“El placer entre tus piernas”.
Desde hace aproximadamente quince minutos te encuentras en esa misma posición, comienzo a pensar que realmente no te incómoda para nada el permanecer así, a mí la verdad no me importa del todo, siempre es un deleite tenerte así entre mis piernas sumergido en el ineludible placer que te provoco al tenerte ahí, y el cual para mi es indescriptible.
-mmm delicioso- murmuras encima de mí. Yo solo sonrió de esa manera que sé que te vuelve loco aun que ni siquiera puedas verme.
-ahh Kuran- apenas logro articular esas simples palabras, y es que el imaginarme tu rostro contraído por el placer es sublime, tus bellos borgoñas deben de incendiarse, tus cejas seguramente se contraen por el esfuerzo de la situación y de manera perceptible te noto al borde de lo indecible, así que sólo atino a incitarte a que lo sigas degustando con tu lengua la cual se pasa fortuita y magistralmente diestra ante ese pedazo de carne.
Mis pupilas se dilatan un poco más al ver como desde mi posición lo engulles todo, desde la punta hasta el final.
Realmente pensé que no podrías contenerlo todo en tu boca, pero me equivoque, al parecer si eres tan bueno en esto como alardeabas, mmm, no sé si sentirme celoso o aplaudirte tu inmensa habilidad.
-Zero, mmm, es indescriptible- susurras apenas conteniendo tus ganas de seguir lamiendo la puntita.
-mmm ah, Zero no puedo más.- Adviertes, y te observo como con gesto magistral lo devoras completamente.
-mmm si, así Kaname comételo todo- Te susurro levantándome un poco, pegando mi cuerpo más a ti, apenas y vislumbro tus ojos brillar ante mi descarado comentario, y sin más veo como lo engulles por completo hasta pasarlo dentro de ti.
Mis mejillas se incendian furiosas ante la sensación de sentirte estremecer por completo.
Que puedo decir si soy la persona que causa y provoca todo eso en ti, sonrió, es impensable que un día yo Kiryuu Zero haría esto para ti, el gran Kuran Kaname, pero bueno ni hablar, no todos los días preparo mi famoso pastel de carne, así que solo por ser hoy una ocasión especial lo hago para ti, mi hermoso vampiro.
Al ver cómo has terminado con tu cometido me acerco más hasta ti, pego completamente mi pecho a tu fuerte espalda y mis caderas chocan con tu trasero, se siente tan bien tenerte así que ya no es tu manera de degustar mí platillo , son más bien los pensamientos poco decorosos que se pasan por mi cabeza.
Coloco mis labios sobre tu oreja derecha y susurro muy quedamente unas palabras que te hacen suspirar forzosamente, sonrió pues sé que ésta noche seguramente no me darás tregua, y sabes qué yo no tengo ningún problema, te quiero aquí, junto a mí, devorándome solo a mí.
Fin.
Extra:
A la mañana siguiente....
-Maldito Kuran me duele todo- Decía un muy sonrojado chico peliplateado al despertar sobre una muy elegante cama King size, cama y habitación que tenían ya compartiendo tres años.
Kyriuu Zero jamás imagino que cuando le "sugirió" a su muy amado esposo que esa misma noche esperaba que lo "comiera" a él, no tuvo en cuenta el alcance de aquel para convertir sus palabras en realidad. Sin duda ese aniversario jamás lo olvidaría y al parecer sus caderas tampoco.
-Tsk Estúpido Kuran-