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Promise ~ HunHan por Joshe

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Notas del capitulo:

Ok, veo que no puedo prometer fecha de actualización. Mi amiga estudia. Yo igual, y también trabajo. Así que, es un poco difícil para nosotras tener actualizaciones muy seguidas -y muchos no entienden eso-

Aparte, también esta la falta de inspiración. Prefiero durar semanas escribiendo un capitulo... Que, escribir en unos dias algo que no llega a quitarles un poco el aliento solo para complacerlos con respecto a la fecha. -espero que eso no se vea grosero, pero es la verdad-

TOS-LO BUENO SE HACE ESPERAR-TOS

Este capitulo va dedicado a Sthepany que TODOS LOS DIAS pedía actualización. Y bueno, aquí esta.

Espero que lo disfruten.

Haber besado a Luhan fue la mierda más loca y perfecta que se me ha podido ocurrir.  No me arrepentía de haberlo hecho. Tan solo pensar en esos ojos brillosos mirando los míos me hacía perder la cabeza. Incluso sentía algo en mi estómago cada vez que lo recordaba.

 Esa semana no quise hablar con nadie; mucho menos con Kai. Estaba día y noche  en “la academia solitaria”. Es solo un salón de baile. Lo que la hace especial, es que está  llena de espejos.  Sus cuatro paredes y techo tienen espejos. Fue abandonada hace unos  años atrás, y nadie la recurría. Ahí estuve toda una semana drenando todo lo que tenía contenido dentro de mí desde hace mucho hasta que mi cuerpo me pedía a gritos que dejara de bailar.

Esa cara de ángel rondaba mi mente a cada hora. Lo veía en mis sueños; lo cual era un milagro, porque todos los sueños que recordaba eran absurdos o pesadillas. Tan solo bastaba cerrar los ojos y allí estaba él. Desde que vi a Luhan después de tantos años, mis sueños eran del orfanato.

Todos mis sueños, eran de él.

De él y yo, jugando, riendo, durmiendo, hablando. Sólo él y yo. Como si estuviésemos dentro en una burbuja en que no existía nadie más que nosotros dos.

Cada vez que llegaba a la casa, siempre había una discusión. Kris me regañaba porque me iba y aparecía solo para dormir, él era el único que en verdad parecía importarle  mantener a esta “pandilla” unida. Sé que somos una familia, pero en esos momentos yo quería estar solo y eliminar todos esos sentimientos por Luhan, cosa que nunca lo lograba.  Por más que lo intentará cuando creía haber dado tres pasos de haber olvidado a Luhan ya estaba instantáneamente retrocediendo dos. Se me hacía imposible no recordarlo y dejar de sentir cosas por él. Los tipos como yo no se enamoran, eso era lo que pensaba hasta que lo volví a ver y todo se fue a la mismísima mierda.

Tal vez hay muchos tipos como yo que en verdad no se enamoran, pero tal vez –por no decir que siempre– yo creí que algún día me encontraría con Luhan y me sentiría de nuevo amado.

También estaba Kai, siempre recordándome lo mierda que fui el día de la fiesta, dándome comentarios sarcásticos que hacían hervir mi sangre. 

¿Por qué rayos nunca cerraba su maldita boca y me dejaba en paz?

Ah cierto, es que a Kai le encantaba hacerme perder los estribos. Más de una vez me tuvieron que agarrar para no irme encima de él y empezar una verdadera pelea. Me estaba volviendo loco, lo juro. Podía llegar al punto de cometer una locura.

Y esa locura la cometí cuando vi a Luhan con Kai en la entrada de la pizzería. Solo verlos, hacía que mi cuerpo se tensara de una manera brutal; que solo pasaba cuando iba a alguna pelea para ganar un poco de dinero extra. Vi mis nudillos que estaban blancos por toda la fuerza que ejercía al cerrar mis puños en el volante de mi carro. Sentí que quería matarlo, despacio, con cautela. ¡Demonios! Sentí tantas ganas de matar a Kai en ese momento que luego que razone supe que estaba fuera de mis cabales. Vale, Kai sea lo que sea es mi mejor amigo. Perder a Kai seria perder una gran parte de mi mismo.

