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El Secuestrador por Ninchi Sushari

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Notas del capitulo:

Como digo esto?... Agradezco los dibujitos de VaatixVioleta y AzulxRosalinda que me hacen aunque la mayoría no sean para mí -corazonsitos-. No obstante, tomo esos dibujitos como un "Sube El Siguiente Capítulo YA!" x'D.

Bueno, el capitulo sinceramente, está largo, que creo que voy a dividirlo en dos o tres partes. Por lo menos, para que vean que sí lo estoy siguiendo ¬¬.

Antes que nada… quiero recomendar un fic de AzulxRosalinda, escrito por Azul-ewe. Se llama "Feliz Cumpleaños, Rojo". Es realmente bello *v*. También "En Una Tableta De Ajedrez" aún no lo leí pero Rojoewe me dice que está muy bueno uvu. Ya lo voy a leer! ;O;

Otras cosas más que deseo aclarar… No sé qué Zelda se imaginarán pero la adecuada para éste fic es la del Four Swords.

Disclaimer: Legend Of Zelda no me pertenece. Violeta y Rosalinda, sí e_e.

Para éste Capitulo, me ayudaron Rojoewe y Vioewe con sus experiencias en Córdoba. UvU. Gracias. De no ser por ellas, el capítulo sería aburrido xD.

CAPITULO 05:

Parque De Diversiones Arboleda (Parte 01)

Sentada en el aljibe de la ciudadela, esperaba a los cuatro Links. En lo que corría el tiempo, acomodó su vestido y golpeó rítmicamente su maleta color naranja como el atardecer mientras su mirada no paraba de clavarse hacia la pradera sur, por donde vendría su pareja junto a sus otros yo. Llevó sus delicadas manos hacia su cabello color naranja y comenzó a acariciar de éste. Movió su cabeza rápidamente, sintió la presencia de un joven de cabellos color lavanda tomar asiento a su lado. Lanzó un suspiro cansino. Ella lo observó por unos segundos; no parecía un hylian común y corriente, pero ... ¿Quién era ella para juzgarlo?.

—Usted debe ser la princesa Zelda— rompió el sosiego el brujo. La princesa no respondió, sólo se limitó a mirarlo perpleja. El apoyó sus codos en sus piernas, también, con la mirada hacia la pradera del sur.

—¿Por qué me sorprendo? Cualquiera lo sabe — pensó. Desvió la mirada al lugar contrario que el brujo asegurándose de que algunos guardianes estarían ahí para vigilarla. Por lo menos hasta la llegada de Link.

—Lo tomaré como un ''sí'' — esbozó una sonrisa el minish. —¿Estás esperando a los trillizos? —.

—¿Trillizos? — preguntó perpleja.

—Sí, Link... Azul y Rojo... Y Violeta.

—¿Violeta? ¿Quién...? —calló al recordar de que se trataba de Vio— ah sí, los estoy esperando. ¿También vendrás al parque con nosotros? — el brujo asintió ante su pregunta —ya veo... Entonces, tú debes ser Christofer...

—Así es— volvió a esbozar una sonrisa el brujo. — Mire... Allá vienen — Zelda movió su cabeza rápidamente hacia la pradera sur. En cuanto los vio, se puso de pie y corrió hacia los brazos de Link, quien con mucho gusto la recibió.

—¡Uf! Mejor dejemos a las parejas solas por un rato — Azul rodó los ojos en señal de aburrimiento y se alejó del tórtolo junto a Rojo.

—No sé por qué motivo me sentí tocado— susurró Vio. El gruñón lanzó una risilla ante ese comentario. —Christofer... — sonrió apacible mientras se acercaba a él a pasos lentos.

—Violetaaa — llamó a cantitos el minish — ¿Desea que la ayude con el bolso? — señaló el bolso que colgaba del hombro del rubio.

—No es necesario. No soy tan débil — Vaati se puso de pie, acomodó su bolso. Zelda llegó hacia donde los púrpuras para coger su equipaje —pienso que con una simple mochila bastaba— comentó Vio a la princesa, quien le dedicó una sonrisa traviesa.

—No lo creo...

