Yokozawa dormía plácidamente en el hogar de los Kirishima, un martes por la noche, después de que al estúpido de su novio se le ocurriera tener sexo, dejándolo rendido y cansado. Pero para nuestro gatioso ese bello sueño era interrumpido por el estruendo de su celular, perezosamente lo agarro y seguro que iba a matar al que llamara.
-Bueno… ¿Masamune? ¿Qué mierda quieres?... ¿Estas ebrio?... ¿Qué carajos dices?... Voy para allá y así es como Yokozawa se levantó y se vistió para salir a las 12:45 en busca de su estúpido amigo, tomo un papel y un lapicero y escribió
Siento no poder desayunar con ustedes, tuve una emergencia, por favor discúlpenme.
Con cariño Yokozawa
Antes de salir Kirishima lo intercepto.
-¿A dónde vas a estas horas?- hablo sensualmente, con la única intención de molestar y porque no una segunda ronda de sexo.
-Tengo una emergencia, así que quítate de mi camino- hablo seriamente y es que conocía a su amigo ebrio y si no llegaba quien sabe de qué sería capaz…
-Te llevo- hablo Kirishima yéndose a buscar las llaves de su carro…
-No, me tengo que ir por favor discúlpame con Hiyori, yo le llamare en la mañana- Y salió corriendo de los condominios, tomo taxi y se dirigió aquel bar que pensó que nunca más iba a pisar y menos con Takano, no al menos en mucho tiempo pero mucho…
Al llegar vio a su amigo en la barra, ebrio, se acercó con él.
-Hey tú, imbécil, deberías dejar ya de tomar y vamos te llevo a tu departamento- Yokozawa tenía planeado ir, buscar a su amigo, llevarlo a su departamento, asegurarse que no cometiera una estupidez y después ir al suyo y ¡Listo!. Pero no todo sale según lo planeado.
-No ven acércate, tomate una conmigo- insistió Takano- te llame para que vinieras y tomaras conmigo, no para que te comportaras como papá oso.
-Tsk, no vamos Takano, salgamos de aquí.-
-Anda, celebremos que voy a ser padre- soltó Takano
Yokozawa se quedó estático, deja de cuidar unos meses a su amigo y este ya se enrolló con una mujer y la embarazo, después de que lo rechazo porque “según” mucho amor a Onodera.
-Pero en que mierda te metiste y Onodera ¿como esta? ¿Ya lo sabe?
-Por supuesto papá oso, él está esperando un hijo mío- Yokozawa se sentó con él, tomo un trago para tranquilizarse y comprender las incoherencias de su amigo.
-Ordena tu cabeza, imbécil ¿A qué chica embarazaste?, la loca esa que te esperaba afuera de la editorial?
-NO! Te estoy diciendo que Onodera está embarazado de mí, bueno no de mí, está esperando un hijo mío.- hablo ebrio Takano, tomando de su cerveza Yokozawa se la quitó antes de que siquiera tocara sus labios.
-Imbecil, sabes que eso es imposible, estas demasiado ebrio…-
-No, veras hoy vi la tumba de mi hijo, Onodera me llevo ahí en la mañana, la lápida tenía mi apellido, me dijo que a los seis meses él lo perdió, su cuerpo no lo resistió, pero dime si yo hubiera corrido tras él, y ser parte de eso mi hijo hubiera muerto, si yo hubiera cuidado de Ritsu, no lo habría perdido, después me dijo que le habían dicho que quedaría infértil y PAM tiene 6 semanas de embarazo de nuevo. Estoy confundido Yokozawa, esto demasiado confundido, de verdad no quiero estar atado al pasado, pero Y SI…-
Yokozawa ya se había tomado toda la cerveza que le quito a Takano y ya había pedido otro, estaba en shock, también confundido…
-Y si qué? Qué? Eh ya estas mayorcito, si Onodera perdió al bebé pudo haber sido con o sin tu compañía, son cosas que pasan, así que deja de pensar en eso.-
Takano saco los estudios de Onodera y una ecografía y se la mostro a Yokozawa.
Este al verla tomo su 3ra cerveza de sopetón, estaba una ecografía con el nombre de Onodera y en otro papel decía: Onodera Ritsu prueba de embarazo positiva. Cuarta cerveza para adentro
-Masamune, ¿felicidades?, pero que mierda haces embriagándote, deberías estar con él.