Todas las noches, mientras estábamos en esa prisión, le hablaba de Luhan. El adoraba escuchar cada historia; me decía que le hacía recordar todas las cosas que hizo con su pequeña hermana. Cada uno de nosotros estaba perdidamente enamorado de la persona que consideramos, o eran nuestra familia.

No aguante más, y me baje del carro. La cara de Kai estaba pálida; ya se había dado cuento que era mi Luhan. Mi amigo era un total imbécil, ¿Cuántos Luhan pensó que había en el mundo?  Kai balbuceaba unas que otras palabras para tratar de explicarse. Pero recordé que no veía a Luhan desde que le di un pequeño beso en esos labios que me gritaban que lo volviera a hacer. No me importo lo que decía uno de los dos, mucho menos me importo la gente que pasaba por ahí y nos veía como personas dementes. No me importaba una puta mierda, a mí sólo me importaba aclararle a Kai que Luhan era solamente mío.

Agarre a Luhan como si realmente me perteneciera y lo subí a mi auto. Estaba jodidamente molesto. Malditamente enojado. Maneje hasta pasar el límite de velocidad por toda la autopista. A la media hora, ya toda esa rabia se había ido de mi cuerpo.

¿Qué demonios me sucedía?

Vaya imbécil que soy, diciéndole a Luhan que se aleje de mi y otras mentiras. Cuando yo, a la primera actuaba tal cual novio celoso.

Reaccione y recordé que no estaba solo en mi auto. Lo vi por el rabillo del ojo, y se veía tan asustado, con sus manos apretadas en su regazo. Miraba fijamente por la venta y solo podía escuchar su respiración lenta y pesada.  Fruncí el ceño al ver que estaba así por mí. Con Kai, se veía normal, mientras que conmigo, se mostraba todo asustado, en silencio e inmóvil. Apreté la mandíbula porque me decepcione de mí mismo. Yo de verdad era un delincuente ante sus ojos.

Me percaté de que me estaba mirando, y enseguida gire mi cabeza para verlo también. El corto el pequeño contacto visual que tuvimos. No lo culpo; yo también me asustaría de alguien como yo. Le pregunte donde estaba su camioneta, y respondió rápido, con miedo. Lo lleve hasta su universidad y nos bajamos del carro; yo agarre su bolso y nos quedamos mirando por encima del techo del carro. El me pregunto qué había pasado. No tenía respuesta para su pregunta, porque tampoco sabía que me había pasado. No sabía lo que había hecho. No sabía nada. Le di la vuelta al carro mientras él me gritaba y yo solo me pare al frente de él sin que se diera cuenta que nos separaba unos pocos centímetros de distancia. Cuando me dijo que él estaba con Kai, y no conmigo… fue un golpe muy fuerte, me dio tanta rabia. Ahí me di cuenta, que Kai y yo somos diferentes. Yo si protegería a Luhan; daría mi vida por mantenerlo a salvo. Mientras que Kai, mantendría su vida a salvo para seguir buscando a su hermana. A pesar de todo, aun quería a la persona que ame por primera vez.

Luhan solo me hablo de lo cruel que he sido con él. Tenía razón, me comportaba como una verdadera mierda con él. Tome su hermosa cara para que me mirara a los ojos, y le recordé porque era así. No quería hacerle daño; pero ya yo lo estaba haciendo. Yo sólo lo quería lejos de mí pero nunca pensé que por mis actitudes Luhan terminaría sufriendo. Él me miraba directo a los ojos, y juro que en ese momento quería hacer tantas cosas con él que jamás, pero jamás me arrepentiría. De eso estaba seguro. Quería más contacto entre nosotros.  Así que pegue su frente con la mía, para poder estar a pocos centímetros de sus carnosos labios. Volvió con sus preguntas de por qué no puede entrar en mi vida. Imágenes fugaces de él dejándome en el orfanato, y mis padres dando su vida por mi vinieron a mi mente. Supe en ese momento, que tenía miedo de perderlo otra vez. Todas las personas que he querido me dejan sin ninguna intención alguna. Eso duele, y mucho.

