Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entrar en tu mundo por DyC

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno la verdad queria escribir algo así bien dramatico >_< y esto lo escribi en la madrugada así que no se si se entienda bien :/ esperare sus opiniones

Notas del capitulo:

espero opiniones para saber que no estoy tan loca >_<

PD: perdonen si hay errores

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 

Esta noche se han reportado en la ciudad capital 6 muertes más debido a las agresivas protestas registradas esta sema, mientras que…

 

Las noticias, los informes y la realidad seguían siendo las mismas, parecía ya no importar cuánto tiempo transcurriera, parecía ser más que obvio que las cosas irían de mal en peor. Pero la verdad es que yo no tenía ni idea de cuan malas iban a ser.

….

-Baek Baek! Resiste Baek ya estamos llegando! –

Podía sentir la desesperación recorrer por cada parte de mi cuerpo, no dejaba de repetirme a mi mismo que debía conservar la calma, pero aun así las puertas y ventanas del auto parecían estarme asfixiando, parecía estarme ahogando mucho más que mi hermano a mi lado en el asiento del copiloto.

Todo había comenzado con mareos y dolor en el pecho, sabía muy bien que sufría de asma y el solo hecho de pensar que estuviera sufriendo un ataque de asma justo en ese momento a mi lado, era suficiente para descontrolarme. Con mis manos temblorosas por poco había logrado encender el auto para así llevarlo a un hospital, porque maldita sea! Su medicina se había acabado.

Las calles estaban atestadas de humo, basura y escombro por todas partes, podía ver pequeños grupos de personas en las esquinas sosteniendo palos y botellas; la situación no era para nada fácil y yo seguía sin poder controlar mis nervios. Seguía escuchando los débiles intentos de Baekhyun por intentar respirar, su rostro se había vuelto pálido e incluso sus labios había perdido ese tono rosa que los caracterizaba, sus ojos iban perdiendo el brillo

-Baek! Baek… respira conmigo –

Tome la mano de mi hermanito con fuerza mientras respiraba con fuerza hinchando mi pecho con exageración para que él me siguiera el ritmo y lo hizo, por unos segundos lo hizo; pero yo no podía engañar a nadie y menos a mí mismo, lo único que se respiraba por esas calles era humo de basura quemada, cauchos quemados y protestas sin sentido.

Sin soltar su mano seguí manejando mientras en mi mente iba rogando

 “Por favor, por favor, por favor, omma aun no te lo lleves… ma salva a Baek, deja que Baek este conmigo que no me deje solo”

El paso de mi vehículo fue bloqueado por una muralla de escombros que bloqueaban el paso en medio de la vía y por todas partes. Mi desesperación aumento al instante y por un momento no supe que hacer, mi mente colapso por completo, hasta que sentí una débil mano apretando su agarre en la mía, gire mi rostro encontrándome con la mirada ida de mi hermano, en ese momento supe que hacer.

Aun me nos faltaban unas tres cuadras para llegar al hospital, pero aun así nada me detuvo de correr con mi hermano en brazos, corrí hasta que mis piernas dolieron y amenazaron con derribarme al suelo en cualquier momento, pero no lo permití. Iba jadeando con lagrimas en los ojos, pero con determinación, sintiendo el débil corazón de Baekhyun sobre el mío y su respiración casi nula sobre mi cuello.

“Falta poco, falta poco, falta poco, falta poco… lo lograremos”

….

-Familiares de de Buyn Baekhyun

Me puse de pie con dificultad cuando escuche la vos de aquel hombre vestido de blanco, mis piernas y mis brazos seguían estando encalambrados por lo que hice una mueca de dolor y me costó afincar la pierna derecha.

-Soy yo – alce a vista

-Está bien, joven? – el hombre tenía preocupación en el rostro por lo que intente sonreí respondiendo un “estoy bien”.

