Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stupid youth. por LynValo

[Reviews - 407]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello~ Well, LynValo here~

I hope that enjoy this chapter :D 
PREPÁRENSE PARA VOMITAR ARCOIRIS 

(La imágen correspondiente :3

https://www.facebook.com/151173265075658/photos/a.151578485035136.1073741828.151173265075658/285093485016968/?type=1&theater )

-Ya te dije que no tengo ganas. – Le dijo Tony, después relajarse un poco, sonando normal.

-No te voy a amarrar de nuevo, si eso te asusta.

-No es por eso. Hoy no.

-Ok, ok. – Asintió, y de nuevo se quedaron en in silencio, pero ahora nada incómodo. Steve estaba tranquilo teniendo a Tony así, acurrucado sobre él, como si fuese lo más normal entre ellos. Mientras que el castaño ya estaba pensando en romper el contacto, en verdad le parecía bobo, pero sentía pesadez al contemplar moverse de ahí. – Supongo que al salir te irás enseguida con tu padre, ¿verdad?

-Sí, creo que sí. ¿Y tú?

-También. Iré a visitar a mamá y East.

-¿Quién es East?

-Mi perro. – Soltó una risita.

-¿El del cuaderno? – Recordó el lindo Bulldog americano del que había diversos dibujos.

-Sí. – Giró el rostro para mirarle y Steve estaba sonriendo tiernamente al recordar a su mascota. Uhg, envidiaba ahora a Steve. – Espera. – Se incorporó un poco, pero con eso fue suficiente para romper el abrazo. Tony se sentó y Steve buscaba algo en un cajón, luego ya le tendía una fotografía. – Mira, ahí está.

 

Tony no pudo evitar que una risita se le escapase y luego quedara con la sonrisa pintada. En la fotografía se mostraba a Steve por fuera de un garage, sosteniendo a East cuando era cachorro. East lucía adorable, es blanco, contrastando ese pelaje con la manchita café en la oreja derecha y con lo negro de su naricita. En cuanto a Steve, lucía diferente a como él lo viene conociendo; en la imagen está con una simple playera blanca, con el cabello en un corte horrendo y aparte tiene una expresión de que el Sol le está cegando. East era lo bonito en la foto. Pero había sido años atrás esa fotografía, pues independientemente de que Steve lucía más fuerte y menos feo ahora que en ella, East se mostraba grande en los dibujos más actuales que había visto en el cuadernillo.

 

-¿Es tú casa? – Preguntó cuando le pasó de vuelta la foto.

-Sí, East cuida de ella y de mi madre. – Sonrió casi orgulloso. Dios, si Tony fuese una chica estaba seguro que le había enternecido eso sobremanera y le habría dicho algo dulce. Sólo se limitó a sonreírle.

 

 

 

*~~*~~*~~*~~*

 

 

En tanto unos estaban de querendones y otros de cursis, Thor y Loki seguían una charla complicada entre ellos. Quizás era un asunto sencillo, pero los últimos días las cosas habían estado tensas entre ellos. Porque Loki no podía evitar sentir cierto recelo de la mistad de su novio con Jane, todo empeoraba al no tratar directamente el tema con Thor. Loki no ocultaba su malestar, no le decía a Thor y éste se confundía. Todo se complicaba. Pero bien, el tema que estaban tratando tenía que ver con sus visitas ahora en vacaciones.

 

-Estaré con Laufey. O mejor dicho; en su casa, porque él se la pasará del trabajo a sus reuniones con sus amistades. Siempre es así. – Le decía Loki. – Yo normalmente me voy a cualquier lugar que se me ocurra, pero ahora… no se me antoja viajar solo.

-A cada oportunidad iré a visitarte, o saldremos. – Le decía ahora Thor. – Mis padres después toman una semana de vacaciones y van a visitar a nuestros familiares, por lo que si quieres hasta te puedes quedar conmigo. – Sonrió con ganas.

-O tú podrías ir conmigo. No estoy seguro de irme a meter a casa de tu padre.

-Todo está bien, Loki.

-Sabes que no. Y quiero mantenerme a raya para no causar algún problema entre ustedes.

-De acuerdo. – Sonrió y depositó un suave beso en la mejilla del ojiverde. – Pero haré que te vaya aceptando.

-¿Y cómo?

-Ya me las ingeniaré. – Y acunó una de sus grandes manos en la pálida mejilla de su novio. – Te quiero, Loki, y haré cualquier cosa para estar contigo. – Puede ser que en esos días el pelinegro haya estado distante y desconfiado de Thor, pero no podía quitar los sentimientos por él. Fue por ello que le terminó por sonreír con confianza ante lo dicho.

 

Con cariño se besaron. Lento, suave, prolongado. Apenas separándose unos milímetros para tomar un respiro y volver a reanudar el beso. Hasta que pasaron a estar recostados en la cama con sus manos recorriendo parte del cuerpo del contrario. Antes de proseguir, Thor se separó para mirarle directamente y sonreírle con cariño, tratando todavía de esfumar preocupaciones en Loki, quien le correspondió el gesto para un segundo después jalarle de la nuca para continuar besándose.

Cada prenda de ambos cuerpos fue retirada con cautela, tomándose después su tiempo para acariciar y besar cada rincón de piel que se les antojase, yendo lento y suave. Había suspiros y chasquidos de los besos. El calor no dejaba de aumentar a cada caricia cada vez más íntima, a cada fricción. Los muslos pálidos de Loki se separaron más para invitar a Thor a ir más lejos. Pero antes de eso, el rubio tomó ambas erecciones para masturbarlas juntas, sacándoles los primeros jadeos y espasmos en el cuerpo.

En todo momento las pupilas verdes no se desviaron de las azules, con confianza y amor. Sólo hasta que después de la preparación, Loki haya cerrado los párpados unos segundos por el paso de la penetración, al causarle esa punzada de agudo dolor. Gimiendo también más alto, alterándose su respiración un poco más y apretando los brazos del rubio. Unos segundo hasta que Thor estuvo por completo dentro, esperando que estuviese bien para dar inicio a lo siguiente.
Como señal le atajo sólo para propinarle un beso más, pero ésta vez corto y casto. Así comenzaron las embestidas, cortas y lentas. Pasando un par de minutos para hacerlas más profundas, aumentando de a poco la velocidad, intercalándola conforme a la necesidad de ambos, guiados por sus propios gemidos.