—¡Densen prisa! ¡El tren se va a escapar! — apresuró Azul.

—¡Ya, Azul, llegaremos bien! —masculló Verde ya harto de que el gruñón estuviera presionándolo desde que despertaron. La princesa se acercó a su pareja, lo tomó de la mano y comenzaron a caminar. Vio entrelazó su brazo con la de Vaati, le sonrió apaciblemente y comenzaron a caminar detrás de Verde y Zelda.

—¿Estás bien, Christofer? — cuestionó Vio al notar unas ligeras muecas de dolor en el brujo.

—Sí, me duele el estomago, es todo— dibujó una sonrisa forzosa el brujo.

—Deja de comer como cerdo— rió Azul mientras se acercaba hacia los púrpuras junto a Rojo.

—¡Mira quién habla! — murmuró Vio a la vez que clavaba sus ojos en Azul.

—¿Que? Yo como bien educadito — se encogió de hombros el azulado.

—¡JA! — Rojo cubrió su boca y desvió la mirada, sus hermanos lo miraron raro — lo siento— sonrió sereno — me acordé de un chiste — se excusó.

—No sé... —dudó el gruñón. Verde y Zelda detuvieron sus pasos. Ya habían llegado a la estación de tren. La parejita tomaron asiento en una banca a esperar mientras compartían palabras y sonrisas. Vio pareció entretenerse con mirar las personas ir y venir de un lugar a otro. Rojo observaba ansioso el lugar por donde el tren vendría. Azul entablaba una conversación con Vaati, quien de una manera cansina le respondía. Luego de unos veinte minutos, el tren llegó; los chicos entraron, acomodaron sus equipajes. Y tomaron asiento en frente del otro. De un lado, Azul, Verde y Zelda y del otro, Rojo, Vaati y Violeta.

—Christofer... ¿Seguro que estás bien? — cuestionó Vio, Vaati no borraba su mohín de dolor; se inclinaba un poco hacia adelante en vano intentando calmarlo.

—Sí... ya pasará, no te preocupes — fingió una sonrisa.

—¿Te has tomado algo antes de venir? — Rojo dibujó una mueca preocupante.

—Sí, por eso digo que ya pasará.

—De todos modos, cuando lleguemos lo primero que haremos será fijarnos nuestras habitaciones... no probaremos ni un juego. —advirtió Azul.

—No estaría disponible para juegos hoy—. Azul se levantó de su asiento y comenzó su rumbo hacia el baño.

—Ya vuelvo, voy al baño.

—Vete, nadie te quiere — rió Verde; Azul le dio un coscorrón y caminó rápido hacia el baño. Rojo y Zelda rieron ante las acciones de los rubios.

—Ya, amor, deja de pelear con él — la princesa le acarició la mano con la yema de su pulgar. Vio apoyó su cabeza en la vidriera. Observaba los paisajes recorridos por el tren. Rojo entabló una conversación con la princesa. Verde dirigió su mirada hacia Azul. Azul regresaba a su asiento con un periódico en manos, sus labios dibujaban una sonrisa junto a su rostro combinaban una sonrisa maliciosa. Tomó aventó y aventó el periódico.

—Se lo tiene merecido ese idiota de Vaati — rió. Vaati levantó la mirada hacia él absorto.

—¿Qué pasó? — cuestionaron el resto de los Links sumando a Zelda.

—Ha querido secuestrar a una doncella ayer por la noche pero no lo logró Jajajajaja — rió. Un poco de bronca nació desde el interior del brujo, por un momento se le paró el corazón al oírlo; torció el labio en señal de molestia — Al parecer, ha querido violar a la doncella. Pero ella le pateó en su intimidad — el brujo arqueó las cejas perplejo.

—"Mentirosa" — pensó el brujo, de vuelta, frunciendo el entrecejo. — "Ella se resistió y cayó al suelo, yo quise atraparla, no violarla" — bajó su mirada hacia su brazo izquierdo — "Y me rasguñó feo el brazo" — se acarició el brazo.

—¿No describió a Vaati? — preguntó Vio sin despegar la vista.