-Lo sé, pero tengo demasiadas emociones, necesito esto aunque sea por última vez y que mejor que con mi mejor amigo Yokozawa Takafumi- y elevo su cerveza, Yokozawa entendió, estaba feliz su amigo compartía su dolor y su felicidad con el, era un nuevo inicio, todo estaba en el pasado, Takafumi lo imito y tomaron sus cervezas… Una tras otra…
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Siguiente día
-Ah pero que dolor de cabeza- mientras se reincorporaba Takano, desde la sala escucho una plática. Salió y se encontró con Yokozawa y Onodera hablando amenamente, ambos dejaron de hablar y lo miraron.
-Buenos días Takano-san- hablo Onodera y se levantó por una taza de café para su jefe, se la extendió.
-Masamune, menuda resaca ¿ne?- dijo demasiado burlón Yokozawa al tiempo que dejaba un frasco de los medicamentos de Onodera en la mesa. Fue el primero en despertar e inicio una conversación con Ritsu quien le explico todo y le mostro todo, desde los estudios que tenia de su primer embarazo hasta el último con la única finalidad de que no creyera que Takano o el estaban locos, Yokozawa le creyó absolutamente todo y no pude sentirse más feliz al saber que su mejor amigo estaría bien y misteriosamente se dieron cuenta que ambos podían llevarse bien, Yokozawa le decía que comida comer ya que el cocinaba saludable para Hiyori y cosas por el estilo.
-Sí, lamento lo de ayer, por si te desperté-
-Ah no está bien, bueno me retiro tengo trabajo hoy, así que adiós. Onodera cuídense- Yokozawa se levantó y se fue, dejando a la joven pareja cosas de que hablar antes de entrar en dos horas al trabajo.
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Yokozawa se fue a dar un baño a su casa, cambiarse y por unos lentes de sol, la resaca hoy la tenía o muy fuerte o el sol estaba jodiendolo. Calculando la hora de despertar Hiyo le envió un mensaje, pidiéndole disculpas y que en recompensa hoy llevaba su pastel favorito y hacia su comida favorita.
Hiyori sonrió a distancia.
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Yokozawa llego con lentes de sol un traje de color azul, camisa del mismo color y una corbata gris Oxford, demasiado sexy como para dejarlo pasar…
-¡ESPERA!- grito un una voz muy familiar y sus iodos no soportaron ese grito, hizo una clara mueca de disgusto.-
-Wow, mi gatioso, pretende seducirme en horas laborales.- Si, Kirishima era quien le hablo.
-Pero que mierda dices, deja de llamarme así- Excepcto el oso de Marukawa.
-¿Cómo te fue en tu urgencia?- pregunto ya más serio Kirishima
-Eh Ah bien, siento haberme ido así- Yokozawa se debatía en decirle o no a Kirishima acerca de que en realidad se fue a embriagar con Takano, no pensaba que volvería a suceder así que bajo su perspectiva no tenía nada que decir y no es como si fue a ponerlo el cuerno, solo fue por su amigo y haya pasado lo que haya pasado con Takano eso ya ni al caso venía, su presente y esperaba que su futuro fuera con Kirishima y la pequeña Hiyori. Después de haberse enterado de la noticia de su amigo ahora no quería separarse mucho menos de los Kirishima.
-¿Seguro?- pregunto Kirishima como esperando que Yokozawa le dijera más, pero no fue así el ascensor llego al piso 3 de ventas y se bajó.
-Sí, los veo en la noche- y le sonrió a Kirishima, este estaba por lanzarse hacia él y desnudarlo, pero su suerte no fue buena, por el momento… Aun le carcomía el hecho de que Yokozawa no le dijera que en verdad se fue con Takano a ese bar…
Confundido e inseguro estaba Zen Kirishima.
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-¿Mejor?-rompió el silencio Onodera
-Lo siento, no debí…
-No, está bien, necesitabas desahogarte a tu manera- Otra vez el momento incomodo…
-Yo…- hablaron al mismo tiempo
-Tu primero…- volvieron hablar al mismo tiempo.
