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La rosa de Britannia: Los caballeros de gema por kazukichanlove

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Notas del capitulo:

Hola hola mis queridas lectoras, ¿Qué tal les va? Les traigo el nuevo cap de la secuela y les agradezco a quienes me dejaron un review.

El cap va con dedicatoria especial para papalotl25, luna-chan, Andrea Phantomhive Trancy, Dyvengeans, y OtakuNekoKawaii. Se les quiere muchoooo

Pueden seguir votando para elegir el próximo fic. 

Desperté en la mañana con los rayos del sol apenas asomándose por el balcón, y lo hice porque él bebe me pateó de manera constante hasta que consiguió levantarme. Toqué mi estómago sintiendo los movimientos constantes de mi bebe y a la vez vi a Suzaku profundamente dormido a mi lado. Sonreí acariciando sus mejillas y besándole la frente, no podía creer que ya hayan pasado 19 años.

Me levanté sin hacer mucho ruido y cuidando de no despertarlo para caminar a los  balcones a respirar un poco de aire fresco y coger unas cuantas cerezas que había en el árbol de sakuras. Llené un tazón que estaba cercano para luego volver a la cama y ver que Suzaku hablaba entre sueños y abrazaba a una de las  almohadas.

—No, to-san, me haces cosquillas- la “almohada” habló y pronto salió una mata de cabello rosado de entre las sábanas descubriendo así a mi pequeño Kyoka el cual solía colarse a nuestra cama poco antes del amanecer.

—¿Kyoka?- por fin Suzaku se despertó y miró hacia todos lados sin soltar a Kyoka- ¿Dónde está Lelouch?

—¡¡To-chan!!- Kyoka al verme se soltó de los brazos de su padre para correr a mí pero en el camino se enredó con las sabanas y cayó de bruces al suelo. Tanto Suzaku y yo nos apresuramos en ir a levantarlo pero eso no evitó que soltara un chillido y después se pusiera a llorar.

—Ya, ya, bebe, no pasa nada, no llores- Suzaku lo levantó y estuvo tratando de calmarlo en lo que yo verificaba que no tuviera algún golpe mayor.

—¿To-san? ¿To-chan? ¿Qué pasó?-por la puerta se asomó Haruki luciendo somnoliento y en segundos arribó Sorato.

—Kyoka se cayó de la cama, todo está bien- les expliqué viendo que Kyoka, efectivamente, estaba más tranquilo.

—¿No se lastimó mucho?- Sorato de inmediato acudió donde su hermanito visiblemente preocupado.

—Nada que unos dulces y mimos no solucionen- Suzaku recostó a mi pequeño en la cama al igual que yo procedí a sentarme.

—Deberías estar descansando, to-chan, te veo algo agotado- del balcón salió Kazumi en su pijama y buscando algo con sus ojos.

—Él bebe me despertó, quería cerezas- bostecé involuntariamente y de pronto aparecieron los trillizos más C.C.

— ¿Hay reunión de complot y ni siquiera nos avisan?- farfulló Ryunosuke cruzándose de brazos al mismo tiempo en que Ryuta le daba un zape.

—Baka, Kyoka se cayó.- y de ahí ambos empezaron a pelearse como siempre causando que muchas venitas de molestia en Ryuryu.

—R.R-chan, no te enojes. Te saldrán arrugas- así suele llamar C.C a mi trillizo más pequeño y acariciándole el cuello logrando que su enojo disminuyera.

—Lo sé, C.C, pero a veces no se ni como los soporto.

—Los tres estuvieron dentro de mi vientre por ocho meses y cómo se comportan ahora así se comportaban estando ahí- reí comiendo unas cerezas y segundos después entró por la puerta Yusei luciendo un poco rojo y con un golpe en la frente.

—¡¡Yusei!! ¡¡ ¿Qué te pasó?!!- Suzaku me ganó en la carrera y examinó de pies a cabeza a mi pequeño pelirrojo- Tienes fiebre, cariño, ¿Te sientes mal?

