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Stupid youth. por LynValo

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Notas del capitulo:

Hola. Ojalá les guste éste capítulo. 

Sinceramente estaba con una jodedora resaca como para haber ido a clases. Cuando despertó Loki ya no estaba y supuso que él si se habrá ido a cumplir con sus deberes. Tony ahora caminaba por el campus perdiendo el tiempo solamente, ya había ido al dormitorio de Bruce pero tampoco lo encontró, señal de que también estaba estudiando. Es más, hasta de Bucky no había rastro. Malditos cumplidos. Él ya se pondría al corriente pronto, ese no era problema.

Miró hacia a delante del camino por donde iba y de lleno se topó con Steve. Era realmente escasa la gente que se veía vagar, la mayoría estaban en distintas clases y eso, pero Rogers estaba dentro de uno de los jardines tumbado a la sombra de un árbol con un cuadernillo en mano y con su atención clavada en las hojas. Tony dudó en acercarse pero al final optó por ello porque no quería seguir aburriéndose solo. Se encaminó con lentitud y en ningún momento capto la atención del rubio, por lo que cuando estuvo cerca de él le echó un vistazo al cuadernillo y pudo contemplar un notable dibujo en la hoja que se mostraba, antes de que Steve se haya girado para mirarle. Tony en seguida le sonrió.

 

-Hola, ¿perdiendo el tiempo? – Le saludó casual Tony sentándose a su lado sobre el césped, y en un acto no tan casual le dio un beso en la mejilla, según él como un saludo normal, pero con nadie hacía eso.

-…Hola. – Respondió sorprendido, más que nada por el pequeño beso tan amigable. – Sí, sólo estoy aquí. – Finalizó su respuesta. Cerró el cuadernillo y le continuó mirando.

-¿No has entrado a ninguna clase? – Continuó con su charla normal.

-No, no tengo intenciones de hacerlo, al igual que tú.

-Tengo mucha resaca como para estudiar. – Se defendió. Permaneció mirándole con una suave sonrisa, quería seguir hablando pero no se le ocurría que decirle, ya que con Rogers siempre se le iba todo en discusiones, nunca se habían tratado como amigos. Y al parecer Steve se encontraba igual porque simplemente regresó su mirada al frente sin decir nada.

-Ayer… – Comenzó a hablar lento Steve, todavía sin mirarlo. – ¿Se divirtieron? – Finalmente completó, lo que al rubio le pereció una pregunta muy torpe, pero ya la había dicho.

-Supongo que sí. Todos lo hicimos.

-Me agradó el juego.

-A mí también, no tienes ideas tan malas. – Tony le dijo algo burlón.

-Y adoré el último castigo. – Le dijo ya confiado, volviendo la mirada a los ojos miel y le sonrió.

-¿Sabes cuál fue el castigo que más me gustó? – Preguntó retóricamente Tony, devolviéndole la misma sonrisa coqueta que Rogers le dirigía. – El primero. ¡Qué beso tan sexy! – Le dijo aguantando la risa ahora por el ceño fruncido del rubio.

-Trato de olvidarlo, así que no lo repitas. – Le dijo con exageración.

-¿Tan malo fue? – Siguió molestando, empleando un tono inocente. – Pero si Bucky no besa mal.

-Cállate, Stark. – Continuaba exagerando Steve.

-¿En serio no te gustó? – Y empleaba más ingenuidad falsa. – Lo que sucede es que no te diste la oportunidad de disfrutarlo.

- ¡Ah, cállate! – Dramatizó a más no poder y Tony comenzó a reír. – Bucky es como mi hermano…

-Agh, ya estás como Thor y Loki. – Se mofó Tony. – Sólo falta que terminen así.

-¡Por supuesto que no! – Expresó de inmediato. – Thor y Loki ni se lo creían con tanto cariño y protección el uno por el otro. A ellos les urgía incestar. La hermandad entre Bucky y yo es como unos hermanos de verdad, nos molestamos uno al otro, nos golpeamos, nos humillamos, pero es divertido.

