{Capitulo XX. Time Boils The Rain}
Unos días más tarde por fin lo entiendo. Nos reúnen a todos y nos dicen : Kris se ha marchado de EXO. Ya no será más Kris. Ni estará más con nosotros.
Ni Suho ni Tao se encuentran en la habitación, ya que ellos salieron de la sala en cuanto el staff nos dijo aquellas palabras. Todos nos quedamos callados y sin siquiera pestañear de ello. Un silencio sepulcral hace presencia en la sala. Mis ojos se conectan con los de Luhan, y me doy cuenta de que él está mirando también en mi dirección. Sus ojos se ven más oscuros, llenos de preocupación y de incredulidad.
Todos los miembros del grupo se ven más pálidos de los normal, muchos intentan abrir la boca para decir algo, pero ninguna palabra sale de ella. Baekhyun, quién está al lado de Chanyeol, da una paso hacia delante, consiguiendo que todas las miradas se posen sobre él en ese instante.
— Vamos, ¿dónde está la cámara oculta? — pregunta, dibujando una sonrisa de lado en su rostro — Ya dijimos que no queríamos hacer cosas cómo estás, no son divertidas este tipo de bromas — se queja, mirando a todos lados. Habla tan rápido, y su voz suena tan desesperada, que a penas se le puede entender. — Chanyeol ¿tú sabes algo de esto? — se acerca al nombrado y lo señala con el dedo.
Chanyeol mira el dedo de Baekhyun y lo aparta lentamente, hasta que Baekhyun deja caer su mano a un costado. Chanyeol niega con la cabeza y se aclara la garganta antes de hablar, la expresión de asombro no se borra de su rostro en ningún momento :
— Yo no sé nada de esto Baek, te juro que si es una cámara oculta no tenía ni idea. Pero seguro que tiene que ser eso, tienes razón. — Chanyeol deja de mirar a Baek y nos mira a todos, con una sonrisa similar a la de Baekhyun — ¿Quién diablos sabía algo de todo esto?
— ¿Kris se ha ido? Si claro... A comprar en todas las tiendas Gucci de Italia con Tao — Baek suelta una carcajada — No soy tan fácil de engañar. Ya mostradme las cámaras.
— Sí, este tipo de bromas no son divertidas. Ese Kris morirá cómo lo vea... — ahora es Chen el que habla, acercándose a Baekhyun y Chanyeol.
— Este tipo de bromas son más típicas de ti — se queja Baekhyun mirando a Chen. — de un payaso cómo tú se espera todo.
— Chugul-le? (죽을래) — amenaza Chen, tirándose sobre Baek.
— Chanyeol ayudame — pide Baekhyun entre gritos y risas mientras forcejea con Chen.
De repente todos en la habitación parecen recobrar sus colores y sus voces, porque empiezan a reír y hablar a la vez. Casi todos parecen creer lo que Baekhyun dice y piensan que se trata de una cámara oculta. Algunos de ellos empiezan a exigir que entren las cámaras y acaben con la broma, pero mientras ellos se ven contentos con esa excusa, ignorando momentáneamente la realidad, otros no podemos simplemente actuar como ellos.
Entre esos otros nos encontramos Luhan, Yixing, Kyungsoo, Kai y yo. Cada uno de nosotros permanece callado, mirando a los demás sin ninguna clase de expresión en el rostro. Inexpresividad, eso es lo que definiría nuestros rostros en estos momentos.
Por más que intento aferrarme a sus palabras y creer que todo se trata de una broma, las imágenes de Kris llorando y cantando aquella canción tan triste no dejan de reproducirse una y otra vez en mi mente. Me congelan, me invaden y no me dejan pensar con claridad.
De repente, la puerta se abre y todos nos giramos a la vez para ver a los recién llegados. Suho entra en la habitación y tiene un terrible aspecto, sus ojos parecen complemente carentes de cualquier emoción y sus puños se encuentran cerrados tan fuertemente que temo que se haga daño en los dedos. Todos nos sorprendemos al ver de esa forma a Suho, y la preocupación golpea de lleno mi pecho, pero él que más nos sorprende es Tao, quién tiene un aspecto aún peor. Sus ojos no se pueden ver, pues su mirada está perdida en el suelo de la habitación, y a medida que avanza, no se despega ni un momento de el. Tao no deja de andar hasta que llega a una silla en un extremo de la habitación, lo suficiente alejada para que las sombras cubran por completo aquella zona de la habitación y la dejen en una autentica penumbra.