-Eh… bueno, yo la verdad es que… lo siento mucho joven, hicimos lo que pudimos, pero su her…

La vos se fue desvaneciendo de a poco…

Alguna vez has sentido tanto miedo que no sientes nada?, yo no sentía nada y eso me asustaba y me confundía porque se supone que debía sentir algo, pero no sentía nada. La vos del hombre se hizo distante y distoricionada al igual que las paredes que me rodeaban, todo era tan blanco. Deje de entender sus palabras aunque seguía viendo que sus labios se movían y sus ojos expresaban falsa tristeza pero sincera compasión.

Y de pronto hubo algo que ilumino mi mente, como las farolas iluminan las calles todas las noches. No sentía nada, porque nada era cierto, no era cierto, nada era real, todo era una pesadilla.

-No – me entro una risita flojas, mientras acariciaba mi cabello – No es cierto-

-Lo sient

-NO! Él es un niño! Solo tiene 8 años! Como me va a decir que esta muerto?! NO! NO! El no puede morir…-

“Él no puede…

Él no pue…

Él no…

Él n…

Baek…”

-Nunca se es demasiado joven para morir…

“Desde que nacemos, ya estamos muriendo…”

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

– Se el ángel de Luhan-hyung

-QUE!? Estas de broma no?

El niño negó con la cabeza -Nope

-Aaahs! Ok…

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 

Las lágrimas no dejaban de fluir por mi rostro sin parar, sentía que ya no podía respirar mientras el hueco en mi pecho se hacía cada vez más grande y más profundo, me iba consumiendo segundo a segundo sin que yo pudiera luchar contra él.

-Luhan… ya no llores

-C-omo, como quiere qu-e no llore ma, te vas a morir

Ella sonrió como siempre lo hacia

-Sabias que no lloramos por la persona que se va?

Alce la vista confundido

-De que hablas?

Ella desvió la mirada un segundo mientras lo pensaba

-Cuando alguien cercano muere, lloramos porque somos egoístas, porque tenemos miedo de quedarnos solos y porque no queremos dejar de ver a esa persona. Solo lloramos por nosotros mismos, no por quien se va – alzo su mano y acaricio mi mejilla limpiándola de las lagrimas – Quien muere, solo muere y ya está, se va y no tiene sufrimiento, así que no seas egoísta contigo, no llores Luhan, porque a donde quera que vaya yo estaré bien, no guardes tu solo esa tristeza y ese dolor…

 

 

-No lo entiendo, no lo entiendo, no lo entiendo omma! –

Ya no tenía más fuerzas para que mis piernas soportaran  mi peso, pero había algo mil veces peor y era que ya no me importaba nada, estaba en la orilla de un abismo sin fin al cual quería lanzarme sin pensarlo más.

-Ey Ey EEY! –

Unos brazos rodearon mi cintura justo antes de perder la conciencia…

….

-Menudo chiquillo… que acaso te crees una clase de cenicienta que se va desmayando en plena calle?, no te han enseñado que es peligroso andar por ahí, sobre todo como andan las cosas en este país?… mi mamá siempre dice que soy un irresponsable, pero vaya! Yo sí que tengo cabeza, no como tú…

-En donde te apagas?

-Eh?, cómo?

-Qué, en donde te apagas?

-Ja! Pequeño gilipollas pero si hasta sentido del humor tienes! Yah! Te salve la vida un “gracias” estaría bien, ¿sabes?

Mi cabeza dolía horrores y el chico a mi lado no facilitaba las cosas, me fui levantando notando que estaba tendido en el suelo sobre una fina sabana, observando mi alrededor note que no era un lugar muy limpio, parecía lleno de escombros, perfecto para ser un set de película de acción de esos cuando los protagonistas les da por entrar a un edificio abandonado y dispararse como si no hubiera fin.

-Dónde estoy? – pregunte llevándome una mano a mi cabeza, me dolía todo el cuerpo, dolía a horrores.

