Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stupid youth. por LynValo

[Reviews - 407]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Estoy repondiendo sus reviews

*No olviden leer la nota final :3

 

Era una mañana tranquila en la que todos habían podido reunirse para almorzar. En la mesa de aquel restaurancito conversaron y soltaron alguna que otra broma que les hacía reír, sin inmutarse en lo raro que podían verle los meseros. Eran escandalosos por naturaleza.

 

—Así que… Tony, cariño, se acerca tu cumpleaños — comentó Natasha y en seguida se llevó su jugo a los labios sin dejar de mirar a Tony.

—Sí, me hago viejo como todos ustedes — respondió con simpleza.

—No has hecho comentarios al respecto — intervino Darcy — ¿Ahora no habrá fiestota?

—No he planeado nada — se encogió de hombros — Supongo que no quiero la gran cosa ésta vez.

—¿Te refieres a recibir un auto de cumpleaños? — dijo Thor. Hubo unas discretas risitas.

—Me refiero a ir a cualquier fiesta. Y de obsequios, siempre recibiré todo lo que quieran darme.

—También se acerca el fin de semestre — recordó Steve.

—¡Vacaciones de verano! — se emocionó Clint.

—Faltan un par de meses, no se apresuren — Maria les dijo.

—Pero a veces el tiempo se nos pasa de prisa — opinó Bucky.

—Eso es cierto — Clint hizo a un lado su silla — Bueno, yo ya tengo que irme. Quedé de ir con los chicos de arquería. Los veo más tarde.

—Barton, espera — extrañamente Loki le detuvo, ganándose una mirada curiosa del resto — Tengo que decirles algo a todos. Quizá…, quizá no te importe pero creo que…

—Escúpelo Loki — Clint recuperó su asiento.

—Vamos Loki, dinos — animó Tony.

—Ok, seré breve — les miró tranquilo — Me iré a Grecia. Sólo me quedan éste par de meses aquí. Terminaré el semestre y me iré — Todos los ojos le miraron sorprendidos, extrañados.

—¿De… vacaciones? — Tony le cuestionó inseguro.

—No — trató de sonreírle — Viviré allá.

—Loki…

—Tienes que estar bromeando.

—¿Es un hecho?

—¿Por qué?

—Oh por favor, quiten esas caras de tragedia — pidió, haciendo un gesto de fastidio — No es nada malo. Estudiaré allá, y mi padre quiere que dirija el negocio ahí. Haré mi vida perfectamente.

—Eso…, eso es muy bueno, Loki — le dijo Bruce, todavía en shock, pero Loki parecía tranquilo con ello, además era decisión de Loki, no podrían molestarlo diciéndole cosas como que no se fuera — Si es lo que quieres, estoy feliz por ti.

—Gracias.

—Sí, felicidades amigo — le dijo Tony.

 

Después de la sorpresa, el resto también felicitó a Loki, le preguntaron un montón de cosas de cómo lo había decidido, o en qué parte de Grecia estaría exactamente, cómo se sentía, y más preguntas. El único que se mantenía en silencio era Thor, procesando lo que había anunciado Loki. Sólo sonreía cuando cruzaba miradas con alguno de sus amigos, no quería que pensaran que era ajeno al momento, pero consideraba que tampoco sería apropiado que le dijera algo como “me alegro por ti” “qué bueno”. Su relación con Loki ni siquiera había vuelto a ser amistosa, convivían con los mismos amigos sin problema, pero eso era porque prácticamente se ignoraban, excepto cuando se embriagaban, en ese estado se hablaban con más confianza. El punto era que no sabía qué sentir al enterarse de que Loki —su gran amigo por muchos años y que después fue la persona de quien estuvo intensamente enamorado — se iba y ya no lo vería de nuevo.

 

—Escuchen, de verdad tengo que irme — interrumpió de nuevo Clint, luego de haber quedado unos minutos más hablando en torno a Loki — Pero que les parece si en la noche nos reunimos para seguir con todo esto, ¿eh?

—Sí, para aprovechar nuestros últimos días con Loki — Tony sonrió.

—Por mí está bien — también les sonrió Loki —Estoy de acuerdo en hacer algo en la noche.

—De acuerdo. Los dejo.

—Clint… — Bruce ahora le detenía, aunque un poco inseguro. Barton se detuvo y sólo le miró esperando — Nada…

 

Y se había ido luego de encogerse de hombros, mientras Bruce se mordió los labios y por un segundo agachó la mirada. Para el resto no pasaba desapercibida la situación que desde hace algunas semanas se traía ese par, por ello quedaron mirando a Bruce con algo de pena.

 

—No puedo creer que sigan sin arreglar las cosas — comentó con suavidad Jane.

—No sé qué hacer — aceptó Bruce — Intento hablar con él y me corta diciendo que todo está bien.

—Y sabes que eso es mentira — le dijo Natasha. A contrario de los demás, Nat le miraba un poco más severa — Clint no es así.

—Lo sé, pero…

—Arregla el maldito daño que le hiciste — Bruce abrió los ojos sorprendido por la voz severa de Natasha.

—Quiero, pero no sé cómo — parecía desesperado en verdad — Extraño tanto como era antes. Intento acercarme a él y es tan frío y distante.

—Tú lo obligaste a ser así — los demás permanecieron en silencio, porque Natasha parecía molesta. Ante todo sabían que Barton y ella eran amigos más cercanos.

—¿Qué puedo hacer? — su mirada se notaba tan suplicante.

—Clint hizo mucho por ti. Te llenaba de detalles, ¿recuerdas? — Nat parecía volver a relajarse — Te toca reconquistarlo y la pista de cómo puedes hacerlo es saber las cosas que le gustan. Si él te llenaba de palabras cursis y abrazos, tú puedes hacer lo mismo.

—Cuando te llevaba a tus sitios favoritos o te regalaba algo, puedes hacerlo de vuelta — también le dijo Maria — Si él lo hacía para ti es porque le gustan ese tipo de atenciones, es decir, también le gustaría recibirlos.

—Entiendo — Bruce asintió. Se levantó de su asiento — Tengo cosas que hacer ahora. Gracias.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Permanecieron varios minutos más en el restaurante, por aquellos que comían lento. Aprovecharon para conversar más en torno a Loki, ahora también referente a la relación de Clint y Bruce, y demás cosas. En un momento todo se tornó en burlas hacia Steve y Tony cuando el móvil de Rogers vibró y anunció con una gran sonrisa que su madre le había enviado una fotografía de East y West jugando en una alberca inflable con los primos de Steve. Las exclamaciones de ternura que se les escaparon a Stark y Steve hicieron reír a los demás, aunque cuando vieron la fotografía se dieron cuenta de que sí era muy adorable.

Después de pagar la cuenta y haber dejado una generosa propina por haber soportado su escándalo, se marcharon del lugar. Habían llegado a pie y ahora se iban de la misma forma, pues no estaban lejos del colegio. Una vez de vuelta, fue cada uno tomó su camino, no sin antes acordar que se mandarían mensajes de texto para acordar que harían en la noche.

