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Triangulo por Princesa Isis2

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Notas del capitulo:

Hola a Todos

aqui les traigo el quinto capitulo de la historia.

TRIANGULO

 

CAPITULO 5

 

“Las consecuencias de nuestros actos pueden llegar cuando menos lo esperes”

“La vida te las cobra una a una”

 

El temor de una nueva guerra en sus puertas no sesgaba el corazón de los egipcios, pues estos creían firmemente en el poder y la protección de su faraón, por ese motivo no detuvieron los preparativos de la gran festividad del Nilo. Su guardián protector de vida y muerte ahora les daba una nueva inundación con abundancia de cultivos, dátiles y frutas que los ayudarían nuevamente a continuar con el ciclo que los dioses les habían otorgado.

Yami había previsto que esa noche se celebrara un festín en honor a la nueva crecida así como también de su quinto año como monarca de esas tierras. Todas las invitaciones estaban dadas y los invitados ahora llegaban uno a uno siendo recibidos por los agradables bailes, vino y comida que les eran dispuestos.

-amor- llamo Yami desde la puerta de su habitación al haber vuelto de la sala del trono y ver deslumbrado lo hermoso que se veía su esposo. Su vestimenta ahora le permitía observar con orgullo la pancita del menor en donde sus pequeños tesoros crecían cada dia- te ves mas hermoso que de costumbre, me dan ganas de faltar a la reunión y quedarme contigo en nuestra habitación- decía de forma sensual mientras se acercaba al menor y lo abrazaba por detrás

-eso ni lo pienses amor, primero porque eres el faraón y debes de dar ejemplo y segundo porque si no lo haz notado tu hija está aquí y no le haz prestado atención-respondió el menor señalando a la pequeña princesa sentada en su cama

-…-el mayor abrió los ojos sorprendido y al fin ubico a su pequeña princesa, quien estaba de brazos cruzados con un lindo puchero en su rostro. Sus ojitos estaban acuosos

-papi, es malo, me olvido!!!!-dijo soltándose a llorar

-eh, no amor, lo siento-dijo el mayor acercándose rápidamente a su hija tomándola en sus brazos-perdóname mi vida, es que en verdad no te vi, pero te prometo que estarás conmigo toda la noche hasta que llegue la hora de dormir

 

-en serio?-pregunto entre llantos agarrando con sus manitos la camisa de seda que su padre tenia en esos momentos

-claro que si

-..-la pequeña hipo mirando a su padre tiernamente, asintió bajando de sus brazos y yendo hacia Yugi

-ves mi pequeña, tu papi te quiere mucho-dijo Yugi mientras la pequeña se abrazaba a sus piernas.

A sus escasos tres años la pequeña princesa no podía comprender porque tenia que compartir la atención y afecto de su querido papi y su tierno Yu como lo nombro desde un primer momento. Su papi Heba la trataba muy bien, pero la protegía de sobremanera muchas veces impidiendo hacer lo que un niño de su edad haría, jugar, divertirse, ensuciarse hasta que se cansara, sonreír, correr, tener mascotas. Pero su papi Yu era muy diferente, le gustaba pasar mucho tiempo con ella sin restringirla, así que ya no se sentía sola, pero ahora le habían dicho que sus papis le darían hermanitos nuevos, lo que la hacía temer de que la relegaran a lo más profundo del palacio y la olvidaran.

-Ame-escucho que su padre la nombraba arrodillado frente a ella. La pequeña miro por sobre sus hombros y encontró la mirada calida de su padre dándole un pequeño dulce de frutas. El faraón acaricio con ternura su cabello. Sabia bien lo que pasaba por la mente de la pequeña, ya había hablado con su hija sobre la importancia de los hermanos pero parecía que no había funcionado-suspiro-Heba le había inculcado un miedo a la soledad y el rechazo hacia los cambios que no le favorecían y eso el quería sacarlo de su mente, quería que fuera una excelente hermana mayor y que guiara a sus hermanos como era su deber- No tengas miedo

-papi-le dijo a Yugi volviendo a abrazar sus piernas. Tan absorta estaba con la calidez de su papa que no noto la mirada que los adultos se dirigían

-amen-dijo Yugi sentándose con ella en la cama para que lo pudiera ver de frente-Dime mi princesa, odias a tus hermanos?