-Bienvenido a casa!....eh…. tú – termino diciendo al notar que no conocía mi nombre. – Tienes hambre? – observe con desconfianza la manzana que extendió hacia mí. – Eh! De veras eres una princesa, no está envenenada! Anda tómala – comenzó a agitar la fruta en frente de mi cara

-No gracias…

Hizo una mueca de disgusto antes de llevársela a su boca y morderla de mala gana, comenzó a murmurar cosas que no llegue a entender de un todo, pero palabras como “malagradecido” y “Cara-de-niña” llegaron a mis oídos. Por primera vez desde que desperté me fije en el chico a mi lado, parecía alto, de piel clara y expresión seria aunque su personalidad era abrumadora, tenía el ceño ligeramente fruncido y parecía tener problemas mentales, porque definitivamente era ya grande como para comportarse como un niño.

-Que miras? Te gusto? – sonrió de medio lado.

Bufe con diversión para luego volverme serio y desviar la mirada con desprecio, en qué clase de circo había ido a parar y por qué…

Mi corazón dio un vuelco cuando mi mente pudo localizar un nombre que hizo a mi cuerpo estremecerse.

-Baekhyun…- susurre con un hilo de vos.

-Qué? – escuche su vos preguntado.

Busque ponerme de pie, debía buscar a mi hermano, debía ver que estaba bien y que esos recuerdos solo eran parte de una espantosa pesadilla. Al levantarme con brusquedad mis piernas perdieron fuerza al tiempo que mi mente dolió y mi vista se desenfoco.

-Ten más cuidado…- escuche su vos susurrarme, mientras un calor envolvía mi cuerpo – Has estado un par de días inconsciente y no has comido nada, no puede levantarte así como así…

-Donde me encontraste?

-Donde?… yo… ehm

-A fuera del hospital?

Sentí cuando asintió con la cabeza, al instante mis ojos se llenaron de lágrimas y el hueco en mi pecho comenzó a consumirme de nuevo, mientras yo lloraba sin consuelo, sujetándome solamente de la camisa de ese chico desconocido. Llore sin parar sintiendo como acariciaba mi cabello y movía mi cuerpo de un lado a otro intentando consolarme.

-A donde vamos?, yah! Podrías responderme!? Ey! Sabes estoy aquí! Y te sigo a quien sabe dónde y no sé si eres un psicópata o violador, a demás yo soy mayor, pero no quieres oírme…

-Detente! Detente por favor

Ambos nos detuvimos en medio de la calle, él con un rostro confundido y yo con la desesperación grabada en la piel y con el instinto asesino de querer lanzarlo frente a algún vehículo.

-A donde vamos? – insistió

-A mi casa..

-T-u qué?

-No pretenderás que viva por siempre en ese edificio abandonado cierto?, a demás, por qué me llevaste ahí? –

A pesar de haber hecho una pregunta me gire sobre mis talones y comencé a caminar de nuevo, escuchando en pocos segundos como sus pasos echaban a correr para alcanzarme.

-Y que esperabas eh!?, que te llevara a casa y dijera “hola mamá, mira! Encontré un chico desmayado en plena calle, que divertido”, estás loco! A demás cuide de ti en ese edificio deja ya de quejarte… malagradecido – la última palabra la murmuro para que yo no la escuchara, pero aun así lo hice y sonreí un poco al ver el infantil mohín que hacía con sus labios.

-Es cierto, lo siento… muchas gracias por cuidar de mi…- me quede en blanco al no saber su nombre.

-Sehun! Me llamo Sehun – me dedico una sonrisa radiante – Sehun-hyung para ti claro –

Solté una corta carcajada por su comentario

-Qué es tan gracioso? – frunció el ceño y de nuevo ese mohín abultando su labio inferior

-Oh! Nada “hyung”-

Alzo una ceja con desconfianza y mirándome de mala manera adelanto mis pasos con actitud de arrogancia…

-Hey hyung!, es por aquí – señale la puerta de mi casa con gesto divertido, sobre todo cuando vi un sonrojo en sus mejillas al caminar de regreso hacia donde yo estaba.

