POV TAEMIN
Ya eran más de las 11 de la noche, el frío había ido aumentando con el paso de las horas así como mi cansancio mientras yo continuaba rondando por el centro de la enorme y prometedora ciudad de Seúl en busca de algo que para esas alturas estaba casi seguro de que no encontraría, al menos no por lo que restaba de aquel día puesto que la mañana siguiente al igual que todos los días desde que mi madre me abandonó comenzaría de nuevo con mi eterna búsqueda de un miserable empleo de medio tiempo que parecía no ser fructífera en lo absoluto.
¿Qué tan difícil podía ser encontrar un maldito trabajo?, estoy consciente de que es algo complicado conseguir un buen empleo en estos tiempos pero ni siquiera pedía uno bueno, tan solo estaba en busca de algo con lo que pudiera pagarme comidas decentes y mantenerme más o menos pero jamás creí que esta búsqueda pudiera llevarme más de seis meses. Tenía unas cuantas semanas desde que tuve que dejar mi antigua escuela y con ello perder el año escolar así como el contacto con la mayoría de mis amigos por completo puesto que la miserable cantidad que me dejó mi madre no alcanzó para pagar la colegiatura por mucho tiempo, desde entonces he sobrevivido de alguna u otra forma comiendo porquería y media y tratando de salvar con mi vida los pocos centavos que aún me quedan. Mientras el frío seguía aumentando me resigné nuevamente a la idea de volver a casa sin ningún buen resultado aunque a estas alturas agradecía tener un techo con una cama donde poder dormir siendo esto lo único bueno que pudo dejarme mi madre tras largarse para siempre a quien sabe donde con su amante.
Caminaba con lentitud por las aglomeradas calles de la ciudad, desganado, agotado y con mis ilusiones de nuevo desechas resignado además a que me esperaba un largo camino por recorrer a pie para poder llegar a mi casa puesto que si tomaba el autobús o el tren se agotarían mis ya de por si escasos recursos y mi comida de mañana se vería reducida aún más y a pesar del enorme cansancio que sentía para ese entonces prefería caminar las muchas cuadras restantes antes que sacrificar mi desayuno. En ese momento pasaba justo por la parte más lujosa y excéntrica del famoso distrito de Gangnam, en donde más dinero se producía a diario aunque en su mayoría era de manera ilegal, justo en ese instante caminaba precisamente por una famosa calle atascada de los burdeles más caros y elegantes de Seúl que se hacían pasar por bares o clubs nocturnos. Para una persona como yo, un chico de tan solo 20 años de edad era repulsivo caminar por aquél lugar lleno de gente con el suficiente dinero como para comprar cualquier cosa o a cualquier persona sin embargo era un camino que no podía evitar pues por la forma de las calles si trataba de evitarlo eso me haría caminar casi el doble para llegar a mi única posesión por el momento: mi casa.
Pase entonces al lado de la entrada principal de un conocido establecimiento de ese tipo, uno de los más grandes y concurridos de aquella zona, con enormes, lujosas y desde luego costosas lámparas adornando la puerta de acceso donde además como en todos aquellos lugares había un alto y fornido hombre con aspecto de gorila cuidado de quienes y en qué condiciones entraban y salían de aquel local. El mencionado tipejo de la entrada se quedo observándome fijamente mientras pasaba a su lado de una forma extraña con la cual parecía querer tragarme con la mirada, cosa que tan solo me provocó un enorme sentimiento de repulsión y asco por lo que aceleré como pude mi caminar tratando de mirar hacia otro lado y pasar lo más rápido posible enfrente de él pero prono sentí como una enorme mano se colocó en mi hombro para detenerme y me hizo estremecer por completo, lo que menos necesitaba en aquel momento eran problemas con ese tipo de personas. Me gire lentamente y a decir verdad con algo de miedo para ver qué diablos quería el tipo ese y me encontré entonces con su repugnante sonrisa y sus ojos que seguían comiéndome.
-disculpe, ¿no está usted acaso buscando un empleo?
-¡¡ehhh!!
¿Por qué mierda ese hombre sabía que buscaba un empleo? Me tomó por completa sorpresa su pregunta aunque para ser franco en ese momento no estaba como para no escuchar cualquier tipo oferta por más que supiera que nada bueno me podría ofrecer un lugar como ese.
-pues de hecho si, busco algo de medio tiempo pero...
-si fuera tan amable de seguirme creo que este es el lugar indicado para usted…
Ni bien se había girado aquel hombre para indicarme que lo siguiera a quien sabe qué lugar caí en la cuenta de lo que estaba a punto de hacer: ¡¡¡UN BURDEL!!! qué demonios, no creía estar tan desesperado aún… aunque después de que me lo pensé un par veces me di cuenta de que probablemente si lo estaba, tenía unos pocos meses para que comenzara el nuevo ciclo escolar y debía reanudar mis estudios, lo cual no podría hacer sin dinero. Y entre más lo meditaba me daba cuenta de que lo peor que podía pasar es que me pusieran de mesero o algo así puesto que no soy tan atractivo como para algo más. Pensé ilusamente que cualquier trabajo ahí no debía ser tan malo, no es que antes no hubiese ya venido a ese tipo de lugares pues a decir verdad cuando mi padre se dignaba a mantenerme lo hacía bien y debo admitir que visité uno que otro lugar así pero nunca le encontré el chiste.
