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Stupid youth. por LynValo

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Notas del capitulo:

Tengo reviews pendientes, en cuanto pueda les responderé :D Muchas gracias por seguir <3

Celos

 

 

—Hola — murmuró Steve en cuanto pudo abrir los ojos después de su largo sueño. Estaba de costado en la cama y frente a él seguía Bucky que parecía apenas despertar al igual que él. Bucky le sonrió.

—Hola.

—No quería despertarlos — exclamó Tony. Él estaba de pie a un lado de la cama terminando de vestirse.

—Descuida — Bucky estiró los brazos, todavía algo perezoso —De cualquier modo, supongo que ya es tarde.

—Casi medio día.

—Sí, es tarde — Steve se sentó la cama — Tengo hambre.

—Vayamos a la ducha y después a almorzar — propuso Bucky.

—De acuerdo — con naturalidad inclinó su rostro para dejar un suave beso en los labios de James, y fue correspondido — ¿Tony?

—Iré con Bruce, ya quedamos — explicó, dejando su aturdimiento momentáneo por haber visto ese beso algo cursi — Nos vemos — se despidió al acercarse para tomar su móvil de la cómoda. Steve aprovechó eso para tomarle de la muñeca y jalarle con delicadeza para ahora darle un besito a él.

—Nos mandamos mensajes — avisó cuando Tony ya estaba saliendo.

—Sí.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

—Creí que vendrías con Loki — comentó Bruce al momento que Tony llegó. Todo despeinado con el cabello húmedo, demostrando que se había arreglado con prisa para llegar con él a la hora que habían acordado.

—Cuando llegué a nuestro dormitorio no estaba. No sé si salió temprano o es que desde anoche no llegó — sonrió traviesamente, mientras intentaba acomodar su cabello con ayuda de sus dedos.

—Gracias — dijo Bruce a la mesera cuando les llevó el menú —Yo creo que no llegó.

—¿Por qué?

—Anoche en la fiesta, parecía con ganas de pasar el rato con alguien. Tal vez encontró buena compañía.

—¿Te fuiste antes que él?

—Sí. Y por cierto, tú te fuiste muy pronto — le lanzó una mirada juguetona — Aunque ya no me sorprende porque te fuiste tras Steve.

—Sólo quería ayudar — sonrió — Como sea…, ¿qué tal las cosas con Barton?

—No lo sé... — en ese momento la mesera regresaba para tomar sus órdenes. Ellos pidieron y Bruce volvió a hablar hasta que ésta se alejó — Creí que el sexo de reconciliación lo arreglaría todo.

—¿Tú queriendo arreglar algo con sexo en lugar de hablar? — se mofó Tony — ¿Y toda esa mierda de la comunicación?

—Clint está en un berrinche, es irracional, no entenderá la charla. Así que sólo quise resolverlo como se resuelve algo irracional, ¿entiendes?

—Lo sé. A veces pensamos con el pene, es lo que quieres decir. Pero no te funcionó — señaló — ¿No le echaste ganas?

—No te voy a dar detalles del sexo, ya lo sabes.

—De acuerdo, de acuerdo. ¿Y qué harás esta noche?

—No lo sé.

—Vamos a otra fiesta, ¿no acordamos eso? Todos como amigos.

—Sí, estoy de acuerdo.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Steve, Bucky y Sam también habían ido a almorzar juntos. Invitaron a Wilson a que se uniera a ellos cuando éste les mandó un mensaje de texto pidiendo ayuda para que lo sacaran de una situación ya incómoda con la chica que había pasado la noche. Después de unas cuantas risas, también terminaron en un pequeño restaurante.

 

—Era linda — señaló Bucky al recordar lo de la compañía de Sam.

—Sí, pero comenzó a incomodarme cuando quiso que pasara el día con ella — platicó — Creí que quedó claro que sólo era sexo casual.

—Quizá quería ser tu amiga — Steve soltó una risita.

—Para eso después podemos salir. Por ahora dame un respiro.

—Apuesto a que no le dijiste eso anoche — Steve y Bucky rieron cómplices.

—Oh, sólo ya cállense con eso — se quejó Sam, aunque sonrió un poco por las tonterías de ese par — Mejor cuéntenme qué hicieron anoche cuando desaparecieron.

—Pues… — iba a comenzar Steve, pero Sam le interrumpió.

—Espera, no me digas, déjame adivinar: Te acostaste con Tony — rodó los ojos — Pero tú, Bucky, ¿finalmente qué pasó?

—Digamos que… anoche no fue una pérdida, sí lo aproveché — se encogió de hombros, guardando su sonrisa satisfecha.

—Hey hombre, es bueno saber eso — le dio un pequeño golpe en el hombro —¿Con quién?

—Es secreto.

—¡Oh vamos! — se quejó infantil — Mira esa sonrisa, seguro fue bueno. Dime, dime, dime.

—¿Para qué quieres Sam? — intervino Steve, divertido — Ya sabes que tuvo que ser con un chico, no es como si quieras una referencia de lo bueno que fue como para averiguarlo por ti mismo, ¿verdad?

—¿O sí? — también molestó Bucky. Ambos le miraban ahora con malicia.

—Yo qué sé — no se dejó intimidar, sabía que sólo querían fastidiar — ¿Qué tal si un día se me ocurre experimentar? Comenzaré a hacer una lista de posibles opciones — bromeó.

—De cuerdo, entonces escribe: Steven Grant Rogers del área de Leyes. Hey, será fácil, estamos en la misma división.

—¿¡QUÉ!?

 

El grito de Sam se escuchó por todo el lugar, atrayendo la atención de todos los meseros y el resto de los clientes. Pero no pareció importarles, pues después del grito lo que llamó la atención fue la carcajada que soltaron Bucky y Steve al ver los ojos sorprendidos de Sam, así como parecía que su quijada llegaría al suelo.

 

—Oh no, espera — volvió a hablar Bucky, con ese tono sereno como si nada revelador estuviera pasando — Según Tony, nosotros no tuvimos sexo Steve, ¿cómo lo dijo?

—Que no tuvimos sexo entre nosotros, sólo tuvimos sexo a la vez con él. Algo así.

—Ah, sí. Así fue — Bucky volvió a mirar a Sam — Pero igual, creo que puedo recomendarlo, así que deja a Steve en tu lista.

—Y yo también puedo recomendar a Bucky — dijo Steve — Anótalo, definitivamente.