No quería perder a nadie más. La perdida de otra persona más en mi vida, me destruiría por completo.

Lo abrace con todas mis fuerzas. Porque quizá no lo volvería a hacer, así que grabe todo lo que podía. Dijo lo que no quería escuchar: “yo nunca te dejaría”. Me separe de él cuándo escuche una de las tantas promesas que nunca se cumplirían. Así como cuando prometió buscarme en el orfanato, o así como cuando mi padre prometió regresar.  Me dolía. Para muchos mostrar su dolor es a través de las lágrimas, la mía es a través de la ira. Raro, si. Pero después de todo lo que pase, llorar no es algo que quiero volver a hacer.

Le dije que su fuera. Pero antes, toque su labio rojo que me pedía a gritos que lo besara. Dios, necesitaba besarlo. Querer, desear, necesitar, anhelar todo. Yo necesitaba todo de él. Saque todas mis fuerzas, y no lo hice. Solo me fui, dejándolo solo, como él una vez me dejo.

Y allí estaba yo de nuevo actuando como una basura.

Cuando llegue a la casa victoriana, me fije que todas las motocicletas estaban en el porche. Deje mi carro en el garaje y entre hecho uno furia. Lay y Chanyeol estaban sentados en el sofá de cuero tocando con sus guitarras acompañados de Baekhyun. Camine hasta la cocina y, ahí estaba Kai con Tao y Kris. Apenas lo vi, di grandes pasos hasta estar cerca de él. Lo agarre de la chaqueta de cuero y lo pegue contra el refrigerador; se tambaleo e hizo que las botellas y algunas cosas que habían adentro sonaran fuertemente.

Mi mirada le dijo todo, él sabía que estaba molesto.

Lo golpee bajo su mandíbula sin importar cuanta fuerza ejercí. Le di otro golpe en su mejilla y él también reacciono, me tiro un golpe a la cara, dándome arriba del ojo derecho. Nos fuimos al piso y sentí como dos brazos me agarraban del abdomen. Chanyeol me alzo y me alejo de Kai. Tenía la respiración agitada, al igual que él. Kris enseguida nos gritó como lo hace un padre con sus hijos. Nos alejaron y no me soltaron hasta que me calme. El mesón estaba rodeado por todos los chicos de la casa y todos me miraron como si estuviera demente. Y lo estaba. Todo esto empezó desde que Luhan apareció nuevamente en mi vida. Les explique qué había pasado. Quien era él, como lo conocí, porque no quería que nadie más lo tocara; y entendieron la razón de mi actitud. Kai se disculpó una y otra vez. Al principio quería volver a golpearlo; luego de unos minutos acepte sus disculpas. Después de todo, era mi mejor amigo. Era como un hermano. Kai podía hacerme lo peor de este mundo y estoy muy seguro de que yo lo perdonaría después de darle una buena y merecida golpiza.

Ese chico que empezaba a tener un pequeño morado en su mejilla gracias a mi golpe, me dijo, que tan enamorado estaba yo de Luhan. Tenía razón; jamás había reaccionado así por una persona. Mucho menos por unas de las chicas que llegamos a “compartir”. Yo nunca fui así con Kai. Todo dio un giro desde que él quiso secuestrar a Luhan.

Kai también me dijo todos los cambios que hice: Había dejado de fumar. No me había tirado a ninguna chica –salvo la de la fiesta, y eso fue por rebeldía– No había ido a vender drogas –aún tenía la mitad de drogas que me habían dado hace un mes–  Estaba más concentrado en la academia de baile –eso era totalmente cierto– Demonios, estaba siendo un santo desde que apareció aquel chico con cara de ángel.

