Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stupid youth. por LynValo

[Reviews - 407]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya estoy editando algunos de mis capítulos para que no se alargue mucho más la historia. No se emocionen, todavía le falta, pero ya no será tan eterna la espera jujuju.

Disfruten~ 

Y los días pasaron casi inadvertidos para Tony. Demasiados días, convertidos en semanas, todo realmente agradable. Raro era el día que no disfrutara, pues siempre tenía compañía para pasarla bien; por supuesto que con Alfie, o ahora volver a tontear con Loki que ya era soltero y con cualquiera de los otros tontos que tenía por amigos, pero sobre todo por Steve. Porque últimamente pasaban mucho más tiempo juntos, y de calidad, o al menos eso le gustaba pensar.

En realidad no hacían la gran cosa, se encontraban por los pasillos y decidían ir a almorzar juntos, a veces a jugar un poco de videojuegos e incluso a ayudarse con las tareas. Otras ocasiones quedaban una tarde de fin de semana para ir a un museo, a un nuevo restaurante o cafetería que alguno de ellos había descubierto, al cine, o Tony le pedía que le acompañase de compras, e incluso volvieron a ir al parque de diversiones pero esta vez con toda su bola de amigos. Muy divertido.

Se reían, se molestaban, hablaban de cosas sin importancia, a veces con algo de seriedad, o planeando cosas improvisadamente.

¿Qué haces, Tony? — Era 30 de Diciembre aquel día, por lo que ya estaban cada uno en su correspondiente casa para pasar año nuevo como lo acostumbrasen, y a Steve se le había ocurrido llamar al castaño, todo por la costumbre de hablarse a cada momento.

—Nada, estaba en Netflix. ¿Tú?

—Acomodo las compras en la cocina para mañana. ¿Qué harás?

—Nada, quizá lo mismo que en éste momento. —Steve tuvo que recordar que al igual que en ThanksGiving y Navidad, Tony no hacía celebración alguna porque su padre tampoco jamás se acostumbró a eso. Le daban ganas de invitarlo a la propia fiesta que hacía su familia, pero se detenía porque el mismo Tony le había comentado días atrás que precisamente por eso se quedaba encerrado en casa, porque eran fechas en familia y no quería estorbar en ningún lugar.

—¿Y Alfred? ¿Ni siquiera la pasarás con él?

—Lo pensé pero… llegó un primo o algo… y se la pasará con él. Te digo, rollo familiar, salgo sobrando. Además hace mucho frío, mejor me quedo enrollado en mis mantas calientitas mirando bobas películas.

—Sí, jodido frío y eso que aún no nieva.

—Deberíamos largarnos a un lugar más cálido. — <Deberíamos>… eso es un <nosotros> para Steve.

—Florida. Nos queda cerca.

—¿Te da miedo alejarte más, chico? — Y Tony ríe. —Vámonos a California. ¡O al carajo y hay que aventurarnos a México! — Y fue cuando Steve se rió, por el entusiasmo en la voz de Tony y porque le gustaba como llegaban a esos planes nada serios como si fuese tan normal. Oh sí, se iría a México de un momento a otro con Tony. Quizás…

 

 

También muchos mensajes de texto; un saludo cualquiera, un insulto, una carita sonriente, una imagen graciosa sacada de internet, chistes tontos.

 

[*Steve Bobo*

>>Tony, ¿qué le dijo el césped al Sol?

                                                    <<Ni idea, hombre.

>>No me pongas caliente que me hago paja.

                                                      << ¬_¬…

>>Amargado.

                                                      <<Eres un bobo. ]

 

[*Tony Enano*

>>Bobo

                                                    <<Tonto

>>Soquete

                                                   <<Tarado

>>Imbécil

                                                  <<Idiota

>>Feo

                                                  <<Enano

>>Maricón

                                                 << Me harás llorar, Tony :’(

>>Hahaha!!]

 

Es cierto que Steve seguía de novio con Peggy y que su mejor amigo es Bucky, pero eso no quitaba que conviviese a menudo con él, ni que el resto de sus amigos lo haya notado haciéndoles más de un comentario al respecto, a lo que ellos respondían que se habían convertido en amiguísimos.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

— ¿Qué es lo que planea tu novio, Bruce? — Cuestionó Maria con ambas cejas fruncidas. Tenía pocos minutos que a todos les había llegado un mensaje de Barton donde éste les pedía reunirse en su dormitorio, pero cuando llegaron el muy tonto todavía no se encontraba ahí. Al menos no los había citado en algún sitio al aire libre, no con el jodido frío que hacía; están a principios de Enero y el invierno es fatal en Manhattan. Aun estando dentro del edificio todos estaban abrigados, los únicos que portaban un ligero sweater eran Natasha, Loki y Steve como si no sintieran que se hacen hielo.

— No lo sé, recibí el mismo mensaje que ustedes. — Se encogió un poco de hombros mientras conservaba sus manos metidas en los bolsillos de su chamarra.

—Conociendo a Barton, yo diría que se tratará de alguna idiotez. ¿Para qué vinimos? — Se quejó Tony.