Pasaron a estar los dos sentados; Thor sobre la cama y Loki sobre Thor. El pelinegro ahora se movía a su antojo, abrazando por los hombros a su pareja y dándose el apoyo de ahí. Manteniendo un ritmo constante que no le robara tanto el aliento, hasta que la necesidad volvió a incrementarse y comenzó a mover su cadera de arriba abajo con más frenesí hasta que arrancó roncos y fuertes gemidos de la garganta de Thor. Siendo cada vez más duro mientras él mismo se masturbaba, queriendo hacer que el rubio continuara disfrutando mientras ya sentía el miembro dentro de él hasta el punto de palpitar.

Thor se tensó, se dejó caer de espaldas al colchón, llevándose todavía sobre de él a Loki, quien no dejó de moverse ahora apoyándose en su pecho. Así se corrió, al ritmo del ojiverde que no tardó en alcanzar el orgasmo como él, soltando un profundo gemido de lo más excitante, corriendo ese cosquilleo por todo el cuerpo hasta concentrarse en su sexo y luego ser expulsado todo el calor. Dejándolos con respiraciones agitadas y sonrisas incomparables.   

 

 

*~~*~~*~~*~~*

 

 

El viernes llegó y todo lucía más tranquilo por la mañana, pues nadie estaba apresurado a ir a ningún salón de clases. Ese día, en la mente de todos sólo estaba la fiesta de despedida, unos queriendo no perdérsela, y los más recatados dejándola pasar. Ya el sábado sería la ceremonia para los graduados y por fin quedaría el Campus vacío después de ello. Por el momento la mayoría dormía aún, como Tony y Steve que se habían quedado dormidos en la misma cama. Rogers rodeaba con un brazo la cintura de un Tony que estaba pegado a su pecho, y ambos seguían plácidamente dormidos, tanto que ni siquiera escucharon el sonido del pestillo abriéndose, o los murmullos y pisadas que se escucharon dentro de la habitación.

 

-Haaaaappy Birthdaaaay tooo Youuuu~! – Cantó fuertemente Bucky en compañía de Natasha y María. Tuvieron que ahogar la risa cuando Steve junto a Tony dieron un salto en la cama al momento que despertaban totalmente desorientados. Tony tenía el corazón palpitando con fuerza por el susto del tremendo grito que dieron los tres locos frente a la cama donde dormía, de inmediato recordó que estaba con Steve, y más o menos éste tenía la misma cara de espanto que él. – Happy birthday to you~ Happy birthday, dear Steve. Happy Birthday tooo youuuu~!

-Siguen cantando horrendo. – Se burló Steve cuando pararon, pero con una expresión que sabían estaba bromeando (como cada año – al menos con Bucky – porque sí, eso lo hacen cada año entre ellos cuatro). Bucky sostenía un pequeño muffin que fácilmente se conseguía en una tienda del Campus, pero también era su costumbre, junto con la vela rosa enterrada que parecía nunca terminarse y quién sabe en cuantos cumpleaños la habían utilizado. 

-Y tú sigues siendo feo. – Respondió Hill, con una sonrisa igual.

-Pide un deseo y sopla la velita. – Pidió entusiasmada la pelirroja. James se acercó hasta él para que pudiese hacerlo. Así Steve apagó la velita inmortal para tomar el muffin que correspondía como suyo ahora, pero antes de poder darle una mordida, una lluvia de confeti caía sobre él.

-Yeeeey~! – Gritaron sus locos amigos al momento en que le arrojaban sobre sí esos puños de confeti colorido.

-Van a limpiar esto, ¿verdad? – Preguntó cuando miró el piso y la cama llena de esos pequeños papelitos. Colocó el muffin sobre la cómoda.

-Claro que no. Y ahora el abrazo. – Efusiva, María se dejó caer sobre él para abrazarle. Y así se quedaron en un largo abrazo, tendidos en la cama luego de haber caído en ella.

-Mi turno. – Pidió como niña pequeña Natasha cuando sintió que eso había sido muy largo, queriendo quitar a Hill de encima del rubio. Así esos dos se separaron y Rogers optó por ponerse en pie y se abrazó ahora a Natasha.

-Y tú. – Pidió Steve mirando a Bucky cuando Romanoff se alejó. James le sonrió con ganas y se acercaron para darse un fuerte abrazo. – Gracias. – Le susurró Steve, le dio una última palmada en la espalda y se separaron.

-Faltas, Tony. – Le animó Bucky. Stark, aún sobre el colchón mirando todo el show asintió y se puso de pie, pero aún sobre la cama, y así se acercó hasta el rubio que estaba del otro lado. Se abrazaron y Steve aprovechó la posición para cargar a Tony y que quedase colgado de él como un koala. El castaño sólo soltó una risita y se dejó cargar, rodeándole la cadera con sus piernas.

-Si me disculpan, tomaré mi obsequio. – Comentó Steve refiriéndose a Stark, mientras iba hasta la puerta y les volvía a abrir en una invitación a que salieran.

-Pervertidos. – Comentó divertido Bucky, pero ninguno se movía.

-¡No! Oye, Steve, no. – Se quejó Tony, aunque ya sabía que Steve no hablaba en serio, o quién sabe.

-No seas mojigato y aflójale a Steve. – Le dijo Natasha, en un tono maliciosos mientras ya caminaban hacia la puerta, pero antes de salir soltaba una nalgada a Tony, riendo.

-¡No me manosees, pervertida! – Se hizo el ofendido Tony.

-Ah, Steve, a las siente nos vemos para la fiesta, ok? – Dijo por último Bucky y después salió cerrando la puerta.

-Tengo que ir al baño. – Le dijo Tony.

