Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fuera de la jaula por niky-cham

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, he regresado con un nuevo y precioso capitulo, este capitulo en lo personal me gusto mucho, es una historia del pasado, que no pretendo adelantar mas, por lo que les invito a leer :)

Capitulo 4: La Historia de Usami Akihiko y Kamijou Hiroki.

Le había conocido un día soleado en uno de esos meses que corren el año, pero para el castaño todo era igual, daba igual el año o el mes, poco importaban los días, y apenas se fijaba en la hora, después de todo sus días eran cada uno igual al anterior, encerrado desde que tenía memoria en su propio hogar, no iba a la escuela como el resto de los niños, había madurado rápido y tampoco le interesaban los vánales programas de televisión.

Para ese tiempo a sus pobres nueve años Hiroki había comenzado a pasar sus días recostado en el césped de su jardín, el cual era separado del jardín vecino por una pobre cerca la cual se encontraba bastante endeble.

Aquella había sido su primera aventura, había escapado de casa colándose en el jardín vecino, arboles altos y frondosos exhibían sus verdes hojas antes su impresionada vista.

Huyendo de la monótona vida encerrado en su hogar, comenzó a caminar rápidamente, al recorrer los amplios jardines llenos de césped, arbustos y frondosos arboles altos, termino por pensar que ese espacio era algo así como una plazoleta o algún estilo de jardín vecinal.

Ya encontrándose más internado en aquel mini bosque encontró algo que desde ese momento el llamo su “base secreta” un lugar donde los altos árboles se alzaban imponentes  sobre su cabeza, y entre ellos un pequeño espacio daba vista al cielo azul y sus blancas nubes, una perfecta combinación con el verde de las hojas.

Así fue como cada día durante la hora de compras de su madre el escapaba de su jardín, al espacio contiguo solo se quedaba allí unos minutos disfrutaba de la calma que le daba la brisa exterior, y luego volvía su casa asegurándose que su madre no le descubriera.

En una de sus múltiples aventuras en la “base secreta” fue que conoció a Usami Akihiko.

-¿Qué haces tú aquí?-pregunto sorprendido de encontrar a alguien en el mismo lugar donde el solía pasar sus miserables minutos de libertad.

-Estaba durmiendo- Contesto el otro frotando las violetas que tenía por ojos, de ese modo pretendía espabilar un poco el sueño.

-¡Eh!- Exclamo viendo a su poco expresivo acompañante- De todos modos no puedes simplemente llegar y ponerte a dormir en la base secreta de otros.

-¿Entonces qué debo hacer?-pregunto ya un poco más espabilado.

Hiroki no sabía como hacer, el chico en si parecía un libro abierto, sin embargo le costaba horrores leer aquel libro.

-Bueno primero deberías pedirlo- confeso Hiroki un tanto avergonzado por la mirada de Usami.

-Por favor.-

-¿Qué?-pregunto consternado.

-Por favor- repitió con tono neutro.

-Ehh… está bien- contesto rendido.

El niño de cabellos color plata sonrió ante la positiva del castaño, Hiroki nuevamente se vio avergonzado por la actitud del otro.

-¡Oh No!- Exclamo de la nada- Mama debe estar por regresar- después de decir eso en voz alta, pero más bien para sí mismo comenzó a correr en dirección a su casa, Akihiko algo sorprendido le siguió con la mirada cuando el castaño se perdió de vista se levantó y comenzó a perseguirle para observar como el pequeño castaño pasaba entre unas viejas tablas y se internaba en otra casa.

Al día siguiente todo transcurrió igual que siempre, se levantó temprano ayudo a su madre en lo que pudo, vio algo de la insípida programación televisiva, leyó un par de libros y salió a jardín luego de comer el almuerzo.

Allí estuvo largos minutos apoyando su espalda en la viejas tablas que le separaban del otro jardín, aun no era hora de escapar su madre estaba en la sala viendo su novela, y de vez en cuando durante los cortes comerciales ella salía a observar a Hiroki.

-Hola-

Un respingo le hizo saltar sorpresivamente.