—Si me hace perder mi tiempo lo lamentará. —Amenazó Sif.

—Relájate, preciosa, pueden ser buenas noticias también. – Comentó Frandral, relajadamente acostado en una de las camas de ese dormitorio.

—Genial, ya están todos. — Exclamó Clint, recién llegaba con una gran sonrisa en su rostro.

— ¿Qué es lo que quieres?

—A eso voy, Loki, no desesperes. — Miró a todos rápidamente sin dejar de sonreír. — He pensado, hace mucho tiempo que no salimos todos juntos un fin de semana entero y he escuchado que hacen algunos comentarios al respecto, pero nadie organiza nada. También se quejan del jodido clima. Pues amigos míos, tengo la solución. ¡Podemos irnos a San Diego! — Anunció feliz.

—¿Qué? ¿Así nada más? Cómo no, tarado. — Le dijo Natasha.

—Escuchen, mi hermano actualmente está trabajando en una aerolínea, así que puede hacer maña y conseguirnos un precio más bajo para los boletos de avión. Además también tendríamos a dónde llegar. Tiene un par de amigos con una linda casa allá y siempre nos están invitando, así que le dije que me pusiera en contacto con ellos y les comenté si sería posible que nos recibieran y dijeron que sí. Son fiesteros a morir y les pareció buena idea.

—Es descabellado, amor — Bruce no se lo creía.

—A mí me parece buena idea. —Opinó Volstagg. — Y es bueno aventurarse así. Conmigo cuentas, amigo.

—¿Qué dicen los demás?

—Qué más da. Yo voy. —Tony sonrió, podría resultar divertido.

—Y yo. —Loki se sumó.

—Vamos, chicos, tienen que vivir también fuera de este reino. —Les dijo Frandal.

—Ok, los demás piénselo un par de días. —Cedió Clint.

 

Tras unos comentarios más, el resto salió del dormitorio ajeno y se fueron dispersando para dirigirse a dónde estaban antes de ser interrumpidos por Clint. Era una idea loca, pero al menos gran parte ya estaba planeada. Al menos tendrían a dónde llegar, pero, ¿sería confiable? Bueno, eran amigos de Bernard, conocían a Clint y ya los han invitado, señal de que aquellos tipos de San Diego sabían a qué se atenían con ese par de hermanos locos. Seguramente un poco más de fiesta es lo que buscaban.

 

—¿Qué piensas, Rogers? —Habló Tony cuando notó que ellos eran los únicos que quedaban caminando por el pasillo. — ¿Te animarás a ir?

—No lo sé… No es tan sencillo decidir algo así para mí, ¿sabes? Me encantaría ir, pero no sé si contaré con dinero suficiente. Además le avisaría a mi madre y si ella se opone yo no la voy a contradecir, porque sé perfectamente que se preocupara y no quiero darle esa clase de molestias.

—Yo creí que sólo traías el sweater de ñoño. —Se burló, pero no en una forma como si en realidad quisiera herirle, por lo que Steve sonrió ladinamente. —Entiendo que tu madre no se merece que le ocultes más cosas. ¿Pero qué tal si está de acuerdo con el pequeño viajecito?

—Tendría que pensarlo menos.

—¡Oh vamos, Steve! ¿Dónde quedaron tus ganas de desmadre? Sólo falta que me digas que le pedirás permiso a Margaret.

—Y tú invitarás a Alfred porque no te puede dejar ni un día solo. —También atacó.

—Claro que no. Serán días que le dedicaré sólo a mis amigos. Puedo vivir sin sexo un fin de semana.

—De acuerdo. —Detuvieron su paso y se quedaron mirado de frente mientras Steve parecía pensar. — Mañana temprano hablaré con mi madre para decirle el plan, trataré de convencerla si comienza a preocuparse.

—Perfecto. —Le sonrió mostrando los dientes. —Bueno, quedé con Alfie, así que me marcho.

—Está bien. —Steve se despidió con un ademán mientras Tony comenzaba a alejarse, pero a unos pasos éste se detuvo y giró para volverle a mirar.

—Y si el dinero te detiene a ir, no te preocupes, yo te prestaré todo el que necesites. —Le guiñó un ojo y siguió su camino hasta bajar por las escaleras.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Al día siguiente aquel tema del fin de semana en San Diego continuaba siendo discutido por casi todos. No era para menos que lo pensasen aceleradamente, pues el viaje estaba planeado para ese fin de semana, es decir que en otro par de días y ya.

 

—No entiendo como tú, precisamente tú, lo piensas tanto Darcy. —Dijo Loki, quien se encontraba con la chica en su habitación, platicando al respecto. En realidad habían estado conversando de más tonterías pero inevitablemente el tema surgió. —Apuesto a que te mueres por fiesta sea en el lugar que sea y además no tienes que preocuparte por darle explicaciones a alguien.

—Lo sé, eso es lo sencillo. —Suspiró mirando al techo. —Pero seguramente apenas tendré para el boleto de avión.

—¿Tengo que repetirlo? Ya te dije que yo invito tu consumo allá, ¿ok?

—Me tardé mucho en pagártelo.