—E-Estoy bien, t-to-san,  m-me levanté de la cama y como no llevaba mis lentes me pegué en la pared.-  aunque eso hizo que Suzaku se preocupara más al momento de tomarle en brazos y recostarle en la cama. Aunque noté a mi hijito más nervioso de lo normal y más con respecto cuando Suzaku le preguntó si se sentía mal.

—Manzanita, ¿Te duele algo? Dinos si te sientes mal- me acerqué a él y le acaricie los mechones de cabello que tenía sueltos. Luego la habitación se llenó de los miembros faltantes como Kanon-san, Anya-san, Kallen-san, Toudou-san, Gino-san, Clovis nii,  Lloyd-san, Ryu-chan y Cecile-san.

—¿Qué pasa? ¿Yusei nii? ¿Qué tienes?- Takuto se abrió paso entre todos y se subió a la cama junto a nosotros. V.V oji-san levitó hasta llegar a la cama y sentarse sobre la cabecera.

—M-Me duele mi estómago, j-justo aquí- Yusei llevó una de mis manos hasta el sitio que mencionaba y no tardé mucho en saber la causa.

—¡¡¡Se me salen todos los hombres de la habitación!!! ¡¡¡Repito se me salen todos los hombres de la habitación!!!- V.V oji-san se puso a gritar sacando a empujones a los varones que podía, entre ellos a Lloyd-san  y Clovis nii.

— ¡¿Y eso porque V.V-chan?!- Gino-san berreó como niño pequeño valiéndole  una mirada letal marca V.V.

—Asuntos  de donceles y damas. Cosas que ustedes como hombres no entenderían.

—Ya, muévanse, que V.V-sama tiene mucha razón- al parecer Toudou-san nos entendió, después de darnos un guiño, y se llevó a los trillizos a pesar de las protestas de estos.

—Yo no me muevo de aquí sin ningún motivo- Haruki se plantó firme en el sillón poniéndose en plan necio. Miré a Ryu-chan el cual asintió y se plantó tratando de lucir firme pero fallando en el intento.

—T-Te ordeno que salgas, Haru-kun, debes obedecerme como mi caballero.

—P-pero, Ryu-sempai…- al parecer Haruki entendió después y se salió dándole un guiño a Ryu-chan. Gino estaba más necio que Haruki y se plantó en el suelo en posición india.

—A mí nadie me saca hasta que no me digan que es lo que está pasando.

—Gino, porqué mejor no vas a ver que el hijo del ministro de relaciones exteriores no ande merodeando- Suzaku me guiñó un ojo y sonreí sabiendo que era una buena broma.

—Ah, por cierto: en la noche recibí una carta del chico este, Kou-kun, para pedirnos permiso de cortejar a Sorato-chan.- Eso hizo que Gino se levantara en un santiamén y se pusiera un poco histérico. Suzaku me miró un tanto tenso pero con una mirada le indique que no dijera nada.

—Ese mocoso no entiende por las buenas, así que lo hará a las malas- Gino se marchó de inmediato, así que le indiqué a Takuto que viniera de inmediato.

—Peque, ve y  vigila que Gino no haga nada estúpido. No quiero que el ministro venga reclamándome que su hijo anda todo lastimadito.

—Sí, to-chan, nos vemos al rato V.V-san.

—Ese mocoso, me da escalofríos- murmuró molesto el mencionado al ver cuando mi hijo se salió de manera sigilosa y veloz. Suzaku fue el único que no se salió.

— ¿No crees que aún es muy pequeño para esto, Suzaku?- le miré de manera nerviosa mientras  revisaba a Yusei y los que estaban en la habitación se volteaban. Le sujete la mano a mi hijo ya que estaba más nervioso aún.