Todavía un tanto inseguro, Thor se quedó estático mirando como Loki también se retiraba, éste solo. Sería perfecto para aprovechar a acercarse y hablar con él, sólo que no tenía ni una jodida idea de qué decirle. Sólo estaba consciente de que quería estar cerca de él en ese instante.

 

—L-Loki — le llamó y en seguida apretó los dientes por el tartamudeo que se le salió. Loki detuvo su paso y se giró a mirarle, así que Thor se acercó — Uhm… Yo…

—¿Qué? — le miraba de esa forma seria y desinteresada que era característica de Loki, pero que en un pasado no era dirigida a Thor.

—¿A dónde vas? — se sentía tan tonto, más cuando Loki le miró con el ceño levemente fruncido.

—A mi dormitorio.

—¿Puedo acompañarte en el camino?

—Claro — no había sonado muy convencido, sin embargo aceptó y ambos comenzaron a caminar.

—¿Y… cómo te sientes con todo esto? Te vas…

—Estoy bien. He tenido mucho tiempo para pensarlo. Mi padre lo habló conmigo hace meses y cada que me menciona algo, bueno, me agrada más la idea.

—Me alegro, Loki — se miraron por un breve momento, incluso suaves sonrisas se dibujaron en sus labios.

—Gracias — casi se le salió en un susurro, pero ciertamente la situación era algo incómoda. Podía notar lo tenso que estaba el cuerpo de Thor, y apostaba que él mismo estaba de igual manera.

—No hemos hablado de lo que pasó con nosotros desde…

—No hay nada que hablar — le interrumpió, aunque no con tanta brusquedad — Sabemos bien exactamente lo que pasó y no hay más.

—Lo sé — suspiró pesadamente — A lo que me refiero… Loki, sé que ya nada será como antes. Pero quiero que sepas que siempre vas a estar en mí como alguien importante. Por todo lo que compartimos desde niños, significa mucho para mí.

—Para mí también — confesó — Podemos conservar esas memorias.

—Así que por eso me da gusto que vayas a llevar a cabo tus planes — habían llegado al dormitorio, pero Loki se había detenido sin abrir la puerta, para terminar de escucharle — Sé que falta un tiempo para que te vayas, pero de verdad espero que te vaya muy bien.

—Gracias, Thor — le sonrió casi imperceptiblemente. Se miraron fijamente como por dos segundos más, luego Loki giró para abrir la puerta de su dormitorio. Estaba por entrar cuando Thor volvió a hablar.

—Loki, yo de verdad te quise demasiado — su voz estaba teñida de profunda sinceridad. Loki apretó el pomo de la puerta en su mano. No era capaz de girarse.

—Yo también a ti — y entró, cerrando la puerta de inmediato.

 

*~~*~~*~~*~~

 

Eran cerca de las 7:00pm y ya habían acordado entre todos verse a las ocho para ir a un bar, así que Clint simplemente estaba en su dormitorio dejando pasar el tiempo. Jugaba videojuegos en compañía de Thor, y sólo soltaban una que otra maldición con risas en medio del juego. Ahora llamaban a la puerta y no habían hecho mucho caso a la primera, pero después del segundo llamado, Clint puso pausa y fue a abrir la puerta, no sin antes advertirle a Thor que no hiciera alguna trampa.

Al abrir la puerta se encontró con Bruce, que traía una expresión de angustia, pero que de cualquier forma le hacía lucir adorable, aun así se aguantó a sonreírle. Antes de decirle cualquier cosa, también notó que traía en las manos un ramo de rosas. Le miró confundido.

 

—Necesito hablar contigo — Bruce le dijo, entró al dormitorio y al cerrar la puerta Thor los volteó a ver, pero ellos lo ignoraron.

—¿Qué pasa? — Clint luchaba por mantenerse sereno.

—Te traje esto — le tendió el ramo de rosas. Con lentitud, Clint lo tomó y las miró con detalle, todavía guardando su sonrisa. Nadie nunca antes le había regalado rosas — ¿Recuerdas que cuando me pediste ser novios me diste una rosa blanca? Fue un detalle que aprecié mucho, y me hizo darme cuenta de lo maravilloso que eres, porque desde ese momento no dejaste de llenarme de otros gestos increíbles. Tus palabras dulces, tus abrazos tiernos, el tiempo que me dedicas…, todo Clint. Tanto que ahora me doy cuenta que yo no lo merecía-

—Bruce… — quiso reparar, pero Banner le hizo un ademán para que lo dejase continuar.

—Debí corresponderte de la misma forma, demostrarte mi amor, no sólo recibir el tuyo. Creí que con lo que hacía era suficiente, creí que… que…

—Amor… — murmuró Clint al ver cómo se llenaban de lágrimas los ojos de su novio. Se acercó a abrazarle, en seguida Bruce se aferró a él.

—Te extraño, Clint — sollozó — Te extraño demasiado. Fui tan imbécil, me comporté como un patán cuando sólo me entregabas todo ese cariño. Me encantaban tus detalles, tus palabras, que me llenaras de besos y abrazos aun en público. Jamás me fastidiaste, eres increíble. Tengo miedo de que ya te hayas hartado de mí…

—Cariño, eso no pasará. Te amo demasiado — le acarició el cabello con suavidad ya que Bruce recargaba su frente en uno de los hombros — Creí que era yo el que te estaba hartando con toda mi basura cursi, por eso cambié, a lo que creí que preferirías…

—No, te quiero tal cual eres — elevó el rostro para mirarle — Perdóname.

—Tú también perdóname, amor — le besó en la frente y volvió a abrazarle — También fue un tonto.

—Te traigo algo más — se separó con delicadeza del abrazo.

—No es necesario, amor — le sonrió encantado, como antes, mientras abrazaba con más fuerza el ramo de rosas con uno de sus brazos.

—Lo es. Tú me acompañas a todos los lugares que me gustan y es justo que yo también lo haga.

—Pero lo haces, Bruce.

—Me toca consentirte — del bolsillo de su chaqueta sacó dos boletos que también tendió a Clint.

—Boletos para el Monster Jam — Clint sonrió emocionado — Es genial, amor. Gracias.

 

Se acercaron para besarse con ternura, Clint dejó las rosas y los boletos sobre el escritorio que estaba cerca para poder abrazar a Bruce por la cintura con más fuerza. Poco a poco el beso fue subiendo de tono, hasta que acorraló a su novio contra la puerta. Se escuchó un jadeo de Bruce y en un segundo se escuchó también una tos falsa de Thor. En ese momento ambos pararon y se separaron para mirar avergonzados a un desconcertado Thor.

 

—Perdón, amigo — le dijo Clint. Thor sonrió, levantándose de su asiento.

—Descuiden. Me alegro por ustedes — a ambos les dio una palmadita en el hombro — Los dejaré solos.