—No estoy diciendo que te prestaré, sino que yo te invitaré. —Aclaró. —Sólo paga tu transporte. ¿Eso te hace sentir mejor? —Darcy rió bajo.

—Ok. Muchas gracias, amigo. —Le dio un leve apretón en su rodilla.

—Nos divertiremos mucho.

—Espero.

—¿Y Maria irá? No le he preguntado.

—No lo sé. —Se encogió de hombros.

—¿Y eso? Si estás pegada a ella el mayor tiempo posible. —Quiso molestarle.

—Creo que me ha estado evitando desde la última vez que salimos.

—¿Aquella ocasión de la chica ojos-bonitos? — Loki dio la referencia. Una de las ocasiones que salió con ambas chicas terminaron en un pub algo glamuroso, todo iba bien sólo que después Darcy comenzó a coquetear mucho con una chica, pero sólo de lejos, y cuando estuvo un poco más ebria no dejaba de hablar de ella y refiriéndose como ojos-bonitos. Esa atención pareció molestarle a Maria, y la cosa empeoró cuando Darcy finalmente se acercó a la chica y desapreció por la mitad de la noche.

—Sí. De hecho me acerco a ella y ni me deja abrazarla, casi no me habla y de lo demás ni hablar. — Bufó —  Ayer lo intenté de nuevo y me dijo “ya Darcy, somos amigas solamente, ¿ok?”. Y le respondí: “siempre lo hemos sido, ¿y?”.

—Quizás ahora de verdad sólo quiere ser tu amiga.

—¿Qué? ¿Por ojos-bonitos?

—Tal vez debido a esa ocasión. Tal vez desde antes. ¿Se mira enojada?

—No, más como fastidiada.

—Entonces lo más seguro es que ya no quiere liarse contigo, pero la amistad seguirá igual. No tienes problema con ello, ¿verdad?

—No. —Hizo un puchero. —Maldita Hill, puedo haber sido clara.

—Trató de decirlo con su “somos amigas solamente” —Loki rió.

—No fue lo suficientemente claro para mí.

—Tonta.

—¿Y tú? ¿Irás aunque también vaya Thor?

—Claro, no me importa. Simplemente seguiré como en todo este tiempo; no le hablo, no me habla, ni nos miramos siquiera. Fin.

—Bien. —Sonrió pícaramente —Quizás nos encontremos unos buenos ligues allá, ¿no?

—Espero así sea.

 

——————

 

Steve se encontraba descansando en el gimnasio junto a Peggy, aunque ahora ambos estuviesen descansando después de haber realizado su rutina de ejercicios. Era parte de lo que podían hacer juntos y disfrutaban en común, claro independientemente de las citas. Las fiestas no eran lo de Peggy, por lo que no le acompañaba a la gran mayoría, sólo cuando la chica se sentía con ánimos realmente iba a alguna y la disfrutaba. Era por ello que Steve estaba seguro que aunque la invitase con toda buena intención al viaje a San Diego, Peggy desistiría, pero aun así tenía que hacerlo, como buen novio. Pero, ¿y si le decía que sí? Steve quería pasarla de lo lindo con sus amigos y teniendo a su novia ahí no podría hacerlo tan libremente. Porque tal como lo dijo, esa mañana habló con su madre y tras explicarle cómo iba el plan y asegurarle que estaría bien, la mujer estuvo de acuerdo en que se divirtiese, alegando que confiaba en él y sus amigos.

 

—Ayer los chicos comenzaron a organizar algo —Comenzó a hacerle el comentario.

—¿De qué? —Le preguntó sin parecer muy interesada al principio o era porque había comenzado a hacer unos cuantos estiramientos para relajar los músculos. Steve bebió de su botella de agua antes de responder.

—Un viaje a San Diego. —Peggy detuvo sus estiramientos y le miró fijamente, con el ceño levemente fruncido.

—Me imaginaba un vieja más cercano. ¿Por qué San Diego?

—Resulta que Clint tiene un par de amigos allá, y nos han ofrecido recibirnos en su casa, así que no tendríamos que gastar en un hotel  y lo del transporte tal parece que tampoco será mucho.

—Entonces ya está hecho, ¿no?

—Sí, algo así. La mayoría ya han confirmado que irán.

—¿Y tú?

—También. Hablé con mi madre ésta mañana y está de acuerdo. —Peggy asintió. — ¿Qué te parece ir con nosotros?

—No creo. — Hizo una pausa, desviando la mirada y pensándolo. —¿Cuándo se irán?

—Este fin de semana.

—Es demasiado pronto. Además estamos en clases y no creo que me den permiso mis padres. También tengo que avisarles.

—Comprendo. — Y así, simplemente Steve ya no le insistió más y Peggy pareció estar de acuerdo con ello. 

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Su fin de semana planeado comenzó y lograron llegar a San Diego el viernes por la noche. Tras las seis horas que resultó de su vuelo se sentían sólo un poco estresados, con ganas de llegar a aquella casa y mejor dormir, pero el cambio de horario de ahí les favorecía en el sentido de que estaban a tiempo de comenzar bien con una fiesta. Así que se lo tenían que pensar.

