{ Capitulo XVI. Sentimientos. Parte 1 }
Mi respiración se agita cada vez más y más conforme mis pasos aumentan su ritmo y apenas soy capaz de mirar hacia donde me dirijo por culpa de las lágrimas que nublan mi visión. Debido al esfuerzo y el cansancio, mi pecho y mis piernas duelen, pero nada de eso se compara a la sensación que oprime mi pecho de forma constante.
Creía que sentir dolor era la peor sensación que se podía experimentar, pero estaba equivocado, lo peor es sentir lo que siento en estos momentos. Sentir nada. Un gran vacío. Una atemorizante sensación de carencia en el alma. Siento el dolor que me hace sentir ese vacío, pero a la vez ese dolor se siente como nada.
«¿Por qué tiene que ser todo tan difícil?» Se suponía que querer a otra persona te llenaba de felicidad y te hacía ver el mundo a colores. Pero es todo lo contrario en mi caso. Solo siento...todo diferente. Nada es como se suponía que tenía que ser.
Las lágrimas vuelven a caer por mis mejillas, por lo que por primera vez desde que empecé a correr, me detengo y las limpio de mi rostro ayudándome de mis manos. Necesito parpadear varias veces antes de conseguir aclarar mi visión, y cuando por fin lo consigo, veo que he llegado hasta el gran balcón de la casa.
El aire frío golpea mis brazos descubiertos y me hacen estremecerme. A lo lejos, debajo de la casa, se escucha el murmullo que producen los árboles al moverse.
Lentamente, como si tuviera miedo de que desapareciera el sonido, me acerco hasta el borde del balcón y contemplo la gran hilera de árboles que rodean la casa.
Ellos se ven tan bien, tan diferentes a mi, y es porque ellos tienen eso que tanto deseo... La libertad. Ellos son libres. El viento los mece como le place, pero ellos no parecen preocuparse por eso, simplemente se dejan llevar. «Dejarse llevar...»
— Diablos... ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil. — murmuro, mientras me dejo caer en el suelo del balcón.
Coloco ambas piernas en el suelo, con las rodillas ligeramente dobladas, y dejo caer mi cabeza hacia delante, de forma que mi frente toca ambas rodillas.
Me siento dolido por lo de Janice, pero eso no es lo único que me afecta y me provoca esta extraña sensación. Hay algo en mi, algo que falla, algo más. Pero no consigo descifrar de que se trata. El problema no es sentirme mal, el problema es no saber el origen de este dolor.
«¿Por qué me encuentro mal? Ni yo mismo lo sé...» Desearía poder conocerme un poco mejor, pero es complicado.
— Luhan...¿Estás bien?
Mi cabeza se levanta de golpe al escuchar la mención de mi nombre, y al levantarla, veo a Tao mirándome fijamente desde arriba. En cuando mi rostro aparece ante su vista, sus ojos se tiñen de preocupación.
— Oh...estabas llorando. ¿Por qué te sientes triste?
Me siento tan avergonzado de que Tao me vea en esta situación que rápidamente limpio las lágrimas de mis ojos e intento obligarme a mi mismo a tranquilizarme. Odio que me vean llorar. No quiero que piensen que soy débil.
— No lloro porque me sienta triste. Son lágrimas de impotencia.
Y no miento al decirlo. Las pocas veces que he llorado han sido en momentos de rabia o molestia. Cuando me siento triste, intento mantener la compostura, al fin y al cabo, un hombre tiene que saber mostrarse imperturbable en ese tipo de situaciones. Pero cuando algo me molesta hasta propasar mi limite, no puedo evitar que las lágrimas de rabia inunden mis ojos.
Tao no comenta nada por mi respuesta, lo único que hace es sentarse a mi lado, muy cerca de mi. Los dos nos quedamos en silencio, con el sonido de la naturaleza y de nuestras respiraciones cómo único sonido.
— ¿A pasado algo con Sehun? — pregunta finalmente, tras unos minutos.
