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El mañana nunca se sabe por Asterocampa Leilia

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Notas del fanfic:

 

Mal titulo, pésimo resumen y no me importa!

A menos de que no pesque nadie….

 

Notas del capitulo:

Porque quiero y puedo:

 

Antonio estaba que ardía. Si, de furia y más lamentable de caliente. Otra vez Claudia se la había aplicado.

Claudia y Antonio llevaban saliendo poco más de seis meses, eran la pareja sensación esa que levantaba envidias a diestra y siniestra ella rubia (oxigenada, pero le sentaba bien) y de tetas enormes, no muy inteligente pero si astuta, raro pero cierto y el, bueno el tio buenote por el que suspiran las nenas; seamos específicos, estatura promedio unos 178 centímetros bien dados, piel aceitunada con un dorado causado por el sol y un cabello castaño rojizo, unos labios suculentos que seria una grosería no besar, si se presentara la oportunidad, unos ojos verdes y ah por dios esa actitud de chico malo… a pesar de ser el numero uno de su clase y en deportes, participando en los equipos de futbol, baseball y básquet siendo el capitán del último.

La fidelidad no es una palabra que se encuentre en Antonio, sobre todo por Claudia, que al parecer, es la única rubia de tetas doble D de 17 años virgen en todo el Santa Sofía (preparatoria de niños bien) y eso literalmente castraba a Tony. El la quería, ella lo quería, se tienen unas ganas de aquellas y bueno el es mortal con carne y sangre corriéndole por las venas. Venas que ponen inhiesta cierta “cosa”.

Otra vez a puñetearsela porque Claudia salió corriendo, esta vez estuvo bastante cerca, no lo suficiente.

Derrotado Antonio se acariciaba su verga tiernamente como queriéndole transmitir un “todo estará bien” cuando su celular sonó.

-Hola- contesto Antonio sin mucho animo

- Estoy aburrido, voy a tu casa, podemos jugar un rato o ver una peli y tragar pizza después de fumarnos un porro ¿te gusta la idea?- una voz algo grave definitivamente de un chico

-Vale ¿Cuánto tardas en llegar, gatito?- se decidió Dan después de una pausa

-No es gatito, soy leo, ya apréndetelo ¿si? O me obligaras a tatuártelo en el culo- respondió de mal modo

-Es una perdida tatuármelo en el culo, nunca lo vere- respondió Antonio pensando mas en culos que en otra cosa

-Pero sabras que esta ahí y cada vez que te follen te lo preguntaran- y con esto colgó.

No. A Antonio nadie se lo había cogido, el era quien daba y solo a chicas. Luego se imagino una verga tratando de entrar por su culito y se dijo que seria imposible, no entendía como podían caber esas cosas, quizá la verguita de un asiático estaba bien ¿no? Pero una señora verga no podría entrar nunca.

Con su miembro en alto (porque no dejo de darle cariño mientras hablaba) encendio su lap, dio click en el buscador y tecleo: sexo anal.

Venga demasiada información… pero una cosa lleva a una no tan alejada: estimulación de la próstata. Vale, eso no puede ser verdad ¿o si? Bueno el podía comprobarlo, detallaban como dar con el sitio en cuestión y bueno meterse un dedito delgaducho en el culo no era gran proeza, mierda mas ancha salía de el ¿no?

Lubricante. No, no tenia, pero su hermana se había olvidado un aceite de almendras en el baño la ultima vez que se paso por la ciudad. Antonio era de un pueblo no muy pequeño y bastante prospero donde su padre dirigía varios negocios que explotaban recursos naturales; agricultura, ganadería e inclusive una productiva mina de plata. Entonces no era de extrañar que su vástago menor estudiara en la capital y menos que tuviera su propio departamento.

Ya ustedes podrán imaginar que cuando Claudia salió huyendo el desamparado Antonio no tenia nada encima que cubriera su desnudes asi que se sin mas se monto en la cama y empezó a explorar la zona, tenia dos dedos bien recubiertos, aunque solo planeaba meter uno, uno era mas que suficiente para dar con la próstata según el archivo que se leyó.