-Sí, muy bonito. – Dijo irónico. – Pero el be… Espera. – Se detuvo de pronto Tony, sonrió maliciosamente porque ya sabía cómo seguir molestando.

-¿Qué?

-Con eso que dices, ¿entonces eres algo así como mi cuñado? – Aguantó la risa, Steve le miraba como estúpido. – Si te sientes tan hermano de Bucky…

-Esas son idioteces. – Bufó con el ceño fruncido.

-Ya lo sé, cuñadito.

-Si quieres jugar a la familia entonces sí te quedaría el papel de la cuñada calentona. – Regresó a molestar. Era su turno.

-¿Ah sí? ¿A quién me correspondería aflojarle las nalgas? – Le siguió sin querer expresar su molestia ahora.

-Al cuñado, por supuesto, que ese sería yo.

-El juego no me gusta. Qué asco. – Expresó.

-Tú lo propusiste. – Se mofó Steve.

-Sí, claro. – Dijo sarcástico, rodando los ojos.

-Yo te propongo otro juego. – Tony le miró atento. – Mejor dicho, te propongo continuar el de ayer.

-¿Cómo?

-Sólo de a confesiones. – Propuso con morbo Steve. Tony iba a negar de inmediato pero halló dentro de ese jueguito la posibilidad de continuar fastidiando a Steve

-¿Por qué no sólo me dices que quieres interrogarme y ya? – Soltó arrogante. – Pero igual acepto, estoy aburrido.

-¿Por qué mentiste ayer? – Preguntó de inmediato.

-¿A qué te refieres?

-Mentiste cuando Thor preguntó con cuántos hombres te has acostado.

-No mentí. – Contestó y en seguida consideró que era su turno de preguntar. – ¿Por qué piensas que miento?

-Es como si me quisieras decir que eres virgen. – Dijo con obviedad el rubio. – Tan sólo en el tiempo que te conozco te he visto involucrándote con infinidad de tipos.

-¿Pero has visto que deje que me lleven a la cama? No verdad, entonces cállate.

-Sensible. – Masculló. – ¿Vas en serio con Bucky?

-Yo no voy en serio con nadie. – Respondió tajante. – …¿Tú con cuantas mujeres y hombres te has acostado?

-No llevo la cuenta, son muchas te lo puedo asegurar. – Respondió casi con orgullo y Tony estaba consciente de que sí serían muchas. Lo más probable es que Rogers hasta allá perdido la cuenta. – Y hombres… sólo uno. – Confesó despreocupado. ¿Era en serio? – Mi turno: ¿Qué sexo te gusta más?

-Es muy muy difícil esa pregunta. No me atrevo a elegir sólo a uno. ¿Fue tu primer beso con Bucky?

-Sí. – Volvió a fruncir el ceño. – ¿Por qué tan obsesionado con ese beso?

-Me gustó como se veían juntos. – Continuó fastidiando.

-Parece que estás proponiendo un trío, Tony.

-… Para nada. Hay que parar el juego.

-¿Otra vez? ¿Por qué te pones así tan de pronto? – Le miraba fijamente y curioso. – Ya no soportas nada. – Tony sólo le dedicó una mueca. – Te haré una confesión, aunque no lo hayas preguntado.

-¿Cuál? – Dijo ya algo curioso el castaño.

-Besas muy rico.

-Eso ya lo sé. – Respondió altanero, pero era actuado, esa confesión de parte de Steve le hacía sentir satisfecho pero algo nervioso. ¿Por qué?

-Bésame. – Le pidió con la mirada aún clavada en los ojos miel. Tony se sorprendió, pero tenía que seguir en su papel.

-Claro. – Le respondió sonriendo. – Lo haré cuando quieras, sólo que necesito estar muy borracho para hacerlo.