 

Quedaron solos en el dormitorio, se miraron cómplices y Clint le puso seguro a la puerta. Recordaban que tenían tiempo antes de reunirse con sus amigos, así que lo aprovecharían.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

El ambiente en el bar era de lo más tranquilo y agradable, tal vez porque era jueves, sin embargo el clan bobo estaba actuando como si fuese ya un fin de semana. La cerveza no falto desde el primer instante en que entraron y las chicas no perdieron la oportunidad de comenzar a bailar. Si en algún punto la situación comenzaba a ponerse sentimental en torno a Loki, era el mismo pelinegro quien les frenaba, pidiéndoles que no hicieran dramas, lo que quería era pasarla bien el tiempo que le quedaba con ellos, y no ponerse a llorar.

Unos cuantos de ellos habían estado jugando pool, aparentemente en absoluta calma, primero con un par de desconocidos y después entre ellos. Pero ahora habían detenido ya el juego y parecía que alegaban. Desde la pista de baile las chicas pudieron observarlos, pero no entendían muy bien lo que había ocurrido, igual no parecían molestos. Quizás era otra de sus tonterías.

 

—Dejen de lloriquear — pedía Tony, rodando los ojos — Ya deberían de estar acostumbrados a que gano en todo.

—Eso fue sólo suerte — le dijo Clint.

—No te engañes a ti mismo, amigo.

—De hecho sí fue suerte, Tony. Deja de alardear.

—¿Ahora qué pasa? — Natasha cuestionó, después de acercarse a ellos con curiosidad.

—Lo de siempre. Tony de presumido — le dijo Bucky, sonriendo con inocencia.

—Dios, ese ego y arrogancia enormes que no sé cómo caben en alguien de su estatura.

—Natasha, en primera, esas insinuaciones a mi estatura son innecesarias. Y segundo, sólo digo la verdad; siempre gano.

—Eso es falso — intervino Maria — No competimos mucho. Además, creo que ha quedado demostrado que en algo cuerpo a cuerpo tú no ganas para nada.

—Es verdad — sonrió Steve.

—¿Qué tal en intelecto? Sin duda gano — les miró son sorna — Quizá el único que me de batalla es Bruce. Ah…, en el karaoke también les gano…

—Pero no bailando, cariño — comentó Darcy.

—En eso yo soy el mejor — dijo Frandal — Sin mencionar que gano en ser el más atractivo.

—Oh por favor, sabemos que eso también lo tengo yo — bufó Tony — Soy guapo sin esfuerzo, a diferencia de ustedes. Lo digo en serio, yo me vería bien usando cualquier cosa.

—¿En serio? — Natasha no disimuló su sonrisa maliciosa.

—Así es — Tony le devolvió la sonrisa — Pero ni te emociones que no estoy diciendo que usaré cualquier basura para probar mi punto.

—Yo tampoco estoy diciendo eso — se fingió ingenua — De hecho, me da igual todo lo que alardeas, porque sé que yo te gano en muchas cosas, además del combate, baile, astucia, atractivo.

—¿En qué, querida Natasha?

—Bebiendo.

—¿En serio crees eso? — soltó una risita — Darling, yo bebo desde que puedo recordarlo. ¡Por favor!

—Tu resistencia en buena — reconoció —Pero no tan buena como la mía, o la de Maria, o Steve, incluso de Bucky. Sin mencionar a Volstagg.

—Simplemente Volstagg no es humano.

—Pero igual, a mortales como nosotros tampoco nos ganas.

—Ok Nat, tú te lo buscaste.

—¿Qué cosa? — se fingió ingenua.

—Veamos quien aguanta más.

—No creo que sea buena idea — comentó Steve, un poco inseguro.

—Oh, te preocupa tu chico, ¿cierto?

—Yo entro. Hay que cerrarle la boca a Tony —se unió Clint, colgando un brazo alrededor de los hombros de Natasha.

—¿Maria, tú que dices?

—Ya sé cómo terminará esto — Hill sonrió — Pero igual entro, quiero beber.

—Ah, creando su equipo malvado como siempre — Tony les miró con ojos entrecerrados.

—Sí, ¿qué te parece nosotros tres contra ti y Steve? Ya que Rogers parece estar preocupado por ti.

—Tres contra tres, Nat. Creí que eras justa.

—Elige a alguien más.

—Bucky — Tony le sonrió traviesamente.

 

Bucky le dio una sonrisa inocente a Natasha mientras se fue a lado de Tony. Steve parecía dudarlo todavía un poco, pero no iba a abandonar a Tony, así que también fue a tomar su aparenta lugar. Pidieron una botella de whiskey para comenzar y los seis quedaron de pie alrededor de una de las mesas, mientras que sus amigos quedaron dispersos, ya que no todos prestaron atención a su nueva tontería. Natasha sirvió la primera ronda de shots y así comenzaron a beber.

No habían tenido mucho tiempo en el bar antes de eso, y tampoco habían bebido demasiado, quizá un par de cervezas cada quien, así que se sentían completamente bien y por ello se les hacía fácil comenzar con ese reto de los shots.

 

—Esto es tan fácil para mí — Tony sonrió.

—Como agua, cariño — Natasha le guiñó un ojo.

 

Por supuesto que comenzaron con prisa y aparente facilidad, por lo que la primera botella se terminó rápidamente. Cuando iban a la mitad de la segunda botella, Tony y Clint comenzaron a moverse con ansiedad, mientras que Steve y Bucky sólo se limitaban a hacer gestos graciosos y Hill y Natasha seguían como si nada.

La segunda botella se terminó y mientras el bartender traía la siguiente, Clint intentó bailar, quizá pretendiendo despejarse, pero con unos cuantos movimientos y terminó cayendo de nalgas al suelo riendo como imbécil. Entre Thor y Bruce le pusieron de pie y lo condujeron hasta una de las sillas. Estaba claro que estaba fuera.

 

—Sólo quedan ustedes dos, así será mucho fácil — Tony ya arrastraba notablemente las palabras y se recargaba en la mesa con muy poco equilibrio.

—Muy pronto ya no aguantarás — canturreó Maria, también hablando con un poco de dificultad.

—Ustedes tres perderán — Natasha les señaló exageradamente. A todos se les notaba la ebriedad.

—Creo que para hacer esto más justo, yo me retiro y quedan dos y dos — anunció Bucky.

—No — se quejó Tony, haciendo un leve puchero mirando cómo James se alejaba tambaleándose.

—Bien, continuemos — decidió Steve, tomando la nueva botella que les entregaban.

 

Ya era difícil servir los shots al sentirse mareado, pero igual continuaron. Los cuatro se recargaban pesadamente en la mesa y de pronto se reían sin razón. Sus ojos estaban rojos y les era difícil mantenerlos completamente abiertos.

 

—¿Y atuviste suficiente, Tony? — Maria le cuestionó cuando lo vieron recargar su frente en la mesa.

—Aún puedo más — gruñó — ¿Por qué no se rinden ya?

—No será tan fácil para ti, Tony — a Natasha se le escapó una risita.