Se sentía bien delinear el borde, era placentero, la verdad incomoda, asi jugueteo lo suficiente que para cuando metió el dedo hasta la primera falange no sintiera sino mas curiosidad, demonios, eso fue muy sencillo. Estaba toqueteando su interior buscando ese punto y sentía como su anillo exigia y reclamaba por mas. Lo reconsidero. Nadie iba enterarse que se metió los dedos al culo asi que se introdujo un segundo, y esta vez si que hizo una mueca, pero ahora abarcaba mas y presionaba mas y no tardo en encontrarlo.

La puta que te pario- se dijo interiormente mientras se mordía el labio y simulaba embestidas con su dedo en ese glorioso punto, no se contuvo por mucho y empezó a gemir, cerro los ojos echo la cabeza atrás y se venció a tan mundano placer.

Por lo menos hasta que la voz de leo lo saco de tal ensoñación, con los ojos llorosos y la verga humeda.

-Maldición- Leo estaba de pie en el marco de su habitación con los ojos abiertos de par en par y la mandibula en el piso.

-Leo- mas jadeo que hablar- esto no es lo que parece

-¿Podrías no decir mi nombre mientras tienes los dedos adentro de tu..tu?- bien pues leo no le quitaba la mirada de encima sea por bien o mal

-Lo siento- y acto seguido se saco los dedos con tal rapidez que le fue imposible no correrse

Leo no era el tipo de chicos que Antonio frecuentaba oh no. Se conocieron en las peores circunstancias, en la delegación, Antonio por conducir ebrio y Leo por faltas a la moral. Ambos llegaron despotricando contra los ineptos policías y continuaron asi por toda la noche. Hablaron de cómo terminaron ahí de forma tan injusta (nótese el sarcasmo) y que Antonio no podría salir de ahí pues no tenia quien lo sacara. Después de que la madre de leo pagara la multa de su hijo, este pago la de Antonio y bueno se hicieron amigos primero de borrachera y en unos cuantos meses como si fueran hermanos.

 

Leo era apenas y clase media, vivía con sus padres, por las mañanas trabajaba y por las tardes tomaba unas cuantas materias en la universidad, si, leo era un universitario de 22 años mientras Antonio era un preparatoriano soñador de 17.

Cualquiera diría que Leo pervertiría al inocente Antonio un pueblerino hijo de papi, pero la verdad no había mucho que pervertir, Tony era amigo de las drogas recreacionales desde los 13 y de las putas apenas tuvo una erección decente, sus hermanos de sangre se encargaron de ello, tenia tres hermanos varones y dos hermanas. Sus hermanas fueron quienes lo iniciaron en sustancias ilícitas mientras sus hermanos en los placeres del coño.

Pero por favor no divagemos mas. Para quien lo pregunte Leo es de cabello negro azabache y ojos miel, que al poner al sol se ven de un dorado que el propio oro envidiaría, de mas de metro ochenta y labios finos, tez algo paliducha y como su vida lo exige eternas ojeras. Si trabajas por la mañana, estudias por la tarde solo te queda divertirte por las noches.

-Maldición Antonio tu… tenias los dedos en el culo- dijo después de que Antonio recobrara la compostura que perdió durante el orgasmo.

-Dime algo que no sepa- dijo Antonio lo mas integro que pudo limpiando su semen con una camisa vieja- no es la gran cosa

-¿Ya lo habías hecho antes?- pregunto el pelinegro totalmente shockeado

- No. La verdad no, pero tardabas años en llegar y bueno, no se me ocurrió nada mas- contesto mientras se ponía unos bóxer holgados

-¿Qué tal una paja normal?- dijo este ya en un tono molesto

-¿a que viene tanto sermón? Digo, tu no eres, como decirlo, el mas puro y casto como para reprenderme- dijo ya enfrentando su mirada

-Primero los dedos y después las pollas. No quiero que te metan la verga los desconocidos, es grotesco, ni siquiera puedo aceptar que te metieras los dedos- ya estaba delirando, ni siquiera cuando descubrió que su mama le ponía los cuernos a su padre con el vecino se sintió tan… asi.

-No es lo mismo unos deditos a una verga- se dijo mas asi mismo que a Leo, el culo aun le palpitaba como recordándole que ahí estaba y lo que podía ofrecerle- Claudia me dejo de nuevo con el calenton, quería aliviarme y tu hablaste de culos, no se, se me hizo fácil y lo fue.

