Estaba desesperado, incluso después de todo lo que creía haber logrado con Light ahora la enfermera venía y les decía esto, no podía ser posible. Camino rápidamente mientras en su cabeza podía sentir el palpitar de sus arterias causado por su estrés, cuando estuvo frente a la habitación, se abstuvo a entrar, atacado cruelmente por sensaciones que jamás había esperado experimentar.
- ¿Qué es esto? ¿acaso es miedo? – imposible se respondió a si mismo de forma inmediata.
- Puede pasar – dijo la enfermera ignorando su comentario anterior.
Dejando atrás el supuesto miedo que asechaba al detective, marcó su huella en el reconocimiento y entró a la habitación. En cuanto vislumbró la figura de Light pudo notar que en efecto, tanto el como el resto de las cosas a su alrededor no habían cambiado de posición, todo estaba exactamente igual a como lo había dejado hacía pocas horas.
- Light – dijo en un susurro acercándose rápidamente hacia él - ¿cómo has estado mi vida? – preguntó esperando una respuesta capciosa ante su extraño comentario rebosante de cursilería – te has dado cuenta lo mucho que he cambiado... has hecho que sienta emociones que no sabía si existían...
La mayor parte de las conversaciones eran así, solo que el deje de esperanza que antes crecía en el pecho de Ryuzaki se había extinguido, incluso hubiera preferido ver como Light se golpeaba brutalmente contra las paredes acolchadas de una forma desastrosa que según las deducciones del mayor era para silenciar a su otra personalidad.
- ¿Cómo te tratan aquí? ¿quieres agua, algo de comer? – seguía realizando preguntas absurdas mientras en su mente las respondía todas – sabes algo, me quedaré afuera en cuanto suene el final de la hora de visitas, así podré estar contigo las horas completas de mañana.
No quería separarse de él, no quería que estuviese solo, quizá en un pensamiento iluso que torturaba su cabeza, le respondiese, o siquiera moviese un musculo intentando salir de ese lugar, todo era mejor que nada, y aunque sonase un poco egoísta, quería que no le dejase, quería tenerlo todo el tiempo. Una vez en el último momento de cordura Light le había pedido que le matase, entregándole la libreta en sus manos le rogó que acabara con eso, afortunadamente para L, a este no se le había ocurrido anotarse el mismo, así que optó por tomarse innumerables pastillas en cuanto el pelinegro se descuidó, dañando así inevitablemente a su bebé de pocos meses de gestación.
- Si yo hubiese sido un mejor detective y te hubiese descubierto a tiempo, nada de esto estaría pasando, incluso dudo haberte podido entregar a la justicia – le observó mientras lloraba – hubiera huido contigo, hubiera dejado todo...
Guardó silencio inmediatamente imaginando un futuro así, donde ambos pudiesen estar juntos, donde nada les impidiese tener un futuro, quizá en un bosque alejado de toda la ciudad, con nuevas identidades y viviendo de las ganancias de L de años atrás.
- Joven, la alarma no sonó esta vez debido a una falla. El tiempo ha terminado - ¿Cómo podía haberse agotado tan rápido? ¿tan ilusionantes eran sus sueños que le habían llevado a pasar todo el tiempo en silencio?
- Quisiera discutir algo con usted afuera – dijo poniéndose de pie y dándole un fuerte abrazo no correspondido a Light
- De acuerdo – en cuanto ambos estuvieron fuera de la habitación, y las puertas fueron cerradas en su totalidad, Ryuzaki sabía que podía plantear la situación.
- ¿Cómo pasó esto? – preguntó primeramente para aclarar las cosas
- Los doctores dicen que puede llegar a crearse un estado esquizofrénico – dijo Kioto.
- ¿y la medicación?
- No hemos recibido respuesta de quien le internó aquí, no sabemos si podamos seguir haciéndonos cargo de él.
- ¿De qué hablan? – preguntó extrañado se suponía que la estancia de Light en las instalaciones era hasta que este se mejorase.
- Hemos intentado contactar con el encargado de él para que lo sepa, hay más pacientes que necesitan los medicamentos y que no tienen los recursos para costearlos...
- Hablaré con su representante... además de con quien esté a cargo aquí, no es posible que se de esta injusticia...
- Somos la mejor institución mental que hay en el país, ese muchacho tuvo suerte de que se le hubiese aceptado, pero no la supo aprovechar, lo siento señor – no podía entenderlo, ¿acaso todas las calamidades y tragedias irían una tras otra?
