Capítulo 16: Movimientos!!!
No podía pensar nada más que aquella era una extensa tortura, agradeció al cielo haber caído inconsciente, aunque despertó casi al instante, cuando los gorilas le arrastraban de vuelta a la oscura habitación.
Permaneció con sus ojos cerrados y no hizo el mas mínimo amago de consciencia, los hombre engañados le lanzaron de manera poco delicada dentro de la habitación, y no se molestaron en descubrir si aquel bulto sobre la cama perteneció o no a Misaki. Hiroki por otro lado lo sabía muy bien, el cuerpo del pequeño castaño ya no estaba mas allí, y solo esperaba y rezaba para que el destino de Misaki fuere mejor que el suyo propio.
A punta de esfuerzo deslizo su cuerpo hasta la otra cama y se coló entre las frazadas procurando que su cuerpo fuese suficiente fuente de calor como para no coger un resfriado en aquel húmedo lugar, lo último que recordaba era temblar de frio hasta caer entre los brazos de un acogedor Morfeo.
Akihiko & Nowaki.
-Akihiko-san, debemos hacer algo, me estoy desesperando- Insistía el joven de ojos azules, no había conseguido conciliar el sueño durante toda la maldita noche, y lo que más le molestaba era saber que Akihiko no pretendía hacer el mas mínimo esfuerzo por ayudarle.
-Ya te lo he dicho Kusama, debes calmarte, no podemos ir sin tener un plan- El peligris se encontraba sentado junto a su escritorio, sobre este un cenicero era cubierto por las diferentes colillas de cada cigarro que el mayor había consumido durante la noche, sus ojos violetas miraban incansablemente aquella hojas en blanco frente a sí mismo, pero no conseguía llenarle con nada.
-¿Y hasta cuándo tendremos ese plan? ¡No es posible Akihiko-san! Temo que a hiro-san le hagan algo malo, y hace rato ya tengo ese extraño presentimiento de que nada bueno se avecina para nosotros…
Akihiko entendía lo que decía el joven estudiante, él también lo había sentido, llego a pensar que aquel extraño sobrecogimiento en el fondo de su corazón había sido obra por su castaño amigo, Hiroki tenía ese don y realmente no dudaba que su amigo quisiera decirles algo.
Al parecer los padres del castaño tampoco había descansado mucho, pues desde temprano en la mañana se habían contactado con el, para saber al menos cual era la situación del asunto, aunque con todo el pesar tuvo que informales que era un completo congelamiento, no había hecho absolutamente nada durante toda la maldita noche.
-Podríamos intentar con ellos…sería una fortuna pero la seguridad de Misaki y de Hiroki está en juego, el dinero es lo menos importante- Susurraba para sí mismo el escritor- Kusama iremos a ver a un detective que contrate hace tiempo, ellos tiene un poderoso personal, que si con suerte conseguimos una buna suma de dinero serán capaces de ayudarnos- Explico el mayor, apenas se levantó tomo su saco colocándolo sobre sus hombros, y comenzó a caminar por la estancia, diviso las llaves de su auto- VAMOS.- Ordeno.
Nowaki sin haber comprendido mucho simplemente le siguió el paso al mayor y espero que al menos su plan esta vez sí diese resultados.
El viaje en auto fue largo, pero al fin llegaron a una gigantesca casa, habían guardias por todos lados y se encontraban muy atentos a todos los movimientos a su alrededor.
Akihiko acerco su auto hacia la entrada principal de la mansión y hablo con el portero, quien se encontraba total y completamente reacio a dejarle pasar.
-¡Maldición! Hombre, necesito ver a Miyagi- Expreso exasperado el peliplata, estaba a punto de hacer un escándalo cuando el hombre a quien buscaba apareció en dicho lugar.
-Usami-san ¿Qué está haciendo usted aquí?- Pregunto el pelinegro, tenía una cara delos mil infiernos y al parecer las cosas en la residencia Tatsuki estaban realmente mal…
- Tengo algo que discutir contigo, mi padre se ha movido, ha raptado a Hiroki y a mi novio también, necesito tu ayuda y la cooperación de la gente de tu empresa.