-¿te gusto? A que pregunta tan idiota te corriste- dijo dejándose caer en el sitio donde hacia minutos el otro se masturbaba

-No eres homofóbico, te he visto, ya sabes ese chico en el bar de candela- dijo el otro recostándose a su lado- te lo fajaste.

-Pago la peda. Lo sabes- dijo el otro tornándose rojo, ese dia andaba bastante viajado

-Yo la hubiera pagado sin problemas- dijo Antonio buscando la mirada del otro pero este miraba el techo

- Ya. Solo promete que no lo harás con hombres- dijo este cerrando los ojos

-No. Se me da la gana probar- la verdad no lo había pensado y tampoco lo creía factible pero ver tan descolocado a Leo el chico no-me-importa-nada le divertía

El otro abrió los ojos de golpe y en un segundo se giro hasta quedar encima de Antonio, busco su boca y empezaron un tórrido beso, delirante y confuso. Confuso por parte de uno.

¿pero que diablos le sucedía a Leonardo? Nunca habían compartido algo asi, lo mas cerca que estuvieron fue uno que otro abrazo de borracho y unas nalgadas nada pretenciosas pero ahora estaba montado sobre el, comiéndole la boca.

Y bueno el estaba cooperando. Leonardo tenia finta de estrella de rock, en ese mismo momento su cinto de remaches se le incrustaba el la piel. Le quito la playera negra de un par de tallas mas grandes y por primera vez le contemplo dos tatuajes uno en el costado de un tigre como si estuviera bajando una pendiente y unas letras cursivas que no se detuvo a leer sobre el pectoral izquierdo, tenia el pezón derecho perforado.

Sin pensárselo le mordió el pezón perforado, Leo gruño y lo aparto con fuerza de el levantándose de la cama.

-Sabes, ¿por que me niego a dormir en bóxers cuando vengo a tu casa?- dijo Leo mientras se desabrochaba el cinto y el pantalón de cargo negro que usaba- es porque no uso bóxers

Y se deshizo de los pantalones, mostrando una venerable verga, y por primera vez Antonio comprendió a Claudia, el quería salir corriendo, de su propia casa. Esa era una gran verga, dios no podía ser piadoso y mandarle un follador de talla Pettitte, no, ni siquiera promedio. Esa cosa era larga, ancha y cabezona, la punta estaba de un rosado peligroso. Muy dispuesta claro esta.

-Estas duro- dijo tragando saliva el pobre Tony

-Desde que te vi con los dedos adentro- sonrio lascivamente Leo

-hipocrita – dijo molesto y caliente Tony

-Oh Tony, te juro que no te iba tocar un pelo, me sentí mal por calentarme contigo- decía leo mientras le acariciaba y separaba las piernas a Tony

-¿Qué cambio? Ahhh- apenas pudo articular Antonio mientras Leo le sobaba la verga

-Quieres experimentar, bien, lo harás conmigo y te jodere tan duro que no querrás hacerlo nunca mas o por lo menos no con otro- dijo susurrándole al oído

-¿Qué te hace pensar eso?-dijo Dan tratando de no gemir mientras el otro le marcaba el cuello

-Siéntela, esta así por ti, mas dura que nunca, dispuesta a romperte, a romper a mi hermano- le decía mientras llevaba la mano derecha de Tony a su entrepierna

-No soy tu hermano.- dijo mientras le masajeaba la polla

-Como si lo fueras, te adopte ese día en la delegación- dijo entre gruñidos

-Muy bien hermanito, te voy a comer la verga- dicho y hecho

Los dos tipos eran sucios y sin mucha moral por lo que el sexo simplemente seria instintivo, de modo primitivo y totalmente degenerado como el propio acto en si, mira si eran enfermos; la sola referencia de llamarse hermanos les hacia palpitar la verga.

Leo sentía que se iba a correr en cualquier momento asi que quito a Tony quien asombrosamente chupaba con mas entusiasmo que cualquier puta que conociera, este le miro con un deje de dolor como preguntándole si no le gustaba. Tonto. Fue a besarlo, sus labios ya no eran tan dulces tenían un gusto salado, supuso que asi sabia su verga. Nunca besaba a quien se la mamaba. No hasta ahora.

