Capitulo 4
-Luhan. –Sehun se recostó del marco de la puerta, y puso sus brazos cruzados en el pecho.
-¿Cómo llegaste hasta aquí? –Pregunte confundido–. ¿Quieres pasar? – Sentía un fuerte cosquilleo en mi estómago. La única comida que tenía mi cuerpo, había desaparecido. Él estaba aquí afuera de mi apartamento.
-Baekhyun me dio tu dirección. Y no, gracias. Solo vine a traerte esto – metió su mano en la chaqueta y saco un fajo de billetes–. Ten, es la cantidad exacta que pagaste en la comisaria.
-Baekhyun me lo iba a pagar –Replique, le puse mala cara al escuchar su tono frío, que por cierto no es raro en él pero me molesto lo suficiente en ese momento.
-Detesto que me deban, por lo tanto… a mí no me gusta deber. Acéptalo por las buenas –Dijo mirándome a los ojos. Su tono demandante me asustó un poco por lo que tome el fajo de billetes y baje la mirada para romper el contacto visual–. Bueno, me iré. No quiero que llegue tu novio y me vea aquí; Baekhyun me dijo que era muy pesado –Comentó mientras alzaba las cejas de manera sarcástica.
-Él no es ningún pesado, solo me cuida. Además, no está en el país –Contrarresté apretando mi mandíbula con fuerza.
Que inteligente de tu parte Luhan, “no está en el país” así que puedes decirle a Kai que me secuestre. Eres un tonto Luhan. Me sorprende mi capacidad de repuestas. Soy un estúpido.
-¿Estas solo? –Pregunto repentinamente sacándome de mí reproche mental, después de unos segundos asentí –. Entonces disfruta de tu soledad –Hablo despectivamente. Me moleste y le tire la puerta en la cara, pero algo detuvo que sonara de golpe –Espera, ¿no harás nada lo que queda de esta noche?
-¿Desde cuándo te interesa lo que yo hago? –Le pregunté abriendo la puerta con molestia un tanto fingida. Que él se haya limitado a hacerme esa pregunta hizo que sintiera mi corazón latir con fuerza. Sí, soy un tonto.
-Sé que trate mal, pero quiero compensarte por lo que hiciste hoy.
-¿Ahora me quieres pagar por mi gratitud? Tranquilo Sehun, no lo hice para que me dieran algo a cambio –Lo mire a la cara y el frunció el ceño.
-Oh vamos Luhan, sal de tu rutina de niño bueno. Tu novio no está y vives solo, diviértete por un día – hablo mirándome no con sus ojos de manera profunda… era una mirada de “amabilidad”–. La fiesta es por el cumpleaños de Kai, ¿quieres ir, habrá muchas chicas? Bueno, en tu caso te diré que hay muchos chicos, y está tu amigo –la palabra “chicos” la recalco con ironía mientras alzaba sus cejas de forma “coqueta”. Estúpido hetero–. ¿Entonces? ¿Qué dices?
¿Quedarme aquí acostado leyendo un libro, o, irme con Sehun a la fiesta? Luhan… es solo una fiesta; demuéstrale que tú también tienes tu lado divertido. Aparte tú querías ir. –Está bien déjame ir por las llaves del carro –Informé con mis mejillas ruborizadas.
-¿Llaves del carro? –rodo los ojos y me dio una sonrisa seca –. ¿Crees que llegue aquí a pie? Vine en mi motocicleta… y ahí nos iremos.
-¿Motocicleta? Pero, yo jamás me he montado en una, no iré en esa cosa.
-¿Esa cosa?… –rió, pero no de forma seca; rió de una manera en que hace muchos años atrás el lo hacía cuando éramos unos niños, esa risa que me contagiaba hasta lo más profundo de mis entrañas, cuando ríe se ve hermoso… perfecto. –Esa cosa como tú le dices cuesta mucho dinero, no es cualquier motocicleta. – Sentenció entrecerrando los ojos–. Vas en mi motocicleta, o, te arriesgas a llevar esa camioneta al barrio que hasta yo mismo te la puedo robar.
Lo mire unos segundos y pensé lo que había dicho.
-Iré por mi billetera –dije–. Espera un minuto.
-Que educado. Te criaron bien –susurro alzando una ceja. Voltee y lo mire sin hacer ningún gesto.
Estúpido
***
Bajamos y no hablamos de nada. Además no me sentía cómodo con él. Hace días me corría del barrio, y ahora, me lleva a una fiesta.