-Te amo- dijo Takano después, Onodera se sonrojo y subió su mirada para encontrarse con la de Takano- Te amo y lo que haya pasado, está en el pasado, ahora estamos juntos ¿no?, haremos una familia, nuestra relación tiene un orden extraño, así que hagámoslo como adultos- dijo Takano.
-Takano-san yo…- Onodera quería decirle algo- Nuestra relación no ha ido funcional y ambos estamos aturdidos, pero quiero Takano-san, quiero ser feliz, y mi felicidad esta junto a ti y mi- se corrigio- nuestro hijo, pase lo que pase cuando tomo tu mano me siento más fuerte y capaz, pero aun así, este embarazo no sé cómo se desarrolle, tengo miedo, mucho miedo- rompió en llanto Onodera. Takano se levantó y lo abrazo.
-Lo haremos juntos, así que Onodera Ritsu, aceptas ser mi novio?- sonrió seductoramente el ojimiel. Y Onodera ante esa propuesta rio de felicidad entre su llanto, elevo la mirada y se abrazó a la cintura de su amado.
-Si- la respuesta obvia
-Vaya el embarazo te ha sentado, hace unos meses me hubieras gritado…- Takano sonrió
-No destruyas el momento.
-Jajajaja lo siento.- Se acercó Takano a los labios de Ritsu y los beso dulcemente, los lamio y los mordisqueo, Onodera correspondió y su lengua busco la contraria, la acepto gustosamente y se empezaron a acariciar entre ellas, Onodera paso sus brazos por el cuello de Takano y se acomodó mejor en el asiento, por su parte el pelinegro se agacho un poco más y seguía moviendo sus labios abrazando la cintura lo lavanto y lo froto contra si, la cosa se estaba poniendo caliente, literalmente, hasta que… Ritsu sintío que algo se contraía por la boca de su estómago y subía a su garganta, empujo a Takano y fue directo al baño y ahí va su desayuno. Takano sorprendido recupero la compostura y fue atrás de Onodera.
-Oi, ¿estás bien?- pregunto sumamente preocupado el pelinegro al momento que se ponía a su lado acariciando su espalda...
-Sí, es normal… no cesaran, hasta el primer trimestre…
-¿Seguro? Deberíamos quedarnos en casa, a celebrar- se acercó a los labios, pero Onodera le rehuyó poniendo su mano en la boca de Takano.
-Pero ¿qué demonios pretendes hacer? Acabo de vomitar, date un baño y larguémonos a la editorial!!- salió del baño Onodera bastante cabreado y avergonzado.
Takano pensó en seguirlo pero desistio, sonrió feliz, todo iría a su paso, por el momento se daría un baño.
En esta noche haría todo bien…
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Takano y Onodera caminaban directo al trabajo…
-Quisiera saber que va a ser- comento Takano
-Eh?-
-Si, es niña o niño, nombres, darte de baja, ¿Cuándo tienes tu próxima cita? Sin duda iremos los dos, comerás bien de acuerdo, distribuiremos el tiempo, te quitare unos autores…- Hablaba y hablaba Takano, sin dejarle a Ritsu contestara, el solo lo veía y escuchaba, rogaba a quien fuera dios que todo saliera bien, sus miedos no eran cesados, pero seguro con Takano sería más fuerte. Ritsu tomo su mano. Takano dejo de hablar sorprendido, pero la apretó fuertemente
-Ricchan!- Se escuchó el grito de Kauro, Takano suspiro- Ah estaba tan preocupado por ti- Corrió abrazarlo tan fuerte que hizo que el agarre entre Takano y Onodera se rompiera.
-Sempai, por favor detente- Exclamo el ojiverde.
-Ricchan, no me digas eso, porque no lo haré, ayer te estuve llamando para ver cómo estaban- Puso una mano en el vientre del castaño, Takano reacciono y lo jalo a su lado, ¿Qué mierda se creía este tipo? Kauro sonrió burlonamente.
-Ah, sempai él es Masamune Takano, aunque supongo ya lo percibías ¿no?, Takano-san él es Kauro Ken hijo del doctor Takeshi quien es mi doctor- Los presento amablemente.