Su pregunta me toma por sorpresa, por lo que no puedo evitar pegar un pequeño salto cuando dice el nombre de Sehun.
— ¿Cómo sabes que ha pasado algo con Sehun?
— Bueno... — Tao esboza una pequeña sonrisa en su rostro. — Sehun es uno de mis mejores amigos, él no ha podido evitar hablarme de ti...de vosotros.
— ¿De nosotros? — mis mejillas se sonrojan levemente sin que pueda evitarlo. — Hmm...esto...
— Tranquilo. Lo entiendo. — vuelve a sonreír. — ¿Me vas a decir que es lo que ha hecho para hacerte llorar?
— No estaba llorando. — respondo rápidamente y Tao ríe en respuesta. — ¿Sehun te habló de Janice? — le pregunto y el solo asiente en respuesta. — Los escuché hablando hace un momento. Janice habló de haberse acostado con Sehun. Yo había olvidado ese incidente. Había creído que todo se trataba de una equivocación, pero cuando le pregunté a Sehun, él se quedó callado y con eso me confirmó que se acostó con Janice.
Al terminar de hablar, me muerdo fuertemente el labio y jugueteo con mis manos, esperando la respuesta de Tao. Volver a hablar del tema hace que todo parezca más real y, por lo tanto, duela más.
— Pero eso pasó en el pasado. En ese momento, Sehun estaba realmente dolido por el beso que vio entre tú y Xiumin.
— Lo se...pero...
— Él no sabía lo que hacía en aquel momento, solo quería olvidarte. Además, ni siquiera recuerda lo que hizo.
— !Eso no importa! — sin quererlo, elevo la voz mas de lo que pretendía y Tao abre los ojos al sorprenderse por mi reacción — quiero decir...Creo que no me siento mal por lo de Janice, porque como tu dices, fue algo del pasado...
Tao coloca una de sus manos en mis hombros y me acerca más a él. Cuando nuestros brazos se rozan, mi permito apoyar parte de mi cabeza en su hombro.
— Yo también lo creo. — lo escucho decir. — ¿Qué es lo que verdaderamente te tiene preocupado?
«Ni siquiera yo lo sé» ¿Qué es lo que realmente me preocupa? Son tantas cosas que no logro encontrar cuál es la que pesa mas que las otras. Intento buscar en mi interior la respuesta y en mi mente aparece una y otra vez el rostro de Sehun, de distintas formas, desde su rostro joven e infantil cuando eramos trainees, hasta el rostro mas maduro de la actualidad.
— Tengo miedo. Tengo tanto miedo. — me abrazo a mi mismo, alejándome de él para volver a apoyar mi frente en mis rodillas, de forma que oculto mi rostro de él. — tú sabes que lo que sentimos es algo peligroso. Algo que no está bien visto, algo que es prohibido. Pero aun así...me he dado cuenta que nada de eso me importaría si Sehun realmente me amara como dice amarme. Al fin y al cabo, no podré ser un idol toda la vida, ¿cierto? Y cuando todo esto acabe...no quiero estar solo. Quiero tenerlo a mi lado como siempre, como me he acostumbrado a tenerlo. Buscándome siempre con la mirada, sonriéndome con esa sonrisa que solo tiene para mi... Se que es egoísta desear eso, pero es lo que quiero.
— Entonces, ¿cuál es el problema? Sehun te ama.
— Eso me lo ha dicho. — sonrío levemente, pero en seguida mi sonrisa se quiebra y desaparece. — pero él es joven, no mide las consecuencias de lo que siente.
— Solo eres mayor que él por un par de años, Luhan. — replica Tao dando unos golpecitos en mi espalda.
— Lo sé, pero no creo que él sepa realmente qué es lo que siente. Él ya se alejó de mi hace un tiempo, ¿Qué pasa si eso vuelve a ocurrir? No quiero arriesgarme a amarlo. ¿Qué pasa si yo me acostumbro aun más a él? ¿Qué pasa si llego a amarlo con todas mis fuerzas y él un día simplemente se da cuenta de que todo lo nuestro es un error? El es joven y no sabe bien lo que siente...
