Día Cero: Despertar
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Acarició su piel recordando la noche anterior, y la anterior, y la anterior, y la anterior. Recordando todas las veces que acarició su piel cuando estaban solos, cuando estaban en el salón, cuando estaban en la cafetería, cuando se daban ánimos para la presentación que seguía, cuando simplemente estaban sentados en el bus de camino a sus respectivos cuartos. Acarició su piel y recordó todos esos momentos, ninguno se comparaba al de ahora. Ninguno podía siquiera querer alcanzar a la felicidad que sentía ahora cuando rozaba su piel. Porque ahora podía decir que era suya. Todo centímetro de esa piel ahora era suya.
—Estas siendo posesivo—. El susurro de Naruto era dulce, y aunque quiso sonar como reproche, no lo logró, no cuando lo estaba disfrutando.
—¿Y tú no? — Naruto sonrió, hundiendo su rostro en el pecho de Sasuke y abrazándolo con mayor fuerza, sus piernas entrelazadas con las de su novio. Sí, ya era su novio.
—Tú no eres el que tendrá que usar bufanda en pleno verano.
—No la uses—. Sus dedos acariciaron las marcas a un lado del cuello de Naruto.
—Oh, alguien está marcando su territorio—. Dijo juguetón y con una sonrisa.
—Soy un Uchiha, no pidas menos—. Dijo en broma para luego besar la sonrisa de Naruto.
Ambos estaban en la cama, entrelazados y en total calma. La noche del sábado había sido la fiesta que se celebraba en el departamento de Sakura cada fin de ciclo. Esta vez fue especial, ya que ambos a fin se graduarían. Y eso no era lo mejor, esa noche, al fin, después de cinco años, Sasuke admitió que lo amaba, y Naruto se lanzó a sus labios sin importarle la cámara que tenía Sakura ni los que estuvieran alrededor.
Después de ahí todo siguió con besos, mordidas, sexo y hacer el amor hasta el día siguiente, y al día siguiente, y quizá otro día más, habían perdido sentido del tiempo. Incluso el tiempo en el cual fueron desde el departamento de Sakura hasta el de Naruto fue borrado entre besos y caricias, y a ninguno parecía molestarle.
—¿Qué hora es? — preguntó Sasuke.
—Hmm… ¿Importa? — Naruto con los ojos cerrados se hundió más en el cuerpo de Sasuke, inhalando su aroma y sintiendo su piel.
—¿Sabes qué día es? — Preguntó burlón, teniendo a su novio encima no tenía mucho movimiento.
—¿Enero 2027? ¿Miércoles? ¿Ramen? ¿Cuál era tu pregunta?
—Gracioso.
Sasuke rió y aún con el cuerpo de su novio pegado al suyo, estiró su brazo para coger el control del televisor que estaba en una de las mesas de noche. Dándole un beso en la cabeza y volviendo a acariciar su espalda desnuda, al igual que todo su cuerpo, prendió el aparato.
El grito desgarrador que escucharon a penas prendieron el televisor fue lo único que hizo que se sentaran de sorpresa logrando separarse.
—¡Ahhhh! ¡Ahhh! ¡Corran! ¡Corran!
—¡Mi hijo! ¡Es mi hijo!
—¡Nooo! ¡No le disparen!
—¡Cúbranse!
Las voces y gritos se escuchaban una sobre otra mientras la cámara parecía correr junto a la persona que lo llevaba, la respiración agitada se oía claramente y quien debía ser el reportero no aparecía en la pantalla, al contrario solo se veía el concreto y de vez en cuando los pies de personas corriendo. A lo lejos se oían disparos y más gritos.
—Pero qué-
La persona que llevaba la cámara se tropezó y pudieron ver cómo en la pantalla ahora solo se veía concreto y el rostro de un hombre con un liquido rojo escurriendo de sus cabellos negros, sangre. Él parecía intentar levantarse desesperado pero se podía ver a gente correr a su lado y algunos parecían correr sobre él. El hombre gritó.
Naruto se tapó los oídos y Sasuke cogió el control intentando bajar el volumen al aparato.
Lo último que se vio en la pantalla antes de la estática, fue cómo algo mordió la cabeza del hombre y el sonido de una explosión.
—Ese es el video que fue ocultado por autoridades hasta el día de ayer—. La señorita que ahora se veía tenía las pupilas dilatadas y su expresión mostraba terror total— Cuando en Nagoya extrañas creaturas atacaron a ciudadanos. Al parecer esas cre-creaturas siguen avanzando, muy pronto… muy pronto llegaran a Tokio—. Se vio cómo ella miraba de un lado a otro, nerviosa—. Las autoridades no han dicho nada al respecto, solo se sabe que el origen fue Osaka. Por ahora, Tokio está incomunicado con las prefecturas-
—¡¿Por qué cambias?!
—Estática.
—Regresa al noticiero.
—Naruto, los otros canales son solo estática.