- De acuerdo señora, como desee – inmediatamente sacó su teléfono celular y mientras caminaba de salida, se comunicó con Watari - ¿Dónde estás?
- En la Wammy’s House joven Ryuzaki – dijo el señor tras el teléfono.
- Vente inmediatamente a Londres, al hotel en que nos hospedamos hace dos semanas.
- De acuerdo joven, ¿ocurrió algo con el joven Light?
- Luego te cuento.
- Bueno señor...
En ese preciso instante Ryuzaki cortó la llamada y junto a uno de sus asistentes se dirigió al hotel en el que se encontrarían, era momento de poner en su sitio a todos esos incompetentes del centro clínico, él era L, podía hacer que los despidiesen a todos en esos instantes.
Al llegar se sorprendió al saber que Watari ya estaba allí, pero su sorpresa no fue tan grande como lo fue cuando vio quienes más estaban allí, Matt, Mello y Near, sus sucesores.
- ¿Qué hacen ustedes aquí? – pregunto de forma amistosa a pesar del fuerte dolor de cabeza que le estaban causando
- Pensé que sería bueno que te vieran trabajar en alguno de los casos – dijo Watari sacando el instrumental de un inmenso bolso – además de que prometiste verlos hoy
- Lo sé... es solo que se trata de Light – dijo dejándose caer sobre el mueble.
- ¿Qué ha pasado? – preguntó Matt
- Al parecer quieren sacarlo del psiquiátrico porque esta “dando demasiados problemas” lo cual es realmente ilógico, hay pacientes más problemáticos que él a los cuales no se les ha expulsado, es más, reciben mayor atención – lo que le llevaba a pensar en que una fuerza externa se estaba interponiendo ante eso, resultaba muy misterioso ese cambio repentino.
- Es inusual – admitió Mello revisando unos papeles que le había entregado Watari, los certificados médicos de entrada de Light.
- Al parecer habían reconocido su caso – comenzó a hablar Near - y los medicamentos que debían de darle desde un inicio...
- ¡¿Qué?! – preguntó Ryuzaki revisándolos con detenimiento, en efecto, ¿Cómo pudo haber pasado por desapercibido eso?, desde un principio él había permitido los medicamentos exactos, para que Light se repusiese lo más pronto posible.
- L... ¿Qué pasa? – preguntó Near mirándole confundido.
- Hoy pregunté por los medicamentos y dijeron que necesitaban mi confirmación, para aplicárselos, y que incluso habían intentado contactar conmigo varias veces...
- Esto me lleva a pensar que alguien se ha hecho pasar por ti L... – Ryuzaki observó sorprendido a Matt, los otros dos asintieron en confirmación, sus sucesores habían llegado a las mismas conclusiones que él en ese periodo tan corto de tiempo, impresionante.
- Ya estoy contactando con el centro psiquiátrico – dijo Watari inmediatamente.
- Olvídalo Watari, nada me hace pensar que esto no va a volver a suceder, ve inmediatamente a buscar a Light y contacta con el mejor psiquiátrico del mundo.
- De acuerdo joven – Watari se retiró inmediatamente para cumplir sus órdenes.
- Ustedes y yo nos quedaremos aquí a resolver esto – se dirigió a sus sucesores.
- De acuerdo, primero revisemos lo que tenemos – dijo Mello tomado una laptop del bolso – Hace 26 días Light Yagami fue internado en un psiquiátrico de Londres por el detective L, certificando todas las medicinas necesarias para su recuperación, al parecer, una presencia externa, nuestro criminal, exigió que no se le siguiesen suministrando y se le sacase del lugar...
- Además de que se hizo pasar por el detective – añadió Near
- ¿hay alguien que pudiese tener el conocimiento de esto L? – preguntó Matt intentando descifrar la incógnita.
- No lo sé chicos, L tiene muchos enemigos pero ninguno de ellos debería de saber de la existencia de Light, sinceramente es imposible – dijo L pensativo
En ese momento un correo electrónico llego al computador que tenía Ryuzaki en sus piernas, un anónimo al parecer, sin asunto previo y con un mensaje corto pero preciso.
Acaso no dije que ganaría L
Esto apenas está empezando.
BB.
- ¡Beyond! – exclamo abriendo los ojos con sorpresa.