—Tal vez pero recuerda que me mencionaste que a ti te pasó a los ocho años,  a Sorato le sucedió a los doce y a Kazumi a los once. Lo que debemos ver es que no sea tan doloroso, y lo que no me gusta es que le de fiebre.

—¿Qué le pasa a Yusei nii? ¿Qué tiene?- Kyoka se recostó al lado de Yusei y le sobó su pancita.

—Tu hermanito, Kyoka, está pasando a la etapa de la adolescencia, digamos que su cuerpo está madurando- a Suzaku le costó mucho decir eso porque no le gustaba. Reí bajito mientras vi como Suzaku caminaba tenso a la gaveta de fármacos y me daba un frasco con píldoras rojas- dale uno ahora, amor, y que guarde reposo.

—T-To-san, ¿E-Estás b-bien? ¿E-Estás m-molesto?

—No pasa nada, manzanita, lo que sucede es que a to-san no le gusta el hecho de que estés creciendo. Odia que sus bebes se vuelvan grandes- le quité unos mechones del cabello a mi pelirrojo hijo y le puse una compresa en la frente para bajar su fiebre.

—Por eso puse a Haruki y a Gino como los caballeros de Ryu-chan y de Sorato, porque confío en que los van a cuidar- miró al par de donceles mencionados haciendo que se sonrojaran de manera discreta y de paso causando una risa estruendosa en V.V oji-san, luego pasó su vista a Kazumi el cual se cruzó de brazos frunciendo el ceño- bien, Kazumi no eligió a su caballero, bueno, con el carácter y la fuerza que se carga… pero únicamente faltas tú, Yusei, y Kyoka aún es muy pequeño para que tenga un caballero.

—Será bueno que vayamos buscándole un caballero Suzaku-san- Anya sacó una lista de seguro con nombres de posibles candidatos.

—Hay nuevos chicos en las filas de la academia militar que pueden cumplir perfectamente con ello- Kallen señaló a varios de la lista la cual también incluía fotografías.

—P-Pero…- Yusei iba a hablar cuando Kazumi se paró de un salto luciendo muy decidido.

—Yo seré su caballero.

—No puedes, Kazumi, eres un doncel y no puedes comportarte de esta manera. Y también estaremos buscando un caballero para ti ya que aún no lo tienes- Suzaku le dijo dando un suspiro y viendo su ceño fruncirse de manera muy fea.

—¿No? ¿Por qué no puedo? Soy el mejor Knight en las filas del imperio: nadie, ninguno de los Knights bajo las ordenes de to-san, me ha podido vencer tanto en una pelea cuerpo a cuerpo como en una batalla de Knightmare Frames.  No necesito un caballero, yo puedo defenderme perfectamente.

—Se razonable, hijo, yo sé perfectamente lo fuerte que eres pero eso no evita que me sienta intranquilo- me pasé una mano por los cabellos luciendo un tanto exasperado por la terquedad de  nuestro hijo.

—Eres tan terco como una mula, Kazumi, eres igual a tu abuela Marianne- negó V.V oji-san y bufando conociendo el mal carácter de mi hijo.

—Otouto, es más por un mero requisito, además a tu edad ya deberías tener uno- Sorato intentó razonar con Kazumi pero creo que no lo logró.

—Pero en tu caso, aniki, te llevas de  maravilla con Gino oji-chan. Y no, no quiero tener un caballero.

—Siempre supe que Schneizel era una mala influencia para Kazumi-kun – Kanon-san se dio de topes contra la pared ya que en si la culpa de la actitud y carácter de Kazumi la tenía mi querido hermano Schneizel.

—Kazumi Kururugi Ri Britannia: en el baile de la próxima semana deberás escoger a tu caballero y no hay vuelta de hoja. No voy a soportar más tu comportamiento caprichoso  ni quiero excusas ni pretextos de tu parte ¿Quedó claro?- Suzaku le dio el ultimátum a Kazumi  para que le valiera una mirada marca diablo del mencionado y este saliera hecho una fiera de la habitación.

