-¿Cómo me veo?
-Igual que las diez veces anteriores que preguntaste, hermoso – respondes con una sonrisa amable y muy paciente – tranquilo amor,todo saldrá bien.
- ¿Y si se decepcionan de mi? ¿Y si creen que no te merezco? ¿Y si se dan cuenta de que soy poca cosa para ti?
-Bien, ya basta – tomas mi cara entre tus manos para tener mi completa atención, mientras yo sigo balbuceando - Hey, mírame, hey – dices, y puedo ver tus hermosos ojos cafés, y paro de hablar, porque, simplemente dejo de pensar. –Eres la persona más importante del mundo, mejor dicho, eres mi mundo, así que mi familia tendrá que aceptarlo, tal vez les sorprenda, pero tendran que… Te amo - agregas, para finalizar con un fugaz beso en los labios.
Suspiro profundo y lentamente tranquilizándome un poco – Esta bien, puedo con esto, vaya kai, debo quererte mucho para arriesgarme a morir así – digo con un tono de humor para terminar un poco con la tensión del ambiente.
-Mmm, -alzas una ceja en señal de duda mientras me inspeccionas – no, tu no me quieres, me amas… pero creo que debes cuidarte de Kris, mi hermano mayor, te he contado lo celoso que es conmigo y mis hermanos, ¿Cierto?... y es un gran atleta… beisbolista, el mejor bateador de la liga – comentas entre pequeñas risas mientras que, supongo, mi cara se deforma de una expresión de seguridad a una de miedo.
-Bien, fue hermoso conocer tu pueblo y la puerta de tu casa, hay que hacerlo otra vez un día de estos – añado tan rápido que apenas y puedo entenderme – vamos a comer a casa, yo cocino, lo que quieras.
-Era broma – agregas mientras me sostienes del brazo para impedir que salga corriendo – ya llegamos hasta aquí, sería una pena tener que irnos sin haber saludado siquiera.
-Hablando enserio, ¿saben que vengo? – mi voz se torna seria sin desearlo.
-¿Qué si mi familia sabe que mi pareja viene a acompañarme a la pequeña reunion? Si, ¿Qué si sabe que también es un chico? No, por lo que, mucho menos saben específicamente que se trata de ti, claro, solo mi hermano y mi cuñada, pero si lo ves por el lado amable, tengo siete hermanos, y ya convenciste a yuri… te faltan solo seis.
-Y tus papas, y cuñados y tu demás familia y tus amigos y la sociedad y …
-Jaja, me gusta tu espíritu emprendedor, pero si te parece vamos venciendo batallas una por una – dices de manera simple, y abres finalmente la puerta.
Me quedo afuera, intentando recordar como se respira, no es la primera vez que vengo a tu casa, pero si la primera que no seré solo tu mejor amigo como siempre. Te escucho a lo lejos decir a voz alta “ya llegue” e inmediatamente a tu mamá responder “que bien hijo, enseguida bajo”; bien, es momento de decisión… o soy valiente y enfrento lo inevitable o me mantengo con vida y salgo corriendo… aunque se que te enojaras, seguro y me perdonas algún día… ¡Basta! Ya, eres MI novio y, quiera o no, tendré que pasar el trago amargo alguna vez, digo, nuestra relacion es maravillosa, que inicio con pequeños tropiezos, pero vale la pena, ¿cierto?, si, vale totalmente la pena… además, tu familia son gente buena que me quiere y espero que entienda… vamos kyungsoo, ¡valor! Si todo fuera sencillo, no sería divertido, ¿Qué no?... pero aun así, no puedo despegar los pies del suelo… veo que lo notas y vuelves tus pasos hacia mi, me tomas la mano y sonries… veo tus ojos, tu sonrisa, todo tú y decido que, puedo enfrentar hasta a tu hermano beisbolista, es más, podría vencer al universo si así lo necesitas, entiendo que estoy para protegerte y que, pase lo que pase, eres tú el indicado, no hay más que pensar. Te devuelvo la sonrisa y avanzo hacia la escalera para esperar a que tus padres bajen y esto empiece.
-¿Nervioso?- susurro a tu oído, me preocupe mucho de lo que yo estaba pasando que no considere que tú debías estarla pasando igual o peor, y a manera de respuesta solo obtengo un apretón más fuerte sobre mi mano –tranquilo, estoy aquí, siempre lo estaré. Te amo
Noto como te tensas al ver a tu mamá bajando la enome escalera, te saluda y tu casi lo ignoras porque tu mente no esta del todo aquí, y ¡valla que tienes fuerza! Me dejas la mano prácticamente sin circulación.