Me odiaba. Pude ser tan estúpido y aceptar. Me hubiese rehusado a ir, ¿Pero a quien le miento? Si no hubiese aceptado me estuviera arrepintiendo, y cometería algún acto estúpido; como el de ir yo solo hasta allá y ver la cara de Sehun con las ganas de decirme “no te resististe”.
-No le tienes miedo al peligro, ¿verdad?
-¿En qué sentido? –Pregunte queriendo saber a qué clase de “peligro” nos enfrentaríamos. Arranco la moto a toda velocidad y yo cruce mis manos en su cintura.
-Me lo imagine –Grito riendo por primera vez desde que lo había visto.
Yo amaba la adrenalina, pero esto nunca lo había experimentado.
El aire chocaba con mi cara y sentía una sensación de emoción. Me solté de su cintura y sonreí al sentir el aire por todo mi cuerpo; en cada curva de la carretera sentía el peligro. Desde hace mucho tiempo, no me había sentido libre. Hace mucho tiempo… no me sentía más vivo que nunca. Mi camisa de cuadro abierta estaba volando como una “capa”, y mi gorra se alzaba una y otra vez, así que decide quitármela.
Nos tomó 15 minutos llegar hasta a su casa; el lugar estaba lleno de personas afuera con botellas en manos, cigarrillos y otras cosa.
-Bienvenido a una verdadera fiesta, Luhan –Hablo cerca de mi oído para que lo pudiera escuchar. La música prácticamente se escuchaba en todo el sector de donde nos encontrábamos. Así como salían personas de la “mansión oscura” entraban muchos más.
-¿Esta casa es tuya? –Pregunte mirando todo el lugar, estas eran las fiesta de las que tanto hablaba Baekhyun.
-No. En realidad, la casa es de Kris, el novio de Tao. Pero todos vivimos aquí.
-¿Una casa de puros homosexuales? –Lo dije en chiste, pero al ver su cara, mi sonrisa desapareció.
-¿Es un chiste? –alzo su ceja y me veía directo a los ojos.
-Lo siento, no sabía que eras homofóbico –Sabía que había hablado sin pensar.
Sehun me miro sorprendido, como si lo hubiese cacheteado–. Homofóbico, ¿yo? ¿Cómo ser homofóbico cuando convivo con 3 gays? – contesto –. Bueno, no estamos aquí para que hablemos de mi o de ti. Entremos, capaz y encuentres a un chico con el que puedas pasar la fiesta – dijo riendo otra vez y yo solo lo mire serio–. Era un chiste – contesto poniéndose serio otra vez –. Pero si hay personas allá adentre que quizá si sean de tu agrado, suerte.
-¡¿Qué?! No entrare solo –Grite mientras agitaba la gorra como un niño–. Tú me invitas, ¿y me haces pasar solo a una fiesta donde no conozco a nadie?
-Conoces a BaekHyun – yo seguí mirándolo serio y el frunció sus labios–. Esta bien, vamos.
Cuando caminamos hasta la puerta, unas tres chicas se fueron a los brazos de Sehun. El entro con las chicas y yo seguía atrás de ellos. El lugar olía a cigarrillo y alcohol. La música estaba a todo volumen, así que todo el barrio podía escuchar “Wake me up”. Habían luces led por toda la casa, y realmente esta casa es una “mansión”.
Este es el mundo de Sehun, esta era la vida de él.
-¡Luhan! –Grito Baekhyun abrazándome por la espalda mientras me sacaba de mis pensamientos. Me gire y ahí estaban todo ellos.
-Feliz cumpleaños Kai –Grite cerca de su mejilla para que me pudiera escuchar.
Se acerco más a mí y puso uno de sus brazos sobre mis hombros–. Sabía que ibas a venir. Sé que quería secuestrarte, pero eso quedo en el pasado, ¿de acuerdo?
-De acuerdo –Le sonreí de manera débil al escuchar “secuestrarte”. Vi a Sehun que nos miraba y luego aparto su mirada para seguir con lo que estaba haciendo.
-Bien, ¡vamos a celebrar! –Grito Kai y luego me dio un vaso con bebida alcohólica. Todos me miraron esperando mi reacción, y yo acepte sonriendo.
Las fiestas a las que he asistido eran diferentes a estas. Aquí todos toman, bailan y hablan al mismo tiempo; otros están jugando pool, futbol de mesa o dardos. A las fiestas que yo voy solo se toma whisky o champagne. Ya veo porque Baekhyun había dejado de asistir a las “fiestas” de los chicos de la universidad.