 

La primera vez que vi a Sehun, parecía un chiquillo sin remedio, nunca quiso decirme su edad pero juraría que era menor que yo…

-A si?! Don viejo-anciano-que-a-vivido-toda-una-vida,  que tan viejo eres tú! Eh!? A ver! Cuántos años tienes!?

-Dime cuantos tienes tú primero – respondí con naturalidad.

-No! No te lo diré!

-Oh! Vamos pero si eres un infantil, debes tener como doce años.

-P-erdon! Yo soy un hombre! Que no ves esta cara – se señalo a si mismo haciéndome reír – Y estos músculos?! Yha! Necesitas una consulta urgente con el médico porque tragar tanto humo de cauchos quemados, te atrofio el cerebro-

-Diecinueve

-Qué?

- Diecinueve… tengo Diecinueve años

El se quedo sorprendido por un segundo haciendo que yo sonriera  sintiéndome triunfador

-JAJAAAAAAAA! En tu cara! – Me señalo – Soy mayor que tú!

-QUÉ?! – no me lo podía creer, me levante de la grama del parque donde estábamos de un solo salto para poder encararlo.

-Si es más yo tengo…- comenzó a contar con sus dedos una y otra vez, y yo lo observe incrédulo – Muchos – concluyo sobresaltado – Muchos años más que tú, incluso soy más alto – sonrió victorioso.

Me deje caer en suelo con frustración – No

-No?

-No!, no te creo! A ver, muéstrame tu tarjeta de identificación!

Su rostro fue un poema, palideció al instante. Dio un paso hacia tras al tiempo que yo me volvía a poner de pie y él negaba con la cabeza.

-Oh Sehun! Ven a aquí y muéstrame tu tarjeta de identificación!

-NUNCA!

Y salió corriendo y yo detrás de él.

-Ven aquí!

-NO! Aléjate Luhan!

 

La primera vez que vi a Sehun, era un chiquillo sin remedio, que hacia olvidarme de mis penas mientras estaba a su lado. El primer mes luego de la partida de Baekhyun, su entierro y todo lo que conllevaba una muerte, fue el tiempo más difícil que jamás pensé vivir, porque con mi madre había tenido tiempo, una despedida y resignación, pero con mi hermano menor había estado riendo y de un segundo a otro se había ido. Ellos eran vacios que nunca nadie llenaría, pero al menos Sehun me hacía sentir que valía la pena seguir con mi vida.

La primeras veces que compartí con Sehun, pude ver la felicidad echa persona, él irradiaba luz por cada poro de su piel, y podía sentir que me iba a regalando un poquito de ella con cada día que pasaba. Los primeros días solíamos pasar la mayor parte del tiempo juntos, cosa que me causaba dolor de oídos al final del día, pero mi corazón latía más cálido y más deprisa… valía la pena.

La ultima de la primera vez que vi a Sehun, parecía haberse opacado, perdido su luz, como si fuera a desaparecer, tal cual hizo.

-Te siente bien? – le pregunte preocupado mientras caminábamos desde mi universidad hasta mi casa. Él asintió sin emitir ni una sola palabra. – Debes estar gravemente enfermo – dije con diversión – Pero si no has parloteado como todos los días! – no sé si mis palabras fueron de queja o de alivio.

Él sonrió como si le avergonzara algo.- Tú me has quitado ese puesto, ese Minseok te tiene la mente ocupada…- comento mirándome a los ojos con una sonrisa amarga.

-Omo! Estas celoso?! – chille con diversión deteniéndome frente a la puerta de mi casa. Él bufo divertido y sus ojos se hicieron medias lunas.