 

Steve le puso de nuevo abajo, el castaño corrió a ponerse los tenis y salió con rumbo al sanitario. Ya cuando iba de regreso se fijó en que varios dormitorios estaban abiertos y se dejaban ver a los chicos haciendo sus maletas para estar listos de una vez. Se topó con Thor que le dijo que haría lo mismo, por lo que él también se dirigió al que era su dormitorio para empacar sus cosas. Loki estaba igual, ya con su par de maletas en la cama mientras sacaba toda su ropa del closet y acomodaba demás cosas. Sólo se saludaron y comenzó a hacer su deber.

Pensó en el lindo detalle cursi de Tasha, María y Bucky hacia Steve, y se recordó que entre ellos un detalle así era más apreciado que otra cosa ostentosa comprada, es decir; él mismo apreció mucho más el retrato hecho por Steve por el simple hecho de ser algo con una carga de verdadero interés. Pero seguía siendo difícil saber qué hacer para Steve. Tony no idea de cuál sería un buen detalle. ¿Qué querría Steve? ¿Qué le gusta a Steve?
Fue hasta que tuvo toda su ropa guardada y ahora iba a guardar sus otras cosas cuando al abrir los cajones de la cómoda quedaron a la vista una tira de condones, y cuando uno ve eso no piensa más que en sexo. Y por supuesto, eso es lo que le gusta a Steve, y es lo que estaba queriendo de él como obsequio. Ok, ya sabía qué dar, pero podría optar por algo diferente (por no decir especial), para que sea bueno como obsequio, y de paso para recordarle que él es seguro mejor en eso que Peggy. Muy bien, ese pensamiento había sido fuera de lugar. A él qué le importaba ser preferido por Steve. Mejor a seguir guardando todo, y a ver cómo acomoda luego el estéreo, la consola de videojuegos, el frigo-bar y demás cosillas que son pequeñas pero ya no le cabrán en sus maletas. Lo bueno que la televisión de plasma es de Loki, sino ya no cabría en su auto. Aunque ¿por qué maldita sea tenían la enorme televisión y el frigo-bar si casi no los utilizaban? Sólo hasta que tienen que cargar con ello de nuevo se dio cuenta de cómo les gusta tener cosas de más. Y creyó que Loki estaba teniendo el mismo pensamiento porque de pronto el pelinegro se quedó de brazos cruzados mirando fijamente la televisión con el Home theater y el Bluray. Luego Loki tomó su móvil y llamó a su chofer para decirle que el sábado tenía que ir por él, le dio la hora y pidió que trajese una camioneta para guardar todas sus cosas. Se quería prometer que cuando comenzara el nuevo ciclo sólo traería el estéreo y ya, pero sabía que no era seguro.

 

 

*~~*~~*~~*~~*

 

  

La noche llegó, la gran mayoría de los alumnos ya se encontraba o se dirigían a la fiesta, otros más se habían marchado desde esa tarde, después de todo los que importaban para la ceremonia del día siguiente eran los graduados.

Loki, Tony, Natasha, y Bucky ya estaban camino a la fiesta, pero se detuvieron en una de las bancas más cercanas esperando por los demás como habían acordado. En unos minutos llegaron María con Darcy y Jane, para luego aparecer Clint junto con Bruce y finalmente llegaron Steve con Sam y Thor. Se integraron a la fiesta, que tuvo que ser hecha en el recinto más grande para caber la mayoría de ellos, porque a partes iguales también se veían más por fuera y por el jardín más cercano, llegando las enormes bocinas hasta colocarse fuera. Ésta vez hasta había un poco de botanas, pero más alcohol y más ambiente. Se escuchaban muchas risas a pesar de la música a alto volumen, pudieron ver que Sif ya estaba dentro de la fiesta junto a Frandal, Hogun y Volstagg.

Se dedicaron a lo que iban; a pasarlo bien. Era poco frecuente de las chicas o chicos que se subían a la barra a bailar para el resto, pero como era un día especial se volvió a dar. Había otras pequeñas plataformas más esparcidas para quien quisiera dar un show, apenas comenzaba esto, por lo que estaban vacías y algunos sólo se sentaban en ellas. Para cuando estuviesen más ebrios, media escuela ya habría pasado a bailar ahí.

La mayoría se concentraba en sus grupos de amigos, diciéndose que se extrañarían, otros prometiéndose que se frecuentarían, las parejas recordándose sus planes, pero era lo mismo; cuando estuviesen ebrios todos los presentes serían mejores amigos. Incluso algunos profesores y decanos estaban presentes en la fiesta; no para cuidar de los demás, sino para divertirse, claro. Se decía que estaba prohibido estar ahí para ellos, pero al parecer eran puras patrañas, además ni a los alumnos ni a sus superiores les incomodaba, porque claro, estaban los más relajados y los que eran más apreciados por ello.

Habían transcurrido varios minutos donde el ambiente rápidamente creció y Natasha ya insistía en irse a la barra o cualquier plataforma a bailar, queriendo convencer a Bucky de ir con ella. Las demás chicas bailaban entre los demás porque cualquier espacio era la pista de baile. Volstagg y Thor se la pasaban bebiendo más, pero sin retarse ni entrar a los concursitos que se iban creando entre otros grupos de amigos. Natasha seguía insistiendo, Bucky continuaba negándose entre risas, y Steve intervino.

 

-Por, Dios, Bucky. Ve a bailar a la plataforma. – Pidió Steve, apoyando a su amiga pelirroja.

-No. – Negaba simplemente, dándole sorbos a su bebida.

-Baila un poco para mí allá arriba. – Insistió Rogers, señalando la plataforma más cercana. – Es por mi cumpleaños. – Chantajeo.

-Hay que hacerlo por Steve. – Dijo Tasha, sonriéndole abiertamente.

-¿Sabes que te escuchas muy gay pidiéndome que te baile? – Se mofó Bucky, igual ya sabía que Steve bromeaba.

-Todos somos gays. ¡Anda Bucky! – Pedía Natasha.

-¿No puedes esperar a que esté más ebrio? – Cuestionó divertido.

-No, ¿qué tal si te caes?