Clint, Bruce, Tony, Loki, Steve, Bucky, Natasha, Thor, Maria, Darcy, Sam, Volstagg, Frandal Hogun y Sif, el clan bobo estaba completo gracias a que se las arreglaron para poder ir todos, aunque al final sólo haya faltado Jane. Lo que ahora pensaban mientras se transportaban en una camioneta que les llevaría a la dirección que traía Clint, era si todos cabrían en aquella casa, quizá no era tan grande, quizá no los recibirían a todos. Pero un poco de sus preocupaciones se les fueron cuando estuvieron frente a tal casa. Sí que se notaba enorme. Y el otro resto de las preocupaciones también se desvanecieron cuando un par de chicos que no rebasaban los 28 años les abrieron la puerta muy animadamente y saludaron a todos como si ya se conocieran de toda la vida.

 

—Hey, hey, Clint. Realmente me sorprende que sí vinieras. —Comentó uno de los chicos, pasando uno de sus brazos por los hombros de Barton. — No vino Barney pero trajiste a toda tu pandilla, ¿eh? Muy bueno.

—Ok, pasen chicos. —Ofreció el otro tipo.

 

Entraron al jardín, que contaba con una piscina espaciosa y algunas mesitas con sombrilla y sillas de playa, y un par de sillones con cojines coloridos. Había algunas bocinas en las esquinas.  Todo estaba bien iluminado por bombillas normales y algunas fluorescentes, dando un toque divertido. Se escuchaba un poco de música, pero salía de la casa que estaba al fondo del jardín; planta baja y un piso, pero muy grande, pintada de un color durazno agradable.

 

—Vamos a acomodarlos en las habitaciones para que descansen un poco antes de que comience la fiesta. — Les dijo uno de sus anfitriones cuando entraron a la casa, que era igual de bonita que el resto de lo que ya habían visto. —Por cierto, soy Carlos.

—Yo soy  Alejandro. — Con sus nombres, así como su piel levemente más bronceada  que la de ellos y un acento que de pronto se manifestaba en unas palabras más que en otras, les hizo deducir sin proponérselo que Carlos y Alejandro eran latinos o al menos tenían descendencia latina. Quizá por eso eran tan animados. —Ya que Clint no nos presentó como se debe.

—Lo siento, fue la emoción. —Se justificó.

 

Se tuvieron que acomodar de a tres en las habitaciones, y las cuatro chicas compartieron una. Mientras descansaban un poco se fueron escuchando más voces provenientes del jardín, seguro eran las personas que venían llegando para la fiesta. No tardó en escucharse también la música más estruendosa, gracias a las bocinas.

El ambiente se sentía agradable, no sólo el que ahí no estaba haciendo un frío del carajo con amenaza de nevar en cualquier momento, y al contrario estaba un tanto cálido, sino que fueron bien recibidos y prometía diversión bien merecida.

 

—¿Bajamos ya? — Preguntó Darcy asomándose por la ventana de la habitación, mirando cómo se comenzaba a llenar el jardín.

—Opino que sí. ¿Sino a qué venimos? —Animó Sif.

—No sé ustedes pero mis planes son ponerme ebria hasta quedar inconsciente.

—Creo que casi todos venimos con ese plan, Maria. Así que a empezar. — Natasha terminó por proponer.

 

——————

 

Sí, iban juntos y empezaron la fiesta juntos, pero conforme pasó el tiempo se fueron despegando unos de otros, comenzando a hacer nuevas amistades, y claro, uno que otro queriendo ligar un chico/a lindo/a.

Sif bailaba con un nuevo chico, al igual que Darcy. Clint y Bruce conversaban y reían con Alejandro mientras bebían unos tragos que habían preparado. Natasha y Bucky estaban con otro grupo de personas también conversando, mientras que Frandal y Loki habían decidio por una charla más íntima; cada uno estaba con una chica coqueteando, aunque Falcon se encontraba casi en la misma situación, sólo que él parecía más discreto. Thor continuaba bebiendo junto a Hogun entre charla y charla. Steve estaba con María y otro par de chicos muy entretenidos conociéndose y Tony se había unido a Volstagg y otro grupo más grande de personas que reían a carcajadas.

Pero el ambiente calmado siempre va quedando atrás mientras transcurren las horas y las bebidas. Comienza a haber más personas bailando con toda libertad, más carcajadas, más coqueteo, más y más amigos. Y si a eso de le suma un poco de marihuana, cocaína y ácidos, bueno, un disfrute y desinhibiciones totales.

El golpeteo de su corazón al compás del sonido y temblor de las bocinas le hacía no dejar de bailar, y si lo intentaba daba pequeños saltitos y si alguien le sonreía ello hacía de la misma forma, y si alguien se pegaba a bailar cerca de él lo permitía, y si le hablaban muy cerca del rostro no sabía qué acabaría haciendo… Fue por ello que Tony en un momento paró y se alejó de donde se concentraba la masa de personas bailando. Llego cerca de la casa, donde había menos concentración de esas personas y respiró profundamente para relajarse. Estaba mareado, las palmas de las manos le cosquilleaban, en la nariz también comenzaba a sentir un picor, la boca se sentía un tanto seca. Se sentía perfecto, pero no iba a andar besuqueándose con tanto tipo o tipa se le pusiera enfrente con una linda sonrisa, ¿verdad?, ni mucho menos involucrarse más. Hacer amistad bien, pero algo más… Dios, ¿por qué tenía novio?