—Obviamente a Tony también — señaló Bucky.

—Obviamente Tony Stark — ambos volvieron a reír al ver que Sam seguía sin reaccionar.

—¿Realmente pasó? — preguntó con precaución.

—Sí, Sam. Y quita esa cara, son cosas que pasan. Nada del otro mundo.

—Lo sé, lo sé — dio una respiración larga — Fue…, sorpresivo. Es todo.

—Hey, tranquilo Sam. Aún te amamos, ¿ok? — le dijo Steve, con una mano en su pecho y una mueca comprensiva.

—Son los peores — los tres rieron — Y bien, ¿qué se hará hoy? ¿Seguirán acostándose entre ustedes?

—Nat ahora estará en la fiesta del colegio, así que es mi oportunidad de salir. ¿Quieren acompañarme? Hace mucho que no voy a un club gay.

—Claro — accedió de inmediato Steve.

—Sí, ¿por qué no? También van chicas bisexuales, ¿no? Así que no será tan aburrido para mí.

—O puedes aprovechar para experimentar.

—No me presionen.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Los pubs gay no eran tan diferentes al resto de los pubs, es lo que podía ver Sam. Lo que los distinguía sólo era que se veía, obviamente, más parejas entre chico y chico bailando, tomados de la mano o besándose, así como parejas entre chicas, algunos sin pareja como era común, grupos de amigos. También sonaban más canciones de pop que de otra cosa. Bah, era un pub común, seguro se divertiría. Además, habían ido todos, claro, excepto Natasha y Clint junto con Thor, ya que estos le habían acompañado ahora.

Bucky había comenzado con dos tragos y después se había ido solo a la pista de baile, quizá ya había visto a alguien que le interesara y por eso se fue con discreción. Tony estaba algo alejado conversando con Loki y Bruce, quien no parecía muy de humor. Darcy estaba bailando junto con Jane, parecían divertirse. Los chicos heterosexuales tal parecía que habían hecho su grupo, pues Frandal, Sam, Volstagg, Sif y Hogun sólo conversaban entre ellos sin animarse todavía en ir a bailar, aunque no parecían pasarla nada mal. Mientras tanto, en la misma barra sólo que un poco más a la orilla, se encontraban Steve con Maria.

 

—Vamos, cuéntame con detalles qué paso ayer — pedía demasiado curioso Steve.

—Una vez más; NO — Hill le miró divertida antes de volver a llevarse su trago a los labios.

—¿Por qué no?

—Porque eres un maldito metiche — le dio un leve golpecito en la cabeza.

—Maria, bonita, al menos dime si te acostaste con Tasha — le sonrió mostrando los dientes y con las cejas enarcadas. Maria le miró haciendo un pequeño mohín — Los amigos nos contamos todo, y somos amigos, ¿no es cierto? Mejores amigos.

—¿Tú me contarás qué pasó con Bucky ayer? — comenzó a negociar, empleando un tono más bajo — Ya sabes, si se fue con alguien…

—Yo te contaré todo.

—De acuerdo. Pero ya sabes que lo que yo te diga no es para que se lo cuentes a Bucky — advirtió —Así como yo no le contaré a Nat lo que haya hecho Bucky.

—Por supuesto, bonita. Ya cuéntame — pidió entusiasmado.

—Apenas me contó Nat lo del fin de semana abierto, comenzó de cariñosa, ya sabes. Sólo unos cuántos besos. No dejé que todo llegara a más, apenas estaba procesando la información. Fue en la fiesta cuando…, sólo fue un faje, ¿ok? Le dije que mejor aprovechara con alguien más, para eso habíamos salido. Así que no, no me acosté con ella.

—Pero sí hubo algo — le miró travieso.

—Ahora cuéntame tú.

—Los idiotas de nuestros amigos casi lo arruinan. Hicieron enojar a Bucky, además la fiesta no estaba siendo buena, así que quiso irse. Al final terminamos bebiendo y jugando juegos de ebrios en nuestro dormitorio. Sólo éramos Tony, Bucky y yo. La situación comenzó a ponerse cachonda y… terminamos follando.

—¿Los tres? — parecía sorprendida.

—Sí.

—Wow! Sólo… wow — aunque seguía sorprendida le sonrió ampliamente.

 

Se quedaron mirando unos segundos más con unas sonrisas infantiles, después de todo no eran taaan secreto lo que pasaba esos días con Natasha y Bucky, ¿cierto? Sólo era un poco de chisme entre amigos. Pidieron otro par de tragos mientras cambiaban su conversación a cosas más banales. Unos minutos más tarde, Bucky volvía a verse y se había acercado a ellos, pidiendo de inmediato otro trago al chico de la barra.

 

—¿Cómo van las cosas, Bucky? — Maria le preguntó.

—Nada mal — sonrió — Bueno, todavía no encuentro a alguien, pero me estoy divirtiendo.

—Me pareció verte con un chico de verdad lindo.

—Cotton Candy — el bartender les interrumpió, acercando el cocktail que había pedido Bucky. Ambos sonrieron divertidos.

—¿Qué? — James se hizo el desentendido mientras disolvía el algodón de azúcar en el licor — Creí que aquí podía pedirlo sin que me viesen raro.

—No es eso, es que ahora quiero uno también — Steve soltó una leve risita.

—Sí, de hecho yo igual — confesó Hill.

—Bien, sigue platicándonos — pidió Steve cuando ellos también obtuvieron sus tragos.

—Ah sí. El chico lindo — recordó — En realidad conocí a tres. Con uno estuve bailando por allá y hubo un beso, pero… me dijo que primero saliéramos a unas cuantas citas. Le dije que no tenía tiempo para eso, así que me mandó al diablo.

—Rayos…

—Luego, otro se me acercó en seguida. Bailamos primero y después me invitó un trago y así conversamos. O mejor dicho, yo hablé, porque el tipo casi no abrió la boca. Me aburrió y lo dejé.

—¿Y el último qué pero tuvo?

—Heterosexual — rodó los ojos — ¡Maldita sea! Estaba realmente guapo, por eso no dudé en acercarme. Lo vi solito en una de las mesas, me acerqué, fue agradable y después ¡boom!, me dice que está ahí porque sus amigos lo arrastraron. Me preguntó si me pasó igual y le dije: “No, hombre, yo vine aquí hoy para ligar”. Me miró espantado y me gritó: “Soy hetero, amigo, lo siento”.