«No quiero amarlo y luego tener que soportar el dolor que me provocaría perderlo.» No creo que pudiera soportarlo. Esos días en los que él se alejó de mi, cuando él me dijo que no eramos amigos, fueron las peores de mi vida. Aun a pesar de que en ese momento no era consciente de que sentía por él mucho mas que amistad, me dolió mucho no tenerlo junto a mi. En esa época empecé a ser mas cercano a Xiumin, pero su amistad se sentía diferente, él no era capaz de ocupar el lugar de Sehun. Nadie era capaz, y ahora se que nadie será capaz de ocuparlo porque, a pesar de ser hombres...
Amo a Sehun. Amo la forma en que sonríe. Amo el sonido de su voz, sobre todo cuando me llama "Hyung". Amo esa risa tan característica suya. Amo cuando se comporta como un niño pequeño. Amo las nuevas cosas que he conocido de él, como lo son la forma en que se sienten sus labios sobre los míos, lo suave que son sus manos y lo cálidas que se sienten sobre mi piel, pero lo que mas amo sobre todo lo demás es la forma en que dice "te amo".
— Pero él verdaderamente no me ama...
— !No digas eso!
A mi lado, siento a Tao moverse. De repente, sus manos se posan en mi cabeza, consiguiendo que levante la cabeza otra vez y lo mire a la cara.
— Escúchame bien Luhan. — Tao se ve molesto y su dedo señala mi rostro. Cómo siempre que está enfadado, comienza a hablar en chino. — Sehun te ama. Puedes dudar sobre muchas cosas, pero nunca sobre eso. Tú no has visto lo destrozado que ha estado todo este tiempo por culpa del amor que siente por ti, pero yo sí lo he visto. He tenido que consolarlo muchas veces...!Muchas! ¿Recuerdas cuando se hirió en la mano? ¿Sabes cómo lo hizo? !Él se volvió loco por la rabia y golpeó un espejo con su puño! ¿Y sabes por qué lo hizo? Porque se sentía destrozado después de esa vez que te besó y tú lo rechazaste.
— ¿Qué? — me quedo sin aliento al escuchar sus palabras.
— No puedo creer que ese tonto no te haya contado nada de esto. El me contó en la mañana que estuvo ayer contigo, ¿Qué es lo que estuvisteis haciendo?
— Es-esto... — mi rostro se sonroja otra vez.
— No lo digas, prefiero no saberlo. Ese día lo encontré así, tuve que vendarlo y limpiar el desorden de la casa. Luhan, créeme, él te ama. No cómo a un amigo, es algo distinto. No puedo entender bien sus sentimientos, pero sé que él haría cualquier cosa para que tú fueses feliz. Y si se alejó de ti, fue porque se vio obligado a hacerlo.
“Se vio obligado a hacerlo” «¿Qué es lo que quiere decir eso?»
— ¿Por qué tuvo que alejarse de mi?
Lo miro impaciente, esperando a que responda por fin a la pregunta que ha estado rondando en mi mente de forma inconsciente durante mucho tiempo. Sin embargo, antes de que Tao pueda responder, una voz nos interrumpe.
— Lamento interrumpir, pero están reuniendo a todos los miembros y han dicho que es algo urgente. — Kris dice esto mientras se acerca a nosotros.
— Ah...Kris... ¿Qué? — miro a ambos lados con desesperación, asegurándome de que no hay nadie mas que pueda aparecer sorpresivamente. — ¿Cuánto has escuchado?
— Lo suficiente. — responde con una amplia sonrisa en su rostro — si quieres, yo puedo responder por Tao a tu pregunta.
— ¿Es qué tu también sabes de mi y Sehun? ¿Él te contó algo?
— Nop. Él nunca me diría algo cómo eso. No confía en mi lo suficiente. — responde y se encoge de hombros. — Me lo contó Tao.
