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Promise ~ HunHan por Joshe

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Notas del capitulo:

Holis(?

Guarden sus antorchas. Sé que duro por actualizar… pero sabrán, que no es nada fácil.

No es fácil cuando pierdes la inspiración.

No es fácil cuando trabajas y estudias (y más si trabajas todo el día)

No hablemos de mi tardanza en actualizar. Hablemos del capítulo pasado… SOLO IMAGINEN:

 A LUHAN ASÍ -> http://exoeurope.files.wordpress.com/2012/06/371.jpg 

SIENDO ESPERADO POR SEHUN ASÍ -> https://33.media.tumblr.com/018e6c42904a1692423101a066b830e1/tumblr_n70m68QNat1t1cii9o1_500.jpg

Oh por Dios… la perfección.

En fin, sé que este capítulo les gustara. Está lleno de morbo y lujuria (cejas) 

Capítulo 12

Mi vida dio un giro en cuanto empecé mi relación con Sehun. Apenas salía de la universidad, me iba directo a su casa, o él a la mía. Pocas eran las veces en la que dormíamos separados. El sabor de sus labios, el olor de su cuerpo, el sonido de su voz suave ya estaban grabados en mi mente. Era inevitable no adorar cada centímetro, y cada lugar de él.

Ya entendía porque Baekhyun estaba tan enganchado a este mundo de la mansión oscura.

Todos ellos eran diferentes; jamás a lo que yo imagine. Cada uno tenía su “característica”. Se querían, y eran una gran familia. Me tomo tres semanas para estar totalmente enganchados a ellos y, por supuesto, a Sehun.

Tenía grandes sentimientos por este chico. Como si mi vida empezara a depender de él. Era un poco estúpido cuando me sentía como a un niño enamorado. Pero yo siempre lo ame, nunca me olvide de él.  Y para mi suerte, él nunca se olvidó de mí.

Mis padres se sorprendieron al saber todo.

Bueno, no todo. Solo hable de lo poco que conocía de él.

Mis padres enseguida quisieron verlo, pero no me emociono mucho la idea. No sé con qué cara lo mirarían al saber qué clase de chico es, donde vive, y que hace con su vida. Mientras ellos pensaran que éramos amigos-hermanos… todo estaba bien.

A veces pensaba en preguntarle a Sehun que ocurrió con su vida después de que se fue del orfanato. Pero no quería presionarlo. Si nunca me lo dijo por sí solo, mucho menos lo hará cuando le haga un interrogatorio.

 

Me encontraba en mi camioneta de camino a una fiesta que a los chicos habían invitado. Me emocionaba la idea de ir a otra fiesta de puros “pandilleros”. Aparte de que sentía una fuerte presión al saber cómo iba a actuar Sehun; nunca se ha dado la oportunidad de ir a una fiesta donde este su círculo “amistoso”. Qué pasaría cuando pisemos aquel lugar, ¿me protegería como siempre lo hace? ¿Me besaría delante de todas esas personas que lo ven a él como al chico rudo? ¿Me verían de mala manera después de que paso por las bragas de muchas chicas? Una y mis preguntas rondaban por mi cabeza mientras miraba por la ventana.

-¿Te sientes bien? –Sehun acaricio mi pierna con su mano libre. Quito la mirada de la carretera y me dio un apretón en la rodilla para conseguir una respuesta.

-Sí. Solo que no sé qué podría pasar allí.

-Estás conmigo, recuerda eso – Vi su sonrisa pícara de héroe y le devolví una en respuesta cuando me volvió a ver–. Por cierto, no aceptes ningún tipo de bebida, ¿bien? –dijo con su voz gruesa pero a la vez suave.

-Está bien, lo prometo.

-Solo aceptaras las mías y la de los chicos de la casa.

Giramos hacia la derecha, y pude ver la fila de autos estacionados a los costados de toda la calle. Cada vez que nos acercábamos, sentía la vibración de la música. Sehun aparco a un lado y los demás chicos hicieron lo mismo. Ninguno trajo sus motocicletas, así que era un poco raro verlos sin esos cascos y sus guantes de cuero negro.

Voltee y vi a Baekhyun caminando de la mano con Chanyeol. Al igual que Kris lo hacía con Tao. Vi a Sehun que hablaba con Kai y sentí una fuerte oleada de envidia. Eran tonterías pensar esas cosas; pero si tan solo agarrara mi mano y me transmitiera que todo estaba bien, que no le avergonzaba estar conmigo…

Camine en silencio, escuchando las conversaciones de cada uno de ellos. Si mis padres supieran en donde me he metido, me matarían. Saque mi teléfono y teclee de manera rápida.