—Kazu nii- Yusei hizo amago de levantarse pero entre Kyoka, que se recostó sobre él, y yo se lo impedimos.

—Debemos dejarle solo por ahora, está muy molesto y no le gusta que le atosiguen cuando está así- suspiré acariciando mi vientre y mirando un poco molesto a Suzaku- creo que te excediste un poco con él.

—Lelouch, tú también tienes que entender que Kazumi no puede seguir así.

—Tu y yo vamos a hablar: Kanon-san, cuida de Yusei y de Kyoka por favor- el mencionado asintió- los demás también y V.V oji-san, vigila de lejos a Kazumi.

—Descuida, pequeño, no creo que esté lejos.

Asentí y tanto Suzaku y yo fuimos a la sala amatista, que era la más cercana, para hablar porque no me gustaba la actitud de Kazumi ni tampoco el modo que estaba tomando Suzaku.

—Suzaku, no me gustó del modo que le hablaste a Kazumi hace unos instantes- me senté en un sofá respirando de manera profunda porque en sí quería ir corriendo a ver a Kazumi al igual que Suzaku estaba en las mismas que yo- no tenías que ser tan duro.

—Amor, Kazumi debe comprender que ya está en una edad donde  tiene que tener a alguien que le cuide y le proteja: es un príncipe, es el tercer príncipe imperial de Japón. Además es doncel y razón demás para que tenga un caballero.

—Sí, pero no debes recalcarle que es un doncel y debe ser fino y delicado como según marca la sociedad noble-eso lo dije en un tono enfadado mientras Suzaku se sentaba a mi lado y bajaba su cabeza hasta mi regazo apoyándola contra mi estómago- Porque Kazumi rompe esos estándares, bueno, hasta Sorato. Suzaku, Kazumi es muy fuerte, es nuestro hijo más fuerte pero también no deja de ser frágil. Detrás de toda  esa coraza dura, está un niño tierno. Es un fiero guerrero con un corazón de pollo.

—Y por eso quiero protegerlo, Lelouch, quiero que esté protegido- susurró levantando su rostro y mirándome de manera consternada- Es mi hijo, mi pequeño, y no quiero que nadie se atreva  lastimarlo.

—Y para ello debes ser firme pero gentil, Suzaku, porque si sigues en ese plan imponente y mandón lo único que lograrás es que Kazumi se aleje y te pierda la confianza.

Después de que tanto Suzaku y yo hablamos fuimos a desayunar pero no había ni rastro de Kazumi en el comedor ni en el palacio. A la hora de la comida también y en la cena ni se diga. En el comedor durante la cena los ánimos estaban por los suelos y hasta mis demás hijos estaban serios y sombríos por la ausencia de su hermano. Esto no me gustó y ya sabía yo a donde se iba cuando estaba muy molesto y no quería ser molestado. Después de terminar de cenar me paré y decidí buscar a mi hijo.

—Cecile-san, por favor ordena que arreglen la cena para Kazumi y que se la lleven a su habitación.

—Entendido, Lelouch-sama.

—Hablaré con Kazumi, ustedes vayan a sus otras actividades- los demás asintieron mientras yo me encaminaba hacia los jardines, más específicamente  en el laberinto de estos. Recordé los pasos para llegar al centro porque más de una vez me perdí en el trayecto hasta que el propio Kazumi venia por mí.

Llegué al centro del laberinto el cual constaba de una fuente dentro de un estaque, varios rosales y un árbol de sakuras; donde vi a un enorme lobo echado junto al árbol de sakuras luciendo algo triste y melancólico, recostado contra su lomo estaba Kazumi aun con su expresión molesta, pero más que molesta, su expresión estaba dolida y herida. Realmente odiaba verle así, no me gustaba verle así de triste ni verlo llorar.

—To-chan.