-…-la pequeña sonrió y sacudió su cabeza-no, los odio pero tengo miedo de que me olviden

-nunca te olvidaríamos, amor-dijo Yugi-eres una persona muy importante para nosotros y eso no cambiara, eres la primera para nosotros pues nadie tomara tu lugar

Pero antes de que pudieran seguir hablando se escuchó un par de golpes en la puerta

-adelante-dijo el faraón

-…-la puerta se abrió dando paso a una de las sirvientas a su mando- mis altezas- dijo con una reverencia- todos han llegado y esperan con ansias que se les unan en la celebración

-enseguida iremos- respondió el mayor mientras Yugi se ponía de pie de la mano de la princesa

-Dime Rebeca-continuo Yugi- su alteza Heba ya se encuentra enterado?

-mi señor, el príncipe Heba ya se encuentra en la reunión conversando con los embajadores de su país natal, además por lo que escuche está intercambiando palabras con otros altos dignatarios

-pues espero que no esté cometiendo imprudencias-dijo el faraón saliendo de la habitación y siendo seguido por su dama, su esposo y su hija quien muy contenta iva de la mano de los dos adultos mientras daba saltitos y reía divertida

-no lo trates así-dijo Yugi- el sabe que no puede humillarse de esa manera ya que te haría quedar mal a ti

-eso se lo he repetido muchas veces y parece no entender-dijo en voz baja para que su hija no los escuchara

Detrás de ellos mantenía el paso la joven Rebeca quien nerviosa no podía hacer mas que mover sus manos como si las tallara cosa que Yugi noto desde que la vio

-porque estas nerviosa?-pregunto Yugi haciéndola sobresaltar

-lo siento mucho su alteza es solo que..

-no te preocupes Rebeca-dijo Yami acercándose y dándole un beso en su frente con ternura lo que la hizo sonrojar ante la mirada divertida de Yugi y la pequeña- que las palabras de Heba no te hagan sentir mal, eres parte de esta familia y asi seguirá siendo

-muchas gracias majestad

-vamos que nos están esperando

-siiiii-grito la pequeña saltando mientras retomaban el camino hacia el lugar donde escuchaba aquella música que le encantaba, quería ver danzar a las damas de la corte porque mientras estuviera cerca, su cuerpo comenzaba a reaccionar con tanta jovialidad que quería aprender ese arte, quería ser un icono para sus padres y darle a su papi Yu las gracias eternas por permitirle disfrutar de su infancia

Tan contenta estaba que no noto como sus padres habían parado súbitamente casi haciéndola caer. Cuando se dio cuenta de aquello puso sus ojitos curiosos en la extraña persona que se encontraba frente a ella. No la podía reconocer pues se encontraba tapada con una capa, pero por la reacción que podía ver en el rostro de su padre parecía que la conocía, pues su papi Yu había tragado tan fuerte por su nerviosismo que hasta lo había escuchado.

-que hace usted aquí?-pregunto el Faraón serio y confundido

-lamento mucho importunar de esta manera sin siquiera haber avisado pero en verdad quería estar presente en estas festividades-dijo la persona detrás de la capa que ahora que Amen podía ver tenía una máscara en su rostro y como su voz sonaba algo distorsionada no podía saber si era mujer u hombre. La princesa confundida pudo ver como aquella persona se hincaba en reverencia frente a sus padres mientras les suplicaba- se los ruego sus altezas permítame a mi ver sus cambios, no quiero que mi sufrimiento pase a su causa pero necesito estar aquí

-..-el faraón se acercó al sujeto retirando su capa de su cabeza dejando ver un tono rojizo en sus cabellos- no soy quien para juzgar sus actos y por mí no tengo problema en sus deseos, pero solo le pido que actué con bajo perfil-le ayudo a levantarse-estará cerca de mí y solo yo responderé. Si se sabe quién eres habla entonces pero por ahora mantén vuestras palabras en tu mente

-como usted lo diga así lo hare majestad-dijo mientras el Faraón le retiraba la máscara que hasta ahora la pequeña princesa notaba que estaba amarrada por seis cintos que se unían detrás de su cabeza. Al desatarla el hermoso rostro de una mujer ya mayor por el tiempo se dejó ver y cuando sus ojos se clavaron en los suyos, la pequeña abrió sus ojos sorprendida no creyendo lo que tenía frente a ella, pues aunque no pasara de los 3 años su pequeña mente le trajo la verdad de la identidad de aquella visitante…

-Rebeca-escucho que su papi hablaba en voz baja-ayúdale con sus ropajes y luego guíale a la sala de la celebración, allí los esperamos- los ojos de su papi estaban contraídos en tristeza una copia del mismo sentimiento que su padre contenía en su alma

-en seguida su majestad-dijo la Rubia mientras que la mujer la seguía sin decir nada mas

EN LA COCINA DEL PALACIO

Duke había conseguido el veneno que había sido pedido por su amor. Con sus contactos no le fue difícil encontrar quien vendiera aquel mortal elixir, una bolsa de monedas de plata fue suficiente para que los planes de su amado comenzaran a llevarse a cabo en esa noche.