-Eres tan delicado, Stark. – Dijo con fastidio el rubio. – Sé que yo mismo no beso nada mal. – Expresó arrogante. Tony iba a negarlo, pero no hayo inconveniente en decir la verdad.

-Eso es cierto.

-¿Entonces por qué no nos besamos ahora mismo? – La sonrisa volvía al rostro de Steve al igual que al de Tony.

-Porque no.

-Qué respuesta más estúpida.

-Ya me voy. – Le dijo Tony al momento que se ponía de pie. No podía seguir hablando de besos con Steve, más si su mirada se desviaba delatora a los labios del rubio.

-Como quieras. - Respondió tajante Steve, ya sin mirarlo y volviendo a abrir su cuaderno para continuar en el dibujo que había comenzado hace unos minutos, antes de que Stark llegase.

 

 

*~~*~~*~~*~~*

 

 

-Hola, chicos. – Darcy saludaba a Loki y a Bruce que se encontraban a la puerta de uno de los salones, esperando entrar a su última clase del día que compartían. La chica iba un grado más arriba que ellos, sólo iba caminando por el pasillo para también ir a su clase, pero se detuvo para saludar después del beso sorpresivo de Loki la noche anterior. Ambos le saludaron sonriendo. – Loki, lo de ayer fue gracioso, pero no quiero que Thor me odie o algo así.

-Era un juego, Thor estaba de acuerdo, así que no hay problema. – Le dijo Loki. – No estás molesta, ¿verdad?

-Claro que no. Sólo es un beso. – Le dijo relajada.

-Y una agarrada de nalga. – Le dijo divertido Bruce.

-¿Pero qué es una agarrada de nalga entre amigos? – Les dijo ella riendo levemente. – ¿A qué jugaban?

-Botella, pero con diferentes castigos.

-¿Fui un castigo?

-Yo diría que un premio. – Le dijo Loki con una sonrisa coqueta.

-Loki, que no te escuche Thor. – Le dijo dramáticamente, burlándose.

-No hay problema. Ya lo dijimos: estamos entre amigos. – Aseguró Loki.

-Ojalá la próxima vez que jueguen me inviten. – Dijo sonriendo amistosa.

-Por supuesto. – Aceptaron. Darcy se despidió para marcharse a su clase, dejándolos de nuevo solos en la espera del profesor.

-Es muy linda. – Comentó Bruce.

-Sí. Me gusta mucho. – Confesó. Bruce le miró curioso. – Pero me gusta más Thor.

-Estás idiotizado por Thor. – Le aclaró Bruce. Loki sólo sonrió al ser descubierto.

-Ya me cansé de esperar a éste viejo. – Dijo el pelinegro haciendo referencia al profesor que no aparecía. – ¿Nos vamos?

-De acuerdo. – Bruce sólo accedió al notar que varios de sus compañeros ya se habían marchado convencidos de que el profesor no llegaría.

 

 

*~~*~~*~~*~~*

 

 

El par de días que habían faltado para llegar al fin de semana habían pasado rápido para todos. Era sábado en la madrugada y Loki, Thor, Bucky, Steve, Clint y Tony venían en el auto de éste último. Habían asistido a una presentación de una banda en un club algo lejos del campus. Asistieron juntos porque curiosamente coincidían en gustarles la banda y habían estado de buen humor como para soportarse unos a otros. Delante venía manejando Tony, en el lugar del copiloto estaba Bucky y entre ellos haciéndose un espacio estaba Clint, molestando a ambos con chistes malos y algunos empujones. En el asiento de atrás Thor y Loki venían muy cariñosos mientras Steve se quejaba repetidamente, queriendo convencer a Clint o Bucky de cambiar lugares. Todos venían algo borrachos, incluso Tony que venía manejando. La música que había puesto Tony a sonar retumbaba en las bocinas del auto, mientras éste cantaba y prácticamente ignoraba los berrinches de los demás. Afortunadamente no les había detenido ninguna patrulla porque no se atravesó en su camino alguna.