 

—¿Alejándote de la tentación? — Giró su cabeza sólo para asegurarse de que se trataba de Steve hablándole. Y sí, ahí estaba el rubio, con sus jeans oscuros, camisa gris, chaqueta negra, con su trago en la mano, ojos cristalizados pero con una maldita sonrisa radiante.

—Contigo a lado no está funcionando. —Respondió sin estar muy consciente de sus palabras, y menos cuando Steve soltó una risita por su comentario.

—Es agradable, ¿no? —Dio un sorbo a su bebida. —El ambiente, ésta casa, la fiesta, los chicos…

—Sí. Aún no ha pasado para que me arrepienta de haber venido. —Suspiró. Miró a lo lejos como Loki ya bailaba sensualmente con una morena, muy sonriente el maldito. — Jodido suertudo.

—¿Si quieres divertirte por qué no lo haces?  — Le dijo Steve cuando supo qué miraba Tony.

—¿Por qué tengo novio? ¿Dónde has estado? —Se quejó.

—Lo sé, sólo… sólo quería asegurarme de tu respuesta.

—¿Y tú?

—¿Yo qué?

—¿No te dan ganas de divertirte?

—Siempre me dan ganas de divertirme, y más si me siento tan bien como hoy. Pero no lo haré por la misma razón que tú.

—Pero podemos seguir conociendo gente, reírnos, bailar, ¿no?

—Claro, claro. Eso no es infidelidad. —Puntualizó Steve. Tony asintió. — ¿Bailamos tú y yo?

 

Steve no estaba en mejores condiciones que Tony, pero se sentía igual de bien. Es decir, también se sentía mareado, sus latidos estaban acelerados, y los ojos los traía rojos, pero todo estaba bien.

Se dedicaron a bailar, casi sin conversar pero con muchas sonrisas. Las canciones a veces incitaban a un poco más de acercamiento y lo hacían, otras no, pero igual ellos después quedaron muy juntos. Y en un momento hubo un cambio brusco de música y comenzó   a sonar Birthday sex, aparentemente alguien la había pedido pero no importaba, tan sólo un pretexto para juntarse más. Sólo bailaban…, sus manos realmente no tocaban como parecía el cuerpo ajeno y sus labios no se rozaban por más que estuviesen juntos sus rostros. Simplemente delineaban casi fantasmalmente la figura, y podían sentir la respiración caliente del otro, y se miraban con los ojos húmedos como si estuviesen solos. Pero sólo eso… Hasta que las manos de Tony se metieron por debajo de la chaqueta para aferrarse a la ancha espalda y en respuesta Steve haya estrujado su cintura, entonces sus narices ya estaban rozando. Pero hasta ahí. No podían avanzar más, ¿cierto? Pero Tony tuvo que suspirar tan hondo que causó un escalofrío en Steve. El rubio tuvo la necesidad de probar algo de Tony, y no le quedó más que llevar sus labios al lóbulo derecho y ahora él suspirar ahí, para luego dejar un beso, una mordida y lamer lentamente. Y cuando sintió el temblor de Tony, ¡oh Dios!, tuvo que apretarlo más a él e inevitablemente una de sus manos se escurrió a una de las nalgas. Podría jurar que escuchó un gemido.

 

—¿Esto está bien? —Le preguntó directo al oído, de donde sus labios no se habían alejado. Tony sólo le asintió sin despegarse ni un poco. — ¿Lo está?

—No es infidelidad. — Casi fue un suspiro.

—Te toco encima de la ropa… es… no te estoy besando. Está bien, ¿cierto? — Continuó Steve.

—Está bien.

 

Pero la canción terminó y volvieron a poner con algo más de ritmo cortando esa atmósfera, aunque para ellos fue difícil volver a separarse. Cuando finalmente lo hicieron fue como si no hubiese pasado nada. Y después de una canción más, Tony tuvo que correr a un baño para darse la masturbada más rápida de su vida.

Hecho aquello, todo continuó con su curso normal…, normal en una maldita fiesta. Tragos, drogas, baile, flirteo, risotadas, pobres diablos aventados a la piscina. Y el clan bobo se volvía a reunir entero, como para dar un comunicado de todo lo divertido y estúpido que habían hecho o visto. Era muy entrada la madrugada, nadie de ellos estaba ni remotamente sobrio, sólo se entendían porque al parecer ya todos estaban hablando el mismo idioma imbécil.

 

—¡Adivinen qué hora es! —Llegó Carlos extremadamente feliz a donde ellos.

—¡Hora de aventura! —Respondió Bucky por idiotez.

—¡Exactamente! Dame cinco. —Celebraron. Todos  reían, sin saber por qué. — ¿Quién viene?

—¿A dónde?

—A seguir la fiesta, hombre. — Lo dijo con toda obviedad. — ¿Se animan?