Para esas alturas de la festividad la cocina bullía de actividad, todos dispuestos en preparar los suculentos platillos que la familia real y los invitados disfrutarían en la cena ceremonial.

Entro sigiloso al lugar siempre manteniendo sus ojos ocultos en su flequillo, nadie lo conocía personalmente asi que se acerco a la bandeja donde la sopa que Yugi tomaría se encontraba. De sus ropajes saco la botellita que contenía el veneno mortal vertiendo el contenido en la sopa y copa de su rival asegurándose con ello que el color y olor no se vislumbraran hasta que los efectos en su cuerpo salieran a la luz

-con esto tus problemas se resolverán mi amado-dijo en voz baja mientras se retiraba del lugar observando de reojo como Heba entraba al lugar y se disponía a hablar con los cocineros mientras daba férreas órdenes para que los preparativos se llevaran con rapidez. Por un momento sus ojos se encontraron transmitiendo sus palabras sin decirlas realmente

-“está listo”

-“esta noche, al fin”

-“si, esta noche”

Los pasos de Duke eran calmos mientras tarareaba una melodía que se escuchaba al fondo en la sala de fiestas, en su rostro la felicidad era clara. La luna y la luz de las antorchas eran los únicos que podían ver sus movimientos.

Estaba por voltear en una esquina cuando escucho varios pasos al final del pasillo. Conocía la rutina de los guardias y sabía que no eran sus pisadas. La poca luz que las antorchas daba no iluminaban por completo los extremos. El sonido de aquellas leves pisadas lo alerto, tomando instintivamente el mango de su espada, listo para enfrentar cualquier improvisto que se le presentara frente a él.

-Quien es!!!-demando sin preámbulo

-no necesita saber quién soy-escucho la voz entre las sombras

-…-Duke afilo la mirada tensando su cuerpo-quien demonios es usted-dijo de manera cortante al no reconocer al hombre moreno tras la capucha

-soy tu muerte-dijo con veneno en su voz mientras el deslumbrante destello que hace una espada al ser desenvainada se dejo ver- y como tal un muerto como tu no tiene ningún derecho

-solo morirás y nada mas-escucho Duke otras dos voces sincronizadas detrás de el

-pero si quiere saber quien es la persona causante de dar la orden de su muerte-dijo una voz que reconoció como el de una mujer que no de dejaba ver al extremo norte del pasillo donde la luz no llegaba- mi señora Hua, ese es su nombre-termino haciendo sonar sus dedos para que los tres hombres procedieran a atacar a Duke

-“Hua?”-pensó confundido Duke, nunca había oído nombrar a aquella persona pero no tuvo mucho tiempo para pensarlo mientras luchaba con destreza contra aquellos hombres, vislumbrándose una pelea que la única persona que no participaba podía presenciar con claridad. Sus agudos oídos le hicieron saber que algunos guardias se acercaban así que desplego su arco y saco una flecha envenenada que lanzo justo en el pecho de Duke quien no esquivarla

-argg-fue lo que pudo pronunciar mientras sus fuerzas se desvanecían, solo sintió como las espadas de sus oponentes atravesaban su carne con facilidad mientras caía al suelo. Sus ojos Verdes poco a poco se cerraban mientras un último nombre salía de sus labios-Heba

A minutos de ese lugar, Heba paro abruptamente su camino mientras un punzante dolor se instalaba en su corazón y una fría corriente pasaba por toda su espina dorsal

-Duke?

EN LA SALA DE REUNIONES, MINUTOS MAS TARDE

La celebración estaba en su apogeo, asi como en la ciudad los pobladores celebraban con licor, mujeres, comida y buen sexo. En el palacio la fiesta comenzaba ya que se esperaba la llegada del Faraón ya que el consorte principal Heba había llegado pocos minutos atrás con un semblante contrariado.

-mi amo, se siente bien?- pregunto preocupada May al notar la palidez del rostro de su amado

-no te preocupes may, solo estoy algo cansado, eso es todo

-quiere esta fruta?-le dijo mientras le entregaba unas uvas-son buenas para que levante su animo

-May, busca a Duke quiero hablar con el- le pidió en voz baja mientras su dolido corazón no dejaba de brindarle el sentimiento de pérdida- búscalo

-mi señor, sabe que en este momento se encuentra en sus aposentos disponiéndose a la festividad, además sería raro que los vieran juntos

-algo ocurrió-dijo con semblante triste-no sé qué es, pero tengo un mal presentimiento- sus palabras fueron cortadas cuando los tambores ceremoniales comenzaron a sonar dando la pausa a todos de observar como el Faraón y el segundo consorte llegaban de la mano

-Buenas noches a todos-comenzó el faraón-para mi es un honor tenerlos aquí reunidos para esta maravillosa celebración, así que deseo que la pasen bien. Músicos!!!-llamo en voz alta mientras las maravillosas melodías volvían a sonar, esta vez con mas efusividad mientras la comida comenzaba a ser servida..