-¿Qué? ¿Quién?- consulto asustando, para luego descubrir por una de las rendijas entre madera y madera los ojos amatistas de su últimamente conocido-No me asustes así-reprocho de pronto.

-Lo siento- susurro Akihiko sentándose también con la espalda apoyada a las tablas-¿Cómo te llamas?-pregunto curioso.

-Hiroki- contestó después de pensarlo un poco, sus padres siempre le habían dicho que le gente del exterior era mala, pero él no desconfiaba de ese niño,  aparentemente de su edad-¿Y tú? ¿Cuál es tu nombre?-pregunto de regreso.

-Akihiko- respondió el otro.

Akihiko era un pequeño casi tan aburrido como el, no le gustaba la televisión, se aburría con los juguetes y parecía preferir una buena lectura, le comento que tenia buenas calificaciones, en fin parecían tener bastante en común, algo que para Hiroki fue una real sorpresa, considerando que no todos los niños maduran a los nueve años.

Así iniciaron una tierna amistad, Akihiko llegaba allí temprano, hablaban entre las tablas y cuando llegaba la hora partían juntos a la base secreta, allí estaban unos minutos, luego acompañaba de regreso a Hiroki y se despedían.

Los días transcurrieron así un buen tiempo, hasta que la madre de Hiroki comenzó a notarlo…

-Cariño estoy nerviosa-confeso después de que su hijo de había ido a dormir.

-¿Qué sucede?-pregunto su esposo atento a las inseguridades de su nada mujer.

-Hiroki, el… está actuando muy raro, todos los días va al jardín, habla solo durante horas y luego ingresa a casa como si nada.

-¿Sera otro de sus “síntomas”?- hablaba el padre.

Ninguna persona está preparada para tener a un hijo con cualidades como las suyas, ningún padre espera que su hijo pueda leer su mente o ver el futuro, por lo que ellos realmente no estaban listos para prever que podría suceder más adelante.

Ellos realmente estaban asustados, no sabían cómo tratar con un hijo clarividente, y lo peor era que Hiroki lo sabía, frecuentemente hiroki reconocía esa sobreprotección con el creciente miedo a no saber qué hacer con él.

Un día de otoño en el mismo mes, ambos chicos escaparon al jardín con pasos presurosos a la “base secreta” estaban muy entretenidos, hablaban sobre un libro que estaban leyendo juntos, cuando de pronto un mayordomo comenzó a recorrer los mismos verdes pastos en busca de “Akihiko-sama”

-Akihiko te está llamando a ti- dijo impresionado el castaño.

A lo que su amigo le tapó la boca y le escondió entre los arbustos.

Cuando el hombre por fin desapareció Hiroki volvió a preguntar.

-¿Qué hacia el aquí? ¿Por qué te estaba buscando? ¿A caso sabía que tu estas aquí-

-El es mayordomo en mi casa, dudo que sepa que yo estaba por aquí.

-¿Entonces por qué?

-Porque esta es mi casa- respondió tranquilo el chico de ojos violetas.

Aquello fue una gran sorpresa para el pequeño castaño, el creía fieramente que aquel era un espacio comunal, sin embargo había estado entrando a hurtadillas todo el último tiempo a una casa ajena.

Finalmente separados por el tiempo Hiroki volvió a correr a su hogar.

Aquel día se había enterado que su amigo prefería pasar largas jornadas en ese jardín, evitaba estar en su casa y tenia mala relación con su padre, mientras su madre se preocupaba más por comprar zapatos y carteras en algún país lejano.

Ingresado el invierno con toda su ferocidad, la nieve caía con fuerza sobre los que osaban a estar fuera de casa.

Uno de esos eran Akihiko y Hiroki, ellos estaban con las espaldas apoyadas a la cerca, se hablaban suavemente, Hiroki le había expresado su preocupación por que  sus padres descubrieran que el escapaba cada día, así que cada vez intentaban ocultarlo más.

-Hiro-chan, entra está haciendo mucho frio-Grito su madre desde el ventanal.

-Ya me voy Akihiko-susurro levantándose de la tierra.

-Sí, adiós- susurro serio como siempre.

-¿Tú no te iras?-pregunto nervioso, hacia frio y Akihiko estaba allí bajo la nieve.

