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Fuera de la jaula por niky-cham

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Notas del capitulo:

Con toda modestia este es el mejor capitulo que he escrito hasta ahora >.> estoy emocionadicima...

Gracias a todas las personas que han apoyado este fic y se han dado su tiempo de dejar algun comenatrio <3 de verdad ustedes me hacen realmente feliz.

Capítulo 5: Eres el ser que más merece amor.

La melodiosa risa del joven castaño armonizaba la habitación, sonreía radiante al escuchar el sinfín de anécdotas que su príncipe, Nowaki, le estaba relatando.

Ya era cerca de la medianoche, habían estudiado bastante, desde que Nowaki había dejado su empleo pasaban mucho más tiempo juntos, por supuesto aún quedaban 5 trabajos más en los que el joven cumplía responsablemente, sin embargo esas cortas dos o tres horas que se liberaban eran como toda una existencia en su compañía.

-¿No tienes sueño? Mañana te tienes que levantar temprano para entregar los periódicos- menciono el castaño, en esos pobres doce días Hiroki se había acoplado perfectamente la rutina de Nowaki.

-¿Qué dices? con tan buena compañía como la tuya, no hay forma de que tenga sueño-Dijo el menor sonreído, provocando un notorio sonrojo en el rostro de Hiroki.

-Aunque no lo creas yo también estoy madrugando- comento el mayor riendo encantadoramente- casi siempre me voy a dormir a las 10:00 pm- Apunto- pero con un alumno tan disciplinado y divertido como tú, me temo no conseguir mi horario de sueño.-

-Eso me parece excelente- dijo su acompañante- Porque no estoy dispuesto a dejarte marchar a la cama, aún tengo muchas historias para contarte.-Nowaki también poseía una risa angelical, pero con una connotación diferente, sus carcajadas se antojaban varoniles, fuertes pero nada agresivas.

Su noche concurrió de la misma forma, Nowaki de vez en cuando tomaba la cintura de Hiroki y le hacía algunas cosquillas, para estallar en carcajadas, se miraban alucinados para finalmente terminar abrazados sobre la alfombra, sin pasar de una caricia inocente.

Hiroki se dejaba hacer, mientras Nowaki tocaba con serenidad sus castaños y lacios cabellos, sus miradas se encontraron y a pesar de que ambos querían besar al otro, se alejaron.

-Creo que ya es hora de ir a dormir- susurro Nowaki, pues no quería apresurar las cosas con su inocente inquilino.

-Sí, yo ya deseo dormir y tú tienes que hacerlo- comento, para luego levantarse e iniciar su camino hasta la habitación.

Ambos se marcharon a la habitación de nowaki la cual compartían, era un pequeño espacio con paredes claras en azul cielo, Nowaki había insistido en dormir en un futón, cediéndole su cómoda cama al mayor, cosa que sin querer termino por aceptar.

-Buenas noches Nowaki- susurro al borde del sueño.

-Buenas noches mi ángel- susurro el otro de vuelta comenzando a cerrar sus ojos, dejándose llevar por los suaves brazos de Morfeo.

La mañana llego gloriosa. Hiroki debido a su reciente desvelamiento, no madrugo, mientras que Nowaki se levantó temprano.

Le observo largo rato durmiendo, acaricio sus cabellos y sus labios, vio con asombro la perfección del rostro dormido, sereno, esa impecable expresión de descanso, le provoco un calor en el corazón.

Había conocido a un Hiroki vacío, asustadizo, muy tímido y extremadamente inocente, sin embargo lentamente comenzaba a ver las sonrisas sinceras del castaño, sus ojos brillosos de emoción cada expresión de Hiroki lograba sacarle una sonrisa.

Ya nada era como antes, pues ellos habían forjado confianza, y cada día su amor creía con fuerza y esperanza.

Finalmente Nowaki pudo separarse de su preciada adoración, camino con pasos pesados hacia el baño, deprimido por tener que abandonar la calidez de su maravilloso hogar, que jamás le había parecido ni en lo más mínimo acogedor, sino hasta que llego este bellísimo ángel a cambiar su vida.

Tomo una ducha fugaz, y vistió ropa casual, tumo una desayuno apresurado y luego salió sin dejar rastros, para cumplir con su labor.

Hiroki despertó cerca de  las 11:00 am, impresionado por su propia forma de dormir, se levantó apresurado y entro a la ducha, con agua fría para espabilar un poco.