-Heba, te sientes bien?-pregunto Yugi una vez que se sentó frente a el. Lo notaba pálido, su cuerpo tiritaba y su mano derecha se encontraba en puño sobre la base de su corazón. Sus palabras llamaron la atención del faraón que se sentaba a su lado justo en el pináculo de la gran mesa

-Heba?-pregunto este

-no es nada, solo me siento algo cansado, pero ya May me dio fruta deliciosa que poco a poco a comenzado a calmar mis síntomas-dijo observando conciliadoramente a su esposo sin prestarle atención a su rival quien frunció el ceño sin creerle- y donde esta nuestra hija?, dijiste que la traerías, acaso se enfermó?

-deja de sobreprotegerla Heba -respondió el faraón dando un sorbo a su copa de vino recién servida- Amen está muy bien, solo se retrasó porque quería venir con alguien a quien quería conocer hace mucho

-a quién?-pregunto confundido observando como su rival se atragantaba levemente con su bebida, es más podía jurar que por un momento se puso nervioso y eso le llamo la atención

-ya lo veras Heba, ya lo veras-dijo Yugi observándolo fijamente

Por varios minutos más las cosas se calentaron en la fiesta mientras degustaban el baile y la comida. Heba no dejaba de sentirse preocupado por el mal presentimiento que sentía hacia su amante y la curiosidad hacia la persona que estaba con su pequeña

Sus pensamientos nuevamente fueron interrumpidos cuando pudo ver como Rebaca se acercaba hacia su esposo susurrándole unas pocas palabras para que este asintiera. La joven se retiro un momento para pocos segundos después las grandes puertas fueran abiertas y su pequeña entrara de la mano de una hermosa mujer pelirroja

Tanto el faraón como el segundo consorte se quedaron callados mientras observaban a Heba quien se paraba de su lugar, pues cuando sus ojos verdes se pusieron sobre los dorados su mundo quedo congelado por un momento..

Todos en la sala observaban confundidos la escena sin saber quién era aquella mujer que mantenía a la princesa consigo, mientras Heba avanzo un poco sin la ayuda de la choqueada May quien no podía creer lo que antes sus ojos se mostraba. Quería acercarse mas a ella para saber si se trataba de alguna broma o algo asi, ya que aquella hermosa mujer de larga cabellera roja, no era otra, mas que su…madre

-Hola Heba- hablo la mujer con miedo, su rostro no lo denotaba pero sus ojos tenían miedo de la reacción de su retoño

-Papi, papi mira es mi abuelita!!!!-decía contenta la princesa de Egipto mientras su recién conocida abuela observaba con suplica a su papi

May quiso ir junto a el, pero el abrazo del faraón la detuvo. Giro para observarlo y el negó ligeramente con la cabeza. Comprendiendo que aquel momento era solo para ellos dos..

Por su parte el príncipe consorte no podía creer aquello y al escuchar la voz de su madre se quedó de piedra. Sus ojos verdes examinaban con incredulidad a la mujer que tenía frente a el, y simplemente no sabía que sentir. Nunca se imaginó que algún día la tendría junto a el, después de todo fue arrebatado de sus manos cuando nació y su padre sin ningún explicación la mando a un lugar del que hasta hoy no supo su paradero. Sin embargo sabía bien que era por haber nacido como doncel, algo que su padre aborrecía desde lo más profundo de su alma y aunque lo llamaba hijo, sabia de sobra que no era mas que una herramienta en sus planes de poder. Era como si al verla por primera vez su cuerpo de inmediato la hubiese reconocido. Tal vez era así pues el único recuerdo que tenia de ella era una pintura que su nana había guardado con recelo..

La pelirroja lo veía con culpa. Su amado y único hijo Baron se mantenía ahí parado con la expresión de confusión en su rostro. Trato de contener las lágrimas pero estas le traicionaron, ya que sin previo aviso comenzaron a caer de sus ojos humedeciendo sus pálidas mejillas. Ya no quiso contenerse más. Quería acercarse a el y asi lo hizo, no le importo el lugar donde estaban y que las personas a su alrededor la vieran confundidos mientras que los embajadores de su antiguo reino mostraban total disgusto a su presencia. Sabía que estos se contenían por la fría mirada que su yerno les daba, haciéndoles recordar que no tenían ningún poder mientras se hallara en tierra egipcia.