—Mmm... — Azul volvió a coger el periódico — veamos... cabello castaño... corto... piel pálida... barba mañanera... ojos azules; vestía de un buzo naranja y pantalón negro, tenía botas color marrón.

—Mmm... tal como ese chico que quiso secuestrar a Rojo — murmuró Vio.

—Jeje, a ver si con eso aprende ese idiota — fingió una sonrisa Vaati.

—Eso esperemos— murmuró Verde.

—Voy al baño — farfulló el brujo; se levantó de su asiento y caminó hasta el baño a pasos rápido — Rayos... — apoyó las manos sobre el lavabo — "Me pateó muy fuerte esa chica... Me duele" — se mordió el labio inferior. Respiró hondo, se lavó las manos y salió. Volvió a su asiento. Violeta y Zelda jugaban al ajedrez, la princesa no paraba de hablarle alegremente a la rubia. El brujo soltó una risilla al ver la expresión de Vio, parecía perder la paciencia. Y estuvo en lo correcto.

—Por Favor, princesa, déjame pensar, el ajedrez es para pensar — masculló.

—Lo siento — se disculpó divertida. Vio volvió sus ojos azules hacia el ajedrez. Agarró una torre y lo llevó hacia el caballo de Zelda —¡Uy!

—Ahora sí, ¿Me seguías contando?.

—¡Jump! — infló los cachetes la princesa. — Ahora me toca a mí pensar — dijo molesta.

—Jejejejeje — el brujo las contempló por unos minutos. Apoyó su cabeza en el hombro de Vio y cerró sus ojos. —¿Hum? — Vio lo miró desconcertado al principio, se había quedado dormido. Lo dejó dormir y se concentró en el ajedrez. La princesa le guiñó un ojo ante la escena, produjo un leve sonrojo en el rubio — no me cargues— murmuró.

—Yo no hice nada — sonrió picarona.

—Sí, claro— volvió su vista hacia el juego; y se dio cuenta de un detalle— Zelda… No soy estúpida, mi torre no estaba en éste extremo — dijo moviendo su torre.

—Creí que no te darías cuenta jejejeje.

—Tramposa—. Vio despertó al brujo cuando el tren se detuvo. Cogieron sus equipajes y salieron del tren. El cielo celestino había cambiado su color a naranja, no le faltaba mucho al sol para dejarle el trabajo a la luna. Caminaron por un kilómetro con sus equipajes en manos. Hasta llegar a la entrada del parque, el cual su puerta tenía la forma de un arco iris. En lo alto, un cartel muy colorido daba la bienvenida al parque. Un guía los atendió, les dio un mapa y les indicó dónde se encontraban el hotel y el restaurante. Los chicos caminaron hacia el hotel. Les dieron dos habitaciones. En una dormirían Zelda y Violeta y en la otra Azul, Rojo, Vaati y Link. Dichas habitaciones tenían camas cuchetas. Dejaron sus equipajes en sus habitaciones. Y salieron de sus cuartos rumbo hacia el restaurante, el cual, se encontraba al lado del hotel. El cielo ya se había teñido de negro cuando terminaron de cenar; a pesar de que no hicieron mucho, se encontraban algo cansados.

—Recomendaría ir a dormir primero, debemos levantarnos temprano mañana— dijo la princesa seguido de un bostezo.

—Sí...— Vio se levantó de su asiento.

—¿Ya te vas a dormir? — la princesa le dirigió la mirada.

—Sí, no doy más del sueño.

—Te haré compañía, entonces.

—De acuerdo— Vio salió del restaurante a esperar a su amiga fuera mientras la princesa se despedía melosamente de su pareja.

—Buenas noches, amor, sueña lindo.

—Tú también, mi princesita hermosa — susurraba de manera dulce Link. Azul miró a Rojo y rodó sus ojos. El pequeño no pudo evitar reír.

—¿Tú te quedarás un rato más, Rojo? — preguntó el gruñón a lo que Rojo asintió. — ¿Mm? ¿Dónde está Christofer? — miró para todos lados.

—Creo que salió a tomar un poco de aire — respondió el pequeño mientras se rascaba la nuca.

—Uh, ya veo —.