Suspiro dejando que las finas gotas de agua recorrieran su fina figura, removió sus cabellos mojados, quitándolos de su vista.

Finalmente al salir del baño busco entre las ropas que le había dado Nowaki, se puso un pantalón que le quedaba ridículamente grande, y una camiseta blanca que del mismo modo mostraba al mundo que definitivamente no era de su talla.

Decidió saltarse el desayuno, pues no tenía mucha hambre.

Se fue hasta la pequeña sala que poseía la morada y sentado en una pequeña mesa.

-¿Qué más le podrían preguntar a Nowaki?-se preguntó así mismo con el lápiz en la boca.

Tomo toda la concentración que podía almacenar en su mente, consiguiendo de poco recabar algo de información en la cual aun debían trabajar…sin darse  cuenta aquel fue el primer acercamiento que tuvo para controlar su singular “don”.

Por otra parte de la ciudad la madre de Hiroki estaba con los nervios a flor de piel, casi no dormía, le costaba descansar, pensando en todos los peligros  que podría vivir su bebe…

Se sintió culpable, ella junto con su esposo alejaron a su propio hijo de la realidad y jamás le prepararon para lo que podría pasar en las calles, confiaron plenamente en la obediencia implacable de su joven retoño, sin embargo “el pájaro que sabe volar, aunque encerrado, intentara escapar”.

-¡Akihiko-kun! ¿Aún no sabes nada de Hiroki?- la mujer se aproximó a su visitante, sin siquiera saludarle, aunque bien sabia eso poco le interesaba al Usami.

-No, los detectives le están buscando por los alrededores, sin embargo, según lo que me dijo Miyagi en el último informe él no está en la calle- suspiro- La investigación se dificulta, porque si alguien le ha encontrado y está en alguna casa…

Volvió a tomarse su tiempo, busco las palabras más correctas para no dañar aún más el corazón de la pobre mujer, dolida por la repentina desaparición de su pequeño hijo.

-Si él está en alguna casa es casi imposible encontrarlo, no sin ayuda policiaca, ellos no tienen permiso para ingresar a la morada de nadie, y aunque recurramos a los policías, no sabemos si Hiroki sigue en la ciudad, mientras más pasen los días más se dificulta- Hizo un pausa y tomo aire apesadumbrado- y lo peor es que a Hiroki parece habérselo tragado la tierra…

La madre compungida cedió ante su propio peso y comenzó a llorar lastimeramente en el piso de su sala, Akihiko de la misma forma se acercó a ella y le dio un abrazo confortador, el también tenía el mismo miedo, la misma incertidumbre, la misma impotencia.

-Hiroki es fuerte- soltó de la nada- ustedes le criaron bien, él es muy fuerte y es inteligente, y sobre todo es una persona buena, sé que Hiroki será bendecido  por Dios, y espero con ilusión que se encuentre en un buen lugar, refugiado…-

Aquellas palabras le dieron energía a la mujer, quien se aferró con fuerza al cuerpo del joven Akihiko Usami…

-Nowaki- Hiroki se volteaba sorprendido por la repentina aparición de Nowaki tan temprano por la tarde, había llegado por lo menos una hora antes de lo esperado- acabo de comenzar a hacer la cena, aún es temprano, pero si tienes hambre podemos comer en cuanto esté listo el arroz- comunico sonriente.

-Me encantaría- Nowaki le envió una sonrisa cargada de amor al que ahora consideraba SU castaño.

-ve a darte un baño, yo serviré todo, veras que te gusta como ha quedado todo- Hiroki despedía luz propia, cada día se sentía más feliz, mas gozoso, más libre…

El castaño puso la mesa, preparo cada plato con especial dedicación, y luego espero ansiosamente que el menor apareciera por le puerta de la habitación.

Sien embargo y muy a pesar de su reciente felicidad encontrada, sentía un peso agobiando su pobre corazón, “Su madre, su padre y Akihiko” eran la razón de sus pesadillas, ellos que lo habían dado todo por él, seguramente ahora se encontraban sufriendo su repentina partida.

-¿Hiro-san? ¿Sucede algo?-pregunto Nowaki, al ver la mirada del mayor perdida, el camino junto a él, pero Hiroki parecía simplemente no verlo.

-Yo…estoy muy triste- susurro de la nada, consiguiendo encoger el corazón de Nowaki.

-¿Paso algo malo? ¿Quieres hablar conmigo?- pregunto con las mirada compungida y gento preocupado.