 

-¡Mira! Hay que bajar ahí. – Había gritado Clint, señalando un punto. Tony bajó la velocidad para mirar.

-Es sólo un bar sin gracia. – Comentó el castaño.

-¿No quieren seguir bebiendo? – Les cuestionó Clint, mirando a cada uno. Ya los conocía, sabía que les gustaba la fiesta hasta perder la consciencia.

-¿Y cómo entraremos ahí? – Preguntó Loki. Tony ya había orillado el auto y se encontraba estacionándolo a un costado del lugar.

-Con el poder del dinero, como en el anterior. – Le dijo Stark. Tal como lo mencionaba, no tenían los 21 años cumplidos, pero poniendo unos billetes en la palma de los guardias podían entrar a cualquier lugar sin identificación.

 

Bajaron del auto y encaminándose a la entrada de aquel lugar que dejaba escapar una tenue luz entre rosada y rojiza y un estruendoso sonido por la música. Entraron y nadie resguardaba la puerta, entonces se sintieron libres sin distinción de edad. El lugar era amplio, con algunas mesas regadas y la barra hasta el fondo; grande y diversa en botellas. El lugar estaba lleno, pero no atascado, lo que los hacía sentir bien. Tony les indicó que buscaran algunas sillas para todos y elegir un espacio, ya que las mesas estaban ocupadas, mientras tanto él iría a pedir los tragos, pero Steve le acompañó. Tony pidió seis cervezas al señor que se acercó a atenderlo, éste le asintió y se retiró por un momento para ir por ellas.

 

-¿No quieres algo más fuerte? – Preguntó Steve mientras el sujeto regresaba. Tony se giró para mirarle con escrutinio.

-¿Por qué? ¿Me quieres emborrachar? – Le preguntó con una sonrisa.

-Quiero invitarte unos buenos drinks. – Le dijo con simpleza, con una tenue sonrisa, pero Tony seguía mirándole de la misma forma. – Y dijiste que sólo borracho me besarías, así que sí, quiero emborracharte. – Aceptó cínico. Tony soltó una risa.

-¿Algo más? – El sujeto ponía las cervezas frente a ellos. Tony lo pensó un momento y aceptó el trago que quería invitarle Steve.

-Iré a llevarles esto a los idiotas. – Dijo pagando las cervezas y abrazándolas entre los brazos para poder con ellas. – Pide nuestros tragos, Rogers. – Le dijo antes de darse vuelta. Steve sonrió victorioso y esperó a que el castaño estuviese unos pasos alejado, entonces se giró al sujeto que los atendía.

-¿Qué es lo más fuerte que tienes? – Le preguntó todavía con su sonrisa. – Pero que sea bueno.

 

 

*~~*~~*~~*~~*

 

 

Ya estaban en su cuarta ronda de cervezas, Steve y Tony llevaban una cerveza y un par de los tragos que había pedido el rubio. Llevaban casi dos horas en el lugar, ya habían conseguido una mesa aunque seguían percibiendo muchas personas. Clint estaba más borracho porque desde su visita anterior en otro club había tomado más, Thor y Loki también lo estaban, mientras Bucky sólo había tomado un par de cervezas por estar consciente de que todos estaban muy acelerados bebiendo y luego no iban a poder manejar. Tan sólo el dueño del auto ya estaba igual o más borracho que Clint, y Steve no se quedaba nada atrás. Stark se reía a carcajadas de todas las idioteces que soltaba Barton, Thor también bromeaba junto con ellos mientras Loki también reía abiertamente. Pero de pronto Clint se puso de nuevo de dramático.

 

-¿Por qué no vino Bruce? – Preguntaba, por milésima vez (según Loki), aunque ahora casi no se le entendía debido a su embriaguez.

-Mierda, ya te lo dije. – Se quejaba Tony, de igual forma, arrastrando las palabras.