—Oh, mi bebe, ven acá- Kazumi se levantó rápidamente para abrazarme con fuerzas, ambos nos sentamos en el suelo mientras Kazumi se aferraba y recargaba su cabeza en mi pecho. Sentí su cuerpo estremecerse por el llanto, lo único que pude hacer es enredar una de mis manos en su cabello y acariciarlo suavemente.

—T-To-chan, ¿Por qué to-san no me entiende? ¿Por qué siempre me reprime?

—Lo sé, corazón, te entiendo perfectamente pero también debes comprender un poco a tu padre- le sequé las lágrimas que caían por sus mejillas- él, al igual que yo, únicamente quiere protegerte y lo más importante para él es tu bienestar.

—Pero no me gusta que me limite, no me gusta que no me deje avanzar- farfulló Kazumi apoyando más su cabeza contra mi pecho-siento que me corta la libertad, que no me deja ser yo.

—Habla con él, dile lo que sientes. Estoy seguro de que si ambos  hablan esto se arregla- bese su cabeza y luego él la bajó hasta donde estaba su hermanito- Bebe-chan estuvo también preocupado por ti.

—Gracias to-chan.

—Todo sea porque tu estés bien, Kazumi, y ahora vas a cenar. No has probado bocado en todo el día y eso no me gusta.

—Ya voy, to-chan. Vamos Kuro-chan.

El enorme lobo aulló parándose para caminar al lado de mi hijo. Kuro-chan es el guardián de Geass de Kazumi y nunca lo deja solo. Es muy grande, a Kazumi le llega a la cintura, y su pelaje es gris plateado.

Salimos del laberinto y nos adentramos al palacio donde al pie de las escaleras nos esperaba Lloyd-san.

—Lelouch-sama, Suzaku-kun está en el despacho principal esperando por Kazumi-kun.

—Kazumi debe alimentarse primero, Lloyd-san, ¿Podrías decirle a Suzaku que mejor vaya a hablar con él a su alcoba?

El asintió mientras Kazumi, su lobo y yo subíamos a la alcoba del primero. Acompañé a Kazumi mientras cenaba y después se metió a su baño para darse una ducha. Mientras lo hacía, Suzaku entró a su alcoba luciendo un poco serio y tenso.

—Cambia tu cara Suzaku o lo asustarás. Y ni se te ocurra volver a regañarlo.

— ¿Acaso me crees un ogro, Lelouch?

—Pues por tu cara eso parece- Suzaku me miró estupefacto y yo solo le besé la mejilla-se más comprensivo con nuestro hijo, y escúchale. Iré mientras a ver a Yusei, y de paso le daré sus medicinas.

Salí de la habitación de Kazumi para encaminarme a la habitación de mi manzanita pero en el camino escuché ruidos provenir de la habitación de los trillizos. Suspiré de manera cansada y fui de inmediato ahí. Al abrir la puerta  me topé con una escena típica entre ellos tres: Ryunosuke peleándose con Ryuta en el suelo y Ryuryu tratando de separarlos dándoles almohadazos.

—¡¿Qué es lo que está pasando aquí?!

Escuché como algo se rompía y volteé a ver uno de los jarrones el cual fue derribado por la pelea de Yami y Gurē, los dos cocodrilos guardianes de los dos que se estaban peleando-Yami es el de Ryunosuke y su coloración es negra  mientras que la de Gurē  es grisácea. Lo curioso del caso era que mientras los dos enormes lagartos peleaban, un tercero, el cual era Shiro- el cocodrilo de Ryuryu de coloración blanca-,  trataba de evitarlo. Que caso, cada cosa se parece a su dueño.

—¿Me quieren explicar que es lo que sucede aquí?

Me crucé de brazos mientras me sentaba en uno de los sillones de la alcoba mientras esperaba una explicación de esto. Los trillizos tuvieron la decencia de lucir avergonzados y de incluso gemir como cachorritos regañados. Hasta los lagartos incluso.

