Capítulo 19: ¿Rescate o emboscados?
Las preparaciones tardaban más de lo que esperaba, cada segundo era más tortuoso que el anterior y sentía que sus nervios pronto iban a colapsar, mandaria los planes a la mierda cogería una automóvil y rescataría a Hiro-san así tuviera que perder la vida en el intento.
A pesar de que Shinobu les había dado la dirección, todos insistían en que debían formular bien los planes, que debían estar preparados para cualquier situación, su principal limitación era no incluir a la policía en el rescate.
Por lo que les había contado Misaki, Hiroki no había pasado bien la noche anterior, no sabían en qué estado se encontrarían al inocente Hiroki. Akihiko había insistido en que un doctor sería necesario, sin embargo volvían al comienzo, no podían involucrar a medios municipales, llevar a Hiroki a un hospital no era una opción, y hasta el momento no lograban encontrar un doctor dispuesto a unirse a su loco plan.
Habían llegado por la mañana a esa mansión, ya estaba anocheciendo y seguían allí sin mover un solo dedo, y nuevamente un extraño sentimiento se había alojado en su interior, sentía que si dejaban pasar un solo minuto más todo acabaría en tragedia.
-Me estoy desesperando Akihiko-san, ya no puedo esperar más, algo malo va a suceder aquí- Decía Nowaki con pesadez, de alguna manera quería convencer a Akihiko de ir a rescatar a Hiroki sin planes, ni ayudas, una vez que lo tuvieran a salvo buscarían la manera de ayudarlo con sus secuelas, en ese momento lo más importante para él era salvar a Hiro-san.
-No digas tonterías Kusama, hemos hablado de esto todo el día, y aquí todos concordamos en que mi padre es un hombre muy poderoso, no podemos ir tan confiados, y descuidarnos de el, mi padre ya ha logrado llegar muy lejos, lamentablemente estamos varios pasos detrás de el…
-Y eso es lo que me preocupa, si tu padre ya ha llegado hasta donde esta ¿Qué te hace creer que no seguirá avanzando? Estamos jugando con fuego Akihiko-san, no podemos seguir de esta forma, debemos arriesgarnos de alguna manera…
.:*Hiroki*:.
Había sido descubierto, de cierta forma sabía que no faltaría mucho para que eso sucediera. Durante la tarde uno de sus represores había ido con intenciones de alimentarlo a él y a Misaki, sin embargo ardió Troya cuando el “gorila” descubrió que solo había una persona en esta habitación.
Hiroki despertó de un golpe, le habían levantado de la cama y luego lo azotaron contra el piso.
-¿Dónde está el otro?- Pregunto el hombre corpulento con notable rabia, Hiroki que acaba de despertar y azotar su cabeza contra el suelo, observo al hombre con desconcierto y mucha confusión, realmente no sabía de qué estaba hablando.
-¿Qué…
- El otro, demonios ¿DONDE ESTA EL OTRO?- Grito, cogiendo al castaño del cuello de su camisa y elevándolo brutalmente para luego estrellarlo contra la pared y volver a dejarlo sobre la cama.
-No lose, él estaba durmiendo hace un rato- Hiroki se hizo el desentendido.
-Pues mira que bien, el ya no está durmiendo, así que sería mejor que ya vayas hablando y me digas a donde fue tu amiguito.
El hombre sonriendo maliciosamente, agarro el pequeño tazón humeante de aventar y sin contemplamientos la lanzo sobre el frágil cuerpo del castaño.
Hiroki por reflejo quiso alejarse de aquel alimento espeso y caliente que quemaba su piel, su brazo y gran parte de su hombro y cuello se enrojecieron de inmediato, y el castaño reprimido un grito de profundo dolor.
El hombre tomo a Hiroki de un brazo y volvió a verter el otro tazón que traía consigo sobre el cuerpo del más pequeño.
-Allí tienes tu cena- Se burló saliendo de la habitación, sin duda le arteria muchos problemas haber permitido que el otro castaño se escapara pero al menos se había vengado del mal nacido de Hiroki que no le había querido decir la verdad.
El castaño se quedó encogido en su lugar, hiperventilando y soltando pequeñas lágrimas, su cuerpo temblaba por completo, y sentía como el calor de la avena comenzaba a comer su carne.
Levanto su cuerpo como pudo y quito la camisa blanca y delgada que le cubría, observo con desconcierto lo horrible que se veía toda la zona, la piel se había arrugado un poco y lucía un horrendo color rojo carne.