-¡Por que no te quiere! – Le gritaba malvado Loki, en una mala dicción porque estaba igual de ebrio. Tony soltó la carcajada.

-No, tonto, no es por eso. – Tony lo desmintió de inmediato. – Dijo que no le apetecía venir. Aunque es cierto que no te quiere. – Ahora Loki soltó la risa.

-¿Es por qué venía yo? – Y más drama de parte de Clint que se hacía el sufrido, pero sólo causaba risa a los demás.

-No te creas tan importante, Clint. – Le decía Bucky.

-Sí, no te creas imp…importante. – Secundaba Loki. – Simplemente no quiso venir, ok?

-Si es un milagro que estuviese saliendo con nosotros todas estas semanas, más que fuese a las fiestas. – Decía Tony.

-Es verdad. Ustedes no le hablaban y de pronto ya era muy su amigo. – Apuntaba curioso Thor.

-Ni él nos hablaba, ¿verdad Tony? – Decía Loki. Stark asintió.

-Es por que no tienen mucho en común, ¿no? – Decía Bucky. – Bruce es algo más tranquilo. Yo nunca lo había visto en las fiestas, hasta que estuvo con ustedes.

-Lo empezamos a sonsacar para ir. – Aceptaba divertido Loki.

-¿Y cómo porqué comenzaron a hablarle si no tenían nada en común? – Preguntaba curioso Steve. Más curiosidad les embargó a todos cuando Loki y Tony se miraron cómplices por varios segundos, hasta desviar sus miradas sonriendo con malicia.

-Es secreto. – Dijo Tony.

-¿Eh? Sólo díganlo. – Pedía desesperado Clint.

-No. – Se limitaban a contestar.

-¿Lo querían molestar? – Preguntó Bucky, con el ceño fruncido.

-¿Qué? No, claro que no. Eso es bobo. – Dijo Tony seguro. – Además Brucie resultó muy agradable, por eso se convirtió en nuestro amigo, ¿verdad Loki?

-Sí, muy agradable. – Asintió Loki

-¿Qué es lo que no quieren decir? – Preguntaba Steve. – Y, ¿por qué?

-Porque es secreto. – Volvía a decir Loki.

-Le diré a Bruce lo que dicen. – Amenazó Bucky.

-Pero si no es nada malo. – Se defendió Tony.

-Entonces sólo díganlo porque eso parece. – Insistía Bucky. Tony y Loki se miraron y se asintieron.

-A Tony a mí nos gustó Bruce. – Soltó Loki ya como si nada. – Nos parecía lindo pero ni nos hablábamos, además tenía a su novia Betty y se notaba que no teníamos nada en común con él. Entonces el día que lo vimos terminar con Betty, Tony propuso que nos acercáramos. Sólo fue con esa intención de Oh, mira al chico lindo, ¿te gusta? Hay que acercarnos con intenciones de persuadirlo y a ver con quién se queda. Pero resultó ser en verdad agradable y es amigo ahora en verdad.

-… Degenerados. – Soltó Clint, como si de verdad estuviese indignado.

-Ay, imbécil. Cómo si nunca una persona ha hecho eso de acercársele a alguien sólo porque le gusta. Con intenciones cochinas desde un principio. – Le decía Tony. – Tú eres experto en eso.

-De hecho hiciste lo mismo con él. – Le recordó Loki a Barton. – Nosotros ya no tenemos ninguna intención de esas con él.

-Cállense, hay que seguir tranquilos. – Dijo Clint, algo avergonzado. Los demás rieron.

-Torpe. – Se burló Tony. – Como sea, quiero un cigarrillo. – Nadie llevaba alguno, los pocos que llevaban se habían terminado a media estadía del otro club. Tony se puso de pie. – Iré a comprar una cajetilla.

-¿Y a dónde? – Le cuestionó extrañado Loki.

-Cuando llegamos vi cerca uno de esos mini super de 24hrs. – Le dijo y comenzó a caminar a paso torpe hasta la salida.