Mientras hablaba con mi amigo, supe lo mucho que quería a Luhan. Necesitaba tenerlo en mi vida. Porque a pesar de los años y el abandono, él hizo que mi corazón no se sentiría como un simple músculo. Hizo que se sentiría como algo más. Cada vez que lo veía, se aceleraba de tal manera que me hacía estremecer. Él, sin duda alguna, tenía un gran control en mí. Me hacia una mejor persona, y eso jamás pensé que volvería a suceder. Luhan aún sin que él mismo lo supiera se había robado mi corazón.

Al día siguiente fuimos a la exhibición que había dicho Baekhyun que Luhan tenía. Estaba totalmente nervioso, y eso apestada. Nunca antes había estaba en esa situación, ¿Qué iba a decirle cuando lo viera?: ¿Luhan, me gustan tanto? ¿Sabes, desde que te vi, me has hecho una mejor persona; por eso te quiero en mi vida?

Nada de eso iba a funcionar. Lo trate como a una basura desde que nos vimos. Nunca le mostré una señal de cariño para que el me aceptara apenas le diera mi declaración.

Dios mío, me sentía como una “adolescente enamorada”.

Apenas entramos al museo lo busque como a un demente. Kai me agarro del hombro y señalo donde estaba ese chico con rasgos perfectos. Estaba vestido de una manera que me encanto; todo oscuro. Eso me hizo sonreír. Nos miramos por unos largos minutos, tanto así, que le llamaron la atención para que empezara su presentación.

Su exposición me hizo todo más fácil. Conto nuestra historia, mirándome directamente a los ojos. Como si yo fuera la única persona en ese museo. Como si yo estuviera evaluando cada detalle de lo que él decía acerca de su pintura. Le eche un vistazo a su obra, y ahí estábamos nosotros.

Él: pintado como al ángel que fue y, que seguía siendo.

Yo: como al niño que vio por última vez hace muchos años atrás.

Entonces… Él también me quería. Él jamás me olvido. Él… él también estaba enamorado de mí.

Porque bueno, yo ya estaba como un loco rendido ante él. Y eso era lo que le dejaría saber.

Una ronda de aplausos y suspiros sonaron fuertemente cuando el termino de exponer. Todos se dirigieron a la siguiente obra y, Luhan prácticamente salió corriendo al baño. Entre, y estaba ahí, viéndose al espejo con arrepentimiento.

Le hable, y él se estremeció cuando vio que era yo. Al principio mis palabras eran torpes, y las de Luhan agresivas. Sus palabras me estaban volviendo loco. Así que le explique todo, deje mi actitud de chico malo a un lado, y  me desahogue como él lo hizo ante todas esas personas.

“El Ángel soñaba con la sonrisa y la voz del niño. Esa era su canción favorita. Esperaba todas las noches para poder soñar con él, y recordar al niño dulce, amable y respetuoso”

Yo no podía ser dulce, amable y respetuoso como él. Pero pensé, que si tan solo me diera una oportunidad. Si pudiera devolver el tiempo, lo haría; solo para que supiera que también lo había extrañado, y, que haría todo para tenerlo. Sabía que yo no era la mejor persona. Las posibilidades de que pudiera hacerlo feliz eran nulas. Pero Dios, esta era la persona que necesitaba en mi vida. Quería que me enseñara a querer. Quizá, que me enseñara a amar otra vez.

Lo necesitaba demasiado.

Me le acerque decidido, y acune su cara en mis dos manos mientras esperaba una respuesta de su parte. Solo necesitaba una palabra para entregarme en cuerpo y alma ante él.

“Más nunca, intentes alejarme de tu vida”

Basto para decir eso y ya nos devorábamos uno al otro. Sus labios, eran una total delicia. En mi mente pasaron tantas imágenes de morbo que me estaban volviendo loco. Su miembro se frotaba con el mío y eso despertaba todo en mí. La puerta sonó, y Luhan se puso pálido como la cal, en seguida supe que era su novio. Sentí una oleada de celos. Quería partirle la cara al cretino de la puerta, pero me contuve. Lo más importante de todo, es que sabría si Luhan me quería. Y lo hacía, porque me escogió a mí. Nos fuimos, sin importar que hubiera personas afuera esperándolo para felicitarlo por su gran trabajo.