Se apresuró en correr al baño contiguo, una cavidad pequeña, con solo un W.C en el centro de ella, No había duchas ni lavamanos, desesperado por calmar en parte su dolor metió la camisa blanca en el agua fría del escusado y la puso luego sobre su cuerpo, en cada lugar donde le habían quemado, el dolor fue atroz, quiso gritar, pero no lo hizo, deseo demostrarse a sí mismo que era fuerte y que podía con ello, Misaki ya no estaba allí, y tenía fe en que pronto le rescatarían.
Camino con esfuerzo hasta la cama de la habitación, semidesnudo se recostó nuevamente en esta, y se cubrió con las gruesas mantas, el roce de las frazada con su cuerpo recién quemado era como respirar azufre concentrado, un dolor cada vez más razgante.
¿Hasta cuándo duraría su sufrimiento?
.:*Fuyuhiko Usami*:.
-MALDICION, ¿Cómo diablos se les pudo haber escapado?
-No lo sabemos señor, supones que fue en momento que llevamos a Hiroki con el “Doctor”.
-Pero alguien debía quedar a cargo del otro maldito castaño. Sin Misaki, el inepto de mi hijo comenzara a hacer su propios movimientos- Gruño el mayor con notable enfado.
-Esperamos ordenes señor.
-Debemos movernos… Quiero que descubran donde esta Akihiko, es momento de darle un pequeño susto- el padre sonrió con notable malicia.
-Saquen a la princesita de su refugio, es momento de movernos, no permitiré que años de seguimientos me quiten la oportunidad de mi vida- Las ordenes fueron claras y precisas.
Un extenso grupo de investigadores no tardaron en dar con la ubicación del joven Usami akihiko. Si tal como lo había dicho Usami, Fuyuhiko estaba varios pasos por delante de ellos…
Hacía tiempo había mandado a poner un chip de rastreo en el auto de su hijo, aquello jamás fue descubierto por el joven peliplata, sin embrago fue un gran movimiento de parte de su progenitor, quien ahora tenía en su absoluto poder cada movimiento de su astuto hijo.
-Haruhiko lidera a los hombre que irán contigo a la mansión Takatsuki, asegúrate de formar varios destrozos, no maten a nadie, eso sería perjudicial, solo dales un buen susto, y asegúrate de que ellos tampoco asesinen a ninguno de nuestros hombres.
.:*Hiroki Kamijou*:.
-Mi adorado príncipe es hora de abandonar nuestro castillo- Su verdugo ataviado en una bata blanca ingreso a la habitación con una sonrisa tétrica pintada en el rostro.
Hiroki le observo asustado y se arrebujo en una orilla del catre.
-Tus amiguitos están haciendo mucho alboroto Hiroki-chan, así que tendremos que irnos de aquí…
NO, Por Dios eso no podía estar sucediendo, el creía que sería rescatado, creía que podría salir pronto de ese lugar y cuando más esperanzas tenia, todos sus sueños fueron azotados contra el suelo y rotos cual muñeca de porcelana.
“Nowaki sálvame por favor, no me quiero alejar más de ti” Pensó en aquel momento con total congoja…
.:*Mansion Takatsuki*:.
-HIRO-SAN- el grito fue desgarrador.
Habían estado así desde el anochecer, nadie había movido un solo musculo cada uno sumido en sus propios problemas, Misaki junto a Usagi, Shinobu encerrado en su habitación tal como había prometido, Miyagi por su parte había permanecido horas y horas hablando con su jefe en la propia oficina de este.
Por supuesto nadie había esperado que aquel desgarrador grito rompiera la calma de aquella estrellada noche.
Nowaki se levantó apresurado de su lugar dispuesto a salir en ese momento de la mansión y buscar así fuera con o sin un plan en mente a su amado Hiro-san.
Por supuesto todos los demás se levantaron apresurados, debían detener a Nowaki antes de que fuera demasiado tarde.
-Suéltame maldita sea. A nadie en este puto lugar le interesa salvar a Hiroki, él está desesperado, y llámenlo estupidez, pero algo me dice que si no hacemos algo pronto terminaremos mal…
-Lo entiendo Kusama, pero vamos te he dicho lo mismo todo el dia, necesitamos un plan, yo estoy tan preocupado por Hiroki como tú.
Nowaki bufo por lo bajo.
