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Promise ~ HunHan por Joshe

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Notas del capitulo:

He vuelto(?) -grillos-:c

Capítulo 2

 

¿Era Sehun? ¿Mi Sehun? Me decía en mi mente una y otra vez decepcionado. La rabia estaba por todo mi cuerpo; no sabía por qué estaba molesto, ¿molesto porque ya había encontrado a Sehun y saber qué clase de persona era? ¿Molesto porque me trato como si yo fuese el niño de papi y mami que todo el mundo le puede hacer daño? ¿O estaba molesto… porque no se tomó la molestia al decirme quién era el realmente?

Frene la camioneta en plena autopista solitaria y golpee 3 veces al volante y mis ojos se cristalizaron… había olvidado que estaba solo.

 -¿Pasa algo, Luhan? –Escuché a lo lejos la voz preocupada de Baekhyun sabiendo que él estaba a solo un espacio pequeño alejado de mí e inclusive sentía como me halaba  por el brazo pero yo no podía reaccionar–. ¡Luhan! ¿Dime que sucede? –La voz de Baekhyun cada vez la escuchaba más lejos.

-Nada.  –Conteste con un hilo de voz, quería llorar, gritar, liberar todas esas emociones que me estaban matando en ese momento.

-¿Cómo vas a decir que “nada” cuando has frenado de esa manera? De verdad no era mi intención molestarte, si realmente no me hubieses querido buscar lo iba entender. No debí insistirte, lo siento. –Se disculpó bajando su mirada, su tono de voz era de total arrepentimiento y me sentí mal porque Baekhyun no tenía nada que ver en eso.

-No es eso Baekhyun; no me molesta que te haya tenido que ir a buscar, no me molesta que me haya tenido que meter a ese lugar… lo que realmente me molesta, es ese chico de cabello amarillo con negro.

-¿Sehun? Pero si Sehun es callado. ¿Qué te hizo? –Preguntaba confundido y negando con su cabeza.

-No es por lo que me dijo o hizo; es por quien es. –Aclare.

-¿Por qué? Sé que es odioso, a veces muy seco para mi gusto y…

-Baekhyun, no se trata de como sea. –Interrumpí  al borde de las lágrimas–. Se trata de quien es él. Lo conozco… lo conozco demasiado o al menos eso pensaba. –Confesé finalmente llorando –. …l…

“-¿Me lo prometes?

Te lo prometo.”

Recordé nuestras últimas palabras y quede en blanco.

-No entiendo nada. –Hablo Baekhyun confundido sacándome en seco de mis pensamientos–. Es mejor que yo maneje y te lleve hasta tu casa; yo luego llamo a un taxi.

-No. –Me negué a su propuesta secando mis lágrimas–. Te llevaré a tu casa.

Durante el camino no nos dijimos ni una palabra. Baekhyun no entendía nada, y a pesar de su preocupación, no me hizo ninguna pregunta; aparte yo no sentía la fuerza para responder a ellas. Llegue a la entrada de su casa y Baekhyun quito su cinturón.

-Me debes una larga explicación.  –Comento con mucha preocupación.

-Lo sé.  –Afirmé.

-Gracias por traerme, Luhan. Me avisas cuando llegues.  –Asentí después de escuchar sus palabras y le sonreí cuando bajo de la camioneta y tras cerrar la puerta se despidió agitando su mano.

***

 

Estaba tirado en mi cama mirando el techo. ¿Debería decirles a mis padres que vi a Sehun? O simplemente ahorrarme todo lo sucedido de ayer… pero no podía sacarlo de mi cabeza. Golpeé la cama con un puño y sentí la frustración en mi cuerpo.

Si les decía a mis padres ellos en seguida se alegraran y dirían: “Tráelo a casa y cenamos juntos” pero, ¿Cómo decirle que es un delincuente y me dijo que jamás fuese a su casa? Y ahí sería otra explicación, decirles que fui a buscar a Baekhyun porque sus padres no lo podían ver llegar con su novio que también es un delincuente. Mejor me ahorraba todo ese secreto.

Mi mente aún seguía recordando a Sehun mirándome seriamente… pero, ¿Por qué no lo podía sacar de mi mente?

…l me trato muy mal.