—Es que Ryunosuke estaba dándome mucha lata debido a que no pude invitar a salir a Akane-chan, ya que ella le hizo caso a él como todas las demás- farfulló Ryuta mirando de manera fea al mencionado. Vaya, todo por un lio de faldas.

—Yo te dije que ella no es para ti, ya deberías estar resignado.

—Basta ya, Ryunosuke, no puedo creer que por una chica lleguen a pelearse de esta manera. Son hermanos, por favor, además de ser idénticos.- les miré de manera molesta, la verdad de esto no estaba enterado.

—Tienes que poner un alto, to-chan, creí que ambos usarían el Geass para pelearse- Ryuryu únicamente se salió de la habitación con su guardián siguiéndole detrás y antes de irse les dio un zape a sus dos hermanos.

—Voy a hablar severamente con ustedes dos, saben perfectamente que el Geass de cada uno es demasiado letal y muy peligroso. Vayan a sus respectivas alcobas y reflexionen su comportamiento: ya que amenazaron con usar el Geass, les hago la misma advertencia.

Los dos se pusieron blancos y de inmediato se marcharon a sus alcobas. Ya mañana hablaría con ellos por su comportamiento. No me gustaba que mis hijos se pelearan entre si y menos por una mujer. Ya averiguaría quien es la susodicha ya que no me gustaba para nada. Pero bueno, me encaminé hacia la habitación de Yusei donde estaba sentado en su cama y comiendo unas cuantas frambuesas en compañía de Matt-chan, su búho guardián, el cual es un búho real blanco de un tamaño algo grande. Es tan grande que puede llevar a Yusei sobre su lomo y volar a grandes distancias.

—¿Cómo te sientes Yusei?

—Estoy mejor, to-chan, ya me siento mucho mejor- Yusei sonrió de manera cansada mientras yo me encaminé a revisar que no tuviese fiebre- solo estoy algo cansado.

—Y debes de estarlo, esto es sumamente agotador. Debes tomarte tus medicinas- abrí su gaveta del mueble y le di dos píldoras que tragó con pesar- sé que no te gustan, a mí tampoco.

—T-To-chan, de verdad que no quiero un caballero- mi pequeño se aferró a mí poniéndose muy nervioso y más porque yo sabía la razón- no quiero uno, por favor.

—Mi vida, no tengas miedo. Nadie se atreverá a lastimarte ni a incomodarte, y  aquel que lo haga, le dejaré muy en claro la razón por la cual tu padre se asusta mucho cuando me ve enojado.- deshice su cabello para luego desenredárselo con suavidad y volverlo a trenzar.

—No me gusta que me molesten, pero es porque no me parezco a ustedes ni a mis hermanos- levanté su carita la cual se veía muy triste- no tengo amigos y siempre me hacen a un lado.

Eso si era cierto: a Yusei le discriminaban por el hecho de no parecerse a nosotros y siempre eso lo tenía muy triste. En una ocasión, cuando asistía al colegio, unas niñas lo  molestaron diciéndole cosas muy hirientes. No pude vengarme de ellas por ser unas niñas, pero V.V oji-san si lo hizo y las dejó traumadas de por vida e incluso amenazó a los cuatro vientos que a cualquiera que se atreviera a lastimar a Yusei, les echaría una maldición. Por una parte estuvo divertida su venganza ya que se vistió de niña en el colegio y a las niñas las hizo tener delirios mentales.

—Solo porque seas diferente no quiere decir que seas menos que ellos. Tú no les hagas mucho caso, bebe, solo te tienen envidia. Eres muy bonito. Sé que muchos de los knights se están peleando por ser tu caballero. Mañana cuando termines tus deberes me acompañaras a la academia militar para evaluar a los Knights y elijas al adecuado.

—Está bien, to-chan.

Le acomodé los edredones y le quité sus lentes para dejarlos en su mueble.

—Buenas noches to-chan- Yusei besó mi mejilla y luego besó mi vientre al igual que le dio una suave caricia- buenas noches, Otouto.