Hiroki se lanzó a sus brazos, dejo escapar cristalinas lágrimas en su amplio pecho, Nowaki sin comprender, simplemente abrazo el cuerpo del mayor y le dio consuelo.

-Soy una mala persona- expreso de pronto.-

-Claro que no, Hiroki, mi ángel, tú eres la persona más pura que he conocido, eres impresionantemente inocente y dudo que seas capaz de causar daño a alguien-confeso con palabras cargadas de amor.

-No lo digas, justo ahora estoy dañando a tres de las cuatro personas más importantes en mi vida- dijo volviendo a soltar aún más lágrimas, y aferrándose con mayor fuerza al pecho del menor, quien simplemente apretó su agarre.

Por primera vez decidió entrometerse en la vida de Hiroki, todo con tal de aliviar un poco su dolor.

-¿Quiénes cariño? ¿Quiénes son esas personas que tanto merecen estas lagrimas?-pregunto con devoción- pero Hiroki negó con la cabeza.

-Ellos deben estar tan preocupados por mí- susurro comenzando a debilitarse, cayó hasta el suelo, y allí se aferró las piernas de Nowaki.

Él se sentó en el suelo, y comenzó a acariciar la espalda de Hiroki, limpio cada lagrimas que escapo de los castaños ojos, y sonrió cada vez que Hiroki le observo.

-Hiro-san no sé si este sea el mejor momento para decir esto- confeso algo preocupado.

Hiroki entonces alzo la vista, pensó que Nowaki le iba a correr, pensó que ya se había aburrido de mantener, sin que el ayudase en nada, y de una vez por todas lo mandaría de vuelta al lugar donde le encontró, la calle.

Sin embargo las palabras que Nowaki tenía preparadas, no eran sino más que todo lo contario.

-Yo cuando te vi, sabía que no tenía nada para ofrecerte, mi casa es pequeña, no gano mucho, no tengo padres, ni hermanos a quienes recurrir, no sabía nada de ti, sin embargo te traje aquí, con una fiebre impresionante, en lugar de llevarte al hospital- suspiro.

Tomo otro momento para volver a hablar.

-Fui completamente egoísta- se había enredado, y ya no sabía de qué hablar-¿Crees en el amor a primera vista?-pregunto levantando el rostro del castaño, encontrándose ambas orbes- yo conocí el amor a primera vista cuando te vi.

-Nowaki- soltó impresionado el castaño.

-No solo eso, tu no solo eras un rostro bonito, si no las persona más perfecta que debe existir en este mundo, eres tierno, inteligente, dedicado, amoroso, eres inocente y eres tan puro, tan hermoso, y yo desee tanto que fueras tan condenadamente mío- confeso arrepentido.

El tiempo se detuvo entonces, en esa confesión, en ese beso, que aunque robado fue complemente correspondió, cuando El de ojos azules unio sus labios a los del castaño, y beso con fervor aquel manjar, sintió que llegaba al mismo cielo en un solo roce, aquel ángel que le transportaba al paraíso, un paraíso que pretendía vivir el resto de sus días junto a su compañía.

-Yo quiero ser condenadamente tuyo- Dijo Hiroki sin pensarlo dos veces, allí tenia al amor de sus vidas, un cielo azul y estrellado, un mar profundo y desconocido, allí tenia al príncipe azul que tanto aguardaba su corazón….

Nowaki escucho con asombro esa pequeña frase que escapo de los labios de su amos, su corazón salto de júbilo, tomo la parte posterior de aquel níveo cuello, y entrelazando sus largos dedos entre los castaños cabellos, volvió a dar un beso, mucho más profundo y deseoso que el anterior.

-Yo te hare mío, como solo tú lo mereces, porque tú eres la persona que más merece ser amado- susurro en el balcón de su oído.

Con lozana experticia comenzó a recorrer su cuerpo, llenándolo de caricias tibias y amorosas, la vestimenta era un problema, un obstáculo sin duda, Nowaki primero saco su propia camiseta, dejando a la vista sus formados pectorales, su firme abdomen, en su mesogastrio un camino de bellos comenzaba a formarse, para desaparecer bajo sus pantalones.

Hiroki miro asombrado la imagen de su adorado Adonis, sin poder evitarlo estiro sus propios brazos y toco la tibia piel, se abrazó a la espalda del menor y dejo que este mismo le quitara su propia playera.

Hiroki cubrió con hornilla su fino cuerpo, apenado, tímido como el mismo, dejándose llevar lentamente por las manos del menor, quien recorrió extasiado el cada rincón de su piel descubierta.