-Ya quisieras tú- sonrió con más sinceridad y yo le regrese la sonrisa, hubo un segundo de silencio antes de que hiciera una mueca de dolor llevándose una mano a su cabeza, me preocupe, pero antes de que pudiera decir algo alzo su mirada y con una sonrisa se despidió alegando que estaba muy cansado. Pero esa noche hubo algo más.

La última vez, de la primera vez que vi a Sehun, sus labios besaron mi mejilla, tan cálido, tan húmedo, tan él. Dejándome atónito al susurrarme un “siempre estaré contigo cuando sientas que  el mundo se te viene encima” viendo como su figura desaparecía en la lejanía, con mi rostro sonrojado y una sonrisa de bobo, entre en mi casa mientras aun acariciaba mi mejilla, donde los labios de Sehun habían estado.

Nunca me di cuenta de lo poco o casi nada que conocía a Sehun hasta que desapareció; nunca le pedí su número telefónico ni la dirección de su casa, nunca, nada, porque simplemente no me hizo falta, él siempre parecía estar persiguiéndome, sorprendiéndome a cada vuelta de la esquina. Pero cuando Sehun desapareció, mi vida se volvió a colmar de un vacio insoportable, podía seguir con mi vida, pero me sentía vacio…

Y sin importar nada él no apareció.

 

 

-Lo siento Luhan, pero esto no va a funcionar…

-De que hablas?

-Estoy terminando contigo… no eres suficiente

-Que no soy… qué?

 

 

Habían pasado cuatro años, cuatro años en los que mi vida había vuelto a levantarse, estaba a punto de terminar la universidad, tenía amigos, un novio y una vida promedio que me hacia feliz. De vez en cuando tenía mis decaídas, donde pensaba en mamá, Baek y Sehun y en cuanto los extrañaba, pero luego de una noche de lágrimas solía reponerme y seguir adelante. Pero, es posible que tu mundo vuelva a derrumbarse en un abrir y cerrar de ojos con tanta facilidad?, es como cuando un alcohólico en recuperación vuelve a caer en la bebida; de igual forma yo volvía a sentir que mi vida ya no servía para nada.

Minseok se había mudado a China para no volver y Kris me dejaba porque yo no era suficiente…

Sehun… tampoco fui suficiente para ti?...

Nunca he sido suficiente para nadie.

 

Arrastre mis pies y llegue hasta aquel edificio que nunca había sido terminado de construir y donde desperté estando junto a Sehun, no supe que fue exactamente lo que me llevo a ese lugar, pero entre el llanto y la añoranza, mi mente no encontró otro lugar donde sintiera menos frio que en ese.

Ya era de noche y el cielo estaba despejado cuando subí al tercer piso, habían pasado años y ya no recordaba si era el lugar correcto, pero solo entre y me detuve ahí, de frente a una de las paredes sin terminar, en la orilla donde se podía ver hacia abajo.

Quien muere, solo muere y ya está, se va y no tiene sufrimiento…

-Ma… prometes que no habrá sufrimiento? – susurre al viento mientras cerraba mis ojos, sonreía y una lagrima se deslizaba por mi mejilla, podía sentir el viento acariciando mi cuerpo, el invierno estaba cerca, amenazando con congelarnos con el primer soplo, pero ya no tenía miedo, porque de otoño había estado lleno mi vida.

Mi mano se fue deslizando por la pared a medio construir, mientras el peso de mi cuerpo se iba hacia delante… pronto acabaría y ya nada seria doloroso de nuevos.

-No lo hagas! –

Unos brazos rodearon mi cintura y mi pecho aferrándose a mí desde atrás, podía sentir su respiración agitada sobre la piel de mi cuello erizándome cada bello, mientras su corazón palpitaba con fuerza golpeando mi espalda. Mis ojos se abrieron de golpe haciéndome jadear de asombro, dejándome sin aliento mientras me aferrada de nuevo a la media pared para evitar caer. Pero lo que más me sobresalto fue un trueno que rompió la paz del cielo, un diluvio comenzó a caer en ese momento, tan fuerte que en dos segundos mi cuerpo ya estaba completamente mojado.