Buenas noches. Los amo.

Le di enviar, y recibí la notificación de que a mis padres les había llegado el mensaje.

En cuanto iba a pisar la acera para entrar a la casa, Sehun agarro mi mano y entrelazo mis dedos con los suyos: –Ya sabes, nada de recibir tragos de extraños – dicho esto, sonreí como a un estúpido cuando beso mi sien.

Entramos a la ruidosa casa estilo rustico y un aire caliente rodeo mi cuerpo. Camine ante la multitud sin soltar la mano de mi chico. El volteaba para asegurarse de que aún seguía bien o algo por el estilo. Me puso delante de él y agarro mi cintura con unos de sus brazos. Me guio hasta un mesón enorme de madera y saludo a un grupo de chicos que estaban ahí.

-Le presento a mi novio.

Era la primera vez que Sehun hacia eso. Y para ser más exacto, era la primera vez que me llamaba “novio”: –Un placer. Soy Luhan.

Los chicos quedaron con la mirada perdida, y nos miraban a ambos con un gran asombro.

-Viejo, jamás lo imagine de ti. Si de Kai, pero nunca de ti –hablo uno de los chicos que aún miraba con asombro.

-Te estoy escuchando – contesto Kai quien ya llegaba con un vaso en una mano.

Ellos se quedaron ahí hablando y yo le di un vistazo al lugar. Era como la vez que fui a la mansión oscura: Las luces apagadas –salvo el área del mesón que era donde se encontraba la bebida– un Dj a una esquina de la sala y las chicas moviendo sus caderas en toda la pista. Dos de ellas me saludaron de lejos y yo les respondí con una sonrisa. No es que me parecía feo el sexo opuesto; pero no eran mi tipo, y tampoco despertaban alguna chispa en mí.

Sehun puso una bebida en mis manos y me pico el ojo. Tome un poco y era vodka. Nada fuerte, pero tampoco ligero. Beso la comisura de mis labios y me hablo en el oído: – Yo no  bailo en las fiestas. No es lo mío. Pero ve y diviértete.

Yo solo negué con la cabeza.  Aun no me sentía a gusto como para llegar y empezar a bailar en el centro de la pista. Me quede como 20 minutos ahí al lado de Sehun. A veces él me decía una que otra palabra para asegurarse de que todo estaba bien. No es que quería tener una conversación con él en un lugar como este y mucho menos gritándonos para podernos escuchar. Pero tampoco pensaba quedarme toda la noche a su lado viendo a todos mover su cuerpo y rascarse con el transcurso de la noche. 

 Las dos chicas aún seguían en el medio de la pista y me sonreían de vez en cuando. Una de ellas, me hizo señas de que fuera hasta allí; ingenuo me señale a mí mismo para ver si no era con alguien más. Ella asintió y le sonreí de manera coqueta.

-Creo que iré a bailar – Sehun me miro con inseguridad y luego al área de baile. Puso una mano en mi mejilla y beso mis labios de manera lenta. Ya su sabor era fuerte por el ron, y frio por el hielo. Mordió mi labio inferior y tiro de él.

-Estaré aquí.

Vi a sus amigos con la mandíbula floja y los ojos desorientados por el acto que les dimos.

Llegue al corazón de la pista, el lugar donde se encontraban las chicas. En seguida, una de ellas agarro mi mano y me acerco a su pecho. Tenía olor fuertemente dulce. Empezó a moverse al ritmo de “Burn” de Ellie Goulding. Al principio lento, para luego pasar a un poco más rápido. Yo agarre su cadera con mi mano libre y me uní a sus movimientos.

La otra chica estaba atrás de mí. Agarro mi vaso medio vacío y me lo quito.  Ambas toqueteaban mi cuerpo de manera descontrolada. No despertaban alguna sensación en mí, pero por lo que vi, a ellas sí.

Un chico de mi estatura, con el cabello marrón se nos unió. Pasamos de ser solo tres. Nos turnábamos a las chicas y así fue por quince minutos. Una de ellas abrió mi boca y echo una bebida azul en ella. Yo trague en cuanto sentí el líquido frio. Estaba acalorado, y la sed ya se apoderaba de mi organismo. La chica tomo el resto de la bebida y tiro el vasito de plástico al piso. Agarro fuertemente mi cabello y me acerco a ella. Pensé que me iba a besar, pero opto por jugar con mi cuello.