-Aun no, no quiero entrar a casa.

Hiroki asintió, y se sintió culpable, su amigo le ayudaba tanto, aunque él no lo supiera, Akihiko había sacado a Hiroki de la quesería una profunda depresión, sin embargo Hiroki estaba dejando que su salvador se hundiera, se congelara bajo la nieve, incapaz de ayudarle.

Ese día durante la cena atormentado por no conseguir ayudar a Akihiko decidió confesarle a sus padres.

-Oto-san, oka-san quiero hablar con ustedes- susurro con algo de nerviosismo.

-¿Qué pasa cariño?- consulto su amorosa madre.

-Yo, sé que ustedes están asustados, que piensan que yo hablo solo- confeso.

Sus padres se vieron aterrados, Hiroki hablaba con suavidad y madurez.

-Pero yo no hablo solo- asevero.

-¿Entonces con quien entablas tantas conversaciones en el patio?- consulto su madre queriendo ser comprensiva, aunque pensaba que su hijo no estaba más que alucinando.

-Yo conocí al vecino, se llama Usami Akihiko, llego hace poco de Inglaterra, yo me colaba en el jardín de los vecinos, y un día de esos lo conocí, el siempre viene y hablamos entre la cerca- confeso asustado.

-¡Hiro-chan!-su madre se alzó preocupada y desconcertada-¿No te dijimos que no debías hablar con nadie? La gente de afuera se querrá…

-Aprovechar de mi-susurro el niño con la vista baja- Pero Akihiko no parece de esos, él siempre es muy serio, y me ayuda sin intención de que yo le tienda la mano de regreso, no sabe que yo puedo hacer todo lo que hago, y no creo que quiera aprovecharse de eso aun si lo supiera- defendió con fiereza y astucia.

-¿Por qué nos dices esto ahora?-pregunto su padre con fuerza.

Hiroki se vio descubierto, hacia allí apuntaban todas sus cartas.

-Él no se lleva muy bien con su familia, y no le gusta estar mucho en su casa, al principio no me preocupo mucho, pero estoy seguro de que el debe estar aún allí afuera bajo la nieve, seguramente no quiere entrar a su casa…- susurro.

Sus padres le veían sorprendido, Hiroki siempre había sido un niño voluble, respetuoso y obediente, no defendía ningún punto si sus padres le decían que no lo hiciera, sin embargo allí estaba su hijo apelando con fuerza sobre un niño que hace poco había conocido.

-Por favor déjenme invitarle a casa- dijo levantando la vista.

Fue una dura batalla, pero sus padres perdieron, Hiroki jamás les había pedido nada, y siempre había hecho lo que ellos mandaban, por lo que esta vez ellos notaron que ese niño era demasiado importante para Hiroki.

El castaño fue a buscar a su amigo, le metió a la casa, le dieron de cenar y durmieron juntos, hiroki estaba feliz de ayudarle Akihiko estaba agradecido, y los padres estaban encantados con el amigo que había hecho.

Finalmente terminaron aceptándole como uno más que sabía el secreto de su hogar.

No fue sino hasta que Hiroki tuvo 15 años que reconoció esa preocupación por su amigo como amor, sin embargo para él ya era muy tarde, definitivamente Akihiko  no le veía de la misma forma.

-¿Qué sucede contigo?-pregunto el joven akihiko con su uniforme de secundaria recién estrenado.

-¿Por qué nunca sales de casa? no vas a la escuela, pero sabes absolutamente todo ¿Cómo sabias lo del examen? siempre haces lo mismo- Akihiko estaba alterado, estaba molesto, Hiroki sin querer había leído sus pensamiento y accidentalmente se había dejado al descubierto.

-yo, no puedo decirlo.

-no puedo creer que estés diciendo esto, yo he confiado mucho en ti, y tú sigues siempre siendo tan misterioso.

-Akihiko- dijo al borde de las lágrimas el castaño, compungido por las palabras frías que le dirigía su querido amigo.

-no sigas Hiroki, no quiero verte más, eres un misterio demasiado molesto como para querer descubrirlo, si no tienes confianza en mi, entonces ya no quiero confiar en ti.