-No lo hagas…- jadeo sobre mi cuello. Mis lágrimas se confundieron con la lluvia y mi única respuesta fue aferrarme a sus manos que seguían firmes sobre mi cuerpo.

No intercambiamos más palabras, yo seguía demasiado ensimismado preguntándome qué clase de locura había estado a punto de hacer, mientras él parecía no querer interrumpirme, también en parte parecía molesto y no lo culpaba. Camine bajo la lluvia hacia mi casa con Sehun pisándome los talones, tan silencioso como una sombra incluso cuando entramos en mi casa.

Para que negar que me sentía feliz, porque Sehun había cumplido su promesa, había regresado a mi cuando más lo necesite

-Deberíamos bañarnos, puedes usar el baño que esta…- señale hacia la derecha pero ya no pude hablar, Sehun me empujo con tanta fuerza contra la pared, haciéndome jadear de sorpresa mientras mis ojos se abrían muy grandes, sus manos en mis hombros me sujetaban con fuerza, no podía ver su mirada porque su cabeza estaba ligeramente inclinada hacia abajo y su cabello mojado y goteante ocultaba sus ojos.

-Sehun…

Cuando su mirada se clavo en la mía, no vi lo que esperaba ver, no había odio, rabia ni reproche, solo añoranza, tristeza y algo más que no supe leer.

-Yo...

No pude dar las disculpas que mi mente había pensado porque de pronto mis labios habían sido ocupados por algo más que palabras. Sehun presiono sus labios contra los míos, dejándome en un shock momentáneo hasta que mis ojos se cerraron dejándome llevar por la calidez de sus labios moviéndose con los míos, su cuerpo contra el mío…

Otro trueno se escucho fuerte haciendo temblar incluso la tierra y con ella mi cuerpo y haciendo que Sehun terminara el beso mientras se reía.

-Donde has estado?... desapareciste.

Me mordí el labio mientras estaba sentado en la bañera, el agua me cubría hasta cinco dedos más arriba del ombligo, Sehun sentado a mi espalda sobre el borde de la misma, acariciaba mi espalda con mi esponja de baño, con movimientos suaves y circulares, buscando relajar cada uno de mis músculos.

-Estoy aquí, no?

-Mmm ahora si…- cerré mis ojos deleitándome con las caricias en mi espalda, él se había dado una ducha rápida en el baño del pasillo y al notar que yo tardaba había decidido entrar a ayudarme. – Y has crecido…- brome con una risita, en realidad seguía igual, nada absolutamente nada en él había cambiado, físicamente hablando.

-Por qué lo dices? – inquirió curioso

-Eres más callado… pareces más maduro…

-Jajaja pensé que eso era lo que querías… “deja de ser tan cotorra Sehun”

-Jajaja  Yah! Yo no hablo así

-Tienes razón, no hablas así, sería el colmo, terminarías de parecer chica.

Abrí mis ojos y mis labios con indignación echando mi cabeza hacia tras para poder verlo con su gran sonrisa de arrogancia – Yah! Retráctate en este instantes! Yo no par…- mis labios volvieron a ser cubiertos por los suyos, haciéndome olvidar mis reclamos e indignación.

-No te darás nunca por vencido cierto? – se quejo mientras paseábamos sin rumbo fijo.

-Creo que merezco una explicación del por qué desapareciste…- insistí, el agarre de sus dedos entrelazados con los míos se hizo más fuerte

Sehun giro su cuerpo quedando frente a mi mientras caminaba de espalda – No puedo decirlo, es un secreto…- señalo sus labios en señal de silencio

-Qué?! No me dirás que eres de la mafia…- susurre mientras miraba a mi alrededor con sospecha, el alzo una ceja divertido.