—Descansa manzanita. Dulces sueños.

Le besé la frente y al levantarme de la cama Matt-chan se acurrucó en ella para resguardarlo y abrigarle con sus plumas.

 Sonreí y me salí al momento de apagarle las luces. Iba a mi alcoba para darme una ducha cuando vi a una motita rosa cruzar sigilosamente el pasillo contrario. Una motita rosa que ya debería estar en la cama y no andar de travieso.

Me puse en la pared sin descubrirme en el pasillo viendo la situación: Kyoka llevaba algo en sus manitas y se veía tan rojo como el cabello de Yusei. Corrió rápidamente hacia una de las puertas al final del pasillo y deslizó algo debajo de dicha puerta. Después algo se deslizó debajo de la puerta y Kyoka lo tomó para llevarlo a otra puerta donde lo deslizó debajo de esta misma puerta. Fruncí mi ceño y no pudiendo más con mi curiosidad caminé hasta  donde estaba mi hijo y lo agarré literalmente con las manos en la masa.

—Kyoka Kururugi Ni Britannia, ¿Qué haces levantado a esta hora?

Mi bebe se quedó petrificado al verse descubierto y rápidamente  escondió lo que traía en sus manitas.

—N-Nada to-chan, e-es que no p-puedo dormir.

—Pues vamos a que te duermas, ya es tarde y debes ir a la cama. Ve a tu habitación, jovencito, y te alcanzo en un momento. Ah, y dame lo que estas escondiendo.- Kyoka negó muy nervioso y apurado pero le calmé ates de que llorara- no te preocupes, cielo, no va a pasarte nada.

—E-Es que la carta e-es de S-Sorato nii p-para G-Gino oji-chan.

Susurró Kyoka en mi oído antes de darme la carta y de manera veloz irse a su alcoba. Me resistí a la tentación de abrir la carta y me encaminé a la alcoba de Sorato escondiendo la carta en mi túnica. Golpeé levemente la puerta y escuché un golpe sordo al otro lado. Entré de manera rápida, lo más rápido que mi vientre me lo permitía, y vi a Sorato en el suelo tratando de pararse.

—¡Sorato! ¡¿Qué te pasó?!- me acerqué tratando de ayudarlo a pararse y lo vi más rojo que de costumbre.

—E-Estoy bien, to-chan, s-se me t-torció el tobillo.

Le ayudé a llegar al sofá de su alcoba y antes de que fuese a buscar el botiquín Tora-chan, el tigre albino guardián de Sorato, me lo había traído en su hocico. Le di una caricia en agradecimiento y en respuesta obtuve un ronroneo.

—Sorato, te  noto  algo nervioso y tenso. ¿Sucede algo?

Sorato se mordió los labios y negó desviando su mirada. Arqueé una ceja por su comportamiento ya que me indicaba que me estaba mintiendo. No me podía engañar a mí, mi instinto me lo estaba diciendo.

—Sorato, ¿Estás  ocultándome algo? Sabes que puedes confiar en mí, cariño.

—T-To-chan, etto… yo, no sé cómo decírtelo…- acaricie sus temblorosas manos para darle algo de confianza  luego de vendarle el tobillo pero antes de decirme algo por la puerta entró Suzaku.

—Lelouch, te busqué por todas partes.

—Sabes que voy a las habitaciones de los niños para asegurarme que se vayan a dormir- llegó hasta nosotros y me dio un beso suave- espero que la situación con Kazumi se haya arreglado.

—Sí, ya el problema está resuelto: mañana tendremos un combate amistoso. Pero ¿Qué le pasó a Sorato?

—Se torció un tobillo, pero ya está mejor. Será mejor que le dejemos descansar- le guiñé un ojo a Sorato el cual asintió y después de que le diéramos el beso de las buenas noches salimos de la alcoba, pasamos por la habitación de Gino donde discretamente me agaché según porque se me había caído un pendiente de mi túnica, y al momento de buscarlo deslicé la carta por la ranura de la puerta. Llegamos a nuestra habitación donde después de darnos un baño nos acostamos en la cama enfundados en pijamas ligeras.