Tao se queda mirando fijamente la silla, dándonos la espalda, pero no puede ocultar de nosotros el leve temblor de sus hombros.
Todos contenemos la respiración, esperando...
Tao sigue de la misma forma, sin hacer siquiera ruido al respirar. Tras unos segundos, por fin se sienta en la silla y echa la cabeza hacia delante, cubriendo su rostro con sus manos.
Todos nuestros corazones empiezan a golpear fuertemente contra nuestro pecho.
Finalmente, Tao rompe a llorar, tan intensamente que sus hombros se agitan de forma incontrolada y su mano se mueve hacia delante, siendo incapaz de controlar la fuerza de su dolor.
Todos seguimos conteniendo la respiración después de eso, mirando con asombro hacia el lugar en el que se encuentra. La realidad golpea tan fuerte nuestros rostros que el aliento deja nuestro cuerpo al mismo tiempo y un gran suspiro se escucha en toda la habitación. Mis piernas tiemblan, aunque puede que esto último sea producto de mi imaginación, pues mis piernas se sienten más rígidas que nunca, al igual que mi rostro.
Echo un vistazo hacia Luhan, y veo cómo su mirada rehuye la mía y se concentra en mirar fijamente hacia algún punto de la pared del frente, sin pestañear siquiera. Se perfectamente que esa es su forma de actuar como un “hombre” y mantener la calma.
Nadie dice nada, ahora la sensación es aun peor que antes. Miramos nuestros rostros, fijamos nuestra atención en Suho e intentamos olvidar a Tao llorando en un rincón de la habitación cómo si la vida le fuera en ello, pero el pequeño murmullo que produce su llanto no deja de sonar en nuestra mente en todo momento.
— Tao para con la broma — otra vez es Baek quién rompe el silencio, acercándose a grandes pasos hasta donde Tao se encuentra — ¿dónde están escondidas las cámaras? Ya lo hemos descubierto todo. No soy tan fácil de engañar — Baek se ríe golpeando ligeramente el hombro de Tao — esas lágrimas falsas no me convencerán, Kris ya puede venir aquí para aceptar su derrota…
Al principio Tao no dice ni hace nada, pero a medida que Baekhyun sigue hablando, Tao finalmente explota.
— ¡Cállate! — Tao grita, mientras levanta el rostro y mira fijamente a Baek. Su cara está roja, sus ojos tienen el mismo tono pero más intenso y su rostro está empapado por completo por las lágrimas. — ¡Kris no va a venir aquí nunca más! ¿Puedes entender eso?
— Deja la broma Tao y no me hables así — ahora es Baek quién eleva la voz, acercando su pequeño rostro al de Tao.
— ¡No es una broma! Es...es todo una pesadilla — los labios de Tao tiemblan al hablar y un ligero temblor marca cada una de sus palabras. — él no va a venir más...
— Esto es ya demasiado, no voy a caer es que no lo entendéis...
— Baek ya está bien, no digas nada más. — Chanyeol se acerca a Baek y lo aleja de Tao.
Baekhyun intenta protestar pero Chanyeol le cubre la boca con sus manos y recibe a cambio varias miradas asesinas por parte del más pequeño.
Cuando finalmente Chanyeol tiene controlado a Baek, todas las miradas recaen sobre Suho. Este parece notarlo, pues se aclara la garganta antes de hablar e intenta mostrar una mirada impasible en su rostro, fallando por completo. La preocupación se refleja de forma demasiado obvia en sus ojos.
— No se trata de ninguna broma, si lo fuera, no llegaríamos a tales extremos. — esto lo dice mirando a Baekhyun. — lo que nos han dicho antes...Aun no tengo mucha información, es...un caos. — se aclara la garganta otra vez antes de volver a hablar. — pero es cierto que Kris ha decidido abandonar la empresa. Eso quiere quiere decir que...no estará más con el grupo, con nosotros.
— ¿Estás diciendo que es verdad todo? — Baekhyun pregunta, y esta vez su voz suena distinta de antes : refleja verdaderamente su preocupación.
— Sí...Yo lo siento tanto. — Suho frota sus ojos y mira al suelo — he...he fallado cómo líder, no he sabido ver que algo así pasaría...