-¿Me permites darte algo de placer?-pregunto Nowaki en su oído.

Hiroki excitado solo asintió ante la pregunta antes formulada, dejándose tocar por las caricias del menor.

Quien finalmente tras un camino de besos llego a los sonrosados botones, los cuales beso y lamio diestro en el arte de dar placer, Hiroki sucumbió ante las insinuaciones y soltó suaves gemidos ahogado.

Nowaki sonrió complacido y  volvió a besar los labios del mayor, finalmente ya ambos querían seguir avanzando, por lo que Nowaki se deshizo rápidamente del resto de su ropa.

Hiroki quiso hacer lo mismo  con la suya, pero Nowaki le detuvo.

-Deja mi amor, yo quiero hacer esto.

Quito lentamente el pantalón, para luego dejar caer con suavidad la ropa interior, deleitándose con la perfecta figura de su ángel, unos muslos firmes y pares, una piel de seda, blanca como la leche, tibias al tacto, que no tardo en recorrer sus muslos.

Lentamente se dirigió hasta la intimidada del joven castaño, donde puso una especial atención, comenzó un lento vaivén, el cual saco los primeros gemidos sueltos de Hiroki.

Nowaki sonrió, despertando así su propio placer con la simple voz del castaño.

-Ahh… Nowaki más- musito en un mar de placer, de oleadas fuertes que recorrían su anatomía.

Nowaki dispuesto a darle más se acercó hasta su oreja y susurro de nueva cuenta.

-Soporta esto mi amor, sé que dolerá al principio.

Hiroki le observo algo asustado pero asintió ante la mirada de súplica que le ofrecía el menor.

Entonces el primer dedo incursiono en su virgen entrada, el dio un respingo acongojado, cerro sus ojos con nerviosismos y finalmente fue besado por Nowaki para lograr calmar su agotado corazón.

Cuando Nowaki  sintió que estaba preparado, introdujo un segundo dedo, lo movió en movimientos alternados,  Hiroki gemía adolorido.

-Shuuu mi amor, pasara- suavizo la vos hasta casi hacerla una caricia.

Finalmente el tercer dedo recorrió la ya no tan virgen entrada, los movió un par de minutos, ansioso por ser  el quien recorra la misma cavidad.

Finalmente decidió que estaba listo.

-Cariño, aférrate a mí, y relájate todo lo que puedas- indico, posicionándose entre las piernas del mayor.

-Nowaki, eso no entrara en mi- dijo con miedo el castaño, observando el vigoroso miembro de Nowaki.

-Tranquilo mi amor, te aseguro que tu estas  hecho a medida para mí, solo dolerá un poco al principio ¿confías en mí?-pregunto con las voz cargada en comprensión.

Hiroki asintió y entonces Nowaki se abrió paso entre ambas piernas, he introdujo su viril miembro en la entrada de su amado.

Hiroki se tensó, y aferro sus uñas a las espalda de Nowaki, gimió con dolor.

-Nowaki para, duele- unas lágrimas se escaparon de sus ojos.

El menor beso el puente de su nariz, y le dio unas cuantas caricias, hasta que el dolor cediera, finalmente termino de introducirse, espero un tiempo más, para comenzar con un lentísimo vaivén.

Con el tiempo se fue intensificando, y los gemidos de hiroki ya no denotaban nada más que placer,  Nowaki editado por los gemidos de hiroki comenzó a intensificar el ritmo.

Como en toda primera vez Hiroki no fue capaz de contener tanto placer y se vino entre el vientre de ambos, Nowaki solo consiguió dirán un par de estocadas más, y también lleno la virgen cavidad de  su cálido ser.

-Te amo, mi angel…

-Yo también, mi príncipe

La cena de ese día se enfrió servida sobre la mesa, pero sus cuerpo es tibios conocieron el calor ardiente de hacer el amor.

Notas finales:

Como siempre y aprovechando que este es un fic aun muy nuevo, agreguenme en mi facebook:

https://www.facebook.com/laurence.sinapellidos

y denle me gusta a mi pagina:

https://www.facebook.com/pages/El-rincon-de-Misslaurence/605598762810180?fref=ts

Espero que este capi le haya gustado mucho y que lo expresen con sus comentarios que siempre logran hacerme muy muy muy feliz >.<

Los quiero mucho dulzuras :3

y nos leemos prontoooo!


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