Su deseo de tantos años por fin se hacía realidad porque lo abrazo con fuerza. Aunque el la rechazara necesitaba sentirlo, necesitaba sentir aquel calorcito familiar que sintió cuando lo sostuvo por primera vez, pocos minutos antes de que su mundo fuera destruido por las ambiciones de su cruel esposo..

Al sentir aquellos brazos que lo rodeaban, el joven tricolor salio de su asombro mientras percibía aquella calidez, aquello no podía ser un espejismo, un sueño o una alucinación, no, esto que sentía era una autentica felicidad..

Sus brazos se fueron levantando lentamente, tan lento que todos pensaron que la rechazaría, pero para su alivio Heba correspondió el abrazo..

 -Te amo mi niño, te amo y siempre lo he hecho-dijo la mujer entre sollozos que todos pudieron oir- perdóname por favor, perdóname por haber permitido que nos alejaran

-no tengo nada que perdonar madre, se tu historia-dijo el tricolor con lágrimas en sus ojos mientras la veía de frente- te odie al principio por abandonarme, pero el saber lo que habías luchado contra los deseos de mi padre me hizo amarte, no puedo odiarte por mas que el quiera, eres mi madre y siempre quise conocerte..

-no sabes la alegría que siento al saberlo de ti

-papi, mi abuelita es muy linda-dijo la pequeña sonriente

La escena era de alegría mientras veían como madre, hijo y nieta se conocían bien, Yugi se hallaba en los brazos cálidos de su esposo mientras observaba aquello con una gran sonrisa. El faraón se sentía bien por haber encontrado a la mujer, sabía que su suegro la había humillado de tal forma que solo la uso para tener hijos y luego la boto como una basura encerrándola en un lugar de trabajos forzados convirtiéndola en esclava y quitándole todos los apoyos con los que podía contar.

El ambiente era ameno y nadie quería destruir aquella burbuja, por lo que pocos notaron como dos guardias que el faraón reconoció como a su primo Kamos y su mano derecha, se acercaban a el.

-que sucede?-pregunto en voz baja ante la gravedad de las facciones que ambos traían. Su primo se acercó lo suficiente para que tanto el cómo Yugi lo escucharan

-los guardias de la zona acaban de encontrar el cuerpo sin vida de su Excelencia Duke, al parecer fue asesinado hace poco- tanto el faraón como su esposo se tensaron, pero por mas que Kamos hubiese hablado en voz baja sus palabras retumbaron los muros de la sala y llegaron a Heba quien voltea de inmediato hacia la fuente de la voz

-que haz dicho!!!-grito sintiendo como si le golpearan el cuerpo y le incrustaran miles de agujas y ante su reacción sintió como el abrazo de su madre se volvió de hierro. Sus ojos se volvieron duros por un momento mientras le susurraba

-eres esposo del faraón, piensa en eso y no pienses en alguien con quien te haz revolcado como un puto en celo porque no quiero que sufras mi mismo camino

-tu, acaso tu

-discúlpenme un momento mis queridos amigos tengo que arreglar este asunto, pero no hay que dejar la celebracion a un lado yo me retiro-dijo el faraón besando a Yugi- mi querida Hua puedes tomar tu lugar en la corte al lado de mis esposos y mis hijos, serás bienvenida el tiempo que tu misma consideres necesario. Nadie de los miembros de la corte de mi suegro podrá tocarte porque sufrirán las consecuencias- con aquellas palabras y sin escuchar lo que su suegra le había dicho a Heba salió del lugar acompañado de sus guardias.

Heba comenzó a hiperventilar, su corazón dolía porque no podía creer que su querido Duke hubiese muerto y que su madre estuviera involucrada le aterraba. Sus ojos no podían despegarse de la puerta por donde su esposo salió y donde ahora la siguiente parte de la cena comenzaba a llegar, entre ella la sopa con el veneno que como siguiendo un libreto vio como era servida a Yugi quien en silencio se había sentado como todos para seguir con la cena

“Duke, no puedes estar muerto”

“Madre, no puedes ser su asesina”

“Yami, por favor encuentra a su asesino”

“Yugi debes morir hoy, porque soy el único que debe de estar con mi faraón y Egipto”

Notas finales:

Bien chicos hasta aqui el capitulo, espero que les guste

sayo

rewiers?


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