Capítulo 9: El mal no da tregua.
El sol se colaba temprano tras los blancos visillos de la pequeña habitación, una calidez inigualabre recorría aquellas cuatro paredes, y el menor de los dos se encontraba despierto y sonriente observando el tranquilo dormir de su amado castaño.
No paso mucho tiempo hasta que los preciosos ojitos castaños como el chocolate, se abrieran y observaran con ternura las enamoradas orbes de su Nowaki.
-Buenos dias- Dijo el menor sonriendo con calidez.
-Buenos dias- Correspondió Hiroki, levantando su pequeña mano para acariciar con cariño la mejilla de su acompañante- ¿Cómo dormiste?-pregunto con calma en la voz.
-Digamos que soñé con el ángel más bello del mundo- Respondió Nowaki- Y al despertar, penque que seguía soñando.
-Tonto- Rio el castaño, dando pequeños empujoncitos al cuerpo de Nowaki ambos risueños, se besaron con humor, hasta que los minutos no les permitieron seguir de flojos.
-Quizás debería dejar de trabajar- Dijo de pronto el menor- Odio tener que levantarme por las mañanas y alejarme de ti- Hizo un mohín molesto, y se abrazó al cuerpo del mayor.
-No digas tonterías, si te levantas ahora prometo hacerte un delicioso desayuno- Propuso, a lo que el menor respondió levantándose rápidamente y tomando una de las toallas limpias para darse una rápida ducha.
-Estaré esperando mi desayuno- Indico Nowaki.
Hiroki de inmediato se puso en pie y corrió hasta la cocina, comenzando a hacer un perfecto desayuno para su amado Nowaki.
Finalmente pico algo de fruta, cocino algunos waffles y sirvió tanto leche como café sobre la mesa, además de preparar un exquisito jugo natural y un par de tostadas.
-¿Qué es todo esto?-pregunto Nowaki sonreído- tu siempre haces comida Japonesa.- Indico al ver el diferente desayuno de aquel día.
- Bueno digamos que tendrás que acostumbrarte a los desayunos extranjeros- Hiroki reía con simpatía.
-Tú sabes algo que yo no sé- Reprocho Nowaki.
-Yo se muchas cosas que no sabes- Volvió a reír Hiroki, y en efecto el castaño sabía algo de lo que Nowaki no estaba enterado, la noche anterior había sentido un extraño presentimiento, y durante la mañana supo completamente de que se trataba.
-Cuéntame- Reprocho el menor.
-Nop, debe ser una sorpresa- Indico el mayor, quien ya sabía de sobra, que Nowaki sería elegido dentro de su universidad para hacer un par de años de medicina en el extranjero, sin duda una gran oportunidad para sus estudios, pues la medicina era mucho más avanzada en Estados Unidos.
-Eres cruel Hiro-san, no debería guardar esos secretos conmigo- Interpuso el menor con molestia fingida.
-No seas infantil Nowaki, pareces un pequeño niño que quiere saber antes lo que le regalaran en navidad- Ejemplifico- Un sorpresa es una sorpresa, deja de quejarte.
-Pero Hiro-san…
-No más peros- Definitivamente a Hiroki le gustaba dar en el gusto los caprichos de Nowaki, pero cuando se trataba de quien manda, ese era el castaño, y nada de lo que decía u ordenaba el mayor podía ser refutado.
Cuando terminaron de Comer ya era hora de que Nowaki fuera a su primer trabajo del día, “repartir periódico” por supuesto era un trabajo de poca paga, pero gracias a él podía darse el lujo de vivir tranquilamente solo, sin la necesidad de tener cerca a los padres que le habían abandonado.
-Hiro-san-Llamo el menor desde la puerta antes de despedirse- Pasare por aquí en la tarde, antes de… Bueno antes de hablar con tus padres ¿Si te parece?
Hiroki abrió sus ojos impresionado, pero se acercó a Nowaki con calma y beso tiernamente sus labios.
-Claro que me parece, gracias por hacer tanto por mi- Nowaki Sonrio feliz y salió de aquella casa, dando saltos de felicidad por el dulce beso que le había proporcionado su querido castaño.
Fuyuhiko Usami.
Un hombre de alto porte ingresaba en su oficina personal, el ceño fruncido temprano por la mañana indicaba que su molestia era inmensa, y sin miramientos dirigió toda su furia al mayor de sus hijos.
-¡Haruhiko! ¡¿Cómo puede ser esto posible?!- Exclamo exaltado- Hace ya un mes que se está filtrando información desde mis principales correos electrónicos ¿No planeas hacer nada con respecto a esto?-pregunto con rabia en la voz.
-Padre, quien ha estado extrayendo información de tu cuenta personal ha sido identificado, ten por seguro que planeamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para detenerlo, pero hay un problema.
-¿Mas problemas? ¿Qué quieres decir con eso? ¡¿Qué mierda interfiere con mis planes ahora?!- El grito era exasperado, cada día su padre perdía más la paciencia.
