{ Capitulo V. Necesitad }
Espero sentado en la sala de espera mientras un millón de pensamientos se mezclan en mi cabeza. Intento aclarar mi mente, pensar en otras cosas, pero no puedo dejar de repetir la misma frase una y otra vez.
“Sehun yo te quiero.”
¿Qué es lo que quiso decir? ¿A qué clase de amor se refería? No quiero hacerme tontas ilusiones, sin embargo no puedo evitar sentirme un poco menos desdichado que antes. Si Luhan realmente me quiere...Si el me quiere como yo le quiero a él, estaría dispuesto a arriesgarlo todo para poder ser felices juntos.
Pero seguramente no pensó bien lo que decía...probablemente todo lo que dijo fue un delirio. O me quiere, pero solo como un amigo. « Siento que mi cabeza va a explotar »
Me inclino hacia delante y apoyo mi cabeza entre mis manos. Todo esto me está agotando más de lo que pensaba. Si al menos pudiera descansar mentalmente, pero nunca puedo hacerlo, siempre tengo mil cosas en la cabeza con las que lidiar.
– Sehun, no te preocupes mas por él. – escucho la voz de Chen a mi lado y alzo la mirada cuando una de sus manos se posan en mi espalda. – Los doctores dijeron que su desmayo se produjo debido a un exceso de trabajo. Solo debe descansar para sentirse mejor.
– Lo se – «No es por eso por lo que estoy mal» aunque si me siento preocupado por la salud de Luhan. Se ha esforzado mas de lo que debía, mas de lo que su pequeño y delicado cuerpo podía resistir. Nadie se dio cuenta de ello, aun mucho menos yo. Probablemente esto no hubiera pasado si yo no hubiera hecho nada. Probablemente Luhan estaría bien si no me hubiera alejado de su lado. Pero no tenía elección, aun con todo sigo creyendo que esto es mejor que la otra opción. Sigo confiando en que alejar de Luhan de mi es lo mejor...aunque "Sehun yo te quiero" ¿Qué pasa si lo que dijo es verdad? En ese caso...en ese caso, de sentir él lo mismo por mi, también estaría sufriendo como lo hago yo...
– Lo se Jongdae, solo me siento mal por no haberme dado cuenta de lo mal que estaba... – suspiro regresando a mi posición inicial.
– Nadie se dio cuenta, Sehun. No te atormentes. Ahora cuidaremos bien de él, para que se recupere.
– ¿Donde están los demás?
– Dentro, con Luhan. Como te quedaste dormido aquí fuera decidimos pasar a visitarlo. Entra conmigo – Chen se levanta de la silla y me insta a hacer lo mismo, sin embargo vacilo durante un par de segundos.
¿Estoy preparado para verlo? No lo creo. Tengo una espiral de sentimientos revoloteando por todo mi cuerpo y ver a Luhan solo podría conseguir una gran explosión en mi interior. Pero por otra parte, tengo ganas de verlo, de comprobar que esta bien, de poder buscar en su mirada algún indicio de la clase de amor que yo siento por él. Además, al estar con los demás miembros del grupo todo será menos intenso y podré controlarme mejor. Ya he sido demasiado imbécil como para conseguir que Luhan me odie aun mas por no ir a verlo...
– Esta bien. – asiento.
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Sus ojos están cerrados, mostrando la clara esencia de un apacible sueño en su rostro. Por debajo de ellos, puedo distinguir – gracias a la ausencia de maquillaje – unas leves ojeras que se ven aún más atenuadas por la palidez de su piel. Luhan se ve tan sensible, tan débil, tan vulnerable...
El instinto de querer protegerlo es tan fuerte en cuanto lo veo en ese estado que tengo que hacer un gran esfuerzo mental para evitar tirarme sobre él en cuando entro en la habitación. Aún así, siento caer un gran peso de encima cuando veo que no tiene ningún cable en él. Su cuerpo, vestido en una bata de hospital blanca, está tendido sobre la cama cubierto por unas finas sábanas. Sólo está durmiendo, tratando de recuperarse de el cansancio y la mala alimentación que tenía.