 Eche un vistazo entre la multitud, y vi a Sehun en una esquina platicando con sus amigos. Seguí en lo mío, era una fiesta, y tenía que divertirme.

El ambiente, la música y el calor, permitió que la chica y yo nos entendiéramos bailando

Dos, tres, cuatro, cinco vasitos dejaba correr la chica por mi boca, y yo gustoso aceptaba.

Su mano acariciaba mi cuerpo de manera inexplicable. Ya cada toque, cada mordida despertaba una emoción en mí. Mire al techo, y las luces alumbraban mi cara descontroladamente. La chica desabotono los tres primeros botones de mi camisa, y solo dejo dos en su lugar. Jugo con mi pecho y derramo un poco de la bebida azul y lo lamio.

Me sentía tan bien que quería hacer lo mismo en ella.

Le di una sonrisa cuando ella me vio con sus ojos grandes y oscuros. Su piel era suave, y su cabello totalmente liso. Agarre lo que quedaba de la sexta bebida y lo eche en mi boca. Acerque su rostro al mío y la bese. Ambos compartimos el mismo sabor de aquella bebida azul. Mordí su labio y ella clavo las uñas en mi pecho.

Me separe de ella y me volvió a sonreír de manera angelical.

Volví a mirar el techo, y sentía que todo mi mundo daba vueltas. En cuanto quise bajar la mirada, sentí que me iba a caer. Unas fuertes manos me agarraron del brazo. Cuando iba a ver la cara de esa persona, vi a Sehun, a mi novio, con su típico ceño fruncido.

-¡Se acabó la fiesta para ti, Luhan! – gruño de tal manera que dolió. Su mandíbula se tensó y una vena se marcó en su frente.

Me saco de la pista de baile, y me guio hasta la salida. El frio de la calle me hizo estremecer. Baje la mirada a mi pecho, y lo vi al descubierto con dos marcas de rasguño. Sehun me agarro de la muñeca bruscamente y prácticamente me tiro en el copiloto de mi camioneta–. Sube –volvió a gruñir. Yo no entendía porque tenía esa actitud.

Mi cabeza palpitaba y sentía que todo me daba vuelta. Me recosté del asiento y sentía que me desmayaría. Escuche el fuerte sonido de la puerta que Sehun había tirado y maldijo con rabia.

-¡Luhan, te dije que no aceptaras bebidas de nadie! –grito dentro del carro. Y sentí que mi cabeza explotaría si lo volvía a hacer. Abrí mis ojos y lo vi. Su cara estaba dura y su mirada fría–. Maldita sea, mírate los ojos –gruño golpeando el volante.

Encendió el motor y acelero enseguida. No entendía su ira, así que cerré los ojos y me recosté del vidrio. 

 

-Bájate – me dijo Sehun. Cuando abrí los ojos. Ya nos encontrábamos en la mansión oscura.

Él se bajó y ni siquiera espero a que yo también lo hiciera. Escuche como subía a pasos fuertes las escaleras.  Hice un esfuerzo para bajarme y no caerme. Todo se sentía tan diferente. Cerré la puerta de mi camioneta y entre a la casa. Subí poco a poco y, cuando entre a la habitación de Sehun, lo vi sentado en la esquina de su cama con las manos agarrándose el cabello.

Lo vi un minuto y cerré la puerta lentamente.

-Solo te pedí una cosa Luhan. Una maldita cosa. Que-no-aceptaras-bebida-de-ninguna-persona – dijo separando cada palabra. Me vio a los ojos y apretó su mandíbula. Iba a defenderme, pero recordé a la chica dándome la bebida azul–. No tolero verte así. Solo mírate los ojos.

Me gire para verme en el espejo de su closet, y me encontré con unos ojos sin brillo. Mi cara esta roja, al igual que mis labios. Tenía el cabello pegado a la frente gracias al sudor. En ese momento sin sentir la música retumbar mis tímpanos, comprendo que no estaba ebrio… estaba drogado.

-Confié en ti Luhan. Confié tanto que nunca voltee a verte cada cinco minutos. Pero cuando lo hago… te veo compartiendo la famosa bebida de Vanessa.

Así era el nombre de la chica que me drogo. Se veía tan… buena.

