Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La primera vez que... por GracieKim

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Empezando con mucho fluff para las arterias /o/♥
N: No pude resistir escribir desde la infancia del WooGyu, bye conmigo.




La primera vez que Woohyun conoció a Sunggyu, no se llevaron muy bien.

Woohyun tenía 9 años cuando se mudó a su nuevo vecindario, la nueva casa parecía poco prometedora al ser una sencilla estancia de un piso pero el extrovertido chico no podía estar más emocionado, después de todo por fin podía cumplir su ilusión; vivir felizmente al lado de su madre, cuando ella por fin logró admitir que ya era tiempo de separarse de su padre.

 A diferencia del antiguo vecindario, éste presentaba mejores condiciones, las casas podrían ser claro ejemplo de una privada al estar adjuntas y en envidiable orden, terminando por ganar la aprobación de ambos con la tranquila calle (perfecta para jugar futbol si le preguntas al pequeño aficionado), su casa de dos habitaciones se presentaba al final de la cuadra.

—        ¡Woah!

Woohyun no perdió el tiempo y acarreando su pequeña maleta por su cuenta, emprendió viaje con la intención de inspeccionar cada rincón habido y por haber de la casa de ensueño, sus diminutas orbes no dejaban de deleitarse mientras con algo de dificultad llevaba sus pasos por las largas escaleras; Woohyun decidió que las odia.

Para su sorpresa, uno de los cuartos tenía un excelente ventanal con vista al llamativo parque y Woohyun no podía creer que su madre y él contaran con tanta suerte. 

—        ¡Mamá! ¡Hay un parque aquí cerca! ¿Puedo ir a verlo?

El emocionado niño gritó en cuanto sus palmas abandonaron el marco y sin siquiera organizar su equipaje, bajó las escaleras en un segundo, esta vez  sin prestar atención a la cantidad de éstas mientras sus ojos sólo podían divisar el preciado balón que su mamá había bajado con anticipación.

 

—        Claro, sólo no tardes para la cena, mañana podremos empezar a organizar.

''Otra razón para amar a mamá''. Pensó Woohyun antes de asentir en secuencia a los típicos recordatorios que ya se sabía de memoria.

Cerró la puerta tras de sí y con el mismo paso que había seguido, se dirigió a la siguiente calle, dónde el centro estaba dividido por la verde flora del parque, Woohyun adoraba el pasto fresco del mismo, sus pies se sentían más ligeros cuando perseguía la pelota en la extensa hierba, ignorando los múltiples juegos para niños de su edad, continuó adentrándose en la avenida, un tapiz de árboles alineados se presentaba pero para el pelinegro era perfecto, a escases de niños, ellos se encargarían de ser los rivales.

 

La escena podía ser perfecta, Woohyun estaba cerca de la ‘portería’ y golpeando con todas sus fuerzas el balón, dejó escapar el juego de risas que persistía en él.

 

—        ¡GOOOL!~.-

Exclamó con ambos puños al aire en cuanto la pelota causó un resonador sonido al contrastar contra el torso del árbol más grande, a diferencia de los otros, robaba gran parte de la sombra gracias a sus abundantes hojas.

 

—        ¡Yah!

Una voz distinta resonó casi al instante del impacto, Woohyun no pudo evitar sobresaltarse, reflejando la acción del extraño frente a sí. Una pequeña cabeza se asomaba por un costado del árbol y con un mal modo miraba al propietario de la pelota.

 

—        ¡Me asustaste! - Reprochó Woohyun teniendo que detener su pecho de los acelerados golpeteos por la repentina reacción.

 

 

—        Mira quien lo dice, ¡¿Quién se dedica a dañar árboles de ese modo?! - Inquirió el castaño niño volviendo a refugiarse tras el árbol, alejándose de la vista de Woohyun.
     

—        ¡No estaba dañándolos, anoté gol! Y lo siento, no sabía que había más niños por aquí.- Comenzó ahora con algo de vergüenza al caer en razón de sus actos. Al no obtener respuesta por parte de aquel niño, Woohyun decidió acercarse rodeando el gran árbol y recogiendo su balón en el proceso.


—         ¿Qué haces? - Inquirió con curiosidad, tomando asiento en el pasto esperando así poder entablar una conversación con su nueva compañía, aunque al parecer no daba resultado.

 

—        Hey, no es de buena educación ignorar a las personas.- Intentó esta vez regañar al niño mirándole con un disimulado puchero al dejar que sus mejillas ganaran tamaño pero de improviso, lo único que ganó fue un par de risas por parte del contrario y sin despegar la vista de su regazo, se recorrió de su asiento para limitar distancia entre ambos.