Yixing se acerca a mi y sujeta mis manos para acercarme más a ellos. Veo a Chen, Kris, Tao y Xiumin alrededor de la cama en la que se encuentra Luhan. Todos me hacen una venia en cuanto me ven aparecer a su lado y yo les respondo de la misma forma. Tan sólo les dedicó unos segundos de mi atención ya que pronto todo el lugar queda eclipsado por la presencia de Luhan. No me agrada verlo en ese estado. Estoy tan acostumbrado a verlo sonriente y lleno de vitalidad que al verlo en un estado tan vulnerable siento que estoy viendo a un Luhan diferente. « Ojalá hubiera podido estar a tu lado para evitar esto... » Me siento en una gran parte responsable por esto. Luhan debió sentirse muy mal por mi culpa y por ello se descuidó hasta este punto...
Las ganas de golpearme a mi mismo aumentan a cada segundo, si tan sólo pudiera hacer algo para ayudarlo...
– Sehun, nosotros debemos irnos. Tenemos obligaciones que cumplir – dice Jongdae acercándose a mi. Su tono de voz me hace dar cuenta de lo mucho que lamenta tener que irse. – por favor, cuida a Luhan por nosotros hasta que los otros vengan.
« ¿Cómo? ¿Voy a tener...tener que quedarme a solas con Luhan? » Trago saliva con gran dificultad, abriendo los ojos más de lo necesario. De repente, me invade el pánico. Siento un gran impulso de salir corriendo hasta encontrar un lugar en el que poder despejar mi mente, pero ni ese lugar existe ni puedo hacer eso. Debo cuidar a Luhan...debo cuidarlo, se lo debo. Y, por qué mentir, una parte mía desea fervientemente quedarse a solas con Luhan.
– Esto...esta bien. Lo cuidaré muy bien. – asiento y me doy la vuelta para volver a poner toda mi atención sobre Luhan. Siento como uno a uno los miembros van dejando la habitación, y sólo me altero un par de segundos cuando siento como Tao me da un pequeño apretón en el hombro, como queriendo decir “Vamos Sehun, tú puedes con esto” aunque yo no estoy tan seguro de ello.
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“¿Sehun?” necesito aun un par de segundos más, después de oír esa bonita voz pronunciar mi nombre, para poder abrir los ojos por completo. Miro a mi alrededor y todo se ve muy confuso. «¿Dónde...dónde estoy?» Froto mis ojos con las yemas de mis dedos... «Luhan» Abro los ojos como platos y lo busco con la mirada. Lo veo, frente a mi, recostado en la cama. Él me mira también, fijamente y en cuanto nota que estoy despierto, hace algo que me pilla totalmente desprevenido : se ríe.
Tengo que morder mi labio para poder comprobar que estoy despierto y no soñando. Su risa es una de las mejores melodías que he escuchado nunca. Se ve tan hermoso sonriendo, con esos bonitos ojos rasgados que tiene viéndose prácticamente cerrados.
– ¿Te quedaste dormido cuidándome? – noto un deje de diversión en su voz al hablar.
Lo veo fijamente y tengo que reprimir fuertemente las ganas de devolverle la sonrisa. Se ve tan bien aun estando enfermo. Su piel se ve menos pálida que antes, pero sigue conservando las suaves ojeras bajo sus ojos. Su cabello tiene un aspecto totalmente desarreglado, sin duda debido a haber estado dormido en una cama de hospital. Se ve tierno y vulnerable a la vez. «¿Por qué eres tan hermoso Luhan?»
– Yo...sí, lo siento – agacho la mirada ya que me siento un poco avergonzado. «Me llamo Oh Sehun y soy un chico que se queda dormido cuidando al amor de su vida. »
– No importa, al menos estas aquí y no te has ido... – su voz suena triste al decir lo ultimo.