Maldición, me había escogido.

Mierda, me escogí a mí.

Definir como me sentí en ese momento me deja sin palabras.

Dejo todo por mí.

En mi casa, sentí un nerviosismo que me estaba destrozando. No estaba familiarizado con este nuevo sentimiento. Luhan, no era la primera persona en pisar mi habitación; pero si en tocar mi cama. Estar ahí, acostado con él era algo que jamás imagine. Ni siquiera cuando estuve en su departamento tuve ese pensamiento. Pero ahora que lo veo, aquí, no podía dejar de pensar en lo perfecto que era todo. Sus labios, su cuerpo, su olor. Todo era embriagador para mí. Sé que he estado con tantas chicas, pero esto era nuevo, y me encantaba. A pesar de haber tenido tanto sexo, siempre fui cuidadoso. Jamás tuve sexo sin protección, era una ley.

Santos Cielos, este chico, es la primera persona que poseo sin protección alguna. La sensación era totalmente diferente. Quizás era porque no tenía condón. O porque adoraba tanto la figura que estaba en mi cama, con sus manos rasguñando mi espalda con cada fuerte embestida que le daba y, besándome como si nunca lo volvería a hacer. Estar dentro de él se sentía increíble, era caliente, estaba tan apretado y demasiado excitante.

En el vaivén de salir y entrar de su interior pensé aún con la poca cordura que tenía en ese momento que esto era lo que siempre había querido.

Si esto era solo el principio; no me quería imaginar lo que nos espera. No es que yo era un adicto al sexo; pero todas esas chicas con ropa provocativa me hacían meterme bajo sus bragas. Ellas lo querían así. Yo nunca las obligue. Ahora estaba con un hombre. No soy homofóbico. Pero nunca pensé estar con un hombre, mucho menos, estar con Luhan.  Pero ahora con Luhan, el sexo se me antojara creo que mucho.

Y aquí estaba, dormido entre mis brazos. Recordé las veces que dormimos abrazados en el orfanato. Nada había cambiado, salvo, que ya éramos adultos. O eso creo.

Aparte su cabello sudado de la frente y, deposite un beso casto en él. Sonreí cuando se acurruco más a mi cuerpo. Recosté mi mejilla en su cabeza, y cerré mis ojos.

Papá, Mamá; ya mi ángel está conmigo. Por favor, si me están escuchando: no permitan que nada le ocurra. Manténganlo a mi lado. Prometo hacerlo feliz; como él me hace sentirme a mí.

Abrí mis ojos de golpe cuando escuche que me había llegado un mensaje de texto. Luhan aún seguía aquí. Con su frente pegada a mi pecho, y las manos acurrucadas bajo su mandíbula.  Me gire un poco para levantar con una mano mi pantalón que estaba tirado en el piso. Vi el desastre de ropa y no pude evitar sonreír. Saque mi Galaxy del bolsillo trasero y, me encontré con 7 llamas perdidas, y tres mensajes de texto.

Baekhyun: Ok, Sehun, me debes una muy grande. El novio de Luhan está hecho una fiera. Más te vale que no arruines todo.

“El novio de Luhan” Esas simples palabras me hizo apretar la mandíbula. Me di cuenta que era extremadamente celoso y posesivo cuando se trataba de Luhan.

Kai: Vamos, Sehun. ¿Cómo te pudiste llevar mi casco?

Kris: Nos vamos en 15 minutos. Long ya confirmo el pago de este mes.

Gruñí cuando leí el último mensaje. No quería dejar a Luhan solo. Pero tampoco me lo iba a llevar a un bar donde solo hay hombres ricos gastando su dinero en prostitutas, drogas y mucho alcohol. Ese bar, es de Long. Un chino que es amigo de la familia de Kris. Desde que Kai y yo salimos de la cárcel, este viejo nos metió en el mundo de las drogas. Al principio era un novato con todo este asunto de la venta de drogas; pero necesitaba el dinero, por eso acepte, y con el tiempo me convertí en uno de los favoritos de Long.