Tras esto, todos toman una forma distinta de afrontar la noticia. Por su parte, Baekhyun se queda en pálido y se sienta en el sofá, con Chanyeol y Kai a su lado. Kyungsoo se acerca a ellos y se sienta junto a ellos, cerca de Kai. Kyungsoo posa una de sus manos sobre el hombro de Kai, quién le dedica una mirada de preocupación y acaricia rápidamente su mano, sin apenas rozarla. Pretendo no ver esto último y miro hacia Luhan, este último se encuentra en un rincón de la habitación, rodeando con sus brazos a Yixing. Con cualquier otra persona sentiría un poco de celos, pero nunca con Yixing, ya que sé bien la pura y verdadera amistad que los une a ambos. Yixing llora, su lanto es leve, pero aun a distancia puedo ver el dolor que contiene cada una de sus lágrimas. Yixing es una persona tan pura y buena que verlo llorar hace que algo en mi también se rompa en ese momento. Mi rostro, que hasta entonces había estado carente de expresión, se deforma en una mueca. La culpabilidad no deja de azotar mi cuerpo, golpeando fuertemente. «Si tan solo hubiera intentado hacer algo por Kris aquel día...» Sabía que algo iba mal, pero no quise darme cuenta de ello.
— Sólo prométeme estar siempre junto a Tao. Ya sabes lo débil que es, aunque físicamente sea muy fuerte. Es un quejica y a veces es irritante también. Y muy cabezón...pero no sabe asumir bien los momentos difíciles.
La voz de Kris suena clara en mi mente a medida que me acerco hacia donde está Tao. Cuando estoy cerca de él, apoyo mi mano en su hombro y lo aprieto suavemente, intentando reconfortarlo de alguna manera a pesar de saber que nada de lo que pueda hacer o decir en estos momentos podrá menguar su dolor. Yo se, mejor que nadie, lo mucho que Tao aprecia a Kris. Cada vez que discutían por alguna tontería, Tao venía a quejarse a mi sobre lo “idiota que era Kris” hasta que finalmente era él mismo quién iba a disculparse con ese idiota. No había forma de que pudieran quedarse enfadados por mucho tiempo.
— No puedo creer que esto esté pasando de verdad — dice Tao de pronto, en un suave susurro, que apenas se escucha. — Dijimos que estaríamos juntos por siempre...
Intento encontrar las palabras exactas para intentar hacerlo sentir mejor, pero no las encuentro. Nunca se me ha dado bien reconfortar a las personas. Así que digo lo primero que se me ocurre :
— No llores más, te ves muy feo llorando.
{♥} {♥} {♥} {♥}
Entro en la habitación y veo a Luhan parado frente a la ventana, sujetando la cortina con una de sus manos para poder ver el exterior. Nos encontramos en la habitación de un hotel, uno de los que más nos gusta por la privacidad que proporciona. Nadie dice nada, nadie nos ve, aquí somos como fantasmas y disfrutamos de eso.
Me acerco lentamente hasta él, intentando sorprenderlo, y cuando me encuentro lo suficientemente cerca, toco su hombro soltando un pequeño “Bú” al hacerlo.
— ¡Dios mío! — exclama Luhan antes de mirar hacia mi y fulminarme con la mirada — casi me da un infarto.
— Si hubieras visto tu expresión…—comento entre risas.
— Eres tan infantil y tonto — se queja mirándome mal — ¿Esa es forma de decirme que has llegado? La gente normal suele decir un “hola”.
Hago un pequeño puchero posando mi barbilla en su hombro mientras rodeo su pequeña cintura con mis brazos. Luhan se sorprende y pega un pequeño saltito, dejando caer la cortina de sus manos. Inspiro profundamente absorbiendo todo el dulce olor de Luhan y lo abrazo más fuerte, disfrutando de lo suave que se nota contra mi.
— ¿Qué es lo que haces? — pregunta él.
— Es mi forma de decir hola.
Luhan niega con la cabeza y me río una vez más por su expresión. Luhan siempre se queja cuando lo abrazo o le digo cosas cariñosas, pero nunca huye de mi, es por eso que siempre sigo yendo tras él. Siempre detrás de él, hasta ser capaz de sentirme digno de caminar a su lado algún día.