-Es Akihiko.- Respondió Haruhiko con total normalidad.
-¿Qué paso con ese rebelde ahora?-pregunto molesto.
-Él ha descubierto que estas tras Kamijou-kun- Explico y tengo serias sospechas de que es el quien ha estado filtrando información de tus redes sociales- Informo con seriedad.
El mayor levanto la vista irritado y gruño en el proceso, no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de tener a Hiroki Kamujou en su poder, aquel joven era todo su futuro, Fuyujiko no solo deseaba dinero y poder, no, su avaricia iba mucho más allá de eso…
-Sacaremos a tu hermano del camino, a como dé lugar, siempre imagine que akihiko seria una piedra en mi zapato, aunque gracias a el pude descubrir todo lo que se del pequeño Kamijou- Suspiro- Escucha Haruhiko, hace años que he investigado a tu hermano, siempre he desconfiado de él, es por eso que hoy mismo frenaremos todos los movimientos de él, con un simple movimiento nuestro.
-¿De qué se trata?-Pregunto el menor atento, siempre había detestado a su hermano, un pequeño prodigio, digno de admiración y elogios, en su infancia había sido egoísta con Akihiko y le había arrebatado todo lo que él deseaba, pero aquellos pensamientos infantiles ya no eran suficientes, él quería destrozar a su hermano desde adentro y el plan que le ofrecía su padre era más que un suculento medio para su venganza contra Akihiko.
-Hiroki Kamijou es el futuro Haruhiko- Expreso su padre entrelazando sus manos- Yo no solo quiero hacer negocios con su inigualable potencial, yo quiero hacer estudios y crear una nueva generación. Durante toda la historia, la humanidad ha cometido errores, errores causados por decisiones mal tomadas, sin embargo, si supiéramos con anterioridad a lo que nos enfrentamos podríamos evitarlo, Hiroki Kamijou hará posible eso…
-Entiendo padre.-Pronuncio su primogénito.
-Me alegra que lo entiendas, pues entonces, debemos actuar rápido, deshazte primero del molesto Hacker, luego quita del camino a tu hermano, al fin tendremos a Hiroki en nuestras manos.
-Si padre-
Haruhiko se retiró con porte elegante y camino hasta donde estaban sus hombres dando la primeras de sus indicaciones.
Akihiko Usami & Miyagi you.
El detective miraba serio a su contratante, el aire se había vuelto de pronto tenso.
-¿Los descubrió?-pregunto preocupado.
-Shinobu cree que si, al parecer tu padre está más cerca de lo que podemos controlar- Informo un tanto nervioso.
-Pero, tú dijiste que aún no conocía la ubicación de Hiroki- Refuto Usami.
-Y no la conoce, al menos no exactamente, la última información que Shinobu logro filtrar fue que se encuentra dentro de esta población, tiene una importante sospecha de que podría esconderse en este edificio- Mostro una imagen de unos desvencijados departamentos, de clase media-baja, exactamente el lugar donde reside Nowaki.
-Este lugar está bastante lejos de la casa de Hiroki ¿Cómo pudo haber llegado hasta ali?-pregunto contrariado.
-No lo sabemos, pero el hecho es que su amigo está vivo y no solo eso, está allí, es solo cosa de horas para que descubran su ubicación exacta, debemos movernos rápido, hay que encontrar a Kamujou-kun antes de que ellos lo hagan.
-Tienes razón Miyagi, debemos movernos de inmedia…
Las palabras fueron cortadas por el sonido del celular de su detective, quien avergonzado pidió disculpas, iba a cortar la llamada, cuando vio que era de su feje, pidió permiso a Akihiko y se retiró de la sala para hablar con normalidad.
-¿Qué sucede señor?- Pregunto en tono contrariado, casi nunca era contactado por su jefe, a menos de que aquello fuera grave.
-¿Dónde está Shinobu?-Pregunto su jefe con tono cortante y tenso.
-No lo sé…
-DEMONIOS MIYAGI, encuentra a mi hijo ahora.-Ordeno con voz autoritaria.
-¿Señor? ¿Qué sucede?-pregunto desesperado.
-Haz lo que te digo, Shinobu está en peligro.-La llamada fue cortada, pero Miyagi no intento retomarla, bajo su cabeza con el celular entre las manos he ingreso nuevamente a la sala, busco sus pertenencias y se retiró.
-Espera ¿A dónde vas Miyagi? ¿No dijiste que debíamos movernos?-pregunto Akihiko persiguiendo al hombre.
-Lo siento, pero no puede ser posible en este momento, Shinobu, el está en peligro- Dijo nervioso.
-Dios ¿De qué se trata todo esto?- La pregunta desesperada salió de los labios de Akihiko, mientras que el detective salió por la puerta sin intenciones de volver.
Nowaki & Hiroki.