Tao por fin parece notar que Kris apareció ante nosotros, por lo que le dirige una mirada fulminante. Se ve aún más molesto que antes.
— !Pero no le digas eso! — se queja.
— Ups...No te molestes con él. — me pide Kris, mirando en mi dirección. — Tao solo quería ser un buen amigo y poder dar buenos consejos a Sehun, por lo que él me pidió antes consejos a mi.
— No pasa nada. Solo... por favor, responde a mi pregunta.
Los dedos de una de mis manos bailan sobre la palma de la otra, una y otra vez, dándo pequeños golpecitos que no hacen más que incrementar las ansias de obtener una respuesta. Quiero saber qué fue eso que obligó a Sehun a apartarse de mi lado, quiero saber qué fue eso que nos causó tanto daño a los dos.
— No se si soy yo él que te tendría que contar esto, pero al parecer Sehun no lo ha hecho y no parece que lo vaya a hacer. No hay más remedio. — Kris se acerca a mi y extiende una de sus largas manos.
Sin esperar más tiempo, sujeto su mano y dejo que tire de mi para ponerme en pie. Una vez que estoy de pie, su mano vuelve de regreso a su costado, y la mía hace lo propio.
— Un hombre que trabajaba para la SM fue a hablar con Sehun hace un tiempo atrás, antes de que empezara todo. Este hombre le dijo a Sehun que los rumores acerca de vuestra relación. — Kris levanta la mirada y la enfoca en mi. — del “Hunhan”, no eran buenos para la imagen de ninguno de los dos, ya que si los rumores iban a más...básicamente, la SM os daría una patada en el trasero a los dos y os echaría del grupo. — tras decir esto, Kris suelta una pequeña carcajada. — cómo si pudieran hacer eso...
«¿A qué se refiere?» Quiero preguntarle acerca de ello, sin embargo antes de que pueda si quiera formular la pregunta en mi cabeza, Kris prosigue.
— Lo que le pidió a Sehun para evitar eso fue que se alejara de ti. Obviamente Sehun no quiso, pero tampoco quería que por culpa de “sus sentimientos” tu carrera se viera afectada, así que accedió. Y todo lo demás, ya lo sabes.
Cuando Kris termina de hablar, a mi alrededor todo parece ser onvertido en silencio. No puedo escuchar nada más que no sea el sonido de mi acelerado corazón bombeando más sangre de lo normal. Mis piernas tiemblan, junto con el resto de mi cuerpo, y me cuesta mantenerme en pie. Toda la nueva información adquirida me golpea, provocándose distintas reacciones. Algunas me hacen daño, otras me hacen sentir tristeza, pero en general, todo se resume en un único sentimiento : el odio.
Odio hacia la empresa que obligó a la persona que más quiero a alejarse de mi, y provocarnos con eso, un gran dolor y sufrimiento. Odio hacia mi mismo por no haberme dado cuenta antes de lo mucho que estaba sufriendo Sehun y de todas las cosas con las que tenía que lidiar. Odio hacia esas cuerdas que nos manejan con sus grandes hilos, cómo si fuéramos marionetas sin sentimiento, cómo si fuéramos tan solo una moneda de cambio.
— Sé que todo esto te debe estar afectando, y que necesitar tiempo para pensar, pero realmente nos tenemos que ir y reunirnos junto con los demás. No se de qué quieren hablar, solo se que es algo importante. — afirma Kris a mi lado.
Le dirijo apenas una mirada cuando habla antes de volver a fijar mi vista en el horizonte, sin ver realmente nada.
— ¿Te sientes bien, Luhan? Kris lo ha dicho todo demasiado rápido. — Tao se acerca a mi mientras habla y posa una de sus manos en mi hombro.
— Estoy bien, creo. Sólo necesito. — «¿Qué necesito? Sehun. Necesito ver a Sehun.» — sólo necesito hablar con Sehun.