-No sé si fui un estúpido al creer que no romperías la única maldita promesa que me hiciste. No te pedí mucho, Luhan. – cada palabra dolía. Cada mirada también–. No me he drogado desde que ti vi la primera vez. Simplemente no puedo hacerlo. No pude fumar hierba, no pude tomar pastillas, no pude tomar bebidas, ¿Por qué?  Porque tú te ves tan puro, tan noble, tan delicado que no me perdonaría ensuciar mi organismo de una maldita droga, pero tú si lo hiciste. No pensaste en mí, no pensaste en nosotros – dijo volviendo a gruñir. Se paró de la cama y quedo al frente de mí – Ni siquiera quiero y no puedo verte así drogado.

-¿Quieres que me vaya? – conteste como pude. No sabía que podía hacerlo. No me sentía bien para ser más realista. Sehun solo negó a mi pregunta.

-Yo dormiré en una habitación libre. Tú quédate aquí.  –Se volteo y se quitó la camisa. Quise tocarlo, pero sabía que no era lo correcto. Me miro por encima de su hombre y me dijo: –No quiero que te vayas, pero ten en cuenta que me has decepcionado.

Se encerró en el baño y yo me senté en el sofá. Realmente, ¿Qué había hecho? No podía creer que estuviese drogado. Sé que no debía beber nada de otras personas. Pero aquella chica se veía dulce como para no hacer aquellas cosas.

Vi la hora desde mi teléfono y eran las 4:43am. Mis manos estaban temblando, mordí mi labio y analicé todo lo que había hecho.

Sehun me tenía que perdonar. No sé cómo; pero tenía que hacerlo.

Con todas mis fuerzas, me pare del sofá. Un poco fuera de lugar a la hora de caminar, pero llegue hasta el pomo de la puerta del baño. Abrí lentamente y lo vi borrosamente. El vidrio de la ducha estaba empañado por el vapor del agua caliente. Toda su ropa estaba en el piso, cerré la puerta y me recosté de ella. No vi que el hizo un movimiento, así que me quede un minuto ahí. Pensando que hacer. Pensando que decir.

Abrí mis ojos y me quite la camisa de vestir blanca que tenía. Más atrás, mi pantalón negro, mis converses roja, y por último, mi ropa interior. Mi piel se puso de gallina en cuanto sentí el vapor apoderarse de mi cuerpo desnudo.

Me acerque a la ducha, y deslice el vidrio. Sehun tenía los brazos apoyados de la pared, al igual que su frente. El agua caía por su espalda blanca. Quise tocarlo, pero en cuanto escuchó que volví a deslizar el vidrio una vez que estaba dentro de la ducha, cerró sus manos en un puño.

Era ahora o nunca. No puedes ser un cobarde, Luhan.

Puse una de mis manos en su espalda, y sus músculos se tensaron. Me acerque más, y coloque la otra en su omoplato. Mis manos y brazos ya se empezaban a mojar, deje definitivamente el  miedo, y deposite un pequeño beso entre sus omoplatos.

-Lo siento –le susurre despacio.

Sehun agarró mi mano que ya se acercaba a sus costillas y me guio hacia donde estaba él. Mi cuerpo empezó a mojarse, y me estremecí cuando me pego de la pared en la que él tenía su frente apoyada. Estábamos mirándonos a los ojos, con nuestros cuerpos totalmente mojados. Puse mi mano en su hombro, y él la volvió a agarrar.

-Me estas volviendo loco, Luhan.

Dicho esto, me beso con fuerza. Gemí en su boca cuando pego todo su cuerpo con el mío.

El  beso era feroz, apasionado. Su lengua se enredaba con la mía de una manera exquisita que me hacía delirar provocando que gimiera aun cuando nos estábamos devorando sin control. Lo abracé acercándolo más a mí, deseando en ese momento unirme completamente a él. Sehun dejó de besarme. Y sus ojos estaban clavados en los míos.

Su mirada reflejaba deseo. El más sensual y delicioso deseo.

Y, oh Dios, como me encantaba que me mirara de esa forma. Me encantaba sentirme deseado por él.

-Hazme el amor, Sehun. –Le dije mientras depositaba un suave beso en su cuello–. Aquí. En la ducha. Hazme el amor aquí, por favor.

-No hiciste lo que te pedí en la fiesta, ¿Ahora por qué debo hacer lo que tú me pides? –su mirada cambio a ser fría y sin reflejo alguno.

Mordí mi labio inferior con tanta fuerza.

¿Me estaba hablando en serio?

-Vamos a hacerlo a mi modo. No quiero ser cruel contigo. Pero tampoco delicado.