—Hey — Sam llamó su atención — ¿Y qué pasará con los perdedores?

—Sólo es para callar a Stark — dijo Clint, aunque apenas se le entendió.

—Sí…, pero creo que ahora no parece suficiente — ambas chicas le miraron de esa forma maliciosa.

—¿Quieren apostar? — Tony las retó.

—Tony, no… — Steve quiso intervenir, pero casi era ignorado.

—Apostemos — Natasha ensanchó su sonrisa, se giró hacia Maria y ambas comenzaron a secretearse entre risas — Ok, si pierdes te vestirás de novia y saldrás así a la calle, actuando como tal.

—¿Qué? — parpadeó repetidamente, confundido.

—Vístete de novia, sal a la calle, actúa como si recién te hubieras casado — explicó de nuevo Maria.

—¿Y quién será el novio? — preguntó sólo por mofa — No, la pregunta en realidad es: ¿ustedes qué harán si pierden?

—Hagamos esto — Natasha los miró a los tres con atención — Si Steve pierde antes o enseguida de ti, él será el novio. Si Maria y yo perdemos antes de ti…, pagamos por todas las botellas y además haremos todo lo que quieras por 24 horas.

—¿En serio?

—En serio — aseguró Maria.

—Entonces continuemos, porque ustedes van a perder.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Carajo, apenas abrió un poco los párpados y la luz le molestó intensamente, además una punzada en la cabeza le invadió con fuerza, giró un poco a su costado y sintió náuseas. Llevó las mantas a cubrir toda su cabeza y se quejó sonoramente, percibió el olor de licor que emanaba de él. Tras parpadear repetidamente por fin pudo mantener los ojos abiertos, aunque el dolor de cabeza seguía muy presente, al igual que las náuseas y el mareo cuando se incorporó en la cama.

Loki no estaba, el reloj marcaba que eran las 11am, era obvio que quedó muerto de la noche anterior por tanto alcohol y no se logró levantar para ir a las clases. Haciendo un poco de memoria, se dio cuenta de que no recordaba en qué maldito momento volvieron a la escuela, de hecho, no lograba recordar parte de la noche.

Se decidió a ir a la ducha porque era un desastre, después de haberse arreglado se fue a comer algo y checó su móvil. Tenía varias fotos de la noche anterior que no recordaba haber tomado. Diablos, que sí tenía una cara de ebrio total. Sonrió solo mirando todo. Vagó por unos momentos y después volvió a su dormitorio, donde sorpresivamente Natasha y Maria ya estaban ahí. ¿No había cerrado con seguro la puerta? Ya no importaba…

 

—¡Tony! — ambas exclamaron con grandes sonrisas.

—No quieren perder el tiempo para torturarme, ¿eh? — se cruzó de brazos al mirarlas tan despreocupadas en su cama.

—No Tony, sólo que tenemos que discutir lo que dijimos ayer.

—¿Gané…? — preguntó dudoso. Ambas chicas soltaron la carcajada.

—Por supuesto que no — siguieron riendo ante la cara de pánico que puso Tony. En ese momento llamaron a la puerta y con naturalidad, Maria se levantó y fue a abrir — Pasa Steve.

—¿Eh? — Tony se giró a mirar a Rogers, todavía confundido.

—Ambos perdieron, así que hablemos. Tienen que cumplir — les dijo Natasha.

—¿Cómo te sientes? — Steve le preguntó a Tony.

—Bien. Resaca…, pero bien.

—Todos tenemos resaca — Hill rodó los ojos — Hablemos de lo que apostaron.

—Jugaran a ser recién casados, vagando por la ciudad, tal vez sólo los pubs.

—¿Hablan en serio?

—Muy seriamente, te lo buscaste — Natasha le señaló con el dedo — Y después Steve también estuvo de hablador queriendo defenderte. Ambos se lo buscaron.

—Estuvieron de acuerdo — Maria se cruzó de brazos — ¿Van a decir que se echarán para atrás como gallinas?

—Jamás — exclamaron ambos a la vez.

—De acuerdo — ambas sonrieron — Síganos.

 

Tony y Steve se miraron desconfiados, pero igual se decidieron a seguirlas. Sólo llegaron al dormitorio que ambas chicas compartían, pero al entrar se encontraron con Sif y Darcy esperando. Y no sólo eso, en medio de la habitación estaba un maniquí con un vestido de novia. En cuanto entraron, Tony cerró la puerta.

 

—¿Así que lo del vestido de novia era en serio? — preguntaba Tony algo curioso al ver las expresiones de las chicas y la de Steve.

—Vamos a que te lo pruebes — dijo entusiasmada Natasha.

—No sabía que sí tenían uno — Tony seguía un tanto desconcertado.

—Si hicimos esa apuesta era porque podíamos hacerlo.

—Vestido y accesorios, cortesía del taller de teatro.

 

Al parecer ya lo tenían listo. El maniquí estaba con el vestido puesto con todo y velo. Steve y Tony le echaban un vistazo al vestido. Rogers quedó casi estático en su lugar y Tony sí se acercó a mirar de cerca los sutiles pero lindos detalles y a tocar la tela de la falda que llamó mucho su atención, tan delgada que se trasparentaba, por ello traía varias capas sueltas y de base sí tenía una falda blanca. Era ampón, pero no exageradamente, casi parecía de muñeca. El corsé venía forrado por un lindo encaje en conjunto con algunas piedras brillosas, el encaje casi trasparente seguía hasta poco arriba del corsé para no ser escotado y con el mismo encaje le seguían unas mangas cortas.

 

—Es muy bonito — comentó cuando dejó de mirarlo.

—¿En serio? — las chicas se alegraron al oírlo.

—Sí, ¿me quedará? — continuó preguntando realmente interesado.

—Sí, tienes que medírtelo — se adelantó Natasha para quitarle el vestido al maniquí. Tony estalló en risas junto con Steve.

—Estoy bromeando, ¿no entienden? — dijo entre risas el castaño — No me pondré eso.

—Pff, cobarde — escupió Darcy con desdén.

—Si ya te da miedo jugar con nosotras mejor no te hubieses metido o al menos no aceptar la apuesta — le dijo ahora Maria de la misma forma. Natasha también le hizo una mueca y dejó el vestido en paz.

—Bueno, Steve, ¿ahora con quién cumples la apuesta? — preguntó la pelirroja cruzándose de brazos al igual que Hill y sentándose en la cama, mirando al rubio — ¿O también te vas a echar para atrás como marica? — soltó con desaire. Ninguna de las chicas hacía caso al ceño fruncido de Tony, ya ni lo miraban.

—Mejor ya vete, Stark. No estás dentro del juego — dijo Darcy sin mirarle — No aguantas nada, así que tampoco te puedes burlar de los demás.