-Hola kyungie, no crei verte hoy por aquí –dice amablemente después de saludarte de beso y acercarse a darme uno a mi en la mejilla, yo solo rio de manera nerviosa – Y ¡mírate! Te ves guapisimo, ese traje te sienta muy bien, seguro traes a más de alguna detrás de ti babeando.
-Gracias señora – respondo totalmente sonrojado… y vaya, que buen momento para que te quedes sin palabras.
-Pasen a sentarse, Jongin, hijo, crei que traerías a tu novia, tus hermanos estaban preparados para eso, será muy interesante, mi bebé ya crecio – siento como una palidez invade mi cara nuevamente, y tu mamá lo nota igual, pero cree que es por incomodidad, porque inmediatamente dice que se alegra de tenerme en su casa, y yo dudo si cuando sepa todo siga pensando lo mismo… y tú, mi pequeño corazón sigues en la luna… bien, iniciaré, valor...
-De hecho señora, nos gustaría hablar con usted – comienzo de una manera un poco segura , la aludida me observa como sopesando lo que estoy diciendo, espero y no haya sido heredada esa característica tan simpática tuya de cuando eres capaz ver a través de mis pequeños ... okei a nadie engaño de mis enormes ojos pues.
-A ver dime muchacho – noto cierta intriga en su voz.
-Bueno, la verdad es que yo, bueno, yo… yo, bien – no puedo hilar tres palabras seguidas, mi cara esta completamente roja y, claro, tú, amable novio sigues con la vista clavada en el suelo.
-¿Tú qué? – pregunta ya algo impaciente
-Bueno, es que yo – suspiro fuerte y hondamente, reuno valor y continuo – yo… yo, salgo con su hijo.
Mi “suegra” simplemente me observa, con una expresión indecifrable, no se si me esta odiando por dentro, a punto de vomitar o pensando la manera más dolorosa de asesinarme, para luego cocinarme y darle esa comida a los perros, trago saliva fuertemente y cuando estoy a punto de volver a decirlo para ver si así su mente vuelve al planeta de los vivos, aparece minah.
Es tu tercera hermana, y siempre he creído que es una persona simpática, de buena conversación, noble y de buen corazón, además de muy atractiva, pero el problema es que siento que me ve más como un prospecto que como un cuñado... veo como me observa, extraño, como si planeara lanzarse sobre mi para comerme a besos, pero también siento su mirada de forma tímida, como si se apenara de verme así, sus ojos son lindos como los tuyos, pero no es lo mismo ver a ambos.
-Soo, que milagro - por fin habla y se lleva un poco la tensión del momento - me alegro de verte, pasa, ven quiero mostrarte algo - me toma de la mano que tengo libre, la otra aun tú la tienes atrapada (ya he dejado de sentirla, por cierto), y parece que eso logra que vuelvas a la realidad.
-Estamos en algo importante hermanita, así que nos gustaría que nos dejes... por cierto, hola, si, me alegro de verte - agregas de forma ácida.
-Ya, perdón, hola... pero que guapo te ves, si te digo que bañada la gente cambia - responde al mismo tiempo que le quita importancia alzando los hombros - aunque no lo digo por ti Soo, tu siempre te ves bien - añade y noto el leve sonrojo de sus mejillas... y yo pienso que no puedo estar en situación más bizarra - te prometo hermanito que te lo devuelvo sano y salvo, enserio, es algo rápido.
-Yo creo que no es el mejor momento porque... - empiezo a hablar, pero tú mamá me interrumpe.
-Ve con minah, que tengo que hablar con el - y te aparta de mi lado, nunca la había escuchado hablar así de fria; yo no puedo dejarte ir solo, no quiero que pases por eso sin mi, juntos, en las buenas y las malas, pero como es costumbre, adivinas mi pensamiento.
-Estaré bien, puedo con esto - agregas, y dejas de ver a tu hermana para sonreírme, te devuelvo el gesto, sueltas mi mano y vas con tu madre hacia su cuarto, subiendo las escaleras, mientras yo me dejo guiar por minah a no se donde, con el corazón latiendo a mil y con el miedo terrible de que es lo que pasará en ambas habitaciones...