La mano de Luhan roza mi brazo y se posa sobre él, acariciando su extensión con las llenas de sus dedos. Sus ojos se cierran y los míos hacen lo mismo, ambos respiramos tranquilos y nos quedamos de esa forma por unos momentos. Ambos agradecemos poder tener un momento de paz después de aquella noticia.
Aunque momentos como estos no duren lo suficiente.
— ¿Has hablado con alguien…? — me pregunta él aun manteniendo los ojos cerrados.
— Solo hablé ayer con Jongin, dijo que solo nos iban a dar un día libre más para “poder relajarnos” antes de tener que hacer frente a las cámaras y volver a seguir ensayando.
— Creo que todos necesitaríamos al menos mil años para poder “relajarnos” de nuevo — bufa soltandose de mi agarre.
Luhan se deja caer con los brazos abiertos sobre la gran cama que ocupa casi toda la habitación y suelta un gran “Ohhh” al caer sobre ella. Él se ve muy pequeño en comparación, lo que lo hace ver adorable. Su cabello castaño se encuentra ligeramente despeinado y sus ojos tienen unas pequeñas ojeras no muy marcadas que hacen ver a sus ojos un poco hinchados y pequeños. Aun así. se ve adorable y lindo como siempre.
— Estoy preocupado…no te voy a mentir. — Luhan admite, cubriendo sus ojos con su brazo. Algo que hace siempre que admite algo vergonzoso frente a mi — ¿Por qué Kris hizo algo así? No nos dijo nada….nosotros hubiéramos podido…de alguna forma ayudarle…
— Ayudarnos, quieres decir. Esa es la verdad, te refieres a obligarle a quedarse en el grupo con nosotros. Pero si eso no le hacía feliz, no hubiera sido algo bueno obligarle a ello.
— Se que es muy cansado, todos los sabemos Sehun, pero todos estamos aquí luchando y aguantando porque es nuestro sueño…
— Cada uno aguanta lo que puede, cada uno tiene su límite. Admito que muchas veces pensé en abandonar e irme — me siento junto a él sobre la cama y acaricio su brazo — pero fue por ti que me quedé, tú me diste fuerzas para poder seguir aquí.
— ¿Por qué pensaste en irte? — me pregunta él alarmado y deja caer su brazo, mirándome por fin a los ojos.
«Porque sentía que no valía nada, sentía que era irrelevante y no aportaba nada al grupo. Me sentía inferior a ti, a Baekhyun, a Chen,…» pienso y bajo la mirada a mis manos. Recordar aquellos momentos aun es doloroso porque el sentimiento no ha desaparecido del todo.
— Estoy seguro de que todos lo hemos pensado en algún momento. Es duro como tú has dicho, es por eso que no puedo culpar a Kris. Es más, me siento culpable…Yo hablé con él, él se comportó de forma extraña pero no le pregunté nada…
— No me contaste eso…
Luhan se sienta de golpe sobre la cama y me mira fijamente, escrutando mi rostro con la mirada. En mi rostro se dibuja la confusión y alzo una ceja ante su extraño comportamiento.
— ¿Por qué me miras así?
— Por un momento pensé que ibas a llorar…
— Como tú dices los hombres no lloran y yo tampoco lo haré. —suspiro cansado.
— Pero tú aun eres un niño, puedes llorar. —bromea para después volver a ponerse serio. —no fue tu culpa ¿esta bien? no fue culpa de nadie —Luhan acaricia mi rostro y me besa posando suavemente sus labios sobre los míos, sorprendiéndome.
Él no es muy amante de las muestras de cariño, ni aun cuando nos encontramos en privado. Siempre soy yo el que inicia el acercamiento, es por eso que me quedo totalmente quieto cuando me besa. Sin embargo, pronto proceso todo y le devuelvo el beso, primero lentamente y después buscando con mi lengua alguna forma de invadir su boca. Y la encuentro. Luhan deja escapar un pequeño jadeo que aprovecho para lamer su labio inferior y después beber de la calidez que emana su boca. Su lengua caliente toca la mía y nuestras lenguas se entrelazan, mis manos empujan con facilidad su delgado cuerpo y ambos caemos sobre la cama, conmigo sobre él.
Mis manos se mueven de forma ágil por su cuerpo, levantando de forma tentadora su camisa hasta dejar al descubierto su pálida y suave piel. Mis dedos acarician lentamente su cuerpo y Luhan se estremece en mis brazos.