-Mucho gusto- fue el primero Takano en el primero hablar y extendió su mano, su sensor de seme le decía que este tipo más que una amistad quería algo más. Kauro respondió el saludo, pero era tan fuerte ese saludo como probando su fuerza, Onodera percibió ese saludo y se tensó ¿Por qué se saludaban así? Deberían ya soltarse y había un ambiente tenso, por lo que opto por agarrarlo del pecho a Takano y atraerlo a su lado, funciono perfectamente, Kauro no era estúpido, sabía que pasaba, ¿Cómo era posible? ¿Después de todo el daño? Pero así era Onodera, tan sincero y puro ¡Ah que dicha tener alguien así como el a su lado! Él estaba tan seguro de que Onodera podría enamorarse de él, en sueños lo escuchaba decir “sempai, no es hermoso el sakura floreciendo” Claro que al único que le decía sempai, era él.
-Si, claro- volvío su vista a Ritsu y susemblante se endulzo- Ricchan te hablare mañana- y se encamino del lado contrario. Takano estaba tan feliz con su amado castaño que no montaría una escena de celos… por el momento…
Ambos entraron a Marukawa Shoten.
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El día transcurrio sin más.
-Ricchan antier me dijiste que se te antojaba un salmón en mandarina y hoy te traje, mira pruébalo.- Kisa Shouta le hablo con su semblante infantil.
-Kisa-san, tengo las manos ocupadas- hablo cansado Ritsu con una pila de hojas en las manos.
-Entonces te daré en la boca Ricchan- Kisa agarro los palillos y agarro un pedazo de salmón, se veía tan sabroso y olía increíblemente que el castaño no se negó, abrió la boca y saco un poco la lengua para recibir en su paladar ese sabroso alimento, Takano estaba observándolo a distancia, ¡¿Por qué todos los que tenían atenciones con Onodera le decían Ricchan?!
Realmente delicioso, hasta que lo trago y lo consumido subió por su esófago y garganta, Takano lo percibió así que se paró de su asiento y se dirigió a su amante, agarro sus papeles que tenía en mano Ritsu y se los paso a Hatori que iba pasando, todo a una velocidad increíble, Ritsu corrió al cesto de basura y lo vomito todo, Takano acariciaba su espalda y agarraba su frente.
-Deberías volver a casa-
-No, yo puedo seguir.
-Pero qué demonios dices, anda te llevare.
-Ricchan, perdóname, ya te enferme- decía al borde de la histeria Kisa.
-No te preocupes ya me sentía mal- hablo dulcemente Onodera.
-Espérame iré hablar con Yokozawa- Takano salió corriendo al piso 3 y rápidamente localizo a su amigo.
-Takafumi, necesito un favor- Se lo dijo lo más rápido posible sin darle tiempo de oponerse…
-Pero ¿qué demonios? ¡Eso es en poco tiempo!, además tengo muchas que hacer!- Takano se dirigió al ascensor ya más calmado, dejándole a su amigo una tarea importante- Hey escucha lo que los demás te dicen, Masamune regresa, no tengo tiempo, AHHHH MIERDA!!!!! ESTA BIEN PERO NO TARDES, no tengo mucho tiempo disponible, te veo en tu casa, procura que Onodera no este, seguro que le causarías un infarto y no quiero estar presente…
-Gracias Takafumi- se despidió
Regreso al departamento de Esmeralda Ritsu estaba trabajando tan concentrado, lo contemplo de lejos, se veía tan lindo, tan atractivo. Ritsu escombrando papeles y ocasionalmente acariciada su vientre, algo que el ojimiel nunca antes lo vio hacer, él siempre lo observaba y él sabía cuál era la causa de ese gesto. Una familia eso serían o eso lo son, el hecho de no haber compartido el dolor que sufrió Ritsu hace 10 años lo carcomía, en cierta manera se sentía el principal culpable, pero ahora pueden compartir juntos una vida y felicidad eso es lo importante, los cuidaría así fuera con su ultimo respiro. Nunca pensó en una familia, no creería que eso fuera posible ni mucho menos cuando se reencontró con su primer amor, pero no le importaba él estaba bien, pero de un día a otro se entera de que ya serían padres, sin duda a ese pequeño milagro le daría amor y lo consentiría, iría a sus reuniones de la escuela, le contaría cuentos antes de dormir, le daría esa calidez de hogar que él nunca tuvo, sin duda su amado castaño le proporcionaba siempre felicidad, primero al mostrarle que el amor existe y ahora le estaba dando una familia ¡Vaya dicha! No sabía que había hecho el para merecer tanta felicidad, pero sin duda no la desperdiciaría.