De repente soy consciente de lo imbécil que he sido con Luhan y de lo irreal de la situación. No debería estar aquí, debería irme y alejarme de él como prometí. Nada de esto ayuda a eso, nada de esto me ayudará a olvidarlo. Pero...pero él esta mal y simplemente no puedo irme de su lado. No en una situación así. No cuando existe una mínima posibilidad de que me quiera como yo lo quiero.
– Luhan... se que he sido un idiota últimamente y yo... – yo ¿Qué? ¿Lo siento? ¿Voy a tirar por la borda todo lo que he conseguido hasta ahora? Cierro los labios y miro desesperadamente hacia los lados, intentando encontrar la respuesta a todas mis preguntas en algún lugar. « Todo es tan difícil contigo Luhan...»
– No...no digas nada más Sehun – la voz de Luhan me insta a verlo. Está sonriendo, otra vez, aunque su sonrisa no se refleja en sus ojos. – Hoy vamos a intentar pensar que nada ha ocurrido ¿está bien? No me siento con fuerzas para eso – se recuesta sobre la almohada de la cama con los ojos cerrados.
«¿Olvidarlo todo? No es tan fácil...» pero sí, quiero hacer lo que Luhan dice, al menos por un día, en este momento, quiero pensar que nada ha cambiado entre nosotros, que podemos ser como eramos antes, que puedo cuidarlo sin temor a nada. Al menos solo por hoy, mañana dolerá aun mucho más separarme de su lado pero es un dolor que estoy dispuesto a enfrentar. Todo sea por que Luhan se sienta mejor. Desde hace mucho tiempo, su felicidad está por encima de la mía.
¿Debería preguntarle por lo que dijo antes de desmayarse? Ahora que estamos solos podríamos hablar...Aunque...¿estoy preparado para conocer su respuesta?
– Sehun solo pregunta lo que quieras preguntar. – me dice Luhan en un susurro, aun con los ojos cerrados.
– ¿Cómo...?
– Te conozco bien...cuidando estás nervioso o quieres preguntar algo, golpeas tu pierna con tus dedos.
Miro mis manos y, efectivamente, estoy haciendo eso. « ¿Luhan me conoce tan bien? » Eso me hace sonreír, me hace saber que al menos se ha tomado la molestia de conocerme más de lo que pensaba.
– Tú...esto... – aclaro mi garganta para evitar parecer menos idiota de lo que parezco. – ¿recuerdas lo que dijiste antes de desmayarte?
– No...yo estaba cantando y solo me desmayé... – abre los ojos y me mira. – ¿Hice algo malo?
Lo miro por un largo tiempo preguntándome exactamente lo mismo. Toda la ilusión que tenía en mi se esfuma tan rápido como llegó. « ¿No recuerda cuando me dijo que me quería? » Eso quiere decir que tan solo estaba delirando, diciendo cosas sin sentido hacía mí porque era la persona que estaba junto a él en esos momentos...
Tocan la puerta de nuestra habitación y una linda enfermera entra con una bandeja de comida. Se queda mirando un poco más de la cuenta a Luhan, y tengo que resistir las ganas de echarla cuando le sonríe a través de las pestañas.
Después de dejar la bandeja de comida, se dirige a mi y me sonríe de la misma forma. Incluso se sonroja al hablar conmigo. « ¿Qué le pasa? »
– ¿Quiere algo también usted? – me pregunta acercándose a mi un poco más de lo necesario.
– No, gracias. – pongo mi mejor cara de indiferencia mirando hacia otro lado. Parece que la enfermera capta la indirecta, ya que hace una pequeña venia y se va del lugar prácticamente corriendo.
– Vaya...¿qué ha sido eso? Casi muerdes a la enfermera... – Luhan comenta con una sonrisa en el rostro. Esta vez, no puedo evitar sonreírle de vuelta. Parece que esto le sorprende y por ello su sonrisa se hace más grande.
Coloca la pequeña bandeja sobre sus piernas estiradas y empieza a comer. O mejor dicho, “intenta” comer, ya que su mano tiembla tanto que apenas puede sujetar un par de arroz que se lleva a la boca.