-Lo acompañaré, está muy borracho y quién sabe hasta dónde termine. – Decía algo preocupado Loki, pero Thor no se lo iba a permitir.

-Yo iré. – Se ofreció de inmediato Steve, antes de que alguien más lo hiciera.

 

Lo alcanzó antes de que cruzara la puerta, sin decirse nada caminaron hasta la tienda que Stark había visto y se encontraba a unas doce casas. Tony en seguida pidió la cajetilla junto con un encendedor, pagó y se giró para volver hasta el bar, todavía ignorando a Steve. Mientras caminaba ya había sacado uno de los cigarrillos y hacía en intento de encenderlo, hasta que decidió detenerse estando a unos cuantos pasos de la entrada del bar para lograr encenderlo. Permaneció recargado en la pared, dándole la primera calada al cigarrillo mientras tendía la cajetilla hasta Steve para ofrecerle uno, sólo mirándole. Rogers en vez de tomar uno de la cajetilla optó por tomar el que Tony tenía entre los labios, sin rechistar éste se lo cedió entreabriendo los labios para un segundo después expulsar el humo.
Sin tomar otro cigarrillo, Tony ahora lo tomó de entre los labios del rubio para volver a dar otra calada. Hicieron lo mismo por varios segundos más, y cuando el cigarrillo estaba por terminarse  fue que Tony agachó la mirada, tendió lo que quedaba a Steve. Aunque el rubio lo tomó de inmediato lo tiró al suelo, lo pisó y se pegó más a Tony. Tomó el rostro del menor para que volviese a mirarlo.

 

-¿Ya estás borracho? – Preguntó Steve.

-Mucho. – Tony respondió, sabiendo a qué iba la pregunta.

-¿Entonces ya puedo besarte?

-Creo que sí…

 

Dejando una mano en la mejilla izquierda del menor y la otra jalándole suavemente de la cintura, Steve se dispuso a besarlo. Puede que por su estado etílico caminaban tambaleándose, hablaban torpemente y no enfocaban bien las miradas, pero al momento de besarse era como seguir en sus cinco sentidos. Todo roce entre sus labios y lenguas estaba perfectamente coordinado. Aunque el cerrar los ojos los hacía sentir más mareados, por lo que Steve se pegó más a Tony hasta quedar realmente pegados a la pared, y el castaño le tomó con firmeza por el cuello. Un beso sabor a licor y tabaco en un principio, para después olvidarse de eso y sólo saborear los labios del otro, disfrutándolo.
Pararon el beso sólo por un par de segundos, porque de inmediato Steve se acercó a reanudarlo, comenzando a mover ambas manos para recorrer con sutileza parte del cuerpo de Tony. La mano que estaba en la mejilla bajó hasta posarse también en la cintura, para después pasearlas suavemente por la espalda y los costados, deslizándolas hasta que una alcanzó parte de la pierna del otro. Steve soltó un suspiro y apretaba con más fuerza los labios de Tony después de haber sido un poco más rudo con el roce de sus lenguas. Tony gimió por el cambio del beso y las manos que le recorrían. De acuerdo, así todavía le seguía encantando y podía con ello, pero no cuando las manos decidieron quedarse en su trasero, y no sólo eso, sino que sintió un leve apretón.

 

-Quita tus manos de ahí. – Le dijo Tony cuando giró el rostro para terminar el beso.

-Las tengo aquí. – Se hizo el desentendido Steve, subiendo de prisa un poco su agarre hasta la cadera. Estaban discutiendo por medio de miradas cuando Loki se asomó por la puerta del bar.

-Creí que sólo iban por los cigarrillos. – Les dijo con una sonrisa maliciosa mientras salía para dar unos pasos para estar al lado de ellos. – ¿Al menos si fueron por ellos? Quiero uno.