-Ok, vamos. – Cedió al fin.

 

Se acercaron hasta la plataforma, haciendo a un lado a quien estorbaba para ellos. Al subir recibieron un montón de gritos cómplices, pues eran los primeros en la noche de bailar para los demás. No sorprendió que Natasha robara la atención de la mayoría de los chicos, ni que Bucky fuese acosado por las miradas femeninas. Steve miró atento a su par de amigos, el resto del clan también les miró sonrientes y celebraron cuando por fin la pareja se puso a bailar animadamente para todos.
Natasha era preciosa y sexy, muchos la miraban embobados, por lo que Darcy dirigía miraditas discretas a María para ver sus reacciones, pero sólo la encontraba riendo, así que ya no se preocupó por los malditos celos. Lo mismo con Clint, porque él también había tenido su enredo con ella, pero cuando Bruce se fijó, Clint miraba más divertido a la pelirroja que embobado, así que también supo que no había nada de qué preocuparse. El que no pudo resistirse a quedar embobado como muchos más fue Tony, pero con Bucky. Diablos, pero James era tan atractivo y sexy también que aunque ellos ya no tuviesen nada que ver en algo más que amistad eso no significaba que no podía surgir de repente las ganas de nuevo, ¿cierto? O sólo eran sus pensamientos de pronto incoherentes. Mejor Tony dio un gran trago a su bebida y miró otra plataforma.

 

-Loki, ¿subimos como aquella vez? – Preguntó, acercándose hasta su amigo que ya había comenzado a bailar de nuevo.

-No creo. – Respondió.

-Oh, vamos.

-No. Aquella vez fue porque estaba borracho, y ahora apenas llevo una cerveza.

-Tony, vamos tú y yo. – Propuso Darcy, sonriéndole con ganas.

-Claro. – Aceptó Tony. Con Darcy sería más divertido.

 

Ellos se fueron a otra plataforma más alejada, pero igual fueron bien recibidos por los mirones y con la misma efusividad se pusieron a bailar. Y aunque ellos no eran pareja, se tomaron la misma confianza que Tasha y Bucky para hacer movimientos más atrevidos cuando era necesario, pero todo era para hacer un mejor show.

Así las horas pasaron. Habían bajado y subido de las plataformas varias veces, al igual que muchos más chicos. Todo el clan bobo había hecho su participación ahí. La mayoría de la fiesta ya estaba ebria, muy ebria, por lo que se escuchaba más escándalo, todos chocaban con todos pero no había problema, porque ya estaban en la etapa en que todos eran amigos de todos sin importar nada. De hecho Loki junto con Sif habían estado conversando con Jane como si fuesen grandes amigos de toda su vida. Y los mismo Natasha y María con Peggy, quien luego había parecido para felicitar a Steve. Tony con Clint, parecían los mejores amigos y no como siempre que se fastidiaban uno a otro. Y muchos chicos de diversos grados y que nunca antes se habían dirigido una palabra ahora estaban ahí con ellos, divirtiéndose entre todos.

Diversos alumnos, todos ebrios, habían ido hasta donde el Dj para tomar el micrófono y decir algunas palabras a sus amigos o a todos en general; estaban en el punto cursi de la borrachera después de ya haber pasado por el punto hot. La mayoría de las cosas que osaban a decir hacían reír a todos, poniendo el ambiente algo más ameno y tranquilo.
Bucky ya estaba entre esos borrachos, por lo que también caminó hasta el micrófono que se prestaba en ese momento para hablar. Natasha fue la única en darse cuenta, pero no lo detuvo, quería ver qué estupidez haría.

 

-Hey! – Medio gritó Bucky por medio del micrófono para saber si se escuchaba. Por ello ganó la atención de casi todos, incluyendo la de sus amigos que le miraron divertidos, esperando al igual que Natasha alguna estupidez. Más cuando Bucky, con un gran esfuerzo por su estado etílico, se subió de pie a la barra y ser mejor visto. La música era muy suave para escuchar cada una de las cursilerías, así que todo era claro.

-¡Bajen a ese borracho de ahí! – Gritó Barton, para molestarlo.

-Tú cállate, Clint. – Pidió Bucky arrastrando las palabras. – Hola a todos, amigos. – Saludó efusivo, se notaba mucho su embriaguez. – Todos han subido a decir cosas tristes, Dios, no es el fin del mundo. Si tanto se quieren no dejaran de ver a sus amigos. Como Steve Rogers y yo. – Señaló a lo lejos al rubio, unos cuantos le voltearon a ver.

-Dará un discurso cursi. – Susurró Tony a Natasha. La chica le asintió divertida.

-Hoy es su cumpleaños, por fin cumple 21. – Hubo unas cuantas exclamaciones de felicitaciones que Bucky agradeció en su nombre. – Steve y yo somos amigos desde… desde… hace mucho. Es un bastardo, está loco, es todo un perro, pero también es una buena persona. – Steve ya estaba riéndose desde su lugar. Maldito Bucky que lo iba a poner en ridículo. – Cuando éramos pequeños me ayudaba con mis tareas o yo a él con las suyas, golpeaba a mis enemigos y yo a los suyos. Me ayudaba a escapar de casa para ir a jugar videojuegos, luego para ir a espiar a las prostitutas. – Varios soltaron una risa, incluido el rubio. – Nunca nos atrevimos a hablarles si quiera. Hubo una vez en que al pelarme con un imbécil que quería golpear a Steve, yo le tiré un par de dientes, literalmente. Y Steve se echó la culpa cuando la madre del niño chimuelo fue a reclamar, para que a mí ya no me regañaran más por ir a ver a las mujerzuelas y ahora por tirar dientes. Me prohibieron entonces juntarme con él, así que hui de casa, de nuevo con su ayuda, y nos escapamos a un viejo terreno que estaba detrás de su casa. – Bucky soltó una risa al recordarlo todo. – Dijimos que pasaríamos ahí la noche, y que después veríamos a donde irnos con el dinero que le robó a su madre del bolso. Eran sólo 20 dólares. Pero no duramos ni una noche, porque después fuimos a refugiarnos a su propia casa, donde nos enteramos que nuestras madres habían estado preocupadas y sentimos que era lo peor que podíamos haber hecho, pues teníamos 11 años. ¿Lo recuerdas, Steve? Ya no nos prohibieron vernos.