—Suzaku, debemos hablar muy seriamente con Ryunosuke y Ryuta: hoy se estaban peleando por una fulana hasta el punto de casi usar sus respectivos Geass.

—Lelouch, amor, son varones y esto es algo que sabemos que puede pasar- Suzaku me dio un masaje a mi espalda y después uno a mi vientre- pero en un punto tienes razón: no me gusta que se peleen por cosas ajenas a nuestra familia. Por cierto, ya acosté a Takuto, Kyoka, Kazumi y Haruki de paso.

—Iba a ir ahora pero ya fuiste tú… Suzaku, tenemos que proteger a nuestros hijos. Ya sé que tanto Haruki como Sorato, Kazumi y los trillizos están grandes aún estoy preocupado por Yusei, Takuto y Kyoka. 

—Y no se te olvide este pequeñín- susurró acariciando mi vientre y haciendo que el bebe pateara con fuerzas- No tienes que angustiarte, Lelouch, no le hace nada bien a nuestro bebe ni a ti. Hay más de quinientos Knights protegiendo el palacio y están mi escuadrón de caballeros. Además de que estamos V.V-san, C.C-san, mi sensei y yo, no voy a permitir que nadie se atreva a hacerles daño. Ni a ti ni a nuestros hijos.

—A veces olvido el Geass que desarrollaste, mi Knight, y la fama por el mismo.

—Todo aquel que se atreva a tocar a mi rosa de Britannia ya mis hijos puede darse por muerto.

Me refugie en su pecho buscando algo de alivio para esa angustia que atormentaba mi corazón. Era una sensación de miedo, como si algo malo fuese a suceder. Pero a la vez que tenía esa sensación de miedo, otra se adentraba en mí, como si lo que fuese a pasar tuviera un giro drástico. Sea lo que sea, lo que fuese a pasar, iba a cambiar nuestras vidas para siempre.

EN LA BASE MILITAR A LAS FRONTERAS DE JAPÓN

 

De una enorme nave venían bajando las  siete misteriosas figuras cubiertas con capas oscuras y con varios soldados detrás de ellos. Una de las figuras les dio órdenes a estos mientras obedecían sin replicar como si fuesen muñecas sin voluntad.

—Es lindo admirar algo que pronto va a ser destruido.

—Bonito sitio pero debe ser aniquilado.

—¿No hay manera de que logremos esto sin tener que lastimar a otros?- una de las figuras se lamentó mientras aferraba su mano a su sable.

—Lo lamento, pero es la única manera- dijo la figura que dirigía esto mientras caminaba hacia el auto que los llevaría a su destino.

—No seas sentimentalista, mocoso, estamos aquí por venganza. Yo personalmente podré vengarme del maldito Knight of Zero, el bastardo se  arrepentirá de tener en su poder a la rosa de Britannia y usarla para su propio beneficio.

—Veremos la caída del imperio del Knight of Zero en primera fila. El juego apenas inicia.

 

—¿Con que esas tenemos, eh? Lo siento, pero a mí nadie me torea, en especial mis propias piezas del juego.  Es hora de que el destino haga su jugada también y las piezas del ajedrez se muevan a sus designios. Esta historia dará un giro drástico a partir de ahora.

Notas finales:

¿Qué les pareció el cap? No olviden sus amados comentarios y nos leemos  hasta el próximo fin de semana mis queridos lectores. 

Adivinen quien dijo la ultima frase al final jejejjeje

En el próximo capítulo la tranquilidad de la familia Kururugi-Britannia se verá invadida por los misteriosos visitantes además de que momentos de tensión y acción estarán presentes. No se lo pierdan.

Próximo capítulo: La invasión al palacio parte 1: la traición de la nueva federación china. 


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