Me aparto de su lado y empiezo a caminar hacia la salida, sin embargo Kris aparece frente a mi rápidamente y me bloquea la puerta con su cuerpo.
— Seguro que Sehun está junto a los demás, sólo necesitar ir ahí para verlo. Deja que primero nos digan lo que nos tengan qué decir y luego tendrás todo el tiempo del mundo para hablar con Sehun.
Sé que es razonable lo que está diciendo, pero me siento incapaz de aguantar más tiempo sin hablar con Sehun para solucionar nuestros problemas. Aun así, sé que lo que él dice es lo mejor que puedo hacer en estos momentos.
— Tienes razón. Sólo deja que me tranquilice un poco. Ve yendo con Tao, yo luego os alcanzaré. — al ver la mirada que me dirige Kris, tengo que añadir un “no tardaré mucho tiempo”.
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Todo mi cuerpo tiembla con cada paso que me acerca más a Sehun y a los demás. Los pasillos están vacíos, y no se escucha ningún ruido, sin embargo mi cabeza tiene un aspecto muy diferente. Escucho la voz de Tao, la de Kris y la de Sehun mezcladas. Cosas cómo “Janice”, “la SM”, y demás aparecen en mi mente una y otra vez, debido a que mi mente aun no es capaz de procesar el gran bombardeo de información que ha recibido en tan poco tiempo.
Lo único que quiero es estar solo para poder pensar bien qué hacer, pero no puedo hacer eso, ya que tengo obligaciones que cumplir.
— ¿Luhan? — una mujer que nunca antes había visto aparece frente a mi, sonriendo de forma demasiado energética.
La mujer es alta, mucho más alta que yo, de piel muy pálida y pequeños ojos rasgados. Por la forma en la que va vestida y por el aspecto que tiene, debe de tener unos 30 años.
— ¡Por fin te he encontrado! No robaré mucho de tu tiempo. Ten, toma esto. — extiende su brazo, con lo que puedo ver que tiene un sobre en la mano.
Miro a la mujer por varios segundos, en los cuales permanece con la mano extendida y con la sonrisa intacta, hasta que finalmente me decido a coger la carta.
— ¿Qué es esto? — le pregunto.
— Estoy segura que cuando lo abras, lo entenderás todo. — y dicho esto, se da la vuelta y empieza a alejarse de mi.
Escucho el repiqueteo de sus tacones contra el suelo mientras mis ojos se fijan en el sobre que tengo en las manos. Es ligero, no parece contener gran cosa. Sin esperar más tiempo y llevado por la intriga, empiezo a romper el papel hasta que puedo sacar de su interior una pequeña hoja doblada.
Al desdoblar el papel, puedo leer un mensaje escrito con una fina escritura. A pesar de entender a la perfección lo que dice, necesito leer la pequeña frase varias veces antes de poder entender su verdadero significado.
“Tengo el poder de destruiros.”
— No teníamos el placer de conocernos, no quería tener que presentarme en estas circunstancias, pero los hechos se han sucedido así. — la voz de un hombre cerca de mi provoca que desvié mi atención de la carta y la fije en él.
— Disculpe, pero ¿Es usted el que ha escrito esto?
— Efectivamente. En un principio no me iba a presentar hasta más tarde, pero sentí la gran curiosidad de conocerte y aquí estoy. — el hombre se ríe cómo si hubiera contado un gran chiste, pero mi cara pertenece en tensión al no parecerme nada graciosa la situación.
— ¿Qué es lo que quiere decir con esto? ¿Es acaso una broma?
— No pequeño, es de todo menos una broma.
— “Tengo el poder de destruiros” ¿Qué es lo quiere decir con eso?
— Nada más y nada menos que eso mismo. Tengo en mi poder algo que podría acabar contigo y con tu amiguito. Nosotros os hicimos triunfar, así que podemos destruiros con la misma facilidad. Por cierto, no me he presentado debidamente. Soy Yoon Ji Hoo, es un gusto conocerte.
«No puedo decir lo mismo.»