-¡Se aman! – Gritó alguien entre todos los presentes, y hubo otras risitas cómplices.

-¡Por supuesto! Es mi hermano y lo amo. – Aceptó divertido Bucky, tambaleándose por su estado.

-¡Beso! ¡Beso! – Comenzaron a corear e incluso algunos empujaban a Steve para acercarlo hasta donde Bucky.

-¡Dios, no! Que mi novia me mata. – Justificó James riéndose. – Steve, mi hermano de otra madre, contigo he pasado los mejores momentos, las estupideces más peligrosas, lo más divertido que curiosamente a los demás no les parecía gracioso, como cuando en secundaría arrojamos un montón de bombas apestosas a los salones de clases para no tener que estudiar, o cuando arrojamos huevos desde el techo de mi casa, cuando nos metíamos a los vestidores de las niñas y más cosas. Aunque también he compartido cosas traumantes y asquerosas; como nuestro primer beso.

-¿Tu primer beso fue con Bucky? – Preguntó sorprendida Natasha, mirando a Steve que ya estaba entre divertido e incrédulo por la lengua suelta de Bucky. Ya no hicieron mucho caso a los grititos sugerentes que se escucharon con lo dicho.

-Pero no importa. Yo te quiero igual y seguiré siendo tu amigo hasta que me harte de ti. ¡Feliz cumpleaños! – Finalizó. Varios le aplaudieron y la música comenzó a sonar en el momento en que bajaba de la barra para regresar con ellos.

-Jodido borracho. – Se quejó Steve teniéndolo enfrente.

-¿Qué? – Se ofendió falsamente Bucky. – ¿No aprecias mis palabras?

-Ay, cállate. – Steve iba a debatir, pero mejor optó por restarle importancia porque sabía que la intención de Bucky había sido buena como siempre, sólo que está loco y borracho. Le abrazó de nuevo en agradecimiento, y se alcanzó a escuchar exclamaciones perversas.

-Entonces… ¿nos van a contar eso del primer beso? – Preguntó María, como no queriendo la cosa, tratando de ocultar su sonrisa.

-No. – Y aunque Bucky estaba borracho y ya había dicho demasiado, negó junto con Steve.

-Yo quiero saber. – Confesó Natasha.

-Yo también. – Intervino Tony.

-Que no. – Sentenciaron James y Steve.

 

Optaron por ya no molestarlos (al menos por el momento) y continuaron en lo suyo. Bucky le dio un pequeñísimo beso en la mejilla a Steve y por juego Natasha fingió molestarse, así su novio corrió a sus brazos llenándola a ella de besos, quedando bailando juntos. A los segundos, Steve invitó a Tony a bailar con él, sin importarle que Peggy estuviese allí, entre ellos, pero al parecer no había nada que ocultar ahora, después de todo no eran pareja. Incluso Peggy seguía sumergida en una charla ahora con Jane y Darcy, mientras reían discretamente y bebían un poco de cerveza. Después ellas mismas también volvieron a bailar.
Volstagg volvía a retar a algunos para beber, y era extraño, pero Sif lo estaba retando. Tony realmente no se enteró si la chica le ganó a Volstagg, porque se había distraído mientras continuaba con el intento de bailar medio decente con Steve y escuchaba las cosas sin importancia que éste le decía; como que esa canción le gustaba, o que seguro por la mañana tendría una gran resaca, y demás. Pero no fue suficiente para no notar que Charles venía acercándose entre caminando y bailando – notablemente ebrio – hasta donde ellos estaban. Los ojos intensamente azules de ese sujeto se cruzaron con los suyos cuando estaba a un par de pasos. Ese tipo le sonrió abiertamente y así se animó a hacer lo mismo. No entendía muy bien, pero había algo en Charles que le agradaba a pesar de no conocerse realmente, sólo que parecía un chico en verdad agradable.

 

-¡Tony! – Le habló el ojiazul, levantando sus brazos como si fuese la máxima alegría verle. Sostenía en una mano una botella de cerveza, y aún le sonreía.

-Charles. – También le sonrió y frenó su intento de baile con Steve. – ¿Qué tan borracho estás? – Le cuestionó divertido, pues el chico mayor hasta se tambaleaba y el sonrojo en su rostro y sus ojos vidriosos le delataban demasiado.

-Muuucho. – Le respondió inclinándose a ellos. – Pero ese el punto. – Luego miró interesado a Steve. – Hola, ¿y tú eres…?

-Steve. – Le informó, sólo dedicándole una leve sonrisa.

-Oh, el del cumpleaños. Sí, sí. – Soltó una risita. – También los vi bailar en la barra. – Señaló divertido.

-Tú no has subido, ¿cierto? – Preguntó Tony.

-No, pero creo que ahora podría hacerlo. O no sé… estoy muy borracho. ¿Qué ustedes no lo están?

-Claro que sí.

-Lucen mucho mejor que yo.

-Charles… – La mirada de los tres se dirigió al portador de aquella suave voz que llamaba al ojiazul.

-Erik. – Le dijo abrazándolo efusivamente. – Él es mi novio. – Informó feliz a Tony y a Steve, como si Stark no lo hubiese sospechado desde antes. – ¿Ustedes son novios?

-¿Eh? No. – Aclararon de inmediato a la vez.

-¿En serio? – Insistió Charles, despegándose un poco del pecho de Erik para mirarles curioso.

-No se ven mal juntos. – Para sorpresa, Erik era quien les había dicho eso. Puede ser que también estuviese pasado de copas, aunque no tanto como ellos. Steve y Tony se limitaron a sonreír incómodos.

-Pero ni siquiera me cae bien. – Se animó a bromear Tony.

-¿Y eso qué? A mí Charles no me agradaba cuando lo conocí. – Confesó Erik.