—Pero, ¿a dónde iríamos? —Cuestionó Sam, algo confuso.

—La verdad… a donde nos lleve el viento. Miren, tengo una van —Se echó a reír — ahí cabemos amontonados.  Esto ya casi se muere.

—Vamos a conocer los alrededores. —Les animó Clint.

—Ya estamos aquí. ¡Qué más da! —Apoyó Loki.

—Bien, bien. Me agradan todos ustedes. — Carlos les sonrió enormemente. Encendió un porro de marihuana y dio unas cuantas caladas antes de dejárselo a Natahsa que estaba a su lado. — Rólenlo, en lo que voy por Alejandro y la van, y dejo la casa encargada. Si se van a llevar algo corran por ello.

 

*~~*~~*~~*~~*
**
*~~*~~*~~*~~*

 

Steve despertaba a medias, porque en realidad no podía abrir los ojos pero ya estaba consciente de que había luz afuera y que estaba acostado en una cama pero aun así incómodo. Continuó sin hacer esfuerzo de abrir los párpados, quería volver a dormir pues sentía cómo los demás dormían todavía. Los demás; sus amigos, al menos eso suponía. A todo esto, ¿de verdad sí estaba con ellos? ¿En dónde? Se obligó a pensar con ojos cerrados, de pronto ya no podía dormir porque la punzada en su cráneo se hizo más notoria. Se removió un poco y empujó a quien estaba a su lado por lo pegados que estaban. Se talló los ojos con insistencia antes de abrirlos, percibiendo un olor penetrante a tabaco y alcohol. Apestaba a fiesta definitivamente y él no recordaba nada en ese momento. Un poco inquieto ésta vez, se incorporó abriendo los ojos hinchados. ¿Qué carajo…?

Era una habitación pequeña, las paredes eran de un color durazno sin vida al igual que el color de las cortinas que estaban corridas. Pero no era el mismo color durazno de la casa donde se suponía debían estar, es más la habitación no era ni remotamente parecida a la que le habían asignado. Delante de la cama sólo estaba un mueble con una televisión vieja un poco grande, a la izquierda la puerta de entrada y a la derecha otra puerta pero entreabierta donde se veía que era el baño. Por cierto, en la cama estaban Thor, María, Natasha, Tony y él; terriblemente acomodados en una cama matrimonial común, mientras que Bucky, Bruce y Clint estaban en el suelo. Volvió a escanear el pequeño espacio con sus ojos entrecerrados, adormilado, con sed, dolor punzante en el cráneo, mareado y sintiendo que apestaba. Había pequeños burós de cada lado del cabecero de la cama, pero ambos llenos de colillas de cigarro, con los ceniceros a desbordar, vasos vacíos y otros a medio terminar, también había rastros de marihuana; pero en el suelo se apreciaba el mismo desastre, junto con diversas botellas de licor vacías. ¿Qué mierda? ¿Dónde estaban? Hasta donde recuerda estaban todos sus amigos en la van de Carlos viendo a ver a dónde iban, y todos hasta el culo de alcohol y otras cosas.

Se puso de pie para ir al pequeñísimo baño, se enjuagó el rostro y se miró en el espejo; qué horrible, se le notaba la reseca en toda expresión. Luego paso a abrir las cortinas y las ventanas para que se fuese un poco de la peste de alcohol, tabaco y marihuana mezclados. Asomó la cabeza a la calle para darse una jodida idea de dónde se encontraban y, claro, no reconoció nada, de hecho ni siquiera se parecía a ningún lugar que haya visitado. Muy extrañado regresó cerca del buró más cercano para tomar su móvil que estaba ahí y no tenía señal. Se puso ansioso. Miró a sus amigos tan dormidos. ¿Dónde estaban los demás? Luego sus ojos se clavaron en el cabecero de la cama que no había observado; era casi todo de espejo, aunque ya muy opaco. ¿En qué maldito agujero habían caído? Pero ahí en el espejo había un slogan, seguramente del hotel. Era un dibujo que no entendía, y abajo decía TIJUANA.

¡Puta madre!

Dio un brinco espantado y corrió por la mini-habitación buscando algo más. Arriba de la televisión había el mismo slogan en plástico, colgando de la puerta igual. ¡Carajo!

 

—¡Despierten, idiotas! —Gritó. Pasó a darle una patada a Bucky en el suelo y otra a Clint, le arrojó a Bruce a la cara una de las tarjetas del hotel que encontró, a los que estaban en la cama los pasó a sacudir bruscamente.  

—¿Qué te pasa? — Le cuestionó enfadado Clint, sobándose el golpe. El resto también se incorporó mirándole entre molestos y curiosos.

—¿Tienen idea de dónde estamos? —Preguntó ya sin gritar.

—No me acuerdo. — Le respondió Tony con un bostezo.

—Estamos despertando, todavía no podemos pensar con claridad. — Se justificó María.

—Cierto, muy cierto. — Relajadamente Natasha estiraba los brazos.

—Estamos en Tijuana. — Se los dijo lento, sílaba a sílaba, con los dientes apretados tal como una madre furiosa en público.