—¡Por eso regresa al otro-!
—Naruto—, Sasuke apagó el televisor y movió la sabana que los cubría a ambos— esa era una grabación, posiblemente.
—¿Có-como que posiblemente? — Preguntó sin moverse mientras veía a Sasuke caminar hasta sus jeans en el suelo.
—Ese noticiero lo pasan los domingos en la noche. ¿Viste la hora que marcaba?
—¿Ocho y algo?
—Son las cinco de la tarde, lunes—. Dijo levantando su celular que sacó del bolsillo de su pantalón.
—¡Lunes! — Naruto saltó de la cama buscando sus cosas.
—Todo el domingo la pasamos aquí, comimos lo que tenías en la nevera, no salimos para nada.
—Ni prendimos la tele.
—Ni los teléfonos.
—¡Mi celular! — Naruto se puso a buscar el aparato entre la sabana que había caído al suelo.
—Yo tengo—, Sasuke ya con sus jeans puestos se puso a revisar su celular que había prendido minutos atrás— cuarenta llamadas perdidas y veinte mensajes de texto. De Sakura, Itachi, Kakashi y mis padres.
—Sasuke…
—Termina de alistarte—. Sasuke se puso a revisar los mensajes uno tras uno, cada vez más nervioso y asustado.
Sasuke viste las noticias, que miedo. ¿Sera verdad? Espero sea una broma. SH
Chicos, parece que no es broma. Espero que todo se quede en Osaka. SH
¿Es seguro aquí, cierto? Dime que sí, Sasuke. SH
Me estoy asustando, he llamado a mis papas en Kyoto, no contestan. Siempre contestan Sasuke, siempre. SH
Sasuke, tengo miedo. Están pasando más videos, tenemos que huir. SH
¡Sasuke! ¡Naruto! ¡¿Dónde están?! SH
Sasuke, escuché las noticias. Es mejor que vengas con nosotros, Niigata parece seguro por ahora. Itachi.
Sasuke, ven. Trae a tus amigos si quieres, pero ven. Itachi.
¡Demonios Sasuke, Naruto! ¡Contesten! SH
¡Al menos contesta hermano idiota! Itachi.
Iré por ti, solo mantente a salvo, ¿sí? Veré que hago, solo, solo mantente a salvo. Itachi.
—Sasuke, ¿qué está pasando? — La voz de Naruto hizo que dejara de ver la pantalla de su celular—. Tengo mensajes de Sakura, ¿qué está pasando?
Sasuke, la gente está huyendo, cogen sus cosas y se van al norte. Todos van al norte. Tengo miedo de salir de aquí. SH
Sasuke, dejaron de pasar noticias. Está todo oscuro y lo único que pasan es ese horrible video una y otra y otra vez. Tengo miedo. SH
Sasuke, Kakashi dice que salga. Que debemos encontrarnos e irnos al norte. ¿Y mis padres Sasuke?¿ Qué pasó con ellos? SH
No quiero salir. Kakashi dice que están muertos, no pueden estar muertos. Chicos, por favor, ayúdenme. SH
—Sasuke, ¿qué ha pasado?
—No lo sé. Pero tenemos que huir.
—Si todo es cierto, ¿por qué seguimos bien? ¿Cómo recién nos enteramos?
—Quizá por el lugar. Solo, — vio a Naruto, su cuerpo temblaba ligeramente. Sin dudarlo tomó su mano y lo miró a los ojos—, vamos a salir de aquí. Coge un par de mochilas y comida, linterna y cosas que podamos necesitar. Termino de cambiarme y saldremos—. Apretó su mano hasta que sintió que dejó de temblar, le sonrió y le dio un beso intentando borrar el miedo de su expresión—. Estaremos bien.
Naruto asintió. Caminó hasta sus otras habitaciones en busca de lo que Sasuke le pidió.
Zombies , Sasuke. ¿No es gracioso? Zombies. Que tan ridículo es eso. Yo estudiando los muertos día tras día. Abriéndolos, burlándome de ellos, tratando sus partes como material de investigación, y ahora… Es el Karma. SH
Te odio, los odio, a ti y a Naruto. Pero por favor no estén muertos. Y si lo están no sean como esas cosas. Ya llegaron a Tokio, llegaron cuando mitad de la población ya no estaba, pero llegaron. SH.
El sol es horrible. Nunca me gustó. ¿Estoy volviéndome loca? He visto a una niña ser comida y yo ocultándome bajo un carro. Kakashi me espera en la universidad, él, él dice que nos protegerá. Por favor, estén vivos. SH
Sasuke, Naruto no responde, dime que estas con él. Cuídalo. Cuídense. La gente se está refugiando en sus casas, si están a salvo, no salgan, ya es tarde. ¡No salgan! Kakashi.
Estoy asustada, llegué a la universidad. Llegué pero estoy rodeada. ¿Moriré? ¿Me convertiré en una de esas cosas? Sasuke, Naruto, los amo. Los amo. SH
—Tenemos que ir a buscarla.