—Mala suerte — comentó Maria queriendo guardar su sonrisa por las muecas graciosas que había hecho Bucky al contar lo ocurrido.

—Sí — hizo un puchero.

—Ven acá. No entristezcas — Steve le abrazó y Bucky se dejó hacer, fingiéndose triste — Ahorita encontraremos a un chico más bueno al que te podrás coger.

—¿En serio? — le miró, todavía con el teatrito de ternura. Steve le tomó por el rostro.

—Por supuesto que sí, amigo, por supuesto que sí — aseguró. Tras una sonrisa, ambos se acercaron a la par y compartieron un beso. Primero casto y suave, pero después se profundizó, aunque era lento.

—¿En serio, Bucky? — exclamó Maria cuando los vio separarse, no había querido interrumpir el beso tan desconcertante, pero ciertamente sexy —¿Gastarás tu fin de semana abierto sólo acostándote con Steve?

—¿Qué? No — tomó de su tragó — Sólo es un beso.

—Besos insignificantes — apoyó Steve. Bucky asintió y volvió a besarle sólo por diversión. Maria sonrió.

—Sólo por este fin de semana — murmuró Bucky tras romper el beso. Rogers le asintió.

—Hey — Maria llamó su atención de nuevo — ¿Qué tal ese chico? Súper guapo — señaló discretamente a un chico.

—Y está bueno — comentó Steve — Anda, ve.

—Ya fui — bufó y desvió la mirada — es el heterosexual.

—¿En serio? Uff, ya veo por qué te acercaste — dijo Maria cuando miró más detenidamente a aquel chico.

—¿Te gustó? Te lo presentaré — Bucky le ofreció.

—No creo…

—Vamos, Maria — habló Steve — Está de verdad bueno y a mí obviamente tampoco me hará caso. Al menos que se quedé con uno de nosotros tres.

—Ok — soltó una risita antes de tomar la mano de Bucky, para que éste le condujera hasta el chico y presentarse.

 

—————————

 

Al haber estado a una corta distancia, Tony pudo observar perfectamente el beso que compartieron Bucky y Steve, sólo que ahora no le pareció divertido, ni mucho menos sexy. Ésta vez no revolvió en él nada. Sino que todo lo contrario, muy en su contra sintió una punzada desagradable en el pecho, algo que le hizo desvanecer la sonrisa que tenía al estar conversando con Bruce y Loki. Algo muy fuera de lugar estaba pasando, porque empezando desde que Steve estaba conversando con Maria, Tony sin haberlo notado había estado muy al pendiente de las muecas que hacían y lo cerca que de pronto estaban. Después Bucky llegó y los vio besarse de nuevo como si nada y es que… joder… ¿por qué se sentía… extraño?

 

—Iré al balcón a fumar — Tony anunció a sus amigos. Bruce y Loki sólo le asintieron con naturalidad, pues si Tony no había pedido que le acompañaran, significaba que estaba bien ir solo y no se tardaría.

 

Stark subió las escaleras que llevaban al área donde se podía fumar, estaba la pista de baile al centro, al fondo la barra de bebidas más pequeña que la que había en la planta baja, y alrededor de todo el espacio quedaban los balcones. Se acercó al que daba la vista a la misma calle por donde entraron, un área de puros bares, la mayoría de ambiente, así que miraba las coloridas luces que adornaban los otros bares y las personas que iban caminando buscando dónde meterse a pasar su noche de sábado.

Encendió su cigarrillo y se dedicó a fumarlo mirando pasar las personas. Sin evitarlo, un pesado suspiro salió de sus labios a la vez que exhaló el humo del tabaco. Mordió sus labios porque era inevitable querer ignorar lo que estaba sintiendo. Que tampoco se iba a hacer el imbécil, sabía que era una señal de celos. Celos, puta mierda.

Suspiró de nuevo, casi lastimeramente. Entonces, ¿celos de quién? ¿De Bucky, Maria, de todo el que se le acerque a Steve desde ahora? Mierda, tampoco se trataba de eso, ¿verdad? Ok, quizás eran esos “celos de amigos” como los de Natasha, ¿no?, porque Steve y él son amigos y tal vez bobamente se sintió excluido del chisme entre Steve y Maria. De acuerdo, muy bien, pero ¿ahora cómo explicaba lo de Bucky su beso? Joder, no creyó que ellos iban a continuar con eso después del acostón. Y tenía que serse sincero y aceptar que estos celos no eran porque no lo estaban invitando de nuevo a unírseles, sino porque Steve besó a Bucky y no él. Mierda, estaba jodido. Aunque también podría ser sólo por costumbre. Ya que Tony había estado pasando mucho tiempo junto a Rogers. Así que también tomó eso como posibilidad. Igual no lo hizo sentir más tan tranquilo al descubrir que sentía celos.

Gimió de frustración al recordar que no tenía el puto derecho de sentir celos porque Steve estuviese con alguien más. Rogers tenía el maldito derecho de enredarse, besarse y acostarse con quién quisiera, al igual que Tony tenía el mismo derecho. Sólo que Tony también recordó que hace mucho ya sólo se acuesta con Steve. Ok, así la situación se tornaba más extraña y ya no le estaba conviniendo analizarla.

Terminó el cigarrillo y estaba por girarse para regresar con sus amigos, dispuesto a emborracharse para que dejase de pensar cosas inconvenientes, pero al haber estado mirando a las personas que pasaban, se encontró con una cara muy familiar. Alfie estaba ahí, con un par de amigos y seguramente como el resto de las personas que deambulaban por esa callle; buscando un buen pub para divertirse.

La cabeza de Alfie había estado levantada mirando a su alrededor, probablemente para leer los nombres de los pubs, así que fue casi instantáneo cuando sus ojos se encontraron. Tony no se inmutó, ya no se giró para volver a la planta baja y quedó sosteniéndole la mirada para que no pareciera que huía. Alfie le miró un instante con sorpresa, pero después le sonrió suavemente y le hizo un ademán de saludo al haber detenido su paso. Tony lo iba a ignorar, pero pronto pensó que quizá si hacía eso se vería imbécil, como si de verdad le hubiese afectado lo que pasó con Alfie. Total, ya todo había pasado. Entonces respondió el saludo agitando suavemente su mano.

 

—¿Qué tal está ahí adentro? — preguntó Alfie tras acercarse un poco más, elevando la voz para que Tony pudiese oírlo arriba en el balcón. Tony le miró, se veía tranquilo, despreocupado, el par de chicos con el que venía no eran de sus amigos a los que conocía, así que pensó que si es que a Alfie se le ocurría entrar al mismo pub, las cosas no serían incómodas.