Camino y le dijo que en dos horas se hirían, Ritsu se sonrrojo por la proximidad, pero se limito a asentir.
Se amaban sin duda alguna…
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Mientras tanto que el piso 3 de Marukawa shoten estaban viviendo el mismísimo infierno y la furia del oso, quien gritaba, hacia llamadas, tenía que salir cuanto antes…
-Hey Yokozawa, necesito los informes de ventas de este mes del manga…- Decía tranquilamente Kirishima Zen
-Ya los envié debería de estar en tu escritorio- hablo rápidamente gatioso mientras metía todas sus cosas a su portafolio- ¿Ya te vas? ¿Por qué no me esperas y nos vamos juntos a casa?
-No, te veo haya, de verdad tengo cosas que hacer- salió corriendo mientras hacía unas llamadas telefónicas.
Kirishima se sintió desplazado, porque no le decía que iría otra vez a casa de Takano, si él lo engañaba sin duda hoy lo atraparía así que salió atrás de él, ya tenía todo calculado, para seguirlo.
Lo vio ir y venir al supermercado, fue a la casa que parecía ser de Takano, regreso al super mercado, tardo en salir del departamento de Takano y después vio que se dirigía a una florería, donde minuciosamente escogía flores, un arreglo floral extremadamente hermoso y se dirigía a casa de nuevo de Takano, su corazón se oprimía, esto olía a una cena romántica… así que al final no pudo con el primer amor de Yokozawa.
Vio como Yokozawa se recargaba en la pared y así una llamada con demasiada felicidad, bueno al menos con él no era la llamada. Estaba roto.
Se desvío del camino, no quería llegar a casa aun.
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Takano después de dos horas y recibir un mensaje de Yokozawa que estaba listo se dirigió a Ritsu.
-Bien es hora de irnos Onodera, siento que me hayas tenido que esperar- Onodera se sonrojo, estaban en la oficina y se atrevía hablarle así.
-Ah puedo ir solo, si quieres puedes retirarte.-
-No, estas muy equivocado, vámonos!- Lo agarro y lo arrastro
Mientras que los demás editores:
-Yo apuesto a que Ricchan y Takano-san traen algo…-hablo Kisa.
-Yo opino lo mismo, son tan buenos amigos- Dijo Mino Kanade
-No lo creo- hablo con su semblante Hatori- siempre le grita.
-Ah Hatori-san y Mino-san que mal están haremos una apuesta…- Propuso Kisa.
Los tres editores restantes apostaron
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Yokozawa llego a la casa de los Kirishimas y encontró a Hiyori con Sorata durmiendo en el sofá, al fin y al cabo era una niña una siesta no le caería mal, la acobijo y cumplio su promesa, preparar su comida favorita, al comprar unas flores compro un ramo extra para Hiyori.
El olor a comida despertó a la pequeña…
-Onni-chan- hablo somnolienta la pequeña Kirishima- Bienvenido a casa, perdón por quedarme dormida.
-Oh ya despertaste, no te preocupes, está bien, ya está la cena solo esperamos a tu papá, mira te traje estas flores- Yokozawa agarro el ramo y se arrodillo para dárselas, Hiyori sonrió complaciente, ¡Era la primera vez que alguien le regalaba flores! Se sentía una princesa, las agarro con un gran sonrojo y abrazo fuertemente a su onni-chan, él lo correspondió felizmente. Kirishima llego…
-Papá, bienvenido, mira Onni-chan me regalo un ramo de flores- Hiyori felizmente corrió por la casa en busca de un florero, lo encontró y fue a ponerlo a su cuarto.
-Sí, ya veo a todo mundo le andas regalando flores ¿no? O solo a los que te importa y amas- hablaba bruscamente Kirishima.
-¿Qué? Oye apestas a sake, vete a lavar la boca, Hiyori no debe de olerte así- Dijo Yokozawa mientras se disponía a preparar la mesa.
-También lo puedo hacer yo, no eres el único que puede hacerlo ¿sabes?... – iba a continuar hablando, pero Hiyori llego enseguida con un rostro demasiado feliz y se dispuso ayudar a Takafumi con la preparación de la mesa- Iré a ponerme algo más cómodo.