-Me meteré en un gran problema por esto- susurro Miyagi más para si mismo- Déjalos pasar- Indico al guardia- Hablaremos allí adentro.- Le dijo por ultimo a Akihiko antes de retomar su camino hacia dentro de la mansión.
Sabía que se estaba metiendo en un gran problema, el padre de Shinobu alias su jefe estaba furioso, tanto con su hijo por escaparse como por todo su inepto personal que no había sido capaz de detenerle, meter a unos “extraños” en la casa en esos momentos seria razón suficiente como para ser despedido y olvidarse de su carrera como detective de por vida.
También había sido una noche difícil para él y todos los del área de investigación, no había hallado el mas ínfimo rastro que diera con la ubicación de Usami fuyuhiko, y aunque le desesperaba reconocerlo Shinobu era el mejor Hacker que él conocía hasta el momento y sin su ayuda realmente nada estaba resultando.
Se encontraba a punto de subir la escalera y hablar con su jefe cuando una figura vestida completamente de negro comenzaba a ingresar por una de las ventanas del salón principal, preparo su arma para atacarle, pero esta cayó estrepitosamente al suelo cuando el pequeño intruso levanto su fino rostro.
-¡SHINOBU! ¿Dónde MIERDA ESTABAS? NIÑO MALCRIADO- comenzó a acercarse peligrosamente al rubio y al hacerlo solo logro distinguir a otro muchacho tras de el- ¿Y tú eres?-pregunto, mientras que al mismo tiempo agarraba a Shinobu de un brazo para que no se le escapase.
- Es Misaki, lo encontré en el escondite de fuyuhiko- Explico el menor sin hacerse problemas por lo que antes le había dicho Miyagi, dejo en especio por la ventana y le hizo una seña al castaño para que entrara por la misma.
-¿Descubriste el lugar? ¿Estaba Kamijou hay? ¿POR DIO SHINOBU HASTA QUE OUNTO PUEDE LLEGAR TU IRRESPONSABILIDAD?
-Mierda Miyagi ¿Quieres dejar de gritar? he vuelto sano y salvo y he demostrado ser mejor que ninguno en esta casa. Dime ¿Ya encontraron el lugar si quiera?- pregunto el rubio exasperado.
Miyagi simplemente desvió su mirada, asumiendo que realmente lo que decía Shinobu era verdad, nadie más en aquel maldito lugar había llegado tan lejos como lo había hecho el rubio.
-¿ENTONCES POR QUE DEMONIO NO ME DEJAN PARTICIPAR?
-POR QUE NO, Y PUNTO- Grito Miyagi- ¿CREER ACASO QUE EL EL MALDITO HECHO DE QUE LO HAYAS HECHO BIEN LE RESTA PUNTOS A TU IRRESPONSABILIDAD?- Pregunto rojo de cólera.
-NO, MALDICION- El menor golpeo uno de su puños contra la pared- QUIERO DEMOSTRARLES QUE SI PUEDO, YO TAMBIEN QUIERO PARTICIPAR EN ESTO… No hice tanto esfuerzo, no llegue tan lejos para que me dejen fuera…-
-Misaki…
Mientras ellos discutían tanto el peligris como su acompañantes habían ingresado en la sala, se vieron sorprendidos por la cantidad de gritos que venían desde esta, solo fue cosa de dar unos pasos para encontrase con los causantes de dicha acalorada discusión, sin embargo para Akihiko solo hubo una persona frente a sus ojos en ese instante.
No supo porque estaba allí, ni de que manera había logrado posicionarse en ese lugar, sus piernas simplemente reaccionaron y corrió hasta su amado castaño refugiándole entre sus brazos, cerciorándose de que aquel contacto era real.
La discusión fue interrumpida por el escritor que corrió hasta lo brazos de su novio y le abrazo cálidamente.
-¿Estas bien mi amor?- Pregunto tomando distancia del pequeño y acariciando la mejilla del mismo con suma delicadeza.
-Yo estoy bien, pero Hiroki-san…
-¡Hiro-san! ¿Sucedió algo malo con él?- Pregunto de pronto un ojiazul completamente alterado.