Bebida, tras bebida era lo que tenía en mis manos; me sentía feliz, me sentía libre. Unas chicas se me acercaban y yo no las rechazaba. Baile con ellas… pero no fue nada del otro mundo. Algunas veces chocaba con los ojos secos de Sehun, pero no le tomaba importancia, quería divertirme por primera vez.
Kai me llamo para que fuera hasta donde ellos estaban – ¿Sabes jugar Futbol de mesa? –Me pregunto con una sonrisa que puede decir “soy sexy”.
-Algo. –Mentí, en realidad, era un experto. Mi padre me había regalado uno a los 14 años.
-Perfecto. ¿Qué te parece si hacemos una pequeña apuesta? –Dijo sonriendo nuevamente.
-¿Apostar? –Conteste con mi sonrisa de “también puedo ser sexy”–. ¿Qué apuestas tú?
-Si yo gano, saldrás conmigo… mañana. –Su sonrisa esta vez se hizo más grande.
Le sonreí y lo vi pensando en cuál sería su mayor dolor–. Si yo gano, me darás tu motocicleta –los chicos gritaron cuando termine de hablar.
-Está bien Luhan. ¿A dónde te gustaría ir?
-A donde tú quieras. Pero te recuerdo, que no podremos salir si no tienes tu moto, ¿o quieres que te lleve en mi camioneta? –Conteste aun con una sonrisa en mi rostro.
La partida empezó, y debía admitir que Kai era bueno, pero yo era mejor. Sehun nos miraba desde muy lejos, aún seguía con sus tres chicas arriba de él, no me molestaba… pero tampoco me alegraba.
-¿Listo para perder? –Le dije a Kai. Quien a pesar de tener una piel morena, su rostro estaba más que pálido después de yo haber metido 4 goles seguidos y el marcador quedara a mi favor, por una puntuación de 11 a 7. Me concentre en mis últimos movimientos, hasta que vi como la pelota entraba en la pequeña arquería. Todos gritaron, menos Kai que aun lucia desconcertado.
-¿Podemos eliminar la apuesta?
-Para nada querido amigo. –Extendí mi mano para que Kai me diera la llave de su motocicleta.
-Luhan, es mi cumpleaños. –Dijo mirando sus llaves como si fuese lo más preciado.
Le puse una mano en el hombro y le sonreí–. Está bien, solo por esta vez. La próxima me darás las llaves –Kai se lanzó a mis brazos y balbuceaba “gracias” muchas veces. Agarro mi cara y lo tuvo a centímetros de la mía.
-Ya basta Kai –Le dijo Sehun agarrándolo de la chaqueta para apartarlo de mí–. Es tu fiesta, y recuerda que estas personas están aquí por ti.
-Tienes razón –Kai me miro y me dio una sonrisa–. Gracias Luhan – se me acerco, me dio otro abrazo y se fue.
-Gracias Seh– cuando me gire… ya Sehun no estaba.
-Luhan, ven, la fiesta aún no ha terminado – dijo Tao quien traía otro vasos con bebida alcohólica.
Eran las 3:16am las personas aún seguían con la misma energía desde que yo había llegado, ¿Qué pensarían mis padres al saber de qué yo estuve en un lugar así, o, qué pasaría si Hyung Ki se entera de que he venido tres veces a este barrio? Es una locura, todo esto es irreal, todo esto es perfecto. Me reía y bailaba con un grupo de personas que ni yo conocía, pero me sentía a gusto con ellos. La ronda de bebidas nunca terminaba, ya mi mente no se sentía estable, pero mi cuerpo sí.
Las personas poco a poco se estaban retirando de la “mansión”. Vi mi reloj y ya iban a hacer las 6:00am. No podía creer que yo aún seguía despierto.
Vi a Baekhyun quien estaba riendo con Chanyeol en un rincón de la casa –Baekhyun. –Le hable para llamar su atención, se giró y me vio.
-¡Luhan, amigo! ¿Ves lo genial que la pasamos aquí? –Dijo riéndose mientras se iba de lado.
-Tenías razón, me he divertido mucho. Pero no vine a interrumpirte por eso. Necesito un baño –Murmure.
-Oh, sígueme. Ya vuelvo Chanyeol –Lo vio y le dio un pequeño beso en los labios.
Subimos al segundo piso y todo estaba hecho un desastre. Baekhyun intento abrir la puerta del baño pero había alguien adentro.