Sí, soy un maldito delincuente.

Vi a Luhan, y suspire pesadamente. Él es demasiado inocente y puro. Mientras yo, estoy dañado y sucio.

Me separe de él, y me fui directo a dar una ducha. Mi espalda ardió cuando el agua hizo contacto con ella. Me toque, sentí los rasguños que me hizo Luhan mientras teníamos nuestro encuentro sexual. Dure menos de  7 minutos en darme mi baño. Ate una toalla en mi cintura y salí disparado al closet. No me tomaba una eternidad escoger mi ropa, ya que, mi closet se dividía en cuatro colores: negro, blanco, gris y azul marino. Cuando deslice la puerta del closet, que era un vidrio, vi a Luhan sentado en la cama con el cabello desordenado. Sonreí y me gire para verlo mejor. Se me quedo mirando con timidez. Podía ver cuán rojo estaba, a pesar de que la única luz que alumbraba mi habitación era la luna.

-Hola –le digo suavemente para romper el hielo.

-Hola.

Él solo se me queda mirando unos segundos, hasta que finalmente me vuelve a hablar:

-¿Te vas? –su cara soñolienta y triste me hicieron sentir algo en el estómago que jamás había experimentado. Quería quedarme, besarlo y abrasarlo hasta dejarnos sin aliento. Y volver a tener sexo.

-Sí. Pero regresare en una hora o menos –Él solo asintió decepcionado.

Me coloque los vaqueros y me gire para agarrar la camisa azul marino que deje en el sofá de cuero. Luhan hizo un sonido extraño y lo mire por encima de mi hombro.

-Tu espalda. Lo siento – agacho su mirada avergonzado, y me sentí enternecido. Después de tanto tiempo volví a sentir ternura por alguien, justamente por quien siempre sentí.

Me puse mi camisa y me gire para caminar directo a él. Agarre su cara entre mis manos y le di un pequeño beso en sus labios. Deje que mi frente descansara en la suya, y le susurre–. No importa, mi ángel, eso no es nada –vi dibujarse una pequeña sonrisa en sus labios. Era tan perfecto. Volví a besar sus labios, pero estaba vez de una manera más profunda. El gimió en mi boca cuando me subí a él en horcajadas. Agarre su cabello, y alce su cara para besarle el cuello. Me empecé a ponerme duro, y me jodia  saber que dentro de poco me tenía que ir. Baje a su clavícula que estaba totalmente expuesta a mí, y deje una pequeña marca en esa zona. Luhan gimió cerca de mi oreja al chocar su miembro contra el mío. Gruñí  porque mi erección dolía al encontrase atrapado entre mis bóxer y el vaquero. Le dedique otro minuto a sus labios y, alguien toco la puerta.

-Sehun, te esperamos en la entrada – era la voz gruesa de Kris que sonó del otro lado de la puerta.

Nos separamos, y espere a que mi respiración se calmara. Me levante, y me coloque unas vans negras. Agarre mi chaqueta de cuero, junto con mi teléfono, me gire para despedirme de Luhan. Nuevamente, agarre su cara con mi mano libre, y le di lo que fuera para mí un beso tierno. Nos miramos a los ojos e hice una de las cosas que encantaban: toque su labio inferior, y le hable muy cerca de ellos–. No te vayas a ir. Volveré pronto. Adiós – le volví a dar un beso, pero esta vez, uno casto.

Bajaba por las escaleras, y escuchaba las motocicletas rugir. Revise mi teléfono para ver la hora, que ya marcaba las 12:41am y me puse la chaqueta para unirme al unísono de los motores.

-Pero miren esos ojitos iluminados de amor –alce mi cara para ver a la persona del comentario que era uno de los que reía fuertemente. Chanyeol  y los demás se pusieron serios al ver  mi cara de pocos amigos.

-Hombre, mírate esos labios rojos e hinchados. Seguramente no has dejado descansar al probé Luhan –comento Kai, quien también se unió a los “chistes” de Chanyeol. 