—¿Quién cayó además de ellos? – Decía Sif. Continuaron analizando sin prestarle atención. Tony se ponía más ceñudo, las chicas eran rudas en sus reglas, hasta más que sus propios amigos varones. Pareciera que no iban a perdonarle una falta. Y así como eran de insolentes ya se imaginaba que lo ignorarían el resto de la existencia, y no sólo eso, sino que con su imprudencia sólo estarían molestándolo a cada oportunidad. Sí, estaban locas y eran mucho más pesadas que todos sus amigos juntos.

—Clint fue el primero, después Bucky abandonó — dijo María, queriendo recordar.

—No creo que a ninguno de ellos les quede el vestido, tampoco a Steve — Natasha intercalaba miradas entre Steve y el maniquí.

—Está bien. Lo haré — dijo de pronto Stark — Aunque no creo que ese vestido me entre, ni que nadie se crea que soy una mujer. No me parezco a una en lo absoluto — suspiró con resignación. Las chicas se miraron serias entre ellas y luego sonrieron sin aguantarse más. Sonrisas maliciosas que a Tony le hicieron arrepentirse de retractarse.

—Por eso hay que medírtelo primero, para saber si te queda — decía en tono dulce Natasha — Con maquillaje y una buena peluca se puede hacer magia, así que parecerás una chica.

—Una horrenda chica — decía destrozado — ¿Y qué ciego no va a notar que el cuerpo de “la novia” es de hombre?

—Agh, cálmate, hombre — decía Darcy ya dignándose a mirarlo — Ni que anduvieses desnudo, además el vestido es ampón, el corsé te marcará la cintura como una mujer, no tiene escote. Te pondremos algo de relleno, pero nadie podrá notar que es falso. Las pequeñas mangas y el resto del encaje disfrazaran para que no sea tan notorio que tienes hombros y espalda de hombre. ¿Contento?

—Todavía no me lo pongo y ya me siento un completo marica — decía más dramático.

—Además también te vas a tener que depilar — señaló Natasha. Tony arrugó la frente.

—¿Qué? Yo me depilo lo que se debe y ya.

—Hablamos de nada de vello — dijo María. Tony enarcó una ceja.

—Eso, estoy libre de vello. ¿No es así, Steve? — miró a Rogers y éste carraspeo.

—No se refieren a sólo ahí — ahora trataba de hacerlo entender él.

—Todo el cuerpo — dijo Sif — No sólo el vello púbico.

—Oh… — expreso Tony al entender — Bueno, no es problema.

—Ok, Steve, salte. Atenderemos a la novia — dijo divertida Natasha empujando a Steve hasta la puerta.

—Luego te toca a ti — le recordó María — Tenemos un lindo traje.

 

La puerta se cerró dejando a Steve fuera y Tony se vio prácticamente acechado por unas maniáticas. Primero se probó el vestido y para su desgracia le quedó, ni el corsé le molestaba tanto. Darcy se mofaba de él diciendo que hasta parecía que había sido hecho a la medida de él porque hasta el largo estaba perfecto. Para nada quiso mirarse al espejo, sólo se dejaba hacer y sabía cómo lucía por lo que las locas de sus amigas decían. María y Natasha insistían en apretar más el corsé, hasta que él se quejó que lo dejarían sin respirar. Afortunadamente para el pobre de Tony, sólo fue eso por ese día, porque mañana ya tenía que presentarse con el resto del cuerpo depilado. Salió de la habitación de las locas de Romanoff y Hill. Fue directo a la suya y ya no salió. Joder, ¿en qué se había metido?

 

*~~*~~*~~*~~*

 

—¡Wuju, sí! Vamos a la playa — exclamó Clint felizmente.

 

Y es que resultó que ese sábado por la mañana lo habían decidido de pronto, por dos razones; para seguir aprovechando el tiempo con Loki, y para que Steve y Tony pudiesen cumplir más cómodamente su apuesta. Irían a la casa de Tony, la misma en la que celebraron su cumpleaños hace casi un año, casi porque faltaba sólo una semana para que cumpliera los 21. Pensaron que sería más complicado e incómodo andarse moviendo vestido de novia por la escuela y cerca de ésta, más en los pubs que suelen frecuentar.

Llegaron y volvieron a repartirse las habitaciones, se tomaron su tiempo para acomodar sus cosas. Luego fueron al jacuzzi, pero atardecía y tenían que prepararse para llevar a cabo la apuesta prometida, así que las chicas salieron llevándose a Tony consigo para comenzar a arreglarse. Sólo que a un paso de entrar a la habitación donde ellas tenían todo preparado, Tony entró en pánico y se echó a correr. Apenas alcanzó a escuchar sus risas.

Iba rumbo a la terraza de nuevo, donde habían quedado el resto de sus bobos amigos. A punto de llegar los escuchó hablar sobre la apuesta, y aunque ya habían estado molestándolo durante todo el trayecto respecto a eso, ahorita estaban hablando de eso como si él no estuviese ahí. Es decir, en realidad ellos no creían que estaba ahí, pues Tony se quedó un tanto avergonzado en el último escalón antes de llegar a la terraza, no podía verlos ni ellos podían verlo, pero lograba escucharlos perfectamente.

 

—Es totalmente la culpa de Stark, por alardear y meterse con ellas — se escuchó la relajada voz de Clint.

—Yo no habría aceptado algo así — comentó Bucky.

—Y tú Steve, diablos hombre, tendrás que pasar lo mismo — ese era Thor.

—Quizá sólo quieran molestarlo un poco — habló Steve.

—Hasta crees. Sabes que lo harán cumplir — dijo Loki.

—Tendrás a tu novia — Thor se mofó, se escucharon las demás risitas.

—Lo único que le faltaba a Tony — más risas cómplices. Tony frunció el ceño.

—¿A qué se refieren? — Steve preguntó.

—No es secreto que no somos ningunos santos — comenzó Clint — Pero ya sabes lo que decimos los chicos cuando pensamos cómo seríamos si fuésemos mujeres.

—Que seríamos unas putas — Bucky aclaró.

—Y bueno, a Tony nada más le faltaba el atuendo — más risas.

—Hey — reprendió Bruce — ¿Van a comenzar?

—Hablamos de todos. Aceptamos que somos más putas que algunas chicas. Sólo que Tony ahora irá un paso delante de nosotros.

—Siempre supe que él nos superaría.

—Tiene ese algo que hace que sobresalga su putería — mierda, no dejaban de reír.

—Oh, ya cállense — pidió Steve, pero claro se escuchaba su risa.

—Vamos Steve, tú mejor que nadie ha de saber las técnicas que ha de compartir con una…

—Ya no digan esa palabra — exigió Bruce. Pero Tony sabía, iban a decir de nuevo puta. Porque jamás se pudo quitar de esa etiqueta, aunque ¿alguna vez lo intento? Ese no era realmente el punto, como habían señalado antes de eso, sabían que ninguno de ellos era un santo y bien podían cargan esa etiqueta, pero… se sentía extraño ahora porque… ¿Por qué Steve no decía nada? ¿Por qué si sabe que no se ha acostado con nadie más desde hace mucho más que sólo con él? ¿Por qué no podía dejar de verlo así?