—¿Tijuana, México? —Se extrañó Clint.

—No, imbécil. Tijuana, New Jersey. — Tomó una almohada y se la arrojó con fuerza. — ¡Por supuesto que México!

 

Por unos segundos todos quedaron el silencio y mirándose sorprendidos, y de pronto estallaron en risas. Maldito vicio. Ese era un nuevo nivel de estupidez en ellos; embriagarse a tal punto de no recordar nada y despertar en otro país, encima en ese agujero de hotel apestoso. Cuando las risas pararon todos miraron a su alrededor observando el desastre y notando que faltaban de sus amigos.

 

—¿Dónde están los demás? — Indagó Tony.

—No lo sé.

—Dios, díganme que no estamos viviendo algo igual a Hunggover. — Rogó Bucky, llevándose una palma de su mano a la frente.

—Hay que llamarles. — Clint propuso.

—Ninguno de nuestros móviles tendrá cobertura aquí. — Le explicó Thor.

—¿Entonces qué hacemos? — Preguntó Natasha.

¡Viva México! — Escucharon ese grito antes de darle una respuesta a la pelirroja. Había sido pronunciado así en español, pero con un notorio acento norteamericano, pero no sólo por ello llamó su atención, sino que en el reconocieron la voz de Darcy. Steve que estaba de pie corrió afuera de la habitación para ir a la habitación de lado de dónde provino el grito. Dios, el hotel era aún más feo por fuera.

—Hey, abran. — Pidió tras tocar como loco la puerta. En seguida la puerta fue abierta por Loki con una cara de pocos amigos, pero que al verlo se suavizó.

—Gracias a Dios. — Exclamó y le dejó pasar. Steve miró en la habitación también a Sif, Sam, Volstagg y Darcy, ésta última brincando en la cama. 

—¡Estamos en Tijuana! — Celebró Volstagg quitado de la pena, carcajeándose. — La fiesta fue salvaje. No supe ni cuándo terminó porque caí rendido.

—¿Recuerdas todo? — Rogers le cuestionó en seguida.

—Claro que sí, hombre. ¿Tú no? —Le dio mucha gracia.

—Por ahora no todo. —Sinceró. Pero sabía que lo recordaría, cuando la resaca se le pasara, así funcionaba.

—Miren, estamos casi todos. Sólo los imbéciles que sin más llegamos a otro país aparentemente por una fiesta. — Exclamó muy sarcástico Bruce cuando el resto se integró a esa habitación. No podía creérselo.

—¿Si estamos todos? ¿Y Hogun y Frandal? — Preguntó Sam.

—Nos abandonaron antes de alejarnos por completo de San Diego. Tomaron un taxi de vuelta a la casa de los amigos del buen Clint. — Volstagg les recordó. —No son aventureros como nosotros, eh. — Continuó entusiasmado.

—¿Y ahora qué? — Preguntó Darcy, dejando de brincar.

—Hay que regresar. — Dijo Steve —Primero revisen todas su cosas, que no haya nada extraño aparte de esto, vean cuánto dinero tienen y sus identificaciones. — Todos le hicieron caso, y afortunadamente a nadie le faltaban sus móviles ni las identificaciones, sólo que de dinero ya no tenían más que unos cuántos dólares.

—¿Qué haremos? — Se angustió Bruce. — No tenemos cobertura, ¿y si nos han llamado y se preocupan porque nadie contesta? ¡Qué le diré a mi madre!

—Tranquilo, amor. — Le abrazó Clint.

—Estamos en la frontera, no hay mucho problema. — Opinó Thor.

—Ajá, ¿y después cómo le hacemos para llegar hasta NY? — Cuestionó María.

—Tengo hambre. — Interrumpió Volstagg.

—Yo también. — Exclamaron todos a la vez.

—-Ok, haremos esto. — Habló Tony. — Con lo que tenemos veremos cuánto debemos de las habitaciones, con lo que nos quede compraremos algo de comer.

—Ni siquiera creo que nos quede para comer algo. — Opinó Bucky.

—Sólo deja que termine de hablar. — Pidió Tony fastidiado. — Pero ok; pagaré el hotel con mi tarjeta si es que sobrevivió a la noche salvaje. El efectivo para comer y para irnos también con la tarjeta. ¿De acuerdo?

—Yo también traigo mi tarjeta. Usaremos las dos. — Apoyó Loki. Todos asintieron.

—Vamos. — Les llamó Steve para salir.

—Si alguien siente que necesita llamar a alguien buscaremos un teléfono, ya que nuestros móviles estarán inservibles. — Indico Loki mientras bajaban por las escaleras. Llegaron a la supuesta recepción donde estaba un hombre joven entretenido con su móvil.

—Hola, buenas tardes. — Se adelantó a hablar Tony en español. El empleado sólo le miró esperando a que continuara. — Habitación 19 y 20. — Le tendió las llaves.

—Sí, está bien. — El chico sólo tomó las llaves y volvió a lo suyo.

—¿Cuánto es? — Le cuestionó curioso.

—Nada, güero, se paga por adelantado. — Le recordó algo divertido. Seguro no se acordaban de nada porque la fiesta había estado buena.