Yokozawa se quedó helado. En la cena nadie hablo, entre Yokozawa y Hiyori levantaron la mesa y la última se fue a dormir. Viendo el hermoso ramo de flores.
Kirishima se fue a su cuarto y el peli azul lo siguió.
-Se puede saber qué demonios te pasa?
-¿A mí? Nada lo dices por ti ¿no? Ayer te largaste a mitad de la noche, para irte a tomar con Takano ¿no? ¿A ti qué demonios te pasa? Tan alegre te la pasaste, abrazándose, y riendo como un par de imbéciles.
-¿Qué? ¿Me seguiste?- pregunto con un toque entre la incredulidad y enojo
-Oh perdóname por seguir a mi novio mientras él se ve con su amante mitad de la noche- contrataco demasiado enojado, puesto que no le negaba nada, estaba por quebrarse.- pensé que en verdad tenías una emergencia y no querías molestar, quería ofrecerte mi ayuda, pero bien que la encontraste con él.
-¿Amante? ¿Qué tanta mierda andas diciendo?, me encontré con el porque me hablo que queríamos que nos viéramos y el ebrio no sabes de lo que es capaz de hacer, quise ir por él, pero me dio una noticia que para él era importante y como su AMIGO, le ofrecí mi apoyo, imbécil, desconfías de mi…
-Así que también como su amigo le llevas un arreglo floral y le preparas la cena ¡Valla amistad! Dime ¿te gusta tanto estar abajo?.- No pudo continuar puesto que una bofetada lo interrumpió.
-Eres un imbécil, tú no sabes nada, esa cena y ese arreglo era porque Masamune le va a dar una sorpresa a su novio y me pidió que la hiciera yo! Idiota! Me seguiste, desconfías de mí, que bueno saberlo ahora, que al parecer no he hecho lo suficiente para decirte cuanto me importas TÚ y HIYORI! Me largo, te dije que si me herías no te lo perdonaría, gracias por tu desconfianza- salió azotando la puerta, sin quererlo, pero le dolía, lagrimas querían salir, pero se las limpio antes de que estas salieran, se fue a su casa demasiado cabreado.
Kirishima se quedó estático, todo él lo había mal interpretado y sin querer lo hirió, salió rápidamente queriéndolo detener, pedirle perdón de rodillas si era necesario, pero no lo encontró, sabía que con Yokozawa las cosas frías y calmadas se resolverían más fácil ahorita sería inútil, se fue a su cuarto con un sentimiento de culpa muy grande.
Vio un ramo de girasoles del lado se su cama…
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-Espera- Le dijo Takano a Onodera antes de abrir su departamento, saco una cinta y se la puso a su amante en los ojos.
-¿Qué haces Takano-san?- pregunto con una media sonrisa el castaño.
-Es una sorpresa- Le hablo al oído mordisqueándolo, recibiendo como respuesta un suspiro y un sonrojo lo que él quería. Abrió la puerta y guío a Ritsu por el pasillo hasta llegar a la sala del departamento y se la quitó.
-Takano-san…- Ritsu estaba sorprendido las luces estaban bajas y en la mesa había un bello mantel con un centro floral de rosas amarillas y blancas, los platos perfectamente puestos y en la cocina estaba la cena. Takano lo llevo a la mesa y jalo la silla para ofrecer el asiento, Ritsu sonrojado acepto la invitación, iba tan nervioso que creería que en cualquier momento las piernas le fallarían y caería al suelo, por fin se sentó.
-Cuando hiciste todo esto- pregunto para que los nervios se disiparan tantito.
-Secreto- dijo Takano volviendo con dos copas de color rojo.
-No puedo tomar- le recrimino Onodera.
-Lo sé, es jugo de arándano, tu favorito.- Ritsu se sonrojo, de hecho su sonrojo no había pasado desde que Takano le tapo los ojos.
Se sentaron a disfrutar la cena, exquisitamente preparada.
-¿A que se debe esta cena Takano-san?- Pregunto terminando casi terminando su cena.
-¿No es obvio? Es una celebración de que estamos juntos de nuevo como pareja, ya es oficial pero lo más importante es que vamos hacer una familia.