Mis labios abandonan sus labios y se centran en su cuello, depositando sonoros besos y dejando pequeñas marcar en él al morderlo. Luhan se queja, no le gusta que marque su cuerpo, dice que es estúpido que intente hacer ver a los demás que es “mío” cuando obviamente no dejará a nadie ver aquellas marcas. Sin embargo, sus quejas son rápidamente reemplazadas por suaves gemidos.
Los pequeños sonidos que abandonan sus labios hacen que mi excitación aumente, por lo que mis manos intentan desesperadamente abrir su cremallera para poder despojarle de sus pantalones. Sin embargo antes de que pueda si quiera empezar a quitárselos, Luhan me detiene.
— Es-espera, ¡Detente Sehun! No deberíamos estar haciendo esto en estos momentos — dice poniendo sus manos sobre mi pecho para conseguir mantener suficiente distancia de mi.
— Kris sabía sobre tú y yo Luhan — susurro y sujeto sus manos para apartarlas de mi y poder volver a acortar la distancia entre nosotros. Mis manos sujetan mi peso para no caer sobre Luhan y aplastarlo, y se convierten en una pequeña prisión para él ya que no puede escapar de mi. — No hay nada que podamos hacer en estos momentos, yo solo quiero olvidarlo todo por un momento. Me desespera no poder hacer nada…
Mi mirada cae sobre la de él. Luhan muerde su labio inferior con preocupación y mira hacia todos los lados, menos a mi, antes de suspirar derrotado.
— Odio, realmente odio, que siempre seas capaz de convencerme de cualquier cosa.
— ¿De cualquier cosa? — alzo una de mis cejas, divertido. — Porque hay un par de cosas que amaría poder hacer…
El puño de Luhan cae tan fuerte sobre mi cabeza que no lo veo venir hasta que siento el dolor que me provoca.
— No tientes a tu suerte — me advierte.
«Tienes razón» pienso volviendo a besar sus labios. Tan solo poder hacer algo como eso se siente como un milagro, después de que meses atrás ni siquiera fuera capaz de hablar con Luhan sin sentir un infinito dolor o rechazo hacia mi mismo. Ahora soy muy afortunado al poder probar el sabor de sus labios, o al poder disfrutar de la maravillosa imagen que proporciona su rostro cuando el placer lo invade por completo. Soy realmente afortunado por eso.
{♥} {♥} {♥} {♥}
— Mañana hablaré con Tao, él dijo que no quería ver a nadie pero él me ayudó mucho en el pasado…contigo. — le digo a Luhan, quién se encuentra recostado a mi lado en la cama.
Efectivamente, Tao ha siendo siempre un buen amigo y me ha ayudado cuando más lo necesitaba. Aquella vez que me desesperé tras besar a Luhan por primera vez y rompí aquel espejo haciéndome daño, fue él quién cuido de mi y me ayudó sin hacer preguntas.
— Me parece bien, lo que me gusta de ti es que cuidas y te preocupas por tus amigos a pesar de que no eres muy bueno con ese tipo de cosas — comenta Luhan con un bostezo.
— Para mi todos nosotros somos como una gran familia, Tao y el resto de miembros del grupo son mis hermanos.
— ¿Eso convierte esto en incesto? Más puntos en contra…
— Eres mi hermano mayor que me cuida y me mima dándome todo lo que quiero.
Ambos reímos tras eso y Luhan se abraza más a mi antes de volver a bostezar y quedarse dormido. Yo me quedo despierto por un rato más, pensando en el día de mañana.
{♥} {♥} {♥} {♥}
Tao al principio no me deja entrar en su habitación, pero tras insistir sin cesar, se rinde gritándome a través de la puerta y la abre finamente.
— Quería estar solo. — se queja cuando aparece ante mi en el marco de la puerta. Lo primero en lo que me fijo es en su terrible olor. «¿Desde cuando no se baña?» por no mencionar su terrible aspecto. Sus ojeras cotidianas se ven peor que nunca, son una gran mancha negra debajo de sus ojos.
— ¡Hey! — levanto mi mano a modo de saludo y entro en la habitación.
Todo está hecho un desastre, hay ropa tirada por todos lados, en un montón reconozco un par de cosas que pertenecen a Kris, después de todo, ellos siempre compartían la ropa. Además de ropa también hay envases de fideos instantáneos, y demás cosas.
Me siento en el único espacio libre de su cama y miro a Tao, quién sigue parado frente a su puerta.— Estas terrible no puedes seguir así Tao.