—Divertido. Hay buen ambiente — Gritó para ser escuchado. Alfie le sonrió más y se giró hacia sus amigos para decirles algo que Tony no logró escuchar.

—¿Está bien si entramos? — le preguntó algo dudoso. Ahora fue Tony quien sonrió.

—No soy el dueño, así que puedes hacerlo si quieres — le dijo todavía con la sonrisa. Alfie le dirigió una extraña mirada, aunque Tony la entendió muy bien. Era para saber si el mismo Tony estaba de acuerdo en que ambos estuviesen en el mismo pub — Claro — finalmente le dijo. Alfie volvió a sonreír.

 

Inmediatamente se giró para ir hacia las escaleras y volver a la planta baja. Sus amigos seguían en la barra, así que probablemente no se encontraría con Alfie, ya que la puerta quedaba hasta el otro extremo del lugar. No les comentó nada, simplemente pidió otro trago y se unió a la conversación que mantenían.

 

—————————

 

Después de que Bucky presentó a Maria el chico hetero, el cual pareció encantado con Hill, Steve y Bucky quedaron conversando en la barra un momento más, observando a los chicos que se encontraban dentro de su campo de visión. Después de unos minutos, Sam se unía a ellos. Estaban conscientes que de querer más opciones tendrían que moverse por todo el pub para mirar al resto de los chicos.

 

—Ok, hora de movernos — anunció Steve.

—¿Cuál es el plan? — Sam preguntó.

—Los chicos solteros vienen en grupos de amigos, por lo que podría ser difícil el acercamiento, más difícil aun si sólo vienen con un solo amigo. Así que por eso tú y yo acompañaremos a Bucky — comenzó a explicar — Si el chico que llama la atención de Buck viene con otro amigo, yo me encargaré de entretener al amigo; conversar con él, sacarlo a bailar, ya sabes, mientras Buck hace su movimiento con el otro. Y como suele pasar: chicos gays vienen con su mejor amiga heterosexual a estos lugares. Sam, tú te encargas de la chica.

—Entendido — asintió Sam — ¿Pero si la chica no me agrada?

—Wilson, son los sacrificios que se hacen por un amigo.

 

Comenzaron a moverse, yendo despacio por todo el lugar, observando a los chicos que bailaban, así como a los que estaban en las mesas bebiendo un trago y conversando con sus respectivas compañías. En dos ocasiones habían terminado integrándose a otro grupo de amigos, platicaron un momento, se reían, incluso bailaron junto con ellos, pero al final a Bucky no le gustó demasiado el chico.

Cuando llegó el momento de ir a la parte de arriba, Steve notó que ya era algo tarde, pero no dijo nada para que Bucky no se desalentara. Sólo que al parecer Bucky también notó lo tare que era y que posiblemente esa noche sí sería perdida. Tanto Sam como Steve le dieron palabras animosas, pero Bucky ya parecía resignarse, más cuando decidió dirigirse a uno de los balcones en lugar de seguir recorriendo el lugar.

Sam fue a la barra y pidió tres cervezas para ellos, Bucky encendió un cigarrillo y entonces ahí quedaron, mirando hacia el exterior y conversando cosillas sin importancia. Un par de chicos se habían acercado con intenciones de conocerlos, pero ellos ya no estaban interesados, así que los rechazaron lo más amistosamente posible.

 

—¿Entonces qué hacemos? — preguntó Sam al robar uno de los cigarrillos de Bucky — ¿Nos quedamos aquí o ya bajamos?

—Esperemos un momento más — respondió Bucky, recargando su espalda en el balcón para volver a mirar el interior del pub.

—Fuego — pidió al colocarse el cigarrillo entre los labios.

—Steve lo tiene.

—Te lo devolví.

—No es cierto.

—Claro que sí. Te lo regresé en seguida.

—Que no es verdad. Lo recordaría.

—Por Dios, Bucky, olvidas todo — se quejó Steve — Tu memoria es horrible. Además, ni siquiera haces el intento de buscar en tus bolsillos.

—Porque estoy seguro de que tú lo tienes — le miró ceñudo.

—Vamos, Bucky, busca en tus malditos bolsillos. Steve tiene razón.

—Me robas los cigarrillos y además quieres que también te dé el mechero — ahora se quejaba con Sam — ¿Qué sigue? ¿Quieres que te traiga un trago?

—No seas chillón. Yo ya te traje una cerveza.

—Como sea, Steve lo tiene — el aludido y Sam rodaron los ojos.

—Olvídalo, le pediré a alguien más — Sam se resignó. Dio apenas un paso y Bucky lo retuvo en el lugar tomándole del brazo — ¿Ahora qué?

—Espera. Ya vi a alguien — anunció Bucky, con una sonrisa y mirando en un punto a lo lejos.

—¿A quién? — intervino Steve.

—En la barra. El chico de la camisa azul, junto al de gris.

—Se ve mayor que tú — observó Sam — Cercano a los treinta, quizá.

—Pero es atractivo — reconoció Steve.

—Y así es más fácil — habló Bucky — Porque apuesto a que él no me pedirá citas, porque viene también a pasarla bien sólo por ésta noche, su amigo lo sabe, así que tampoco será como un obstáculo.

—¿Es algo así como si él va a pensar que te utilizó cuando en realidad tú lo hiciste? — cuestionó Sam, algo confundido.

—Sí — Buck sonrió — ¿Quieres fuego Sam? Veamos si ellos tienen.

—Un momento — ahora Sam interrumpió el paso que Bucky iba a dar — Ese que se acercó a ellos no es…

—Oh carajo.

—Esto no está pasando…

—¿Te gustó un amigo del exnovio de Tony?

—Al parecer — hizo un leve mohín — ¿Qué hago? — preguntó, cuando en realidad quería cuestionar más algo como “¿ahora qué te parece que haga Steve?” “¿Te sentirías incómodo si me acerco al chico sexy y probablemente tenga que cruzar un par de palabras con Alfie por ser su amigo?” “¿Sacrifico mi acostón de esta noche?”

—¿Te quieres llevar a la cama a ese sujeto? Entonces ve — cedió Steve.

—¿Seguro? — murmuró Sam.

—Claro, ¿por qué? — se fingió extraño.

—Alfie nunca te agradó — Bucky le recordó.

