Cuando las luces se apagaron y pudo escuchar con claridad el sonido de las ramas meciéndose por el viento en el exterior, saltó de la cama. Las tablas de madera crujieron bajo sus pies y le hicieron sonreír al recordarle lo que tramaba. Se vistió con el pantalón corto y la camiseta holgada que había dejado a los pies de la cama, no necesitando nada más por el calor y la humedad que eran aun asfixiantes de noche.
Abrió por completo la ventana de su habitación y se deslizó fuera con cuidado de no hacer ruido. Aunque apenas había estrellas esa noche y la luna no iluminaba el camino, Yixing se conocía lo suficientemente bien el pueblo como para no perderse. Iba a veranear a Corea desde que tenía uso de razón y era una forma perfecta de desconectar de las preocupaciones del resto del año. Todo aquello se quedaba en China hasta la vuelta.
Se asomó en silencio antes de caminar despacio hacia la casa de su amigo. Porque era su amigo aunque no quisiese salir al río con ellos por las mañanas, ni acompañarlos a las veladas con guitarras y risotadas hasta la madrugada. Yixing lo consideraba su amigo y por eso pensaba sacarlo de casa esa noche aunque el menor estuviese ya acostado.
Aprovechando que la ventana estaba abierta para dejar pasar la suave brisa que traía consigo la noche, se asomó al interior de la habitación, golpeando después suavemente el cristal con los nudillos.
- Kyungsoo.
Al no escuchar sonido ninguno se impulsó para colarse en el interior. Esperó unos segundos a que sus ojos se acostumbrasen a las sombras a su alrededor. Bien, al menos no se había confundido de habitación. Había estado varias veces allí el verano pasado, intentando que el menor les diese una oportunidad al resto y saliese con ellos. Ese era el segundo verano en el pueblo para Kyungsoo y Yixing se había propuesto pasar más tiempo con él.
Caminó despacio hasta el borde de la cama, retrocediendo un par de pasos y tropezando al encontrarse al menor mirándolo fijamente con el ceño fruncido.
- Pensaba que estabas dormido.
- Y lo estaba hasta que has entrado haciendo ruido por la ventana.
Volvió a acercarse destapándolo para incorporarlo por los hombros, con cuidado de que no se enredase en las sábanas mientras lo sacaba de la cama.
- Yixing ¿Qué quieres?
Kyungsoo intentó zafarse de sus manos y volver a tumbarse, pero el mayor lo impidió sujetándolo por el brazo.
- Desde que has llegado aun no hemos pasado ni un rato juntos. Así que he pensado que podríamos salir esta noche.
Mientras hablaba Yixing había conseguido sacarlo por completo de la cama, sonriendo cuando lo vio ir hacia el armario a cambiarse a regañadientes.
Caminaron uno junto al otro, sosteniendo sus manos mientras se habrían paso entre el frondoso campo frente a ellos. Al no haber árboles ni casas alrededor, se podía ver con bastante claridad, bañados con algo de luz que les otorgaba una luna escondida.
Cuando el sonido del río empezó a oírse Kyungsoo lo miró con desaprobación, pero el mayor no se percató o decidió ignorarlo. Se sentaron cerca de la orilla, uno junto al otro.
Pasaron los minutos sin que nadie dijese nada, hasta que un sonido sordo rompió el silencio. El menor alzó la mirada al cielo con los ojos muy abiertos. Yixing se giró para observarlo justo cuando la luz de los fuegos artificiales empezó a iluminar el rostro de su amigo.
- De pequeño me escapaba a verlos. Son en el pueblo vecino y solo se pueden ver desde aquí. Indican..
- El comienzo del verano.
Completó Kyungsoo por él con una sonrisa, girándose para sostener su mirada. El mayor correspondió a la amplia sonrisa tirando de él para que se recostase contra su cuerpo. Volvieron a quedarse en silencio mientras las luces de colores iluminaban el cielo frente a ellos, planeando todo lo que podrían hacer durante aquellos días de libertad.