-Oye. – Se quejó Charles, codeándole suavemente.

-¿Qué? Ya lo sabes, eras presumido, mimado, arrogante, borracho… – Soltó la lista Erik, divertido al molestarlo ante alguien más. Sí, confirmado, estaba pasado de copas para relajarse ante esos desconocidos.

-Lo mismo que tú eres. – Expresó Steve, mirando a Tony, sonriéndole con malicia.

-Pero también soy encantador, sexy, guapo, simpático. Por eso me amas. – Dijo altanero Tony.

-¿Lo oíste? – Expresó emocionado Charles, señalándoles con un dedo. – ¡Se aman! – Celebró.

-No. Es sólo un decir. – Se quejó Tony, como niño pequeño. Steve soltó una risa que le evito negar que no estaba enamorado de Stark.

-¿Ustedes ya se gradúan? – Preguntó Steve, para comenzar a llevar la charla a otro lado.

-Sí, diablos.

-¿Qué planes tienen? – Intervino Tony, igual casual. Pero Charles ensanchó su sonrisa y se acercó más, hasta estar pegado a ellos como apunto de decirles un secreto.

-Nos vamos a casar. – Les dijo en un susurro y luego volvió su sonrisa inmensamente feliz.

-¿En verdad? – Preguntó sorprendido Tony, con los párpados abiertos y una suave sonrisa en sus labios.

-¡Sí!

-Pero no están invitados. – Se atrevió a molestar de nuevo Erik.

-¿Y los anillos de compromiso? – Indagó Steve.

-Agh, Erik me lo quitó para venir a la fiesta, dijo que sino lo perdería. – Se quejó.

-Eres capaz de cambiarlo por más cerveza. – Exageró Erik.

 

Estaban riendo cuando la música de nuevo paró, dejándose escuchar diversos gritos y animaciones a alguien para que ahora ese afortunado dijese algo. Al parecer se hacía más alboroto porque al quien querían subir era a uno de los profesores, y éste se negaba. Pero a pesar de eso consiguieron la atención de todos, poniendo un poco más de presión en ellos.

 

-Oh, es el profesor Selvig. – Dijo María, posándose a un lado de ellos. El resto de sus amigos también se habían acercado.

-¡Que suba! – Comenzó a corear Charles junto a los que empujaban al profesor algo ebrio. – ¡Que hable!

-De acuerdo, chicos. Tranquilos. – Se escuchó cuando el profesor al fin subió a la barra y tomó el micrófono. – Veamos… Primero quiero felicitar a todos; a los graduados y a los que pasarán al siguiente ciclo. Estoy orgulloso de ustedes. – Inició, apenas tomando confianza al estar con todas las miradas sobre de él. – La verdad es que no sé bien qué decirles. Les deseo lo mejor, mucho éxito a los graduados. Lo que sí sé es que al principio extrañarán mucho su vida en la Universidad, porque se convirtió en su segundo hogar, con sus segundas familias. Sí, esos amigos que ahora son parte de la familia, ¿cierto? O aquella persona especial que cada uno encontró aquí, ¿eh? – Rieron un poco porque era cierto. – Déjenme decirles que esos amigos que hicieron durante estos años de universidad, son los que tendrán para casi toda la vida, son lo que los seguirán acompañando. Está garantizado, porque es aquí donde el vínculo se crea más fuerte, es en ésta etapa de la vida. E leído estudios, encuestas, que confirman eso, además de mi experiencia, así como igual demuestran que la pareja que tengan aquí es la definitiva, en la mayoría de los casos. O sea que aquí conocen a la persona con la que seguro se casarán o vivirán juntos.

 

Muchos sonrieron, otro más rieron y la mayoría soltó insinuaciones. Charles tomó la mano de Erik emocionado, Thor y Loki se miraron casi con vergüenza, Bruce y Clint se hicieron los desentendidos, María y Darcy sólo rieron, Nat y Bucky se guiñaron un ojo. Tony era de esos que quería hacerse el desentendido cuando sintió que Loki le codeo y discretamente le señaló a Steve, así como Clint que también le mandó la indirecta señalándole al mismo tonto, y luego notó que Natasha lo señalaba a él y le susurraba rápidamente algo a Rogers. Pero cuando Stark desvió la mirada haciendo que un pajarito le hablaba, se topó con que Peggy miró a Steve cohibida y casi anhelantemente. Claro, era más obvio que ella entrara a esa referencia que él, y estuvo seguro cuando Steve le devolvió rápidamente la mirada a la chica. Después volvieron la atención al profesor que había permitido que entre todos se mandaran indirectas al decirles aquello que él sabía más por la experiencia.

 

-Apuesto a que algunos ya hasta tienen planes de boda, o ya hasta se casaron. ¿Quiénes son? – Dijo más animado Selvig. Muy pocos estudiantes, entre ellos Charles y Erik levantaron sus manos. – Felicidades chicos. También les deseo mucho éxito en sus vidas de pareja. Sinceramente espero que todos triunfen. Y los que se quedan, persistan para algún día estar tan plenos como sus compañeros graduados. – Terminó satisfecho el profesor, recibiendo varios aplausos.

 

La música regresó, el ambiente desastroso con ello. Charles y Erik habían quedado sólo cerca de ellos bailando de nuevo, hasta que al parecer sus amigos los encontraron y quedaron con ellos. Tony se dedicó a bailar entre sus amigas maniacas, Clint y Loki, mientras los demás sólo quedaban conversando y muy aparte ahora estaban Steve y Peggy, fue por ello que Tony decidió ignorar. Pero no había podido hacerlo con mucho éxito. Sin notarlo dirigía mucho su atención a ellos dos y le molestaba, hasta casi ponerlo algo triste. ¿Qué rayos?, se reprendía, pero no lo podía evitar. Sólo decidió por beber más para volver a la faceta donde los borrachos quieren a todos, pero el alcohol ya le estaba asqueando porque ya había sido suficiente. Muy bien, mejor fumaría cuando se le antojó hacerlo. Bruce le dijo que lo acompañaría, pero lo había visto tan divertido que mejor le pidió quedarse. Así Tony salió solo un momento del lugar, yéndose a tumbar a donde los chicos que estaban por fuera no le pisotearan. Disfrutó de la ventisca fresca de la madrugada, tomó su cigarrillo encendido y comenzó a fumar tranquilamente. Pasó un momento cuando notó a alguien sentándose a su lado. Charles aparecía de nuevo, solo.

