Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tus señales llegan a mi corazon. por KyouyaNs

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no son mios son de Sensei

Gracias por leer. 

Notas del capitulo:

Hola bueno hoy vengo con este tierno One-shot la verdad es muy alterno, a lo que estamos acostumbrados pero se me ocurrio mientras veia a un joven hablando con sus manos XD

Cualquier credito a sensei x sus personajes.

La historia es mi ocurrencia espero les guste.

Estoy pensando en hacer un fic un poco mas largo de esta historia ya ustedes con sus comentarios me diran

Tus señales llegan a mi corazón.

 

Mi nombre es Usami Akihiko tengo 18 años, soy de tez pálida, con unos ojos color violeta, mi cabello es un extraño tono plateado, estoy cursando literatura en la Universidad de Tokio, actualmente soy escritor, apenas he lanzado algunas obras no creo ser tan famoso o en realidad no me importa mucho, todo fue por obra de mi “amigo” Isaka, note se que use el sarcasmo ya que es en realidad amigo de mi hermano, pero un día estuvo de metiche en mis cosas y leyó uno de mis bosquejos, así con tanta insistencia me convenció de sacar a la luz pública mi libro.

Muchos dicen que mis obras son un tanto oscuras e incluso a veces dicen que les falta emoción, aun si se quejan los compran y me dicen que soy el mejor escritor, suspiro, justo ahora me encuentro en las callas de la ciudad caminando hacia una librería estoy un poco aburrido, la necesidad de leer algo de valor me es muy necesaria.

Estamos en otoño, puedo ver las hojas de los arboles caer, el viento ya es un poco mas helado previniendo el invierno que se aproxima, el cielo se hace oscuro rey pero me gusta, acomodo mejor mi bufanda, para después meter mis manos en los bolsillos, llegue a mi destino, la librería…. No tardo en entrar.

Comienzo a buscar algo que llame mi atención, hojeo algunas hojas totalmente distraído a mí alrededor, pero como siempre la gente es muy escandalosa parece que hay un alboroto el cual quiero evitar, no quiero tener nada que ver, lamentablemente mi curiosidad es mucha y levanto un poco más la mirada.

Parece que todos los curiosos han hecho un circulo, alguien esta gritando, están susurrando algo que no logro comprender, me acerco un poco para mirar algo mas es cuando alguien grita.

-         ¡!Ladrón!!

Llama mi atención al escuchar eso, ya sin resistirme me acerco a la multitud, hay puedo ver a un hombre de edad media, tomando la muñeca de un joven, gritándole y jaloneándolo.

-         Eres un sucio ladrón, ya llame a la policía para que te lleve. –molesto.

-         …………… -solo movía la cabeza el joven.

-         Ni siquiera puedes hablar porque sabes lo que hiciste!

El hombre seguía gritando mientras el chico solo movía la cabeza en forma negativa rápidamente, fijándome bien me di cuenta que era el gerente de la tienda, mientras el chico parecía ser alguien de secundaria, desde donde estoy no puedo verlo bien, fue entonces que el sujeto lo jalo haciéndolo tirar el libro que tenía en la mano, haciendo un estruendoso sonido.

Fue entonces que lo vi, el chico había volteado como pidiendo ayuda, entre tantas personas, nuestras miradas conectaron pude apreciar unas esmeraldas realmente hermosas, aun cuando estaban un poco dilatadas por unas pequeñas lagrimas que querían salir, pude entender solo con eso “Ayuda”.

Suspire un tanto fastidiado, acercándome al sujeto…

-         Disculpe

-         Que quieres!! –espeto.

-         Yo le dije a mi amigo que tomara el libro, nunca lo quiso robar –los dos me miradas desconcertados.

-         Mientes….

-         En realidad no lo hago, es mas no quiero perder más tiempo, arreglemos esto entre nosotros y demos olvidado este suceso –un tono molesto

-         Está bien, vamos atrás –enojado

-         Bien –mire al chico que parecía temblar – Vamos –me miro como si no me entendiera, suspire y le señale que me siguiera, lo cual hizo con un tanto de miedo.

No tarde en arreglar el problema, como siempre con un poco de dinero la gente se calla, aparte de todo compre el libro ´para el mocoso, ya sin poder obtener nada para mi, caminaba por las calles hacia mi casa, pero sabía muy bien que detrás de mi venia el mismo muchacho de la librería, no quería voltear pero me estaba fastidiando el cómo no dejaba de mirarme por detrás, voltee enojado.

-         Hey, que quieres –un tanto indiferente.