—No irás con Alfie, sino con su amigo.

—De acuerdo, ¿entonces me ayudarán?

—Ok.

—Bien, puedo acercarme con la intención de saludar a Alfie — comenzó Bucky — Aunque puede parecer extraño. O que Sam se acerque pidiendo fuego y luego llego yo y… Al diablo ya nos vio y aquí viene — se fue quedando en silencio cuando se dio cuenta de ello.

 

Alfie les miraba con una sonrisa y una leve expresión de sorpresa. Se acercaba a paso lento junto con sus amigos, esquivando a las personas que bailaban ya sin mucha coordinación, pues a esa hora la gran mayoría ya estaban ebrios. Sam no se inmutó al verlos cerca, Steve carraspeo y tal parece que intentó no notarse incómodo, Bucky se concentró en su propósito de lucir encantador para aquel chico.

 

—Hola, chicos — ya los tenían cara a cara. Alfie seguía sonriéndoles, así que ellos correspondieron la sonrisa… bueno, menos Steve, pero al menos correspondió al saludo — ¿Qué tal la están pasando?

—Genial. ¿Alguno de ustedes trae fuego, por favor? — pidió Sam, casi desesperado.

—Oh, claro — Alfie le ofreció rápidamente. Una sonrisita de alivio se dibujó en los labios de Sam cuando al fin pudo dar la primera calada.

—¿Y ustedes qué tal la están pasando? — se animó a preguntar Bucky.

—Bien, es agradable — respondió, todavía con la sonrisa, sin embargo, la charla no parecía que iba a llegar a ningún lugar y así se irían pronto sin darle a Bucky la oportunidad. Entonces Steve se decidió a intervenir para ayudar.

—Por cierto, soy Steve — se dirigió al par de chicos que acompañan a Alfie — Ya que al parecer Alfred perdió los modales y no nos presentará. Ellos son mis amigos…

—Sam — tendió su mano al chico de gris.

—Matthew — respondió el chico y seguidamente también estrechó su mano con Steve.

—Ryan — también se presentó el chico de camisa azul que captó la atención de Bucky.

—James — estrechó su mano, manteniendo el contacto visual con una discreta sonrisa coqueta. Bucky ensanchó un poco más la sonrisa cuando notó que Ryan le miró de la misma forma.

—¿Y están aquí sólo en plan de amigos o vienen con pareja…? — Ryan cuestionó de inmediato y Bucky lo agradeció.

—Amigos — respondió sin dejar de mirarle — Y conocer a otros nuevos.

—Eso es genial.

—¿Y ustedes entonces vienen con el resto de los chicos? — preguntó Alfie — Vi a Tony antes de entrar porque estaba asomado en un balcón.

—Sí, él ahora está abajo con los demás. En la barra — Steve se guardó las ganas de darle una patada en el trasero a Bucky por decirle aquello.

—Gracias. Iré a saludarle apropiadamente para que no crea que he perdido mis modales — sonrió con un deje de malicia, mirando burlonamente a Steve por un breve segundo — Sigan pasándola bien, chicos.

—¿Te gusta bailar, James? — Ryan le preguntó.

—Claro — ya sin voltear a sus amigos, Bucky se dirigió junto con Ryan a la pista de baile. Alfie les sonrió y se encaminó a las escaleras. Steve no dudó en ir tras él.

—No soy gay — Sam se apresuró a aclarar cuando quedó solo con Matthew, éste soltó a reír.

—Está bien, pero igual puede funcionar — le sonrió, pero Sam le miró con espanto, por lo que el chico le aclaró — ¿Ves a la pelirroja junto a ese chico de la camisa a cuadros?

—Sí…

—El chico es lindo, pero viene con su amiga, que también es muy guapa. ¿Qué dices, la quieres conocer y a la vez así me ayudas a que pueda robarme un poco la atención del chico?

—De acuerdo. Sólo porque ella es linda.

 

——————————

 

Ya no sabía si era por todo lo que bailó o todos los tragos que bebió, pero Tony ya estaba demasiado mareado y riéndose de casi todo. Mierda, ya estaba borracho como sus amigos, ¿ahora quién iba a conducir? Aunque mejor no se entretenía pensando en eso, porque el momento estaba resultando muy entretenido; ver bailar a Volstagg tan desinhibido en un pub gay era demasiado divertido, más cuando Frandal y Darcy se le unieron y los tres terminaron creando una graciosa coreografía. Al final todos terminaron bailando como ellos y había sido cansado, por lo que Tony se regresó a la barra para sentarse en uno de los bancos, pidió otro trago y quedó conversando con Jane.

 

—Tony… — una voz demasiado familiar le llamó. Giró el rostro y se encontró de frente con Alfie.

—Hey — simplemente le dijo, con una sonrisa. Le importaba poco tenerlo cerca. Sí, estaba ebrio.

—Ven, Jane. Sigamos bailando — Darcy jalaba a Jane de nuevo hasta la pista de baile, entonces Tony quedó solo con Alfie.

—Parece que sí se divierten — comentó mirando a los amigos de Tony.

—Sí, ya sabes, no les importa hacer el ridículo — sonrió dándoles otro vistazo a los bobos de sus amigos haciendo su desastre en la pista de baile — ¿Y tus amigos?

—Arriba, con James, Sam y Steve. Se están conociendo — acercó otro banco y sentó junto a Tony —¿Te molesta si conversamos un poco?

—No — dio un sorbo a su bebida y le miró — Sólo que no vayas a empezar hablando cosas del pasado, ¿de acuerdo? Nada de “Tony, lo siento. Lo que pasó blah blah blah…”, simplemente relajémonos. ¿Ok?

—Ok — Alfie suspiró aliviado le sonrió encantadoramente — ¿Estás saliendo con alguien? Porque no quiero que con vernos conversar y se cree un malentendido.

—Humm — Tony bien sabía que no era porque Alfie no quería meterlo en problemas. Quería saber si estaba disponible para hacer algún movimiento. Miró a sus amigos para parecer despreocupado, entonces se encontró con que Steve ya estaba entre ellos. Cruzaron una rápida mirada, porque Tony la desvió de nuevo a Alfie. Podía decirle que tenía pareja para que Alfie no intentase nada con él, o podría decirle que estaba totalmente disponible para dejarle en claro que podía seducirlo si así se lo proponía. Pero, ¿para qué mentir diciendo que tiene pareja? La verdad es que no tiene ningún compromiso. Ya se lo dijo a sí mismo en el balcón: Steve puede acostarse con quien quiera, y él también puede hacer lo mismo — No. No estoy saliendo con alguien.