 

Tony empujó un poco a Steve para tener de nuevo espacio y le tendió la cajetilla a Loki junto con el encendedor. El pelinegro se recargó en la pared a un lado de Tony, apenas había dado un par de caladas al cigarrillo cuando todos los demás salieron del bar. Alegaron que ya querían irse y el resto estuvo de acuerdo. Tony de inmediato caminó hasta la puerta del conductor cuando Bucky le detuvo.

 

-Tú no vas a manejar. – Le advirtió Bucky a Tony.

-Puedo hacerlo. – Respondió muy seguro.

-Pero es preferible que no. – Le continuó diciendo. Tony iba a reclamar pero Clint les interrumpió.

-Stark, deja que él maneje. No confío en que lleguemos con vida si tú lo haces. – Expresó Barton. Anthony rendido tendió las llaves a Bucky. Subieron al auto, ahora quedando Bucky en el asiento del conductor y Clint en el del copiloto, y atrás de nuevo Loki con Thor, Steve y Tony.

-Siento que me apachurran. – Se quejaba Tony. Y tan solo llevaban unos metros de haber avanzado. Comenzó a empujar a Loki y Steve, ya que había quedado entre ellos.

-Entonces pásate aquí adelante. Te hacemos un espacio como antes a Clint. – Sugirió Bucky, sin hacerle caso realmente. Tony lo intento pero según él iba peor.

-Te cargo. – No tardó en proponer Steve.

-Bueno. – Sin debatir más, Tony se sentó sobre las piernas de Rogers. – Para la próxima también trae tu auto Bucky.

-No es tan necesario. Sí cabemos todos en uno. – Le dijo James convencido.

-No es cierto, me apachurran. – Volvió a quejarse. – Y maneja bien. Cuida a mi bebé. – Dijo refiriéndose al auto, en tono meloso.

 

Continuaba fastidiándolos hasta que Clint se acercó a decirle algo al oído a Bucky y sonrieron. Entonces pasaron por un gran bache que los hizo rebotar a todos, incluso Stark se pegó en el techo del auto al estar sentado sobre las piernas de Steve. Mientras tanto Rogers había ahogado un jadeo por el movimiento brusco y el choque del trasero de Tony directo en su entrepierna por el brinco. Y ahora la jodida fricción porque Tony nada más se movía por venir discutiendo con Bucky y Clint, entonces pasaron por un nuevo bache que los hizo de nuevo brincar.

 

-¡Ten cuidado con los putos baches! – Gritoneo enfadado Tony. Bucky ni le hacía caso, sólo buscaba los baches para hacerlo enojar, como venganza por ser tan fastidioso de pronto (o como dice Clint; ser una diva).

-Ya Tony, ésta maldita ciudad está llena de baches. Sólo disfruta el viaje. – Decía en doble sentido Loki, para de inmediato girarse para seguir besando a Thor.

 

Claro que Tony lo entendía. Tendría que tener el cuerpo completamente insensibilizado para no sentir la fricción constante de su trasero con la entrepierna de Rogers. Carajo, sí sólo quería ignorarlo, por ellos venía molestando a los otros. Y en vista de que ya no hacían caso a sus quejas y Bucky sólo iba buscando los baches para irse a meter ahí y los topes los pasaba sin cuidado, no le quedó más que seguir haciéndose el desentendido. Sólo que seguía moviéndose más y más para restregarse, y a cada brinco caía con más fuerza sólo para estar seguro de que Steve los sintiera muy bien y viceversa.
“Oye, ya te quedaste muy calladito. ¿Ya te gustó sentirlo?”, el maldito de Loki le susurraba al oído con una sonrisa maliciosa, Tony sólo le frunció el ceño. Cuando Loki volvió a lo suyo con Thor, Stark giró un poco su rostro para mirar a Steve y también lo vio muy calladito. Se sonrieron como imbéciles y cada que Tony se deslizaba hasta quedar sentado realmente sobre las piernas volvía hasta su asiento un poco más arriba. Sólo quería molestar a Steve de aquella forma, aunque probablemente no era ninguna molestia para Rogers.
Y así después del largo y turbulento camino llegaron hasta el campus.