Que mierda con Kai, un día de estos le romperé la cara solo porque se me da la gana y ya. Sabía que me estaba provocando. Lo peor de todo, es que yo nunca les di comentarios estúpidos por sus relaciones amorosas. Era uno de los más callados en el grupo; nunca fue lo mío ser el bromista. Suspire cuando vi a Kai que iba a dar otro de sus chistecitos–. Un comentario más, y te parto la boca ¿Quedo claro, Kai? –dije apretando el  puño acelerador de mi Harley para salir disparado por las calles de Seúl.

Espere dos o tres minutos para que estuviéramos todos en el bar del viejo Long. Entramos, y algunas chicas se lanzaron a nuestros cuerpos. Antes, Kai, Lay y yo, éramos los únicos que recibíamos a las chicas como ellas nos recibían a nosotros. Una de ellas, Sora, me fue a besar, y yo voltee la cara. No podía. Simplemente, no podía. Los chicos se quedaron sorprendidos al verme reaccionar de esa manera. Sora era una de las chicas que movía cielo y tierra para que yo tuviera sexo con ella, y, como todo hombre calentón, aceptaba todas sus propuestas.

Pero ya no, eso se acabo. Con el único que seré un calentón ahora es por Luhan, y bueno, ganas no me faltaban.

Agarro mi cara para poder besarme, solo logro darme un beso entre mi labio y mejilla–. No más, Sora. Ya no más.–agarre sus manos y los quites de cara. Ella era linda. Tiene unas excelentes curvas y buen trasero. Siempre estaba disponible para mí. Pero esta vez, alguien si me esperaba en casa.

Demonios, jamás pensé en que alguien me esperara de esa forma.

Para mi suerte, Long nos recibió de manera puntual. A la 1:00am ya nos había abierto las puertas de su oficina para charlar sin todo ese ruido de afuera.

-Como los he echado de menos, mis pequeños chicos –Long era alto, de cuerpo fuerte y bien formado a pesar de sus cincuenta y tantos. Su cabello era entre negro y gris. Siempre vestía trajes caros con mucha joyería. Tenía una gran cicatriz en su quijada que siempre lo caracterizaba–. Bien, aquí está todo el dinero –dijo dándonos cinco fajos bien gruesos.

-Espera –susurro Kris. Sabía lo que iba a decir, por eso no me sorprendió su intervención repentina. Saco una bolsa plástica llena de marihuana–. Esto, es algo que no se pudo vender.

-¿Cómo? Mis chicos, ustedes son los mejores en esto. Tienen a todo Seúl en sus manos, y lo saben. Me han vendido todo lo que les doy desde hace años, nunca me han devuelto nada –se tiró en su sillón por la noticia. Agarro la bolsa y leyó el nombre que estaba escrito en códigos. Alzo la mirada para encontrarse con mis ojos–. Sehun, mi niño, ¿Qué te ha pasado? –Long siempre ha utilizado ese apodo en mí. Soy el vendedor más joven que ha tenido. Al principio me avergonzaba: “mi niño”, con el tiempo me di cuenta que era el único con un apodo digno y sincero.

-Yo… Long, yo me retirare –dije de manera estropeada.

Long se levantó de su sillón; rodeo el escritorio de caoba y se paró al frente de mí. Estaba preparado para cualquier tipo de comentario que me dijera.  Nos miramos a los ojos, agarro mi hombro hasta hacerme dar un paso hacia adelante, y murmuro–. ¿Por qué?

-No lo sé –balbucee con miedo. Pero luego, me llene de valor, y hable–.  Ya no puedo hacer esto –suspiro fuertemente mientras negaba con su cabeza–.Long, nunca he despreciado tus negocios, al contrario, me han dado grandes oportunidades. Pague muchas cosas con todo el dinero que me has dado, y ya me saque el peso de deberle al novio de Chanyeol. Pero ya, no puedo hacer esto, lo siento.

-¿Cómo se llama?

-¡¿Ah?! ¿Quién? –pregunte  confundido.

-La persona que te hizo cambiar, mi niño.