—Pero su experiencia es lo que lo hace buenísimo en la cama, así que no me interesa — dijo Steve.

—Amplia experiencia — enfatizó Thor…

—Dejen de hablar así de él — ahí iba de nuevo el bueno de Bruce.

—No es nada que él no sepa — se defendió Clint — Además él también habla así de nosotros, nos lo ha dicho en nuestras caras, ¿no es cierto?

—Pero él bromea.

—Nosotros también.

 

Tony volvió escaleras abajo aunque presintió que iban a seguir con el mismo tema. Sí, hablaban cosas vulgares entre ellos y de ellos, como los imbéciles que son. Sólo con Steve ya no había hablado así, ya no se habían ofendido en uno al otro, quizá por lo cercanos que se volvieron. E ingenuamente pensó que Steve había hecho de lado todas las ideas que tenía de él, aquellas que le hirieron en el pasado. Tony se había creado un nuevo concepto de Rogers mientras se fueron conociendo, y pensó que Steve igual con él. Al parecer no fue del todo así. Se sintió ridículo porque eso lo hizo sentirse desanimado.

Volvió donde las chicas, tenía que cumplir de cualquier modo la apuesta. Ellas lo esperaban pacientemente.

 

—Bien, Tony, ¿listo? — preguntaba Sif frente a él. Tony asintió y comenzó todo el desastre.

 

Lo habían sentado en una silla cerca del tocador de la habitación donde las chicas habían colocado un montón de diversos maquillajes y comenzando a ser maquillado quién sabe de qué forma, después de haberle puesto una extraña mascarilla. Las chicas hacían conjuros para todo, eso parecía. Simplemente se dejaba hacer mientras Natasha y Sif arruinaban su rostro y Maria junto con Jane peinaban una peluca castaña algo larga y Darcy hacía el ramo de la novia que no tenían.

 

—Oigan, ¿alguien pensó en los tacones? — dijo de pronto Darcy, recordando ese detallito.

—¡No usaré tacones! — gritó Tony que seguía siendo maquillado.

—No seas chillón — le reprendió Maria — Son pequeñitos los tacones y sólo falta ver si te quedan.

—¿Por qué no se los medimos antes? — se cuestionó Natasha.

—Yo que sé — respondió simplemente Hill.

—Porque estaban tan emocionadas por dejarme sin respirar con el maldito corsé de mierda — se quejó Tony.

—Shht! O te quedará mal el maquillaje — le advirtió Sif.

 

Continuaron con el maquillaje, Maria y Jane ya habían terminado de peinar como quería la peluca y Darcy igual había terminado de hacer el ramo. Así que caminaron hasta el living donde ya se encontraban todos los chicos después del jacuzzi, así que ahí también estaba Steve, tumbado en uno de los sillones. Le dijeron que ya se era hora de que se pusiera el traje para esperar a su noviecita. Así que les hizo caso. Luego las chicas volvieron a donde Tony ya había sido maquillado. Y éste seguía sin querer mirarse a un espejo.

No era exagerado lo que le pusieron, sino parecería un DragQueen, sólo utilizaron algunos truquitos para hacerlo lucir como una chica y lo demás fue sencillo. La bese, un poco de rubor, tenues sombras en tonos café, un delineado en los párpados, y labios de un color rosa pálido.

 

—¿Y ahora qué? — decía desesperado Stark al ver que sólo le miraban la cara.

—Mídete los zapatos — ordenó Natsha. Tony se los puso de mala gana y le quedaron un poco ajustados, pero ellas lo tomaron a bien y le dijeron que así se quedara, que si el pie había entrado a los zapatos era suficiente.

—Ahora el vestido — decía emocionada Sif. Con ayuda de María retiraron el vestido del maniquí.

—Oh, vaya. Éste es un ritual importante para ustedes, ¿verdad? — Tony les dijo irónico, al ver como las chicas se emocionaban por humillarlo.

—Es el día de tu boda, Tony. Es un día importante — Natasha fingió un tono meloso sólo para fastidiarlo.

—No querida, no es boda, es fingir que ya fue la boda — le corrigió en el mismo tono, ya comenzando a jugar.

—Se divertirán — dijo Sif. Ganándose una mirada fulminante de parte de Tony.

—Quítate la ropa — pidió Darcy. Tony se quitó todo quedando sólo con sus boxer. María y Sif ya iban a colocarle el vestido pero Darcy las detuvo —  Antes del vestido va esto — les mostro el bra con relleno que habían adaptado para ponerle a Tony.

—Y esto — ahora Natasha elevaba otro objeto. Y las demás sonrieron maliciosas. Tony ya estaba que se daba de topes. ¿Qué era todo eso? Unas jodidas medias que Natasha ya le había advertido que se usaban debajo del vestido, ¿pero el puto ligero, o liga como le dijesen, también?

—Déjame verla — Darcy le había arrebatado la Liga de novia y la miraba con detalle — Está genial, parece de babydoll. Y esto lo sacan con los dientes, ¿verdad?

—¡Darcy, cállate! — pedía desesperado Tony.

—Ah, está bien. Póntelas — le aventó la liga y Natasha le arrojó las medias.

 

Tony de inmediato se comenzó a colocar las medias que le llegaban al muslo. Las chicas le miraban atento y él no sabía qué pensaban ni quería averiguarlo. Al terminar de ponerse eso se colocó la liga tras preguntar en qué pierna debía de ir y a qué altura y para qué. Aunque la última pregunta no le respondieron. Se colocó los zapatos de nueva cuenta y posteriormente entre todas le pusieron con cuidado el vestido. Cuidando el maquillaje y que no se jalara con algo. Apretaron el corsé como habían quedado y el vestido estuvo perfecto. Por último la peluca, Maria junto con Jane trataban de acomodarle lo mejor posible para que no se le cayera. Alguien tocó la puerta y dijeron que no podían abrir porque la novia no estaba lista. Tony nada más no les soltaba un buen golpe porque ellas eran chicas, muy crueles, pero chicas al fin y al cabo.

 

—Soy Loki, yo sí puedo ver a la novia — se escuchó detrás de la puerta la voz del pelinegro. Con cautela Sif fue a abrirle cerrando de nueva cuenta la puerta tras haberlo dejado pasar — Wow.

—¿Linda novia? — preguntó Natasha al ver la expresión de Loki.

—¿Si es Tony? — preguntó.

—Claro que soy yo, idiota — le respondió Stark casi gruñendo, estaba que ya no soportaba más. Mientras le peinaban la peluca después de haberla desacomodado un poco.

—Sí, es él. — dijo convencido Loki al escucharle insultarlo — Una dama no debe de hablar así.

—Te golpearé.

—¿Por qué? Yo no tuve nada que ver en esto — se defendió — No te desquites conmigo, amigo. Mejor guarda esa furia para tu noche de bodas con Steve — las carcajadas de las chicas aparecieron y Tony ahogó el coraje.