Alineo la verga a la entrada de Tony y embistió, solo metió la cabeza pero Tony sollozaba como si le hubiera atravesado literalmente el cuerpo. Vio los regueros de lagrimas en su rostro y se dedico a limpiarlas con la lengua mientras empujaba con la mayor suavidad nunca antes ejercida, lo beso durante un par de minutos.

Tony se sintió morir. Leo realmente lo iba a partir, luego comenzaron los estúpidos y bienvenidos mimos, esos para las nenas vírgenes y se sonrojo el era un nene virgen. Se besaron largo y tendido, cuando menos acordó sintió los huevos de leo contra su piel. Soltó un suspiro y aflojo el cuerpo. Alguien debería darle una medalla por tal valor.

Leo comenzó a reírse.

-¿de que te ries?- dijo molesto Tony

-De la sonrisa boba que pusiste- dijo leo besándole aquí y alla sin embestirlo aun

-No es cierto- rezongo el castaño indignado

-Claro que si, sonreíste como aquella vez que me ganaste la competencia de caballitos de tequila- le dijo mirándole a los ojos- lleno de satisfacción ¿te satisfago Tony? ¿Aun quieres acostarte con cualquiera?

-No me iba a acostar con nadie, era una broma- dijo el otro agachando la mirada

-Ahora estas conmigo y nadie mas- le beso y comenzó un lento vaivén

-Hazlo mas rápido- dijo Tony con las mejillas rojas

Antonio se corrió un par de veces antes de que Leo se dejara ir, se sentía poderoso. Antonio se sentía aun mejor que Leo, casi pierde la conciencia en el ultimo orgasmo. Durante el sexo probaron varias posiciones y comprobaron la flexibilidad de Antonio, el cual se sentía el dios del sexo, aguanto y que si resistió esa cosa monstruosa.

-Por eso te dejan- menciono Antonio apenas recobro fuerzas

-Ah? Por causar orgasmos- contesto leo divertido

-Por la verga que te cargas- dijo serio Antonio tanto que Leo le creyó

-Tu…no te gusto el sexo conmigo- afirmo sintiendo el alma en el infierno deseando por primera vez tener un arma más discreta

-No es como si importara, no va volver a pasar, estabas caliente y yo también. Y tienes razón, no quiero que nadie mas me destroce asi- dijo lleno de confianza Antonio- lo mio son los coños y no las vergas. Punto. Gracias por la lección hermanito.

Leo no dijo nada. No podía se estaba tragando las lagrimas, se sentía idiota. El era un hombre, de esos que van libres y que la meten donde pueden. Le tenia cariño a ese hijo de papi que se hacia pasar por un chico duro pero era una nenaza que se asustaba de cosas que el veía a diario. Le gusto esa inocencia que ni el mismo Antonio pudo corromper, pero el cariño le había jugado en contra esa noche, fue amor a primer beso, tal vez antes. Quizá ese amor fraternal no lo era tanto. Y un mocosito de apenas 17 años venia y le rompía el corazón por primera vez.

Se levanto y se fue a dar una ducha algo le estrujaba el corazón, mas bien alguien. Cuando salió recolecto su ropa poniéndola en su sitio y fue a la cama donde Antonio dormía como si no tuviera pecados, se inclino y trato de darle un beso de pico, pero los brazos de Antonio le rodearon haciendo que profundizaran, quizá no estaba tan dormido.

-No me hagas sentir como una puta cualquiera y duerme aquí- dijo Antonio algo dolido

-No era mi intención hacerlo- le dio un suave beso y se empezó a sacar la ropa

-Las cosas no tiene por que cambiar- dijo Antonio cuando Leo se subió a la cama

-Lo se pero esta noche- y se pego a Antonio hasta quedar en posición cucharita- dormiremos como amantes.

 
Notas finales:

Ay otra vez cai en la tentación de publicar, cada cosa peor que la anterior!

Pero bueno ¿lo continuo o que muera en one shot?

Casi lo olvido si se encuentran un Daniel o Dan por ahí es porque Antonio es Daniel Antonio… la verdad ese nombre me gusta y tengo mas cositas escritas con protagonistas llamados Daniel, pero habiendo tanto nombre me sentí en la responsabilidad de variarle

 

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