine te llamaba.
-De seguro que quiere hablar de lo mismo. Gracias por avisarme Viví.
Ace se despidió de su amiga y fue en dirección a la oficina de Kureha. Toco un par de veces, “adelante” se escuchó, Ace entro y se sentó en una de las sillas frente al escritorio de Doctorine.
-¿Qué tal te fue con Luffy?
-Es un chico muy agradable, no teme a decir que es lo que piensa, aunque no creo que sean lagunas mentales, es más un miedo a recordar. Luffy necesita sentirse seguro.
-¿Protección?
-Para ayudar a Luffy debo de ayudarlo superando su miedo.
-¿Empiezas mañana con el chico?
-Sí, pero decidió ir a mi departamento, al parecer teme a los hospitales.
-Esa es la actitud Ace, de eso es lo que están hechos los mejores doctores de este hospital. Puedes volver a tus labores mocoso.
Ace se despidió de Doctorine y se levantó de su silla, pero antes de salir pregunto:
-Doctorine, todos los doctores que han trabajado aquí ¿dejan una copia de su expediente?
-Sí, se queda una copia.
-¿Quién podría darme esa información?
-Robín.
-Muchas gracias.
Nico Robín era la doctora a cargo del área de maternidad y también mano derecha de Doctorine, ya que era muy eficaz en todo lo que se le ordenaba.
Tenía una idea sobre como poder acercarse a Luffy y ayudarlo.
-¿A quién buscas?- pregunto la morena, mientras abría un archivero.
-No conozco su apellido. Creo que su nombre es Law.
-¿Law?- Robín lo pensó un momento –Creo haber visto su nombre por aquí- Robín reviso todas las carpetas, que bueno que estaban muy bien ordenadas. –Sí, es este. Trafalgar Law- le extendió la carpeta a Ace.
-Gracias Robín.
-No hay de que Ace.
Ya eran las seis de la tarde, vaya que el tiempo volaba, Ace termino de revisar a su ultimo paciente y había decidió marcharse.
Tenía planeado leer el expediente de Trafalgar, pero le fue imposible, ya que apenas entro a su consultorio, Viví le había traído trabajo que hacer, así que no le quedo de otra que ir a ayudar a sus pequeños pacientes.
Al final se despidió de Viví, marco su tarjeta de trabajo y salió rumbo al estacionamiento. Al llegar busco su auto y al encontrarlo subió en el dispuesto a irse.
-¿Trafalgar Law? Que nombre más extraño-guardo la carpeta, decidió que una vez llegado a su departamento leería el expediente del cirujano, saco las llaves en su bolsillo y arranco su auto, recordó el momento en que Luffy se despidió de él.
“Nos vemos Ace”
Sacudió su cabeza ¿Por qué lo recordó? Más cuando se despidieron. Pero, le gusto la forma en que Luffy le había sonreído. Sus pensamientos se esfumaron, pues un movimiento brusco lo despertó.
Salió del auto esperando no haber atropellado o chocado con algo o alguien, pero nada de eso, el impacto se había dado porque una de las llantas se había ponchado.
-¿Cómo diablos ocurrió?- se preguntó, el movimiento brusco lo había alterado un poco, busco el objeto con que pudo haberse desinflado la llanta, pero el estacionamiento estaba muy limpio –Justo ahora que no traigo un repuesto- Afortunadamente el sonido de un auto saliendo lo saco de su concentración. Para su fortuna era Marco quien salía. -¡Marco, espera un momento!- llamo al rubio conductor.
-¿Qué ocurre?
-Mi auto se descompuso, al parecer una llanta ponchada, por casualidad no traerás un repuesto.
-Lo siento Ace, mejor sube te pasare a dejar por tu casa- Marco abrió la puerta de adelante, Ace subió al auto.
-Gracias Marco, te debo una. Es muy extraño que me haya ocurrido.
-Tal vez la llanta ya estaba a punto de reventar.
-Si quizás fuera eso, llamare mañana a un taller y que pasen por mi auto.
El auto del rubio salió del estacionamiento internándose en las calles de la ciudad.