—Ya está todo listo — dijo María cuando terminó de acomodarle la peluca correctamente. Todos le miraban con detalle — Mírate en el espejo, Tony.

—No — negó con la cabeza. Qué vergüenza.

—Oh vamos. Te ves increíble — le decía Loki y a Tony le parecía que era lo más estúpido que podía decirle — Llamaré a Steve — dijo y salió en busca del rubio.

 

Ahora Tony moría más de vergüenza. Explotaría con las bromas que sabía que se avecinaban al estar Rogers presente en cualquier momento. Así que ya estaba concentrando esa vergüenza en coraje para golpearlo por la primera babosada que osara a decirle. Estaba tan encimado en su coraje que no notó cuando Bruce, Clint, Sam, Bucky y Thor también habían entrado a la habitación y le miraban igual sorprendidos por el cambio. Ni hombre parecía, tampoco parecía Tony a simple vista.

 

—¿Dónde está mi preciosa no…via…? — Steve había entrado confiado dispuesto a burlarse con todas sus ganas. Pero las palabras se le fueron apagando cuando miró bien a Tony. Sí era para dejarlo con la boca abierta por el cambio tan radical y bien hecho. Las chicas eran unas magas con el maquillaje y el vestido ocultaba bien la fisonomía de hombre. Sólo una cosa: ¿Por qué Tony le miraba asesinamente? Tragó en seco.

—¿Qué decías, imbécil? — gruñó Tony, acercándosele amenazadoramente. Ahora todos quedaban igual de mudos, pero por no querer enfadarlo.

—Eso, cosas de imbécil — dijo ya mirándolo frente a él y muy de cerca. Así ya se distinguía que era Tony, pero seguía luciendo como una chica — Pero ahora, en serio, te vez muy bien — dijo sincero y todavía embobado. Tony bufó, de pronto ya no se sentía tan molesto.

—Es ridículo. ¡Cómo me voy a ver bien con todo esto! — señaló su cara y el vestido — Y sobre todo con esto — ya sin importarle las burlas alzó la falda dejando ver las medias y la liga de encaje. Al ver las miradas y sobre todo la escrutadora de Steve mejor dejó caer de nuevo la tela y se sentó pesadamente en la cama sin mirarlos — Ya, búrlense. Para eso era todo esto.

—Pero Tony, no te ves ridículo, Te ves bien, en verdad — trataba de decirle Clint, extrañando a algunos por querer darle ánimos a Tony, aunque todos coincidían que era cierto lo que le decía. Tony bufó. 

—De acuerdo… — comenzó a decir tranquila Natasha, haciéndole ademanes a los demás de que salieran de la habitación — La apuesta se suspende. Quítate ya todo, Tony. Si necesitas ayuda nos llamas.

 

Todos salieron de la habitación, excepto Steve que volvió a cerrar bien la puerta. Pasó sus manos por el traje que le había tocado ponerse y caminó a pasos muy lentos hasta Tony. Sólo se sentó a su lado, aprovechando para mirarlo una vez más con detalle. Tony se puso de pie y caminó hasta estar frente al espejo de cuerpo completo, mirándose al fin. Y se comprobó que no se veía nada grotesco y era cierto que parecía una chica a simple vista. Su rostro, el vestido, la peluca. Lo trasformaban por completo. Miró a Steve.

 

—¿Pretendes salir conmigo así para burlarte? ¿No te avergüenza?

—Era para divertirnos juntos. No para burlarme de ti — volvió a caminar hasta su lado — Me gusta hacer tonterías, y Tony, tú amas hacer está clase de locuras para divertirte a costa de otros. Nos gusta hacer el ridículo. Y cómo me avergonzará salir contigo si ya presiento que seré la envidia de muchos — le sonrió con ganas.

—¿Tú crees que sí se crean ésta basura y nos den cortesías y nos hagan fiesta a dónde vayamos? — preguntó menos enfadado.

—Con mi linda esposa, claro que sí — le dio una amplia sonrisa. Tony volvió a fruncir levemente el ceño. Le dio un golpe en el hombro.

—No me digas esposa, ni novia — pidió con severidad — Esto es falso — dijo poniendo las manos sobre el pecho ahora falso. Segundos después llevó sus manos a señalar su entrepierna — Y aquí no hay lo que tiene una mujer — giró el rostro para dejar de mirarle. Pero en un momento Steve ya le abrazaba por la espalda.

—Eso lo sé perfectamente. Y tú sabes que te prefiero a ti antes que a cualquier mujer u otro hombre — confesó sin importarle ya. Tony se puso nervioso ahora, su corazón latía más de prisa y evitaba mirar al otro. Esas palabras se oían como una confesión y no podía ser, además la situación le seguía incomodando. Sintió como Steve buscaba sus labios para besarle.

—No — ladeo el rostro para evitar el contacto. Pero Steve no desistió y plantó insinuantes besos en el cuello expuesto. Volvió a negar insistentemente cuando ya el rubio hacía el intento de subir la falda — Seré tan puta como piensas, pero no es para que me folles cuando se te dé la gana, ni cómo quieras — lo empujó sintiéndose mal.

—Perdón — tomó distancia de nuevo. Tony se notaba todavía mal y ahora él mismo se sentía mal por aquello que mencionó Tony. Él no pensaba así de él…

—Sólo vamos a hacer el maldito show que tanto quieren y a ver qué resulta — dijo recomponiéndose.

 

Steve ya también le agarraba el ritmo de ser sincero a fingir de nuevo que nada era serio, así que le sonrió como Tony lo hacía y salieron de la habitación para encontrarse con los demás en el living.

 

—¿Qué pasa? ¿Si cumplirán el reto? — preguntó asombrado Thor al verlos bajar cada quien con su atuendo.

—Por supuesto — respondió Tony.

—De acuerdo. Pero te falta el velo y el ramo — recordó Natasha que rápidamente regresó a la habitación para ponerle el velo y darle el ramo.

—Me siento horrible — dijo en voz baja, siendo escuchado sólo por Steve y Natasha que le acomodaba todavía en velo.

—Te vez bien — le recordó Steve.

—Es enserio, Tony. Pero si quieres suspendemos todo — le animó Natasha.

—Hay que hacerlo, pero si a la primera no nos creen ya lo suspendemos — les dijo Tony.

 

Antes de subirse al camaro, Clint y Loki le ponían por la cajuela el jodido letrero adornado que decía Just Married. Steve sonrió divertido y Tony sólo agradeció que no le colgaran las horribles latas que le parecía absurdo.

El plan era sencillo: Steve y Tony tenían que ir a un Pub que ya habían elegido. Llegarían así como recién casados, el punto era jugarle a eso para cortesías de alcohol gratis y cover sin pagar. Es decir; que les hicieran fiesta a dónde quiera que se fueran a meter. Los demás les seguirían sólo para ver que cumplieran con el reto. Fingirían ir a parte para que les ofrecieran con mayor razón todo de cortesía a los novios.