-Qué tonterías dices?

-Omo! Si no, entonces fue que te enfermaste y no querías que sufrieras por eso? – me mordí el labio, mientras recordaba cierta película japonesa donde el protagonista se alejaba de su amada porque descubre que tiene cáncer y no quería que sufriera.

Él comenzó a reír como si yo estuviera loco – Creo que intercambiamos papeles, ahora que soy serio, tu estas chiflado…- bromeo sonriendo como tanto me gustaba

-Yo solo te extrañe…- respondí con sinceridad, haciendo que se detuviera de golpe, mirándome con asombro y de nuevo con esa mirada llena de temor, yo seguí caminando hasta estar tan cerca de él que mis labios alcanzaron los suyos.

En la segunda vez que encontré a Sehun, él no se aparto de mí ni un instante durante días y noches.

-Cómo es que lo haces?- pregunte, mi vos siendo ahogada por la su franela mientras estábamos acostados sobre mi cama con mi cabeza acostada sobre su pecho.

-El que?

-Esto… hacer que toda mi tristeza se esfume como si nunca hubiera existido – su pecho subía y bajaba con tranquilidad, rítmicamente mientras su manos acariciaba mi brazo y mi espalda.

-Porque para eso fui creado, para hacerte feliz y cuidarte… como un ángel.

Comencé a reír divertido

-Qué es tan gracioso?

-Eres un cursi.

El también comenzó a reír

Me di cuenta que seguía sin saber casi nada sobre él, pero su forma de ser conmigo, su calor y su cariño me hicieron llegar a la conclusión de que nada más importaba, ni el pasado ni ningún otra cosa que no fuera el Sehun que estaba entre mis brazos en ese momento, porque simplemente lo amaba.

-Sehun…- susurre con mis ojos cerrados, casi dormido

-Mmm?

-Te amo

El fuerte sonido de un trueno me despertó sobresaltado, otro trueno aun más fuerte y las ventanas de mi habitación crujieron, me senté de golpe asustado buscando con mis manos el apoyo en el cuerpo que debía estar ahí, pero Sehun no estaba, de nuevo Sehun no estaba. Dentro de mis suplicas silenciosas y mi miedo a semejantes estallidos de la naturaleza pude escuchar un sonido suave, tan suave que por poco se podía escuchar. Eran sollozos

-S-ehun – lo llame con vos temblorosa, la oscuridad de la habitación no me dejaba ver, pero sabía que debía ser fuerte, porque ahora era él quien me necesitaba, no podía dejarlo. Cuando lo encontré en una esquina de la habitación tenía las piernas pegadas a su pecho con las manos en sus oídos.

-Sehun que sucede? – pregunte nervioso, nunca lo había visto así, otro fuerte trueno y por poco el corazón se me sale por la boca pero él ni se inmutaba extendí mi mano hacia él – Se… – las palabras murieron en mi boca, cuando estaba a punto de tocarlo para consolarlo alzo la mirada y pude ver la desesperación en ella, pero no me miraba, él veía algo a mis espalda haciéndome sentir vértigo.

-K-yungsoo – murmuro con miedo, asustado me gire pero no encontré nada, no había nadie mas que nosotros dos, pero Sehun seguía mirando aquella cosa inexistente con total terror

-Quién es? Que sucede?… Sehun…

Por primera vez pareció notar mi presencia.

-Aléjate, Luhan aléjate! – me pidió empujándome, las cosas no podían ser más extrañas, volví a girarme hacia donde él había vuelto su mirada de miedo y una luz me cegó por completo.

 

-Hyung… los ángeles existen?

-Mmm? Que pregunta es esa Baekiie?

-Channie dice que los ángeles no existen, pero yo digo que si… existen hyung?

-Mmm… pues… si

-Oh! Y como son?!

-Emm, bueno no lo sé, no he visto uno

-Tienen alas?