—Tony, el teléfono. — Le recordó Bruce.

—Ahm…, necesito un teléfono.

—¿Llamar a Estados Unidos? — Le cuestionó. Stark asintió. — Ese teléfono te sirve. — Señaló el teléfono que tenía a un costado.

 

Llamaron al móvil de Frandal para saber de ellos y ambos estaban bien en casa de los amigos de Clint. Sólo Bruce, Steve, Bucky, Natasha y Tony llamaron a sus padres. Todos excepto Tony habían  dicho que estaban bien, pero que el móvil no servía y que seguían en San Diego. Sí, cómo no. En cambio Tony le explicó a Howard que había sucedido algo gracioso  y que ahora estaba en México. Luego de unos cuantos gritos y regaños, el castaño le pidió a su padre que le enviase dinero para no sólo querer sobrevivir con la tarjeta. Bueno, todo estaba en orden. Pero apenas iba colgando el teléfono cuando el par de chicos que les habían conducido ahí también aparecían en la recepción.

 

—Hey! Creímos que ya se habían ido. — Tan tranquilo Carlos les exclamó.

—Y yo creí que ustedes habían desaparecido. — Les dijo Loki sin muchas ganas.

—No, no. ¿A dónde iban? — Les habló ahora Alejandro.

—Tenemos hambre.

—Nosotros igual. Vamos.

 

Y de nuevo iban todos juntos. Estaba atardeciendo, por lo que la oscuridad de pronto caería y eso les hizo poner nervioso al mirar a su alrededor una vez que estuvieron en la calle. A parte de que estaban en un lugar desconocido, estaban en otro país y se siente como si no conocieran nada y por ende estaban expuestos. No conocían todo Tijuana, pero de inmediato se notaba que estaban en lo más bajo. Por principio el decadente hotel, después mirar que afuerita de dicho hotel por esa acera se extendían varias mujeres dispuestas a ganarse el sueldo con el valor de sus caricias, y que de hecho en lo poco o mucho que caminaron se toparon con algunos centros nocturnos que bien podían servir igual más de putero que de bar común. Hasta que al parecer fueron conducidos a una zona ya no tan apestosa a sexo e ilegalidad, y entraron a un pequeño local de comida.

Comieron casi sin hablar, pues todos estaban pensado, queriendo recordar todo lo de la noche anterior. Y lo fueron haciendo. De pronto se escapaban risas o se daban ellos mismos una palmada en la cabeza reprendiéndose.

 

—¿Ya te acordaste de todo lo que hiciste? — Le susurró Steve en un momento a Tony.

—Sí. Qué locura. — Sonrió. — ¿Y tú?

—También. Creo que valió la pena. Lo sabré si es que llegamos a casa a salvo. — Ambos rieron nerviosamente, aunque en realidad ya todos lucían más tranquilos. — No sabía que tu español fuese bueno.

—Es excelente como todo lo demás que habló. — Presumió.

—Yo sólo sé un poco más de lo básico de francés y es todo. — Se encogió de hombros. — Natasha y María también saben algo de español.

—Loki también, lo habla casi tan fluido como yo. Creo que ambos tuvimos que padecer las insistentes clases de idiomas que nuestros padres nos obligaron a tomar cuando éramos niños.

—Bueno, ahora esos conocimientos suyos nos servirán por fin. — Se burló.

—¿Y entonces…, quieren seguir la fiesta? — Propuso Carlos.

—¡Oh Dios, no! Sólo queremos regresar ya. — Les dijo Bruce.

—Pero ya están aquí y es de noche, qué más da. — Les dijo tranquilo, con una sonrisa. Tendría que ser una broma que entre el clan bobo se mirase como considerándolo. Ya por la mañana ahora sí partirían pronto a casa.

—De hecho, yo paso. — Les dijo Bucky.

—Será mejor que todos pasemos. Traemos una resaca del demonio y estamos casi en ceros del dinero. — Habló Steve.

—De acuerdo. —Cedió Alejandro. — Terminamos de comer, recargamos la van y vamos de regreso. Será rápido. —Les aseguró con una suave sonrisa.

—¿De quién fue la idea de venir a Tijuana? — Preguntó de pronto Darcy.

—Mientras recorríamos sitios sin un destino fijo, llamé a mi primo para saber si tenía también fiesta y resultó que sí, pero aquí. Les comenté y se entusiasmaron con la idea. —Recordó riendo — Todos estábamos muy felices. Son guerreros, aguantaron ambas fiestas. Y algunos de ustedes estuvieron hablando el español mucho mejor ya con muchos litros de alcohol encima. — Todos se echaron a reír.

—¿Vamos a recordar esto en unos años? —Se preguntó Thor.

—Seguro que sí, mi amigo.

 

 

 

Notas finales:

 

Bien, espero que el siguiente capítulo tenga más “revelaciones” jaja. Para volver a entrar al drama del bueno entre nuestros protagonistas y se siga avanzando en éste historia. Igual espero que sea dentro de ésta misma semana pueda hacer la siguiente actualización.

Gracias por sus comentarios y críticas.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).