Decidí arriesgarme después de que todo aquello pasara por mi mente en tan solo unos segundos y finalmente seguí a aquel tipejo para ver qué pasaba pues de todas formas ya no tenía nada más que perder. Pronto llegamos a una oscura habitación que parecía ser una especie de recepción o algo por el estilo, al frente de un pequeño módulo de atención adornado por costosos labrados de mármol y porcelana se encontraba un chico que no parecía tener muchos más años que yo de aspecto muy varonil pero para nada como el del gorila que me había llevado hasta ahí, tenía que admitir que aquel joven era muy guapo, tenía una mirada que parecía ser seductora por naturaleza, unos labios gruesos bien delineados adornados por una sonrisa de medio lado y una piel bronceada al parecer bastante cuidada, en resumen puedo decir que era bastante atractivo el tipo. Por un momento me ilusioné estúpidamente al pensar que trabajaría como él, de “recepcionista” en un bonito y lujoso escritorio como el que estaba justo frente a mí en ese momento y entonces no me pareció tan mala la idea, pero justo cuando me imaginaba a mi mismo tras ese mostrador aquel hombre con aspecto de gorila habló.
-¿Qué le parece señor Kim?
El chico bonito entonces procedió a barrerme con su profunda mirada de pies a cabeza, sus ojos eran examinantes y se detenían poniendo atención en cada parte de mi cuerpo como si tratara de buscar cualquier tipo de defecto en él poniéndome más y más nervioso mientras más me miraba. Cuando su exanimación a mi persona pareció finalmente haber sido completada el chico detrás del mostrador por fin habló:
-¡me parece que es perfecto! mañana mismo empieza, por ahora yo personalmente me encargaré de mostrarle el lugar
Dicho esto el guardián de la entrada hizo una leve reverencia y se marchó de nuevo a custodiar la entrada a aquel misterioso lugar mientras el chico bonito me dedicaba una sonrisa de medio lado aun más amplia de la que había mostrado anteriormente. Por lo poco que pude percibir era obvio que no era recepcionista sino que él mismo era el jefe de aquel sitio o algo por el estilo pues el tipo de la entrada parecía hablarle con mucho respeto y mostrar mucha cortesía ante él y después de haberme fijado un poco más en su aspecto y su apariencia tan intrigante, aquel chico parecía estar vestido de pies a cabeza con artículos de marcas que según recuerdo son carísimas. Me quede observándolo expectante, lleno de dudas, miedos, preguntas e inseguridades en la cabeza hasta que se decidió a hablar.
-¿Cómo te llamas?
-Lee TaeMin mucho gusto, yo… espero ser de ayuda aquí
Dije aquello pensando que sería lo más correcto en esa situación a pesar de no tener la más mínima idea de que era lo que me esperaba.
-jajaja eso mejor dilo cuando sepas qué es lo que harás aquí. Yo soy Kim JongHyun, tu jefe
Aquellas palabras comenzaron a asustarme y preocuparme haciéndome querer huir en ese mismo momento pues no tenía la más mínima idea de que era a lo que se refería o aun pero de qué demonios tenía planeado que hiciera.
-sígueme, voy a explicarte como funcionan las cosas aquí…
Se levantó de su elegante silla no sin antes acomodarse la corbata que adornaba su pecho para luego encaminarse hacía la penumbra del pasillo y abrió entonces una de las puertas que había en el enorme pasillo que se extendía detrás de él y pude en ese momento notar que aquella habitación en la que me encontraba era una especie de oficina, me hizo una seña con la mano para que me sentara e inmediatamente lo hice sin pensarlo pues estaba bastante nervioso y la mirada seductora de aquel chico no ayudaba en lo más mínimo.
-bien, antes que nada quiero decirte que ya no podrás salir de aquí. Me gustas TaeMin y sé que eres perfecto para esto así que te quedarás aun si no quieres.
-¡¡ehhhh!! ¿¿d-de que habla??
Para ese momento yo ya estaba completamente asustado pues el tal JongHyun parecía hablar en serio y el miedo me recorría por completo de pies a cabeza, no entendía que intentaba decir con eso de que me quedaría aunque no quisiese pero por su forma de actuar me sonaba a que aquella frase era bastante literal.
-no me hables de usted, dime JongHyun pues tendrás que tenerme confianza, ¿cuántos años tienes?
-20…
-eres menor por tres años entonces, tengo 23. Ahora bien, vamos a examinarte como es debido…
Dicho esto se movió del lugar donde se encontraba y caminó decidido hacia mí con su seductora mirada clavada en la mía era como un imán que además me atraía. Nunca en mi vida había visto unos ojos como los suyos, tan absorbentes, que parecían querer perforar los míos y que aún así no podía dejar de ver, además tenía que admitirlo… aquel chico misterioso era hermoso, demasiado atractivo para ser real. Cuando me di cuenta de lo que estaba sucediendo sus manos ya estaban tocándome, las colocó lenta y suavemente sobre mi abdomen y comenzó a acariciarme sin decir absolutamente nada pero sin dejar de mirarme de aquella manera, su mirada era tan poderosa que me dejó inmóvil, no pude alejarlo, no pude impedir que me siquiera acariciando aunque así lo quisiese, lo cual no era precisamente el caso.
En menos de una hora mi vida y mi destino habían dado un giro de 380° sin que yo me hubiese podido percatar de que algo así ocurriría pues para cuando el reloj marcaba las 00:00 horas en vez de ir camino a mi casa o aun mejor de ya estar en ella, me encontraba por el contrario en la oficina de un chico extremadamente atractivo y al parecer poderoso al que además ni siquiera conocía y que sin embargo estaba acariciando lujuriosamente todo mi cuerpo sin que yo pudiera hacer algo por impedirlo pues sus ojos me tenían hipnotizado, eso como razón número del por qué no oponía algún tipo de resistencia, la número uno porque en segundo lugar pasaba algo que para este punto ya debieron haber intuido… efectivamente soy homosexual, estoy soltero, no he estado con nadie desde hace meses y el tal JongHyun es infinitamente guapo.
Continuará...