— Dijo el chico que parecía un vertedero humano cuando sufría por Luhan.
— Eso es diferente…— empiezo a decir, pero la mirada de dolor que me dirige Tao hace que me calle. — esta bien, lo siento, solo odio verte así. Si necesitas alguien con quien hablar, esto…me tienes a mi.
— No eres bueno consolando a las personas — se queja Tao mientras se acerca a mi y se sienta en una silla frente a mi.
— No puedo dejar de culparme a mi mismo, o de pensar qué fue lo que hice mal…¿Por qué no habló conmigo ni me dijo nada? Se suponía que nos podíamos contar cualquier cosa…
— No lo sé Tao, tampoco entiendo el comportamiento de Kris, estoy seguro de que nadie lo hace.
— Yo siempre le decía que era fácil de leer y que para mi era fácil entenderlo, pero lo dejé solo, me alejé últimamente y no estuve cuando más me necesitaba. No pude entender que me necesitaba…
— ¿Has tratado de hablar con él? — le pregunto.
— Tenemos prohibido eso — afirma, pero tras ver mi cejas levantadas, suspira y mueve su cabeza en señal de afirmación. — lo he intentado pero…pero él no me responde, y veo que lee mis mensajes y aun así no me responde… yo… — Tao deja caer su cabeza hacia delante, como aquella vez en la habitación, y vuelve a llorar.
Esta vez me levanto y lo abrazo, deseando con todas mis fuerzas poder protegerlo del dolor cómo me pidió Kris. «Pero quién tendría que estar protegiendo a Tao eres tú, idiota »
Mientras abrazo a Tao noto en una esquina uno de los perritos de peluches que compraron aquella vez en el pueblo de Hanok. Veo a “Eureongie*” pero “Baby*” no se ve por ningún lado.
— Yo quiero a pesar de todo que él esté bien y se sienta feliz ahora si era infeliz con nosotros — Tao llora más fuerte y mis brazos cada vez son menos capaces de contenerle. — Quería protegerlo y estar a su lado, ahora Baby lo hará por mi.
Sonrió tristemente, y deseo que realmente Kris se halla llevado a aquel peluche consigo. Y por una vez, lloro yo también. La impotencia y la desolación son fuertes en mi interior.
{♥} {♥} {♥} {♥}
Los días “libres” pasan realmente rápido y nos queda a penas tiempo para volver a cambiarlo todo para suplir a Kris. Todo es un caos, todos nos vemos cansados tanto física cómo mentalmente. Ya casi nadie siente emoción por nuestro primer concierto en solitario. Lo único que queremos todos es superar esta etapa y poder descansar de tantas preocupaciones, pero eso no es algo que podamos conseguir por más que queramos.
A pesar de todo, los miembros del grupo se esfuerzan hasta quedarse sin fuerzas y ensayan una y otra vez para conseguir la perfección. Nadie vuelve a nombrar a Kris, su nombre se convierte en un tabú. Solo nos concentramos en el concierto y en olvidar todo lo demás. Por muy difícil que sea conseguirlo.
Aunque no nombramos a Kris, cada vez que se tiene que decidir quién lo sustituirá en cada una de las canciones, nadie se ve feliz de hacerlo, por el contrario, en su rostro se dibuja la misma mueca de dolor que harían como si un cuchillo se clavara en su pecho.
Uno de los peores momentos es cuando estamos practicando “Baby don’t cry” y Tao hace la parte del rap. Al principio se ve dolido pero mantiene su voz firme en todo momento, hasta que llega la parte de Kris. Es en ese momento cuando se desmorona y pequeñas lágrimas caen por sus mejillas por más que intenta desesperadamente, viendose como un indefenso niño pequeño, detenerlas. Tras eso, la canción sigue y todos siguen cantando como si nada hubiera pasado, a pesar de que no pueden esconder tras esa casi “perfecta” máscara el dolor que cada uno de nosotros siente.
{♥} {♥} {♥} {♥}
Nunca se lo digo a nadie, ni siquiera a Luhan, pero unos meses después escribo a Kris en secreto preguntandole si tiene con él al peluche de Tao. Kris no me responde con palabras, solo me envia como documento adjunto una imagen de Baby en una silla en una habitación, cerca de una cama, probablemente, la cama de Kris.
Al ver la foto, sonrío.