—Aquí estaré hasta que amanezca — suspiró cansino el rubio violeta, se cruzó de brazos y dirigió su mirada hacia la entrada del parque, se entretuvo por unos minutos mirando a las personas entrar y salir.

—¿No vas a darme un beso de buenas noches, Violeta?.

—¿Mm? — el rubio dio media vuelta, el brujo venía acercándose a él.

—Hace un poco de frío— comentó.

—Sí... — susurró el rubio volviendo su vista hacia el parque — ¿Se te ha pasado el dolor de estómago?.

—Sí — respondió el brujo.

—Has dormido toda la tarde, es fijo que no tendrás sueño jejeje. — Se acercó a depositarle un beso en la mejilla pálida del brujo — Buenas noches, Christofer.

—Buenas noches— el brujo le depositó un beso en la frente.

—Ya llegué — dijo la princesa caminando hacia los púrpuras.

—Ya era hora— rodó los ojos la rubia.

—No seas mala— Zelda cogió la mano de Violeta para luego caminar hacia el hotel. — Buenas noches, Christofer...

—Buenas noches...— susurró el mencionado. De repente, sintió un contacto cálido en su mano— ¿Mmm?— se volteó a ver. Era Rojo, lo había agarrado de la mano.

—¿Me cuentas un cuento?— le pidió de una manera infantil y con una sonrisa risueña.

—Claro... Vayamos a nuestro cuarto...

—¡Sííí! Elijo la cama de arriba.

—Como quieras, pequeño— A pasos lentos, caminaron hacia su cuarto.

—Oye, Violeta afortunada, tu novio sí que es guapo— comentaba Zelda mientras se sacaba su coleta y acomodaba su pijama: un vestido rosado, se acortaba en sus rodillas. — es alto y un poco grande de cuerpo— seguía comentando.

—No es mi novio— negó la rubia en el baño.

—Imagínatelo abrazándote en la cama y teniendo...

—Uh, ya volvió la maniática del sexo.

—Dulces sueños… — terminó la frase la princesa.

—Sí, claro, dulces sueños — Vio salió del baño mientras se abrochaba el último botón de su camisa.

—¡Ah no! ¡Nada de eso! — sobresaltó la princesa— ¡No usarás ese pijama siendo yo tu amiga!— Vio se miró a sí mismo, no le veía nada de malo, un pantalón y una camisa color violeta tenue.

—¿Qué tiene de malo?— preguntó sereno.

—¡Tienes que lucirte más femenina si quieres atraer a Christofer!

—¿¡Quién Dijo Que Yo Quiero Atraerlo!?.

—Se nota, Violeta — el silencio reinó por unos segundos.

—¡Cualquiera! — se encaminó hacia su equipaje y sacó algunas ropas

—¡Entra Al Baño Y Ponte Éstas! — ordenó. Vio la quedó mirando perpleja por unos segundos — He prometido enseñarte todo sobre una mujer y éste es el Paso Tres: Ser Femenina. Así que ve, ¡VE! — empujó a Violeta hacia el baño. Esperó unos minutos hasta que saliera. Oyó varias quejas de que no quería ponerse dicho camisón mas la princesa hacía oídos sordos y le prometía que no la dejaría ir hasta que se lo pusiera. Vio salió del baño, su ojos se clavaban en su cuerpo; el pijama que Zelda le había dado, se trataba de un vestido que se acortaba en sus piernas, antes de llegar a sus rodillas color violeta. Y unos guantes que le llegaban hasta los codos.

—¿Y los guantes para qué?.

—Para que combinen — respondió la princesa mientras encogía sus hombros. Vio lanzó un suspiro cansino y se encaminó hacia su cama — debemos levantarnos temprano, princesa — cubrió su rostro con la manta. La princesa lanzó una risilla traviesa, apagó la luz de su habitación, caminó a pasos lentos hacia su cama y se acostó.

Notas finales:

-:-CONTINUARÁ-:-


Como siempre, no hago tiempo de responder los reviews x'D pero me alegro de que les estén gustando.

Voy a ver cómo puedo dividirlos así los subo un poco rápido. Perdón por la tardanza ú.ù.

Gracias Por Leer y doble Gracias por los reviews que me dejan uvu.

 


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