-Está ocupado – Dijo una voz gruesa desde adentro.
Se escuchaban algunos gemidos tras la puerta, y Baekhyun se reía con la mano en su boca para que no salieran unas fuertes carcajadas. Yo me ruborice, no sabía si reírme, o, sentir vergüenza por las personas de adentro. Cuando se abrió la puerta a los cinco minutos, salió Sehun arreglando su chaqueta; una chica estaba atrás de él arreglando su falda.
-Oh, lo siento –Dijo Baekhyun con sus ojos abiertos como platos y dejando su sonrisa a un lado después de verlo.
Sehun se me quedo mirando ignorando a la chica que se despedía de él. Yo baje mi mirada, esas ganas de reírme que tenía… habían desaparecido –. Te llevare a otro baño, no creo que quieras entrar allí – dijo con su voz gruesa y hechizante–. Yo lo llevare Baekhyun.
Me llevo hasta una habitación y adentro abrió otra puerta que conducía a un baño. Cuando salí, Sehun aún estaba ahí, sentado en el borde de la cama con sus brazos apoyados en su rodilla.
-¿Es tu habitación? –Pregunte mirando todo el lugar que estaba prácticamente vacío.
-No, era de Tao.
-Oh, ya veo. Y esa chica… ¿era tu novia? –Pregunté con una sonrisa débil. No sabía por qué preguntaba.
Bien, si sabía porque.
Negó con su cabeza y se paró de la cama–. La conocí hoy. –Dijo de manera natural. ¿Quién era él? ¿En quién se había convertido? Estuvo con una chica que solo conoció hace pocas horas – ¿Qué? ¿Por qué me miras así?
-Nada, solo que… has cambiado tanto – Conteste balbuceando–. No queda nada del niño que conocí hace años.
-¿Por qué te empeñas tanto en que yo sea el mismo de antes? Cambie Luhan, y cambie mucho. No queda nada de ese niño que conociste, y ya te lo dije anteriormente. –Hablo con el ceño fruncido.
-Pero, puedes cambiar –Musité bajando la cabeza.
-¿Cambiar? ¿Para qué quieres que cambie? ¿Para complacerte? –Me hablo de golpe–. No seas ridículo Luhan, nada bueno queda de mí. Viví 3 años en una cárcel, y créeme que del 95% que entra ahí sale hecho un monstruo, y yo, pertenezco a 95% –a medida que hablaba, se le hacia una gran V entre sus cejas–. Ahora soy un delincuente Luhan, y no me arrepiento de serlo. Ahora soy egoísta, arrogante, frio, y solo pienso en mí. Todas esas chicas que salen conmigo lo saben. Ellas esperan mucho más de mí, mientras yo no espero nada de ellas, solo estoy con esas chicas por sexo –Se me quedo mirando y suspiro–. Te diré algo, por el simple hecho de que me hayas vuelto a ver… no significa que puedes ser mi amigo.
Yo me quede en blanco y solo baje de nuevo mi cabeza.– Tienes razón, ahora eres un monstruo.
–Lo sé Luhan, y tú eres demasiado bueno para mi gusto. Yo he robado, he vendido y consumido drogas, he estado con tantas chicas por sexo que ya perdí la cuenta –Se me quedo mirando y se paró delante de mí–. Estas parado frente a un criminal, y tú, solo piensas en quererme cambiar. No seas infantil y estúpido –Dijo muy cerca de mí–. Para ti es fácil decir que la vida es bella porque tienes unos padres que te quieren y te dan todo lo que desees. Pero si nadie te hubiese adoptado, fueses una persona patética.
En un abrir y cerrar de ojos había golpeado a Sehun en el rostro– ¡Eres un imbécil! –Grite con los dientes apretados y los ojos cristalizados.
-Estoy en lo correcto, porque te dolió mi comentario –Giro su cabeza y vi un pequeño rastro de sangre que salía de su boca. Me gire y cuando agarre el pomo de la puerta Sehun hablo–. Te traje a la fiesta porque los chicos me lo pidieron, no porque yo quisiera ser amigable contigo. Recuerda que te había dicho que no te quería volver a ver en este lugar, y espero que cumplas tu promesa; una fácil y sencilla promesa.
-La cumpliré –Susurre.
Apreté el pomo de la puerta, y la habitación se alumbro por un relámpago.
Esto no puede estar pasando.
Me gire para ver a Sehun, y otro relámpago cayo.