-Supongo

-Y cuidan de nosotros?

-Nos cuidan cuando estamos real, realmente desesperados, del resto tenemos que cuidarnos nosotros mismos…

-Mmmm… no entiendo

-Déjalo ya Baek… mira! Ya hemos llegado…

 

 

****

Desperté sintiendo mi cabeza muy pesada, me levante de mi cama e hice mi rutina de la mañana como normalmente lo hacía. Sentado frente a la tv mientras desayunaba, busque en mis contactos hasta hallar el numero de Kris y borrarlo, ese idiota no se merecía mis lagrimas, si yo no era suficiente, pues que fuera a joder a otro lado. Termine escribiéndole a Minseok porque extrañaba mucho a mi menor amigo, se me estaba haciendo la hora para ir a clases y quería antes de ir pasar a ver a mi familia por lo que me puse de pie y emprendí mi viaje.

Las tumbas de mamá y Baek estaban una a lado de la otra, aun no sabía como había sobrevivido a esa época de mi vida, Minseok había sido un gran apoyo pero lo había conocido años después pero seguían siendo la única persona que tenia a mi lado, tiempos difíciles, pero yo seguía aquí.

Acomode las flores y rece por unos minutos antes de ponerme de pie, di unas palabras de despedida antes de encaminarme hacia la uni.

Desde la muerte de Baek había necesitado ayuda médica, luego de desmayarme en el mismo hospital, el psicólogo me decía siempre, que los traumas emocionales y las perdidas nos hacían sentir vacios y que por eso solía sentir esa falta y esa ausencia en mi vida, me gustaba caminar porque eso me ayudaba a pensar y recordar sintiendo que de apoco esos vacios dolían menos.

Un fuerte golpe me saco de mi meditación haciendo que mi bolso callera al suelo.

-Lo siento – susurro un chico al tiempo que se agachaba para recogerlo del suelo y regresármelo.

-Oh, y-o gracias…

-Sehun, ya vamos tarde – lo apresuro otro chico de piel morena

-Si – le respondió a su amigo, se giro hacia mí dedicándome una sonría y una reverencia antes de irse. Hice una mueca al notar el sucio en mi bolso lo limpie y seguí mi camino.

-Sehun…- murmure para mí – Bonito nombre…- sin pensarlo me gire viendo su espalda alejarse, y justo cuando estaba por volver a mi camino, él también se giro.

Nos vimos a los ojos y por un momento mi corazón dio un vuelco y latió más fuerte que nunca…

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-A ver, por que estas aquí?

-Donde estoy?

-Mmmmm… no importa… veamos tus pecados…- inspecciono una carpeta, llevaba lentes mientras leía – Eres un chico listo…. A ver, CONFIESA TUS PECADOS!

-Eh? – el niño estaba visiblemente nervioso – Y-o una vez le dije a Channie, mi mejor amigo, que se me había roto mi power ranger, pero era mentira, solo no quería prestárselo – se notaba angustiado

-Jajajaj eres divertido, que edad tienes?

- Mmm 7… 8?

-Bien… solo tienes un deseo… que quieres?

-Deseo?

-Sip, has sido un niño bueno, te concederé un deseo

-Eres un ángel?

Rodo los ojos – Algo así, escúpelo ya

-Jajaja no pareces…

-Me iré y te quedaras sin deseo

El niño lo pensó seriamente antes de contestar – Se el ángel de Luhan-hyung

-QUE!? Estas de broma no?

El niño negó con la cabeza

-Aaahs! Ok…

-Ángel…

-Sehun… mi nombre es Sehun, no ángel

-Gracias…

-Ya que…

 

 

Notas finales:

Y.....?

se sopone que hay dos partes más, un Kaisoo y un Baekyeol porque se que quedaron muchas cosas en el aire... pero no se cuando los publicare.

así que para mas informacion -> https://www.facebook.com/pages/DyC/549681778457135


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).