-No lo sé- Respondió el castaño- Ayer lo vi por primera vez, dormidos un rato juntos y después ellos… Ellos se lo llevaron, hoy unos gritos desgarradores, pero no había nada que pudiese hacer para ayudarle, realmente no quería dejarle solo, pero pensé que más podría ayudar aquí afuera que allí dentro junto a el- Expreso el muchacho de ojos verdes con angustia contenida.
Nowaki se dejó caer al suelo, no podía culpar a ese castaño por dejar a su Hiro-san solo, el bien sabia aquella sensación de estar allí junto a él y no poder ayudarle en lo absoluto, un peso cayo crudo sobre sus hombros.
Por su parte tanto el rubio como el orto pelinegro se miraron intercaladamente, no sabiendo muy bien cómo manejar la situación, después de todo Miyagi comprendía lo que quería decirle Shinobu, no aprobaba su comportamiento, pero de alguna manera sabía que el rubio tenía razón en algo.
-Lo siento, no queríamos dejarte fuera, pero ayer fue un dia dificil para ti, solo queremos protegerte.
-Pero yo les dije que me encontraba bien ¿Por qué no lo entienden?
-Porque te amo, lo único que quiero es protegerte, incluso si es en contra de tus propios deseos- El mayor abrazo el pequeño cuerpo de Shinobu que temblaba tanto de la emoción como de la impresión que le habían causado aquellas hermosas palabras.
-¿Qué sucede aquí?- De pronto el jefe de la familia descendió por las escaleras, no tardó mucho en reparar en la presencia de su hijo, para cuando lo hizo Miyagi ya le había soltado- Shinobu ¿Se puede saber dónde has estado?
-Descubrí el escondite de “ellos papá- Respondió el rubio sin la mas minima gota de temor ante el porto irritado de su padre.
-¿esa es excusa para tu desobedecía e irresponsabilidad?-pregunto el hombre notablemente molesto pero sin levantar en lo mas minimo la voz.
-Absolutamente- Contesto el hijo con su mirada seria y desafiante.
-Vete a tu habitación.
-No soy un niño papa- Reclamo al instante el de ojos celestes.
- no te he preguntado qué edad tienes, te di una orden y espero que eta vez si la obedezcas- Repuso el padre sin salir de sus cabales.
-Pero padre…
-Señor, disculpe la interrupción, pero el resto de los hombres realmente no han encontrado y con toda sinceridad necesitamos que Shinobu nos entregue aquella dirección- Hablo el detective- Por favor, permítame hablar con su hijo le juro que lograre buenos resultados- Propuso haciendo una referencia.
El hombre miro desde arriba a su subordinado, pero finalmente le concedió el permiso a Miyagi, sabia que si alguien era capaz de domar a su hijo ese era su detective empleado.
Ambos hombres se marcharon, Miyagi tironeaba de Shinobu escaleras arriba, mientras que el resto se quedo perplejo en la sala.
-¿Ustedes quienes son?
-Usami Akihiko Señor, cliente de su empresa, estoy directamente relacionado con este caso, he contratado al Miyagi-san con el objetivo de que encontrase a mi amigo desapareció, aunque de a poco la situación fue tornándose cada vez mas complicada, realmente siento las molestias- Hablo cortésmente el joven escritor- El es mi acompañante Misaki y este otro mjuchacho es quien cuido de mi amigo hasta el día del secuestro.
El hombre no dijo nada, solo observo a los personajes en su sala y camino hacia uno de los sofás, esperando paciente a que la resolución del problema fuese positiva.
-Siéntense por favor, esto es probable que tarde un poco- invito el hombre sabiendo de buena fe que convencer a su hijo no era tarea fácil.
Los minutos pasaban y con ello estaban cada vez mas nerviosos, para su mala suerte Misaki no había reconocido de todo los caminos que habían tomado para salir de aquel espantoso lugar, por lo que la única escapatoria en ese momento era Shinobu.
Los pasos se oyeron por las escaleras y un cansado Miyagi sonreía al pie de estas, saco un papel de entre sus manos, la fina letra de Shinobu se leía en ella, donde claramente había escrito la dirección.
-Lo consegui, Shinobu accedió a quedarse en casa el resto de la operación, Misaki-kun tu te quedas con Shinobu procura que no haga nada arriesgado… Gente llego el momento de MOVERNOS!!!
Aquellas fueron las palabras que dieron pie a un presuroso rescate…