Por un rato finjo que no me doy cuenta, pero a la cuarta vez que intenta comer y no puede, es cuando me decido a levantarme. Camino con pasos poco decididos hasta que consigo acortar la pequeña distancia que nos separa. Me siento en una silla cerca de su cama y sujeto la comida con los palillos para que pueda comer.
– Yo te ayudo... – le miro y me quedo sin respiración al notar lo cerca que estamos. Tan cerca que puedo captar su olor. Luhan huele a vainilla y a flores, aunque en el también se puede oler un poco de taro bubble tea. Esto me hace sonreír como un idiota, recordándo los momentos en los que íbamos juntos a tomar bubble tea. Esos eran mis momentos favoritos del día, aunque todo fuera mal , era el único momento capaz de arreglarlo todo.
Siento un fuerte dolor en el pecho y las manos sudorosas, anhelar que esos momentos regresen no los harán regresar. Nunca lo harán, ni habrán momentos así en mi futuro. ¿Por qué? Porque la vida ha sido injusta conmigo. ¿Por qué tuve que conocer a mi alma gemela para luego perderla? ¿Por qué tuve que conocer la verdadera felicidad para que me la arrebatarán?
Mirando los castaños ojos de Luhan, siento que no puedo soportarlo más. Tenerlo tan cerca, amarlo tanto como lo hago, es algo que no puedo contener por mucho más tiempo.
Dejo caer la comida sobre el plato y miro fijamente a Luhan. « Ya no puedo soportarlo más...»
No puedo.
Soportar más.
Amar tanto a una persona.
Sin poder siquiera respirar cerca de ella.
Antes de poder pararme a pensar en las consecuencias de mis acciones, mi mano sujeta el rostro de Luhan, tomándolo completamente por sorpresa, y mis labios se juntan con los suyos.
La sensación de tener sus suaves labios contra los míos no es como lo imaginé. Es aun mejor. Mucho mejor. Y todo se vuelve aún más maravilloso cuando Luhan abre la boca dejando escapar un pequeño gritito. Aprovecho la situación para explotar el cálido lugar con mi lengua, jugando delicadamente con la suya. Luhan no se aparta de mi. En ningún momento se resiste a mi beso, sino que me corresponde de una forma igual de ferviente. Mis labios se mueven contra los suyos ávidamente, mientras mis manos descienden poco a poco por su cuerpo hasta que tengo apresada su delicada cintura. « Ahora que te tengo, no te pienso dejar ir...»
Con cuidado, me subo sobre la cama y coloco mis piernas a ambos lados su cuerpo, quedando sobre él. En ningún momento nuestros labios se despegan, sino que siguen explorándose el uno al otro, reclamando todo lo que el otro puede dar.
Luhan acaricia mi pelo y enreda sus dedos por él, lo cual me hace jadear contra su boca. Estoy tan excitado, tanto que creo que voy a explotar. Aun estando enfermo, Luhan tiene toda la fuerza para convertirme en un ser que solo hace caso a sus instintos. Y ahora mismo, mis instintos parecen los de un lobo, un lobo que quiere comerse a Luhan.
Mis labios se separan de los de Luhan para pasar a besar su lindo cuello. Por cada beso, le doy un pequeño mordisco, probando el dulce sabor de su piel.
– Sehun....Oh Sehun... – Luhan deja escapar mi nombre entre jadeos. – Sehun...Sehun...
“Sehun...¡Sehun!” Noto como alguien golpea mi hombro. “¡Sehun despierta!” « ¿Despierta? »
Abro los ojos con gran pesar y me toma un par de segundos regresar a la realidad. Frente a mi, aparece el rostro de Jongin.
– Te quedaste dormido cuidando a Luhan. Muy mal Sehun. – me regaña él pero a penas le hago caso.
«¿Todo fue un sueño?» toco mis labios, que aun se sienten calientes. Miro a Luhan y lo veo durmiendo en su cama, abrazando a la almohada. Sonrío con tristeza y parpadeo varias veces para evitar que las lágrimas que amenazan por salir empiecen a caer. « Todo fue un sueño...»