 

No se molestó en regresar la pregunta, porque sinceramente a Tony le valía carajo si Alfie tenía pareja en ese momento, además al mismo Alfred le importaba poco, ¿no? Sabía a qué podía conducir esa “charla” supuestamente sin intenciones de nada, y no le molestaba. Quizá necesitaba de otro acostón con alguien más para recordarle que puede hacer eso, ir con quien quiera. Alfie le invitó los siguientes tragos, le siguió en la charla y correspondió a las sonrisas coquetas que le dio.

 

————————————

 

Cuando siguió a Alfred fue por un impulso, porque al llegar a la planta baja, Steve se preguntó qué carajo pretendía hacer. No podía prohibirle a Tony que hablara con Alfie, era ridículo. Todo dependía de si Tony aceptaba hablar con su exnovio. Así que se quedó a lo lejos observando cómo Alfred se acercó hasta Tony y éste lo permitió.

Fue cuando sus amigos lo vieron que Steve decidió unirse con ellos a la pista de baile para que no pareciera extraño. En un momento Tony cruzó mirada con él, pero fue tan rápido porque prefirió seguir su atención en Alfred. Steve apretó los labios cuando notó como se habían acercado más el uno con el otro, cuando distinguió que Alfie le invitó los tragos a Tony, cuando miró cómo le sonreía y como Tony le correspondía. Una maldición se le escapó de los labios cuando los vio acercarse a la pista de baile y ponerse a bailar insinuantemente.

Ahora él necesitaba un descanso, por lo que regresó a la barra, justo en el asiento en que había estado Tony. En ese punto podía verlos mejor, lo que provocó una horrible punzada de celos. Alfie abrazaba a Tony por la cintura, se movían suavemente y no dejaban de mirarse ni de sonreírse con coquetería. Mierda, mierda, mierda. No podía dejar que se fueran a la cama. No, no, no.

“Tony, como tu amigo te digo que no es buena idea de que te enredes de nuevo con tu ex. Él fue un idiota que te engañó”. Comenzó a plantearse mentalmente qué podía decirle para evitar aquello. “No te merece” “Por favor no lo hagas…”. Mierda, no tenía sentido decirle nada de eso, no tenía el derecho. “Vamos Tony…, no hagas con ese idiota lo que haces conmigo. No dejes que él te toque”.

Se pasó las manos por el cabello con frustración cuando los vio comenzar a besarse. Maldita sea. Después en él llegó la preocupación cuando miró cómo Tony se despegaba del beso riendo como tonto, aunque se seguía aferrando a los brazos de Alfie. Estaba borracho. Tony ya estaba muy borracho. Ya no sabía muy bien lo que estaba haciendo, ¿cierto? Y él, Steve, como amigo, entonces podía intervenir

Después de que Alfred susurró algo en el oído de Tony y éste le haya asentido, Steve vio que ambos caminaron al lado contrario. Tony entró al sanitario y Alfie quedó a un costado de la salida del pub. Seguramente lo iba a esperar y se marcharían junto. Steve no podía dejar de eso pasara, así que se dirigió también al sanitario.

Cuando entró, Tony ya estaba dirigiéndose a los lavabos y ni cuanta se dio de que él había entrado. Tarareaba la canción que se escuchaba en el pub mientras se lavaba las manos. Caminó a tomar una de las toallas de papel, luego al bote para tirarla, y regresó al espejo para mirarse. Steve notó que no estaba tan borracho, porque Tony todavía caminaba bien, algo torpe pero bien, sus ojos estaban rojos y semi-cerrados, su rostro ruborizado. Sí, borracho pero no lo suficiente como para no saber qué estaba haciendo, por ello quedó de pie sin saber ya si era correcto interrumpir su intención de irse con Alfred.

 

—¿Steve? — murmuró Tony, mirándole a través del reflejo del espejo — ¿Estás bien? ¿Te sientes mal?

—No, sólo… sólo vine a lavarme las manos — se colocó a un costado de Tony, éste todavía le miraba curioso — ¿Tú cómo te sientes?

—Bien… — los ojos enormes de Tony le seguían mirando casi sin pestañear, y a Steve le hacían sentir ansioso — Alfie me dijo que uno de sus amigos estaba con Bucky.

—Sí. Al parecer se gustaron así que…

—Bucky te cambió.

—¿Qué?

—¿Te ibas a costar otra vez con él?

—Claro que no, ¿por qué piensas eso?

—Intuición — se encogió de hombros — Y se estaban besando de nuevo…

—Besos inofensivos. Nada sexual — explicó — ¿Te recuerdo cómo es un beso con intenciones de más? — Tony sonrió ante ese ofrecimiento.

—No creo que sea buen momento porque Alfie me está esperando.

—¿Te irás con él? — Tony asintió. Steve suspiró y sonrió ladinamente — No sé si recuerdas que asegurabas que él no era bueno en la cama. ¿Quieres tener una mala noche, Tony?

—Estoy demasiado caliente, así que me voy a arriesgar.

 

Pasó por un lado de Steve con intención de ir hacia la puerta, pero Rogers le tomó por el brazo para retenerlo. Tony no puso mucha resistencia, tampoco cuando Steve le jaló hasta una de las paredes para acorralarlo ahí y comenzar a besarle desesperadamente. Una mano ejercía presión en la nuca de Tony, otra apretaba la cintura. Tony se sostenía de sus hombros y Steve metió una rodilla entre los muslos temblorosos de Stark.

 

—No juegues conmigo — dijo Tony con la respiración pesada cuando Steve bajó los besos hasta su cuello.

—No lo hago — regresó su rostro para mirarle de frente. Tomó ambas manos de Tony y las retuvo contra la pared mientras acercó sus entrepiernas, provocando una insinuante fricción — ¿Quieres una buena follada? Si tú quieres soy capaz de cogerte aquí mismo.

—Maldición — gimió cuando los besos regresaron a su cuello, intercalándolos con mordidas, junto con la fricción en sus cuerpos — Sácame de aquí y vamos a que me folles duro.

 

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Pidieron la ayuda de Loki para que distrajera a Alfie y así ellos pudiesen salir del pub sin que se diera cuenta. Tony no estaba dispuesto a que Alfie les interrumpiera cuestionando cualquier cosa del por qué se iba con Steve y ya no con él. Lo que quería era subir a su auto para llegar al motel más cercano.