-Es hermoso. –Susurre sin pensarlo mientras recordaba cada una de las facciones de su rostro– ¡Dios! En vedad, es muy hermoso. –Mis ojos se abrieron como platos y puse mis manos en mi boca –. No, no, no, no, ¿Cómo se te ocurre decir eso, Luhan? No seas estúpido, te trato mal, no le importo quien eras… hasta te restregó en la cara que no cumples las promesas. –Peleaba conmigo mismo, no podía creer que después de cómo me trato yo anduviera pensando en lo hermoso que es.

No podía terminar de creer como aquel niño dulce que alguna vez conocí se había convertido en un chico malo. Pero… ¡Demonios! No puedo dejar de pensar lo hermoso que es, cada rasgo de su rostro es… ¿Cómo llamarlo?

¿Perfecto?

¿Único?

¿Hermoso?

Quizá esas tres definían el rostro de Sehun, y esa mirada tan hipnotizante; de esas miradas que provoca perderse a pesar de la gran frialdad que esta reflejaba. Sus labios, aquellos que llamaban a ser probados y…

-¡Basta, Luhan! ¡¿Qué pasa contigo?! –Me quería golpear, yo no podía andar con esos pensamientos. Simplemente, no podía.

-¿Peleando con tus demonios? –Escuché la voz de mi madre entrando a mi habitación.

-Algo.  –Conteste frustrado –. Pero… es algo sin sentido. –Sonreí–. Mamá, ¿Qué pasa si vez a una persona que no veías desde hace muchos años… y no puede salir de tu mente? 

-¿A quién viste? –Pregunto sonriéndome como si fuese el mayor secreto de colegialas enamoradas.

-Oh no, yo no… fue Baekhyun, se encontró a un amigo… y ahora anda pensando todo el día en el –Mentí.

-Hare que te creo hijo, y te seguiré la corriente con que ese “amigo” es de Baekhyun. –Agrego guiñándome un ojo–. Puede que le guste. –Sugirió mirándome a los ojos de una manera que me ponía la piel de gallina, no podía engañarla.

-¿Gustar? No, no le puede gustar. –Titubeé. ¡Vaya, me sorprende mi manera de actuar sin nervios!

-¿Por qué no? Si vive en su mente todo el día como tú dices… es porque le gusta, ¿Quién va a tener a alguien su mente cuando en realidad lo odia? –Respondió a si misma su pregunta— Nadie, porque simplemente lo odia y lo ignora; pero si odias a alguien y piensas diariamente en él y en tu mente no está la palabra “odio a ese chico”… es porque le gusta. –Explico.

-Entonces… a Baekhyun le gusta. –Hable en voz baja. ¿A mí no me puede gustar Sehun, verdad?

-Correcto, pero bueno… no vine para hablar de “Baekhyun” –Comentó haciendo con sus dedos comillas imaginarias mientras pronunciaba en el nombre mi amigo –. Vine para decirte que tu padre y yo ya nos a China.

-Uhm, lo había olvidado. –Confesé suspirando.

-Lo siento hijo. Sabes que querríamos que fueses con nosotros… pero tenemos que ir solo para firmar los papeles de la casa. –Aclaro con su característico tono de voz dulce.

-Lo sé, y lo importante es que estarán para mi presentación de arte.

-Sí; por eso decidimos ir estos días.

-Me quedaré en mi apartamento. Así estaré más… “acompañado” por el ruido y eso.

-Pero aquí estarás con las sirvientas.

-En el apartamento estaré en la ciudad, aquí en la quinta, solo se escuchan los carros de los vecinos llegar en la noche.

Mi padre se asomó y toco la puerta. Entro y también se sentó en la cama.

-Ya nos debemos ir. –Le informo a mi madre agarrando su mano y luego agarrando la mía.

-Odio tener que irme y dejarte aquí… solo.  –Mi madre bajo su mirada totalmente apenada.

-¡Oh mama! Serán un par de días; sabes que debes ir.  –Tome su mano y le sonreí.

-Hijo cuídate. Te llamaré cuando lleguemos a China y a cada hora.  –Esta vez hablo mi padre sonriéndome a mí y a mi mamá.

-Te amo.  –Murmuro mi madre besando mi frente.

-Y yo a ti.

-Cuídate hijo. Te amo –Me dijo mi padre haciendo lo mismo.

-Igual.

Realmente amaba a mis padres…  no teníamos la misma sangre, pero darían todo por mí, y eso lo apreciaba.

Amaba todo ellos, sus sonrisas, sus abrazos, sus palabras sus “te amo” ellos cada día me reconfortaban con su amor, su apoyo. Me sentía feliz de tener unos padres como ellos.