-¿Bromeas? Desde que viste a tu novio en buen estado, el rescatar a Hiroki paso definitivamente a segundo plano, nunca tuviste la real intensión de ayudar a Hiro-san- reprocho Nowaki con crueldad- Ninguno de ustedes- espeto luego- Aunque realmente de ustedes no espero absolutamente nada después de todo Hiroki solo es un desconocido… Sin embargo podían haberme ahorrado la pérdida de tiempo.
-Kusama…- Replico Akihiko sin poder continuar.
Nowaki no tomo en cuenta nada y se dirigió a la puerta con intensiones claras de abandonar el lugar, pero al abrir la puerta no pudo ver más que un montón de hombres dispuestos al ataque.
-Sube y escóndete Misaki- Actuó de inmediato el escritor, El joven castaño no tardó en hacer caso y subió las escaleras escondiéndose en el cuarto de Shinobu.
Era una multitud de hombres de negro, habían golpeado a todos los guardias que custodiaban la seguridad de la misión, llevaban armas las cuales estaban “aparentemente cargadas” pero la verdad no era así.
Nowaki siguió avanzando realmente sabía que no podría contra todos ellos pero deseaba de alguna forma desquitarse.
Sin embrago lo que sucedió llamo la atención de todos, el pelinegro paso sin ser detenido por ninguno de los hombres.
De entre la masa negra emergió un castaño ataviado en un costoso traje de diseñador, impecablemente estirado.
-Ataquen- dijo este, y todos los hombres se lanzaron en contra de la casa, ingresaron en este he hicieron varios destrozos golpearon a algunas personas, entre ellas a Miyagi aunque no fue nada de gravedad.
El castaño entro también en la morada y busco con la vista a su hermano menor, se acercó a este que tendido en el suelo se quejaba de una patada que habían asestado en su estómago, el castaño le escupió en la cara.
-Estamos un paso delante de ti hermanito… DEJA DE INTERFERIR EN NUESTROS PLANES- Hizo una pausa y se giró- Esta solo fue una advertencia.
Con un gesto de la mano consiguió que los hombres se retirasen del lugar.
.:*Hiroki Kamijou*:.
-Vamos mi amada princesa- Le habían vuelto a inyectar una extraña sustancia que le hacía sentir aletargado.
Hiroki observo con impresión que ninguno de los gorilas rondaba la zona, supuso que ellos se habían movido del lugar mucho antes, ahora solo eran el doctor loco y el.
Esa era su oportunidad.
Se dejó arrastrar por el hombre hasta salir de la propiedad, sintió el aire frio y nocturno golpear en su rostro y sintió la pesadez de no saber si quiera que día era el que estaba viviendo, el tiempo había pasado en años durante todas su tortura y realmente no sabía que iba a encontrase con un cielo estrellado al salir del lugar.
Hiroki arresto sus pies descalzo, llevaba otra camisa, era un pijama celeste, bastante abrigador y se sintió afortunado de que al menos abrigo le habían proporcionado.
Sintió como era lanzado sin contemplamientos al suelo duro de un automóvil, parecía una camioneta, cerrada total mente, la cabina del conductor estaba separada del lugar donde le habían lanzado, se sentía como un reo siendo trasladado a su nueva cárcel, y la verdad no estaba muy lejos de su situación.
Sintió el ruido del motor en marcha y quiso desfallecer, pues su única oportunidad de ser encontrado estaba en aquella mugrosa habitación.
Hiroki se pegó a la puerta de la camioneta, intento no hacer mucho ruido y al parecer lo había conseguido, intento buscar alguna forma de abrirla por dentro sin embargo la única posibilidad parecía ser por fuera.
Intentaría algo que jamás había hecho, no esperaba tener la potencialidad para conseguirlo, aun así quiso tener fe en sí mismo y concentro todo el poder de su mente en mover aquella viga que le separaba de su libertad.
Cada segundo que pasa era más agotador, y parecía que pronto llegarían a su destino, hiroki comenzaba a impacientarse, no quería perder la fe, pero se sentía completamente acorralado por la situación.
Cedio, la puerta de la camioneta cedió de un momento a otro, los ojos castaños se abrieron impresionados, fue solo un fracción de segundos, no necesito mas tiempo para decidirlo, sin arrepentimientos salto de la camioneta aun en movimiento, para ese momento el conductor ya había caído en cuenta sobre los planes de Hiroki…