No le había mentido a Steve cuando dijo que estaba muy caliente, y eso se notaba en los besos agresivos que compartieron en cuanto estuvieron en la habitación del motel. También la forma en que se apresuró a quitarse la ropa, ordenándole a Steve que hiciera lo mismo. Pero lo más obvio fue cuando se tiró a la cama, se puso de rodillas elevando el trasero, agarró una almohada y en ella recargó el pecho. Listo, dispuesto, dejando de lado todos los juegos previos.

 

—Ya cógeme — pidió. Arqueó la espalda cuando Steve ya agregaba el tercer dedo mientras le preparaba.

—Un poco más — movió más los dedos en el interior y su mano que se masturbaba, también ansioso por ya penetrarlo.

 

Retiró los dedos, puso del lubricante en toda su erección y fue momento de ir penetrándole con firmeza, sin detenerse, lentamente hasta que estuvo dentro por completo. Ambos gimieron, Tony tembló levemente y su interior parecía vuelto loco con tantas contracciones.

Steve no tardó mucho en moverse a petición de Tony, clavando sus manos en la piel de la cadera, dejando marcas que seguramente permanecerían por unos días, al igual que el dolor. Tony hacía puño las sábanas, mordía la almohada, gemía, maldecía, gritaba. Pedía que fuera más duro, y Steve hizo caso, sin detenerse ahora a pensar si es que le lastimaría, sólo hizo caso a las peticiones de Tony.

Todo fue demasiado rápido y rudo, Steve no pudo durar mucho así. Se dejó caer en sobre la espalda de Tony, sin dejar de penetrarle lo más rápido que podía, gimió sonoramente, le abrazó con fuerza por el pecho y cerró los párpados al momento que sintió el golpe del orgasmo. Continuó moviéndose mientras se corría dentro de Tony, no había condón de intermedio, así que el calor de su corrida se mezcló con la del interior de Tony. Pero se seguía moviendo, simplemente no podía detenerse todavía, se sentía demasiado bien.

Gimió de nuevo cuando Tony comenzó a arquearse y le apretaba una y otra vez. Llevó su mano a la erección de Stark, la sintió punzar en su palma, sólo hicieron falta un par de roces para que Tony se haya corrido escandalosamente. Y Steve se seguía moviendo.

Fue hasta que al parecer el cansancio venció a Tony, dejando caer también su cadera que Steve salió de él, pudiendo ver el lío que había hecho con Tony, pues de la entrada a las bolas y parte de los muslos estaba manchada ahora con lubricante y la venida de Rogers.

Tony quedó acostado boca abajó como estaba, Steve ue a su lado a acostarse de espaldas. Sólo recuperando el aliento, sin decirse nada, sonriéndose cuando sus miradas se encontraban.

 

—¿Te lastimé?

—No. Aunque probablemente mañana sea cuando sienta las repercusiones.

—¿Nos quedamos un rato más? — Tony le negó con la cabeza.

—Quiero dormir en mi cama — se levantó con pesadez de la cama — Sólo deja que me asee rápidamente y nos vamos.

 

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Así fue, en cuanto ambos estuvieron listos se dispusieron a salir de ahí para ir directo al colegio. Lo más seguro era que sus amigos ya no se encontrarían en el pub, era demasiado tarde, y ellos estaban cansado como para pensar en bailar o volver a tomar. Era hora de ir a la cama.

Dieron la vuelta por el pasillo, para llegar al ascensor, apenas Tony hubo presionado el botón, escucharon la voz de Bucky y otra que no distinguieron. Su mirada se dirigió al pasillo del que habían salido, y ahí venía Bucky junto con Ryan.

 

—Hey — sonrió Bucky, sorprendido al verlos esperando el ascensor.

—¿Hola…? — le dijo Steve, divertido por la situación.

—Ehmm…

—Oh Tony, él es Ryan — presentó.

—Dime que te acostaste con él — los tres rieron.

—Sí, lo hizo — respondió Ryan. Tony iba a celebrar, en eso el ascensor llegó, abrió sus puertas y dentro ya venía Sam junto con una pelirroja.

—¡Qué rayos! — él gritó sorprendido.

—Vaya, vaya… Todos la pasamos bien, ¿eh? — Steve enarcó una ceja cuando subieron todos al ascensor, después de todo los seis ya se dirigían al estacionamiento.

—Son mis amigos — murmuró Sam a la chica que parecía extrañada.

—Oh.

—Era el hotel más cercano, supongo que todos pensamos lo mismo — dijo Tony. Los demás sólo asintieron.

 

Procuraban no mirarse a la cara mientras compartían ese pequeño espacio, aunque las sonrisas bobas se aferraban a salir. Era incómodo y a la vez tan divertido haberse encontrado en el mismo motel, todos recién cogidos.

Estando en el estacionamiento se dividieron; Bucky se despidió de Ryan y se fue en su auto, Sam se fue con la chica, probablemente la iría a dejar a su casa, y Tony y Steve se metieron al camaro para regresar al colegio.

 

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Maria caminaba a paso demasiado lento por el pasillo rumbo a su dormitorio. Había terminado agotada de tanto bailar y luego por el sexo. Aquel chico lindo había resultado muy agradable, además de buen besador y atento en el sexo. Ella hubiese aguantado una ronda más, ahora que lo pensaba, pero en el momento se sintió cansada y consideró que era hora de regresar. Si se quedaba dormida y pasaba toda lo noche con ese sujeto no sabría cómo deshacerse de él al día siguiente, o podía ser que él huía. Igual, no podía arriesgarse. Él le acompañó hasta el campus, le pidió su número telefónico, pero ella sólo accedió a que era mejor continuar el contacto por Facebook, luego se despidieron. Así que aquí iba por el pasillo con toda calma. Bostezó mientras se alborotaba el cabello con una mano, estaba húmedo, pues se permitió tomar una ducha después del acalorado sexo.  

 

—Hola, amiga — saludó Natasha con una sonrisa enorme cuando la vio entrar.

—Nat, ¿llegaste pronto? — cerró la puerta y se giró, directo hasta el closet para sacar de ahí su pijama.

—Tiene un par de minutos que llegué — se estiró en su cama, soltando un gemidito de agotamiento. Ella ya traía el pijama puesta, pero se notaba todavía con energía.

—¿Cómo te la pasaste?