Sasuke alzó el rostro y vio a Naruto a su lado, al parecer él también había leído todos los mensajes. Su expresión de miedo ahora era reemplazada por molestia y determinación, Sakura era una hermana para ambos, era quien los mantuvo unidos, quien les ayudó a darse cuenta de sus sentimientos, quién los apoyaba en todo. Tenían que salvarla. Pero…
—Este mensaje fue hace dos horas, Naruto. Kakashi cree que es mejor si-
—¡¿De qué hablas?! ¡Es Sakura!
—¡Sé quién es!
—¡Entonces debemos ir por ella! — Naruto gritó, sus puños a su lado, molesto con la sola idea de abandonar a su amiga.
—Naruto, no quiero que te pase nada. No sabemos lo que ocurre, si hemos estado bien aquí estos días quizá-
—¡Quizá nada, Sasuke! ¡No puedo estar aquí sabiendo que Sakura está sola rodeada de esos monstruos!
—Kakashi-
—¡No logró encontrarse con él! ¡El último mensaje que tengo de él dice que irá en su búsqueda! — el rubio alzó el teléfono mostrando varios mensajes de Kakashi y Sakura— Nada, nada dice que la haya encontrado.
Sasuke podía notar las lágrimas en los bordes de los ojos de Naruto, sus ojos celestes cristalinos por el dolor de perder una amiga, su expresión de pura tristeza y miedo.
—Son zombies. Una mordida y es el fin.
—Lo sé. He visto varias películas—. Naruto sonrió, intentando borrar la tensión.
—Solo debió quedarse en películas—. Comentó negando con la cabeza ante la situación, aún ninguno podía creerlo.
—Supongo que estos son iguales, ¿no?
—Iguales a cuál, ¿Resident Evil? ¿The Walking Dead? ¿Plantas vs Zombies?
—¿Mi novio es un zombie?
Ambos rieron, en serio, era tonto. Si iba ser el fin del mundo con un apocalipsis zombie pues bien, pero hubiera sido antes de los finales.
—¡Y yo sufriendo memorizándome todas esas leyes para nada! — Naruto cogió la mochila naranja con negro en la cual había metido utensilios y cosas que creyó le serían necesarias.
—¿Existirá una graduación Zombie? — Sasuke tratando también de mantener el humor cogió la mochila que le había preparado Naruto, ya listos ambos, vestidos con sus jeans y camisetas simples, chaquetas colgadas en la cintura.
—¡Ni menciones la graduación! ¡Ni si quiera logré presentar mi proyecto de tesis!
—No creo que sea un problema, el licenciado solo te diría agrrr agrrr de calificación—. Naruto rió.
Ambos caminaron a la puerta del sótano en el cual vivía Naruto. Nunca había estado más feliz del barato cuarto que había conseguido por estar casi dos pisos bajo tierra, eso los había mantenido a salvo.
—¿Metiste comida?
—Las latas, golosinas y botellas de agua.
—¿Linternas?
—Las que tenía.
—¿Fósforos?
—Sí.
—¿Vendas?
—Kit de primeros auxilios.
—¿Rop-
—Lo necesario, Sasuke. Está lo necesario repartido en ambas—. Sasuke sonrió. Ambos parados, inmóviles, frente a la puerta. Sasuke tomó a Naruto de la mano, con la izquierda tomó la espada de madera que estaba a su lado. Tendría que usar el Kendo ahora más que nunca.
—Pase lo que pase si me muerden o atrapan solo corre—. Naruto frunció el seño ante lo que escuchó.
—No dejaré que pase.
—Naruto, no discutas. Si pasa, corres.
—Si pasa, me quedó, golpeo a los malditos y-
—¿Te muerdo? Naruto, por favor, solo corre.
—Sabes que no te dejaré—. Naruto insistió.
—¿Y si fuera lo contrario? Si a ti te atrapan, no es como si dejara que pase, ¿pero si sucede?
—Pues tú correrás.
—¡¿Ves?!
—Yo me quedo, muerdo a los malditos y-
—¡¿Y qué?!
—Y te gritare Agrrrrr— Sasuke parpadeó, Naruto solo siguió sonriendo.
—¿Agrrrrr?
—Sí, — la sonrisa de Naruto creció— Te amo. Mis agrrrrr serán te amos.
Sasuke solo pudo besarlo, besarlo como si fuera la última vez, porque quizá lo fuera, quizá esa sería la última vez que lo hiciese. Minutos después fue Naruto quien abrió la puerta.
Irían por su amiga, su hermana, por Sakura, para eso debían de pasar a todos aquellos muertos vivientes, pero al menos se tenían el uno al otro. Sobrevivirían, de eso están seguros, porque ni Naruto ni Sasuke dejarían que algo le pasara al otro.
Mis agrrrrr serán te amos.