Hiroki estaba llorando, confundido ¿su única amistad o su secreto?

-Hiro-chan creo que puedes contarle a Akihiko-kun todo lo que tú eres- secundo su madre.

-¿De veras?-pregunto emocionado.

La madre asintió comprensiva y amorosamente secundo.

-Akihiko ha demostrado ser parte de esta familia- una mirada amorosa se dirigió hacia el Usami, quien se sintió alago por tales palabras de aceptación- Creo que merece saberlo.

Hiroki asintió a lo dicho por su madre y entonces con la mirada decidida tomo las manos de Akihiko y suspiro para relajarse a sí mismo.

-Sé que te costara creerme, pero te juro que puedo demostrarlo- antecedió- Soy clarividente, no lo controlo, por eso muchas veces descubro cosas sin querer, mis padres quieren protegerme de toda la gente, puede ser peligroso- susurro- Además como no lo controlo es difícil para mí salir a la calle- confeso con tristeza.

Akihiko tenía sus ojos abiertos, impresionados con la fuerte noticia, no quería creer lo que su amigo le decía, sin embargo la expresión de congoja lograba convencerlo…

No siendo capaz de dañar más a Hiroki decidió creerle y entonces dijo:

-¿Puedes comprobármelo? ¿Cómo?- consulto con nerviosismo.

Hiroki le miro a los ojos, impresionado por que Akihiko le había creído de inmediato, obviamente le estaba pidiendo una prueba, pero eso no significaba que no le creyera, simplemente quería estar seguro…Al menos no comenzó a gritarle “Loco, desquiciado” como esperaba que lo hiciera.

Aquel día los sentidos de Hiroki estaban intensamente despiertos, confiaba en que podría leer los pensamientos de Akihiko como un libro abierto de gruesas hojas y grandes letras.

-Piensa cualquier cosa- Dijo Hiroki.

Akihiko no comprendió del todo el mensaje, pero entonces decidió hacerle caso, imagino unos bellos claveles blancos, alzados sobre la hierba de un amplio campo, que finalizaba solo al horizonte, acompañado por furtivas nubes blancas y el bellísimo cielo azul, Hiroki pudo haber sentido la brisa refrescante, cerro sus ojos concentrándose en la bella ilusión, inspiro con gozo, al soltar el aire volvió en sí, miro a Akihiko a los ojos y dijo.

-Debían tener un aroma exquisito- con las voz suave, casi como una caricia consiguió preguntar- ¿Has estado alguna vez allí? o ¿Solo lo haz imaginado?- La voz de Hiroki se oía tranquilizador, era un suave susurro delicado y aterciopelado.

-¿De veras pudiste verlo?-pregunto su amigo completamente impresionado.

-Era un bello campo, lleno de claveles- comenzó a describir, el corazón de Akihiko saltaba de impresión, y el de Hiorki saltaba de emoción, esa había sido la primera vez que con tanta claridad había escapado de su morada, dentro de su mente.

Los años pasaron y Akihiko había conseguido aceptar a Hiroki tal como era, alabando de vez en cuando su “Don” con respecto a todas las visiones.

Una bella amistad forjada…Hasta el día en que Hiroki desapareció.

-¿Dónde te metiste Hiroki?- Se preguntaba Akihiko ahora con veintidós años, hacia 1 semana que su amigo estaba perdido.

Notas finales:

Bueno eso fue todo, este es un fic que apenas empieza, asi que si acabas de empezar a leerlo puedes agregarme en mi Facebook:

https://www.facebook.com/laurence.sinapellidos

O darle me gusta a mi pagina:

https://www.facebook.com/pages/El-rincon-de-Misslaurence/605598762810180?fref=ts

Alli yo doy aviso de todas mis actualizaciones, me acerco a ustedes como lectores entre otras cosillas locas que a mi se me ocurren.

¿Fue un lindo capitulo verdad? Una fusion de la verdadera historia con el contexto de mi Fic, fusion que creo consegui bastante bien :) 

Si les gusto no olvien dejar algun comentario, ustedes saben que los comentarios son gasolina para una escritora, espero que esten muy bien y nos leemos pronto >.<


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).