—Bien. Hubo mucha diversión — su sonrisa perversa, todavía coloreada por el tono rojizo del labial, lo decía todo — ¿Y tú?

—No estuvo mal. Fue divertido — respondió mientras se quitaba la ropa y se colocaba la ropa de dormir.

—¿Sólo eso? ¿No estuvo mal? — cuestionó con una ceja enarcada.

—No te contaré de Bucky — se dejó caer en la cama, soltando un suspiro de alivio al encontrar que ya iba a descansar. Incluso cerró los párpados.

—No hablo de eso — Maria tuvo que abrir de nuevo los ojos cuando escuchó demasiado cerca a Natasha. Se encontró de frente los ojos verdes y traviesos, junto con la sonrisa maliciosa. En un segundo, Natasha se subía a horcajadas sobre ella — Vienes de revolcarte con alguien — hizo énfasis al tomar uno de los mechones del cabello todavía húmedo de Maria.

—Sí — sonrió al verse descubierta — Un chico muy lindo, que de hecho Bucky me presentó.

—Oh, mi amorcito siempre tan lindo — dijo enternecida — ¿Y?

—Me invitó unos tragos, después bailamos, volvimos a conversar, me coqueteó, le correspondí, nos besamos, le sugerí irnos del pub… Adivina el resto.

—¿Quieres saber cómo me fue a mí?

—Cuéntame.

—Ésta chica era dos años mayor, pero se veía tan linda. Cabello rubio y rizado, los ojos verdes, una sonrisa sexy. Y, ¡Dios!, estaba tan buena. Buenas nalgas, buenos pechos, unas piernas riquísimas. Es del área de mercadotecnia, su dormitorio está en el edifico de lado; ahí fuimos. Comenzamos a besarnos en la cama… — se inclinó para que su rostro quedase a milímetros del de Maria, permaneció rozando sus labios — Metí las manos bajo su blusa para acariciarla suavemente. El tipo de chica que le gusta suave…

 

Natasha metió sus manos bajo la ligera blusita que conformaba el pijama de Maria, acariciando suave como había dicho que hizo con la otra chica, subiendo un poco más su manos donde ya no encontró el estorbo del sostén. Sonrió y continuó narrando con detalle todo lo que había hecho anteriormente, encantada porque Maria simplemente se dejó hacer.

 

—Después de ella me lo hizo a mí, me deslicé por sus piernas sin dejar de mirarle a los ojos. Ella llevaba puestos unos leggings, fue fácil quitárselos — sonrió al momento que deslizó el short de Maria por sus piernas hasta quitárselo — ¿Adivina qué llevaba? Unas panties de encaje. También se las quité.

 

En ese punto Maria gimió de sorpresa, porque Natasha le había quitado las panties con más brusquedad, dejándola desnuda de la cintura para abajo. Y un gemido más audible se le escapó cuando Romanoff volvía a posicionar su cabeza entre los muslos de Maria y comenzaba a hacerle un oral.

Al parecer las dos se habían quedado con ganas de una segunda ronda.

 

 

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MiniExtra
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El fin de semana había terminado, era lunes de ir a primera hora a clases. Pero también significaba que el fin de semana abierto de Natasha y Bucky había terminado, también significaba que ellos no habían ido a la primera clase. Preferían sexo matutino.

Bucky había salido a la par que Steve, como con la misma intención de ir a clases, sólo que en cuanto pudo se escabulló hasta el dormitorio de Natasha. A unos pasos se había encontrado con Maria, se saludaron rápido y tal pareció que Hill corrió para llegar a tiempo a su clase.

En cuanto entró y Natasha le miró, fue ella quien se abalanzó a besarle. Bucky le tomó para nalgas para alzarla y en seguida ella le rodeó con sus piernas. Sin dejar de besarse desenfrenadamente, Bucky la llevó hasta la cama. Ambos cayeron, él encima de Nat, en un intercambio desastroso de saliva y un enredo de manos que viajaban por el cuerpo del otro.

Natasha se levantó un poco y rompió el beso, pero sólo para quitarse la blusa. Bucky aprovechó la pausa para también quitarse la playera. Se abrazaron de nuevo, reanudaron el beso, Bucky desabrochó el bra de Natasha y lo arrojó a un lado, llevando ahora sus labios hasta el delicado cuello de la chica.

Sintió las manos de su novia recorrer su espalda, los brazos, mientras el continuó los besos hasta los suaves pechos. Abrazó su cintura, besó con delicadeza cada pezón para no lastimarle, bajó la lengua hasta el ombligo y un poco más hasta toparse con el pantalón. Lo desabrochó y bajó a la vez los jeans junto con las panties. Natasha le sonrió encantada, Bucky le sonrió con malicia y ella llevó sus manos ahora hasta el pantalón de él para desabrocharlo y bajarlo de la misma forma.

Volvieron al beso, sólo que ahora sus manos iban a la entrepierna del contrario. Nat subía y bajaba su mano con lentitud por la erección de Bucky, y él acariciaba con un par de dedos, para después cambiarlo por el pulgar estimulando el clítoris. Los muslos de Nat temblaron, gimió y disfrutó un poco más de las caricias de Bucky.

 

Mnn… Bucky, tuve suficiente de dedos por este fin de semana — le dijo cuando sintió que los dedos de Bucky estaban a punto de entrar en ella. Ambos soltaron una risita — Pero no tuve de esto, y lo extrañé — murmuró al volver a tomar el pene de Bucky.

—También te extrañé — le dio un último beso, ya que Nat bajó con besos por su pecho hasta llevarse a la boca su sexo.

 

Fue sólo un momento del oral, porque estaban ansioso para seguir a más. Natasha se acostó de nuevo de espaldas en la cama con los muslos separados, esperando por Bucky, y éste no la hizo esperar más. Se inclinó hacia ella, tanteó un poco y percibió su humedad, pero aun así le fue penetrando con lentitud.

Natasha elevó un poco más la cadera, Bucky le tomó por una de las nalgas y la mano libre se apoyó en la cama a un costado de la cabeza de su novia. Nat clavó sus uñas en los hombros de Bucky cuando éste comenzó a moverse un poco más firme, más rápido. Mantenían el contacto visual y los gemidos salían entre las suaves sonrisas.

 

—Te amo —  gimió Bucky, acercándose para darle un beso.

—También te amo — besó su cuello, enredado por completo sus piernas en la cadera de James.

 

 


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