Los chicos se rieron y yo solo voltee  para darles una mirada fulminante típica de mi parte. Me di cuenta que no dijo: “La chica que te hizo cambiar”. Creo que no tiene problema por un él o ella; ya que dijo: “la persona”–. Luhan. Su nombre es Luhan –conteste con una sonrisa en mi rostro.

-Luhan. Ese nombre es chino, ¿no es así? –Yo solo asentí aun con una sonrisa–. Déjame decir solo unas cosa –trague grueso, sabia, que no me iba a ir de aquí como si nada. He visto a Long en sus peores momentos. Tal vez me golpearía–. Nunca antes te había visto sonreír. Si lo has decidido así, lo entenderé. No es fácil salirse de este mundo; mucho menos por una persona. Pero veo que ha pasado el tiempo y has madurado. Eso me alegra demasiado –sus palabras me dejaron en blanco. Vamos, lo he visto echar a patadas, e incluso con disparos a las personas que no lo obedecían o cosas así. Sus guardaespaldas estaban tan sorprendidos como yo.

-Gracias, Long. Gracias por todo –eso fue lo único que logre decir.

-Tengan –dijo dándonos los cinco fajos de dinero a cada uno. Yo no levante la mano para recibir el dinero. No vendí ni la mitad de lo que me habían dado–. Sehun, si no lo recibes, me molestare – con una sonrisa por su cambio repentino, lo acepte–. Quizás sea la última vez que te pague. Pero no la última vez que te vea, ¿bien? Si desapareces, buscaré tu trasero por todos lados. Hablo en serio, Sehun.

Les entregaron las bolsas llenas a los chicos. Se despidió de cada uno de nosotros como siempre suele hacerlo: un abrazo de oso, y dos palmadas en el cuello. Me agarro del hombro y me detuvo–. Un día debo conocerlo –yo asentí  dándole una sonrisa–. Hasta pronto.

Saque mi teléfono para ver la hora, que, ya marcada la 1:32am. Salimos del bar e hicimos el mismo unísono de motores. Kai y Lay, fueron los únicos en quedarse ahí parados esperando a que nos fuéramos.

-¿Qué? – le pregunte a los dos que me miraban con cara de derrota.

-No sé. Sera extraño no ser los tres –contesto Lay mientras metía sus manos en el bolsillo de su vaquero–. Primero Kris, luego Chanyeol, y ahora tú, Sehun. Esto es raro –se rió el mismo de su comentario y agacho su cabeza.

-El próximo serás tú –dije con voz sincera.

-¿Y por qué, puedo ser yo? –Protesto Kai.

-Por negro – conteste en seguida. Los chicos se rieron por mi estúpido comentario; mientras Kai me vio con la “mirada fulminante” que no sabía hacer. Yo me burle al escuchar que Chanyeol siguió agregando motivos de “porque Kai no era el próximo en ser flechado por Cupido”–. Bueno, ha sido un placer compartir con ustedes. Pero hay alguien que me está esperando en mi habitación –los chicos hicieron su típica bulla de pandilleros y yo volví a sonreír.

Llegue a la mansión oscura, y lo primero que hice fue subir las escaleras a toda velocidad. Abrí la puerta de mi habitación y vi a Luhan durmiendo en mi cama. Entre con cuidado para no hacer ruido; cerré la puerta y lo observe por unos largos minutos. Tenía su cabello mojado, seguramente se había bañado. Me acerque más a él, y me di cuenta que se había puesto su ropa interior. Pero lo que más llamo mi atención, fue ver que llevaba uno de mis suéteres negros. Solo esa acción, me hizo sonreír. Me senté en el sofá que quedaba casi al frente de mi cama.

No sé qué significa las pinturas para Luhan. Pero para mí, él era la mejor obra de arte, la mejor pintura, y lo mejor que puede existir.

Estaba enamorado de él desde el primer momento en que lo vi. Él fue la primera persona que ame con tan solo 4 años. Después de todo, siempre lo seguí amando todos estos años.

Siempre.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

PD:No puedo prometer fecha.

PD2: Comenten(? 

Nos leemos pronto


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