 

A las 2 horas me fui a mi apartamento en Gangnam… si, mis padres habían exagerado. Se me hacía difícil trasladarme diariamente a la universidad; vivir a un lado de la ciudad donde solo están pocas quintas… no era fácil, así que decidieron comprarme un “pequeño” apartamento, y también como excusa de regalo por mi cumpleaños número 20.

Me asome en el balcón y observaba la ciudad, escuchaba los carros, los murmullos de las personas y sentí la necesidad de salir en mi carro, y eso hice; pero cuando me percate donde estaba cerré mis ojos con fuerza abriendo la puerta odiándome… ya no había marcha atrás.

– Pero miren quien regreso. –Kai grito a penas me vio para que todos escucharan por encima de la música.

Esta vez habían más personas… muchas diría yo. Moví mis ojos un par de veces ante todos esos chicos y chicas hasta que encontré a Sehun… tenia a una chica en sus piernas y una botella en su mano, ¿para qué había ido a ese lugar? Me pregunte con rabia en mi mente. Mordí el interior de mi cachete y sentí la sangre en la lengua.

Había ido por él, porque desde que me subí en la camioneta y mucho antes de eso había estado pensando en Sehun. Eres un estúpido Luhan, un total y gran estúpido.

Sehun paro a la chica de sus piernas y le dio la botella. Vestía la misma ropa de ayer, a diferencia que esta vez su camisa era negra… estaba todo de negro, y eso lo hacía ver… sexy. No, no, no, Luhan… basta.

-Te dije que no vinieras. –Demando cuando estuvo a pocos metros de mí.

-Lo se, pero…

-¿Pero qué? –Interrumpió–. ¿Pensaste que cuando tú supieras quién era, yo iba a salir corriendo a tus brazos? Te equivocaste. –Apretó su mandíbula, se le notaba muy molesto–. Vete de aquí.

 

-¿Pero por qué me tratas como si fuese una estorbo? Lamento no haber cumplido mi promesa, lamento que te haya dejado, lamento haberte hecho sufrir. –Me disculpe, mientras empezaba a sentir mi cuerpo caliente por la rabia.

-¡Por favor, Luhan! –Exclamo diciendo mi nombre por primera vez después de hace 13 años–. ¿Piensas que aun llevo ese remordimiento en mi mente? Eso era cosas de niños, cosas sin sentido. Crecí y entendí que no había nacido para nadie en este mundo, así que no vengas a darme tus explicaciones y condolencias de cosas que pasaron hace años.

-¿En quién te convertiste? –Pregunté con la voz rígida.

-Solo te diré que la persona que conociste hace años… murió. En mí ya no queda nada de cariño, gentileza y amor por las personas; eso murió, así que lárgate de aquí antes de que no sea nada gentil contigo. –Hablo sin rodeos acercándose lo suficiente para poder oler su perfume y que su aliento a alcohol chocara en mi cara.

Mi teléfono sonó y me hizo reaccionar. Baje la mirada para mirar la pantalla y sentí como una lágrima cayo… no podía llorar, no delante de él, pero ya era demasiado tarde.

-Hola madre. –Conteste la llamada con la voz quebrada. Sehun solo me miro despectivamente para luego dirigir su mirada a otro lado–. Sí, estoy bien… solo algo. ¡Oh no! No estoy llorando. –Le mentí de nuevo sabiendo que ella no me creía mientras secaba mis lágrimas–. Solo que me sentí nostálgico repentinamente, pero llamare a mi novio para ir a cenar, necesito distraerme–. Dije casi que separando la palabra novio para que Sehun supiera… aunque su cara de hetero me decía que le daría igual, así como le daría igual que yo era homosexual–. Está bien, descansa. Le mandas saludos a papá. También te amo, adiós.

Sehun me vio a los ojos y suspiro sonriendo por lo bajo.

–Ya que mencionaste hace un momento lo de una promesa, te quiero pedir  una, ¿Me dejas?

– ¿Promesa? ¿Qué tipo de promesa?

– ¿Me dejas, sí o no?

– Está bien, dime que promesa.

– Prométeme que no volverás jamás por aquí. –Quería negarme, quería decirle que él no era nadie para decirme que hacer o no. Pero la forma en que me miro me asusto; definitivamente no era el Sehun que creí conocer. Había cambiado tanto.

–Prometo que no nos volveremos a ver más nunca. –Hable desganado dándole la espalda, en ese momento… quería llorar.

Notas finales:

Por favor, esperen el capitulo 3 b29;


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