-         …………..…. –este solo me miraba temeroso, sin decir nada.

-         Si no quieres nada, entonces no me molestes –bufe enojado.

-         ……………… -otra vez sin respuesta, me voltee para irme pero antes de dar un paso, alguien me detuvo por la manga de mi suéter.

Fueron segundos en los cuales el niño me dio un beso en la mejilla, posando un papel en mi mano y salir corriendo, en dirección contraria  quede estático durante unos segundos en los cuales ya no lo podía divisar, mire mi mano y desdoble él, obteniendo algo realmente ….. Hermoso.

Si eso era hermoso el tipo de escritura que se podía apreciar en unas simples palabras me dejaron mudo, la caligrafía perfecta, detallista y maravillosa…

“Gracias”

Mire de nuevo delante de mí, mi mano inconsciente se fue hacia donde hace minutos había recibido un beso cálido y sincero, de mis labios se escapo un extraño suspiro que no pude identificar, pero lo que más me dejaba curioso fue el pulso errático en el cual mi corazón se encontraba.

Trate de no seguir pensando, yéndome a mi casa donde me dispuse a olvidar lo sucedido lástima que eso no paso ni siquiera a dos semanas desde que esa extraña tarde había pasado, involuntariamente me había hecho ir cada dos días a la librería esperando encontrarlo.

Pero después me di cuenta que era muy difícil que regresara al lugar donde lo acusaron de ladrón, chasquee la lengua ese era un día actual, había ido sin resultado alguno, caminando un poco enojado por lo torpe que fui al no preguntar su nombre, mire un poco a mi alrededor notando que no sabía dónde me encontraba, lo que me faltaba.

Cansado y fastidiado pude ver que había un parque al cual me dirigí, me senté en una banca, cerrando un momento los ojos, escuche a lo lejos que alguien peleaba, fue entonces que pensé que atraía los conflictos, curioso ladee mi cabeza para mirar la escena, era enfrente del parque en una cafetería, un chico peleaba por entrar mientras que el gerente trataba de detenerlo.

El tipo enojado levanto la mano para golpear a la mujer, fue entonces que un chico lo tomo de la mano y lo aventó, protegiendo a la chica, entrecerré los ojos para mirar mejor y algo en mi me dijo que fuera a ver, parándome pesadamente, más que nada cansado me acerque escuchando como la mujer le decía que no volviera mientras el otro se iba corriendo.

-         Gracias por la ayuda –le sonrió al empleado moviendo su mano, haciendo señas con ella, no podía verlo ya que estaba de espaldas a mí, pero su cabello café, llamo mi atención- Hay que entrar quedan muchos clientes. –volvió con las señas.

Me acerque un poco más, ya cuando el chico había entrado y la gerente se había quedado, parece que se dio cuenta de mi presencia, ya que me hablo.

-         Bienvenido –me sonrió.

-         Hola

-         Gusta pasar a la cafetería a comer algo, parece cansado –soltó una risilla por mi estado desganado.

-         Si, gracias.

Al entrar note que era un lugar acogedor, espacioso ya que podía ver a mucha gente en diferentes partes, me senté cerca de la ventana esperando que me atendieran, fue cuando se acerco alguien ya que toco mi hombro.

Lo mire notando que era un chico, de cabello castaño, piel blanca, sus sonrisa era muy linda con un leve sonrojo, cuando abrió los ojos, los mire de nuevo aquellas orbes que me conquistaron.

-         Tú!! –grite parándome rápidamente, lo asuste creo ya que se hecho para atrás- Lo siento.

-         ……………. –el solo sonrió y movió su cabeza en negativa.

-         Yo…. –me dio la carta, dio una leve reverencia y se fue, dejando atónito, a lo mejor me odiaba o incluso me había olvidado.

Pase mi mano por mi cabeza de forma desesperada, miraba una y otra vez lo que venía pero mi mirada se iba al joven chico que sonreía, haciendo esas extrañar señas con su mano, algo me llamaba la atención.

Pedí mi orden sin despegar la mirada del chico que parecía nervioso cerca de mí, cuando me la trajo sabía que no debía dejarlo ir, que tal si no lo volvía a ver, al menos su nombre, tome su muñeca antes de que se fuera.

-         Espera cómo te llamas –parecía que mi voz tenia desesperación.

-         ……..…… -el no me contestaba solo me miraba de manera curiosa.

-         Acaso… -calle bajando la mirada- Me odias –pregunte triste.

-         …………..- sin respuesta, me iba a dar por vencido entonces él me acaricio mi mejilla, haciéndome levantar la mirada para encontrarme con la contraria. Sonrió.