 

-De pronto me aturdí de estar allí dentro. – Le explicó el ojiazul. – ¿Interrumpo? – Preguntó sutil, quizá notó que Tony estaba pensando.

-No, está bien. – Le negó seguro. – ¿Quieres uno? – Le tendió la cajetilla, pero Charles negó.

-No, gracias. – Soltó un suspiro, recargándose en el mismo árbol.

-¿Cómo te lo pidió? – Cuestionó.

-¿Mmmn?

-¿O tú se lo pediste? Hablo de comprometerse. – Le aclaró ante la confusión del ebrio Charles.

-Ah…No, Erik me lo pidió. – Aclaró con una sonrisa boba, al parecer recordando. – Hace casi un mes. Fue algo normal, pero inesperado. Fuimos a pasar un fin de semana a mi casa, ya que mis padres no estarían allí. Ese día hicimos todo normal, pasamos la mañana en casa, por la tarde fuimos a un acuario, él quiso pasar a un restaurante algo… ostentoso. Bebimos vino fino, regresamos a casa, me subió a la terraza, me dijo muchas palabras cursis y luego sacó la cajita del anillo de su chaqueta y me lo pidió. – Seguía con la sonrisa. – Me puse tan nervioso pero mucho más feliz. No dude en decirle que sí, pues era algo que yo ya había pensado en hacer.

-Erik no parece ser un chico romántico. – Opinó Tony.

-Es más serio algunas veces. – Reconoció Charles. – Cuando nos conocimos yo no le agradaba, ya lo dijo, ni él a mí. Yo hablo mucho, trato a la mayoría amigablemente, veo el lado positivo de todo, me gustan las fiestas, y me divertía coquetearle a medio mundo. – Soltó una pequeña risa. – Erik era el chico serio, malo, maduro. El sujeto que parece creerse muy superior para hablarle a cualquiera. Casi no sonreía, miraba a todos como si fuésemos un fastidio.

-¿Y cómo es que comenzaron su relación si son tan distintos? – Preguntó interesado.

-Bueno, Erik nunca ha sido feo. – Comentó con malicia Charles. – Yo compartía varias clases con él, además me llevaba bien con una chica que parecía ser de las escasas personas con las que Erik se atrevía a socializar. Entonces lo miraba en clase y a veces cuando yo me juntaba con aquella chica. Pero Erik no me hablaba, aunque siempre me estuviese mirando. Y yo no me ofendía por ello, pues ya sabía cómo era. De hecho me gustaba fastidiarlo, parecía que no me soportaba, mucho menos cuando me veía coquetear con alguien. Cosa que era frecuente porque inesperadamente siempre coincidíamos cuando nuestros amigos salían a beber. Pero fue en una fiesta donde él se puso algo borracho y así comenzó a hablarme con confianza. Ese día fuimos como los mejores amigos. Yo quería que al día siguiente y todos los demás días se comportara como en la fiesta conmigo, pero no. Sí, hicimos una especie de amistad, pero no cercana. Varias veces escuché que decía que yo no le agradaba porque era muy borracho y mujeriego. Eso me hirió, y fue cuando me di cuenta de que me gustaba Erik, pero en lugar de hacer las cosas bien, seguí coqueteando con quien fuese y además lo intentaba con él. Obvio nunca me hizo caso, pero fuimos más amigos, o algo parecido. Y cuando le tomé más confianza le robaba varios besos, hasta que me anime a decirle que quería intentar tener una relación con él. Erik aceptó, pero dijo que como prueba, o sea que era como estarnos conociendo. Me comporté durante la prueba, pero cuando pasó y oficialmente éramos como una pareja no duramos mucho, porque Erik me fastidiaba mucho, me parecía muy aguafiestas y se molestaba porque me seguía involucrando con más personas a parte de él. Terminamos, él tuvo otra relación y yo seguía disfrutando de los demás. Pero había algo en Erik que me hacía quererlo para mí, y que nadie más lo tuviera. Me costó admitirlo pero con mucho trabajo volvimos, pero igual fue difícil la relación, ahora él tampoco se la tomaba en serio. Tuvimos muchos problemas, hasta que nos dimos cuenta que ninguno de los dos quería seguir así, porque nos queríamos. Ya que yo había podido conocer a Erik a fondo y él a mí; así nos dimos cuenta que ni él era el tipo odiosos sin diversión y ni yo era un imbécil egoísta. Cuando conocí a Erik en verdad y cuando dejé de hacerme imbécil, me di cuenta de que él era lo que quería y que yo podía ser lo que él también quería. Si cuando estaba con todos esos problemas estúpidos con Erik, Selvig hubiese comentado eso de que aquí conocemos a quienes serán nuestras parejas de por vida o con quienes nos vamos a casar, yo hubiese dicho que era un demente, que eso es imposible. Yo no encontraría el amor ahí, y mucho menos con Erik Lehnsherr. – Suspiró.

-Muy extraño.

-Lo sé. Pero se siente bien. Ni cuando me metía con diferentes personas me sentía tan bien como sólo estando con Erik.

-¿Pero no te da algo de miedo casarte? – Cuestionó interesado.

-Ahora no. Confío mucho en nuestra relación y por eso es que vamos a dar ese paso. – Explicó. – Sé que piensas que es una estupidez, Tony, muchos nos lo dijeron. Pero es porque no han experimentado lo que nosotros. Suena cursi, pero ahora entiendo todas esas cuestiones cursis. – Ensanchó su sonrisa. – Si yo no me hubiese atrevido a siquiera tomarme un poco en serio a Erik, sólo por orgullo e idiotez, ahora estaría arrepentido por todo lo que me hubiese perdido. – Aseguró. – Es como dicen; uno termina con la persona que jamás imaginó. Quizás no me entiendas…

-Te entiendo. – Confesó Tony, aprovechando que ambos estaban ebrios. – Sólo nunca lo menciones.