Mi estómago sintiendo una fuerte oleada de deseo. Sentí mi miembro palpitar cuando su boca viaja por mi cuello lentamente. Puse mis manos en su espalda y el enseguida las bajo–. ¿Apresurado? –pregunto con malicia.

Cerré mis ojos fuertemente cuando choco su hombría con la mía. Ahora era yo quien se estaba volviendo loco. Apoye mi cabeza en la pared y deje que el agua callera en mi pecho. Sehun repartia besos castos y jadee cuando me dio un mordisco en el centro de mi torso.

Agarre su cabello y lo atraje a mi cara. Abrí mi boca para recibir la suya y el desvió su cara a mi oído–. ¿Quieres que te bese? ¿Quieres sentir mi boca caliente con la tuya? –me volvió a ver a los ojos, y su sonrisa era totalmente picara y llena de malicia – Como te dije Luhan, vamos a hacerlo a mi modo. Tú no cumpliste lo que te pedí. Así que yo no cumpliré lo que me pidas.

 Maldije en voz baja y el sonrió de manera victoriosa.

Volvió a besar mi cuello. Y eso me sacaba de quicio. Quería su boca con la mía.

Agarro mi miembro con una de sus manos, y empezó a bajar y a subir lentamente. Gemí cuando apretó la punta y bajo rápidamente. Nuevamente apoye la cabeza de la pared. Mire hacia arriba y mi vista se volvía borrosa.

El deseo y la pasión que ejercía en cada movimiento con su mano me hacían gemir fuertemente. Quería que fuera más rápido. Quería que me hiciera acabar. Así que se lo pedí: -Por favor Sehun, más rápido –le dije mientras cerraba mis ojos y mordí mis labios para callar mis fuertes gemidos.

-¿Quieres que vayas más rápido? –su voz era ronca. Llena de lujuria, y eso me hacía desearlo de una manera incondicional–. ¿Así? –dijo mientras apretaba mi miembro palpitante contra su palma; subía y baja su mano su manera rápida. Iba tan rápido, que en pocos segundos acabaría–. Sería una lástima que dejara de hacerlo ahora mismo.

Gruñí cuando soltó mi miembro dejándolo deseoso de más. Mi pecho se inflaba y desinflaba fuertemente por el casi orgasmo que tenía.

Maldije nuevamente y Sehun sonrió.

Se acercó lentamente a mí. Pegando su pecho con el mío. Agarro mi cara, pero yo baje la mirada. Mordió mi labio inferior y tiro de él.

Estaba viendo otro lado de Sehun. Su lado salvaje a la hora de hacer el amor.

Cerré mis ojos cuando su lengua caliente se encontraba con la mía. El beso fue lento. Nos estábamos probando con más suavidad. Su boca se sentía suave y delicada bajo el agua.

Jamás me cansaría de sus besos, del sabor de su boca. Jamás.

Deshizo el beso y bajo desde mis labios, hasta mi clavícula y nuevamente a mi cuello. Paso su lengua por esas tres partes y yo jadee por el fuerte deseo que sentía.

-Date la vuelta –me susurro con su voz profunda–. Quiero saborearte por completo.

Dicho esto me guio hasta dejarme al frente del vidrio que encontraba empañado por el vapor del agua. Sehun me dio un pequeño mordisco en el hombro y luego subió por detrás de mi oreja. Gemí cuando su aliento caliente choco con mi cuello. Bajo dando besos por mi columna y luego volvió a subir.

Lo quería dentro de mí. Ya mi cuerpo no daba para más.

Y eso empezó a hacer.

Roso su ya erecto miembro en mi parte trasera. Dije su nombre en un susurro cuando se adentraba lentamente en mi cuerpo.

No hubo necesidad de una preparación. De dedos o lubricante. El agua y mi excitación ya era de gran ayuda.

Pegue mi frente del vidrio y Sehun depósito un beso en mi cabello mojado.

-Eres mío, Luhan.

-Soy tuyo y tú también eres mío –dije soltando fuertes jadeos de mi interior.

Sentí como el frio del vidrio en la que estaba prácticamente pegado se colaba por mi cuerpo, pero ese frio que sentí fue rápidamente sustituido por llamas de placer que se extendían por toda mi piel cuando Sehun empezó a introducir completamente su miembro dentro de mí. Mis ojos se cerraron fuertemente ante la sensación de saciedad, y la de un poco de dolor, causando que mi aliento saliera corriendo en un siseo y chorara con el vidrio y empañándolo más.