Me soltó, comenzó a buscar entre sus ropa algo cuando lo encontró note que era una pluma, tomo una de sus notas para orden, escribiendo, por alguna razón mi corazón parecía querer salirse de mi pecho, solo esperar para saber que hacia me hacía sentir miedo y felicidad.

Cuando termino, me miro, cerró los ojos y me sonrió abriendo un poco la boca, era lo más precioso que había visto en mi vida, sentí como mis mejillas ardían levemente, el tomo mi mano y de nuevo coloco un papel en la misma, se despidió con la mano, yéndose a atender otras meses, mire el papel y leí.

-         Takahashi Misaki.

 

Desde ese momento iba todo los días a la cafetería para ver a mi niño, sonrei al recordar cómo se puso su cara roja cuando lo llame por su nombre, a veces le llevaba algo como una rosa, un peluche o simplemente platicaba con él, claro aun no me hablaba, solo me escuchaba y sonreía dulcemente, mi corazón se sentía tranquilo con solo estar a su lado.

Había ya pasado dos meses quería escuchar su voz, pensaba que a lo mejor era dulce así como su persona, pero no ha pasado eso me causa una extraña sensación de tristeza, pero trato de no prestarle atención,  entro muy feliz para sentarme donde siempre, pero extrañamente me atendió otra persona, eso nunca había pasado, fruncí el seño y busque con la mirada a Misaki.

Lo encontré con un hombre de cabello negro, ojos del mismo color, el cual le tocaba el brazo de mas, le daba sonrisas lascivas el pequeño solo sonreía nervioso, cuando lo jalo para susurrarle algo, note que el chico  movía sus labios, una rabia y celos enormes crecieron en mi, sin entender por qué.

Ya que no tenía que ponerme así, no conocía nada del joven además de su nombre, como no hablaba yo siempre lo hacía sin detenerme, pero ese maldito sujeto había hecho que esos sensuales labios se movieran, me levante enojado al salir azote la puerta, no volvería a ese lugar mucho menor a verlo.

Que iluso soy, no ha pasado ni una semana y ya estoy aquí afuera en el parque enfrente al local, suspire para mirar al cielo, los copos de nieve caían levemente ya que apenas había empezado el invierno, sentía un frio atroz pero me dolía mas el corazón al no mirar  a Mi niño, suspire.

-         Parece que estas triste –una vos de mujer me saco de mis pensamientos, la mire era la gerente del lugar.

-         Que quieres –espete molesto.

-         Hahahaha así que solo Misa saca tu lado amable –miro hacia su tienda.

-         No te interesa. –rezongue.

-         Me alegro, que no vallas con esa cara de asesino a mi cafetería, asustarías a todos sobre todo a Misaki.

-         Tsk –chasquee la lengua, mirando hacia un lado.

-         Bueno, se podría saber porque andas de ese humor?

-         No te importa, Aikawa –cerré los ojos.

-         Pareces un niño que no le han dado su juguete Usami.

-         Eso es –me interrumpió.

-         Si estarás así mejor no vengas mas –se levanto para irse pero…

-         Misaki no me habla y eso me enoja –suspire.

-         Ya veo –se volvió a sentar y me sonrió- Aunque le hables mil toda tu vida él nunca te corresponderá.

-         Acaso tiene a alguien más –pregunte tristemente haciendo que la otra lo notara.

-         No es eso –miro a la nada- No puedo creer que el famoso escritor Usami Akihiko no se dé cuenta de algo tan simple.

-         De que hablas –levemente enojado por su tono.

-         Veras Sensei, Misaki-kun no puede hablar

-         No entiendo…. –confuso

-         Ahh –suspiro- Esta conversación nunca la tuvimos –me señalo, esperando mi respuesta.

-         Yo asentí.

-         Bien…. Yo era una amiga de niñez del hermano mayor de Misa, un día sus padres murieron dejándolos solos, eso fue cuando este apenas tenía 8 años y Takahiro 15 parece que él no quería hacerse cargo de su hermanito, pero aun así lo hizo, pasaron dos años para que la vida de los dos cambiara –suspiro, mirando al cielo- Ese día yo había llegado antes de mi trabajo de medio tiempo, escuche unos gritos en su departamento, unos golpes y luego nada, asustada corrí haber que pasaba, pero lo que mire fue horrible.

-         …. –No sabía que decir la mujer, comenzaba a llorar, toque levemente su hombro para darle fuerza.