-De acuerdo. Pero sólo arriésgate, si no funciona no te pierdes de nada. Pero si nunca lo intentas y resulta que aquello pudo funcionar te arrepentirás.

-Es muy pronto para que decida algo así.

-Entonces sólo ve disfrutándolo con calma. Pero no te tardes mucho porque alguien puede quitarte a esa persona.

 

Se sonrieron en complicidad. Tony encendió un cigarrillo más y hasta que no lo terminó ambos regresaron al interior de la fiesta, donde notaron que Erik y los demás amigos de éste ya estaban integrados al clan bobo. Cuando Lehnsherr los notó cerca, ahora ni siquiera miró feo a Tony por regresar después de buen rato junto a su novio, sólo abrazó a Charles cuando ya estuvieron juntos. Stark miró como Steve continuaba más cerca de Peggy, pero cuando el rubio le miró fue hasta donde él sólo para preguntarle a dónde había ido. Tony le iba a ignorar, pero después de la charla con Charles lo consideró mejor.

 

-Fui a fumar. – Le respondió normal, pero luego lo acercó más a él discretamente para susurrarle al oído y no ser escuchado por alguien más. – Cuando salgamos de aquí, te daré tu obsequio. – Y cuando se volvieron a separar, le guiñó un ojo para que ya se fuese haciendo a la idea. Aunque estaban tan ebrios que quién sabe si podrían llevarlo a cabo, aun así Steve le sonrió.

-This was a never the way I planned. Not may intention. I got so brave, drink and hand. Lost my discretion. – Apareció entre ellos Darcy que cantaba la canción que comenzó a sonar en ese instante.

-Es su canción. – Se mofó Steve, viendo como Natasha también cantaba divertida.

-Lesbianas. – Bufó Tony, pero Darcy no le tomó importancia.

-Vamos a bailar a la barra. – Apareció Sif, comenzando a jalar Tasha, María y Darcy. Todas corrieron a la barra y se subieron siendo recibidas con varios gritos efusivos.

-I kissed a girl and I liked it! The taste of her cherry chap stick. I kissed a girl and just to try it. I hope my boyfriend don’t mind it.

 

Sus amigos reían más que emocionarse como el resto. Es decir; ellos siempre estaban conviviendo, y si ellos mismos no eran las personas más heterosexuales del mundo, sus amigas tampoco lo eran, por lo que ya habían visto varias escenitas entre ellas como las que hacían ahora en la barra mientras que cantaban y bailaban el tema de Katy Perry. Fue Darcy que con ayuda de Natasha bajaron, pero sólo para regresar por Peggy y Jane, arrastrándolas a la fuerza, hasta que no les quedó más que subirse con ellas a bailar provocativa y lesbianamente (como se mofaban sus amigos) para el resto.

 

-Us girls we are so magical. Soft skin, red lips, so kissable. Hard to resist, so touchable. Too good to deny it. Ain’t no big deal, it’s innocent. – Ok, esa parte era muy cierta. Tan irresistible que ni entre ellas se podían negar. Sólo faltaba ver como Darcy ya se comía a besos a María sobre la barra sin dejar de bailar y Natasha jugaba con Peggy fingiendo que le coqueteaba.

-Son unas pervertidas totales. – Comentó divertido Bruce, cuando la canción terminó y ellas bajaron entre risas. 

-Bucky, tienes el maldito paraíso con tu novia lesbiana – Le dijo Steve, fingiéndose soñado, permitiéndose morder los labios en una provocación. Pero en lugar de molestarse, o al menos fingirlo, Bucky comenzó a reír, por lo que Steve continuó molestándolo. – Sólo imagínate las posibilidades.

-Ya mejor cállate o Nat te va a matar. – Le advirtió Bucky cuando miró que las chicas regresaban.

 

Y Steve guardó silencio, sólo soltando una leve risita, mirando con ojitos inquietos a Peggy. No se imagina las posibilidades, en realidad no envidiaba el paraíso con una novia así, porque la primera vez que se acostó con Peggy, cuando incluso ni eran pareja, fue más una mágica orgía con ella y dos de sus amigas. Así que no tenía que imaginarse esas posibilidades, sino sólo recordarlas. No creía que eso volviese a suceder. Además tampoco era algo tan grandioso como para sentirse tan afortunado, de acuerdo, en su momento así lo sintió, pero era porque no había probado a Tony. Stop! De nuevo un pensamiento fuera de lugar. Anthony tampoco era tan mágico, sólo tenía esa rica piel suave y levemente más bronceada que la suya, unos deliciosos muslos, unas riquísimas nalgas, unos enormes y preciosos ojos miel que le hacían suspirar. El maldito besaba delicioso, sabía hacerle un oral perfecto y gemía su nombre de una forma tan sensual que con sólo escucharlo podría correrse. Eso no era mágico. Pero con sólo recrear la lista notó que había quedado mirando fijamente a Stark y éste ya se reía.

 

-¿De qué te ríes? – Steve se hizo el desentendido.

-De nada. Sólo creo que te quedaste imaginando la suerte que tiene Bucky.

 

Steve negó con la cabeza. Aunque algo que sólo podía envidiar de Bucky es que seguro pasó más noches con Tony de las que él ha podido obtener, quizá con él Tony se había quedado a dormir después del sexo, quizás a él sí lo miró a los ojos cuando lo hacían, quizás le besó diferente. Quizá sea Tony quien tiene envidia de Natasha.

Steve ya no tenía su sonrisa a esas alturas. Pensándolo mejor, Bucky sí tenía suerte.

Y eso que Steve no sabe que Bucky fue quien desvirgo a Tony…  

 

 

 

Notas finales:

Aclaración: *Como notaron le puse el mismo nombre (East) del buldog americano de Chris Evans, al del Steve de ésta historia. :3 Por puro pinche gusto.*

O.o es todo por hoy…           

¿Qué les pareció?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).