Luego de estar completamente dentro de mí. Me susurro suavemente:

-Soy tuyo, Luhan. Y, ¿sabes algo más? Te quiero.

Mis ojos se nublaron de un momento a otro a causa de las lágrimas que amenazaban violentamente con salir.

-Repítelo. –Le dije.

-¿Quieres que le repita? –contesto nuevamente con su voz fría.

Yo solo asentí esperanzado.

-Te quiero. –Repitió. Adore más su voz luego de escucharlo decir “Te quiero”.

Y las profundas y deliciosas embestidas empezaron.

No sabía exactamente por qué motivo estaba siendo más vocal en el sexo que lo normal. Pero por alguna razón mientras Sehun entraba y salía de mi interior quería que mis gritos, suplicas, gemidos y jadeos fueran escuchados por todo el mundo.

Un poco exagerado, lo sé.

Tal vez aún seguía drogado y por eso mi reacción. Sentía tanta adrenalina en todo mi cuerpo, que puedo sentir el sonido de los latidos de nuestros corazones.

Lo que si tengo claro, es que dentro de mí, algo tan profundo, se había removido a causa de las palabras de Sehun. Sentía ganas de que quién nos escuchara, supiera que yo era de Sehun y él era mío, porque me quiere.

Porque nos queremos.

-¡Más! ¡Más! –Suplique sintiendo lo tan profundo que llegaba Sehun. Tocando mi próstata en cada una de sus certeras penetraciones- ¡Sí! ¡Dios, sí!

Presione cuidadosamente mis manos queriendo rasguñar el vidrio. Era imposible hacer eso. Pero necesitaba transmitir mi deseo y dolor a algo. Y todo eso, lo transmití cuando Sehun entrelazo sus manos con las mías. Nuestros nudillos chocaban fuertemente en el vidrio; tanto así, que pensé que se iba a romper. Mis uñas poco a poco se fueron clavando en la palma de su mano. Debido a mi acción recibí un ronco gruñido por parte de Sehun.

Era perfecto todo lo que estábamos haciendo.

Sus embestidas eran lentas y luego rápidas, manteniéndose de esa manera. Pero demostrando la notoria desesperación que nacía de la necesidad y el hambre que sentía Sehun por estar dentro de mí. Así mismo yo sentía esa necesidad de ser consumido  y devorado por él.

-Dime que me perteneces. –Los dedos de Sehun se cerraron más a los míos y ambos gemíamos con cada embestida que me daba–.  Dilo.

-Tuyo. –Apenas dije la palabra antes de que Sehun comenzara a golpear más fuerte dentro de mí, estrellándose contra mi cuerpo; saqueándome, afirmándose y asediando a mis profundidades más íntimas.

Sentí aquel cosquilleo que me indicaba que iba a llegar a mi preciado orgasmo.

Mis gemidos no paraban. Mi garganta empezaba a doler a causa de mis gritos. Pero esta sensación merece cualquier dolor de garganta. Porque me encanta. Me fascina que Sehun me haga el amor. Me enloquecen sus penetraciones y la manera tan desesperada en que gruñía.

-Sí… sí… –Lo escucho decir mientras le da más presión a su agarre en mis manos.

Él también está a punto de llegar.

-No pares, Sehun. Aún no. –Mi voz se escucha cada vez más ronca.

Ahí viene. El cosquilleo es más insoportable. Escuche su risa cuando siento que ya iba llegar a mi orgasmo.

-Ángel, estás tan caliente aquí. –Sehun salió dentro de mí y para cuando volvió a introducirme esta vez con tanta profundidad mi delirio me consumió, mi cuerpo se tensó y me vine. Llegué a mi orgasmo en un gemido silencio; abrí mi boca pero el placer era tan inmenso que no podía hacer ningún sonido.

Sehun embistió unas cuantas veces más y se vino dentro de mí, marcándose como suyo de nuevo.

Ambos estábamos agotados.

Con delicadeza salió de mi interior recibiendo de mi parte un suave jadeo. Para cuando mi frente volvió a tocar el vidrio, Sehun ya tenía su cara metida en mi cuello, y abrazaba mi cintura fuertemente.

-Te lo digo nuevamente, Luhan, me estas volviendo loco.

Notas finales:

Pueden dejar sus comentarios bellezas. Y por supuesto, pueden dar ideas. 

Nos leemos luego. No sé cuando, pero lo hare ♥


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