 

-Me duele el trasero de tantos jodidos brincos. – Se quejaba Clint cuando salían del auto.

-A ti ni te duele, ¿verdad, Tony? – Comenzó a molestar de nuevo Loki. – ¿Caías en blandito o ya en algo duro? – Cuando Loki se ponía a fastidiar ponía una sonrisa traviesa donde enseñaba todos sus dientes y miraba a la víctima socarronamente, y ahora mismo ese gesto fastidiaba a Tony, no sólo las putas indirectas del ojiverde. Clint comenzó a reír al comprender de inmediato, Thor quería aguantarse la risa por ver la cara de Tony y Steve, y Bucky sólo sonrío al estar tratando con borrachos.

-Ya déjalo, Loki. No seas malo con el buen Tony. – Decía Thor divertido, abrazando al pelinegro.

-Cállate, Thor. – Masculló Tony, mirándolo de mala forma, aunque con su estado lucía más gracioso que molesto.

-Pero si te estoy defendiendo. – Le dijo dramático, para después reír.

-Continúen peleando, niñitas. Yo ya me voy a mi habitación. – Clint les hizo un ademan de fastidio y comenzó a caminar.

-¡Ve a llorar por Bruce, idiota! – Alcanzó a gritarle Tony.

-Yo también me voy. – Bucky se despidió y siguió a Clint.

-Oye, Tony. – Loki le llamó cuando sólo quedaron ellos cuatro en el estacionamiento. – Quédate con Steve ésta noche para que Thor se quede conmigo.

-No, quiero dormir en mi cama. – Alegó, aunque claro, no quería pasar ni unos minutos con Steve encerrados en la misma habitación.

-Entonces que Steve sea quién se mueva de dormitorio. – Siguió proponiendo Loki.

-Por mí no hay problema. – Aceptó Rogers sonriendo.

-Gracias, tú sí eres un buen amigo, Steve. – Le agradeció efusivo, Loki, que comenzó a jalar a Thor para ir hacia los dormitorios. La parejita se alejó y ahora Tony quedó solo con Steve, mientras los miraba con el ceño fruncido.

-¿Qué? No me mires así. – Se quejaba el rubio haciéndose el ingenuo. – Sólo no quiero que mis amigos estén frustrados sexualmente. ¿Qué tiene de malo dejarles la habitación de vez en cuando?

-Para eso se hubiesen bajado en un hotel. – Recriminó Tony.

-Tú y yo nos podemos ir a uno.

-Cállate, Rogers. – Masculló y también se echó a andar hacía el edificio de los dormitorios, con Steve siguiéndole. – Pero te advierto algo; tú en la cama de Loki y yo en la mía. Si acaso comienzas a pensar con el pene y se te ocurre pasarte a mi lado para hacerme algo te arranco los ojos y las bolas. – Tony de detuvo un momento para mirarle y saber que su amenazaba iba en serio.

-¿A caso eres una virgen de 14 años? – Todavía se mofó Steve.

-Sólo no quiero que ni se te ocurra pensar que puedes cogerme cuando se te de la gana.

 

Volvieron a caminar y Steve hizo una mueca decepcionada. Él siendo afable con la vida sexual de sus amigos y él mismo no corría con la misma jodida suerte. Creyó que el favor se le regresaría al estar a solas con Tony en una habitación, pero no, el niño tenía que ser tan puritano. Si lo había puesto tan borracho sólo para conseguir unos cuantos besos, ¿cuántos tragos más se necesitaban para que Anthony le suplicara por tenerlo entre sus piernas?

 

 

 

 

 

Notas finales:

LOL Pues equis, xD Quisiera pensar que les sigue gustando el fic pero bueeeeno.
Ojalá sí les haya gustado esto y dejen sus dudas y críticas.

¡Hasta pronto / o no muy pronto! xD (Eso depende de ustedes).


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