-¿Estás seguro… de todo esto?- Ritsu quería asegurarse, de que no quería ser abandonado. Takano no termino de llevarse el bocado a la boca.
-¡Por supuesto! Ritsu, te amo, los amo son mi vida, yo ya no podría vivir sin ustedes. O… es que ¿Tu no estás seguro?- Suspiro Takano ¿Y si su castaño no estaba seguro? Tener un hijo no garantizaba…
-¡Claro que lo estoy! ¡Yo te amo Takano-san!- soltó de repente Ritsu Onodera, levantando estrepitosamente de la mesa dejando boquiabierto al ojimiel y es que estaba este seguro de que si seguía así su castaño, dándole sorpresas acabaría con un infarto al corazón- Yo…- Ritsu estaba demasiado rojo, del mismo tono que se le declaro aquella vez a Saga Masamune.
-Como siempre tan directo, yo también te amo- Takano se levanto y abrazo a su amado- los amo, puso una mano en su vientre y acto seguido lo beso, tiernamente, casi se sentía como su primer beso, dulcemente, Takano lamio los labios de Onodera y ellos se abrieron las lenguas se rozaron, se chuparon y Takano guío a su novio a su lecho de amor, desnudándolo y dejando un camino de la ropa de ambos. Ritsu colaboraba desabotonando los botones de la camisa negra de Takano así como después su pantalón. Takano tumbo en la cama al castaño y lo beso de nuevo, lo desnudo lentamente, para cuando ambos ya no tenían ropas, el pelinegro empezó besando las piernas de Onodera besando los muslos, chupándolos, cuando llego a la ingle repitió el proceso.
-Ah..hhh- Gimió Onodera y agarro del cabello al pelinegro tirándolo levemente para que lo viera, y así lo hizo Takano, la mirada verde lo sedujo y subió a sus labios para besarlos de nuevo Onodera agarro ambos miembros y los froto con una mano.
-¿Qué te sucede?- Pregunto entre pequeños jadeos roncos Takano y como respuesta obtuvo un beso de parte del castaño lo recibió gustos y mientras Ritsu masturbaba ambos miembros Takano con una mano levanto las caderas e introdujo un dedo lo movió en círculos sintiendo como esa cavidad se abría, metió el segundo y para cuando estuvo el tercero dentro se sentía ya húmedo y caliente.
-Harás que me corra y aun no- hablo Takano mientras se incorporaba, levanto las piernas de Onodera las coloco en sus hombros y dirigió su miembro a la cavidad que lo volvía loco, metió la punta y respiro profundo, se correría en cualquier momento, por lo que se necesitaba calmar, tantas emociones que no creería resistir. Pero por el lado del castaño esperaba a que lo metiera todo, quería sentirlo, como ese miembro duro y caliente lo llenaba, pero este pareciera ido, por lo que se desesperó y empujo su cadera para auto penetrarse.
-Ahhh- gimió Takano y cerro fuertemente los ojos, por suerte no se corrió- Ahh casi haces que me corra- recuperándose Takano empezó las embestidas lentas, mientras besaba las pantorrillas y miraba a Ritsu gimiendo dulcemente, sonrojado y con lágrimas de placer, Takano con sus manos empezó acariciar los pezones de su amado. Después de esa estimulación volvió a besar los labios y bajo al cuello, marcándolo, succionándolo, los fuertes gemidos de Onodera lo alentaron a aumentar el ritmo de las penetraciones.
-Yo ya…- Ritsu estaba por llegar a su límite. Takano agarro el miembro húmedo y duro de Ritsu lo masturbo al ritmo de las mismas estocadas, Ritsu movía sus caderas de igual manera y por fin se liberó, esparciendo su semen en la mano de Takano y sus vientres, su ano se contrajo y Takano eyaculo dentro con un gran gemido ronco que escucho perfectamente Ritsu, jadeantes esperaron recuperar el aliento, después cuidadosamente salió Takano del interior.
-Eso fue maravilloso- Dijo Takano. Ritsu estaba aun con los efectos del orgasmo, por lo que solo asintió. El ego de Takano salió a flote, así que solo se posó a su lado y antes de dormir beso el vientre de Ritsu Onodera.
Ahora si ya eran una familia, Takano más dichoso no se pudo sentir y así durmieron ambos abrazados…