Steve condujo hasta el pub que habían elegido, uno muy ostentoso donde era su política permitir el paso sólo a los que lucían bien. Trató de hacer ruido para que de inmediato todos notaran el auto, lo que decía el letrero en la cajuela y los viesen bajar. Salió de la puerta del piloto, rodeo el auto y le entregó las llaves al del valet-parking para después abrir la puerta del copiloto y ayudar a bajar a Tony como buen esposo.

Stark se veía muy avergonzado y más porque comprobó que todas las miradas estaban puestas en ellos; la mirada de los del valet-parking, las de los guardias a la entrada y a la de todas las personas que esperaban a ingresar al lugar. El chico que se llevaría el auto a estacionar los felicitó, luego Steve caminó tomando a Tony de la mano hasta donde los demás estaban y recibieron algunas felicitaciones más de unas animadas personas. Los guardias les hicieron de inmediato una señal para que se acercaran y sin pedirles identificación ni cover los dejaron pasar.

Ya dentro en el pub siendo iluminado por luces neon, se miraron sonrientes por haberlo conseguido. Ya había muchas personas dentro del ostentoso lugar que se divertían. Comenzaron a caminar por ahí recibiendo de nuevo felicitaciones y vasos levantados por el brindis. Llegaron hasta la barra dispuestos a pedir algo. Miraron hacia la puerta y comprobaron que sus amigos iban entrando, porque claro, casi no pasaban desapercibidos.

 

—¡Wow! Recién casados, amigos — un grupo de personas entre hombres y mujeres los miraban cuando uno entre ellos lo dijo — ¡Felicidades a los dos! — les dijo y ambos le sonrieron.

—Gracias — respondió Steve.

 

Tony se limitó a asentir tímido porque no había pensado en su voz si lo delataría. El bartender se acercó y el rubio pidió dos tragos de Whiskey, cuando se los entregaron el chico que los atendía les dijo que iba por cortesía, así que Stark y Steve volvieron a sonreír. Se tomaron con calma los tragos aceptando los comentarios agradables que algunos les ofrecían, y los halagos al vestido de Tony. Poco después el grupo de chicos que también los habían felicitado cuando llegaron a la barra los habían unido a la conversación, Stark permitiéndose hablar sin hacer muy aguda la voz, después de todo la música podía disfrazar su tono. Los chicos resultaron ser muy agradables, tanto que después pidieron la botella entera del Whiskey que al parecer a Tony le gustaba, yendo por cuenta de los extraños.

Los minutos transcurrieron de prisa, en un principio Steve y Tony todavía estaban al pendiente de sus amigos que los vigilaban de lejos, pero después estos mismos se distrajeron en su propia diversión. Ya habían terminado la botella que compartieron con los extraños y ya estaban abriendo la segunda. Los presentes habían pedido una melodía al Dj más apta para los novios que ya estaban festejando, así que se vieron obligados a bailar algo cursi, pero con el ambiente y el alcohol que comenzaba a instalarse en su cuerpo no les importó. Lo hicieron divertidos, para después regresar el pub a su música habitual.

Después Steve recibió un mensaje de texto de Natasha, diciéndole que todos querían a la playa un rato antes de que anochecerá por completo. Tanto él como Tony, se decidieron a quedarse un rato más en el pub, el jueguito les resultó divertido. Así fue como sus amigos se marcharon y ellos quedaron ahí, recibiendo cortesías y conociendo a otras personas que les felicitaban por la boda.

Sólo que en realidad terminaron varias horas más en el pub, sin aparentes intensiones de salir. La noche corría y ellos no se inmutaban. Bailaron varios temas más ya sin el cliché de baile de boda. Todos los varones brindaron por el novio, y las damas brindaron por la novia que ya se notaba muy alegre. Algunas chicas se acercaron para seguir halagando el vestido y el peinado de Tony, y le sugirieron arrojar el ramo ahí. Ya que el Dj había cedido el micrófono en un momento a Steve para decirle cosas cursis a su esposa, y ahí dijo que habían preferido celebrar así su “casamiento” porque les gustaba divertirse. Tony aceptó porque ya estaba con copas de más de tantos tragos que les ofrecían y le parecía grosero rechazar, (excusa sólo para beber y divertirse en medio de esa locura), al igual que Steve y sus nuevos amigos.

 

—Voy a lanzar el ramo — dijo cuando terminó de beber uno de sus tragos. Steve sonrió con ganas al ver que Tony se estaba divirtiendo en medio de la situación absurda.

—¡Escuchen! — gritó una de las chicas que los acompañaban con los otros. Por encima de la música los demás le hicieron caso al ver que tenía que ver con los novios — ¡La novia lanzará el ramo! — volvió a gritar más fuerte y ebria. La mayoría de las chicas se reunió detrás de donde estaba Tony y con ayuda de Steve y otro de los sujetos le ayudaba a subir a una silla dándoles la espalda para arrojarlo. Ya antes se había quitado los zapatos, así que con más confianza subió a la silla.

—Qué divertido — reconoció Tony con una sonrisa boba en su rostro — No me sueltes, cariño, que me puedo caer — se metió en su papel de novia. El rubio le asintió y se quedó tomándole de la mano y la cintura.

—A las tres —dijo una de las chicas detrás de él — Uno — y él comenzó a balancear el ramo de arriba abajo — Dos…

—¡Tres! — lo aventó sobre su cabeza sin voltear, escuchando los gritos que pegaban las mujeres por intentar agarrarlo. Se giró con ayuda de Steve para mirar cómo se peleaban supuestamente por él, hasta que una chica salió ganando. Stark sonrió y se quitó el molesto velo — También aventaré esto.

—Eso no se arroja, ¿o sí? — Steve le dijo confundido.

—No sé, pero ya me fastidió — lo hizo bolita y gritó a las chicas — ¡Ahora el velo! — y sin conteo lo arrojo. Y si eso no se acostumbraba a hacer, de igual manera las chicas lo agarraron. Bajó de ahí y se volvió a sentar para continuar bebiendo y conversando, pero ahora los varones les miraban — ¿Qué?

—Le toca al novio arrojar la liga — dijo uno de los chicos. Steve quedó sorprendido y Tony se atragantó con su bebida.

—Eso no lo vamos a hacer — dijo tranquilamente Steve, en su papel de buen esposo — A ella le avergüenza. Además, quisiera hacer eso cuando ya estemos en privado.

—Te comprendo perfectamente, hermano — uno de los sujetos le dio una leve palmada en la espalda.

 

(Obviamente esta tontería continuará xD)

 

 

Notas finales:

¿Cómo decir esto…? Bueno, como la historia es larga y nuestros queridos bobos ya han pasado por mucho, ustedes han de creer que ya todo irá lindo de ahora en adelante, ¿no? Pues me van a querer matar, pero como no me gusta agarrarles tan de sorpresa, les digo que se vayan preparando emocionalmente, porque ya viene lo más difícil para ellos.

Gracias por seguir leyéndo :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).