Cada día se hace más valioso, tenerte a mi lado me anima a creer que cada día es más precioso y me das fuerzas para alcanzar la cima. Hoy es un día normal, en que tú y yo debemos separarnos un tiempo en el día para asistir a nuestros trabajos, tal vez sea el tiempo en que me siento más estresado, al no tener a la persona a quien más amo a mi lado, siento que todo es más pesado, pero que se le puede hacer, debemos trabajar, y este día no me esperaba nada de esto…
-Muy bien chicos, quiero que todos abran sus libros en la página 128 y lean hasta la 140, háganlo rápido ya que les dejaré un cuestionario.
-Alaaagraaann… -Tenía que ser el Kamijou-
-¡Sin reproches! ¡Y será mejor que se den prisa o les pongo trabajo extra! -¿Qué se creen estos mocosos?, creen que el mundo les pertenece…- Al castaño se le cruza por la mente a su amado doctor. –Él también es un mocoso… pero a ese mocoso no lo perdería por nada del mundo y a él si le pertenece todo mi ser…-
*Knock, Knock* suena la puerta.
-Adelante.
-Profesor, nos llaman a todos en la oficina del director.
-¿Y ahora que querrá?
-No lo sé, de seguro no es bueno.
-Hm… muchas gracias, voy en seguida.
-De nada.- Sale del salón.
-Jóvenes, quiero que permanezcan en silencio y sigan leyendo, no quiero que hagan escandalo porque si los encuentro haciendo otra cosa que no sea leer, les irá mal.
-Sí profesor Kamijou… *entre murmullos* Solo esperemos a que se vaya jejejeje…-
Mientras se dirigía hacia la oficina del director iba pensando en que si el motivo no era bueno le daría un ataque.
-Espero que realmente sea algo importante, dejar a mi clase solo por uno de sus caprichos, ja, realmente le daría una buena paliza si pudiera, si lo hago me despide…-
-Buenos días profesores.
-Buenos días -Qué tienen de buenos…-
-Los llamé a todos porque quiero que les den una charla a los muchachos, ya saben, muchos de ellos no terminan sus estudios porque deben cuidar a sus hijos que tienen a temprana edad, realmente ese tema es de preocuparse, cada vez las estadísticas van en aumento, realmente eso nos perjudica a nosotros también, si no terminan sus estudios tenemos menos ingresos, además, no quiero que mi universidad esté llena de niños mocosos que andan besuqueándose por allí.
El castaño volteo a ver al moreno que tanto le enojaba y que alguna vez intentó ligar con él, sus ojos le decían que todo eso era por su culpa, pero al moreno no le gustó tanto ese gesto suyo, sabía que el castaño creía que por su culpa el director estaba haciendo aquello y lo primero en que pensó fue en la venganza… -Esto no se queda así Kamijou…-
-¡Director!, ¿No cree que visitar un hospital de niños a ver cuáles son los cuidados necesarios para los niños es una buena idea para que no quieran tener esa responsabilidad muy rápido?
-¡Esa es una magnífica idea! Solo denme tiempo para ver si el hospital autoriza la visita. Gracias por asistir, ahora pueden retirarse.
Todos salieron del salón y el castaño se acercó hacia el moreno muy furibundo, pero al llegar donde él se encontraba se calmó.
-Por tu culpa tendremos que ir a un hospital.
-No, no es mi culpa, es la tuya.
-¿¡Por qué la mía!?
-Porque tú me provocaste a decirle eso al jefe.
-Bueno como sea…
-Le diré que tú conoces un buen hospital…
-Dile lo que quieras no me interesa.
-Le sugeriré el hospital donde trabaja… ¡TU AMADO!- Grita a todo pulmón y a los 4 vientos.
-¡CÁLLATE! Si tú dices algo a cerca de mí, yo le cuento todo al director…
Los alumnos que pasaban por allí los miraban muy extrañada mente por las actitudes de aquellos maestros.
-¿Qué hacen? ¡Vayan todos a sus clases!- Grita un molesto demonio.
-¿Por qué siempre eres tan enojado Hiroki?
-Le he dicho miles de veces que no me llame así… y si no soy estricto, luego esos mocosos me perderán el respeto…
-Más que respeto creo que es miedo… pero aun así, no debes ser
“estricto” conmigo, porque eso es ser enojado.
-*suspiro* -Mejor olvídelo, ya me voy.
El castaño regresó a su clase no muy satisfecho por el motivo de aquella reunión. Y perdido en sus pensamientos cada vez se le notaba más angustiado.
-¿Y ahora qué voy a hacer? Hm… de seguro Nowaki no haría nada vergonzoso frente a mis alumnos… pero Miyagi… él debe estar planeando algo… aaaaahhh ese sujeto es un dolor de cabeza… lo mato si deja mi orgullo por los suelos, lo mato.
Al finalizar otro largo y duro día de trabajo, regresó a su casa muy feliz de volver a ver a quien más amara en este mundo, pero a la vez no podía ver esos ojos azules que le hacían temblar de pensar que podría perderse en ellos.
-Hiro-san… ¿sucede algo?
-No nada, es solo el estrés del trabajo, esos mocosos no respetan la literatura…
-Yo conozco un remedio para el estrés…
-Yo también… ¡La risa! Jajajajaja- Dijo el castaño sabiendo que su amado se refería al sexo -Ya me voy a dormir… - Sale corriendo de aquel cuarto hacia su cama, pero él no quiere herir a su amado y regresa hacia él y le da un tierno beso de despedida.