-         La policía dijo que Takahiro intento matar a su hermano, atravesando con un cuchillo su yugular, para luego colgarse, lo bueno es que entre antes de que pasara a mayor con Misaki, -me quede en shock al escuchar algo así-  Pasaron unos días, Misa se recupero pero el doctor dijo que la navaja había dado en sus cuerdas bucales dejándolas inservibles, a pesar de eso el pequeño no se dio por vencido, aprendió el lenguaje de sordo mudos, aunque –se rio con tristeza – eso ha causado que lo molesten mucho

-         Yo no lo sabía….. –dije triste.

-         No te preocupes eres el primero que lo sabe, después adopte a Misaki con ayuda de mis padres, con un dinero que juntamos entre los dos pusimos esta cafetería y ahora estamos bien –me sonrió, para levantarse.- Bien creo que ya lo sabes, Ah! También quería decirte que Misaki es muy abierto solo que tienes que ser paciente.

Después de esa platica no fui a la cafetería por un mes, aprendí unas cosas y me dedique hacer otras, sabia ahora mis sentimientos por el niño, no estaba dispuesto a perder más tiempo, así que me subí a mi deportivo rojo, encaminándome al lugar donde se decidiría mi futuro.

Al llegar parecía estar cerrado mire mi reloj, el cual me decía que eran las 8 pm suspire, me iba a ir pero la puerta del lugar se abrió de ahí estaba Mi Misaki, me miro y corrió hacia mi abrazándome, lo cual me sorprendió pero correspondí.

Cuando nos soltamos, el me sonrió jalándome adentro me deje llevar, me causaba ternura ese pequeño, me iba a sentar él se fue rápido por unos vasos, lo recibí gustoso.

Se sentó enfrente de mí, me sonrió como solo el sabia, me sentía feliz me lo decía mi corazón, era la primera vez que sentía esto, estaba preparado para hablar pero el castaño me dijo con un dedo en su boca que me callara, acepte.

Me acerco una carta, lo mire y el estaba sonrojado, pero aun así sonreía nervioso, la abrí…

 

Akihiko:

Gracias por ser tan amable conmigo, me hace muy feliz el solo tenerte cerca de mí, tal vez tu no lo recuerdes pero nosotros nos conocimos hace cuatro meses en una librería, ese día yo iba a comprar tu primer libro, el cual ya había gastado el que yo tenía, pero el gerente pensó mal y no podía decirle la verdad, hasta que tú me ayudaste.

Quería morir de la felicidad, tu ayuda y tu persona me habían hecho emocionarme, causándome un sentimiento extraño, solo pude darte una nota de agradecimiento no sabía que mas hacer, perdóname.

Pero después cuando te vi aquí en mi trabajo, todos los días escuchando de ti, aprendiendo mas tus gustos y disgustos, tus sonrisas que eran solo para mi, tu amabilidad y sobre todo porque te admiraba por como escribes me hizo darme cuenta de la verdad.

Tal vez tu no aceptes a un chico como yo, menos mis sentimientos pero no los puedo callar, Te amo, no puedo decirlo con palabras pero si con acciones por favor no me odies, solo quédate a mi lado.

Te amo.

 

Le mire, notando que sus lagrimas caían de sus orbes, su cuerpo temblaba de manera errática, sonrei sabía que yo causaba aquel hermoso sentimiento en el castaño ahora me tocaba a mí.

-         Misaki –dije levemente llamando su atención.

El me miro de la manera más sensual, pero tenía que concentrarme, le sonrei de manera dulce, levante mi mano extrañándole, solo había una forma de hacerlo entender.

-         ……………  - con las señas que el solo pudo entender le dije “Te amo”. – Te amo –ahora lo repite con mi voz, una y otra vez.

El comenzó a llorar aventándose a mí para abrazarme, correspondí con todo el amor y cariño que le tenía, ahora que conocía el sentimiento de amar y anhelar, sabía que no podía dejarlo ir.

Con el tiempo el y yo nos hicimos pareja, cuando estuvimos más tiempo juntos le pedí que viniera a vivir conmigo a mi casa, el lo acepto sin ningún problema, consumábamos nuestro amor una y otra vez, años después nos casamos.

Puedo decir que gracias a el mi vida cambio, sus hermosas señas que conllevaban sus palabras, no necesitaba más para amarlo, pero sobre todo gracias a él hice mi libro más famoso.

“Junjou Romantica”

 

Te amo, mi Misaki.

 

Fin….

 

Notas finales:

Que les parece hago un fic largo?

comenten y sin mas gracias por leer. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).