 

—        ¡Hey! Te estoy hablando, mírame.

 

—        Por si no has notado lo obvio, estoy leyendo y deberías hablarme con más respeto, puedo apostar que soy mayor que tú. – Replicó el castaño fijando sus diminutos pero impactantes ojos en los contrarios.

 

 

—        ¿En serio? ¿Cuántos años tienes? Yo 9.- Presumió el menor en cuanto pudo obtener la atención del otro niño.

 

—        Pff, lo sabía. Soy mayor por dos años.

 

 

—        ¿Qué?! Entonces eres mi Hyung, oh, Hyung, ¿Cómo es que eres mayor? Con esas mejillas pareces incluso menor que yo.- Especificó el pelinegro estirando su palma para poder tocar la tersa piel que en un según se alejó.

 



—        ¡Yah! Deja de hablarme. – Reprochó un desconcertado niño.

 

 

—        ¿Cómo te llamas, hyung? - Cuestionó ignorando completamente el mandato.



—        Haces demasiadas preguntas...



—        ¡Prometo que esta es la última! Quiero saber tu nombre, hyung~.

 

—        Sunggyu... Kim Sunggyu.

 

 

—        ¡Oh! Es muy lindo... ¿No vas a preguntar el mío?



—        No, no quiero saber, y dijiste que dejarías de preguntar.

 

 

—        Soy Nam Woohyun, mi mamá y yo nos acabamos de mudar hoy al vecindario.  – Comentó el menor ignorando por completo las palabras anteriores.

 

Fue cuestión de tiempo para que Sunggyu se diera por vencido rodando sus ojos en son de cansancio, no quería moverse de su cómodo sitio y tampoco contaba con el corazón para ahuyentar al niño menor que él, por lo que tuvo que exhalar con calma antes de tomar la iniciativa cerrando su libro.

 

—        Bien, Woohyun, si acabas de mudarte deberías dar una vuelta por ahí, conocer otros lugares cerca y cosas así.- Recomendó el mayor esperando que el contrario captara sus intenciones de volver adquirir su tranquilidad bajo el árbol.

 

—        Pero este parque es divertido y es muy agradable descansar en este árbol. ¿Vives cerca, hyung?

 

Con eso se fueron las esperanzas de Sunggyu.

 

—        Cruzando la calle de la entrada principal, una casa antes de la esquina.

 

 

—        ¡Oh! Yo también, mi casa es la de la esquina. ¡Somos vecinos, hyung!

 

Intentando procesar aquello, Sunggyu se lamentaba de haber confesado su dirección, aún podía recordar con claridad el anuncio de ‘se vende’ pues a un lado de su casa, como no veía cambio alguno al pasar de las semanas, nunca se había preocupado por el hecho de tener nuevos posibles vecinos.

 

 

—        Que suerte.- Murmuró denotando claro sarcasmo en su voz mientras que inconscientemente, las distraídas yemas de su mano jugueteaban con la portada de su libro, esperando algún momento oportuno para poder regresar a leer.

 
. . .

 

—        ¿Te gusta el futbol, hyung?

 

 

—        No sé jugarlo y no me gusta.

 

 

—        No digas que no te gusta hasta que lo intentes~. Hmm, ya sé, que tal si me miras jugar y ya luego decides que te parece, si te gusta puedo enseñarte y así jugamos los dos, ¿qué dices?

 

 

Sunggyu no podía creer lo molesto que resultaba ser aquel niño, no tenía intenciones de practicar deportes y se lo hiso saber cuándo sin contestar nada al respecto regresó a hundir su concentración en su regazo.

 

Woohyun sin volver a pronunciar palabra se puso de pie y volvió a retomar su camino, permitiendo que la pelota paseara por sus pies recorriendo el pasto nuevamente, una vez más concentrándose en el juego sin alejarse mucho del gran árbol.

 

Desviando sus pensamientos de la situación planteada en su libro, Sunggyu se atrevió a elevar discretamente la mirada, no podía negar que la contagiosa risa por parte de Woohyun llamaba su atención, resultaba ser tan sincera, tan alegre, que era imposible no perderse en la forma como el niño corría de un extremo a otro con el inseparable balón a su poder. Parece divertido.

 

 

Sunggyu extendió la mirada cuando recalcó las palabras que había pensado, hace unos momentos se sentía enojado por la simple idea de levantarse y ahora moría por ir tras aquel chico para poder jugar.

 

—        Oh, mi mamá me dijo que regresara en cuanto empezara a bajar el sol, nos vemos pronto, hyung.

 

 

—        Nos vemos pronto, Woohyun...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

-

-

-

-

 

ღ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).