Ya habían pasado horas desde que su amado pelinegro había salido de casa para cumplir con su labores, Hiroki no lograba evitar sentirse una sanguijuela, él no podía cooperas con nada más que el aseo y la comida de la casa, sin embargo el dinero y todo el resto era otorgado por Nowaki, Hiroki no sabía más que ser un mantenido.
El castaño se levantó del sofá donde se encontraba tendido, pensando en lo mucho que había cambiado su vida en tan poco tiempo, se acercó a la ventana, aun no podía evitar sentir esas ganas de tener el asfalto bajo sus pies, y la lluvia sobre su cabeza, sin embargo esta vez no deseo escapar solo, deseaba poder respirar el aire fresco y el sol quemante sobre si junto a su amado Nowaki.
De pronto un mareo le sobrevino con fuerza, se agarró al marco de la ventana y una incertidumbre tremenda creció en su pecho, provocando que incluso le faltase el aire, tenía un mal presentimiento.
-Nowaki- Susurro aterrado de que algo malo le hubiese sucedido a su amado pelinegro, pero el presentimiento no iba enfocado hacia su amado Nowaki, era algo diferente.
Entonces y para tranquilidad de Hiroki, el menor ingreso por la puerta con su sonrisa radiante, cubierto de polvo, pues estaba trabajando también en una constructora.
-¿Estas bien? ¿No te sucedió nada?-pregunto Hiroki lanzándose sobre su amado con miedo he incertidumbre, que corriendo su cuerpo con la vista en busca de alguna herida, pero no logro encontrar nada, Nowaki se veía perfecto.
-Estoy bien Hiro-san ¿Por qué ha sucedido algo acaso?-la preocupación contagio al menor, y se acercó presuroso a Hiroki quien contesto.
-No lo sé, tengo un mal presentimiento, cerro sus ojos con nerviosismo y comenzó a llorar- algo horrible va a pasar Nowaki, ten mucho cuidado.
Las palabras le aterraron y se aferró aun con mayor fuerza a su pequeño y amado castaño.
-Tranquilo mi amor, todo estará bien, yo estoy aquí para cuidarte- Susurro en su oído transmitiéndole amor y seguridad al tembloroso castaño entre sus brazos.
-No lo sé Nowaki, esto es muy malo, nunca me había sentido tan aterrado como lo estoy ahora- Musito contrariado- ¿Y si algo le sucede a mi familia o a Akihiko?-pregunto en voz alta- Tienes que hablar con ellos Nowaki, necesito saber que todo estará bien- Rogo entre lágrimas.
-Lo hare mi amor, pero debes quedarte tranquilo, debes prometerme que no te alteraras más, puede ser peligroso para ti también- Indico el menor, moviendo a su pequeño hasta la habitación, el objetivo era recostar a Hiroki y hacerlo descansar cuanto fuera posible.
-Nowaki…
-Vamos a recostarte, así solo conseguirás hacerte daño, yo iré a casa de tus padres, pero antes debo estar seguro que no te pasara nada a ti.- Por supuesto el menor también estaba preocupado por todo lo que frente a sus ojos estaba aconteciendo.
-Está bien Nowaki tienes razón.-
Hiroki se dejó llevar hasta la habitación, iba como sedado, pero en medio del camino otro pareo aterro a su cuerpo, mucho más fuerte que el anterior, no quería cerrar sus ojos, las imágenes corrían una tras otra, un sótano oscuro, una sonrisa maquiavélica, Misaki, Akihiko, personas desconocidas y Nowaki, observaba a Nowaki desmayado en la esquina de la habitación.
-¡NOOOOOOOO!-Grito Hiroki golpeándose contra la pared en un intento desesperado por dejar de ver, por dejar de saber.
-¡Hiro-san!- Exclamo Nowaki intentando detenerlo- Hiro-san- susurro acariciando la mejilla del mayor, quien lloroso se rebujaba contra la pared intentando proteger su cuerpo- Calmate mi amor, calma, todo está bien, no llores, Hiroki, me rompes el corazón.
Hiroki volvió a abrir sus ojos y observo a su amado pelinegro con el rostro compungido, preocupado y triste.
-Nowaki, no te alejes, ellos vendrán por mí, me llevaran, no me dejes solo- Rogo antes de caer desmayado entre los brazos del ojiazul…
Shinobu…
-Maldita sea- Maldijo al tiempo que corría, las piernas le dolían y el pecho se le apretaba con una horrible sensación.
¡Demonios donde había dejado su inhalador! ya no podía seguir corriendo, estaba asustado, esos hombre le perseguían y tenían la vista muy puesta sobre él.
Se metió entre un grupo de gente he ingreso a un baño público, donde encogió su cuerpo para que viesen sus pies y tecleo un rápido mensaje a Miyagi.
“Te necesito, baños públicos calle #5 suroeste”
Intentaba apresurar sus temblorosos dedos, envió el mensaje, y jalo el aire a sus pulmones con desesperación…
“Miyagi apresúrate” prenso agobiado, perdía el aliento y podía ver bajo la puerta del baño los pies de sus perseguidores.